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SISTEMA DAMON – EVOLUCION EN ORTODONCIA

La Ortodoncia es, a mi entender, la especialidad odontológica que menos transformaciones ha


tenido en los últimos tiempos. Desde la aparición del Arco Recto de Andrews, la introducción de
los arcos de Titanio en los 70´s y posteriormente los arcos activados térmicamente en los 90, las
innovaciones fueron mínimas por años y, a diferencia del resto de las especialidades médicas y
odontológicas, es la única que trató a los pacientes con mecánicas que no cambiaron de forma
apreciable, ni ha disminuido el tiempo de tratamiento promedio de nuestros pacientes y mantuvo
las técnicas invasivas que requieren fuerzas elevadas, múltiples extracciones, y elementos
auxiliares como expansores palatinos, botones de nance, arcos linguales, barras palatinas, etc. que
también suelen ser una molestia para nuestros pacientes.

Probablemente sean los microimplantes el primer hito que marcó un cambio en el rumbo de la
Ortodoncia, un accesorio que sin ningún lugar a dudas corrió el límite de nuestros alcances
terapéuticos.

Creo que los braquets autoligantes son el futuro de nuestra especialidad. No son nuevos, es cierto,
desde hace varias décadas existen. Pero éstos solo buscaban ahorrar tiempo de sillón al no tener
que ligar cada una de las piezas dentarias. El Sistema Damon va más allá de eso. Es un conjunto de
factores que hacen de esta técnica algo mucho más complejo que una braquet diferente. Desde
los conceptos fisiológicos aplicados a la clínica, el uso de fuerzas ligeras, hasta la última tecnología
aplicada a estos braquets y arcos superelásticos hacen de este Sistema una opción muy diferente
a las que veníamos utilizando.

Fuerzas Ligeras – Menor Resistencia al Deslizamiento

Una de los pilares del sistema es la utilización de fuerzas lo más ligeras posibles para generar un
movimiento dentario sin ocluir los vasos periodontales. ¿Cuán terribles pueden ser braquets y
arcos que proponen como un basamento de su filosofía hacer la menor fuerza posible?

Arcos superelásticos de última generación cuya aleación está conformada por Níquel-Titanio-
Cobre que no tienen una forma adaptada a cada maxilar sino que individualizan los diagramas de
las arcadas a la musculatura y los límites anatómicos de cada uno de los pacientes, junto a
braquets de autoligado pasivos que generan una menor resistencia al deslizamento, cumplen los
principios que mantienen Reitan y Rygh al explicar las fuerzas excesivas que ejercen las mecánicas
ortodóncicas tradicionales en el periodonto y en el hueso alveolar, retrasando la diferenciación
celular y por lo tanto el movimiento dentario.

Braquets de Autoligado Pasivo con la tecnología capaz de lograr una apertura y cierre de la tapa
del mismo de manera muy sencilla, sin ejercer fuerza alguna, con ángulos redondeados en los
bordes del slot para generar un menor rozamiento con el arco y de esta manera reducir al máximo
el binding (efecto producido cuando el arco se dobla y toca las esquinas del slot) y el notching
(deformación permanente o ruptura del arco en los bordes del slot), generando movimientos
óptimos dentro de un rango de fuerzas biológicas.

El Dr. Dwight Damon sostiene la creación de nuevo hueso alveolar que acompaña las correcciones
transversales de aquellos casos donde hay estrechez del maxilar superior y casos con grandes
apiñamientos dentarios, moviendo las piezas dentarias “con el hueso” y no “a través del hueso”,
tomografías computadas lo demuestran. Estudios recientes avalan la hipótesis de un hueso
alveolar plástico que se moldea cuando se generan fuerzas leves sin colapsar el periodonto.

MITOS DEL SISTEMA DAMON

Es común escuchar hablar mal de estos braquets y sus resultados, probablemente la empresa
Ormco está pagando más caro de lo que pensaba el hecho de haber incluido la fatídica frase “La
magia del Sistema Damon” en su plan de marketing inicial. Es desde ese momento que muchos
ortodoncistas con los pies sobre la tierra se negaron a probar siquiera un caso clínico sin
basamento científico y con más publicidad que evidencia.

Hoy en día la realidad es otra, y el respaldo científico supera largamente cualquier maniobra
publicitaria. En alguna ocasión he escuchado a reconocidos colegas que denostan el Sistema
Damon con fundamentos erróneos y hasta totalmente opuestos a los que maneja la técnica. Soy
un convencido que siempre se puede mejorar, eso nos mantiene activos y alertas a las nuevas
tendencias recordando que la meta de todo Ortodoncista es buscar en forma incesante lo mejor
para nuestros pacientes.

He visto casos con prescripción Roth con reabsorciones radiculares, MBT con volcamiento
excesivo de las piezas posteriores y sin cortical vestibular, y de Alexander o Arco de Canto con
dientes volcados para conseguir espacios. Nunca dije que Roth, MBT, Alexander o cualquier otra
técnica sea la culpable de esas consecuencias. El problema es el mal uso de las mismas por parte
de los ortodoncistas actuantes, y eso se debe a que a pesar que pasen los años y las décadas, a
pesar que mejoren los materiales y las mecánicas, lo más importante fue, es y seguirá siendo un
CORRECTO DIAGNOSTICO Y UNA ADECUADA MECÁNICA DE TRATAMIENTO. Si se omite o se falla
en el diagnóstico de un caso clínico es lógico que los resultados serán adversos, y eso se debe a
que la MAGIA NO EXISTE. Los casos clínicos hay que analizarlos detalladamente, e individualizar la
mecánica de tratamiento que utilizaremos, sea el braquet que sea, y esa será la razón de nuestro
éxito, sea con la técnica que sea.
CONCLUSIONES

En mis pacientes tratados con Sistema Damon no sobreexpando las arcadas para conseguir
espacios, no observo reabsorciones radiculares por fuerzas excesivas, no hay fenestraciones o
pérdidas de cortical vestibular, no se me vuelcan las piezas dentarias y hay casos en los cuales
decido hacer extracciones (priorizando el perfil del paciente). Lo que si observo luego de haberlo
utilizado en más de 600 casos clínicos, es que los tiempos de tratamiento son más rápidos
(aunque sea lo que menos me importe siempre y cuando el caso esté correctamente finalizado),
hay un menor tiempo de trabajo en el sillón y las citas son mas espaciadas, en promedio hay
menor cantidad de extracciones, observo una excelente relación con el periodonto de mis
pacientes y mis casos (en su mayoría) son estables en el tiempo utilizando en la mayoría de los
casos mecánicas que simplifican los tratamientos.

No quiero, ni me interesa que se interprete que el Sistema Damon es una técnica superior a
cualquier otra, sí que existe y es otra herramienta para solucionar casos clínicos, que es bueno
conocerla, aprenderla, y aplicarla no digo en todos, pero al menos en algunos casos donde valga la
pena utilizarla.

A continuación muestro un caso clínico tratado con el Sistema Damon:

FOTOS ADJUNTAS

Dr. Anghileri Matías

Odontólogo – Especialista en Ortodoncia y Ortopedia Funcional de los Maxilares

www.matiasanghileri.com – info@matiasanghileri.com

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