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Universidad San Carlos de Guatemala

Sede. Centro Educativo Petén


Facultad de Medicina.
Yasmin Analy Zomoza González-202141348

INTRODUCCIÓN

Las proteínas son los compuestos bioquímicos más abundantes en los seres
vivos. Son verdaderamente especiales por ser las sustancias centrales en casi
todos los procesos biológicos. Por ejemplo, todas las enzimas están
compuestas de estructuras proteínicas. Las enzimas son los catalizadores que
permiten que ocurran casi todas las reacciones químicas en los seres vivos. La
vida, como la conocemos, no sería posible sin las enzimas.

Además de las enzimas, hay muchas otras proteínas localizadas dentro de las
células. Junto con los lípidos, las proteínas son los componentes estructurales
de las membranas celulares. Las proteínas de las membranas ayudan a
transportar sustancias a través de la doble capa lipídica y trabajan como sitios
receptores de los neurotransmisores y de las hormonas.

Las proteínas son responsables del soporte estructural y del movimiento del
cuerpo humano. El tejido conectivo está compuesto de fibras proteínicas
fuertes que ayudan a unir la piel y el hueso. Los tejidos musculares están
compuestos de proteínas que se contraen; los huesos se mueven por músculos
que se contraen. Las proteínas también mueven los cromosomas de las células
y las proyecciones de látigo asociadas con diferentes células; por ejemplo, las
células de los espermas.

Otras funciones de las proteínas incluyen el transporte y almacenamiento de


iones y moléculas; por ejemplo, llevar el oxígeno de los pulmones a las células.
Numero hormonas, agentes de comunicación química, son estructuras
proteínicas. Una de las líneas de defensa más importantes contra los agentes
infecciosos son las proteínas denominadas inmunoglobulinas. Muchos de
esos agentes infecciosos que las inmunoglobulinas neutralizan también son
proteínas.
COLÁGENO

El colágeno es una molécula proteica o proteína que forma fibras, las fibras


colágenas. Estas se encuentran en todos los animales. Son secretadas por
las células del tejido conjuntivo como los fibroblastos, así como por otros tipos
celulares. Es el componente más abundante de la piel y de los huesos,
cubriendo un 25 % de la masa total de proteínas en los mamíferos.

La fase previa a la formación de colágeno es intracelular: series de


tres aminoácidos se ensamblan en tándem formando cadenas de poli péptidos,
llamadas cadenas α (alfa), separadas entre sí a través de puentes de
hidrógeno intermoleculares.

Estas cadenas son muy ricas en prolina, lisina y glicina, fundamentales en la


formación de la súper hélice. La hidroxiprolina constituye alrededor de un 10 a
12 % de todos los residuos aminoaciditos del colágeno, dependiendo dicho
porcentaje del tipo de colágeno. La forma química más abundante de la
hidroxiprolina que forma parte del colágeno es la 4-trans-OH-L-prolina. Cada
cadena tiene un peso molecular de alrededor de 100 000 Da y es levógira (gira
hacia la izquierda).

Tres de estas cadenas alfa (no hélices alfa) se ensamblan para formar una
molécula de procolágeno en forma de triple espiral que se secreta al espacio
extracelular donde se transforma en tropocolágeno, un colágeno ya maduro.
Este monómero mide alrededor de 300 nanómetros de largo y 1,4 nm de
diámetro. Las tres cadenas se enrollan y se fijan mediante enlaces
transversales para formar una triple hélice dextrógira con una distancia entre
las vueltas de 8,6 nanómetros.

La triple hélice se mantiene unida entre sí debido a puentes de hidrógeno, que


afectan aproximadamente a 2/3 de cada cadena alfa. Además, los
tropocolágenos se unen entre sí por medio de enlaces entre algunos
aminoácidos específicos (como por ejemplo la lisina), llamados "crosslinkings"
o entrecruzamientos, que favorecen la consolidación de las fibrillas de
colágeno.

En el espacio extracelular varias moléculas de tropocolágeno se asocian a


través de enlaces entrecruzados formando fibrillas y fibras. Una vez
transportada fuera de la célula se produce el fenómeno de alineación y
maduración de las moléculas a tropocolágeno en un proceso denominado
fibrogénesis. Esta maduración no consiste sino en el fortalecimiento de los
cruces intermoleculares y de ello dependen directamente las características
mecánicas de cada tejido conjuntivo.

Cada una de las cadenas polipeptídicas es sintetizada por


los ribosomas unidos a la membrana del retículo endoplásmico y luego son
traslocadas al lumen del mismo en forma de grandes precursores (procadenas
α), presentando aminoácidos adicionales en los extremos amino y carboxilo
terminales. En el retículo endoplásmico los residuos de prolina y lisina son
hidroxilados para luego algunos ser glucosilados en el aparato de Golgi; parece
ser que estas hidroxilaciones son útiles para la formación de puentes de
hidrógeno intercatenarios que ayudan a la estabilidad de la superhélice.

Tras su secreción, los propéptidos de las moléculas de procolágeno son


degradados mediante proteasas convirtiéndolas en moléculas de
tropocolágeno asociándose en el espacio extracelular formando las fibrillas de
colágeno.

La formación de fibrillas está dirigida, en parte, por la tendencia de las


moléculas de procolágeno a autoensamblarse mediante enlaces covalentes
entre los residuos de lisina, formando un empaquetamiento escalonado y
periódico de las moléculas de colágeno individuales en la fibrilla.

Tipos de colágeno

El colágeno en lugar de ser una proteína única, se considera una familia de


moléculas estrechamente relacionadas, pero genéticamente distintas. Es por
ello que últimamente suele hablarse de fibras colágenas, haciendo alusión a
esta gran familia de proteínas.

Se describen varios tipos de fibras colágenas:

 Colágeno tipo I

Se encuentra abundantemente en la dermis, el hueso, el tendón, la dentina y


la córnea. Se presenta en fibrillas estriadas de 20 a 100 nm de diámetro,
agrupándose para formar fibras colágenas mayores. Sus subunidades mayores
están constituidas por cadenas alfa de dos tipos, que difieren ligeramente en su
composición de aminoácidos y en su secuencia. A uno de los cuales se
designa como cadena alfa1 y al otro, cadena alfa2. Es sintetizado
por fibroblastos, condroblastos y osteoblastos. Su función principal es la de
resistencia al estiramiento.

 Colágeno tipo II

Se encuentra sobre todo en el cartílago, pero también se presenta en la córnea


embrionaria y en la notocorda, en el núcleo pulposo y en el humor vítreo
del ojo. En el cartílago forma fibrillas finas de 10 a 20 nanómetros, pero en
otros microambientes puede formar fibrillas más grandes, indistinguibles
morfológicamente del colágeno tipo I. Están constituidas por tres cadenas alfa2
de un único tipo. Es sintetizado por el condroblasto. Su función principal es la
resistencia a la presión intermitente.
 Colágeno tipo III

Abunda en el tejido conjuntivo laxo, en las paredes de los vasos sanguíneos, la


dermis de la piel y el estroma de varias glándulas. Parece un constituyente
importante de las fibras de 50 nanómetros que se han llamado
tradicionalmente fibras reticulares. Está constituido por una clase única de
cadena alfa3. Es sintetizado por las células del músculo liso, fibroblastos, glía.
Su función es la de sostén de los órganos expandibles.

 Colágeno tipo IV

Es el colágeno que forma la lámina basal que subyace a los epitelios. Es un


colágeno que no se polimeriza en fibrillas, sino que forma un fieltro de
moléculas orientadas al azar, asociadas a proteoglicanos y con las proteínas
estructurales laminina y entactina. Es sintetizado por las células
epiteliales y endoteliales. Su función principal es la de sostén y filtración.

INSULINA

La insulina humana es una hormona de naturaleza proteica. Se sintetiza en las


células beta de los islotes de Langerhans del páncreas. La insulina es
secretada en respuesta a la hiperglucemia y también ante algunas hormonas
peptídicas como glucagón, colecistoquinina-pancreozimina y secretina. Sus
acciones principales son estimular la captación de glucosa en varios tipos de
células, y disminuir el nivel de glucosa sanguínea, al estimular la conversión de
glucosa en glucógeno en los hepatocitos y miocitos, siempre que aumente
dicho nivel.

Este polipéptido en su forma activa está compuesto por 51 aminoácidos. Las


células de nuestro organismo, sin embargo, tienen dificultades para hacer que
proteínas tan pequeñas se plieguen correctamente en estructuras estables.
Esto se soluciona mediante la síntesis de una proteína más grande de la que
posteriormente se escindirá una parte.

Se traduce el mRNA de la insulina como un precursor de una única cadena


polipeptídica llamado preproinsulina de 110 aminoácidos. La eliminación de su
péptido de señal durante la inserción en el retículo endoplasmático da lugar a
la proinsulina de 87 residuos. La proinsulina se modifica en el aparato de Golgi
y las vesículas secretoras que salen del complejo mencionado contienen la
hormona activa: la insulina.

La proinsulina presenta tres dominios que se muestran en el siguiente modelo:


● Una cadena de la amino-terminal B con una alfa-hélice (verde)
● Una cadena carboxiterminal A: con dos alfa hélices (azul)
● Un péptido que conecta ambas conocido como el péptido C (naranja)

Una proteasa específica rompe la molécula, que se disocia como péptido C,


dejando el péptido amino terminal B unido por un puente disulfuro al péptido
carboxiterminal A.

Receptor de insulina

La insulina después de unirse provoca la activación de un receptor que


pertenece a la clase de receptores de superficie celular con actividad tirosina
quinasa intrínseca. Se trata de una heterotetrámero que se sintetiza como una
única cadena y es escindida en dos partes formando una subunidad α y una
subunidad β (en azul claro y morado en la imagen 1). Se insertan dos
subunidades extracelulares α unidas entre sí por puentes disulfuro y dos
subunidades β. Ambos tipos de subunidades son glicoproteínas cuya parte
glucídica juega un importante papel en la afinidad por la insulina. En el
polipéptido α está el sitio de unión a insulina y el β posee un dominio
extracelular, un dominio transmembrana y un dominio intracelular con la
actividad tirosina quinasa. Este último dominio se autofosforila y fosforila otras
proteínas, activando así la cascada de señalización. El receptor puede unir 2
moléculas de insulina.

En la forma activada del dominio tirosina quinasa podemos ver un lazo


flexible (verde) que incluye tres tirosinas (rosa) las cuales
están fosforiladas (rojo) cuando el receptor está activado. Un péptido
corto mimético del sustrato (azul) con una tirosina se une al sitio activo y es
fosforilado en ésta por el ATP (rojo) alojado en este bolsillo.

Estructura de la insulina

La insulina es un ejemplo típico de proteína globular en la que encontramos los


aminoácidos no polares en el centro formando un núcleo hidrofóbico y los
aminoácidos polares y cargados en torno a éste. Se trata de una estructura
muy conservada entre especies. Tal es el caso que la insulina humana solo se
diferencia en un aminoácido con la insulina de cerdo. En la siguiente imagen
observamos los residuos hidrofóbicos en blanco, los polares sin carga en verde
y los cargados positiva o negativamente en rojo. Así mismo observamos
la Thr30 en azul que es el aminoácido que cambia con respecto al cerdo (este
animal presenta una Alanina en dicho lugar). Viendo su localización en la
estructura podemos interpretar que no supone un cambio significativo ya que
está en un extremo, la única diferencia es en cuanto a la solubilidad que
aumenta en el caso de los humanos al tratarse de un aminoácido polar que
puede formar puentes de hidrógeno con el agua.
La insulina es una proteína que está constituida por dos cadenas: la cadena A
de 21 aminoácidos, y la cadena B de 30 aminoácidos. Ambas cadenas
interaccionan mediante dos puentes disulfuro entre las posiciones (7 y 7 de las
dos cadenas, y entre posiciones 19 de una y 20 de la otra y también existe un
puente disulfuro interno en la cadena A, entre los residuos 6 y 11. En cuanto a
la estructura secundaria de la cadena A: la estructura predominante es la
helicoidal, que representa el 57%, con dos modalidades de la misma, hélice
alfa en los residuos 2-6 y 13-16 y hélice 3/10 en residuos 16-19, todos
incluidos. Uno de los residuos, el de cisteína (C20) representa un elemento en
beta (puente). Además, observamos el puente disulfuro interno entre las
cisteínas 6-11 y zonas en las que no hay una estructura secundaria definida.
Observamos también un giro entre aminoácidos 6 y 8.

En cuanto a la estructura de la cadena B: En esta cadena también


encontramos una mayoría helicoidal (14 residuos del 9 al 22 incluidos) con
mayoría en alfa, aunque también alguna 3/10. Tres residuos son hebra beta y
una parte de la secuencia es sin estructura secundaria. Esta cadena posee un
sitio de unión al ion zinc en el residuo de histidina de la posición 10. Hay una
curva en el residuo 4.

MIOGLOBINA

La mioglobina es una hemoproteína muscular, estructuralmente y


funcionalmente muy parecida a la hemoglobina, es una proteína relativamente
pequeña constituida por una cadena polipeptídica de 153
residuos aminoacídicos que contiene un grupo hemo con un átomo de hierro, y
cuya función es la de almacenar y transportar oxígeno. También se denomina
miohemoglobina o hemoglobina muscular.

Las mayores concentraciones de mioglobina se encuentran en el músculo


esquelético y en el músculo cardíaco, donde se requieren grandes cantidades
de O2 para satisfacer la demanda energética de las contracciones.

La mioglobina fue la primera proteína a la que se determinó su estructura


tridimensional por cristalografía de rayos X en 1957. Es una proteína
extremadamente compacta y globular, en la que la mayoría de los aminoácidos
hidrofóbicos se encuentran en el interior y muchos de los residuos polares
expuestos en la superficie. Alrededor del 75% de la estructura secundaria tiene
una conformación de a-hélice; de hecho, existen ocho segmentos de a-hélice
en la mioglobina, designados de la A a la H.

Dentro de una cavidad hidrofóbica de la proteína se encuentra el grupo


prostético hemo. Esta unidad no polipeptídica se encuentra unida de manera
no covalente a la mioglobina y es esencial para la actividad biológica de unión
de O2 de la proteína.
La mioglobina y el citocromo B562, hacen parte de las proteínas hémicas, que
intervienen en el transporte y fijación de oxígeno, el transporte de electrones y
la fotosíntesis. Estas proteínas poseen como grupo prostético un Tetrapirrol
cíclico o grupo Hem, o Hemo, formado por cuatro anillos de pirrol planares
enlazados por puentes de alfa metileno. En el centro de este anillo existe un
hierro ferroso (Fe+2). En el caso del citocromo la oxidación y reducción del
átomo de hierro son esenciales para la actividad biológica. Para la mioglobina y
la hemoglobina la oxidación del Fe+2 destruye su actividad biológica.

En la mioglobina no oxigenada, el hierro del Hem (grupo hemo) se encuentra


aproximadamente a 0,03 nm fuera del plano del grupo en dirección a la HisF8.
La oxigenación de la mioglobina produce el movimiento del átomo de Hierro, ya
que el oxigeno ocupa la sexta posición de coordinación del hierro y desplaza el
residuo HisF8 0,01nm fuera del plano del Hem. Este movimiento en el anillo
Hem produce el cambio conformacional de algunas regiones de la proteína, lo
que favorece a la liberación de oxígeno en las células deficientes de oxígeno,
en donde este se requiere para la generación de energía metabólica
dependiente de ATP.

La capacidad de la mioglobina y la hemoglobina para enlazar oxígeno depende


de la presencia de un componente no polipeptídico, denominado grupo hemo.
Este grupo confiere a la hemoglobina y a la mioglobina su color característico.
A las unidades no polipeptídicas que se requieren para la actividad biológica de
las proteínas se les denomina grupos prostéticos. A las proteínas conjugadas
sin su característico grupo prostético se les llama apoproteínas.

El grupo hemo consta de una parte orgánica y un átomo de hierro. La parte


orgánica es la protoporfirina y está formada por cuatro grupos pirrólicos. Los
cuatro pirroles están unidos por medio de puentes metino para formar un anillo
tetrapirrólico. A este anillo están enlazados cuatro metilos, dos vinilos y dos
cadenas laterales de propionato.

El átomo de hierro del hemo está ligado a los cuatro nitrógenos en el centro del
anillo de la protoporfirina. El hierro puede formar otros dos enlaces, uno a cada
lado del plano del hemo. Estos lugares se denominan la quinta y sexta posición
de coordinación. La quinta posición se coordina con un residuo de histidina en
la hélice F de la hemoglobina (histidina proximal), mientras que la sexta
posición es ocupada por el oxígeno. Cerca de donde se une el oxígeno al
grupo hemo, existe otra histidina (histidina distal) que previene que otras
moléculas de hemoglobina entren en contacto produciendo la oxidación del
Fe2+ a Fe3+ y disminuye la afinidad de la hemoglobina por el monóxido de
carbono (CO). El átomo de hierro del hemo puede estar en estado de oxidación
ferroso (+2) o férrico (+3). Las formas correspondientes de la hemoglobina se
denominan ferrohemoglobina y ferrihemoglobina (o metahemoglobina),
respectivamente. Solamente la ferrohemoglobina (+2) puede captar oxígeno.
La hemoglobina es una proteína alostérica. La unión del O2 a una subunidad
de hemoglobina, induce cambios conformacionales que se transmiten a otras
subunidades, incrementando su afinidad por el O2. Por lo tanto, se dice que la
unión del oxígeno a la hemoglobina es cooperativa. Por el contrario, la unión
del O2 a la mioglobina es no cooperativa. Lo anterior se hace evidente cuando
se observan las curvas de disociación del oxígeno para ambas proteínas,
donde la saturación (Y) es la fracción de centros de unión de oxígeno ocupados
y puede oscilar desde 0 (cuando todos los centros están vacíos) hasta 1
(cuando todos los centros están ocupados); y pO2 es la presión parcial de
oxígeno.

HEMOGLOBINA

La hemoglobina es una proteína de estructura cuaternaria, que consta de


cuatro subunidades. Esta proteína forma parte de la familia de las
hemoproteínas, ya que posee 1 grupo hemo en cada subunidad.

La forman cuatro cadenas polipeptídicas (globinas) a cada una de las cuales se


une un grupo hemo, cuyo átomo de hierro es capaz de unir de forma reversible
una molécula de dioxígeno. Es decir, la molécula de O2 se combina de forma
laxa y reversible con la porción hemo de la hemoglobina. El grupo hemo está
formado por:

 Unión del succinil-CoA (formado en ciclo de Krebs o ciclo del ácido


cítrico) al aminoácido glicina formando un grupo pirrol.
 Cuatro grupos pirrol se unen formando la protoporfirina IX.
 La protoporfirina IX se une a un ion ferroso (Fe2+) formando el grupo
hemo.

La hemoglobina es una proteína tetrámera, que consta de cuatro cadenas


polipeptídicas con estructura primaria (secuencia) diferente. La hemoglobina
presente en los adultos (HbA) tiene dos cadenas α y dos cadenas β. La cadena
α consta de 141 aminoácidos y una secuencia específica, mientras que la
cadena β consiste de 146 aminoácidos con una secuencia diferente. A su vez
estas cadenas son codificadas por genes diferentes. Las cadenas δ y γ de
otros tipos de hemoglobina humana, como la hemoglobina fetal (HbF), son muy
similares a la cadena β. La estructura tetrámera de los tipos comunes de
hemoglobina humana son las siguientes: HbA1 tiene α2β2, HbF tiene α2γ2 y
HbA2 (tipo menos común en los adultos) tiene α2δ2.

Las cadenas α y β de la hemoglobina tienen un 75 % de hélices alfa como


estructura secundaria, con 7 y 8 segmentos respectivamente. Cada cadena
polipeptídica de la hemoglobina está unida a un grupo hemo para formar una
subunidad. Las cuatro subunidades de la hemoglobina en su estructura
cuaternaria forman un tetraedro. Y sus subunidades se unen entre ellas por
puentes de sal, que estabilizan su estructura.
El grupo hemo está localizado en una cavidad entre dos hélices de la cadena
de la globina y a su vez está protegido por un residuo de valina. Los grupos
vinilo no polares del grupo hemo se encuentran en el interior hidrofóbico de la
cavidad, mientras que los grupos porfirina polares cargados se encuentran
orientados hacia la superficie hidrofílica de la subunidad.

También se encuentran residuos de histidina de las cadenas polipeptídicas,


que se enlazan al átomo de hierro y se designan como histidinas proximales,
ya que están presentes cerca del grupo hemo, mientras que la histidina distal
se encuentra lejos del grupo hemo.

El átomo de hierro se encuentra en el centro del anillo de porfirina y tiene seis


valencias. El hierro está unido al nitrógeno de los cuatro anillos de pirol por
cuatro de sus valencias, su quinta valencia se une al nitrógeno de la histidina
proximal y la sexta está ocupada por la hisitidina distal o por dioxígeno.

Se puede estudiar las propiedades del enlace entre el dioxígeno y la


hemoglobina a partir de la curva de enlace del dioxígeno, la cual presenta la
saturación fraccional, respecto a la concentración del mismo. La saturación
fraccional, Y, se define como el número de sitios de enlace saturados con
dioxígeno respecto al número total de sitios de enlace posibles en una
molécula de hemoglobina. El valor de Y puede ir desde 0 (todos los sitios de
enlace están sin dioxígeno) hasta 1 (todos los sitios de enlace están enlazados
con dioxígeno). La concentración de dioxígeno se mide en presión parcial, pO2.

La curva de enlace de la hemoglobina es sigmoidea. Esta forma de la curva


sugiere que el enlace del dioxígeno a un sitio de enlace, aumenta la
probabilidad de que se enlace otro dioxígeno a un sitio de enlace vacío.
Asimismo, la liberación de dioxígeno de un sitio de enlace facilita la liberación
de dioxígeno de otros sitios de enlace. A este comportamiento se le llama
cooperativo, porque las reacciones de enlace en sitios de enlace individuales
en cada molécula de hemoglobina están relacionadas e influyen directamente
en las reacciones de enlace de los otros sitios de enlace de cada molécula.

El comportamiento cooperativo de la hemoglobina es indispensable para un


transporte eficiente del dioxígeno dentro del cuerpo. En los pulmones, la
hemoglobina se satura en un 98 % de dioxígeno. Esto quiere decir que un 98 %
de los sitios de enlace de cada molécula de hemoglobina están enlazados a
una molécula de dioxígeno. Al movilizarse la hemoglobina por la sangre, libera
el dioxígeno a las células, y su nivel de saturación se reduce a un 32 %. Esto
quiere decir que un 66 % (98 % − 32 % = 66 %) de los sitios de enlace de la
hemoglobina contribuyen al transporte y descarga de dioxígeno. Si una
proteína que no presenta un comportamiento de enlace cooperativo, realiza el
mismo trabajo que la hemoglobina, su eficiencia se verá reducida
notablemente, por ejemplo la mioglobina tiene una eficiencia del 7 %.
La presión a la cual la hemoglobina se encuentra saturada en un 50 % (p50)
muestra la afinidad de distintos tipos de hemoglobina respecto al dioxígeno. En
la HbA (hemoglobina adulta), la p50 es a 26 mmHg, mientras que la HbF
(hemoglobina fetal) tiene el p50 a 20 mm de Hg. Esta diferencia en la afinidad
relativa por el O2 permite a la HbF extraer dioxígeno de la HbA de la sangre
placentaria de la madre para que el feto la utilice. Después del nacimiento, la
HbF es reemplazada por la HbA.

El comportamiento de enlace cooperativo de la hemoglobina con el O2 requiere


que el enlace del dioxígeno en un sitio de enlace en el tetrámero de la
hemoglobina influya en los otros sitios de enlace dentro de la misma molécula.
Estos cambios se evidencian en su estructura cuaternaria. Los dímeros α1β1 y
α2β2 rotan aproximadamente 15 grados el uno respecto al otro.

La estructura cuaternaria observada en el estado desoxigenado de la


hemoglobina se conoce como el estado T (tenso), ya que las interacciones
entre sus subunidades son fuertes. Mientras que la estructura de la
hemoglobina completamente oxigenada, oxihemoglobina, es conocida como el
estado R (relajado), ya que las interacciones entre sus subunidades se
encuentran debilitadas (o relajadas). Al desencadenar el paso del estado T al
estado R, el enlace de una molécula de dioxígeno aumenta la afinidad de otros
sitios de enlace.

Se puede explicar la cooperatividad de la hemoglobina a partir de distintos


modelos. Se han desarrollado 2 modelos diferentes. El modelo concertado
(Modelo MWC) explica que la hemoglobina tiene únicamente 2 formas: el
estado T y el estado R. Al enlazarse con un ligando, el equilibrio cambia entre
estos 2 estados. La desoxihemoglobina se considera en estado T. Pero al
enlazarse una molécula de dioxígeno, el estado R está muy favorecido. En este
estado se favorece fuertemente el enlace de más moléculas de dioxígeno. En
este modelo, cada tetrámero puede existir exclusivamente en dos estados (T o
R). En cambio el modelo secuencial explica que la unión de un dioxígeno a la
hemoglobina favorece la unión de más dioxígenos, pero no significa un cambio
total del estado T al estado R.

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