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Adolescencia: teorías y etapas

1. Teorías fundamentales
La vida del ser humano atraviesa, de manera general, diferentes etapas y periodos con
características más o menos comunes que condicionan el crecimiento y desarrollo de las
personas. Las primeras etapas de vida, desde la gestación hasta la adolescencia, condicionarán
sobremanera el desarrollo adulto posterior.

Si se pretende comprender el desarrollo psicológico debemos de atender tanto a los aspectos


cognitivos como a los sociales y afectivos del mismo. La necesidad de estudiarlos
conjuntamente está determinada por el hecho de que estos aspectos están afectando
continuamente al desarrollo. Para poder evaluar correctamente la capacidad cognitiva de un
adolescente es necesario conocer su estado emocional, que se relaciona directamente con sus
compañeros, familia o problemas propios. La biología juega un papel esencial en la evolución
del ser humano, pero esta evolución se realiza en un entorno social. Estas teorías evolutivas se
denominan ambientalistas, es decir, basadas en el contexto, educación o influencia.

Podemos dividir el desarrollo del ser humano en seis etapas:

- Infancia. En esta etapa se produce el control del cuerpo y la toma de conciencia del
entorno. Aparece una dependencia y se genera seguridad y confianza. Es en esta etapa
cuando se construye el apego ansioso y ambivalente, además de la niñez, dado que son
las etapas en cuyo centro se encuentra la familia.
- Niñez. En esta etapa se comienza a socializar y desarrollar la percepción y el
razonamiento. Aparece el sentimiento del deber y el respeto a los derechos.
- Adolescencia. En esta etapa se produce el desarrollo de la pubertad y del pensamiento
lógico-formal. Se comienza a producir la diferenciación de la familia como centro y la
consolidación de la identidad.
- Juventud. En esta etapa se continua con la construcción del proyecto de vida y la
instauración de relaciones sociales. Se orienta la vida hacia una profesión o vida laboral.
- Adultez. En esta etapa el individuo está en la plenitud de su desarrollo biológico,
psíquico y reproductor. Se dispone a la formación de un nuevo hogar y se puede
desarrollar una responsabilidad con otros individuos.
- Vejez. En esta etapa se comienza el decline biológico, retiro laboral y esparcimiento.
Aparecen nuevas capacidades y la necesidad de transmitir las experiencias de vida.

1.2. Factores y variables que influyen en el desarrollo evolutivo


Se disponen diferentes factores que influyen en este desarrollo:

- La edad, crecimiento físico y maduración neurológica.


- El entorno social y cultural al que pertenece el individuo, así como la interacción con los
otros dentro y fuera del seno de la familia. Es a partir del año cuando son fundamentales
estas interacciones. Por ejemplo, las peleas entre hermanos son claves para aprender a
resolver conflictos.
- La propia historia del individuo y sus rasgos de temperamento. Por ejemplo, que a
alguien le cueste focalizar su atención no es sinónimo de padecer TDH, además de que
está prohibido medicar a un niño menor de 7 años por este tipo de trastornos.
- El aprendizaje tanto en contextos informales como en el escolar.

Nuestro principal foco de intervención, dentro del ámbito educativo, sería el de potenciar el
desarrollo integral de la persona.

1.2.1. Psicología evolutiva


La psicología evolutiva es la parte de la psicología que se ocupa de estudiar los procesos de
cambios psicológicos que ocurren a lo largo de nuestra vida y tales cambios guardan relación
con tres factores:

- Etapa de la vida en la que se encuentra la persona.


- Circunstancias culturales, históricas y sociales en las que su vida transcurre.
- Experiencias particulares propias de cada uno como individuo.

Hasta la Edad Media se definía a la infancia como adultos pequeños. En los siglos XVII-XVIII
coincidiendo con la ilustración y romanticismo, se conceptualiza la infancia como una etapa
diferenciada dentro del desarrollo de la persona. En el siglo XIX se busca separar a los niños de
los trabajos para adultos y se generaliza la enseñanza elemental hasta la pubertad, cuando se
considera que ya se puede insertar en el mundo adulto. Sin embargo, teniendo en cuenta que
este evento coincide con la revolución industrial, la mayoría de los niños seguían siendo
explotados en el trabajo. En el siglo XX la infancia ya es un periodo totalmente diferenciado, así
como la adolescencia.

1.3. Etapas de la adolescencia según los autores


G. Stanley Hall es considerado como el precursor del estudio de la adolescencia gracias a sus
dos volúmenes escritos sobre el tema. Según Hall, el desarrollo personal venía condicionado por
factores fisiológicos genéticamente determinados. No obstante, reconocía que, en la
adolescencia, la influencia del entorno era importante. Reconocía este periodo como una época
turbulenta en la que el adolescente experimentaba un nuevo nacimiento como ser biológico y
social. A partir de este planteamiento, las teorías que estudian la adolescencia se agrupan en
tres grupos en función de qué aspectos consideran que son más determinantes en el desarrollo
de este periodo dividiéndose en factores internos, factores cognitivos y factores externos o
ambientales.

1.3.1. Teorías psicoanalíticas


Las teorías psicoanalíticas o dinámicas consideran que los aspectos internos son los que
moldean principalmente el desarrollo de la adolescencia. Según estos planteamientos, esta
etapa se inicia con el resurgir de la pulsión sexual, dormida durante la segunda infancia, y que
da lugar a la pubertad. Este despertar de la energía provoca un desequilibrio que provocará
cambios a muchos niveles en el adolescente (físicos, psicológicos y emocionales) La transición a
través de esos procesos de cambio y la recuperación progresiva del equilibrio a lo largo de las
tres etapas de este periodo dará lugar al nacimiento de un nuevo ser con valores, actitudes y
proyectos de vida que guiarán su entrada en la vida adulta.

Por lo tanto, podemos resumir las teorías psicoanalíticas en los siguientes puntos:

- Se atribuye esta etapa a causas internas.


- Desvinculación con la familia.
- Oposición a normas y reglas.
- Establece nuevas relaciones con el exterior.
- Proceso de construcción de la identidad.

1.3.2. Teorías cognitivas


Piaget es el autor de referencia en estas teorías. En ellas, se plantea la adolescencia como una
interacción entre factores individuales y sociales. Se producen importantes cambios a nivel
cognitivo asociado a procesos de inserción en la sociedad adulta. Desarrollan progresivamente
el pensamiento formal que les capacita para razonar de manera autónoma y crítica, que
aplicarán en su vida adulta. Dentro del punto de vista educativo es el que mejor se asocia a
nuestra definición de adolescencia.

Por lo tanto, se pueden resumir las teorías cognitivas en los siguientes puntos:

- Interacción entre factores sociales e individuales.


- Se producen cambios en el pensamiento que repercuten en lo social.
- Las transformaciones afectivas y sociales van unidas indisolublemente a cambios en el
pensamiento.

1.3.3. Teorías sociológicas


Según estos planteamientos, la adolescencia se atribuye principalmente a factores sociales,
externos al individuo. Los adolescentes deben consumar el proceso de socialización mediante la
incorporación de los valores sociales y la adaptación de determinados roles. Es Durham quien
defiende esta teoría, argumentando que no es lo puramente biológico lo que define la etapa de
la adolescencia, sino los constructos sociales.

Por lo tanto, se pueden resumir las teorías sociológicas en los siguientes puntos:

- La adolescencia es un constructo social y no algo precisamente biológico.


- Hay influencia de los factores culturales.
- La constitución biológica humana no determina moldes particulares de conducta.
- Es el resultado de tensiones y presiones que vienen de la sociedad.

1.4. Factores que intervienen en el desarrollo


Estos factores tienen diferente peso en función del momento evolutivo en el que se aplican:

1. Polémica herencia/ medio. Son concepciones innatistas, de preconfiguración genética


del desarrollo psicológico frente a las concepciones ambientalistas, en donde el medio
es el determinante del desarrollo.
2. Hoy. Conocer cómo se relacionan ambos y en qué momento tiene más peso uno u otro.
3. Contenidos del código genético abiertos y cerrados. Por ejemplo, la autoestima.
4. Concepto de canalización. Cuanto más pequeños somos, más iguales. La filogénesis
significa que la especie garantiza la supervivencia con unos mínimos evolutivos en las
etapas de mayor indefensión.
1.5. Proceso de maduración psicológico

- 0-3 años. Se produce el desarrollo de la inteligencia sensomotora con un aumento


progresivo de la afectividad. Esta etapa es esencial, dado que aparece el amor de la
familia, se construye el apego y vínculo familiar, se desarrolla la inteligencia
sensomotora donde el niño comienza a disfrutar y aprender de la utilización de su
cuerpo. El niño, en esta etapa, está centrado en sí mismo y en el reconocimiento de las
habilidades biológicas básicas.

En esta etapa, el niño va a aprender a usarse así mismo, con un aprendizaje basado en la
imitación y repetición que evolucionará a una motricidad más fina. Es en el momento en
que el niño es capaz de mover y controlar, de forma consciente, su cuerpo que aparece la
llamada crisis de los 3 años, una crisis de oposición manifestada con rabietas, que no dejan
de ser una manifestación emocional ante una justicia. Es aquí cuando podemos emplear el
término de temperamento.

El temperamento es la base genética de nuestra personalidad. Cuando este temperamento es


educado, se denomina carácter. Por ejemplo, si el niño tiene un temperamento impulsivo, él
será impulsivo de naturaleza, pero si se le enseña a ser menos impulsivo, su carácter será uno
en donde sepa controlar sus impulsos. Durante la infancia se juega con la base genética dada
por el temperamento y la educación en carácter, pero, es necesario añadir el último de los
elementos para lograr la personalidad, adquirido durante la adolescencia, que sería la libertad.
Por lo tanto:

𝑇𝑒𝑚𝑝𝑒𝑟𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 (𝐺𝑒𝑛é𝑡𝑖𝑐𝑜) + 𝐸𝑑𝑢𝑐𝑎𝑐𝑖ó𝑛 (𝐶𝑎𝑟á𝑐𝑡𝑒𝑟) + 𝐿𝑖𝑏𝑒𝑟𝑡𝑎𝑑 = 𝑃𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑


- 3-7 años. Etapa del pensamiento mágico o mentalidad prelógica. Comienza a conocer el
mundo que le rodea, pero aún no tiene un cerebro lo suficientemente maduro como
para entender el por qué de las cosas, dado que la lógica de causa-efecto aún no se
encuentra adquirida.

Viven en un mundo mágico-animado puesto que no existe una lógica formal que le permita
comprender el mundo que le rodea al igual que el resto de las personas, confundiendo
causalidad con intencionalidad. Por ello, hay que ayudar al niño a establecer conexiones
lógicas sobre lo que está ocurriendo a su alrededor.
- 7-12 años. Esta etapa es iniciada antes por las niñas que por los niños. Es una etapa que
Piaget denomina de lógica formal o de operaciones concretas. Aquí va en aumento
progresivo la inteligencia y la voluntad.

El niño presenta una lógica y moral propia dado que ya posee la noción de causalidad y al
tener adquirido este concepto se le puede exigir una responsabilidad. Es en esta etapa
cuando se produce la muerte de la imaginación y la fantasía a manos de la curiosidad.

- 12 años en adelante. A partir de aquí, cada cambio en el pensamiento no varía, pero si


las conductas, alcanzando un pensamiento abstracto.
- 20 años. Madurez personal. Esta última etapa no tiene por qué alcanzarse en muchos
casos.

La adolescencia y la pubertad son dos conceptos diferentes:

- Adolescencia. Transición del desarrollo entre la infancia y la adultez que implica cambios
físicos, cognitivos y psicosociales importantes.
- Pubertad. Proceso mediante el cual la persona alcanza la madurez sexual y la capacidad
para reproducirse.

Estos cambios van acompañados de la manera en que el individuo tiene de conocerse a uno
mismo, relacionarse con los demás, valorarse a uno mismo y valorar al resto. El orden
biológico de sucesos sería un inicio temprano de la pubertad, preparando al cuerpo del
individuo para el cambio hormonal y físico que supone el paso a la madurez reproductiva,
para después comenzar con la adolescencia, finalizando con el cambio cognitivo de dicho
crecimiento. Sin embargo, a día de hoy encontramos marcadas conductas preadolescentes
que están comenzando antes de la propia pubertad.

1.6. Pubertad
La pubertad es el conjunto de cambios en el desarrollo de los caracteres sexuales para alcanzar
la madurez reproductiva. Por cada niño que comienza la pubertad habrá 15 niñas que la habrán
empezado, por lo que el desarrollo femenino de la pubertad es precoz con respecto al
masculino.
1.6.1. Infancia y adolescencia. Duelos
En general, la adolescencia se la podría calificar como un período primordialmente de duelos.
Se produce la pérdida de los roles infantiles y de la identidad. El primer duelo al que se
enfrentan, con dramatismo, es la pérdida del cuerpo infantil.

En la adolescencia temprana, la actividad hormonal produce sus primeras manifestaciones: se


desarrollan los órganos reproductores y los genitales externos. En los varones aparece el vello
facial y un cambio en la voz. En las mujeres se produce el crecimiento de los senos y el
ensanchamiento de las caderas. El cambio hormonal también afecta al funcionamiento del
sistema nervioso central, descalibrando factores como el estado anímico y el comportamiento.

Lo complicado de esta pérdida del cuerpo infantil para el adolescente es que se da mediante un
enfrentamiento entre el esquema corporal infantil y el cuerpo físico real de la persona. El púber
empieza a sentir cómo su cuerpo adulto comienza a surgir y, desde ese momento, su atención
se fijará en si esta nueva forma física cabe dentro de lo que la cultura del momento considera
como atractivo. Junto con moverse de una manera más torpe dado que siente que le sobra
brazos y piernas, su exposición ante el espejo será muy frecuente.

Comienza la activación de la energía sexual, que permaneció latente durante la niñez y la


observación curiosa y comparativa con sus pares. Por ejemplo, comparando el tamaño y forma
del pene o de los senos. El adolescente ya ha iniciado su desarrollo físico y sexual.

También existe un cambio dentro del entorno familiar, puesto que se compara al niño que fue,
pero a este nuevo ser se le genera un rechazo. Por miedo al desconocimiento o miedo a la
adolescencia, se traspasa una sensación de cuestionamiento del yo propio que no existía hasta
ese momento. En la primera crisis de la infancia, acontecida a los 3 años, se descubría el primer
yo práctico en tanto que en la adolescencia se desarrolla un yo psicológico, logrando identificar
tu propia intimidad. Al identificarse como individuo, también comienza a desarrollar empatía
por el resto de individuos, dado que se empieza a ser consciente de que también tienen su
propio “yo” y que no son únicamente compañeros de juego. Es entonces, cuando existe una
intimidad que compartir, que aparecen las verdaderas amistades.

1.6.2. Organización mundial de la Salud


La OMS define la adolescencia como el periodo de crecimiento y desarrollo humano acelerado
que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, comprendido entre los 10 a los
19 años. Se encuentra condicionada por procesos biológicos y marca el paso de la niñez a la
adultez. Los determinantes biológicos del comienzo de la adolescencia son universales. En
cambio, la duración y las características propias de este periodo pueden variar a lo largo del
tiempo, entre unas culturas y otras, dependiendo de los contextos socioeconómicos.

Algunos cambios que se están produciendo en las actuales adolescencias es un inicio más
temprano de la pubertad, la postergación de la edad del matrimonio, la urbanización, la
mundialización de la comunicación y la evolución de las actividades y prácticas sexuales.

1.6.2.1. Etapas de la adolescencia según la OMS


Los cambios más importantes que se dan durante la adolescencia son:

- Físicos. Pubertad y madurez sexual.


- Psicológicos. Desarrollo del pensamiento formal y búsqueda de la identidad personal.
- Emocional. Conflictos emocionales y su resolución a consecuencia de los cambios
vividos.
- Social. Consolidación del proceso de socialización y desarrollo de nuevas relaciones.
Tenemos que entender la labilidad emocional como una característica propia de la
adolescencia y no como un problema patológico que, a día de hoy, se está tratando.

1.6.2.2. La adolescencia se divide en tres etapas


La OMS divide la adolescencia en tres fases:

- Adolescencia temprana. Esta primera etapa se inicia a los 10-11 años y se puede
prolongar hasta los 13.
- Adolescencia media. Esta etapa de la adolescencia incluye de los 14 a los 17 años.
- Adolescencia tardía. La última etapa de la adolescencia abarca de los 17 a los 19 años
aproximadamente y puede alargarse hasta los 21 años.

1.6.2.3. Adolescencia temprana


La adolescencia temprana comprende el primer periodo de la adolescencia y se inicia con la
pubertad alrededor de los 10-11 años. Esta etapa se caracteriza por ser un inicio de los cambios
que acontecerán en varios niveles:

- Nivel físico. Se inicia una gran variedad de cambios hormonales y de crecimiento físico
y sexual, como la talla, masa ósea, tamaño de diferentes órganos y sistemas,
ensanchamiento de la pelvis en las mujeres y de hombros en varones, desarrollo de la
diferenciación sexual, etc.
- Nivel psicológico. Se inicia el desarrollo del pensamiento formal. Por este nuevo modo
de procesar su información, el adolescente deja de identificarse con la infancia, pero
todavía no es aceptado como adolescente.
- Nivel social. Sufre un gran desajuste social como consecuencia de todos los cambios
iniciados.
- Nivel emocional. Pueden llegar a sufrir muchos conflictos emocionales por la situación
que atraviesan en esta etapa. La familia se convierte en un pilar fundamental para
acompañar la incertidumbre que conlleva este periodo.

1.6.2.4. Adolescencia media


Este periodo se inicia alrededor de los 14 años y se caracteriza porque el adolescente empieza a
sustituir la relación con sus padres como modelos de referencia por la relación con sus amigos,
su nuevo grupo de referencia. En este periodo se suelen dar los mayores conflictos con la familia,
resultado de esta desidentificación junto a la aparición de conductas de riesgo causadas por la
influencia de los grupos de iguales.

Los cambios físicos, psicológicos y emocionales no son tan abruptos en esta etapa como los
sociales.

1.6.2.5. Adolescencia tardía


La adolescencia tardía se da desde los 17 años hasta los 21 aproximadamente. En esta etapa, el
adolescente va recuperando progresivamente el equilibrio a través de la aceptación, asimilación
y resolución de los cambios y conflictos vividos. De este modo:

- Nivel físico. Los cambios se reducen notablemente y alcanzan la madurez biológica.


- Nivel psicológico. Se adquieren nuevas capacidades de procesamiento de la información
mediante el desarrollo del pensamiento autónomo y crítico que le permitirá el
funcionamiento en su vida adulta. Por otro lado, el adolescente consigue integrar una
nueva imagen de sí mismo, de los demás y del mundo.
- Nivel emocional. Consigue manejar sus emociones de una manera mucho más afectiva.
- Nivel social. Se consolida el proceso de socialización a través del cual el adolescente
adquiere nuevos valores, actitudes y roles que guiarán sus pasos en su vida adulta.

2. El cerebro adolescente
Hasta hace poco, los científicos creían que el cerebro alcanzaba su madurez plena para la
pubertad. Ahora, los estudios con imágenes cerebrales revelan que el cerebro adolescente
todavía está en proceso. Los cambios espectaculares en estructuras cerebrales implicadas en las
emociones, juicio, organización del comportamiento y autocontrol ocurren entre la pubertad y
la adultez joven. Es posible que estos hallazgos ayuden a explicar la tendencia de los
adolescentes a los exabruptos emocionales y los comportamientos de riesgo, planteando
dudas acerca del grado en que los adolescentes deberían considerarse legalmente responsables
de sus actos.

Los adolescentes procesan la información sobre las emociones de manera diferente a la de los
adultos. En una serie de estudios, los investigadores escanearon la actividad cerebral de
adolescentes mientras estos identificaban emociones en imágenes de rostros que se
proyectaban en una pantalla de computadora. Los adolescentes tempranos (11-13 años)
utilizaron la amígdala, una pequeña estructura con forma de almendra localizada a nivel
profundo del lóbulo temporal y con una fuerte participación en las reacciones emocionales e
instintivas.

Los adolescentes mayores y los adultos tenían una mayor probabilidad de emplear los lóbulos
frontales, que manejan la planificación, razonamiento, juicio, regulación emocional y control de
impulsos y que, en consecuencia, permiten juicios más precisos y razonados. Esto sugiere una
posible razón de por qué algunos adolescentes jóvenes toman decisiones poco frecuentes, como
el abuso de sustancias o los riesgos en conducta sexual: es posible que el desarrollo cerebral
inmaduro permita que los sentimientos superen a la razón y que impida que algunos
adolescentes escuchan advertencias que parecen lógicas y persuasivas para los adultos.

El subdesarrollo de los sistemas corticales frontales asociados con la motivación, impulsividad y


adicción puede ayudar a explicar la búsqueda de emociones y novedad de los adolescentes y
también puede explicar el porqué para algunos adolescentes resulta difícil enfocarse en metas
a largo plazo.
2.1. El cerebro

El cerebro humano se encuentra dividido en tres partes:

- Cerebro racional o neocórtex. Se encarga del lenguaje, planificación, creatividad, moral


y cálculo. El ser humano es el único poseedor del neocórtex.
- Cerebro emocional o límbico. Se encarga de las emociones, afectividad (situándose aquí
el sistema límbico con la amígdala), aprendizaje y memoria. Ante un estímulo,
automáticamente llega a la memoria, que trae un recuerdo que puede asociarse o no al
placer, al dolor o al daño, y junto a la imaginación, recreo la situación y aumento la
emoción.
- Cerebro reptiliano y primitivo. Se encarga de los instintos básicos de supervivencia,
conductas automáticas y programadas.

En el cerebro adolescente tenemos un problema de mielinización. Tenemos dos problemas de


madurez a nivel de:

- Córtex prefrontal. Se encargará del análisis de información y de las decisiones


razonadas, pero, es inmaduro y no va a frenar correctamente aquellas conductas que
son peligrosas dado que no sabe interpretar correctamente el peligro. Además, la sobre
activación de las hormonas sexuales producidas por la hipófisis envalentona dichas
conductas.
- Sistema límbico. Se encargará de las emociones y la búsqueda de placer. Al estar
inmaduro se comporta de forma hiperreactiva, marcando la característica principal de
los adolescentes, la maleabilidad emocional, pero que, junto a las hormonas sexuales
producidas por la hipófisis, aumenta estas conductas de carácter puramente emocional
sin recurrir a una lógica aún no formada.

Por lo tanto, el cerebro de un adolescente es inmaduro: es inmaduro al no lograr evaluar


correctamente el peligro de sus conductas debido a que la parte lógica de su córtex prefrontal
no está desarrollado completamente y al no lograr evaluar correctamente las emociones de sus
conductas debido a una sobrexcitación de su sistema límbico, tampoco desarrollado
completamente. Será en el equilibrio entre razón y emoción que se logrará el desarrollo del
cerebro adulto.

2.2. Etapas de crecimiento y desarrollo psicológico


Podemos dividir las etapas en función de cómo conciben su independencia, identidad e imagen.

2.2.1. Evolución del proceso de integración del nuevo esquema corporal


Durante la adolescencia temprana, los cambios físicos son rápidos lo cual provoca una excesiva
preocupación en el adolescente en lo referente a su cuerpo y apariencia. Además, está la
constante percepción de que todo el mundo los observa. Ya en la adolescencia media la
preocupación por la normalidad física cede lugar a una mayor comodidad y aceptación física de
su cuerpo. Piensan que todos le observan y están pendientes de ellos, por lo que le dedican
mucho tiempo al cuidado al cuerpo para hacerlo más atractivo. En la adolescencia tardía hay
una mayor tranquilidad con respecto al cuerpo y una integración coherente.

2.2.2. Maduración temprana y tardía en el género femenino


Hay diferentes características en cuanto a la maduración temprana y tardía en las chicas:

- Maduración temprana. Experimentan mayores dificultades sociales porque se


encuentran en una situación con escaso apoyo de las iguales, puesto que las demás
niñas de su grupo continúan en una etapa evolutiva anterior. Se manifiestan
introvertidas y con poca confianza en sí mismas debido a los pocos referentes
comportamentales entre aquellas que, hasta ese momento, habían sido sus
compañeras. Gozan de poca popularidad, lo que les dificulta llegar a ocupar posiciones
de liderazgo en el grupo de iguales.
- Maduración tardía. El impacto de los cambios es justamente, al contrario, motivado en
buena medida por el gran número de referentes sociales con los que se encuentra, lo
que les hace vivir este periodo con mucha mayor comodidad. Tienen mejor imagen de
si mismas, de su atractivo físico producto de los cambios, es bien recibido y valorado.
Experimentan pocas dificultades de integración social y suelen ocupar un buen lugar en
el estatus del grupo de iguales, en ocasiones, de liderazgo.
2.2.3. Maduración temprana y tardía en el género masculino
Hay diferentes características en cuanto a la maduración temprana y tardía en los chicos:

- Maduración temprana. Tienen ventaja en los aspectos funcionales ya que, entre otras
circunstancias, llegan a la nueva etapa evolutiva en paralelo a las chicas, lo que facilita
su ajuste social. Son más valorados por los adultos y por los iguales. Al mismo tiempo,
son vistos con mayor atractivo, debido al momento en el que han experimentado los
cambios y su coincidencia con los de las chicas, y también, a la admiración de los chicos
que todavía no han alcanzado los primeros cambios de la pubertad. Suelen tener buena
posición entre el grupo de iguales ocupando puestos de liderazgo, entre otras razones,
porque las habilidades y fortalezas atléticas derivadas de los cambios suelen ser bien
valoradas entre sus iguales.
- Maduración tardía. Se sienten peor que los anteriores. Hay que tener en cuenta que los
chicos normalmente llegan a la pubertad con dos años de retraso con respecto a las
chicas y, además, en este caso lo van a hacer de forma aún más tardía. Llevan a cabo
conductas para llamar la atención ya que viven este periodo con cierto aislamiento
social. Esta misma conducta la manifiestan en la escuela lo que les hace ser algo más
inquietos, habladores y ansiosos ante las tareas.

3. Características generales de la adolescencia


Los cambios que se producen durante la adolescencia son:

- Cambios físicos. El paso del cuerpo infantil al cuerpo adulto.


- Cambios en el pensamiento. Aparecen nuevas formas de pensar.
- Cambios en personalidad. Hay un descenso de la autoestima y una búsqueda de
identidad.
- Cambios sociales. Se distancian de los padres y madres (anteriores modelos de
referencia) para acercarse más a los amigos y amigas (nuevos modelos de referencia)

Según Erickson, es en la adolescencia cuando la persona busca sentido coherente de la


mismidad que integre las necesidad e intereses personales y las posibilidades y demandas del
medio. En este proceso de búsqueda, el adolescente integra todas las identificaciones anteriores
hasta alcanzar lo que Erickson llama la identidad del yo. Es esto lo que constituye para el
adolescente, precisamente, la tarea fundamental que impone su desarrollo.

Una vez que el adolescente integra su identidad, se compromete con algún rol específico (en los
planos psicológico, social, económico y cultural) que ha seleccionado de múltiples alternativas
que le propone el medio y que ha podido experimentar a través de esta fase es cuando Erickson
propone la moratoria psicosocial.

- Moratoria psicosocial. Es definida como el periodo en el que el sujeto experimenta


diferentes roles hasta encontrar aquel que reconcilie la concepción de sí mismo y el
reconocimiento que la comunidad tenga de él.
3.1. Principales características

3.2. Principales características de la adolescencia


Serían las siguientes:

- Crisis de oposición. En cuanto a la necesidad que tienen de autoafirmarse, de formar un


yo diferente al de sus padres, a los que hasta ese momento han estado estrechamente
unidos, con necesidad de autonomía, de independencia intelectual y emocional. Por
eso, nuestro niño, deja de ser nuestro para ser de los demás, especialmente, de los
amigos.
- Labilidad emocional. A veces con la sensibilidad a flor de piel y otras en las que parece
carecer de sentimientos. Es por eso que en el adolescente sorprende el abrazo y al otro
día rechazar cualquier muestra de cariño. Un día, sin motivo aparente, se despierta
dando gruñidos, simplemente porque sus hormonas le estén jugando una mala pasada.
- Imaginación desbordada. Sueñan, y esto no es más que un mecanismo de defensa ante
un mundo para el que no están preparados. Es un medio de transformar la realidad,
imaginar un provenir, como modelos o futbolistas. Ellos pueden cambiar el mundo y
sueñan con hacerlo mejor, imitando a sus referentes.
- Narcisismo. Se reconoce al adolescente cuando comienza a serlo principalmente por las
horas que le dedica al espejo. Le concede una importancia extrema a su físico. Pueden
lamentarse por un grano en la nariz, obsesionarse por la ropa, por estar gordos o
delgados. Quieren estar constantemente perfectos, aunque su visión de la estética no
tenga nada que ver con la nuestra.
- Crisis de originalidad. Se representa con dos aspectos:
o Individual. Como afirmación del yo, con gusto por la soledad, el secreto, las
excentricidades en el vestir, por su forma de hablar o pensar. Necesitan
reformar, transformar el mundo, ser distinto y especial.
o Social. Aquí está la rebelión juvenil, rebelión en cuanto a los sistemas de valores
de los adultos y las ideas recibidas. Achacan al adulto sobre todo su falta de
comprensión y el hecho de que atenta contra su independencia. Hay una
necesidad clara de participación, la uniformidad en lenguaje y en vestimenta de
los adolescentes no es más que la necesidad de afecto, de ser considerado,
aprobado por el propio grupo y que a veces pueden vivir de forma obsesiva.

3.3. Sentimientos consecuentes habituales


Son los siguientes sentimientos aquellos que van a acompañar a estas manifestaciones y que
surgen como consecuencia directa de la crisis que están atravesando:

- Sentimiento de inseguridad. Sufren a causa de sus propios cambios físicos que no


siempre van parejos con su crecimiento emocional, puesto que la pubertad (madurez
física) siempre precede a la psíquica, con lo que a veces se encuentran con un cuerpo
de adulto que no corresponde a su mente, por lo que no se reconocen y desarrollan una
fuerte falta de confianza en sí mismos.
- Sentimientos de angustia. Puesto que existe una frustración continua. Por una parte, le
pedimos que actúe como un adulto (desde la sociedad y la responsabilidad que se le
aplica) y por otra se le trata como a un niño (prohibiéndole vestir de una forma u otra,
reglamentando sus salidas nocturnas) Esta angustia es la manifestación que el
adolescente soporta y se manifiesta como:
o Agresividad. Actúa como respuesta a esta frustración, siendo la agresividad un
mecanismo habitual. La cólera del adolescente ante nuestra negativa a sus
exigencias, la irritabilidad, la propensión a la violencia, que de momento les
supone una baja de tensión pero que, por supuesto es solo momentánea, las
malas contestaciones, por ejemplo, portazos o reacciones desmedidas.
o Miedo al ridículo. Se encuentra exageradamente presente. Es un sentimiento
social de vergüenza, atravesar un sitio con mucha gente, ir con ropa poco
apropiada para el grupo. Puede incluso provocar manifestaciones físicas como
taquicardia o trastornos gastrointestinales.
o Angustia. Se puede expresar de manera indirecta como miedo a un examen (a
quedarse en blanco), timidez extrema, miedo a desagradar, reacción de rechazo
cuando se le dan muestras de cariño, ya sean en público como en privado.
o Sentimientos de depresión. Debido a la necesidad de estar solo, melancolía o
tristeza que se alternan con verdaderos estados de euforia.

Estas características están dentro de la normalidad de un chico o chica adolescente, pero por
supuesto, dentro de unos límites. La angustia, depresión, irritabilidad o necesidad de ir contra
las normas puede volverse patológico cuando es exagerado, cuando vemos que el adolescente
está sufriendo mucho o hace sufrir a los demás, cuando vemos que se altera toda su vida y que
esos sentimientos le condicionan absolutamente, que, de alguna forma, le alejan en exceso de
la realidad.

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