Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Reflexiones Éticas... SESIÓN 3
Reflexiones Éticas... SESIÓN 3
DIOS ME HABLA: Mateo 19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola
carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre
CONECTATE
INTRODUCCIÓN:
El proyecto en el que nos embarcamos como mujer al unirnos con el hombre es para
construir la persona conyugal
Llevamos en nuestro interior como motor, la bendición, que la vamos desplegando desde la
fecundidad en toda área de la existencia, reproduciendo abundantemente cada área,
expandiéndonos generando impacto en otras latitudes de la vida, para dominar y gobernar
administrando la potencialidad de todo en lo que ponemos nuestra mano laboriosa.
Nos unimos con el fiel propósito de vivir en unidad (Génesis 2:24) y como mujeres habilidosas
actuamos en todo tiempo apropiadamente edificando nuestra vida conyugal y familiar
(Proverbios 14:1). Como ayuda idónea somos el soporte emocional del esposo, lo
enriquecemos desde nuestras virtudes y cualidades, lo complementamos formando un gran
equipo. Con nuestras facultades femeninas anticipamos riesgos para alertar y proteger al
esposo, somos confiables, amigables, leales, inversoras, nos entregamos plenamente y somos
motivo de gloria, honor y engrandecimiento de nuestro esposo (Proverbios 31:11-16).
Aportamos soluciones y avances ante cualquier circunstancia.
Ser la ayuda idónea es proveer valerosa, vital fuerza y asistencia constante al esposo, ya que
ayuda significa que somos fuerza, protección y sostenimiento en todas las áreas de la vida del
varón.
Mostrar ayuda de nuestro esposo, significa ser tierna pero firme de carácter y determinación
para responder apropiadamente afirmando la unidad conyugal, apoyándose en Dios no en
nuestra fuerza para enfrentar y manipular. Actuar con una actitud de calma, serenidad y
tranquilidad. Permaneciendo quieta, firme y en paz, afirmando al esposo de manera que se
sienta respetado, admirado y valorado.
REFLEXIONANDO