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La importancia de la estimulación cognitiva para un mejor

aprendizaje

Contar con niveles óptimos de atención y concentración es crucial para


nuestros niños si queremos que alcancen un alto rendimiento durante su
proceso de aprendizaje. Pero ¿qué ocurre si un pequeño se distrae con
facilidad? Este es solo uno de los casos en que la estimulación cognitiva se
convierte en una gran aliada.
Potenciar todas las áreas relacionadas con la atención, concentración,
memoria, pensamiento y percepción.
Todo lo anterior es a lo que apunta la estimulación cognitiva, un conjunto de
procesos que permite el procesamiento de la información o el desarrollo de
ciertos conocimientos.
Además, reúne todas aquellas actividades que ayudan a estimular,
desarrollar, mejorar y mantener las funciones de aprendizaje de un niño.
“Los padres consultan frecuentemente cuando existe bajo rendimiento
escolar en sus hijos, repitencias y diagnósticos previos de, por ejemplo,
dificultad específica de aprendizaje en sus diversas variantes en las áreas de
lectura, escritura y cálculo.
También cuando se ha detectado déficit atencional con o sin hiperactividad,
impulsividad o combinado”, explica Paloma Vilches, psicopedagoga de
Clínica Vespucio.
Los pacientes pueden pertenecer a diversos grupos etarios, pero las consultas
se concentran mayoritariamente al comienzo de la enseñanza básica, cuando
los niños y niñas enfrentan diversos desafíos académicos, como la
adquisición del proceso lector y escritor.
“Alrededor de los 6 años, aparecen dificultades que podrían mantenerse a
través del tiempo, siendo necesario consultar con un especialista”, advierte
Paloma Vilches.
“Es fundamental implementar la estimulación cognitiva en estos casos,
porque son la base del aprendizaje. Un niño debe tener buena atención para
focalizarse en un estímulo, además de una adecuada concentración para
mantenerse en una determinada actividad, eliminando distractores y
llevándola a cabo en su totalidad”, agrega la profesional.
Beneficios de la estimulación cognitiva
Dentro de los principales beneficios destaca:

 Ayuda a mantener adecuados procesos cognitivos de atención,


concentración y memoria, necesarios para el aprendizaje.
 Estimula el lenguaje, fomentando su expresión verbal, vocabulario y
comprensión lectora.
 Propicia actividades de pensamiento y aumenta la creatividad,
imaginación e inteligencia.
 Puede efectuarse en diversas edades o etapas del ciclo vital.
 Mejora la autoestima, confianza y seguridad ante el alcance de logros
personales y escolares.

Etapas de la estimulación cognitiva


Como primer paso, es necesario realizar un proceso de evaluación
psicopedagógica para luego enfocar la intervención hacia la estimulación
cognitiva, la que se puede organizar dependiendo de las áreas que requiere
estimular un niño o seleccionando algunas por orden de prioridad,
dependiendo de lo que el menor necesite en un determinado momento.
“A partir de ahí, se comienza a realizar un plan de intervención para trabajar
esas áreas del aprendizaje y, posteriormente, complementarlas con otras,
como los procesos de lectura, escritura y también las matemáticas. Se trata
de un proceso complementario”, continúa Paloma Vilches.
La manera en cómo se organiza la estimulación cognitiva va a depender de
la edad del niño.
Se puede realizar en la primera edad o previo al ingreso a los
establecimientos escolares en educación inicial o prebásica, mientras que,
tanto en enseñanza básica y media, como en el período universitario, las
estrategias utilizadas son distintas.

Principales técnicas y ejercicios


Es importante entender que las técnicas y ejercicios a implementar deben
encontrarse bajo una planificación de intervención diseñada por un
especialista, resultando de un proceso individualizado acorde a las
necesidades que requiera el paciente:
 Emplear materiales didácticos y/o uso de juegos como una herramienta
de aprendizaje, según los intereses del niño.
 Presentar actividades desafiantes que permitan captar su interés, es
decir, usar la motivación como un proceso fundamental en el
aprendizaje.
 Realizar actividades al aire libre, por ejemplo, planificar una ruta a
través de un mapa que deba resolver, fomentando sus capacidades
visoespaciales (manipular, analizar y representar objetos mentalmente).
 Proponer ejercicios que fomenten la creatividad e imaginación, por
ejemplo, crear algún proyecto de interés.
 Fomentar los procesos de atención y concentración a través de
dinámicas de juegos grupales o individuales.

¿Cuál es el rol de los padres en la estimulación cognitiva de los niños?


“Su papel es clave, porque esto comienza en el hogar desde el nacimiento
del niño, e incluye desde hablarle hasta las caricias que se le entregan. Todo
eso es parte de la estimulación en casa. De ahí en adelante, se comienza a
extender el proceso a lo largo de su ciclo vital y, posteriormente, se hace
mucho más evidente cuando comienza todo lo relacionado con el
aprendizaje”, asevera la psicopedagoga de Clínica Vespucio.
Sumado a lo anterior, cuando se decide iniciar un proceso de estimulación
cognitiva, el papel de los padres es fundamental para el éxito del tratamiento.
“Se debe contar con un compromiso constante durante las intervenciones,
que permita al niño o adolescente tanto asistir a las terapias como
complementar el tratamiento implementando cada una de las herramientas
adquiridas en el transcurso de éste”, enfatiza la profesional.

¿Qué ocurre si un niño que requiera estimulación cognitiva no es


tratado?
“Dependerá del diagnóstico y evolución en el transcurso del tiempo, pero a
largo plazo puede generar la carencia de estrategias pertinentes para resolver
determinadas actividades o tareas, junto con una inadecuada optimización de
tiempos para llevarlas a cabo. Esto desemboca en un bajo rendimiento
escolar”, especifica la experta.

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