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Cánticos a la esencia

¡Oh servidor! ¿Dónde me buscas?


¡Si estoy junto a ti!
No me hallarás ni en la mezquita ni en el templo,
ni en la Kaaba ni en Kailasa;
tampoco en ritos ni en ceremonias,
ni en el Yoga ni en la renunciación.
Si en verdad me buscas, pronto me verás,
muy pronto, sin que el mínimo tiempo transcurra.
"Oh, sadhu. Dios es el aliento de todo
lo que respira."

II

No es necesario preguntar al santo


a qué casta pertenece:
sacerdote, guerrero, mercader; todas,
las treinta y seis castas, por igual
buscan a Dios.
Absurdo es preguntar al santo por su casta.
El barbero, el carpintero y la lavandera
buscan a Dios.
Incluso Raldas va en su búsqueda.
El Rishi Suachapa era curtidor de origen.
Tanto hindúes como musulmanes
Lo buscan a Él,
que no está en las distinciones.

III

Amigo, espéralo mientras vivas,


conócelo y compréndelo:
en esta vida mora la liberación.
Si no te sueltas del apego en vida
¿cómo esperas lograrlo al morir?
No es sino sueño pensar que a Él,
al dejar el cuerpo, el alma se unirá:
Si ahora lo hallaste, también después lo hallarás;
si no, será morar en la Ciudad de la Muerte.
Si la unión se alcanza en el Presente,
mañana seguirá.
En la Verdad, sumérgete; conoce al Maestro
verdadero, en el auténtico Nombre
ten fe: "Es la búsqueda lo esencial.
Soy esclavo de la esencia de la búsqueda".

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