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Proyecto - Aire Acondicionado en Oficina
Proyecto - Aire Acondicionado en Oficina
TECNOLÓGICO NACIONAL DE
MÉXICO.
“CAMPUS QUERÉTARO”.
DEPARTAMENTO:
METAL-MECÁNICA
GRUPO:
5V
Objetivo general.
Objetivos específicos.
Marco teórico.
Para instalar un sistema de aire acondicionado es necesario saber la potencia del equipo a
instalar, por lo que previamente hay que calcular la carga térmica del local, lo que exige
conocer algunos datos como estos:
Este valor puede obtenerse sobre un plano o tomando las medidas en el propio local. Si el
local tiene una forma geométrica complicada, hay que dividirlo en rectángulos o triángulos
menores e irlos sumando. La superficie de las paredes se obtienen multiplicando el largo o
ancho de planta por su altura, y restándole las ventanas. Las superficies de suelos o techos
son directamente el resultado de multiplicar el largo por el ancho del local.
Los cerramientos.
Hemos de tener en cuenta las paredes, los forjados de suelo y techo, puertas, ventanas,
etc. Las distintas paredes pueden no ser iguales en grosor, pueden dar al exterior o recintos
no climatizados, como pueden ser vestíbulos o escaleras, etc. También tenemos que
fijarnos en las ventanas, si tienen uno o dos vidrios, las puertas, si hay paredes que dan al
norte, si se está en la planta inferior o en la superior, etc. Se trata de identificar todos los
cerramientos posibles, cada uno con su transmitancia, que se deberá calcular o estimar por
medio de tablas.
Debemos definir qué temperatura deseamos en el interior, teniendo en cuenta que el RITE
(Reglamento de instalaciones térmicas en los edificios) nos marca unos valores que no
deben ser superados (entre 21 y 23°C y entre 40 y 50% de HR). Asimismo, y en función de
la localidad donde se haga el estudio, hay unos datos meteorológicos que nos proporcionan
las temperaturas mínimas de invierno, que son las que debemos utilizar para el cálculo.
Para un mayor ahorro energético, se debe regular el termostato a la temperatura más baja.
● Presencia de personas.
● Iluminación artificial.
● Maquinaria.
En muchos casos estas aportaciones de calor internas resultan de poca cuantía en relación
a las pérdidas de calor del local. Generalmente las personas realizarán una actividad
sedentaria por lo que generan, en el caso de cada hombre adulto, unos 90 W y cantidades
menores para mujeres y niños.
El aire de ventilación.
Según el uso del local, hay que aportar una cantidad de aire exterior de ventilación. Este
aire estará frío en invierno y habrá que calentarlo. En cambio en verano estará caliente y
húmedo y habrá que enfriarlo y posiblemente eliminar la humedad. En todos los casos, hay
que gastar cierta energía en variar la temperatura del aire de ventilación, lo que implica una
cierta potencia extra que el equipo de climatización ha de proporcionar.
Los suplementos.
● Por orientación norte. Toda fachada que tenga hasta 60º de diferencia respecto al
norte geográfico) En consecuencia las fachadas con orientación NE o NW, que
tienen 45º de desviación respecto al norte, se incluyen en la tipología de fachadas
con orientación norte. Este suplemento se justifica porque la fachada está más fría.
● Por la intermitencia del aire acondicionado. (El aire acondicionado se apaga por la
noche o durante más de 6 horas al día). Este suplemento se justifica porque al
volver a poner la calefacción en funcionamiento, se necesita más potencia para que
rápidamente se alcancen las condiciones interiores.
Bibliografía.
Ribot Martín, J. (2015). Guía rápida de necesidades térmicas para calefacción y aire
acondicionado.. Ediciones Experiencia. https://elibro.net/es/lc/itqueretaro/titulos/41982