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Instalación y Mantenimiento de Pararrayos
Instalación y Mantenimiento de Pararrayos
Para empezar, cualquier estructura que supere la cota cero del terreno debe ser
protegida con un sistema de protección contra el rayo, tanto interno como externo.
Además, el terminal aéreo de un pararrayos debe de superar como mínimo dos
metros la máxima cota de la estructura a proteger.
Otro de los elementos a tener en cuenta en una instalación pararrayos es el radio
de cobertura que será determinado por la longitud resultante desde la ubicación
del terminal aéreo de captación hasta el punto más desfavorable de la estructura a
proteger, con un margen de seguridad de un +10% y en ningún caso superar
tiempos de anticipación mayores que 60 μs.
Las bajantes a tierra tienen que ser lo más verticales que sea posible, evitando
curvas con radios no inferiores a 20 centímetros y cambios de dirección con
ángulos inferiores a 90º. Y es obligatorio efectuar una segunda bajada a tierra con
el objetivo de mejorar el índice de seguridad de instalación.
Una vez realizada la toma de tierra del pararrayos es conveniente unificarla con
la red perimetral (en caso de existir), para buscar una equipotecialidad con toda
la red de puesta a tierra.
Mantenimiento de Pararrayos
Como en cualquier instalación, las de los pararrayos tienen que tener su adecuado sistema
de mantenimiento. El mantenimiento de pararrayos debe darse en dos situaciones:
Para acabar, la documentación necesaria que debe avalar cualquier pararrayos debe ser: un
certificado de normalización en base a la normativa vigente en cada país, así como
la justificación del radio de acción del fabricante.
Los pararrayos deben someterse por parte de una OCA a inspecciones y mantenimientos
periódicos, según indican las normativas nacionales e internacionales (UNE21186, NF-C 17 102,
IEC EN 62305). Estas inspecciones periódicas del pararrayos permiten detectar desviaciones
respecto a las normas de referencia o anomalías en la instalación provocadas por las condiciones
medioambientales, como sería la corrosión, las manipulaciones incorrectas, como serían
seccionamientos o robos, u otras circunstancias, como ampliaciones del edificio donde se ubica
el pararrayos.
Para que un sistema de protección contra el rayo funcione de forma óptima, cada una de sus
partes debe estar en correcto estado:
En el caso de los pararrayos de tipo PDC también se debe comprobar el correcto funcionamiento
del cabezal. Los pararrayos se instalan en el punto más alto de la estructura, siempre dos metros
por encima de cualquier elemento a proteger y generalmente sobre un mástil de seis metros, por
lo que en la mayoría de ocasiones resulta complicado acceder hasta este cabezal y pone en
riesgo al operario que debe ejecutar estas revisiones.
En lo que respecta al sistema de puesta a tierra, es fundamental medir la tierra, ya que podría
variar con el tiempo y es importante garantizar que permanece inferior a 10 Ω. Se recomienda
revisar las tomas de tierra anualmente y, de hecho, en muchos países existe una normativa que
así lo exige. Así, si se registran valores elevados de tierra, será necesario utilizar un mejorador de
la conductividad tipo Conductiver Plus o adecuarla con más picas.
Igualmente, en la revisión se debe verificar que las líneas que lo requieran están protegidas
contra sobretensiones.