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- Que significa aprender

El aprendizaje es un proceso altamente complejo y sus definiciones varían dependiendo del


contexto y de la perspectiva.

En educación, el concepto de aprendizaje se refiere mucho más a la “adquisición de conocimientos


enmarcados en las aulas, a la adquisición de habilidades prácticas o técnicas, sobre todo aquellas
con respecto a la vida profesional, o también a la adquisición de hábitos de vida como la disciplina,
la responsabilidad o la motivación”. Por otra parte, en el ámbito educativo también se define el
aprendizaje como “la adquisición y la integración de nuevos conocimientos, con el fin de poderlos
reutilizar funcionalmente”.

Es cierto que aprendemos a aprender; aprendemos cómo nos resulta más fácil la construcción del
conocimiento, aprendernos a conocer lo que nos motiva, a seguir aprendiendo por placer, por
necesidad o para seguir creciendo como personas.

Aprendemos y desaprendemos constantemente a lo largo de la vida y, al final, nos damos cuenta


de que nuestro cerebro siempre está trabajando, aprendiendo, pero la clave de un buen
aprendizaje no está solo en un buen sistema de enseñanza. Un buen aprendizaje suele asociarse
con una buena pedagogía y con la capacidad del profesor para preguntarse con cierta frecuencia si
los métodos que utiliza y sus aproximaciones al aprendiz pueden considerarse legítimos y
adecuados. Sin embargo, podría ocurrir que las inquietudes planteadas estén incompletas, es
decir, que solo cubran una parte del conjunto de procesos implicados e indispensables en el
aprendizaje.

Parece ser que la mayoría de los aportes pedagógicos son esencialmente de índole cognitivo, por
eso, cuando un aprendiz tiene dificultades para aprender, se piensa que el problema es
necesariamente de orden cognitivo. Pero esto no es del todo cierto. Lo cognitivo es importante,
pero no podemos rencontrar respuestas adecuadas si no tenemos que tener en cuenta otro
campo de competencias, las emocionales, y las partes del cerebro que intervienen en ellas.

“…El ámbito emocional es en parte responsable del dominio cognitivo global presente en los niños
y los adultos, y debemos tenerlo en cuenta como se merece… Las neurociencias cognitivas
contemporáneas proporcionan las herramientas para realizar análisis por componentes sutiles, de
tal manera que se traten algunas tareas específicas. Tradicionalmente dichos estudios se han
concentrado sobre los aspectos cognitivos del aprendizaje

Que necesita el cerebro para aprender

Ya hemos dicho que el cerebro no produce energía pero, entonces, ¿de dónde la extrae para
funcionar correctamente? El oxigeno es fundamental para el funcionamiento del cerebro, pues
utiliza la quinta parte del oxígeno del cuerpo. Con un aire de mejor calidad en las aulas aumentaría
el nivel de atención y de funcionamiento mental, y casi todos hemos entrado en aulas donde
parecía un milagro que el alumnado siguiera las explicaciones del profesor, debido al estado de
somnolencia que provocaba la falta de oxígeno. Además, el cerebro necesita de 8 a 12 vasos de
agua cada día para estar bien, lo que le aporta el equilibrio electrolítico para su funcionamiento.
Según los estudios de Hannaford, la deshidratación es un problema común en las aulas, lo que
ocasiona a los alumnos letargo y debilitamiento del aprendizaje.

¿Cómo se produce el proceso de aprendizaje? cada año, millones de padres confían en que los
profesionales que educan a sus hijos sepan algo acerca del funcionamiento del cerebro y de los
procesos de aprendizaje, a partir de múltiples investigaciones sobre el funcionamiento del
cerebro, se reconoció la importancia de la base neural en las ciencias del aprendizaje y la
importancia de conocer cómo el cerebro humano procesa la información que le llega a través de
su input sensorial, así mismo que nuestro cerebro está preparado biológica y funcionalmente para
aprender, es lo que mejor hace sin límite de edad. y así, poder diseñar modelos educativos y
estrategias de enseñanza-aprendizaje a la medida de las posibilidades de los aprendices, acordes a
las posibilidades y a la etapa de la vida de los mismos. Tipos de aprendizaje Aprendemos siempre,
desde que nacemos, porque la vida es puro y constante aprendizaje, pero ¿de qué forma
aprendemos? Para Bain (2006) existen tres maneras de aprender:

1. Aprendizaje profundo: es el aprendizaje que se ejerce frente al reto de dominar algo


desconocido, ante el ejercicio de tratar de entender y comprender algo: “Puedo decidir aprender a
usar un determinado programa de ordenador porque me va a facilitar mi trabajo. Puedo aprender
a conducir porque me va a permitir encontrar trabajo con más facilidad. Puedo aprender inglés
porque me vendrá muy bien para viajar por el mundo”.

2. Aprendizaje estratégico: es aquel que se realiza con un afán competitivo, con la intención de
hacerlo mejor que los demás; de hecho, sacar las mejores notas de la clase es lo que motiva a
muchos aprendices: “Puedo aprender de memoria un montón de datos históricos para conseguir
dejar al profesor y a mis compañeros con la boca abierta. Puedo aprender tal o cual deporte
porque quiero participar en el campeonato juvenil”.

3. Aprendizaje superficial: es aquel que se realiza para evitar problemas, suspensos, regañinas, el
fracaso, castigos, etc. Es un aprendizaje cuya motivación básica es la evitación, por lo tanto, se
desvanece con rapidez. Una vez aprobada la asignatura, se olvida con rapidez lo aprendido,
porque la motivación no era la adecuada para un aprendizaje profundo: “Puedo aprender las
fórmulas de química para aprobar el examen. Puedo aprender a analizar un texto porque me lo
exige la profesora y, si no apruebo, no tendré vacaciones”.

De un tiempo a esta parte, se ha incorporado un nuevo objetivo pedagógico: aprender a aprender,


aprender a construir y gestionar el conocimiento. Para ello es interesante conocer nuestra manera
de aprender y saber qué es lo que nos mueve a nosotros y a nuestros alumnos a aprender, y qué le
estamos pidiendo a nuestro cerebro para conseguir este propósito. A veces, sin darnos cuenta, no
le ayudamos a realizar esta importante tarea, ya que le ofrecemos demasiados estímulos a la vez,
saltamos de un tema a otro o no dejamos tiempo para “reposar” y “digerir” la información recién
recibida. Al comprender cómo aprende el cerebro, podemos utilizar mejor los recursos educativos,
además de aumentar el nivel de éxito en la tarea de enseñar de una forma adecuadaafirmó que
nuestro

Como crear un ambiente FAVORABLE de aprendizaje

¿Cómo crear un ambiente de aprendizaje? Crear un ambiente de aprendizaje de baja amenaza y


alto desafío puede mantener tranquilo a nuestro cerebro reptiliano y permitir el aprendizaje. ¿Qué
constituye una situación de amenaza? Cualquier cosa que provoque miedo en el alumno, un reto
excesivo, un profesor demasiado exigente o un compañero que se mete con él. Son muchas las
cosas que se pueden hacer para crear ese ambiente de aprendizaje: renovar el aire, usar el humor,
activar el cuerpo con movimiento después de un tiempo en reposo y concentrado, utilizar música
relajante, juegos, dinámicas de grupos, etc.

PLANTILLA: https://www.canva.com/design/DAFEohiIl4A/3tjyUPCWRuLE52WQ-POz5g/edit?
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