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Libro Nuestro Equipo Pastoral Creciendo Con Amor
Libro Nuestro Equipo Pastoral Creciendo Con Amor
Este folleto pretende orientar a aquellas parejas que desean formar parte
del servicio en la Pastoral Familiar “Creciendo en el Amor”.
1. Objetivos
Que Sigue de la Pastoral “Creciendo en el Amor”.
2. Oportunidades básicas
Que Ofrece
3. Ciclo básico de formación
Como crecemos
4. La Organización de la Pastoral “Creciendo en el Amor”
Como Funciona
Si después de una reflexión personal, con tu pareja, con tus hijos y con
tu equipo, sobre los aspectos aquí presentados, decides ingresar en este
movimiento de servicio, éste te abre sus puertas y te recibe con gozo, y
recuerda que la pastoral será de tu beneficio en la medida de tu apertura,
disponibilidad, y la voluntad que tengas para tu propia formación y promoción
1. OBJETIVOS Y RESPONSABILIDADES DE LA
PASTORAL “CRECIENDO EN EL AMOR”.
1. Vida de equipo
2. Hospitalidad
3. Estudio
4. Vida de Oración
5. Uso cristiano de los bienes materiales
6. Compromiso de servicio
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1. VIDA DE EQUIPO
La riqueza del equipo es que todos sus miembros son distintos, pero
saben que en su dignidad de personas son iguales y así se aceptan y se
complementan. Sus opiniones, necesariamente, son diferentes; por eso se
aprende tanto en equipo. Cada quien se forja, nadie se escandaliza, todos
aprovechan.
2. HOSPITALIDAD
<<Cuando toca a tu puerta un huésped, es
el Señor quien está tocando>>
sencillo. Nos proponemos que los anfitriones no tenga que realizar gastos o
esfuerzos inconvenientes, que participen en la reunión en vez de agobiarse con
preparativos superfluos. Lo que hay que preparar con cuidado es el alimento
del espíritu que todos se ofrecerán durante el comentario del tema.
3. ESTUDIO
<<El hombre excelente es el que se exige
mucho a sí mismo; el hombre vulgar es el que
no se exige nada, sino que se contenta con lo
que es y está encantado consigo mismo>>
Hay tres clases de personas: Las que no saben lo que sucede, las que
son espectadores de lo que sucede, y las que hacen que sucedan las cosas.
pueden dar un sentido a lo que sucede y pueden actuar para modificar los
acontecimientos.
¿Quién soy yo, como soy, que necesito, que cualidades tengo? ¿Qué
espero de mi pareja, de mi familia, de mi trabajo, de mis amistades, de la
comunidad en general? ¿Qué hago con la riqueza humana que poseo, como la
utilizo? ¿Qué desea Dios de mí? ¿Qué esperan de mí mis prójimos? ¿Qué
actitudes quiero tener hacia ellos? Y para tenerlas, ¿en qué quiero cambiar yo
para poder ayudar a otros a mejorar?
libertad y el respeto? ¿Cómo aprovechar los elementos que tenemos para que
nuestra familia viva dignamente y cumpla su misión?
4. VIDA DE ORACIÓN
<<A nadie te pareces desde que yo te amo>>
Una cosa es crecer en Dios y otra llegar a tener con El una relación
personal, íntima y constante.
Este Dios personal me busca con mucho más interés del que yo pongo
en encontrarle. Quiere hablarme a mí, aquí y hoy, porque desea revelarme el
plan maravilloso que su amor tiene para mi vida, es decir, me tiene una
vocación, una misión. Al responderle me encuentro a mí mismo y descubro el
sentido profundo de mi vida, que va más allá del mero existir.
Sin la oración tal vez nunca descubramos quienes somos y para que se
nos ha dado la vida. Cuando una persona casada, un padre o madre de familia,
busca en la vida de oración cual es el llamado –la vocación- que Dios le da,
encuentra la principal respuesta en su vida diaria de laico, casado y padre. El
trabajo y el descanso, el dialogo, la lectura del periódico, el estudio, la relación
con el prójimo, el cuidado de los hijos, cuando se hacen conscientemente, son
oportunidades de responder a Dios; son momentos de Fe. De esta manera,
toda nuestra vida se convierte en un diálogo con un Dios personal y cercano.
<<Que cada uno sirva a los otros según capacidad que Dios le ha dado
como buenos administradores de los varios dones de Dios>> (La
Epístola de San Pedro, capítulo 4, versículo 10)
Cualquiera que tenga una mínima conciencia social sabe que tiene una
responsabilidad de usar bienes en beneficio de los demás. El cristiano por
añadidura, se santifica administrando sus bienes con espíritu de pobreza
evangélica, considerando las necesidades de los demás como suyas propias.
El cristiano sirve con lo que tiene, y tiene para servir. Por esta actitud será
juzgado; <<tuve hambre, tuve –sed, fui forastero, me falto ropa, estuve enfermo
y en la cárcel… tu acudiste a remediar mis necesidades>>. Evangelio de San
Mateo capítulo 25,31-46.
¿Cómo le contestaremos?
¿Cuáles ideas nos parecieron más valiosas? ¿Por qué?
¿Cómo entendemos la justicia? ¿Y la solidaridad?
¿Estamos dispuestos a desarrollar en nuestra vida estos valores?
¿Cómo ayudarnos mutuamente a ser buenos administradores de
nuestro dinero?
¿Qué puede hacer nuestro equipo para que la aportación libre de sus
miembros llegue a la Pastoral “Creciendo en el Amor”, con puntualidad,
sin necesidad de recordatorios?
6. COMPROMISO DE SERVICIO
<<El hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para
servir>> Evangelio de San Mateo, capítulo 20, versículo 28.)
EQUIPO BÁSICO