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TECNOLÓGICO NACIONAL DE
MÉXICO.

“CAMPUS   QUERÉTARO”. 

REFRIGERACIÓN Y AIRE ACONDICIONADO.

PROYECTO. SISTEMA DE AIRE ACONDICIONADO


EN OFICINA.
                            

NOMBRE DEL PROFESOR:

SARA CASTILLA ROSELL.

DEPARTAMENTO:

METAL-MECÁNICA

GRUPO:
5V

 INTEGRANTES DEL EQUIPO:

-LEÓN OCHOA JORGE.

-PÉREZ CASTAÑÓN ANDRÉS.

-RAMÍREZ MATA NAYELI.


Objetivos.

Objetivo general.

Emplear los conocimientos adquiridos en el curso de refrigeración y aire


acondicionado, para el diseño de un sistema de aire acondicionado en un local
designado.

Objetivos específicos.

Emplear el uso de fórmulas y tablas para el diseño de un sistema de aire


acondicionado, así como el cálculo de cargas térmicas dependiendo de la ubicación
y orientación del local.

Marco teórico.

Para instalar un sistema de aire acondicionado es necesario saber la potencia del equipo a
instalar, por lo que previamente hay que calcular la carga térmica del local, lo que exige
conocer algunos datos como estos:

A. Las dimensiones del local (largo x ancho x alto).


B. Qué tipo de cerramientos tiene (paredes, suelo, techo, ventanas, etc.) y su
orientación
C. La temperatura interior deseada y la temperatura exterior presente en la ubicación
del local
D. La cantidad de aire de ventilación (aire de renovación necesario para eliminar el aire
vaciado)
E. El tipo de actividad realizada dentro de las instalaciones, así como el número de
personas al interior o un promedio de estas.
F. La potencia utilizada en iluminación y otros posibles focos de calor internos
existentes.
G. El horario en que se utilizara dicho local.

Las dimensiones del local.

Este valor puede obtenerse sobre un plano o tomando las medidas en el propio local. Si el
local tiene una forma geométrica complicada, hay que dividirlo en rectángulos o triángulos
menores e irlos sumando. La superficie de las paredes se obtienen multiplicando el largo o
ancho de planta por su altura, y restándole las ventanas. Las superficies de suelos o techos
son directamente el resultado de multiplicar el largo por el ancho del local.

Los cerramientos.

Hemos de tener en cuenta las paredes, los forjados de suelo y techo, puertas, ventanas,
etc. Las distintas paredes pueden no ser iguales en grosor, pueden dar al exterior o recintos
no climatizados, como pueden ser vestíbulos o escaleras, etc. También tenemos que
fijarnos en las ventanas, si tienen uno o dos vidrios, las puertas, si hay paredes que dan al
norte, si se está en la planta inferior o en la superior, etc. Se trata de identificar todos los
cerramientos posibles, cada uno con su transmitancia, que se deberá calcular o estimar por
medio de tablas.

Las condiciones interiores y exteriores.

Debemos definir qué temperatura deseamos en el interior, teniendo en cuenta que el RITE
(Reglamento de instalaciones térmicas en los edificios) nos marca unos valores que no
deben ser superados (entre 21 y 23°C y entre 40 y 50% de HR). Asimismo, y en función de
la localidad donde se haga el estudio, hay unos datos meteorológicos que nos proporcionan
las temperaturas mínimas de invierno, que son las que debemos utilizar para el cálculo.
Para un mayor ahorro energético, se debe regular el termostato a la temperatura más baja.

Las fuentes internas de calor.

Existen fuentes internas de calor, básicamente por los siguientes conceptos:

● Presencia de personas.
● Iluminación artificial.
● Maquinaria.

En muchos casos estas aportaciones de calor internas resultan de poca cuantía en relación
a las pérdidas de calor del local. Generalmente las personas realizarán una actividad
sedentaria por lo que generan, en el caso de cada hombre adulto, unos 90 W y cantidades
menores para mujeres y niños.

La iluminación, es otro concepto que interesa. Ahora bien, la tendencia a la utilización


masiva de lámparas de bajo consumo, hace que estos valores sean cada vez menores. En
el caso de utilizar lámparas de descarga, habría que tener en cuenta que como el balasto
también se calienta, hay que añadir un 20% más sobre la potencia de la lámpara.
Finalmente, la posible maquinaria debe ser tenida en cuenta, pues su potencia
generalmente acaba disipando en el ambiente del local que queremos acondicionar.

El aire de ventilación.

Según el uso del local, hay que aportar una cantidad de aire exterior de ventilación. Este
aire estará frío en invierno y habrá que calentarlo. En cambio en verano estará caliente y
húmedo y habrá que enfriarlo y posiblemente eliminar la humedad. En todos los casos, hay
que gastar cierta energía en variar la temperatura del aire de ventilación, lo que implica una
cierta potencia extra que el equipo de climatización ha de proporcionar.

Los suplementos.

Es habitual aplicar unos suplementos generalmente de un 10% sobre la potencia calculada


por cada uno de los siguientes conceptos:

● Por orientación norte. Toda fachada que tenga hasta 60º de diferencia respecto al
norte geográfico) En consecuencia las fachadas con orientación NE o NW, que
tienen 45º de desviación respecto al norte, se incluyen en la tipología de fachadas
con orientación norte. Este suplemento se justifica porque la fachada está más fría.
● Por la intermitencia del aire acondicionado. (El aire acondicionado se apaga por la
noche o durante más de 6 horas al día). Este suplemento se justifica porque al
volver a poner la calefacción en funcionamiento, se necesita más potencia para que
rápidamente se alcancen las condiciones interiores.

Si nuestra instalación presenta estas características, podemos aplicar estos suplementos.

Levantamiento del local.

Supongamos que hemos de dotar de calefacción a un local situado en Lleida de


construcción anterior a la entrada en vigor del CTE y destinado a oficinas de 10 x 6 x 3 m.
(Los valores de los coeficientes de transmisión de calor son a título de ejemplo) Los
elementos térmicos resistentes de suelo y techo dan a locales situados en la planta inferior
y superior que también están calefactados. Hay dos tipos de paredes: Las que dan al
exterior de 24 m2 que tienen una transmitancia de U de 0,7 W/m2 ºC y las interiores, que
dan a un local no calefactado con 66 m2 que supondremos a 10 ºC con una U de 1,1 W/m2
ºC. Asimismo hay 6 m2 de ventana de doble vidrio que da al exterior. La orientación de la
ventana y de la pared exterior es Este. La puerta interior de acceso a la oficina se considera
como si fuera pared.

Las condiciones interiores se fijan en 21 ºC y las exteriores en -3ºC El volumen de aire de


ventilación se fija en 1 renovación/hora respecto al volumen del local.
En el local trabajan 3 personas que realizan una actividad sedentaria o muy ligera para lo
que se le asignan 90 W/persona. La oficina está iluminada de forma permanente con 10
fluorescentes de 58 W cada uno, con su correspondiente balasto. (Al tener balasto hay que
añadir un 20% más, ya que éste se calienta) Entre otros posibles focos de calor tenemos 3
ordenadores portátiles a los que se les asignan 100 W/unidad y una fotocopiadora de 2000
W de uso no continuado.

Bibliografía.

Ribot Martín, J. (2015). Guía rápida de necesidades térmicas para calefacción y aire
acondicionado.. Ediciones Experiencia. https://elibro.net/es/lc/itqueretaro/titulos/41982

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