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MANUAL DE TEJEDURÍA

Ninette Frederiksen Svenhall

La tejeduría es una de las actividades artesanas


más antiguas que se conocen y su práctica re-
quiere conocimientos amplios y difíciles de
conseguir sin algún tipo de ayuda o estudios.
La autora, tejedora y maestra de tejedores,
ofrece en este libro un material didáctico sufi-
ciente como base de una iniciación al tejido en
sus múltiples vertientes, es decir, un material
útil no sólo al interesado por la técnica del te-
jido o del tapiz como oficio, sino también para
el posible tejedor aficionado que hace del tejido
en telar manual un hobby, pero para el que no
es menos necesaria una buena base teórica y
práctica. A partir de este material, suficiente e
imprescindible para una iniciación a la técnica,
es posible cualquier especialización o profundi-
zación por amplia que ésta sea.
Ninette Frederiksen, sueca afincada en Altea
(Alicante), crea en 1975 un Centro de Tejido en
el que funciona, por una parte, un taller de car-
pintería dedicado a la fabricación artesanal de
telares y accesorios de todo tipo y, por otra, un
taller-escuela de tejido en el que, además de la
producción de tejidos de artesanía, se imparten
a lo largo de todo el año cursos de tejido para
principiantes y profesionales de las técnicas
textiles.

(Nota en solapa)
MANUAL
DE TEJEDURÍA

Ninette Frederiksen

Ediciones del Serbal


Procedencia de las ilustraciones
Dibujos: Johan Frederiksen todas las fotografías han sido realizadas por Roni
Foto Suecia salvo las siguientes pág 241 Rudolf Moeschlin pág 232 (abajo),
Anita Gandahl fig 257 Estudio Badosa pag 236 y 204 (abajo). José Luis Ba-
rroso pag 244 Antonio Díaz Martínez Ninette Frederiksen figs 88 138 2 1 6
226 227 228 229 253 p 108, 138, Patty Stratton, sobrecubierta, p 2

Primera edición 1982


Segunda edición revisada 1986
Tercera edición revisada 1989

© 1989, Ninette F Svenhall


© 1989, de esta edición, Ediciones del Serbal
Impreso en España
DL B 6602/89
Impresión Grafos S A
ISBN 84-7628-061-0
Digitalizado por ch0kl0
Sumario

Introducción.......................................................................... 6
I El telar ..................................................................... 9
1. El proceso de tejer y diferentes tipos de telares 10
2. Montaje y preparación del telar .......................... 22
II La urdimbre ................................................................. 31
3 Preparación y montaje de la urdimbre ................ 32
4 Proyecto del tejido ............................................... 35
5 Embobinado del material de urdimbre ................ 37
6. El urdidor y la urdimbre ....................................... 39
7. Distribución de la urdimbre en el prepeine......... 52
8. El enrollado de la urdimbre ................................. 59
9. Remetido por lizos ............................................... 67
10. Remetido por peine ........................................... 70
11. Anudado de la urdimbre................................... 73
12. Armadura de lizos y pedales ............................... 78
III La trama ....................................................................... 89
13 Accesorios para la trama....................................... 90
14. Embobinado de la trama...................................... 92
15. Control previo al tejido ........................................ 94
16. El tejido................................................................. 97
IV Teoría del tejido .......................................................... 109
17. Representación gráfica ......................................... 110
18 Los ligamentos fundamentales y sus derivados
más corrientes ................................................... 116
19 Numeración de los hilos ...................................... 130
V Proyectos y aplicación de diferentes técnicas......... 139
Generalidades acerca de los tejidos y sus técnicas... 140
Tejidos de diferentes aplicaciones ............................. 232
Índice..................................................................................... 246
Bibliografía.... ............................................... ........................ 248
6
Introducción

La tejeduría es una de las actividades artesanas más antiguas que se


conocen Ya en tiempos remotos existían en los países mediterráneos
especialistas dedicados a la tejeduría en plan comercial Cuando apare-
cieron los telares automáticos, la tejeduría se transformó en industria, lo
que supuso la pérdida casi total de los conocimientos populares de técni-
cas que hasta entonces se habían ido desarrollando y transmitiendo de
generación en generación ¿Cómo se puede explicar entonces el renaci-
miento de la tejeduría manual?. Varios pueden ser los motivos Quizá se
pueda citar en primer lugar la necesidad que la persona siente de crear
algo Por otra parte, existe también un mercado que solicita productos
únicos caracterizados por la no identificación comercial, productos con
un sello personal e irrepetible que sólo el trabajo artesano puede ofrecer.
Sabemos, además, que la tejeduría manual por múltiples razones ocupa
hoy un lugar de importancia en la educación e incluso en aplicaciones
terapéuticas, es más la tejeduría manual, tan atrayente como hobby en la
actualidad, se está reafirmando nuevamente como profesión
Esta artesanía requiere conocimientos amplios y difíciles de conseguir sin
algún tipo de ayuda o estudios Los cursos de tejeduría manual que he
impartido en Altea me han animado a componer este manual esperando
llenar con él un vacío de textos adecuados al respecto, y con la intención
además de cubrir debidamente la enseñanza de las bases fundamentales
del tejido. A partir de ahí cualquier alumno podrá ampliar sus conoci-
mientos con el descubrimiento personal de nuevos caminos, pues, en
definitiva, puede decirse que todo tejido tiene su origen en una técnicas
elementales que, combinándose entre si o bien introduciendo en ellas
determinadas variaciones darán lugar a tejidos diferentes.
La persona que vaya a iniciarse en la tejeduría manual puede sentirse
extraña ante el telar indecisa por la cantidad de pasos previos que re-
quiere el proceso o confusa por la profusión de términos totalmente
nuevos para ella es perfectamente comprensible, son necesarios un es-
fuerzo y una dedicación pero es seguro que si se persiste en ello se
recogerán los frutos.
7

En la enseñanza de la tejeduría es necesaria la debida atención al telar co-


mo instrumento que nos permitirá la realización del tejido
Las instrucciones de este manual se centran en el telar horizontal por ser
este tipo de telar el que ofrece más amplias posibilidades para quienes bus-
can el perfeccionamiento y la investigación en esta artesanía, de ahí que
su aprendizaje sea más difícil
Quiero terminar esta introducción agradeciendo la colaboración de todas
aquellas personas, alumnos y otros amigos que con su aliento, unos, y con
su ayuda práctica, otros, han hecho más fácil la composición de este ma-
nual y no puedo, desde luego, dejar en el tintero nombres como los de Ma-
riano Muñoz, Montse Camps, ambos buenos amigos, Mariano como
conocedor de mi propio idioma, sueco, me ayudó en la primera redacción,
y Montse, como profesional de la tejeduría, leyó y corrigió todo el material
en una etapa más avanzada, uno y otro me ayudaron a que pudiera dar,
en español, una explicación de lo que es la técnica del tejido en telar manual
Le doy también las gracias a Johan Frederiksen, cuya realización de los
dibujos para este libro me ha sido una valiosísima ayuda
Finalmente agradezco muy especialmente a mis hijos Andrea y Laban
(Bengt) por su estímulo y apoyo en los momentos más difíciles que inevita-
blemente se han presentado en la larga tarea de reunir los datos y recopi-
lar el material para este libro

Altea 1989
La autora
I El telar
10
1 El proceso de tejer

Al parecer tejer no es sino una evolución del trenzado. La palabra textil


procede del latín texere un amplio vocablo que abarca tanto el trenzado
como el anudado. El trenzado puede realizarse de diferentes formas y
siguiendo distintos sistemas el que mas se asemeja a un tejido se com-
pone de fibras tensas y paralelas entre si entre las que se entrelaza otra
fibra -trama- de longitud variable de forma que de una o mas pasadas
El sistema de fibras en paralelo a través de las cuales se introduce la
trama se llama urdimbre (fig 1)

El telar
La función principal de un telar es mantener los hilos de urdimbre bien
tensados y ordenados para facilitar la pasada de la trama. Los hilos de la
urdimbre están recogidos en dos travesaños o rulos -plegadores- el
plegador de hilo en el que se enrolla la urdimbre no tejida y el plegador de
tela en el que se pliega el tejido realizado (fig 2 y 3)
Tomando en consideración la posición de la urdimbre en los telares se
clasifican estos en telares de urdimbre vertical y telares de urdimbre hori-
zontal. Unos y otros están provistos de lizos que permiten separar instan-
táneamente cierto numero de hilos de urdimbre diferenciando asi dos
capas en la urdimbre y formando una apertura que denominamos calada
por la que se introduce la trama.

Fig 1 El trenzado de urdimbre y Figs 2 y 3 Dos formas simples


trama de tensar la urdimbre entre los
plegadores
Telar de urdimbre vertical 11
En el telar vertical se consigue la primera calada poniendo de canto una
varilla plana de madera que pasa por la urdimbre dividiendo la misma en
dos planos de forma que los hilos de numero impar queden delante y los
hilos pares detrás de la varilla respectivamente o a la inversa (Fig. 4) La
segunda calada se consigue haciendo pasar un cordón único detrás de
cada uno de los hilos que hayan quedado detrás de la varilla. Este cordón
va unido a una barra que descansa en unos soportes situados en los
laterales del telar (Fig. 5)

Fig 4 Telar de urdimbre vertical primera calada Fig 5 Segunda calada


12 Telar de urdimbre horizontal
El sistema descrito arriba puede restar capacidad en cuanto al ritmo de
tejer debido a la ocupación de las manos en el manejo de los lizos. El
hecho de cambiar la construcción del telar y disponer la urdimbre hon
zontalmente permitió unir los lizos a pedales debajo de la urdimbre, im-
pulsando asi el movimiento de los primeros con los pies. El sistema más
primario consiste en que todos los hilos impares de la urdimbre están
unidos mediante un cordón a un listón de madera y los hilos pares a otro
Aparecen asi dos lizos cada uno de los cuales esta atado a un pedal (Fig.
6)
Los dos telares descritos son denominados popularmente alto lizo y bajo
lizo -del francés haute y basse lice-.
En los telares de bajo y alto lizo de los tipos que se indican en las figuras
4 y 6 suele efectuarse el entrecruzamiento de la trama en pequeñas
partes de la urdimbre ajustando cada pasada con un peine manual o una
canilla (figs. 7 y 8).
Ahora bien determinados tejidos requieren para su uniformidad pasar la
trama de un extremo a otro en una sola operación, lo que ha motivado el
desplazamiento de los lizos sobre el plano de la urdimbre a la vez que se
sustituye el cordón único por un sistema de mallas. Los hilos de urdimbre
pasan por el ojal central de las mallas quedando uniformes y al mismo
nivel. De esta manera al abrir la calada se forman capas regulares y se
facilita el paso de la trama.

Fig 6 Esquema de un telar de Figs 7 y 8 Peine y canilla para


bajo lizo apretar la trama
Esencial para el perfeccionamiento del telar horizontal ha sido la introduc- 13
ción del batán, que permite ajustar la trama del tejido en toda su anchura
a la vez además, el peine insertado en el batán ordena los hilos de
urdimbre
Observemos el proceso de tejer en un telar de dos pedales y dos lizos con
mallas (fig 9) El movimiento de ascenso y descenso de los lizas se realiza
mediante los pedales conectados a ellos. La introducción de la trama se
efectúa con una lanzadera que lleva una bobina con el hilo. En la primera
calada formada al pisar el pedal los hilos impares quedan debajo de la
trama, en la siguiente serán los hilos pares los que pasen a estar debajo
de la trama al pisar el otro pedal. Estas operaciones realizadas alternativa
y sucesivamente determinan un tejido cuyo ligamento denominamos
tafetán -en catalán plana-, de donde viene el nombre de telares de
tafetán o telar a la plana.

Fig 9 Esquema del proceso de tejer


14 Lizos pedales y batan caracterizaron desde antiguo al telar horizontal la
posterior evolución del mismo se ha centrado principalmente en pro
veerlo de un mayor numero de lizos y pedales y en perfeccionar los
diferentes mecanismos de acción.
En el telar de pedales de mano en la figura 10 puede observarse que el
batan tiene su base en la parte inferior del mismo y que los lizos en
forma de marcos constituyen un solo cuerpo con los laterales del telar
En el telar de la figura 11 el batan pasa a estar pendiente de la parte
superior del telar al igual que los lizos.

Fig 10 Telar con pedales de Fig 11 Modelo de un telar


mano antiguo
Diferentes clases de calada 15
Una clasificación general de los telares horizontales es aquella que se
atiene al tipo de calada que puede ser de baja de alza o de baja y alza
-calada mixta.

Calada de baja
En el telar de bajo lizo (fig 6) se observa que los lizos están atados a los
pedales de forma que al pisar un pedal baja el lizo conectado mientras
que el otro se mantiene en su posición la calada que así se consigue es
la denominada de baja

Calada de alza
Es la que se forma al subir uno o mas lizos tal sucede por ejemplo en los
telares de pedales de mano (fig 10)

Calada mixta
Es aquella que incluye calada de alza y de baja a la vez porque al
accionar los pedales unos lizos suben y otros bajan de modo simultaneo
(figs 16 17)

Fig 12 Diferentes clases de


calada de baja de alza y mixta
16 Diferentes monturas de lizos
La suspensión y accionamiento de los lizos puede lograrse por distintos
mecanismos: poleas y contramarcha. Esos mecanismos, por otra parte los
más actuales en la tejeduría manual, son los que dan nombre al telar.

Telar de poleas
En el telar de poleas (fig. 15) los lizos penden de un travesaño a través de
su conexión con el conjunto de poleas y balancines que facilitan su movi-
miento. Del número de poleas y balancines depende el número de lizos
(fig. 93)

Telar de Contramarcha
También se puede incorporar al telar una construcción de contramarcha.
En un telar de contramarcha (fig. 16) los lizos están conectados tanto en
su parte superior como en la inferior a palancas —balancines de la contra-
marcha— que transmiten un doble movimiento, el de subida y el de baja-
da. La posición de los balancines de la contramarcha puede ser horizontal
(fig. 13) o vertical (fig. 14), siendo con esta última con la que se consigue
una mejor calada. No obstante, en telares de gran anchura —más de
170 cms— puede ser más apropiada la contramarcha horizontal de dos
grupos de balancines.

Telar "Damascus" (fig. 18)


Cabe también mencionar este telar especial para los tejidos de damasco.
Obsérvese que la profundidad del telar es más grande que la de un telar
convencional; esto es necesario porque debe abarcar dos grupos de lizos,
un grupo anudado a la contramarcha o a poleas especiales y el otro grupo
activado por un sistema diferente de tracción. En la fig. 19 se muestra una
montura —arnés— para el llamado telar de tiros.

Telar Jacquard
La llamada máquina jacquard es un mecanismo más desarrollado en cuanto
al movimiento de los lizos, aplicado sobre todo en la industria pero también
utilizado en ciertas producciones artesanales.

En resumen, podemos constatar que existe una gran diversidad de telares


entre los que el tejedor puede optar para su labor, desde el más rudimen-
tario —por ejemplo un bastidor— a los más completos.

La elección del telar es algo particularísimo, pues en ella entran en consi-


deración factores muy diversos que van desde el tipo de tejidos que se de-
sea realizar a las razones más subjetivas de adecuación a las intenciones
del tejedor; en cualquier caso, es necesaria una iniciación en la tejeduría
manual sin la cual no se estará en condiciones de elegir razonadamente.
17

Fig. 13 Contramarcha horizontal Fig. 14 Contramarcha vertical


Fig 15 Telar de polea
El hecho de que las instrucciones de este manual se refieran principalmen-
te a telares semejantes a los que presentamos en las fotos 15 y 16 no impi-
de su aplicación en otro tipo de telares, pues, al fin y al cabo, son los mismos
principios los que determinan el proceso de tejer.

Fig 16 Telar de contramarcha


19

Fig 17 Polea especial para Fig 18 Telar «Damascus»


armadura de 10 lizos
Fig 19 Arnés de un telar de
tiros
22 2 Montaje y preparación
del telar

Existen diversos tipos y modelos de telares horizontales y la complejidad


de su montaje puede variar siendo mas sencillo el montaje del telar cuya
estructura forma prácticamente una unidad Lo mas corriente es que el
telar sea desmontable Las diferentes piezas de que se compone un telar
desmontable deben ser construidas de tal forma que encajen bien en sus
sitios para que el montaje se realice sin dificultad y sobre todo para que
el telar una vez montado quede estable
Las piezas mas grandes del telar son los dos laterales -bancadas- que
constituyen el apoyo para los plegadores y los diversos travesaños
El proceso que debe seguirse al montar el telar es el siguiente levantar
uno de los laterales y colocar en el los plegadores y los travesaños fijos
(los numerados 2A 2B y 2C en la figura 20). Seguidamente se levanta el
otro lateral y se acoplan allí los plegadores y travesaños montado así el
esqueleto del telar se ajustan las piezas. A continuación se acoplan los
volantes de los plegadores y se fijan con cuñas todas las piezas colocadas
hasta el momento.
Debe distinguirse entre los travesaños 2A 2B y 2C en la figura 20 cuya
función es la de unir las dos bancadas dos de ellos desde la base y el
otro en la parte superior y los travesaños restantes que cumplen funcio-
nes mas especificas en el proceso de tejer, funciones que suelen venir
indicadas por el mismo nombre de la pieza.
Los plegadores a que nos hemos referido mas arriba y que se colocan a
un tiempo con los travesaños tienen la función de enrollar ordenada-
mente el hilo de la urdimbre (plegador de hilo) y el tejido que se va
realizando (plegador de tela) Los movimientos de rotación hacia un lado
o hacia otro de dichos plegadores se hacen con la ayuda de los volantes
acoplados a ellos.
20
1 Bancadas
2A 2B y 2C Travesaños fijos
3 Plegadores
4 Guiahilos o barra portahilos
5 Antepecho
6 Guíatela
7 Batán
8 Pedales
9 Levas
10 Volantes
11 Travesaño soportalizos

Fig 20
24 El guiahilo
Se encuentra por encima del plegador de hilo. Al pasar la urdimbre por
un guiahilo ésta se mantiene en un nivel constante. Si la urdimbre pasara
directamente desde el plegador al tejido variaría su nivel a medida que
fuera desenrollándose en el plegador

El antepecho

En la parte delantera del telar se sitúa el travesaño, denominado antepe-


cho, sobre el que corre el tejido

El guíatela
Se monta por encima del plegador y sirve para que el tejedor no roce con
las rodillas la tela cuando ésta pasa del antepecho al plegador

El batán
Se coloca montando su travesaño superior sobre las muescas adosadas a
los laterales Las muescas son ajustables y se fijan una vez comprobado
que el batán está perfectamente paralelo al antepecho

El soportalizo
Denominamos así al travesaño movible que se apoya en los laterales del
telar y del que se suspenden los lizos En el telar de contramarcha penden
los lizos de la misma y el travesaño-soportalizo se utiliza sólo durante el
montaje de la urdimbre

Los pedales
Van en el travesaño más bajo, normalmente en la parte posterior del telar

Las levas
Son palancas de madera que transmiten el movimiento entre lizos y
pedales y se colocan introduciéndolas en un eje de hierro situado en uno
de los laterales. Para el encordelado entre lizos-levas-pedales se necesi-
tan cuerdas preparadas a la medida adecuada
Complementan el telar los siguientes elementos
Varillas de los plegadores, que cubren urdimbre y tela (fig 66)
Varillas de cruz, que se distinguen de las anteriores por los orificios de sus
extremos (fig 2 1 )
El peine, que se introduce en el batán y por él habrán de pasar los hilos de
urdimbre (fig 22)

El banquillo del tejedor


Puede ser independiente o adosado al telar, pero siempre debe ser sufi-
cientemente largo y variable en su altura.
Fig 21 Varillas de la cruz Fig 23 Una forma de colocar la Figs 24 y 25 Trayectoria de las
Fig 22 Peine cuerda en los plegadores cuerdas del plegador de hilo y del
plegador de tela
26 Preparación de las cuerdas para los plegadores
Deben utilizarse cuerdas fuertes y resistentes y rechazar en todo caso
aquellas que resulten elásticas
Hay distintas formas de disponer las cuerdas en los plegadores, puede
optarse por pasarla doble por los agujeros como en las figuras 24 y 25, o
sencilla, en la forma que indica la figura 23, en ambos casos se anudan
los cabos de la cuerda de manera que formen una lazada de 10 cm
Introducidos los palos atadores en las lazadas, las cuerdas se estiran hasta
que sean suficientemente largas para el trayecto que cada una de ellas ha
de seguir
Desde el plegador de urdimbre o de hilo pasa la cuerda por encima del
guiahilo hacia el interior del telar hasta alcanzar una longitud igual a las
2/3 partes de su profundidad (fig 24)
La cuerda del plegador de tela se hace pasar por encima del guiatela,
continúa por debajo del antepecho y, sobrepasándolo, se acerca al batán
(fig 25)

Los lizos
Se incluye también en la preparación del telar el equiparlo de lizos.
Un lizo se compone de dos listones que contienen mallas por cuyo ojal
central pasan los hilos de urdimbre. Hay mallas de acero y de algodón
(fig 26) Las primeras son idénticas a las que se utilizan en la industria, su
disposición requiere que los lizos -a veces en forma de marcos- lleven
dos finas varillas de hierro donde se introducen las mallas. En las mallas
de algodón los listones de madera pasan por los dos ojales grandes de las
mismas
Los ojales centrales de las mallas de acero son normalmente muy peque-
ños y se requiere un gancho especial para pasar los hilos. En las de
algodón puede variar considerablemente el tamaño del ojal, pero las más
usuales son las de ojal de 1,5 cm. Para tejidos en que la urdimbre se
tensa fuertemente -tipo alfombra- es aconsejable que el algodón de las
mallas sea grueso. En las urdimbres muy tupidas se encuentran las mallas
muy juntas, por lo que en este caso son más aptas las de hilo fino.
Cuando las mallas no estén en los lizos se guardan en grupos bien anuda-
dos por los dos ojales grandes (fig 27)

Los portalizos (fig 28)


Son dos pequeños soportes de madera en cuyas cavidades descansan los
lizos durante el montaje de la urdimbre.
Se preparan con un cordón largo en un lado y con un lazo en el otro y se
cuelgan del travesaño soportalizos.
Utilizando el nudo de la figura 29 se puede ajustar fácilmente el cordón 27
para poner los lizos en el nivel deseado

Poleas y balancines
Son los accesorios que se utilizan al colgar los lizos para hacer posible la
acción de los mismos (véase página 78 Armadura de lizos en telar de po-
lea)

Fig 26 Dos tipos de mallas de Fig 27 Grupo de mallas de Fig 28 Portalizo


algodón y metálica algodón A Nudo del portalizo
Fig 29 Manera de hacer el nudo
28 Telar de contramarcha vertical
La contramarcha es un sistema más completo para la suspensión de los
lizos que el que representa un simple telar de polea. El telar de contramar-
cha tiene una sobreestructura compuesta por dos travesaños que descan-
san sobre los laterales. Entre los travesaños están situadas palancas-
balancines en igual número que los lizos previstos para el telar; unas y otros
están conectados mediante cuerdas.
La figura 30 nos muestra cómo se colocan las cuerdas y la trayectoria que
siguen.
Para conocer la longitud de las cuerdas se fijan primeramente las palancas
de contramarcha en posición vertical con un freno y se ajusta después la
altura de los lizos en los portalizos hasta que el ojal central de las mallas
se encuentre al mismo nivel que el guiahilo, lo cual se puede comprobar
colocando un listón o atando un hilo entre guiahilo y antepecho.
Por debajo de los lizos el telar de contramarcha tiene, además de las levas
corrientes, otras más largas (en catalán contracalças) unidas a la contra-
marcha mediante cuerdas que pasan exteriores al telar (en el gráfico del
punto G al I pasando por las poleas H).

Fig 30 Trayectoria de las


cuerdas en contramarcha vertical
Es la conexión de las levas largas a los pedales, de una parte, y a la 29
contramarcha, de otra, la que determina la doble acción de ascenso y
descenso de los lizos -sistema de contramarcha.
Debemos añadir a las explicaciones sobre el montaje de lizos. pedales y
contramarcha la reciente aparición de un nuevo sistema de cuerdas (Tex-
solv) de hzos y de suspensión a base de seda de poliéster fabricada a
máquina, con el que se consigue no sólo una precisión mayor en los
sistemas de suspensión y atadura, sino, además, una ostensible reducción
del tiempo de montaje y preparación del telar

Fig 30 bis Sistema Texsolv


II. La urdimbre
32 3 Preparación y montaje
de la urdimbre

Es evidente que no hay un único sistema de preparación de la urdimbre y


su posterior colocación en el telar hasta que éste está a punto para
empezar el tejido Sin embargo, he optado por desarrollar el que presento
a continuación puesto que tanto el orden en que se van realizando cada
una de las fases como el desarrollo y sistema que representa cada una de
ellas me parecen no sólo los más razonables sino también los que ofre-
cen mejores condiciones para un perfecto montaje de urdimbre y por
consiguiente mejores resultados en el tejido

Proyecto
Una vez elegido el tejido a realizar se anotan todos los datos necesarios
en un papel al que denominamos proyecto de tejido

Embobinado
Si el material suministrado viene en madejas es preciso embobinarlo para
asi facilitar el urdido

Urdido
Los hilos precisos para una determinada urdimbre deberán ordenarse de
forma que tengan todos las misma longitud, lo que se consigue con el
urdidor

Distribución del prepeine


La urdimbre se saca del urdidor trenzándola en cadena Antes de enro-
llarla en el plegador hay que hacer pasar y distribuir los hilos por un
rastrillo o peine (llamado prepeine) para espaciar los hilos hasta alcanzar la
anchura adecuada.

El enrollado
La urdimbre se enrolla en el plegador de hilo del telar. Para este proceso
se necesita la participación de dos personas o mas si la urdimbre es muy
ancha.
El remetido por lizos 33
Los hilos de la urdimbre se pasan por los ojales de las mallas en un orden
determinado a fin de alcanzar el ligamento deseado

El remetido por peine


Desde los lizos corren los hilos de urdimbre, a través del peine, pasando
uno o más hilos por los espacios del mismo En esta operación se consi-
gue la anchura de la urdimbre y la separación deseada entre los hilos.

Atado y tensión de la urdimbre


Cuando la urdimbre se haya remetido por los lizos y el peine se anudarán
los hilos al palo-atador quedando así tensados

La armadura
Este montaje comprende dos fases la suspensión de los lizos, según el
tipo de telar, y la conexión de los lizos con los pedales.
Modelo de un proyecto
Artículo 10 manteles, individuales 35x40 cm
Ligamento Tafetán 4 lizos, 2 pedales
Urdimbre Algodón Nº 16/2 ( 1 3 300 m/kg) blanco, rojo y verde
Trama Lino Nº 1 6 / 1 (8 960 m/kg) crudo
Peine 7 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
Orillos 3 hilos 4 veces en cada extremo
Ancho de tejido 35 cm
Ancho de peine 35 + 2 cms = 37 cm
Número de hilos 37x14 + 8 = 526
Longitud de urdimbre 5 80 m

Longitud de la urdimbre
10 tejidos de 40 cm = 400 cm
20 dobladillos de 3 cm = 60 cm
1 muestra de 10 cm = 10 cm
Longitud del tejido = 470 cm

Encogimiento 10% (redondeado) = 50 cm


Anudado = 10 cm
Resto final de urdimbre = 50 cm
Resultado 580 cm

Orden de urdir Orden de urdir


Número de hilos Suma
18 hilos blancos Color
28 hilos rojos Blanco 18 406 18 = 442
14 hilos verdes Roio 28 28 = 56
406 hilos blancos
Verde 14 14 = 28
14 hilos verdes
28 hilos rojos Suma total 526 hilos
18 hilos blancos

526 hilos
4 Proyecto del tejido 35

Denominamos proyecto al conjunto de anotaciones que contiene los


datos referentes a cada tejido. La forma de redactar el proyecto no im-
porta demasiado pero, en todo caso, debe incluir los títulos necesarios
para las anotaciones, siguiendo un orden lógico, por ejemplo como se ha
hecho en el proyecto en la página anterior
En los distintos títulos del proyecto se indican datos como los siguientes,
tratados con más detalle en cada apartado

Artículo
Se especifica el o los tejidos proyectados

Ligamento o técnica
En este apartado se anota el nombre del ligamento o la técnica que vaya
a utilizarse y puede añadirse el número de lizos y pedales que requiere el
tejido (véase la parte IV Teoría del tejido)

Urdimbre y trama
Debe constar la clase de material indicando su numeración y los metros
que entran en un kilo, esto último para facilitar el cálculo del consumo de
material (Véase pág 130 Numeración de los hilos)

Peine
Se anota la densidad del peine, expresado en palletas por centímetro
Además consta en este apartado el número de hilos que han de pasar por
las mallas y por los espacios entre las palletas en el peine, expresado en
hilos/pall

Orillos
Los bordes de un tejido llamados orillas u orillos, se refuerzan con un
mayor número de hilos (p. 106)

Ancho de tejido
En este apartado se anota el ancho proyectado para el tejido.
36 Ancho de peine
Es la anchura que debe tener la urdimbre en el peine, tomando en cuenta
que el tejido tiende a encoger (p 107)

Número de hilos
El número de hilos para la urdimbre se consigue de la forma siguiente se
multiplican los centímetros del ancho de la urdimbre en el peine por el
número de hilos por centímetro ( = pall/cm x hilos/pall), y se añade a la
suma el número de hilos extras para los orillos

Longitud de la urdimbre
La longitud de la urdimbre se calcula a base de la longitud total de los
tejidos proyectados incluidos dobladillos u otros acabados. A la longitud
del tejido hay que añadir un 10% debido al encogimiento de la urdimbre
originada por la trama. Añadimos además 50 cm para el final de la
urdimbre que no pueda ser tejida y 10 cm para el anudado de la urdim-
bre.

Orden de urdir
Cuando la urdimbre se compone de varios colores se hace necesaria una
representación del número de hilos que habrá que urdir de cada color
Esta representación que llamamos "orden de urdir" puede disponerse
según uno u otro de los dos sistemas que constan en nuestro modelo. El
número de hilos de cada color se calcula en base al número de hilos por
centímetro y el ancho que se quiere dar a cada color

Representación gráfica
En el proyecto además de los datos indicados habrá una representación
gráfica, en papel cuadriculado, de los lizos, pedales y conexión entre
ambos (Véase parte IV Teoría del tejido)

Cálculo de consumo de material


Es aconsejable completar el proyecto con un cálculo del material necesa-
rio para la urdimbre y para la trama. La realización de estos cálculos está
descrita en el capítulo 19 Numeración de los hilos
5 Embobinado del material 37

de urdimbre

Si el material que debe utilizarse para la urdimbre viene en madejas hay


que embobinarlo para conseguir un urdido regular. Hay máquinas bobina-
doras de diversos tipos. Pueden ser de madera accionadas por una mani-
vela, o de bobina metálica
El material se repartirá en la cantidad de bobinas que requiera el urdido.
La madeja se dispone en una devanadora con discos o bien en una
devanadora modelo paraguas. Antes de montar la madeja en la devana-
dora hay que sacudirla e, introduciendo las manos en la misma, separar
los hilos sacudiendo repetidamente hacia los extremos (fig 3 1 ) La ma-
deja suele presentarse ordenada por un hilo centenar que la reparte en
varias secciones. En el anudado del centenar se encuentra el cabo pri-
mero de la madeja. Antes de colocar la madeja en la devanadora es
preciso observar que no vaya ningún hilo en sentido contrario. Como
precaución no se debe soltar el hilo centenar hasta que la madeja esté en
la devanadora
La devanadora y la bobinadora deben situarse de forma que la trayectoria
del hilo desde la primera a la segunda sea recta y libre de obstáculos.
En la bobina metálica se hace correr el hilo a través de toda la anchura de
la misma desde el principio. En la bobina de madera se empieza en la
parte mas ancha y se va enrollando el hilo en secciones de hasta 10 cm
de ancho cada una. La parte más ancha de la bobina llevará más capas
de hilo que la capa inmediata para así ir disminuyendo sucesivamente.

Fig 31 Manera de separar los


hilos de una madeja
38 Cuando hay que empalmar una madeja con otra, o si el hilo se rompe, se
hace un empalme con el nudo llamado de tejedor aunque si éste
resbalase por la calidad del hilo entonces deberá emplearse un nudo
llano (fig 35, 36)

Fig 32 Devanadora de discos Fig 34 Maquina bobinadora Fig 35 Nudo tejedor


Fig 33 a) Bobinadora con bobina metálica Fig 36 Nudo llano
b) Devanadora de paraguas
6 El urdidor y la urdimbre 39

Es la cantidad de hilos y la longitud de los mismos lo que determinará la


urdimbre.
El urdidor es el aparato donde se ordenan los hilos de la urdimbre que
una vez terminada se saca en forma de trenza. Existen diversos tipos de
urdidores que se dividen principalmente en dos clases: el urdidor de
tambor (fig 37) y el urdidor de marco (fig 50)

Fig 37 Urdidor de tambor


A palo fijador
B percha de la cruz
40 Urdidor de tambor
El urdidor de tambor consta de dos bastidores cruzando sus respectivos
planos en un centro que forma el eje vertical En la parte inferior del
urdidor se coloca un travesaño -percha de la cruz— provisto de tres clavi-
jas entre las que pasarán los hilos formando en su ida y vuelta un entre-
cruzamiento de los hilos. Cada listón vertical lleva varios agujeros para
colocar una clavija de hierro o madera, llamado palo fijador. El recorrido
de los hilos que formarán la urdimbre será entre la percha de la cruz y el
palo fijador.
El tamaño del urdidor se expresa por su perímetro El urdidor más co-
rriente tiene una distancia de 75 cm entre los listones verticales y el
perímetro es por tanto de 3 m. La altura de un urdidor de estas caracterís-
ticas es de aproximadamente 2 m y se puede enrollar sin dificultad hasta
doce vueltas y conseguir una urdimbre de 40 m de longitud.
En un urdidor de 2 m de perímetro y 120 cm de altura se pueden enrollar
como máximo 5 vueltas, lo que supone una urdimbre de 10 m. Si la
urdimbre fuera ancha las vueltas quedarían muy juntas, por lo que es
preferible repartir la urdimbre haciendo dos o más cadenas.
Urdidor de marco
El urdidor de marco puede ser construido bien como indica su nombre en
forma de marco o bien se compone de dos montantes que se colocan
verticalmente. Tanto el uno como el otro soportan un cierto número de
clavijas de madera, regularmente espaciadas y situadas en líneas vertica-
les. Mientras que el urdidor construido en forma de marco tiene que ser
colocado y fijado en la pared, los montantes del otro modelo pueden
acoplarse al telar o adosarse a la pared.
El espacio entre las clavijas de un lado y otro es la medida que sirve de
unidad para determinar el recorrido total de la urdimbre, siendo preferible
que no sobrepase los 130 cm y, como máximo, los 150 cm, para que la
portada de los hilos no se afloje en el transcurso del urdido.
La formación de la cruz puede realizarse entre las clavijas laterales o bien
entre unas clavijas suplementarias destinadas a ello.
El proceso de urdir es similar en el urdidor de tambor y en el de marco. La
diferencia principal reside en que el urdidor de tambor es giratorio y la
urdimbre se va formando dando vueltas al urdidor, mientras que en el
urdidor de marco es preciso llevar los hilos entre las clavijas de un lado a
otro. El urdidor de tambor resulta así más cómodo y rápido lo cual
compensa sobradamente el hecho de que ocupe más espacio que el
urdidor de marco. El urdidor de tambor suele además ser plegable de
modo que puede guardarse fácilmente cuando no se utiliza.
Generalidades acerca de diferentes urdimbres
Normalmente se puede urdir y preparar la urdimbre en una sola trenza
Sin embargo, es aconsejable repartir la urdimbre en dos o más trenzas 41
cuando es muy ancha o compuesta de distintos materiales.
Urdimbres anchas
Como regla general se divide la urdimbre en varias trenzas cuando la
anchura sobrepasa 1 m.
Urdimbres de diferentes materiales
A veces se mezclan hilos de diferente grosor y calidad en una misma
urdimbre para lograr un efecto especial en el tejido En este caso hay que
calcular el número de hilos de cada material y urdir cada uno por sepa-
rado teniendo en cuenta la diferente elasticidad de un material y otro.
Urdimbre para tejido doble
Igualmente se prepara una urdimbre de cada material para tejidos de
doble urdimbre cuando las capas son de calidades diferentes, pero si se
componen del mismo material se preparan en una sola urdimbre.

Urdimbres de varios colores


La urdimbre compuesta por varios colores se realiza de forma corriente
sólo hay que tener en cuenta "el orden de urdir" y cambiar los colores
según su representación en el dibujo.
Cuando la urdimbre ha sido preparada en dos o más trenzas, por motivo
de anchura o diferencia de calidad, se unirán las trenzas antes de enrollar
la urdimbre en el telar. Esta unión se realiza en la distribución de la
urdimbre en el prepeine (véase pág 56).
El proceso de urdir
Independientemente de que se utilice un urdidor de tambor o un urdidor
de marco hay que atender a los mismos factores, por lo tanto las siguien-
tes instrucciones sirven para ambos con unas pequeñas diferencias deta-
lladas en la parte referente al urdidor de marco (véase pág 50).
Antes de iniciarse el urdido hay que consultar el proyecto del que obte-
nemos la longitud de la urdimbre, el número de hilos y el número de
bobinas con que debe efectuarse el urdido.
Materiales como algodón y lana pueden ser urdidos con cuatro hilos
bobinas, pero si es lino no es aconsejable urdir con más de dos por ser
este un material resbaladizo y difícil de tensar de forma regular. En algu-
nos casos puede resultar práctico urdir con tres bobinas debido al nú-
mero en que se repartan los hilos por cambio de color o a que el reme-
tido esté ordenado en grupos de tres o seis hilos.

El número de portadas
En base al número de bobinas proyectadas para la realización de la
urdimbre se calcula el numero de portadas
42 Una portada contiene tantos hilos como el número de bobinas con que
se efectúa el urdido.
Ejemplo: Si el proyecto indica que la urdimbre tendrá 240 hilos, resultaría
un número de 60 portadas al urdir con 4 bobinas (240:4 = 60), o bien
habrá que urdir 120 portadas si se usan sólo dos bobinas.
Colocación de las bobinas
Si el material está preparado en las bobinas de madera a las que nos
referimos en el capítulo 5: Embobinado del material de urdimbre, se
colocan éstas en el suelo con la parte más estrecha hacia arriba para
facilitar la salida del hilo. Otras bobinas, como conos o las llamadas
bobinas cruzadas, se colocan en un portabobinas o en una tabla provista
de clavos de unos 10 cm de longitud para que se mantengan, (fig. 38).
Guiahilos
Sobre las bobinas se pone siempre un guiahilos. Éste se puede construir
con un listón de madera en el que se atornillan cáncamos o colocando
algunos aros de cortina -uno para cada bobina— en una cuerda que
penderá sobre las bobinas. Se ha de pasar cada uno de los hilos por un
cáncamo o aro observando que los hilos se desenrollen de las bobinas en
el mismo sentido y que el hilo corra verticalmente desde la bobina hasta
el guiahilo. (fig. 39).

Figs. 38 y 39 Los hilos de las


bobinas pasan por las anillas
La longitud de la urdimbre 43
Colocadas las bobinas y pasados los hilos por los aros del guiahilo se
toman las medidas en el urdidor para saber en qué listón se debe empe-
zar a urdir y cuántas vueltas habrán de darse en el urdidor, (véanse las
instrucciones especiales para el urdidor de marco).
Ejemplo: Si la longitud de la urdimbre es de 12,70 m resultarían 4 vueltas
en un urdidor de 3 m de perímetro, más 70 cm que nos da la distancia en
la percha de la cruz.
Una forma de calcular fácilmente el punto correcto para empezar a urdir
es la siguiente: cortar un cordón con la medida correspondiente a la
longitud de la urdimbre más 10 cm, fijar el cabo en la última clavija de la
cruz y hacer girar el urdidor mientras el cordón sube en espiral. El listón
más cercano al final del cordón es el indicado para el principio de la
urdimbre y allí se coloca el palito fijador, (fig. 40).

Fig. 40 Un hilo marca la


trayectoria de la urdimbre
44 El urdido
Anudados los hilos que vienen de las bobinas se colocan en el palito,
como muestra la figura 4 1 , para iniciar el urdido. Se cogen los hilos en la
mano derecha y se los hace correr separados entre los dedos sujetándo-
los al cerrar la mano con el índice y el pulgar.
Con la mano izquierda se hace girar el urdidor mientras los hilos van
descendiendo en espiral en el número de vueltas antes calculados para
finalmente llegar a la percha de la cruz donde se realizará un encruza-
miento, llamado la cruz, que servirá para mantener el orden de los hilos.
Para formar esta cruz se pasan los hilos por la parte superior del primer
palillo y por la parte inferior del segundo y tercero. Después se vuelve
sobre el tercero y el segundo y se pasa por debajo del primer palillo y
tenemos una cruz.
Cuando los hilos hayan alcanzado el tercer palillo de la cruz, tenemos una
portada. Retrocediendo por la cruz, y subiendo los hilos nuevamente por
el mismo recorrido en el urdidor hasta el palo fijador, se ha urdido una
doble portada, denominada una vía.
En la continuación del urdido hay dos sistemas diferentes para colocar los
hilos sobre el tambor. Uno de ellos consiste en poner los hilos sobre la
parte superior de los anteriores en el descenso y en la parte inferior de la
ascensión de los hilos pero siempre muy próximos a los anteriores. El otro
sistema es colocar los hilos debajo de los anteriores tanto al bajar como al
subir -lo que se aconseja sobre todo si el material es lino- pues éste
tiende a resbalar y deslizarse por el marco del tambor.
De vez en cuando deben reunirse fuertemente los hilos colocados.

Fig. 41 Comienzo del urdido Fig. 42 Trayectoria de la cruz


45

El urdido debe iniciarlo y finalizarlo una misma persona y a ser posible sin
interrupción. Es importante procurar que la tensión de los hilos sea siem-
pre la misma para evitar futuros problemas al enrollar la urdimbre en el
telar.
46 Cambio de color
Si hay que cambiar de color se sujetan los hilos haciéndolos girar algunas
veces sobre el palito y metiendo finalmente los hilos en forma de lazo
entre los que ya se han urdido. Ahora pueden cortarse los hilos del color
terminado y hacerse un empalme con los hilos del color siguiente. Hecho
esto, se tira de los hilos y se deshacen las vueltas hechas sobre el palito
para continuar el urdido. Estos empalmes pueden hacerse bien al final o
al principio de la urdimbre, es decir, cerca del palito fijador o de la última
clavija de la cruz.
Recuento de las portadas
El recuento de los hilos se efectúa en la percha de la cruz de la forma
siguiente: se introduce el índice de la mano izquierda junto al primer
palillo y el índice de la derecha al otro lado de los hilos cruzados, junto al
segundo palillo. Estirando uno de los dedos se suelta una portada y de
este modo se hace el recuento dejando escapar alternativamente una
portada por el lado izquierdo y otra por el derecho de la cruz.
Las portadas contadas se anudan en grupos de número adecuado. Al
llegar por ejemplo a 50 portadas se pasa un cordón por cada lado de la
cruz. Se anuda el cordón de tal forma que puedan utilizarse los cabos del
mismo para seguir anudando las portadas en grupos iguales a lo largo de
la urdimbre.

Fig. 43 Hilos de la portada sujetos en el palo fijador Fig. 44 Recuento de las portadas
Fig. 45 Anudado en grupos de las portadas
Atados de la urdimbre 47
Cuando se ha terminado la urdimbre se sacará del urdidor en una trenza,
o cadena, pero antes de ello se ata la urdimbre en varios puntos para
mantener el orden de los hilos.
Primeramente se anudan los cabos de los últimos hilos alrededor del
palillo fijador y se cortan. Si la urdimbre termina en la cruz se anudan los
hilos alrededor de la última clavija en la percha de la cruz.
Para todos los atados de la urdimbre debe utilizarse un cordón fuerte y de
color distinto a la urdimbre.
Los atados más importantes son los que se hacen para conservar el
encruzamiento de los hilos en la percha de la cruz. La cruz se ata en
cuatro puntos, es decir, dos ataduras en cada lado de la cruz.
En el final de la urdimbre se hace un atado lo más cerca posible del palillo
fijador de modo que la urdimbre quede dividida, es decir, anudando por
separado los hilos que pasan por encima y por debajo del palillo respecti-
vamente.

Fig. 46 Atados de la urdimbre


48 Además se ata la urdimbre en varios puntos para mantener los hilos bien
sujetos. Cuando una urdimbre esté dividida en varias trenzas se deben
hacer los atados en los mismos puntos en cada una de las urdimbres.
Esto nos ayudará en el control de la tensión de las distintas trenzas al
enrollar la urdimbre.
Finalmente se ata la urdimbre a unos 60 cm de la cruz dejando los lazos
del nudo bastante largos, pues se utilizarán más adelante para fijar la
cadena cuando se saca del urdidor.
Todos los atados deben ser fuertes y terminados con un lazo normal que
fácilmente puede abrirse cuando se enrolla la urdimbre en el telar.

La trenza de la urdimbre
Al sacar la urdimbre del urdidor debe mantenerse tensa, de no ser así
resbalará por los marcos y dificultará la realización de la cadena.
La cadena o trenza de la urdimbre se forma mediante los siguientes
pasos: se hace salir el palillo fijador a la vez que la urdimbre se mantiene
estirada con la mano y el urdidor frenado con la rodilla o el pie; A)
mientras la mano izquierda sujeta el extremo de la urdimbre, la mano
derecha pasa entre las dos bandas de ésta y recoge todo el cuerpo de la
urdimbre; B) arrastrando la urdimbre de la mano izquierda sobre la mano
derecha se forma el primer eslabón; C) la mano derecha sostiene la
urdimbre y la izquierda, ahora libre, se introduce en el eslabón cogiendo
el cuerpo de la urdimbre. Arrastrando los hilos en la mano derecha sobre
la izquierda se forma un nuevo eslabón. Se sigue así, sucesivamente,
cambiando de mano, con lo que se forma la cadena, parecida a una
cadena de ganchillo.
Al llegar al último cordón -el de los lazos más largos- se cierra la cadena
con los lazos del mismo antes de sacar la urdimbre de la cruz.

A
C
B

Fig. 47 Comienzo del trenzado


de la urdimbre
Fig. 48 Durante el trenzado hay F¡g. 49 Cadena de urdimbre
que frenar el urdidor con la pierna sacada del urdidor
50 Urdido en urdidor de marco
Previamente al urdido hay que calcular el número de portadas, colocar las
bobinas y pasar los hilos por los aros de un guiahilos igual que se ha
descrito para el urdidor de tambor.
El recorrido de la urdimbre en el urdidor de marco será entre las clavijas
de un lado y otro. Para conocer cuántas idas y vueltas habrá que hacer.
se divide la longitud proyectada para la urdimbre por la medida del espa-
cio existente entre los laterales.
Ejemplo: Si los laterales están espaciados 120 cm, y la longitud de la
urdimbre debe ser 8.5 m se divide 850 cm entre 120 cm (850 :120 = 7).
De las 7 vueltas que los hilos realizarán resultará una urdimbre de 8.40 m.
A esto se suman aproximadamente 30 cm que nos da la cruz, con lo que
tendremos una urdimbre de 8.70 m.
También pueden calcularse las vueltas de la urdimbre mediante un hilo o
cordón cortado en la medida de la urdimbre, más 10 cm para atados.
Anudado este hilo en una clavija, se le pasa de un lado a otro en el
urdidor. Obsérvese que a partir del final del hilo habrá por lo menos dos
clavijas libres para la futura formación de la cruz. El hilo que servirá de
medida y guía del trayecto de la urdimbre debe ser de color distinto para
distinguirse de ésta, pues se le conservará en el urdidor como señal en
caso de que la urdimbre sea repartida en varias trenzas.

El urdido
Anudados los hilos que vienen de las bobinas y colocados en una clavija
del urdidor, puede empezarse el urdido. Se llevan los hilos, bien sujetos
entre los dedos, de un lado a otro en el número de vueltas antes calcu-
lado. Cuando la urdimbre haya alcanzado su longitud se formará la cruz.
Estudiemos para ello la figura 52 y veamos que los hilos van en forma de
Z entre las clavijas (numeradas 1 y 2) y que vuelven entre éstas en forma
opuesta.
Formada la cruz, retroceden los hilos por el mismo camino de los anterio-
res y al llegar a la clavija final se han urdido dos portadas. Al continuar el
urdido se ha de procurar que se efectúe con una tensión regular. Mejor
que ir de un lado a otro con los hilos es situarse bien, en el centro, entre
los dos laterales, y hacer llegar los hilos de uno a otro extremo con un
movimiento rítmico de brazo. Si el espacio existente entre los laterales es
muy largo, se aflojan los hilos en su transcurso, siendo preferible que la
distancia no sobrepase 1.30 m.
En cuanto al recuento de los hilos y cambios de colores se efectúan de la
misma manera que se ha descrito para el urdidor de tambor. Igualmente
nos remitimos a las instrucciones anteriores para los atados de la urdim-
bre y la realización de la cadena o trenza.
Fig. 50 Proceso de urdir en un Fig. 51 Atados de la urdimbre Fig. 52 Trayectoria de la cruz
urdidor de marco
52 7 Distribución de la urdimbre
en el prepeine

La cadena de urdimbre no puede ser enrollada en el telar tal como sale


del urdidor. Hay que espaciar los hilos en forma regular hasta que la
urdimbre alcance la anchura deseada.
Un método es el de colocar en el telar un travesaño provisto de clavos
-uno o dos por centímetro- y separar el material en grupos entre los
mismos.
En el método que seguimos, sin embargo, se utiliza un peine y la opera-
ción se efectúa sobre una mesa. Para distinguir el peine indicado para el
tejido y el que se utiliza para la distribución primera de la urdimbre,
denominamos prepeine a este último.
En el prepeine se pasan los hilos en grupos de vías. Una vía comprende la
vuelta de dos portadas obtenida en la cruz. Se puede utilizar como pre-
peine el mismo peine que se utiliza para el tejido si éste es poco tupido,
por ejemplo 4 palletas por cm. Si el urdido se ha efectuado con cuatro
bobinas, cada vía -o doble portada- tiene ocho hilos y se pasa una vía
cada ocho palletas, siempre y cuando el tejido contenga 1 hilo por pa-
lleta. Si el tejido requiere dos hilos por palleta habrá que pasar una vía
cada cuatro palletas.
Por otra parte, se puede distribuir la urdimbre en un prepeine menos
tupido que el que se utilizará en el tejido, especialmente si este último es
muy tupido o el material es grueso, evitando así un desgaste de los hilos.
Al elegir un prepeine cuya tupidez sea la mitad de la del peine definitivo
se facilita el cálculo de la distribución. Este cálculo se realiza conforme a
la regla siguiente: El número de palletas del prepeine se divide por el
número de vías.
Una forma sencilla de comprobar que el cálculo se ha realizado correcta-
mente es representar gráficamente 10 cm de prepeine y dibujar las vías,
señalando así las palletas ocupadas. Deberán coincidir el número de hilos
en 10 cm del prepeine con el número de hilos en 10 cm del peine (o del
tejido) según el proyecto.
Ejemplos: 53

1 Peine del tejido: 4 pall/cm-1 hilo por pall.


Ancho en el peine: 50 cm
Número de hilos: 200
Urdido con 4 bobinas
N.° de vías (dobles portadas) 200 : 8 = 25 vías
Prepeine: 4 pall/cm
Ancho del prepeine: 50 cm
N.° de palletas en el prepeine: 50 x 4 = 200 palletas
Regla: el número de palletas del prepeine se divide por el número de
vías 200 : 25 = 8
Resultado: Cada 8 palletas se pasa 1 vía

2 Peine del tejido: 8 pall/cm - 1 hilo por palleta


Ancho en el peine: 50 cm
Número de hilos: 400
Urdido con 2 bobinas
N.° de vías (dobles portadas) 400 : 4 = 100 vías
Prepeine: 4 pall/cm
N.° de palletas en el prepeine: 50 x 4 = 200 palletas
Regla: 200: 100 = 2
Resultado: cada 2 palletas se pasa 1 vía

3 Peine del tejido: 5 pall/cm y 2 hilos por pall.


Ancho en el peine: 80 cm
Número de hilos: 2 x 5 x 80 = 800
Urdido con 4 bobinas
N.° de vías (dobles portadas) 800 : 8 = 100 vías
Prepeine: 3 pall/cm
Ancho del prepeine: 80 cm
N.° de palletas en el prepeine: 3 x 80 = 240 palletas
Regla: 240: 100 = 2.40
Resultado: 2,40 significa que se pase 1 vía cada 2 palletas, pero en-
tonces resulta la urdimbre con 200 palletas = 60 cm de ancho; es
decir, sobran 40 palletas.
Las 40 palletas restantes hay que repartirlas espaciadas regularmente
a lo largo de todo el ancho, así 80 cm : 40 = 2
El resultado es, pues, pasar una vía cada 2 palletas dejando además
una palleta libre cada 2 cm.
54 Remetido en el prepeine
Puesta la cadena de urdimbre sobre una mesa, se introduce una varilla
(fig. 54) entre cada uno de los ojales que forman la cruz (por cada lado de
la cruz) y se atan en los extremos dejando un espacio entre ellas de unos
5 cm y utilizando el nudo de la figura 55.
Se coloca el prepeine delante de la urdimbre entre dos soportes. Se
precisa también el palo por el que pasarán las vías de la urdimbre por
delante del peine. Como hago constar en el apartado sobre el enrollado
de la urdimbre en el plegador (p. 61), es una ventaja utilizar un palo de
longitud superior a la anchura del telar, pero también puede utilizarse uno
más corto.
Se han de quitar todos los cordones que atan la cruz de la urdimbre para
que los hilos puedan extenderse en las varillas. Los lazos de la urdimbre
deben ser suficientemente largos para que alcancen el palo sin esfuerzo
y, si es preciso, se retira la cruz hacia atrás cogiendo la urdimbre con
cuidado. Colóquese algo de peso encima de la urdimbre que ayude a
mantener los hilos tensos.
Es preciso calcular dónde hay que empezar a pasar los hilos en el peine;
por ejemplo, si la longitud total del peine es de 120 cm y la urdimbre es
de 80 cm, se resta 80 de 1 2 0 y el resultado, 40, se divide por 2; el
resultado final indica que hay que empezar a partir de los 20 cm del
extremo. El remetido se hace de derecha a izquierda. Las vías se toman
según su orden en la cruz, entre las varillas, y se pasan por el peine con
ayuda de un gancho -el pasapeine (fig. 56). Pasadas por el peine se
introduce sucesivamente el palo por las vías. Obsérvese que los hilos
vienen sin cruzarse, es decir, que los hilos que pasan por encima de la
varilla más próxima al peine quedan igualmente por la parte superior del
palo. (fig. 57).

Fig. 53 Comprobación de la
distribución en el prepeine
Fig. 54 Varillas pasadas por la Fig. 55 Nudo para atar las varillas Fig. 56 Pasapeine
cruz de la cruz Fig. 57 Enhebrado por el
prepeine
56 La distribución en el prepeine puede realizarse entre dos personas; una de
ellas se encargará de proporcionar las vías (siguiendo el orden de la cruz)
y la otra las hará pasar por el peine e introducirá el palo. Cuando la
operación la efectúa una sola persona se coge una parte de la urdimbre y
se mete el brazo izquierdo por la urdimbre. Se mete entonces el pasa-
peine y se coloca en él la vía para pasarla por el peine y posteriormente
por el palo.
Pasadas todas las vías por el prepeine, se ata un cordel de un extremo a
otro del palo para que los hilos de urdimbre no puedan salir del mismo.

Dobles urdimbres
Las dobles urdimbres de materiales diferentes y las sencillas formadas por
materiales de distinto grosor y elasticidad, se preparan con el urdido de
cada material por separado, como aconsejé en el apartado sobre el ur-
dido, (p. 41).
Antes del enrollado en el plegador, se juntan las urdimbres pasándolas en
un mismo prepeine. Para conocer el orden de la distribución se hace un
cálculo para cada una de las urdimbres basado en el ancho y en el
número de vías.
Se utiliza un par de varillas para cada urdimbre. Conservando así las
cruces de ambas, se podrán coger por separado los hilos de una y otra, lo
que permitirá pasarlos en su lugar exacto al remeterlos por lizos, aunque
hayan sido repartidos de forma aproximada en el prepeine.
La unión de dos urdimbres en el prepeine puede realizarse en cualquiera
de los modos siguientes: se puede optar por distribuir primeramente una
de las urdimbres, dejando espacios libres en el peine para seguidamente
pasar por ellos las vías de la segunda urdimbre. Se utiliza un palo para
cada urdimbre y, una vez terminada la distribución, se pasan las vías en el
orden en que vienen del peine por un tercer palo, retirando los primeros.
El segundo método, que considero más aconsejable, consiste en colocar
las dos urdimbres con sus correspondientes varillas de cruz y se cogen las
vías de una y otra urdimbre, sucesivamente, según el orden calculado. En
este caso, se meten todos los hilos por un mismo palo.

Posibles errores
Terminada la distribución del prepeine se comprueba que las vías estén
bien colocadas en el palo, sin cruzarse. Si la urdimbre es de rayas de
diferentes colores, se controlará también el número de hilos de cada
color. Si se descubre que faltan algunos hilos, se preparan pequeñas
bobinas de hilo que suplen a los olvidados, pasándolos primeramente por
la cruz y después por el peine hasta atarlos en el palo. En el caso de que
sobren hilos, si no son demasiados, es mejor pasarlos por el prepeine y
58 enrollarlos con la urdimbre pare aplazar su arreglo hasta la fase del reme-
tido por lizos.
Puede ocurrir también que se descubra en la distribución del prepeine
una equivocación en el número de portadas y, consecuentemente, que la
urdimbre sea más estrecha o más ancha que lo proyectado. Para arreglar
lo primero habrá que urdir y preparar otra cadena (igual de larga) y añadir
ésta a la primera. En el caso de haber urdido demasiados hilos se pueden
retirar éstos y aprovecharlos en otra ocasión; para ello se anudan bien los
hilos en la cruz antes de sacarlos del prepeine y de las varillas y su
separación del resto de la urdimbre se hará a lo largo del enrollado.
Los errores en la cruz de la urdimbre son debidos a una incorrecta forma-
ción de las portadas. Algunos de ellos no tienen mayor importancia como
explico en el apartado Traslado de la cruz, del capítulo siguiente.
8 El enrollado de la urdimbre 59

Antes de iniciarse el enrollado es preciso atender a ciertos detalles en el


telar. El plegador de urdimbre debe estar ya preparado con cuerdas tal
como se indica en la página 25 (fig. 24).
Los lizos se suben a una altura que permita pasar la urdimbre libremente
por debajo de ellos. Si el telar ha sido utilizado anteriormente, se sueltan y
quitan todos los atados entre lizos y pedales. Se colocan los lizos en los
portalizos, con los que se pueden levantar hasta la altura indicada.
Para atar el cordón del portalizos se utiliza un nudo corredizo (véase pág.
27). Obsérvese que la vuelta del cordón va alrededor del lazo y que

Fig. 58 Lizos subidos para dejar Fig. 59 Nudo para los


paso a la urdimbre portalizos
60 estira hacia arriba al cerrar el nudo. Es conveniente practicar este nudo
porque es el mismo que se utilizará en muchos momentos del montaje.
La preparación inicial del enrollado se compone de tres fases: colocar el
peine en el batán, pasar el palo atador por la urdimbre y trasladar las
varillas de la cruz.

Colocación del peine en el batán


Se sitúa el peine y la urdimbre en el batán de forma que la cadena quede
sobre el antepecho. En esta operación debe tenerse sumo cuidado en
que las varillas de la cruz no resbalen de la urdimbre.
Levantando la parte superior del batán, se hace pasar el palo, que con-
tiene las vías de la urdimbre, dejándolo caer detrás del batán. El peine se
bloquea entre las ranuras del batán, para lo que se debe coger el peine
por los extremos a fin de no pillarse las manos con el batán.
La urdimbre debe quedar centrada en el batán, para ello se mide la
distancia existente entre cada extremo del batán y la urdimbre hasta
igualar la longitud en ambos lados.

Paso del palo atador


Las vías de la urdimbre se trasladan al palo atador que está unido con
cuerdas al plegador de hilo. Para hacerlo sin dificultad, la urdimbre debe
estar lisa y ordenada.
Si el nudo que cierra la cadena de urdimbre impide que ésta pueda
extenderse, se deshace el nudo. Los hilos se desenredan con una leve
sacudida y golpeando ligeramente los hilos con la palma de la mano. El
ayudante, si lo hubiera, mantendrá tensa la urdimbre o bien se ata la
trenza alrededor del antepecho con un cordón.
Para facilitar la operación, si ésta la realiza una sola persona, se apoya el
palo que contiene el final de la urdimbre entre dos listones colocados
entre el guiahilo y el guiatela, o bien, si los laterales del telar tienen en el
centro un soporte vertical, se apoya el palo entre éstos (fig. 61), por lo que
se ha recomendado utilizar en la distribución del prepeine un palo cuya
longitud sobrepase el ancho del telar.
Se suelta ahora el freno del volante del plegador de hilo para estirar con
el palo atador las lazadas o bucles de la cuerda en toda su longitud,
pasándolas por encima del guiahilo.
Se estudian las posiciones de las lazadas que forma la cuerda de manera
que, al estirarlas, sigan una trayectoria recta y se separan un poco los
hilos de la urdimbre en los puntos que corresponden al lugar de la
cuerda. El palo atador se pasa por la urdimbre a la vez que se colocan las
vueltas de la cuerda en los espacios marcados.
El otro palo, el del prepeine, permanece en la urdimbre y se desliza hacia
el peine para utilizarlo en el traslado de la cruz.
Fig. 60 Urdimbre bien centrada Fig. 61 Palo con la urdimbre Fig. 62 El palo pasa por la
en el batán apoyado entre los laterales urdimbre al mismo tiempo que se
colocan los lazos de la cuerda
62 Traslado de la cruz
Para conservar el encruzamiento de los hilos hay que dejar las varillas de
la cruz en la urdimbre durante todo el enrollado, lo que, por otra parte,
facilita la localización de los hilos que pudieran romperse y su reinserción
en la portada correspondiente. Pero las varillas de cruz, que ahora se
encuentran delante del batán, hay que trasladarlas detrás del peine. Esta
operación se realiza de la forma siguiente (fig. 63): A)se mantiene la
urdimbre bien tensa de forma que la superficie quede totalmente plana.
Se sueltan los cordones que atan los extremos de las varillas de cruz. B)
se pone de canto la varilla más próxima al peine y se la acerca a éste.
Cuando se haya comprobado que las dos capas, a ambos lados del peine,
coinciden, C) se puede sacar la varilla de la cruz, porque detrás del peine
se encuentra el palo del prepeine.
D) Se corre ahora la segunda varilla hacia el peine y se coloca de canto.
Tirando suavemente del batán hacia el antepecho se consigue que la
cruz de urdimbre aparezca detrás del peine. Se introduce la varilla que se
sacó anteriormente en esta nueva apertura. E) Finalmente se saca la
varilla que permanecía delante del batán y se introduce junto al palo.
Sustituido éste por la varilla, se retira de la urdimbre. Se anudan inmedia-
tamente entre sí las varillas de la cruz dejando entre ellas un espacio de
dos a cuatro centímetros aproximadamente.

Posibles errores
El traslado de la cruz puede parecer un poco complejo, sobre todo para el
principiante; no obstante, suele realizarse sin dificultad siempre y cuando
las capas de urdimbre se separen en caladas limpias y libres de obstácu-
los. Los posibles errores en la calada podrán ser de mayor o menor
importancia. Por ejemplo, el que alguna portada quede fuera de las vari-
llas de la cruz se considerará de poca importancia, al igual que el que dos
portadas de hilos vayan juntas sobre las varillas, en un mismo sentido,
porque, al fin y al cabo, la función de la cruz no es otra que mantener los
hilos de urdimbre en orden, y estos errores pueden corregirse posterior-
mente en la fase del remetido por lizos.
Si al poner de canto la primera varilla, según el punto B, se observa en la
calada detrás del peine que unos hilos forman una cruz, se debe a que la
vía ha sido mal colocada en el palo del prepeine. En este caso no pode-
mos aprovechar el palo del prepeine para sacar la primera varilla, sino que
habrá que introducir, en la calada conseguida al levantar la primera varilla
de la cruz, un listón extra. Trasladada la cruz detrás del peine y sacado el
palo del prepeine, el cruce de los hilos quedan junto al palo atador y no
entorpecerá el enrollado.
Hay errores que, contrariamente a los descritos, dificultan considerable-
mente el enrollado por la tirantez y rotura de los hilos de urdimbre que
provocan; en tales casos es preciso corregirlos previamente; quizás el 63
más corriente sea el siguiente: cuando se levanta la segunda varilla para
hacer pasar la cruz por el peine (D) puede observarse que algunos hilos
se cierran impidiendo que se abra la calada, ello se debe a que se
encuentran cruzadas entre sí algunas vías por haberse alterado el orden
al pasarlas por el peine. Es necesario sacar estas vías del peine e
introducirlas nuevamente en la forma correcta por él y por la cruz. La
corrección puede ser laboriosa, sobre todo cuando el error se encuentra
en el centro de la urdimbre, pero para una solución más rápida se
pueden cortar los hilos de las vías mal colocadas junto al palo atador y,
hecha la corrección, anudarlos dejando los cabos lo más cortos posible.

Fig. 63 Traslado de la cruz


64 El enrollado
Llegada esta fase, precisamos la colaboración de otra persona, pues en
el enrollado participan dos o más. Mientras una efectúa el enrollado
propiamente dicho, la otra mantiene tensa la urdimbre.
Previamente, es preciso ajustar la cuerda hasta que las lazadas tengan
idéntica longitud.
Se puede mantener la urdimbre bien detrás, bien delante del telar. En el
primer caso, después de sacar algunos eslabones de la cadena, se deja
correr la urdimbre sobre el antepecho para hacerla salir por encima del
guíatela y recogerla finalmente por debajo del plegador de urdimbre (en
la parte posterior del telar).
Si la urdimbre se mantiene delante del telar, se pasa sobre el antepecho y
continúa por encima del guíatela dándole la vuelta para salir finalmente
por debajo de éste. Este sistema facilita la tensión de la urdimbre al pasar
ésta por más puntos, pero el primer sistema sigue siendo el más utilizado.
En ambos casos la persona que tensa la urdimbre debe echarse lo más
hacia atrás posible (puede hacerlo sentado en una silla o en el suelo
apoyando los pies en el telar para hacer palanca).
Al iniciar el enrollado, se sueltan los anudados de la cadena que impidan
que la urdimbre se extienda en todo su ancho. Los hilos de la urdimbre
pueden parecemos muy enredados pero suelen ordenarse golpeándolos
ligeramente con la palma de la mano.
Se coge fuertemente la urdimbre con una mano mientras los dedos de la
otra separan la urdimbre. La urdimbre nunca debe deslizarse entre las
manos, sino que avanzan éstas con la urdimbre tanto como sea posible y
se detiene el enrollado cuando se precise agarrar la urdimbre más atrás.
Debe observarse en cada nueva etapa que, tanto por encima como por
debajo de la urdimbre, no queden hilos flojos ni sueltos; si los hubiera, no
deben tensarse por separado estos hilos flojos, pues se alargarían más y
más y se enredaría aún más la urdimbre, sino que, por el contrario, deben
recogerse tales hilos junto a los demás o bien tensar la urdimbre separada
en grupos que se unirán una vez ordenados.
Sólo cuando resulta ineficaz el método indicado se peina con suavidad la
urdimbre en grupos, con un cepillo; esto es aconsejable tan sólo en casos
extremos, pues si bien es cierto que ayuda a ordenar los hilos también lo
es que quedarán más desordenados a partir del punto en que la urdimbre
se cierra con la mano, siendo necesario repetir la operación una y otra
vez a lo largo de todo el enrollado.
Lo más importante en el enrollado es mantener la urdimbre tensada de
forma continua y regular. La mayoría de las urdimbres se tensan al má-
ximo, especialmente las de lino. Las urdimbres de menos de 1 m de
anchura puede manejarlas bien una sola persona, pero si la anchura
sobrepasa esta medida se divide la urdimbre por el número de personas
Fig 64 Manera de tomar la Fig 65 Enrollado de la urdimbre Fig 66 Varillas de madera en el
medida entre el palo y el plegador para proteger la urdimbre
travesaño
66 que sean necesarias y cada una de ellas se encarga de un grupo; es
aconsejable que los participantes cambien de lugar de vez en cuando
para evitar que la urdimbre se tense de manera irregular.
La persona que dirige el enrollado ocupándose del volante controlará con
la mano que la urdimbre mantenga siempre su calidad de tensión y que
el batán permanezca en su sitio. También deslizará las varillas de la cruz
hacia atrás, impidiendo que llegen al guiahilo, y vigilará por si se rompe
algún hilo.
Cuando la urdimbre alcance el plegador, se colocan en éste varillas de
madera, una junto a otra, hasta cubrir totalmente la cuerda del plegador
en la primera vuelta a fin de proteger la urdimbre. Seguidamente pueden
enrollarse algunas vueltas sin colocar varillas, pero, cada cuatro vueltas,
por lo menos, debe ponerse una nueva serie de varillas espaciadas para
evitar que los extremos de la urdimbre de deslicen hacia afuera y que los
hilos formen abultamientos con el consiguiente resultado de una urdim-
bre de tensión irregular.
Si la urdimbre se ha mantenido desde la parte posterior del telar hay que
trasladarse y coger el final de la urdimbre en la parte anterior del telar. Se
deshacen los últimos atados y se sigue el enrollado hasta que el final de
la urdimbre llegue al peine. En esta última etapa se dejan llegar las varillas
de la cruz hasta el guiahilo, donde se fijan con un cordón que unirá la
varilla trasera con el guiahilo en ambos extremos.
Hecho esto, se cortan los hilos a ras del peine y se sacan en mechones
que se anudan con una lazada por delante del guiahilos.

F¡g. 67 Final del enrollado Fig. 68 La cruz atada en el travesaño y el primer


grupo de hilos anudado
67
9 Remetido por lizos

Después del enrollado de la urdimbre se pasan los hilos por los lizos
siguiendo la representación gráfica -el remetido. Para ello se preparan los ;
lizos con el número de mallas necesarias. Se colocan en los portalizos los
listones que forman la parte superior del lizo y se meten por ellos grupos
de mallas, seguidamente se introducen los listones inferiores por las ma-
llas y, sólo entonces, pueden deshacerse sus anudados para espaciarlas.
Compruébese que todas las mallas tengan la misma longitud y que los
ojales sean idénticos, pues de no ser así se notarían irregularidades en las ;
capas de la calada.
Después de efectuar el enrollado se encuentran los hilos de urdimbre
colgando sobre el guiahilo; por ello, y para que el remetido pueda hacerse
con comodidad, se trasladan los portalizos con los lizos a la parte poste-
rior del telar a fin de que estén cerca de las varillas de la cruz donde se
buscarán los hilos.
El travesaño del que penden los lizos en un telar de poleas suele ser
movible y su traslado se hace cogiéndolo con ambas manos fuera de las
cuerdas de los portalizos y acercándolo al extremo posterior del telar.

Fig. 69 Travesaño con los lizos


trasladado a la parte trasera del telar
68 Para esta operación los lizos deben estar libres de su armadura y bien
sujetos en los portalizos.
En un telar de contramarcha se desenganchan los lizos de las cuerdas de
contramarcha y se colocan uno a uno en los portalizos, situados ahora en
un travesaño en la parte posterior del telar. Obsérvese en la figura 69 que
el cordón del portalizo da una vuelta extra en el travesaño para evitar que
los lizos se muevan.
Si el tamaño del telar lo permite se mete un banquillo dentro del mismo,
frente a los lizos, donde se efectúa el remetido. Compruébese que los
lizos están a un nivel que resulte cómodo; de no ser así, debe ajustarse la
altura con los portalizos.
Para estabilizar los listones inferiores de los lizos se pasa por sus extremos
un "imperdible", hecho de un hilo de alambre.

El gráfico del remetido


Se interpreta como si estuviésemos frente al telar. El remetido empieza
por el extremo derecho y el lizo más cercano al plegador de hilo es
tomado por el lizo n° 1. Si comparamos esto con el ejemplar del reme-
tido de la figura 70 vemos que el primer cuadrito en el lizo n° 1 está
marcado y seguido por marcas en los lizos n° 2, 3 y 4. Se deshace ahora
el primer grupo de hilos de urdimbre y se los coge bien tensados con la
mano izquierda mientras la derecha busca la primera portada en la cruz.
Separar un hilo de la portada para la primera malla del lizo 1. Doblando el
hilo, se le hace pasar por el ojal central de la malla con el dedo índice.
Puede también utilizarse una aguja de ganchillo, aunque es más rápido el
primer sistema una vez practicado. Siguiendo el orden del gráfico se

Fig. 70 Gráfico del remetido y


enhebrado de los hilos por las
mallas
pasan los siguientes hilos en el segundo, tercero y cuarto lizo para empe- 69
zar de nuevo con un hilo en el primer lizo y continuar repitiendo el orden
1, 2, 3 y 4, lo que se denomina remetido seguido.
Los hilos deben pasar libremente y rectos desde la malla hasta pender
por delante del lizo más próximo (el 4). Cuando se haya remetido un
cierto número de hilos, se ha de controlar que su distribución sea co-
rrecta y anudar en grupos los hilos haciendo una lazada que pueda des-
hacerse fácilmente si se dejan los cabos largos. En caso de retirar las
mallas sobrantes, una vez terminado todo el remetido, no debe olvidarse
atarlas en grupos, (fig. 27).

lig. 71 Manera de coger un hilo Fig 72 El hilo pasa por el ojal de Fig. 72 bis Grupos de hilos ya
de la portada la malla enhebrados
70
10 Remetido por peine

Esta fase consiste en pasar los hilos de urdimbre por el peine definitivo, el
que consta en el proyecto.
El remetido por peine se realiza dentro del telar, en el mismo sitio en que
se efectuó el enhebrado de los lizos, y una vez terminado, se coloca el
peine en el batán. Durante el remetido se cuelga el peine de los portalizos
con cordones de modo que quede horizontal y por delante de los lizos.
Es preciso calcular dónde habrá de iniciarse el remetido: se toma el ancho
total del peine, se descuenta de él el ancho de urdimbre (igual al ancho
en el peine indicado en el proyecto) y se divide por dos el resultado; la
cifra final indicará los centímetros sobrantes del extremo derecho y, por
tanto, dónde iniciar el remetido. Éste se realiza de derecha a izquierda.
Se coge el primer grupo de hilos, se tira de los cabos para deshacer la
lazada y se mantienen los hilos en la mano izquierda, tensándolos para
apreciar claramente el orden en que vienen los hilos de las mallas. Para
pasar los hilos se introduce el pasapeine por debajo del peine, se colocan
en aquél el número de hilos indicado y retirándolo, saldrán los hilos por
debajo del peine.
Cuando se haya pasado un grupo de hilos se anudan nuevamente con la
misma lazada. Es necesario controlar a menudo el remetido, a pesar de lo
cual no es extraño equivocarse y dejar palletas libres o hacer pasadas
dobles, sobre todo cuando el peine es muy tupido, por lo que no vendrá
mal contar con la ayuda de otra persona.
Cuando el remetido se realiza entre dos personas, el peine se coloca
sobre los portalizos, entre sus ranuras, donde quedará ligeramente incli-
nado. La persona encargada de pasar los hilos por el peine se encuentra
detrás del telar, mientras la otra, frente a los lizos, se preocupa de buscar
y colocar los hilos en el pasapeine; al hacerlo así, los hilos pasan a la parte
posterior del telar por lo que se dará la vuelta al peine antes de encajarlo
en el batán.
Figs. 73 y 74 Posición del peine cuando el Flgs. 75. 76 y 77 Posición del peine cuando el
remetido lo efectúa una persona remetido se hace entre dos personas
72 Colocación del peine en el batán
Terminado el remetido por el peine es el momento de colocar éste en el
batán. Si los lizos se encuentran muy altos se bajan con los portálizos.
Cuando se observe que la urdimbre no alcanza el batán, se desenrolla en
la medida necesaria. Si se trata de urdimbres muy tupidas y de hilos muy
finos, éstos pueden tender a desordenarse, permaneciendo entre la cruz y
el guiahilo; en este caso se alejan las varillas del guahilo alargando el
cordón que los une con el guiahilo. Cuando la urdimbre alcance sin
dificultad el batán se levanta la parte superior de éste y se bloquea el
peine en las ranuras. Repetimos aquí la conveniencia de coger el peine
por los extremos; más de un tejedor se ha pillado los dedos con el batán.
Se comprueba ahora con cinta métrica que la urdimbre está centrada en
el batán (las medidas se toman desde los extremos de éste hasta la ur-
dimbre).

Fig. 78 Manera de colocar el


peine en el batán
11 Anudado de la 73

urdimbre

Colocación de los lizos


Antes de anudar y tensar la urdimbre se colocan los lizos en el lugar
exacto que les corresponde al tejer.
En el telar de contramarcha se cogen los lizos uno a uno y se enlazan a
sus respectivas cuerdas que cuelgan de la estructura de la contramarcha
(véase preparación de las cuerdas, pág. 28). Las palancas de la contramar-
cha han de estar en su posición de descanso con el freno introducido a
través de ellas.
En un telar de poleas hay que trasladar todo el conjunto de lizos con el
travesaño. En esto hay que tener mucho cuidado y vigilar que los lizos no
salgan de los portalizos donde deben ser bien colocados.
Una vez llevados los lizos a su sitio se comprueba su nivel. La altura
correcta es aquella en que los hilos de urdimbre pasan en línea recta
entre el guiahilo y el ojal central de la malla.
En un telar de poleas siguen los lizos descansando en los portalizos y hay
que comprobar que ambos estén en el mismo nivel. La figura 79 muestra
el modo de medir la altura de los portalizos con una cinta métrica.
En el telar de contramarcha se ajustan las cuerdas de ésta hasta que los
lizos se encuentren en posición totalmente horizontal y todos tengan el
mismo nivel entre sí.

Fig. 79 Altura correcta de los


lizos y manera de comprobarla
74 El anudado
Cuando el peine está situado en el batán, la urdimbre bien centrada y
nivelados los lizos, se procede a tensar y anudar la urdimbre en el palo
atador del plegador de tela.
El palo atador está unido al plegador de tela mediante una cuerda del
mismo modo que el atador del plegador de hilo (véase la figura 25, pág.
25).
Se coge el palo con la cuerda se pasa por encima del guíatela y se
continúa por debajo del antepecho para salir por encima de éste, sobre-
pasándolo.
Compruébese que las vueltas de la cuerda están bien situadas en el palo,
con la misma distancia que la habida entre los agujeros en el plegador, o
bien, en el centro entre éstos, dependiendo ello del sistema seguido al
colocar la cuerda. Los volantes deben estar frenados.
El atado de la urdimbre debe hacerse con esmero y los nudos han de
hacerse repetidas veces, si se precisa, hasta conseguir una tensión igual.
El efecto de un atado irregular sería la apreciación de ondulaciones en el
tejido.
Una porción de hilos apropiada para anudar mide dos o tres centímetros
en el peine, independientemente de que vengan los hilos muy espacia-
dos. El atado empieza con un nudo en el centro y otro en cada extremo,
con ellos se mantendrá el atador en alto y así se podrá ajustar la cuerda
hasta que la distancia entre palo y antepecho coincida en todo el ancho.
Se sigue el atado de la urdimbre con grupos a derecha e izquierda del
nudo central, alternativamente, hasta alcanzar los extremos.
Los hilos se desenredan con un cepillo suave, asegurándose de que se
tomen y tensen todos los hilos que contenga el grupo.

Fig. 80 Manera de comprobar la distancia entre palo Fig. 81 Un cepillo suave ayuda a tensar todos los hilos
y travesaño de un grupo
El atado se hace utilizando uno de los nudos siguientes: 75

A) Se reparte un grupo de hilos en dos partes cogiendo la parte izquierda


por encima del palo atador.
Se hace un nudo normal por delante del palo y se pone el pulgar derecho
encima del nudo, se dirigen ahora los hilos de la mano izquierda hacia la
derecha pasándolos por debajo de los otros hilos para, finalmente, tirar y
fijarlos por debajo del nudo.

B) Se coge un grupo de hilos y se los coloca encima del palo, be reparten


los hilos en dos partes y, pasándolos por debajo del palo, se saca una
parte por cada lado del haz, para hacer un nudo bien apretado encima de
éste.

Figs. 82, 83 y 84 Manera de atar la urdimbre (A) Figs. 85 y 86 Otra manera de atar la urdimbre (B)
76 Una vez atada toda la urdimbre, se vigila la tensión de los hilos de
urdimbre en la parte posterior del telar; se cepilla con cuidado la urdimbre
desde el plegador hacia los lizos y, si se observan hilos flojos, se ajusta la
tensión en el nudo correspondiente. Los nudos hechos hasta ahora son
intencionadamente incompletos con el fin de abrirlos fácilmente para
hacer las correcciones oportunas antes de cerrarlos de modo definitivo, lo
que se hace con un nudo normal encima del primero.
Si el atado se ha hecho según el nudo A hay que dar uniformidad a la
urdimbre; se anuda un cordón en el lado derecho del atador y se pasa
cutre la urdimbre por encima de los hilos superiores y debajo de los
inferiores, se estira fuertemente y se ata en el extremo izquierdo del
atador.

Figs. 87 y 88 Para nivelar los


grupos se pasa una cuerda por la
urdimbre
Atado de las urdimbres de lino 77
Si la urdimbre es de lino no tardará mucho en observarse la dificultad de
apretar los nudos, pues hecho uno se afloja otro y parece imposible hacer
el anudado con regularidad. El mejor remedio es mojar los cabos de los
hilos. Se anuda primeramente toda la urdimbre sin demasiada preocupa-
ción por su tensión, se humedecen después los hilos con un paño bien
mojado, con ello, se disuelve la cola del lino y los hilos pueden anudarse
nuevamente sin dificultad. Al iniciar un tejido de lino se repite el humede-
cimiento de los hilos hasta asegurarse de que no ceden más los nudos.

Otro modo de atar la urdimbre


Es el de unirla al palo atador con un cordón largo. Se anuda previamente
la urdimbre en pequeños grupos que se dejan Colgando por delante del
batán. En un extremo del palo se ata un cordón suficientemente largo
para que pueda pasar entre el primer grupo de hilos de la urdimbre, se
regresa al palo atador -donde da una vuelta- y se vuelve a recoger el
segundo grupo, y así sucesivamente en un recorrido urdimbre-atador y
viceversa para finalmente atar el cordón en el otro extremo del palo.
Tirando del cordón se tensan los grupos hasta que se consiga en todos
ellos la misma tensión y, sólo entonces, se ata el cordón en el segundo
extremo de manera definitiva.

Fig. 89 Otra manera de atar la


urdimbre con un cordón
78
12 Armadura de lizos y
pedales

Terminada la colocación de la urdimbre en el telar sólo quedan por armar


los lizos, lo que consiste por un lado en suspender los lizos y, por otra, en
conectar los mismos con los pedales.
Estas operaciones son innecesarias en ciertos telares de pedales a mano
en los que los lizos reposan entre los laterales en un marco que forma
parte del mismo telar, y en cuyo caso los pedales están unidos cada uno
de ellos a un lizo de forma que su conexión es fija e invariable.
En telares de mayor dimensión penden los lizos de su parte superior;
distinguimos así los telares cuya armadura es de contramarcha y aquellos
en que la suspensión de los lizos se logra por medio de poleas.

Telar de poleas
Suspensión de lizos
Para suspender sólo dos lizos es suficiente colocar en el travesaño "so-
portalizos" dos poleas y pasar por ellas una cuerda cuyos cabos se anu-
dan directamente a los lizos. No obstante, se logra un mejor equilibrio si
la conexión entre éstos y las poleas se hace a través de tiralizos-balanci-
nes.
Para hacer posible el movimiento de tres o cuatro lizos es necesario el
uso de balancines. La suspensión de un mayor número de lizos requiere a
su vez pasar el encordelado a través de más poleas. La figura 93 nos
muestra en qué forma se suspenden los lizos en razón del número de
ellos. Para soportar bien los lizos no deben situarse las poleas ni dema-
siado próximas a los extremos ni muy centradas en el travesaño. Estarán
en posición adecuada cuando la distancia entre el extremo y la polea sea
igual a 1 / 4 parte de la longitud total del travesaño. Colocadas las poleas,
se pasa por ellas una cuerda a la que se atarán los balancines, preparados
éstos previamente con un cordoncito formando un lazo y que se atará a
la cuerda con el mismo nudo que se ha utilizado para los portalizos.
Para unir los balancines con los lizos se necesitan cordones cortos dobla- 79
dos y cerrados con un nudo -dos para cada balancín. Estos cordones se
sitúan en los lizos de manera que el atado venga en línea recta desde las
ranuras de los balancines hasta el lizo; se baja para ello un balancín hasta
el lizo y se separan un poco las mallas para marcar los puntos que
corresponda. Cada balancín está ligado a dos lizos y habrá que estudiar
los gráficos que nos muestra la situación de los diferentes atados (figura
93). Los balancines de un lado han de estar en dirección contraría a los
balancines del otro lado. Colocados todos los cordones en los sitios que
les corresponden, se enlazan a los balancines. Finalmente, se ajusta la
tensión de las cuerdas que deben mantenerse rectas, pero no tan tirantes
que levanten los lizos.
Para lograr un buen equilibrio hay que prestar atención a cada detalle de
la suspensión, es decir, que los cordones que unen lizos y balancines
sean de igual longitud, que su posición respete la línea recta y que el
número de mallas exteriores a los anudados sea el mismo en ambos
lados; se comprueba también que los portalizos -en los que descansan
los lizos durante este proceso- están al mismo nivel. En cuanto a la altura
de los lizos dependerá en ciertos casos del ligamento del tejido, pera la
más normal es aquella en que los hilos de urdimbre pasan por el centro
del ojal de la malla.

Fig. 90 Diferentes maneras de suspender dos lizos Fig. 91 Poleas y balancines preparados para la
Fig. 92 Lazadas del cordón entre lizo y balancín armadura de 4 lizos
Fig. 93 Disposición de la
armadura para diferentes números
de lizos
Si la urdimbre es muy estrecha en relación con el ancho del telar, puede 81
haber problemas con los lizos que en gran parte sobrepasan la urdimbre y
quedan sin el apoyo de ésta. Lo que suele ocurrir en estos casos es que
los lizos no suben ni bajan horizontalmente sino que se inclinan, a veces
de forma muy molesta, y habrá que recurrir a pequeños trucos para que
el tejido vaya bien, por lo que facilito dos soluciones que suelen dar
resultado.
Si la urdimbre no es excesivamente estrecha se pueden apoyar los extre-
mos de los lizos con cintas de goma elástica. Doblada la cinta, como
enseña la figura, con tantas vueltas como número de lizos, se unen y
cierran con una cuerda en un lado. Después se cuelgan las cintas del
travesaño y se introducen los listones superiores de los lizos, uno en cada
vuelta de la cinta.
Otra manera de estabilizar los lizos es atar entre el travesaño guiahilo y el
antepecho unos hilos fuertes, por ejemplo, hilo de red. Antes de atar
estos hilos en el antepecho se pasan por las mallas a razón de un hilo por
cada malla en cada lizo. Los hilos pasarán también por el peine lo más
cerca posible de sus extremos; finalmente se atan en el antepecho.

Figs. 94 y 95 Manera de Fig. 96 Manera de estabilizar los


estabilizar los lizos con cinta lizos con un hilo
elástica
82
Atado de los pedales
En un telar de sólo dos pedales y dos lizos el encordelado es invariable,
cada lizo es atado a un pedal y se pisará uno y otro alternativa y sucesiva-
mente.
Cuando el número de lizos y pedales es mayor, las cuerdas, al unirlos,
quedarían en diagonal como consecuencia de tirar de los lizos hacia un
extremo. Para que las cuerdas vayan en línea recta hasta los pedales se
provee el telar de palancas, una para cada lizo, que transmitirán la cone-
xión entre lizo y pedal. Estas palancas -que denominamos levas- parten
de uno de los laterales del telar.
El atado de los pedales se efectúa desde detrás del telar o, si las dimen-
siones de éste lo permiten, dentro del mismo, sentado el tejedor de
espalda al plegador de urdimbre.
Para encordelar los lizos con las levas y unir éstas a su vez a los pedales
se utiliza el mismo nudo usado ya al suspender los portalizos; este nudo,
(fig. 29), conocido por los tejedores como "nudo de pedal", consiste en
atar una cuerda en el anillo que forma otra cuerda.
Primero hay que atar los lizos a las levas; buscar el centro en el batán y
separar las mallas en línea recta para señalar así el punto medio de todos
los lizos y enlazar una cuerda doblada en cada uno de sus listones inferio-
res.
Atendamos ahora a las levas para conocer el sitio indicado de unión con
el lizo. Las levas tienen tantos agujeros como el número de pedales con
que cuenta el telar, y un agujero más en el centro que sirve para la
conexión con el lizo y en el que se coloca una cuerda doblada cuya
vuelta asoma unos 5 cm por encima de la leva y que se cierra con un
doble nudo normal por debajo de ésta.
Se ata ahora el primer lizo con la primera leva y el segundo con la
segunda, etc. La altura de las levas debe sobrepasar un poco su
horizontalidad respecto del suelo. A partir de ahora, al hablar de levas
se darán por aludidos también los lizos correspondientes, ya que, una
vez unidos, actúan simultáneamente.

Fig. 97 Conexión entre lizo y leva


El gráfico 83
La representación gráfica del atado entre pedal y lizo -la armadura- se
encuentra en el cruce de las columnas horizontales, que representan los
lizos, con las verticales, referentes a los pedales. La interpretación del
gráfico ha de ser siempre igual a como la hacemos situados en la parte
anterior del telar, de modo que el gráfico se lee al revés al atar los pedales
desde la parte posterior del telar.
Llevemos a la práctica el atado que se representa en la figura 98; es una
armadura de 4 lizos y 2 pedales para el ligarnento tafetán. Para el encor-
delado entre leva y pedal se necesitan en este caso 4 cuerdas de 40 cm
de longitud aproximadamente. Los agujeros de las levas adecuados para
atar 2 pedales son aquellos que se encuentran más cercanos a ambos
lados del atado leva-lizo.
Volviendo al gráfico, atendamos al pedal n.° 1 y vemos que los cuadritos
que corresponden a los lizos 1 y 3 están marcados en negro, lo que
significa que éstos se atarán al primer pedal. Colocamos por ello una
cuerda en la leva unida con el lizo 1 y otro en la que corresponde al lizo
n.° 3. Del mismo modo se estudian los cuadros marcados para el si-
guiente pedal y se colocan las cuerdas en las levas tratándose en este
caso de los lizos 2 y 4.

Fig. 98 Atado de los pedales de


un telar de poleas visto desde
detrás
84
Para conectar las cuerdas colocadas en las levas con los pedales se
preparan estos últimos con lazos de cuerdas de igual manera a como se
hizo anteriormente en las levas. Se puede optar por atar dos cuerdas a un
mismo lazo y resulta así que para el ejercicio que seguimos sólo hace
falta un lazo en cada pedal. En ciertas armaduras de varios lizos, la calada
no queda limpia si todas las cuerdas de los pedales se atan con la misma
tensión; si esto sucede hay que poner más lazos en los pedales y atar sólo
una cuerda en cada lazo. Las cuerdas de los lizos que quedan más atrás
en el telar se dejan más tensas y se va disminuyendo sucesivamente la
tensión de las cuerdas de los siguientes lizos para compensar de esta
manera el hecho de que al pisar los pedales éstos tiran más fuertemente
de las cuerdas correspondientes a los lizos más próximos al tejedor.
La altura de los pedales depende del tejedor, pero lo más adecuado es
anudar los pedales lo suficientemente altos para que al pisarlos lleguen
casi al suelo.
Si las cuerdas son nuevas puede ser difícil que los nudos se mantengan y
es corriente que se haya de repetir el atado de los pedales cuando ya se
ha iniciado el tejido. Las cuerdas se suavizan con el uso, pero entonces
puede ocurrir que se abran o deshilachen los cabos, en cuyo caso las
cuerdas pasarán con dificultad por lo agujeros; el mejor remedio es meter
los cabos en cola o similar, por ejemplo en laca de uñas.
Telar de contramarcha 85

Suspensión de lizos
En el telar de contramarcha sólo hay un sistema de suspender los lizos in-
dependientemente del número de ellos.
El travesaño soportalizos se sustituye por la sobreestructura de la contra-
marcha que reposa en los laterales y se suspende cada lizo con su cuerda
correspondiente. (Véase preparación de las cuerdas pág. 28)
Al proveer las cuerdas con un mosquetón y los lizos con un cáncamo en
el sitio correspondiente, se efectúa fácilmente el traslado de los lizos desde
el portalizos, si han descansado en éstos durante el montaje.
Es muy importante comprobar la altura, que debe ser aquélla en que los
hilos de urdimbre pasan por el centro de los ojales de las mallas.
El hecho de unir cada lizo a dos puntos en la contramarcha y de pasar
cada una de las cuerdas por poleas, favorece el equilibrio al subir y bajar
los lizos evitando que se inclinen o bailen como puede suceder en telares
con suspensión de lizos por el sistema de poleas.

Fig. 99 Altura correcta de


los lizos
86 Atado de los pedales
Un telar de contramarcha lleva además de las levas corrientes otras más
largas situadas por debajo de las primeras. Cada una de las levas largas
está encordelada a un balancín por una cuerda que pasa exterior al telar.
El número de levas cortas, levas largas y balancines (o palancas) en la
contramarcha es igual al número de lizos del telar. La diferencia entre el
atado de los pedales en un telar corriente y el de contramarcha estriba en
que en este último se atan los pedales tanto a las levas cortas como a las
largas. Cuando la conexión se transmite por una leva corta ésta facilita la
bajada de un lizo, mientras que conectado a través de una leva larga ésta
le hace subir.
Los balancines o palancas de contramarcha deben permanecer cerrados
en posición vertical con el freno al efectuarse tanto la suspensión de los
lizos como el atado de los pedales.
Primero se unen las levas cortas con los lizos en la manera descrita para
el telar de poleas (fig. 97). Las levas largas se unen en sus extremos con
las cuerdas de la contramarcha, que pasan exteriores al telar. Ambas
levas, cortas y largas, deben quedar en posición horizontal.

El gráfico
Como el anudado se hace con el tejedor situado dentro del telar, detrás
de los lizos, no olvide mantener el gráfico al revés para interpretarlo
correctamente.
Los agujeros indicados para atar un pedal son los que tanto en las levas
largas como en las cortas forman una hilera que coincide con la dirección
del pedal que ha de atarse.
Para un atado de dos pedales lo correcto es utilizar los dos centrales, y
para unir éstos a las levas cortas las cuerdas se colocan en los agujeros
más cercanos a ambos lados del agujero central en el que se realiza el
atado entre leva corta y lizo. Los agujeros de las levas largas adecuados
para los atados son aquellos que se encuentran en línea recta con los
utilizados en las levas cortas (que coinciden con la dirección del pedal).
Las reglas para el anudado de los pedales en el telar de contramarcha son
las siguientes:

En las levas cortas se colocan las cuerdas según los cuadraos marcados en
negro en el gráfico, los cuales indican los lizos que bajan.
En las levas largas se colocan las cuerdas según los cuadros en blanco que
corresponden a los lizos que suben.

Antes de anudar las cuerdas se ha de comprobar nuevamente que su


situación coincide con el gráfico. Cada pedal contará con un número de
cuerdas igual al número de lizos repartidos entre las levas cortas y las
largas.
Obsérvese que una misma cuerda nunca pasa por ambos tipos de levas, 87
sólo se introduce en una leva, sea corta o larga.
Pueden atarse dos cuerdas a un mismo lazo en el pedal. En el ejemplo
que seguimos hay 4 cuerdas para atar a l.os pedales; para ello se preparan
dos pedales, cada uno de ellos con dos cuerdas pequeñas en forma de
lazo. Para el atado se buscan las cuerdas más cercanas, independiente-
mente de que procedan de una leva corta o larga; no obstante, hay que
encontrar entre las levas largas un camino libre para las cuerdas que
proceden de una leva corta a fin de evitar que el atado entorpezca el
movimiento de la leva larga cuando ésta haya de bajar durante el tejido.
Los nudos para el atado son iguales que los descritos para el telar de
poleas; me remito también a lo allí dicho sobre la altura de los pedales.

Fig. 100 Atado de los pedales


en un telar de contramarcha
vertical; visto desde detrás
III La trama
90
13 Accesorios para la trama

En razón al tipo de tejido que se vaya a realizar se puede preparar la


trama de distintas maneras y utilizar diferentes accesorios. Lo más fre-
cuente es el uso de lanzaderas de diferentes tamaños, adecuados a los
diversos grosores de la trama. El hilo de trama está preparado en peque-
ñas bobinas que se encierran en el hueco de las lanzaderas. Para la
preparación de las bobinas se utiliza la máquina canillera (véase la figura
103. pág. 93).

Agujas de red
Son utensilios sencillos en los que se enrolla el hilo de un lado a otro.

Lanzaderas de alfombra
Cuando se trata de una trama muy gruesa es preferible utilizar la denomi-
nada lanzadera de alfombra. El paso de estas lanzaderas entre la calada es
más lento, pero se compensa sobradamente porque, al contener más
cantidad de trama, evita las interrupciones en el tejido para cambiar las
bobinas. Dichas lanzaderas son también las adecuadas para los tejidos
cuya trama se compone de telas cortadas a tiras, (fig. 176).

Canillas gobelino
Son las mismas canillas utilizadas desde antiguo para el tejido de tapices.
El hilo se enrolla al lado de éstas en el espacio claramente destinado a
ello; el otro lado acaba en forma de punzón, facilitando el paso de la
canilla entre la urdimbre.

Lanzadera rápida o volante


Para tejer piezas muy anchas se puede equipar el telar con una lanzadera
rápida o volante. La parte inferior del batán va entonces provista de una
pista o carril sobre el que se desliza la lanzadera; ésta es despedida por la
acción de dos tacos que la empujan al tirar el tejedor de un mango unido
a un cordón en conexión a su vez cada uno de sus extremos al taco
correspondiente. El mango se acciona de derecha a izquierda altertativa-
mente y así se va pasando la lanzadera en una y otra dirección. La
lanzadera rápida está reforzada con hierro en sus extremos. La canilla es
de madera y en forma cónica para facilitar la salida del hilo, porque en
estas lanzaderas el hilo no sale desde el centro de la misma sino por uno
de los lados.
Fig. 101 Accesorios para la trama: 3 lanzaderas de alfombra
1 aguja 4 lanzaderas
2 canilla gobelino 5 lanzadera rápida o volante
14 Embobinado de la trama
92

Si el material está en madejas se ponen éstas en una devanadora y, si


está en bobinas, se colocan las mismas en los portabobinas, utensilios
que, si son como el modelo sencillo de una bobina, se colocan en el
suelo, o sobre .una mesa si es parecido al otro, con cabida para varias
bobinas. En todos los casos el hilo debe ir en línea recta hasta la canillera,
instrumento que utilizamos para el embobinado de la trama sujetándolo a
una mesa.
Las canillas en que se enrollará el material pueden ser de madera o de
papel. Para hacer las últimas se toma la longitud del hueco de la lanza-
dera, se disminuye en dos cm aproximadamente y el resultado nos da la
medida para cortar papeles cuadrados.
Para hacer la bobina se enrolla el papel alrededor del husete de la cani-
llera y, antes de que esté completamente enrollado, se introduce en el
mismo el cabo del hilo. Se sujeta bien el papel hasta que esté enrollado
del todo y el hilo haya dado una vuelta completa a lo largo de la canilla;
entonces se empuja ésta hacia la parte más gruesa del husete.
Al comenzar el embobinado se hace girar la manivela con la mano dere-
cha a la vez que la izquierda guía el hilo de un extremo a otro de la
bobina. Primeramente se marcan los extremos de la bobina con unas
vueltas de más en cada lado, pero dejando en los mismos extremos una
parte del papel sin cubrir.
A medida que se embobina el material hay que formar la bobina de
manera que cada vuelta sea más corta que la anterior, a la que no debe
sobrepasar para que los hilos no resbalen en los extremos. Realizando la
bobina tal como se ha indicado, ésta tendrá forma de huso.
El cabo final se fija doblando el hilo y pasándolo bajo la última vuelta;
esto impedirá que se deshaga la bobina, a la vez que el lazo formado
permite sacar el cabo para colocar la bobina en la lanzadera.
Cuando se embobine lino se debe mantener el hilo muy tenso; la bobina
resultará bastante menos abultada en el centro que las realizadas con
otros materiales.
Si se embobinan varios hilos a la vez deben mantenerse todos ellos con la 93
misma tensión.
Al colocar la bobina en la lanzadera debe tenerse en cuenta que el hilo
que sale por el orificio de ésta debe venir desde debajo de la bobina al
desenrollarse.
La preparación de las bobinas requiere atención y esmero y es conve-
niente practicar con bobinas pequeñas hasta conseguirlas bien distribui-
das. La bobina que no se ha preparado correctamente entorpece el tra-
bajo y el resultado frecuente son bordes desiguales y poco estéticos en el
tejido.

Fig. 102 Papel cortado a la Fig. 104 Soportabobina Fig. 106 Comienzo de la canilla y
medida del hueco de la lanzadera Fig.105 Embobinado de dos hilos cierre del cabo final
Fig. 103 Canillera juntos
94
15 Control previo al tejido

Aunque se estime que todas las fases de la disposición de la urdimbre se


han realizado con la máxima atención, puede haber surgido algún error
que se corregirá más fácilmente si se descubre antes de iniciarse el tejido;
por ello aconsejo al tejedor que realice con calma un control general.

Control de la calada
Se pisan los pedales y se observa la calada. Si los lizos quedan totalmente
inmóviles puede deberse a una de las causas siguientes:
-que no se han retirado los portalizos;
-que no se ha quitado el freno a los balancines de la contramarcha.
El error puede estar también en el anudado de los pedales cuando las
levas se sobreponen unas a otras o cuando las cuerdas de los pedales se
cruzan. En el telar de contramarcha el error puede consistir en una mala
disposición de las cuerdas en las levas; por ejemplo, si el pedal se ha
unido tanto con la primera leva corta como con la primera leva larga, no
podrá moverse el lizo correspondiente debido a la oposición de las fun-
ciones de las levas.
Si los lizos se mueven desigualmente inclinándose hacia un lado, la causa
está en que los atados de los balancines y poleas están mal situados. Para
corregir esto, deberán estudiarse nuevamente los gráficos de la suspen-
sión de los lizos. En telar de contramarcha una inclinación se puede deber
a que algunas de las cuerdas que suspenden los lizos se hayan cruzado
entre sí.
Si la calada tiene poca apertura puede deberse a lo siguiente:
-que la altura del batán sea incorrecta; no lo será cuando los hilos de
urdimbre pasen por el centro del peine sin rozarlo en su parte superior ni
inferior;
-que los pedales estén atados demasiado altos o bajos. Son varias las
razones que influyen en la altura adecuada de los pedales; el tejedor
principiante suele tener que ajustar varias veces el anudado hasta conse-
guir que los pedales tengan la posición adecuada.
Si al abrir una calada las dos capas no se forman regularmente y dificul- 95
tan el paso de la trama, puede deberse a que los hilos no se encuentran
bien nivelados entre sí.
Recuérdese que para cada ajuste en la armadura de los lizos y pedales
hay que fijar previamente la posición de los lizos colocándolos en los
portalizos; por ello, es conveniente dejar preparados siempre los portali-
zos con las cuerdas y colgarlos durante el tejido del travesaño posterior
del telar.
En el telar de contramarcha se fija la posición de los lizos con un freno en
los balancines.
La tensión de la urdimbre influye también en la apertura de la calada. Al
empezar el tejido debe dejarse la urdimbre bastante floja, tanto para
evitar que los nudos del atado de la urdimbre se deshagan, como para
facilitar que los grupos de hilos en los nudos se junten más rápidamente
en el tejido. Naturalmente no debe estar la urdimbre tan floja que dificulte
el paso de la lanzadera.

Control del remetido por lizos y peine


Cuando se han tejido unas pasadas se examina el tejido para comprobar
que el remetido es correcto. Los errores eventuales serán más visibles si
se utiliza una trama gruesa y de color diferente al de la urdimbre.
Si observamos hilos sueltos en el derecho o en el revés del tejido se debe
a que dichos hilos no han sido introducidos a través de la malla. Se ha de
abrir, pues, el nudo del atado para sacar el hilo y pasarlo por la malla.
Si unos hilos se encuentran en el centro de la calada entre las dos capas
es porque han sido cruzados entre malla y peine. Hay que localizar los
hilos, sacarlos del nudo y pasarlos de nuevo en el orden correcto.
Si algunos hilos no concuerdan con el ligamento es debido a errores en el
remetido por lizos. En algunos casos puede corregirse el fallo quitando
uno o dos hilos (por ejemplo, en un remetido seguido). Otros errores
consisten en que falta algún hilo o en que el hilo no está situado en su
correspondiente lizo. Para solucionar tales errores habrá que colocar ma-
llas en los sitios en que falten; para ello se abre el nudo de una malla y se
pasa en el listón superior del lizo entre los ojales de las mallas puestas;
cuando llega a su sitio se ata de nuevo por debajo del listón inferior.
Al poner un hilo suplementario se prepara éste en una bobina y cuando
el cabo ha sido introducido por la malla y pasado por el peine se deja
colgar la bobina detrás del plegador de urdimbre procurando que quede
igual de tenso que los demás hilos, lo cual se puede lograr, por ejemplo,
con una pesa anudada al hilo.
Cuando se haya añadido o quitado algún hilo hay que sacar los hilos del
peine desde el sitio del error hasta el borde y volver a remeterlos.
En una urdimbre muy tupida hay que observar atentamente el tejido. Si
96 se detectan efectos a manera de listas o rayas de más tupidez o si, por el
contrario, de más separación, más claras, se debe a errores en el reme-
tido del peine. Si se encuentra una palleta libre por faltar un hilo se
comprueba primero si éste se ha escapado del peine, porque si es así se
encontrará cerca de su malla. En otros casos hay que sacar los hilos del
peine desde el lugar del error y pasarlos nuevamente.

Control del anudado de la urdimbre


Controlados y arreglados los posibles errores de la disposición de la ur-
dimbre, se estudia la línea transversal del tejido. Se aprieta lentamente la
pasada de la trama al tejido, con el batán. Si el tejido queda perfecta-
mente recto puede el tejedor darse por satisfecho al haber conseguido un
anudado regular. Si, por el contrario, se notan ondulaciones en la línea del
tejido hay que ajustar la tensión. En las partes donde la trama se curva
hacia abajo, dejando como un hueco en el tejido, el nudo correspon-
diente estará demasiado fuerte. Si, por el contrario, el tejido tiende a
crecer más en una parte ello significa que los hilos de la urdimbre se
encuentran flojos o que el nudo no ha sido bien cerrado.
El tiempo que puede llevar la corrección de estos errores queda sobrada-
mente compensado con la satisfacción de la obra bien hecha, mientras
que el defecto no corregido se hará visible al tejedor en todo momento.

Fig. 107 Consecuencias de un


atado irregular
16 El tejido 97

El proceso de tejer consiste en tres acciones principales que son: pisar un


pedal para abrir la calada, pasar la trama por la misma y, finalmente,
ajustar la pasada con el batán.
En cada una de estas fases deben tomarse en consideración las caracte-
rísticas de cada tejido. El ejemplo que aquí presento se refiere a un tejido
lanzado, usando dos pedales. Al principio puede parecer difícil seguir el
orden de los diferentes movimientos pero es aconsejable intentarlo, por-
que al encontrar el ritmo de tejer se logrará una cierta rapidez y una
regularidad en el tejido.
El proceso que se sigue para tejer es el siguiente: se pisa el pedal derecho
y se empuja el batán hacia los lizos con la mano izquierda; con la mano
derecha se lanza la lanzadera por la calada, lo más cerca posible del
peine. Mientras la lanzadera hace su camino se coge el batán con la
mano derecha para dejar libre la izquierda, que recogerá la lanzadera al
salir ésta por su lado.
Se ajusta la pasada con el batán; éste debe cogerse siempre por el centro.
Mientras se mantiene el batán cerca del tejido, se pasa el pie al otro
pedal, hecho lo cual se aleja el batán con la mano derecha y la pasada
siguiente, desde la izquierda, se efectúa repitiendo los pasos, o sea:
- se aleja el batán con la mano derecha;
- se envía la lanzadera por la calada con la mano izquierda;
- se cambia de mano en el batán;
- se recoge la lanzadera con la mano derecha;
- se ajusta la pasada con la mano izquierda en el batán y se cambia al
mismo tiempo de pedal.
Se debe empujar y recoger la lanzadera con firmeza, sin interrumpir el
ritmo, por lo qué no se ha de dejar encima del tejido más que en los
momentos que sea necesario.
Se debe presionar el pedal con todo el pie, sin más fuerza que la precisa,
mientras el cuerpo descansa en el banco.
Son muchos los factores que influyen en el resultado del tejido. En este
capítulo me centro en los más importantes sin olvidar que es la propia
mano del tejedor la que en definitiva determina el resultado final.
Fig. 108 La lanzadera pasa cerca
del peine y el batán se coge por el
centro
Relación entre los golpes del batán y la calada 99
En el ejemplo descrito, el batán cierra la pasada de la trama en calada
cerrada, pero antes de que los hilos de urdimbre se crucen. Con este
ajuste los hilos de trama y urdimbre ceden por igual. Éste es el sistema
más utilizado. Suele ser suficiente con un solo ajuste de batán, siempre y
cuando sea efectivo. Si el tejido lo requiere se da un segundo golpe
después de haber cambiado el pedal. Sin embargo, no se deben hacer
movimientos innecesarios del batán para evitar un desgaste de la urdim-
bre sobre todo si los hilos son de calidad fina y delicada.
Cuando se trata de tejidos en los que la urdimbre debe ser cubierta por la
trama, se ajusta la pasada en calada cerrada o cruzada, es decir, dando
uno o más golpes después de haber cambiado de pedal; al hacerlo así se
consume más trama, por lo que hay que dejar ésta más abundante; en
algunos tejidos bastará con dejar la trama en un semicírculo; en otros, el
hilo formará varios y pequeños semicírculos en el ancho del tejido, como
se debe hacer en los tejidos cuya urdimbre debe quedar cubierta del
todo.
Recordemos que el batán descansa en muescas; para ajustar la trama con
regularidad, se debe trasladar el batán hacia atrás al crecer el tejido, a fin
de que los golpes se den con el mismo impulso.

Densidad de trama
Se mide en número de pasadas por centímetro. En un tejido regular de
tafetán, el número de pasadas por cm es igual al número de hilos de
urdimbre en un cm; en tejidos con ligamento de sarga la densidad de la
trama será correcta si las pasadas forman una diagonal con un ángulo de
45°.
Encontrada la densidad correcta, se anota en el proyecto el número de
pasadas por cm y se comprueba de vez en cuando a lo largo del tejido.

Orillos
Ciertamente hay que prestar atención a los bordes del tejido, pero el

Figs. 109 y 110 Dos maneras de


dejar trama suficiente para que no
encoja el tejido
100 principiante no debe preocuparse demasiado por ellos, porque, al intentar
dejar los bordes limpios, sin que se vean las vueltas de la trama, tensará
demasiado el hilo de trama y, en consecuencia, el tejido se estrechará;
cuando esto sucede se corre el riesgo de que se rompan los hilos de
urdimbre. Este defecto me parece peor que el de unos orillos irregulares.
Cuando el tejedor se acostumbra a dejar la trama con la longitud y
tensión apropiada conseguirá sin dificultad un tejido con buenos orillos.
Por otra parte, repito lo dicho respecto a la preparación del material: una
bobina mal hecha entorpece el trabajo, siendo preferible deshacerla y
prepararla de nuevo. No se olvide tampoco que el hilo debe salir en la
lanzadera desde debajo de la bobina.

El templazo
Si el tejido se curva hacia abajo en el centro y los hilos no vienen rectos
desde el peine, se debe a que el tejido sufre una gran contracción. Se
intenta primero dejar la trama más suelta para recuperar el ancho que
corresponda; si no se consigue puede ser que, debido al tipo de tejido, se
haga necesario el uso de un templazo. Los templazos se fabrican en
hierro o madera y consisten en dos listones separables que llevan púas
metálicas en cada extremo. Para su colocación se mantiene el templazo
cerca del peine y con las púas hacia arriba para ajustar la longitud del
mismo al ancho de la urdimbre. Comprobada la medida se unen las dos
partes del templazo pasando un pequeño eje de hierro por los agujeros.
Al colocar el templazo se fijan bien las púas en el tejido; no deben
introducirse tan cerca de los extremos del tejido que puedan romperse
los hilos de urdimbre, ni tampoco tan distantes que causen defectos en el
tejido. El templazo se fijará mejor si la urdimbre no está demasiado tensa.
A medida que el tejido va creciendo es preciso colocarlo nuevamente
cerca de las últimas pasadas y a intervalos regulares a lo largo del tejido.
Al dejar de tejer es conveniente quitarlo para evitar que el tejido ceda
más en unas partes que en otras.

Fig. 111 El largo de templazo se


ajusta a la anchura de la urdimbre
La tensión de la urdimbre 101
En primer lugar hay que tener en cuenta que la tensión de la urdimbre no
puede ser excesiva en cualquier material; tejidos tales como alfombras -u
otros artículos parecidos en los que la trama cubre totalmente la urdimbre
cuando ésta sea de un material resistente- admiten y deben tener una
fuerte tensión: por el contrario, un tejido de lino resultará más brillante y
uno de lana más suave si la urdimbre se ajusta sólo lo necesario para que
la calada resulte limpia y la lanzadera pueda pasar sin dificultad.
Lo importante es que la tensión que demos a cada urdimbre se man-
tenga a lo largo de todo el tejido.

Remates de la trama
Al cambiar de bobina hay que rematar los hilos en la forma que sea más
apropiada. Si el artículo que se teje se va a confeccionar de modo que los
bordes queden ocultos, los cabos de trama pueden dejarse en los orillos
sin rematar -por ejemplo en los tejidos de tapicería- y siempre será
preferible cuando el diseño requiera muchos cambios de color. No obs-
tante, el remate de los hilos debe hacerse siempre en los demás tejidos,
aun cuando requiera atención por parte del tejedor y pueda ser bastante
laborioso.

Remate de dos hilos de igual material


Donde termina el cabo de la bobina se coloca, en longitud variable por
encima de éste, el hilo de la bobina nueva; así, en tejidos muy tupidos
bastará con que ambos hilos se sobrepongan uno o dos cm. y un espacio
mayor cuando los hilos de urdimbre estén muy espaciados (fig. 112) .

Trama de dos o más hilos


Si la trama consiste de dos o más hilos, éstos se reparten para sacarlos en
sitios diferentes, de forma que queden cada uno de los hilos de la trama
nueva encima de uno de los anteriores (fig. 113) .

Tejidos de rayas
Si un efecto de la trama consiste en sólo dos pasadas se deja en la
primera el cabo final bastante largo y fuera del tejido para después unirlo
con el otro cabo en la segunda pasada, haciendo una sola unión en lugar
de dos remetidos (fig. 114) .
Si un tejido lanzado lleva un color que se repite con frecuencia y en
pasadas cercanas será preferible seguir con el mismo hilo sin cortarlo.
En tejidos de rayas más anchas hay que fijar tanto el hilo de un color
como el del otro; para ello, terminado un color se vuelve el cabo en la
misma calada de la última pasada dándole una vuelta alrededor del hilo
extremo de la urdimbre. Al hacer la primera pasada del color siguiente, se
102 deja el cabo del hilo fuera del tejido para meterlo después en la calada de
la segunda pasada (fig. 115) .
Haciendo los remates en tejidos lanzados, los cabos sobrantes se pueden
sacar por encima del tejido para cortarlos después de haberlos cerrado
con algunas pasadas. Se ha de procurar repartir bien los remates en todo
el ancho del tejido, para evitar que suba más en un sitio que en otro.

Enrollado del tejido


Cuando sea preciso desenrollar una parte nueva de la urdimbre, se suelta
el freno del volante de su plegador y se enrolla el tejido con el volante del
plegador de tela.
Los ajustes del batán serán regulares y la densidad de trama, uniforme si
se enrolla el tejido en pequeñas partes, por lo que no debe enrollarse
tanto que el batán no pueda ajustar correctamente la trama. Cuando el
tejido alcanza el plegador, se colocan sobre éste las varillas de madera
que protegerán el tejido de las cuerdas. El plegador se cubrirá totalmente
en la primera vuelta.
Si se olvida colocar las varillas no dejará de notarse que el tejido hace
ondulaciones producidas por las cuerdas; que, por otra parte, dejarán
marcas en el tejido para las que no habrá remetido cuando se trate de
lino.

Figs. 112-115 Diferentes remates


Rotura de hilos de urdimbre 103
Cada tejido tiene sus peculiaridades que el tejedor debe conocer y tener
en cuenta al tejer; de su atención y cuidado dependerá en buena parte el
desgaste y posible rotura de los hilos de urdimbre.
Cuando se rompe un hilo de urdimbre hay que arreglarlo inmediata-
mente, porque puede entrelazarse con los demás hilos de urdimbre y
provocar la rotura de otros.
Hay que localizar los cabos del hilo roto, que se encontrarán cerca del
tejido, entre los lizos o detrás de éstos.
Una manera de arreglar el hilo roto es anudar sus cabos a otro hilo
-normalmente corto— con el nudo tejedor.
Si la urdimbre es gruesa los nudos del arreglo descrito pasarían con
dificultad por el peine, siendo mejor cambiar el hilo roto por otro nuevo
de la forma siguiente: se saca el hilo roto hasta la cruz, entre las varillas,
sin cortarlo, y allí en la cruz, se anuda a un hilo nuevo que sustituirá al
roto. El hilo suplementario debe ser largo porque pasará por la malla y el
peine para llegar al tejido donde se fija el cabo dando unas vueltas
alrededor de un alfiler que se clavará en el tejido.

F¡g. 116 Manera de sustituir un


hilo roto
104 Se ha de igualar la tensión del hilo nuevo al resto de la urdimbre.
Mientras se teje con el hilo inicial y el supletorio unidos junto a la cruz no
hay que olvidar que siempre que sea preciso enrollar el tejido hay que
deshacer el lazo y anudar nuevamente ambos hilos más atrás, siempre
junto a la cruz para que los cabos no se enreden en la urdimbre.
Cuando se ha tejido aproximadamente medio metro, o al observar que el
cabo del hilo que se rompió puede llegar al tejido, se vuelve a utilizar el
hilo inicial quitando el que le suplió. La fijación del hilo al tejido se hará
del modo indicado anteriormente para el hilo supletorio.
Puede optarse también por continuar tejiendo con el hilo supletorio hasta
acabar el tejido que se está realizando; por eso se necesita a veces un hilo
muy largo que puede prepararse en una bobina.
Una vez terminado el tejido se hace el remate de los hilos rotos.
Al tomar la medida del tejido realizado hay que tener en cuenta la in-
fluencia de la tensión de la urdimbre siendo así la medida más correcta
aquella que se recibe con la urdimbre suelta de su tensión; por ejemplo
en el momento de desenrollar una nueva parte.

Fig. 117 A lo largo del tejido se


anotan las medidas
Los acabados del tejido 105
Los acabados del tejido tienen que ser debidamente atendidos en el telar;
hay, asimismo, que añadir a la longitud del tejido lo necesario para un
dobladillo o dejar suficiente urdimbre sin tejer para que los hilos puedan
anudarse cómodamente, una vez cortado el tejido.
En tejidos de trama gruesa ésta tiende a escapar al cortar el tejido, por lo
cual se deben tejer unas pasadas bien apretadas y de un hilo fino, tanto al
principio como al final del tejido.
Si se tejen distintas piezas en una misma urdimbre, hay que tener en
cuenta los acabados de cada una de ellas o bien espaciar considerable-
mente el final de un tejido y el principio de otro para posibles flecos.
Puede, asimismo, cortarse un tejido terminado aun cuando no se haya
acabado la urdimbre; para esto se enrolla el tejido hasta el antepecho y se
cortan los hilos de urdimbre en pequeños grupos con los que se hace un
lazo para impedir que se escapen del peine.

Material y ligamento o técnica


Recordemos que antes de preparar una urdimbre se debe hacer un pro-
yecto con las anotaciones referentes al tejido. (Véase el modelo de un
proyecto en página 34). Entre los datos de este proyecto pueden conside-
rarse como principales los que se refieren al ligamento, material y peine.
Pues la correcta combinación entre material, ligamento y, en cierto
modo, peine es lo que determina el resultado de un tejido, sin olvidar la
importancia de un trabajo bien realizado.
Aunque algunas técnicas son más apropiadas para determinados tipos de
tejido, no hay reglas que delimiten la elección específica de una u otra
técnica; un mismo ligamento o una técnica pueden servir para artículos
de muy diferentes destinos.
No obstante, hay que atender a ciertos factores, entre ellos el uso a que
se destina el tejido, y en función de ellos elegir tanto el material como el
ligamento apropiado.
Así, por ejemplo, habrá que evitar materiales que puedan desteñir cuando
se trata de artículos domésticos que deben lavarse con cierta frecuencia.
Para estos artículos debe además tenerse en cuenta que un material
puede encoger más que otro y que no deben mezclarse hilos de diferen-
tes materiales en la trama.
En tejidos tales como alfombras y telas destinadas a tapicería de muebles,
será la resistencia al desgaste lo que determine la elección de material y
ligamento. Además de que el material que se use para estos tejidos tiene
que ser fuerte, deben evitarse ligamentos o técnicas en las que los hilos
monten sueltos en tramos largos sobre el tejido.
Ciertos tejidos de lana, como mantas y telas para la confección de ropa,
serán tratados con un acabado que consiste en cardar o perchar el tejido
106 para sacar una superficie lanosa. Para estos artículos es importante ase-
gurarse de que el material que se emplea sea el apropiado para los
tratamientos.
Estos ejemplos, tan generales, son una pequeña muestra de los muchos
aspectos que debe tener en cuenta el tejedor al elegir el material y
ligamento para cada tejido.

Peine
En la calidad de un tejido influye también el peine que se usa, pues la
densidad del peine y el número de hilos que se pasa por los espacios
entre las palletas es lo que determina la densidad de la urdimbre.
La elección del peine se hace más fácil cuando urdimbre y trama sean del
mismo material y la tupidez del tejido sea la normal, es decir, no muy
densa ni demasiado separada. Para tejidos de estas características se
puede hacer una prueba de la forma siguiente: se enrolla el hilo en una
regla cubriéndola en unos centímetros con la separación deseada. Si el
número resultante es, por ejemplo, 8 hilos por cm se puede o bien utilizar
un peine de 8 pall/cm. y pasar un hilo por palleta, o bien se enhebran dos
hilos juntos en un peine de 4 pall/cm. Con el primero se obtiene un tejido
más liso; sin embargo, al pasar los hilos por un peine más espaciado se
evitan desgastes de un material delicado.
Cuando se proyecta un tejido en el que la trama va a cubrir la urdimbre
debe aplicarse un peine de mayor separación; por el contrario, se requiere
un peine más tupido que lo normal para un tejido de efecto por urdimbre,
o sea, cuando ésta va a cubrir la trama.
Son muchos los factores que influyen en la correcta elección de peine,
tales como el ligamento, el material y la textura que se quiere lograr en el
tejido. Los conocimientos de todo ello se adquieren principalmente por la
propia experiencia y resulta así evidente que el tejedor precisa cierta
práctica antes de saber elegir en cada caso el peine adecuado. Es por ello
conveniente realizar una muestra del tejido antes de preparar la urdimbre
definitiva. Estas muestras, junto al estudio de la relación entre material,
ligamento y peine en proyectos probados, constituyen la mejor ayuda
para la a veces difícil tarea de proyectar un tejido.

Orillos reforzados
Cuando la urdimbre ha sido enhebrada con un solo hilo por palleta se
refuerzan los orillos con un mayor número de hilos. Normalmente es
suficiente pasar dos hilos por las dos últimas palletas en cada lado. En
urdimbres para alfombras pueden reforzarse los orillos con más hilos, e
incluso pueden pasarse los últimos cuatro hilos dobles tanto por las ma-
llas como por el peine; con esto se forman pequeñas elevaciones en los
bordes.
Cuando se trata de tejidos de mayor transparencia, como visillos, no 107
deben reforzarse los orillos demasiado, pues quedarían muy tensos, lo
cual puede originar visibles ondulaciones en el tejido.

El ancho del tejido y el ancho del peine


Al proyectar un tejido hay que tener en cuenta que éste tiende a encoger.
Son muchos los factores que influyen en esta reducción, -como el mate-
rial que se usa para la trama, el ligamento y la propia mano-, por ello es
difícil fijar con exactitud en qué medida puede encoger un tejido. Como
reglas generales deben tenerse en cuenta las siguientes: un tejido encoge
más con un trama de material grueso que si la trama es de material fino;
si la trama es lino, al no ser elástico, mantiene con efectividad el ancho
del tejido, al contrario que el algodón, la lana y los hilos de fuerte torsión.
Los ligamentos sarga y panamá contraen más que el tafetán.
Ejemplo: para un tejido de tafetán realizado con lino es suficiente que
contemos con que la reducción será del 2 al 3 %, mientras que para un
tejido con lana y ligamento de sarga hay que prever del 4 al 6 %. Si el
tejido lleva acabado (lavado, batanado, cardado, etc.) hay que contar
además con un encogimiento del 6 al 10 % según el tipo de acabado.
IV Teoría del tejido
110
17 La representación gráfica

El sistema de enlazar los hilos de urdimbre con los de trama es el liga-


mento de un tejido. El estudio detallado de ello es la teoría del tejido o
más correctamente la teoría del ligamento. Mi intención no es presentar
ahora un estudio exhaustivo de este tema sino sólo una breve descrip-
ción.

Tanto el ligamento de un tejido como su montaje, o sea, los datos nece-


sarios para su realización en el telar, se proyectan en dibujo según ciertas
reglas. Llamamos gráfico al conjunto representado en dibujo y que in-
cluye todos los datos del tejido.

Análisis de un tejido y el gráfico


Para dibujar fácilmente el ligamento de un tejido se utiliza un papel
cuadriculado en el que se supone que cada columna vertical es un hilo
de urdimbre y que cada uno de los renglones horizontales representa un
hilo de trama. Para indicar que un hilo de urdimbre está bajado y, por
consiguiente, la trama se encuentra por encima en el derecho del tejido
se dibuja en negro el cuadro correspondiente en la cuadrícula.

Un cuadro en blanco indica lo contrario, o sea que la trama pasa por


debajo del hilo de urdimbre. El punto que resulta de pasar un hilo por
encima o por debajo de una pasada o viceversa se denomina el punto de
ligadura. La parte inferior derecha del dibujo del ligamento —o patrón-
delimita con líneas más gruesas el curso o rapport, nombre que se da a la
parte del ligamento que se repite con regularidad a lo largo y a lo ancho
del tejido.
Cuando no se conoce el ligamento de un tejido hay que analizar una
muestra del mismo y proyectar en dibujo los pasos y entrelazamientos de
cada pasada de trama con los hilos de urdimbre. La figura 118 muestra la
proyección de un tejido del ligamento más sencillo que es el tafetán. La
primera pasada de trama va primero por debajo de un hilo de urdimbre y
después por encima del segundo para seguir por debajo del tercero, etc.
El paso del segundo hilo de trama empieza por encima del primer hilo de 111
urdimbre y continúa por debajo del segundo. Los siguientes hilos de
trama repiten los pasos de los dos primeros. Puede así marcarse el rap-
port que en este caso sólo consta de cuatro cuadritos de los cuales dos
son marcados en negro y dos en blanco.
De la misma manera se proyecta el dibujo hasta los ligamentos más
complicados. Aunque en el primer momento parezcan los tejidos y sus
ligamentos muy diferentes, debe conocerse que son ciertas leyes y reglas
las que fijan la construcción de un ligamento. Una vez el tejedor haya
practicado y estudiado distintas clases de tejidos, conocerá las bases
generales de los ligamentos y le resultará más fácil realizar un análisis de
un tejido desconocido, incluso proyectar un diseño y dibujar el patrón del
ligamento.
Para la interpretación práctica del ligamento en el telar se completa el
dibujo con una representación del remetido, armadura y orden de peda-
leo. El conjunto de estos elementos se conoce como montaje o montura
del ligamento.

118
Urdimbre Urdimbre

Trama Trama

119
Urdimbre Urdimbre

Trama Trama

Fig. 118 Esquema y Fig. 119 Esquema y


representación gráfica de un tejido representación gráfica de un tejido
de tafetán de sarga
112 El remetido
Una vez proyectado el dibujo del ligamento, para su realización en el
telar, se ordena el remetido o disposición de los hilos en los lizos. Éstos se
dibujan debajo del ligamento en renglones horizontales de número igual
a los lizos necesarios para el tejido. Los lizos se numeran de delante hacia
atrás siendo el primero el que está más cerca del dibujo del ligamento.
Cuando un cuadrito está dibujado en negro o marcado con cualquier
signo, por ejemplo una rayita trazada en el cuadro, esto significa que
pasará un hilo de urdimbre por la malla. El dibujo del remetido indica así
por un lado, el número de lizos que requiere el ligamento y, por otro, nos
enseña el orden en que han de ser enhebrados los hilos de urdimbre. El
número de lizos de un ligamento es igual al número de hilos de urdimbre
cuyos entrelazamientos sean distintos.

Representación de los pedales y la armadura


Cuando los hilos de urdimbre estén ordenados y representados en los
lizos se atiende, por un lado, a los pedales y el orden en que éstos han de
ser pisados, el pedaleo, y, por otro, a la conexión entre los pedales y los
lizos, la armadura.
Para dibujar los pedales se utilizan las columnas verticales al lado derecho
del ligamento. Los pedales se numeran en la parte superior considerando
la columna más a la derecha como el primer pedal. El número de pedales
de un ligamento es igual al número de diferentes pasadas de trama.
En las columnas que representan los pedales se indica el pedaleo, siendo
lo más corriente que el tejido empiece en el pedal número uno.
La armadura se dibuja en el punto de encuentro de los renglones que
representan los lizos y las columnas representativas de los pedales. En la
armadura se indican los lizos que han de ser bajados para las diferentes
pasadas. Por ello se estudia pasada por pasada de la trama en el dibujo
del ligamento. Los hilos de urdimbre que estén por debajo de la trama
son los mismos que habrá que bajar. Hay que buscar su sitio, es decir, el
lizo en que ha sido remetido e indicar en la armadura la conexión entre
este lizo y un pedal. Los cuadros en negro en la armadura representan así
las cuerdas que unirán los lizos con los pedales.
En telar de contramarcha se une el pedal con el lizo a través de una leva
corta cuando el cuadro está marcado en negro y a través de una leva
larga cuando está en blanco.
En telar de calada de alza, en que la acción de los pedales es la de subir
un lizo, se interpretan los cuadros blancos en la armadura.
El grado de dificultad de ordenar remetido, armadura y pedaleo se debe,
en primer lugar, a la complejidad del ligamento. Tanto el remetido como
el orden de pisar los pedales se debe disponer de la forma más sencilla y
cómoda posible. Los órdenes más corrientes de remetido y pedaleo son:
- orden seguido
- orden en punta
- orden quebrado o interrumpido
- ordenado en grupos
113

Pedales y orden de
pedaleo

Fig 120 Proyección y Fig 121 Proyección y Fig 122 Dibujo del tejido y su
representación del remetido representación de los pedales y el montura
atado de los mismos
114 Construcción del dibujo del ligamento
Una buena manera de conocer la relación entre el dibujo del ligamento y
los componentes de su montura es practicar la operación opuesta a la
descrita anteriormente, es decir, construir el ligamento o dibujo del tejido
que se obtiene por un montaje determinado. Los principios para tal tarea
consisten en estudiar los hilos que bajarán para cada pasada y en dibujar
éstos en la cuadrícula de forma que coincidan las columnas verticales
con los hilos en los lizos y que los renglones horizontales que representan
las pasadas de trama se encuentren en línea con las indicaciones en los
pedales.

Fig. 123 Construcción de dibujo


del ligamento, un rapport
Las figuras 123 y 124 representan un ligamento de sarga cuyo remetido 115
y pedaleo es en orden seguido. Cada pedal está atado a dos lizos de
forma que siempre bajan y suben un par de hilos que se encuentran uno
al lado del otro, con un desplazamiento a la derecha, tomando un nuevo
hilo en cada pasada.
El rapport delimitado corresponde a 4 hilos de urdimbre y 4 pasadas
diferentes. Para construir el dibujo del ligamento se estudia pasada por
pasada tal como indica el ejercicio siguiente.
Para la primera pasada se pisa el pedal número uno; siguiendo la flecha
desde el pedal hasta la armadura podemos constatar que está el pedal
atado con los lizos números 3 y 4. Los hilos que se encuentran en estos
lizos son los que bajarán, dejando por consiguiente la pasada de trama
por encima. Se han de marcar, por ello, los cuadros correspondientes en
el dibujo del ligamento.
De la misma manera se dibujan en el ligamento los hilos que bajarán al
efectuarse la pasada siguiente, pisando el segundo pedal. Hay que buscar
los lizos (2 y 3) atados a este pedal y marcar los cuadros en el renglón de
la segunda pasada.
El tercer pedal está atado con los lizos 1 y 2, mientras que la cuarta y
última pasada bajará los lizos número 1 y 4.
Un dibujo más completo del ligamento se obtiene cuando en el remetido
se indica un mayor número de hilos y pasadas efectuadas en el pedaleo,
como en la figura 124.

Fig. 124- Rapport repetido a lo largo y a lo ancho


116 18 Los ligamentos
fundamentales y sus derivados
más corrientes

Cualquier ligamento o dibujo, por complicado y extenso que sea. puede


ponerse en relación con uno de los ligamentos fundamentales. Éstos son
de tres clases: tafetán, sarga y raso. Los ligamentos que se desarrollan de
éstos se denominan ligamentos derivados.
Por combinado o compuesto se entiende un ligamento construido o bien
por la combinación de dos diferentes ligamentos fundamentales o bien
por dos variantes de uno mismo. Tanto los ligamentos combinados como
los derivados dan lugar a una variedad de tejidos y dibujos de característi-
cas muy distintas.

Tafetán
Tafetán es el más sencillo y antiguo de los ligamentos y su característica
es que los hilos de urdimbre y trama se cruzan continuamente, es decir,
todos los hilos impares están debajo de una trama y todos los pares,
debajo de la otra.
El tafetán tiene dos caras iguales, sin derecho ni revés en el tejido, y su
superficie es lisa, sin dibujo. Los tejidos de tafetán tienen diferentes deno-
minaciones según el material de que están hechos. Los más corrientes
son: lienzo de algodón o de lino, calicó de algodón, tafetán de seda,
rayón, estambre, etc. Corrientemente se llama tejidos a la plana a los de
algodón o lino con ligamento tafetán.
Para un tejido de tafetán se precisan sólo dos lizos, pero generalmente se
reparten los hilos entre cuatro lizos; así los hilos de la urdimbre no quedan
tan juntos, lo que disminuye el desgaste de los hilos.
El tafetán se puede remeter también de cualquier otra forma. Lo impor-
tante es que los pedales puedan bajar alternativamente cada dos hilos de
urdimbre. La superficie lisa del tafetán lo hace muy adecuado como
fondo para dibujos, bien elaborados manualmente o bien producidos por
un orden especial del remetido.
117

Fig. 125 Tejido de tafetán Fig. 126 Tafetán de 2 lizos


Fig. 127 Tafetán de 4 lizos
118 Derivados del tafetán
Por una nueva disposición o un redoble de los hilos de urdimbre o de
trama Se obtienen los ligamentos derivados. Los derivados más corrientes
de tafetán son panamá, reps por trama y reps por urdimbre.

Panamá
Panamá es un ligamento de tafetán en el que los hilos de urdimbre y
trama son dobles. Este ligamento puede obtenerse con sólo dos lizos en
que se pasan dos hilos consecutivos en cada lizo, pero lo más corriente
es que los hilos se distribuyan entre 4 lizos. Las indicaciones repetidas en
los pedales significan que la trama consta de dos hilos.

Reps por trama


En un tejido de reps -o efecto- por trama están los hilos de urdimbre
bien espaciados y las pasadas de trama se aprietan fuertemente de forma
que cubran la urdimbre. Resulta así un tejido de máxima visibilidad de la
trama y, por ello, un ligamento muy adecuado para todo tipo de tejidos
cuyos diseños de rayas o dibujos figurativos se compongan de diferentes
colores.

Reps por urdimbre


El reps -o efecto- por urdimbre se obtiene cuando la trama, de hilo fino
o grueso, se oculta por los hilos de urdimbre, siendo éstos en mayor
número. Tal ligamento tiene su principal aplicación en la producción de
cintas. Otro ejemplo se encuentra en el proyecto de una alfombra de reps
por urdimbre de la página 160.

Fig. 128 Tejido de panamá Fig. 129 Panamá de 2 lizos Fig. 130 Panamá de 4 lizos
Sarga 119
La sarga es considerada como el segundo de los ligamentos fundamenta-
les y es algo más complicada que el tafetán. La característica de los
tejidos de sarga, también llamados tejidos en diagonal, es que los puntos
de ligadura se trasladan un espacio hacia un lado por cada pasada de
trama y de esta manera se consiguen líneas diagonales. Recordemos que
por punto de ligadura se entiende el punto que resulta de pasar un hilo
por encima o por debajo de una pasada o viceversa. Lo más común es
que estos puntos se trasladen hacia la derecha, la llamada sarga de
derecha (S.D.). El revés del tejido presenta entonces una diagonal de
izquierda.
El número de lizos para sarga puede ser cualquiera, pero como mínimo
tres. Lo más actual en la tejeduría manual es el empleo de cuatro lizos.
Los tejidos de sarga pueden ser de dos caras, sarga reversible, o de una
cara. Éstas se dividen en sargas por trama y en sargas por urdimbre
según la visibilidad de trama o de urdimbre que haya en la parte derecha
del tejido.

Sarga reversible
A la sarga reversible la caracteriza el que cada pasada de trama pasa por
debajo y por encima del mismo número de hilos de urdimbre; así, cada
cara presentará tanta urdimbre como trama. Esta sarga tiene el nombre
de batavia.
La batavia de cuatro lizos es uno de nuestros tejidos más corrientes en la
tejeduría manual.

Fig. 1 3 1 Tejido de sarga batavía Fig. 132 Sarga batavia de 4 lizos


120 Sarga por trama
La figura 134 muestra un gráfico de sarga por trama, en cuya armadura
observamos que cada uno de los cuatro pedales está atado con tres lizos
y la pasada de trama va entonces por encima de tres y por debajo de un
hilo de urdimbre.

Sarga por urdimbre


La armadura de sarga por urdimbre es la opuesta a la de sarga por trama.
Así los cuadros blancos de la figura 134 corresponden a los cuadros
negros de la figura 135. Al pisar un pedal bajan los hilos en el lizo
conectado, mientras que los hilos en los tres lizos restantes están levanta-
dos, predominando así los hilos de urdimbre. El ángulo de la diagonal en
un tejido de sarga es debido a la densidad de urdimbre en relación con la
densidad de trama. Lo más corriente, tanto en las sargas de una cara
como en las sargas reversibles, es que el ángulo sea de 45° o a veces
algo más elevado.

4 3 2 1

Fig. 133 Tejido de sarga de Fig. 134 Sarga de efecto por


efecto por urdimbre trama
Fig. 135 Sarga de efecto por
urdimbre
Derivados de sarga 121
La forma en que se enlazan los hilos de urdimbre y trama en el
ligamento de sarga ha dado lugar a numerosas variaciones. Los
derivados más frecuentes de sarga en 4 lizos son sarga cruzada y
sarga de espiga o espiguilla.

Sarga cruzada
Por sarga cruzada se entiende un ligamento en que la mitad de los hilos
dent r o del rapport forma una diagonal de derecha y la otra mitad una
diagonal de izquierda. El efecto de líneas diagonales es menos visible
aunque pueda observarse una pequeña diagonal hacia la derecha y otra
hacia la izquierda. Un tejido de sarga cruzada resulta más flexible y
suave que uno en sarga de diagonal y es por ello adecuado para ciertas
telas de confección.
La figura 1 3 6 corresponde a una sarga cruzada, basada en una batavia
de 4 lizos. Comparando la armadura de ésta con la de la figura 132
vemos que los pedales 2 y 3 han cambiado de sitio.

Fig. 136 Tejido de sarga Fig. 137 Sarga cruzada reversible


cruzada.
revrsible
122 Sarga cruzada con revés y de efecto por trama se aplica a menudo en
telas destinadas a tapizar muebles.
En un tejido del mismo ligamento pero de efecto por urdimbre predomi-
nan los colores de ésta.
Una aplicación corriente de sarga cruzada se encuentra como ligamento
combinado, por ejemplo, en los tejidos adamascados (pág. 173).

Fig. 138 Tejido de sarga cruzada Fig. 140 Tejido de sarga cruzada
de efecto por trama de efecto por urdimbre
Fig. 139 Sarga cruzada de efecto Fig. 1 4 1 Sarga cruzada de efecto
por trama por urdimbre
Sarga de espiga 123
En estas sargas las diagonales van alternativamente hacia la derecha y la
izquierda formando un dibujo de ondulación en el tejido. Cuando este
dibujo va a lo largo del tejido, está formado por un pedaleo de orden en
punta, como muestra la figura 144. Para construir el mismo dibujo en
transversal del tejido se remeten los hilos en los lizos en forma de V, a lo
que se llama remetido de orden en punta (fig. 143). Por analogía del dibujo
se conocen los tejidos de este ligamento con el nombre de espiga o
espiguilla.

Fig. 142 Tela de espiga Fig. 143 Sarga espiga de dibujo Fig. 144 Sarga espiga de dibujo
transversal longitudinal
124 Sarga de losange
Las sargas de losange, también llamadas sarga de diamante, se obtienen
cuando tanto el remetido como el pedaleo son de orden en punta. Varios
de estos ligamentos se diferencian por nombres particulares. Uno de los
más conocidos es el ojo de ganso (pág. 153) cuyo ligamento se desarrolla
de una batavia de 4 lizos.
La sarga de 3 lizos de la figura 145 tiene un hermoso efecto por haber
doblado en panamá cada tres puntos del remetido y cada tres pasadas de
trama.
El ligamento en el tejido de la figura 147 se conoce como sarga de grano
o granito; de éste se desarrolla el dibujo algo más complicado del tejido
de la figura 149.

Fig. 145 Tejido de sarga de 3 lizos Fig. 146 Sarga de 3 lizos


Fig. 1 4 7 Tejido de sarga granito Fig. 148 Sarga granito
125

Fig. 149 Tejido con dibujo en Fig. 150 Dibujo en rombos de


rombos de sarga sarga
Fig. 1 5 1 Tejido de sarga Fig 152 Sarga interrumpida
interrumpida directa de 4 lizos directa de 4 lizos
Sarga interrumpida 127
Otro ejemplo de la variedad de ligamentos que se derivan de la
sarga es la sarga interrumpida, normalmente construida por grupos
de sargas separados. Son sargas interrumpidas directas aquellas
en que todos los grupos están en la misma dirección, como en los
tejidos de la figura 151 y 153, popularmente llamadas sargas de
granito.
En las sargas interrumpidas e inversas van las diagonales en
diferentes direcciones (fig. 155).
Finalmente, cabe decir que las sargas aquí descritas sólo
corresponden a una muestra de la multitud de variantes
existentes. Con un mayor número de lizos se aumentan las
posibilidades de variación de dibujos y la diversidad de ligamentos
que se desarollan a partir de este ligamento resulta así casi
infinita.

Fig. 1 5 3 Tejido de sarga Fig. 154 Sarga interrumpida


interrumpida directa de 6 lizos directa de 6 lizos
128

Fig. 155 Tejido de sarga interrumpida e inversa


Fig. 156 Sarga interrumpida e' inversa
Raso 129
Raso es el tercero de los ligamentos fundamentales y acaso el más per-
feccionado, pero tiene un uso limitado. Los tejidos de raso se caracterizan
por una superficie lisa y brillante debido a que los puntos de ligadura
están espaciados de forma que interrumpen siempre los escalonados. El
aspecto brillante del raso -también denominado satén, del francés satin-
se efectúa por el frecuente uso de materiales como lino o seda. Los
tejidos de raso tienen siempre dos caras diferentes, predominando bien el
efecto por urdimbre o bien el efecto por trama en la cara derecha del
tejido.
El ligamento de raso, que exige como mínimo 5 lizos, tiene aplicación en
algunas telas pero su uso principal se encuentra como ligamento com-
puesto en los tejidos de damasco.

Fig. 157 Tejido de raso de efecto por Fig. 159 Raso de efecto por trama
urdimbre
Fig. 158 Raso de efecto por urdimbre
130
19 Numeración de los hilos

El número —o título— de un hilo indica la longitud del hilo en un peso


determinado, lo cual a su vez nos da información sobre el grosor del hilo.
Existen diversos sistemas de numeración, entre los que distinguimos
como más frecuentes la expresión en número métrico, el número inglés y
el "Sistema Tex".

El número métrico (Nm)


Expresa los metros de hilo que entran en un kilo -o bien los metros en un
gramo.
Ejemplo: 1 kilo de hilo n.° 24 (Nm) = 2400 m - o bien, 24 metros del
material pesan 1 gramo.

El número inglés (Ni)


En la literatura referente a la tejeduría manual es corriente indicar el
número inglés para hilos de algodón y lino, mientras para lana es más
corriente el número métrico. La cifra de conversión a número métrico es
para algodón 1 . 7 (1.69), es decir, para conocer los metros que entran en
un kilo de algodón, el número inglés ha de multiplicarse por 1700.
Ejemplo: 1 kilo de hilo de algodón n° 8 (Ni) = 8 x 1700 Resultado: 13 600
m/kilo.
1 kilo de hilo de algodón n.° 20 (Ni) = 20 x 1700 Resultado: 34 000 m/
kilo.

Los números del hilo se refieren a un hilo en crudo; con tratamientos


como blanqueo o tintura se ocasionan pérdidas de peso. El porcentaje de
esta reducción se debe al proceso a que ha sido sometido el material y
resulta difícil de precisar con exactitud. Para hilos de algodón suele ser
sólo un 5% y de importancia menor para pequeñas cantidades. Ahora
bien, cuando se trata de hilos de lino hay que tener en cuenta una
notable diferencia de peso entre un hilo en crudo y un blanqueado o
teñido.
Ejemplo: 6000 metros de lino en crudo pesan 1 kilo; 6000 metros de lino
en color pesan 750 gramos.
Para convertir el número inglés a número métrico se opta por usar para el 131
lino los siguientes números:
Lino crudo 560
Lino blanco 700
Lino en color 650
Ejemplos: 1 kilo n.° 16 (Nil) en crudo = 16 x 560 = 8.960 m; 1 kilo n.° 16
(Nil) en color = 1 6 x 6 5 0 = 10.700 m

Hilos torcidos. Una gran parte de los hilos empleados en la tejeduría


manual son hilos torcidos generalmente de dos cabos, pero también es
frecuente el uso de hilos torcidos de varios cabos.
El número de cabos que entran en la torsión del hilo se escribe después
del número del material.
Ejemplo: (Ni) 1 6 / 2 - (Ni) 30/12.

Ahora bien, cuando se trata de hilos de lana se encuentra a menudo el


número de cabos delante del número del hilo. Ejemplo: 2 '7.
Para conocer la longitud de un hilo torcido, el número del hilo sencillo se
divide por el número de cabos que entran en la torsión.
Ejemplo: 1 kilo de hilo de algodón 1 6 / 2 (Ni)
16 x1700 13 600 m
2
1 kilo de hilo de lana 2 / 7 (Nm)
7 000 : 2 = 3500 m.
En realidad no resultan 3500 m exactamente, sino algo menos, debido a
que al retorcer los hilos éstos se contraen.
Además de los símbolos mencionados -Nm y Ni- se especifica con
diferentes títulos la clase de fibra del material, por ejemplo Nib como
significativo para hilos de algodón y Nel y Nil para hilos de lino.

Sistema Tex
Actualmente, y para no tener que pasar de un sistema de numeración a
otro según la materia de que se trate, se emplea tanto en el mercado
internacional como nacional un sistema general de numeración, llamado
sistema Tex. En él, el número representa el peso en gramos de 1000
metros de hilo de cualquier material.
Ejemplo: un hilo de número 80 Tex quiere decir que 1000 metros del mismo
pesan 80 gramos.

A continuación del número del hilo sencillo se pone la cantidad de hilos


que han sido torcidos conjuntamente.
132 A pesar de que el sistema Tex parece muy lógico, se emplea raramente
en textos de tejeduría manual en los que siguen utilizando —quizá por
razones tradicionales— las clasificaciones de número métrico para unos
materiales y de número inglés para otros. Finalmente podemos
constatar que el hilo más grueso es el de número más bajo, o sea,
cuanto más alto sea el número, más fino es el hilo, siempre y cuando se
emplee el número métrico o número inglés. El sistema Tex expresa lo
contrario, es decir, cuando más alto sea el número, más grueso es el
hilo, porque 1000 m pesan más. El hecho de que existan varios
sistemas para la numeración de los materiales puede dar lugar a
confusiones o causar problemas al determinar la finura de un hilo. Por
ello, y para facilitar al lector una idea sobre los grosores de los hilos que
se encuentran en las fotos de las págs. 134-137 y los que se han
utilizado en los proyectos de este manual, he completado los números
con indicación sobre los metros que entran en un kilo. Cuando el
material carece de numeración se cuentan los metros que entran, por
ejemplo, en 100 gramos —o en 50 gramos si el hilo es muy fino. El
recuento se realiza más fácilmente si el material está devanado en
madeja.
Ejemplo: En una madeja de 100 gramos contamos 120 hilos y el
perímetro de la madeja mide 1.3 m. Resultado: 120x1.3 = 156 m —o
sea, 1 kilo de material contiene aproximadamente 1560 m.

Cómo calcular el consumo de material


Para calcular el consumo de material para un tejido hace falta,
por una parte, conocer la longitud del hilo en un k i l o — o 100
gramos—del material previsto y, por otra parte, calcular el número
de metros necesarios para la urdimbre y la respectiva trama.

Cálculo del material para urdimbre


El consumo de material para una urdimbre se obtiene al multiplicar la
longitud de la urdimbre por el número de hilos de que se compone
-datos que se toman del proyecto- y, finalmente, dividir la suma por el
número de metros que entran en un kilo de material.

Ejemplo: Longitud de urdimbre 9 metros


Número de hilos 450
Material: Lana Nm 2/7 = 3500 m/kilo
9 x 450 = 1.16 kilo
3500
Cálculos del material para trama 133
Son muchos los factores que influyen en el cálculo del consumo de
material para la trama y por ello es difícil determinarlo con exactitud.
No obstante, a veces es preciso realizar un cálculo para asegurarse de
que habrá suficiente material para el tejido proyectado.
Primeramente hay que determinar el número de pasadas por centímetro,
el cual se multiplicará por los centímetros del largo del tejido. Hecho esto,
se multiplica la suma total de pasadas por el ancho del tejido en centíme-
tros. En este cálculo hay que tener en cuenta que la longitud real de la
pasada de trama es mayor que el ancho del tejido cuyo aumento se debe
al tipo de tejido, material, etc.

Ejemplo: Anchura en el peine 68 cm


Longitud de la pasada 70 cm - 0.7 m
N.° de pasadas por cm 6
Longitud de tejido 250 cm - 2.5 m
N.° total de pasadas 6 x 250 = 1500
Material: Lana Nm 2/7 3500 m/kilo

0,7 x 1500 = 0.3 Resultado: 300 gramos


3500

En el caso de que se disponga de cierta cantidad de un material y se


quiera saber la longitud de una urdimbre la fórmula será:

El peso del material x m/kilo = longitud de urdimbre


Número de hilos de la urdimbre

Cuando el factor más importante es la longitud de urdimbre se obtiene el


número de hilos de la urdimbre por la regla siguiente:
El peso del material x m/kilo = numero de hilos de la urdimbre
Longitud de urdimbre
134

LinoNil 8/3-crudo
1600 m/kg aprox.

Lino Nil 16/3-medio blanqueado


3460 m/kg aprox.

Lino Nil 16/2-crudo


4480 m/kg aprox.

Lino Nil 16/2-blanqueado


4460 m/kg aprox.

Lino Nil 16/1-blanco


8920 m/kg aprox.

Lino Nil 4-estopa


2500 m/kg aprox.

Lino bucle
4600 m/kg aprox.

Lino hilado a mano

Lino hilado a mano

Fig. 160 Hilos de lino


135

Algodón Ni 30/28
1500 m/kg aprox.

Algodón Ni 30/20
2100 m/kg aprox.

Algodón Ni 30/12
3500 m/kg aprox.

Algodón Ni 12/6
2800 m/kg aprox.

Algodón Ni 16/2
12800 m/kg aprox.

Cottolin Nel 22/2


6400 m/kg aprox.
60 % algodón 40 % lino

Algodón bucle
3100 m/kg aprox.

Fig. 161 Hilos de


algodón
136

Lana Nm 1.25
1250 m/kg aprox.

Lana Nm 2.5
2500 m/kg aprox.

Lana Nm 2/7
3300 m/kg aprox.

Lana Nm 7
7000 m/kg aprox.

Lana hilo anillado

Lana Nm 2/1.63

Fig. 1 6 2 Hilos de lana


Lana Berber

Lana torsal de 6 hilos

Lana de torsión fuerte

Lana alpaca, hilado a mano

Lana, hilado a mano y retorcido

Fig. 163 Hilos de lana


V Proyectos y aplicación
de diferentes técnicas
140 Generalidades acerca de los
tejidos y sus técnicas

Todo el conjunto de proyectos, muestras, tejidos y dibujos que se presen-


tan a continuación han sido cuidadosamente seleccionados siempre te-
niendo en cuenta, por una parte, ofrecer al futuro tejedor la más amplia
gama, dentro de las posibilidades de un manual de iniciación, de ejerci-
cios y muestras de tejidos para que ello sirva como base práctica a la
teoría que he presentado. Por otra parte, al tejedor no principiante le será
también de gran utilidad poder practicar y desarrollar nuevas ideas y
conocimientos a partir de los proyectos y tejidos que ahora se le ofrecen.
Sin embargo, debo hacer algunas aclaraciones, sobre todo en lo que
refiere a la terminología empleada. Cualquier profesional de la tejeduría
industrial y manual es buen conocedor de la dificultad que en estos
momentos hay para utilizar una terminología uniforme respecto, sobre
todo, a los nombres que deban darse a los tejidos. Como decíamos en la
introducción de este libro, la tejeduría manual, a partir de su distancia-
miento de la tejeduría industrial, se ha convertido en un conocimiento
que se ha ido transmitiendo de generación en generación, transmisión y
conocimiento que han sufrido una evolución distinta en unos países y en
otros y, en la mayoría de los casos, con una ausencia total o parcial de
literatura paralela que sirviera para afianzar los términos en que se iba
transmitiendo ese conocimiento.
Debo reconocer, pues, que, a pesar de los esfuerzos que en estos mo-
mentos se están haciendo en diversos países, principalmente europeos,
por unificar y poner al día toda la terminología referente a la tejeduría
manual, en el momento de finalizar este libro los resultados a que se ha
llegado no son todavía suficientes para ofrecer al lector un sistema de
nomenclatura coherente, y sobre todo adaptado a la tradición artesana
textil del país en que se encuentra.
Tanto en España como en el resto de Europa, los nombres que en la
actualidad tienen los tejidos no presentan ni siquiera uniformidad de
origen. Los más corrientes y fundamentales (como el tafetán, plana y
sarga) siguen el criterio de la industria textil de nombrar un tejido por su
ligamento; sin embargo, todo el resto de tejidos que corresponden más a
una tradición artesanal llevan nombres que tanto se pueden referir al
dibujo que representan, como a su origen o incluso a su función (camino
de rosa, red de Valdeverdeja, cinturón de monje, etc.).
He intentado ofrecer al tejedor español los tejidos de mayor tradición en 141
este país, pero también en este caso me he encontrado con la dificultad
de la terminología, que en algunos casos es hasta inexistente (por ejem-
plo, el tejido de Almería tiene el mismo ligamento que un camino de rosa
y en Canarias he encontrado un tejido, cuyo nombre no he podido averi-
guar, que es un cinturón de monje).
Por todo ello, he optado finalmente por remitirme a la terminología de
más uso en estos momentos en Europa y la más corriente, sobre todo en
diversos manuales y libros de iniciación europeos y algunos americanos,
manuales que muchos de los tejedores artesanos ya conocen y cuya
terminología me consta que se está empleando en la mayoría de escuelas
y talleres en España. Puede decirse que el país que en estos momentos
puede ofrecer no sólo más literatura sino también mayor experiencia
vigente y actualizada en tejeduría manual es Suecia, y es por esta razón
que no sólo la mayor parte de manuales (que el lector encontrará en la
bibliografía al final de este libro) son suecos, o traducciones del sueco,
sino que, además, muchos de los nombres de tejidos son también suecos
o de origen sueco, aun cuando todos los tejidos tengan su origen en
otros países de tradiciones más antiguas.
Me interesa especialmente aclarar este punto, por cuanto, a partir preci-
samente de mi propio origen, el lector pudiera pensar que utilizo esta
terminología o por comodidad o con la intención de imponerla en este
país. Ni una cosa ni otra son ciertas.
Debo manifestar, sin embargo, mi esperanza de que todos los esfuerzos
que actualmente se están realizando en España en este sentido tengan
resultados positivos y está en mi ánimo, como creo haberlo hecho hasta
el momento, animar y ayudar, en cuanto pueda en estos esfuerzos. Sin-
ceramente, creo que cualquier investigación sobre este punto es absolu-
tamente útil y necesaria, más aún en un país de gran tradición y riqueza
en la artesanía textil, pero cuyo estudio y recopilación en textos de la
misma no está ni mucho menos a la altura que ella se merece.
142 Mantel a rayas transversales
Foto en color p.148
Ligamento: panamá y reps por trama
Urdimbre: Cottolin Ni 22/2 (6200 rn/Kg) crudo y blanqueado
Trama: pasadas de fondo: cáñamo Ni 9, 1 hilo crudo y 1
hilo blanqueado: pasadas de dibujo: cáñamo Ni 9
Pomo: 4.5 pall/cm = 4 5 / 1 0 cm, 2 hilos/malla, 2 hilos/pall
Orillos: 4 hilos 2 veces
Ancho de peine: 40 cm
Número de hilos: 40 x 8 + 8 = 328
Densidad de trama: panamá 5 pasadas/cm (hilo doble);
reps 16 pasadas/cm (hilo sencillo)

La urdimbre está compuesta por hilos no blanqueados y blanqueados y el


urdido se realiza con cuatro bobinas, dos de cada color. En el remetido se
pasarán dos hilos juntos por cada malla, eligiendo un hilo de cada color o
dos iguales. Las pasadas de panamá -el fondo del tejido- se efectúan
pisando los pedales 1 y 2 y con trama doble, es decir, dos hilos embobi-
nados juntos. Para las pasadas de reps se utilizan los pedales 3 y 4 y la
trama, de hilo sencillo, se aprieta tan fuerte que la urdimbre quede total-
mente cubierta.

Fig. 1 6 4

Mantel a rayas en azul y marrón


Foto en color p. 148
Ligamento: sarga cruzada de efecto por urdimbre
Urdimbre: Cottolin Ni 22/2 (6200 m/kg)
colores: véase el orden de urdir
Trama: lino Ni 8 (4460 m/Kg) crudo
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
Orillos: 3 hilos/pall 4 veces 143
Ancho de peine: 34 cm
Número de hilos: 340 hilos + 8 = 348 hilos
Orden de urdir:
Colores Número de hilos
Blanco* 6 10 4 4 4 6 4 4 4 4 30 = 8 0 X 2 = 160
Azul claro 8 = 2 4 X 2 = 48
Azul oscuro 22 = 2 2 x 2 = 44
Marrón 10 6 6 4 4 4 6 4 4 = 4 8 x 2 = 96
348
*Se urde con un hilo crudo y un hilo blanqueado

Obsérvese que el orden de urdir sólo corresponde a la mitad de la urdim-


bre y que habrá que repetir los 30 hilos blancos, el centro del tejido, antes
de seguir en el orden opuesto para la otra mitad.
4 321

Fig. 1 6 5

Manta de reps por trama


Foto en color p. 149
Ligamento: tafetán
Urdimbre: algodón Ni 1 2 / 6 (tipo hilo de red)
Trama: lana Nm 1.25 (1250 m/kg)
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/ pall

Las mantas tejidas con este ligamento en que la urdimbre está cubierta
por la trama se conocen vulgarmente como "mantas pesadas".
Además de algodón pueden aplicarse urdimbres de yute, cáñamo o lana
para estas mantas, que más se asemejan a las colchas.

Fig. 166
144 Manta de cuadros
Foto en color 145
Ligamento: sarga batavia de 4 lizos
Urdimbre: lana Nm 2/6 (3000 m/Kg) negro, blanco, gris
Trama: lana Nm 2/6 diferentes colores
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
Ancho de peine: 140 cm
Ancho de tejido: aprox. 1 2 5 cm
Número de hilos:
Orden de urdir:

Colores: Número de hilos:


Blanco 72 24 24 112 24 24 72 = 352
Gris 68 68 68 68 = 272
Negro 112 112 = 224
Suma total 848

Al tejer este ligamento, es importante efectuar las pasadas desde el lado


correcto. Como podemos ver en la figura 1 6 7 habrá un hilo suelto en
cada borde al realizar la primera pasada desde la izquierda; si, en cambio,
se hace desde el lado (fig. 168) derecho se entrelazan bien todos los hilos.
Más adelante, en el apartado de acabados de las piezas, se indica el
sistema de torsión de los flecos de estas mantas. Sin embargo, se puede
adelantar va que este acabado debe realizarse antes de sacar las piezas
de! telar (véase pág. 231).

Fig. 167 Manera incorrecta de Fig. 168 Manera correcta de Fig. 169
empezar una sarga empezar una sarga
Manta en sarga batavia a cuadros, Cojín con dibujo de "semikrabba"
descripción en pág. 144 descripción en pág. 210.
146 Bufanda de cuadros
Foto en color p. 148
Ligamento: tafetán
Urdimbre: lana Nm 2/7 (3500 m/kg) lila, gris y negro
Trama: lana Nm 2/7
Peine: 4 pall/cm 1 hilo/malla - 1 hilo/pall
Orillos: 2 hilos 2 veces en cada lado
Ancho de peine: 33 cm
Ancho de tejido: aprox. 29
Número de hilos: 132

Orden de urdir:
Colores Número de hilos Suma
Lila 8 24 14 8
= 54
Gris 8 8 44 = 60
Negro 18 = 18
Suma total 132

Por combinaciones de colores en urdimbre y trama se construye una


variedad de distintos dibujos de cuadros y listas.
La bufanda de tafetán de la ilustración es un ejemplo de dibujo asimétrico
formado tanto por la disposición de los colores en la urdimbre como por
las variaciones en la trama.

Fig. 1 7 0
Bufanda en malva con listas blancas 147

Foto en color p. 148


Ligamento: sarga de 6 lizos y 3 pedales
Urdimbre: lana Nm 2/7 (3500 m/Kg) malva y blanco
Trama: lana Nm 2/7 malva
Peine: 6 pall/cm 1 hilo/malla - 1 hilo/pall
Ancho de peine: 26 cm
Ancho de tejido: aprox. 23 cm
Número de hilos: 156

Orden de urdir:
Colores Número de hilos Suma
Malva 33 6 42 6 33 = 120

Blanco 6 12 12 6 = 36
Suma total 156

El dibujo está construido por dos diferentes ligamentos de sarga, uno de


efecto por urdimbre y otro de efecto por trama. Para el primer ligamento
están los hilos —en este caso blancos— remetidos en los lizos 1, 2 y 3 y
para el otro —de color malva— en los lizos 4,5 y 6. El tejido requiere sólo
tres pedales porque los lizos en ambos ligamentos se anudan a los mis-
mos pedales.
Los hilos que formarán el dibujo de efecto por urdimbre deben cubrir
bien la trama y por ello hay que utilizar un peine más tupido que lo
normal.

Fig. 171
Arriba: Mantel en panamá y reps a Abajo: Bufanda en tafetán a Bufanda de sarga con dibujo de
rayas transversales, descripción en cuadros, descripción en pág. 146 espiga, descripción en pág. 150.
pág. 135. Bufanda de sarga en malva con
Mantel en sarga a rayas azul y listas blancas, descripción en pág.
marrón descripción en pág. 136 147.
Manta de reps por trama.
Realizado por Marta Urbina de
Bernal. Descripción en pág. 143.
150 Bufanda con dibujo de espiga
Foto en color p. 148
Ligamento: sarga
Urdimbre: lana Nm 2 / 7 (3500 m/Kg) malva y blanco
Trama: lana Nm 1.25 (1250 m/Kg)
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla - 1 hilo/pall
Ancho de peine: 28 cm
Ancho de tejido: aprox. 24 cm
Número de hilos: 140

Orden de urdir:
Colores Número de hilos: Suma

Malva 32 60 32 = 124

Blanco 8 8 = 16
Suma total 140

El ligamento es una sarga de espiga cortada con el remetido ordenado de


forma que el último hilo de una diagonal se encuentra por abajo y el
primero de la otra, por encima de la trama. Con esto se evitan los tramos
largos en el tejido que se producen con el remetido corriente de punta.

Fig. 172
Ojo de ganso 151

La técnica ojo de ganso u ojo de gallo es un ligamento de sarga sin revés,


es decir, las dos caras del tejido son iguales. Los dibujos de rombos u
"ojos" están formados tanto por el remetido como por el pedaleo, ambos
de orden en punta con un cierto número de hilos en cada dirección.
El dibujo de esta técnica es apropiado para muchas clases de tejidos y las
variaciones del dibujo son múltiples. En tejidos de mantelería se emplea
normalmente un dibujo de "ojos" pequeños mientras que en artículos
como mantas, colchas o alfombras es más corriente el uso de dibujos
mayores.
La proyección del dibujo y su correspondiente remetido se hace más fácil
cuando la urdimbre es de un solo color. Determinado el tamaño de los
dibujos se calcula el número de hilos a base de la tupidez de la urdimbre.
Cuando se aplican varios colores en la urdimbre habrá que ajustar el
número de hilos para cada uno de ellos, teniendo en cuenta el orden del
remetido y el dibujo que se desea construir. Calculado el número de hilos
para cada color se representa un orden de urdir y se comprueba la suma
total con el número de hilos para la anchura proyectada para el tejido.
Los bordes del tejido suelen tener un dibujo distinto al resto. Al remeter,
por ejemplo, más hilos en una misma dirección se obtendrá un dibujo de
ondulación en sentido de la urdimbre.
El mantel de ojo de ganso de la ilustr. de la p. 152, está tejido con dos
colores, azul y amarillo, tanto en urdimbre como en trama. En el proyecto
que corresponde a este mantel hay, además de la representación del
orden de urdir, otra representación llamada orden de tejer, en la que se
indican los centímetros que deben realizarse con cada color para obtener
el dibujo que en este caso es simétrico.
Al estudiar el gráfico podemos ver que el orden del pedaleo es idéntico al
orden del remetido y que la armadura corresponde al atado para una
sarga batavia.
Para lograr un buen resultado y un bonito efecto del dibujó habrá que
apretar las pasadas con regularidad y procurar que el ángulo de las diago-
nales sea de 45°. Cuando los hilos de urdimbre se encuentran algo espa-
ciados se utiliza trama de hilo doble para facilitar el tejido.
Al realizar un tejido de ojo de ganso no tardará en presentarse un hilo
suelto, sin tejer, en uno u otro de los extremos. Cuando el tejido consiste
en dibujos pequeños esto no importa mucho, porque con los frecuentes
cambios en el sentido del pedaleo se incluye el hilo alternativamente en
uno u otro lado. En otros tejidos en cambio, en los que se teje una
distancia larga, con el mismo orden del pedaleo, habrá que vigilar los
orillos y arreglar los hilos sueltos. Esto puede hacerse bien pasando la
lanzadera alrededor del hilo o bien iniciando cada dibujo nuevo desde el
lado opuesto.
Mantel de ojo de ganso.
Descripción en pág. 153.
Mantel de ojo de ganso 153

Foto en color p. 152


Urdimbre: lino Ni 4 (2500 m/Kg), azul y amarillo
Trama: lino Ni 4 (2500 m/Kg), azul y amarillo: dos hilos
bobinados juntos
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall
Ancho de tejido: 80 cm
Ancho de peine: 82 cm
Número de hilos 406 (debido al orden de urdir)

Orden de urdir:
Azul 60 hilos
Amarillo 22
44 — 6 veces 264 hilos
Azul 22
22 hilos
Amarillo
Azul _60 hilos____
total 406 hilos

Orden de tejer:
Borde 12 cm + 3 cm para remate = 15 cm azul
Dibujo 4,5 cm amarillo 9 cm
Dibujo 4,5 cm azul 6 veces = 54 cm
Dibujo 4,5 cm amarillo 1 vez = 4,5 cm
Borde 12 cm + 3 cm para remate = 15 cm azul
88,5 cm

22 h. amarillos Borde derecho


60 h. azules

22 h. azules

22 h. amarillos
Borde izq. 22 h. amarillos
Fig.173
60 h. azules
154 Tejidos de retales
Traperas, retaleras, jarapas o harapas son algunos de los muchos nom-
bres que existen referidos a tejidos realizados con tiras de trapos viejos.
Estos tejidos se fabrican en muy distintos puntos de España y se pueden
mencionar entre los artículos más actuales los que se usan para poner
debajo del colchón y más recientemente las fundas para los asientos del
coche.
Las urdimbres que se utilizan para estos tejidos de trapos son normal-
mente de hilos finos de algodón. Estas urdimbres no son las apropiadas
para tejer alfombras, que deben ser tejidos resistentes al desgaste y de
calidad rígida para quedar bien en el suelo. Por ello se aplica un material
más fuerte en la urdimbre y un peine más bien espaciado para que la
trama, que se ajusta fuertemente, pueda cubrir los hilos de urdimbre. El
hilo de red de algodón, que existe en diversos grosores, es un material
muy apropiado para urdimbres de alfombras y pueden utilizarse, por
ejemplo, los de número 1 2 / 6 y 1 2 / 9 o los similares, número 30/12 y
30/24.
Lo más frecuente es que se realicen las alfombras en tafetán o panamá,
pero también pueden realizarse en sarga. Para este último caso hay que
tener en cuenta que los hilos de urdimbre serán más visibles, por lo cual
deben ser de un color que se combine bien con el color de la trama.

Preparación del material de la trama


Todo el material debe ser preparado antes de iniciarse el tejido; hecho así.
se realizará el tejido más cómodamente sin las molestias de interrupcio-
nes en el trabajo por falta de material, además de que la composición de
los dibujos y colores se hace más fácilmente al disponer el material a la
vista. Para una alfombra de buena calidad se calcula aproximadamente
1 . 5 - 2 Kg. de trama para cada metro cuadrado.
La preparación de las tiras de trapos puede considerarse bastante labo-
riosa, sobre todo cuando se hace de piezas pequeñas, pero se compensa
por el aprovechamiento de un material que en otro caso no sería de
mucho valor. Si se trata de preparar mucha cantidad hay que procurar

Fig. 1 7 4 Manera de unir las tiras Fig 1 7 5 Manera de cortar las Fiq. 1 7 6 Lanzadera de alfombra
o retales tiras en círculo
que las piezas sean grandes. Las tiras han de ser de unidades largas. Para 155
ello se las une con una costura, cortadas primero las puntas de las tiras
en diagonal; no se recomienda el corte de retomo en esquinas ya que se
desgastan rápidamente en el tejido. El dibujo de la figura 175 enseña otra
manera de conseguir una tira larga, cortando en círculos una pieza que se
ha unido de modo que se ha formado un tubo ancho de la tela. Las telas
gruesas se cortan en tiras estrechas, mientras que las tiras de tela fina
pueden ser algo más anchas. El mejor material y del que se suele conse-
guir mejor resultado es el de algodón. Debe evitarse el uso de tela de
punto junto con otros materiales, por ser más elástico.
Sin embargo, puede utilizarse tela de punto pero sin mezclarlo con otros
tipos de telas de diferente calidad.
Al utilizar un material teñido hay que asegurarse de que el tinte sea
sólido, porque las alfombras de esta clase deben ser lavables.
El tejido
El resultado de la alfombra se debe no solamente a una adecuada elec-
ción del material, sino también a una cuidada realización del tejido. Para
apoyar las primeras pasadas y para conseguir la anchura correcta desde
el principio se pasa una varilla de madera por la calada. Hecho esto se
teje unos centímetros con el mismo material que la urdimbre, lo cual
servirá de base para el acabado de la alfombra y se hace lo mismo al final
del tejido.
Es importante dejar el material de trama muy abundante en pequeños
semicírculos y ajustar bien cada pasada con varios golpes del batán. El
tejido de alfombras se realiza mejor al utilizar un templazo (pág. 100, fig.
111) con lo cual se mantiene una anchura regular.

Alfombras retaleras
Fotos en color p. 156
Ligamento: panamá
Urdimbre: hilo de red Ni 1 2 / 6 o 30/12
Trama: tiras de tela (1 cm de anchas) dobles
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall
Orillos: 2 hilos 2 veces en cada lado

Fig. 1 7 7
Alfombras retaleras. Descripción
en pág. 154-155
Colgantes decorativos en nido de Bolsa en nido de abeja (abajo)
abeja (arriba) Descripción de la técnica en pág.
158
158 Nido de abeja (fotos en color pág. 157)
La técnica nido de abeja se caracteriza por las cavidades o "nidos" que
forma el dibujo en el tejido.
El ligamento consiste en dos diferentes dibujos de tafetán. Para uno de
ellos se sitúan los hilos en los lizos 1 y 2 y para el otro en los lizos 3 y 4; el
número de hilos remetido en cada grupo determina el tamaño de los
dibujos.
El tejido de los dibujos requiere cuatro pedales, cada uno atado a un lizo.
Además de las pasadas para los dos diferentes dibujos, se realizarán otras
que corresponden a un tafetán en todo el ancho del tejido. Para estas
últimas pasadas se bajarán dos lizos, el 1 y el 3, alternando con el 2 y 4.
Para ello se puede, o bien pisar dos pedales al mismo tiempo o bien
añadir y atar dos pedales extra, siendo esto último lo más cómodo.
El tejido debe empezar con una parte lisa realizada con los dos pedales
extras -o pisando dos a la vez-; hecho esto, se hacen dos pasadas con
los mismos pedales pero esta vez con material más grueso. Después se
tejerá el fondo de los "nidos" para uno de los dibujos.
Al efectuar las pasadas con los dos pedales, atados respectivamente con
el primero y segundo lizo, se teje un tafetán en las partes que tienen los
hilos situados en estos lizos, mientras que en las partes en que los hilos
están remetidos en los lizos 3 y 4 se encontrará la trama totalmente
suelta en el revés del tejido. Cuando el dibujo alcance la altura deseada se
le cierra con una o dos pasadas del material más grueso. Para estas
pasadas, que van en todo el tejido, hay que dejar el material muy abun-
dante, de modo que pueda ajustarse bien a la forma del dibujo y llenar
los espacios no tejidos.
El dibujo siguiente se teje con los pedales atados a los lizos 3 y 4 y se
termina con las pasadas de tafetán como se hizo para el dibujo anterior.
La técnica nido de abeja es fácil de tejer y especialmente apropiada para
colchas, pero también útil para tela de ropa y otros artículos. No obstante
deben evitarse dibujos grandes en los tejidos destinados a un uso prác-
tico, teniendo en cuenta los hilos sueltos que se presentan en el envés
del tejido. Esto es de importancia menor en tejidos cuyo objeto principal
es el decorativo y pueden aplicarse en ellos incluso dibujos excesiva-
mente grandes.
Se añade además a la representación del remetido una orden con el
número de hilos para cada grupo según el tamaño deseado de cada
"nido".
Nido de abeja (fotos en color pág. 157) 159

Urdimbre: cottolin Ni 22/2 (6400 m/Kg)


Trama: cottolin Ni 22/2 y
cintas o mechas de varios hilos
Peine: 5 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall

Véanse las explicaciones de la técnica en la página 158

Borde Gr. I Gr. II Gr. I Borde

= pasadas de hilo fino

= pasadas de hilo grueso

654321
Fig. 178 Tejido de nido de abeja Fig. 179
Alfom bra de reps. Descripción y
proyecto en págs. 1 6 1 - 1 6 2 .
Tejidos de reps 161

El ligamento reps por urdimbre es un tafetán donde la trama está cubierta


por la urdimbre, siendo ésta muy tupida. Es un ligamento muy apropiado
para alfombras de algodón, pero también útil para otros artículos.
La urdimbre tiene que llevar por lo menos dos colores diferentes para
formar el dibujo geométrico producido por el efecto de uno y otro de los
colores en la urdimbre. Lo característico para estas clases de tejidos es el
efecto acanalado en sentido de la trama.
El tejido consiste en hacer dos pasadas diferentes, una con hilo fino y otra
con hilo grueso. Los hilos de urdimbre que se encuentran por encima de
la pasada gruesa son los que constituyen el efecto principal en el tejido.
La función de las pasadas con el hilo fino es sólo la de cerrar los hilos
entre cada pasada con el material grueso. Al efectuar dos pasadas segui-
das con la trama gruesa se cambia la posición de los hilos de urdimbre y
a continuación predominarán los colores de los hilos antes ocultos.
Proyectado el diseño pare el tejido y determinada la anchura para los
diferentes dibujos, se calcula el número de hilos que requiere cada uno
de ellos basándose en el número de hilos por centímetro en la urdimbre.
Cuando el dibujo vaya a estar formado sólo por dos colores se prepara
toda la urdimbre con una o dos bobinas de cada color, pero si el diseño
está compuesto por varios colores se hace necesaria una representación
de orden de urdir
En la representación del remetido se anota, además del número de hilos
para cada dibujo, la distribución de los colores. Si la urdimbre se com-
pone, por ejemplo, de hilos azules y blancos, se remeten los hilos blancos
en los lizos 1 y 3 y los azules en los lizos 2 y 4 para un dibujo. Para el
dibujo siguiente se sitúan los hilos de forma opuesta, o sea, los azules en
los lizos 1 y 3 y los blancos en los lizos 2 y 4.
En la representación de los pedales pueden, además de las indicaciones
para el orden de pedaleo, anotarse los centímetros que deben ser tejidos
con cada uno de los diferentes efectos.
Al proyectar la longitud de la urdimbre hay que tener en cuenta que la
trama ocasiona una reducción del 15 al 20%.
El montaje de la urdimbre para esta clase de tejido es algo lento debido a
la cantidad de hilos, pero el tejido, en cambio, es sencillo y muy rápido.

Alfombra de reps en marrón y verde


Foto en color p . 1 6 0
Urdimbre: algodón Ni 1 6 / 2 ( 1 3 300 m/Kg), marrón, verde y blanco
Trama: pasadas de trama fina, algodón 1 6 / 2 , dos hilos marrones;
pasadas de trama gruesa, varios hilos marrones
162 Peine: 9 pall/cm 2 hilos/malla 4 hilos/pall (36 hilos/
cm)
Ancho de peine: 92 cm
Ancho de tejido: 90 aprox.
Número de hilos: 3324

Orden de urdir
Manteles individuales de reps 163

Urdimbre: cottolin Ni 22/2, blanco y color


Trama: pasadas de hilo fino cottolin 22/2, color;
pasadas de material grueso algodón torsal o
mechas de varios hilos
Peine: alt. 1 : 4 pall/cm 2 hilos/malla 4 hilos/pall
alt. 2:8 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall
Ancho de peine: 35 cm
Número de hilos: 560 (16 hilos/cm)

Nota:
Obsérvese que habrá dos hilos/malla.
siempre del mismo color
Remetido: x = color
o= blanco

Trama: —= hilo fino de color


o = trama gruesa (blanco)

Fig, 180 Detalle de un mantel de reps Fig. 181


Tejedora realizando una cortina 12 cm de ancho y cada 10 cm se
plegable de retales (pág. 165). Se hace una ida y vuelta de un
teje en tiras de aproximadamente extremo a otro en la pieza
Cortina plegable de retales
166 Tela de cortina
Ligamento: tafetán compuesto
Urdimbre: lino Ni 16/2 (4460 m/Kg) blanco
Trama: lino Ni 16/2
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall.

El dibujo de cuadros está construido por la combinación de tafetán y un


ligamento derivado de tafetán. El orden del remetido se divide en dos
dibujos con 16 hilos en cada uno. Para uno de los dibujos se utilizan los
pedales 1 y 2 y para el otro, los 3 y 4.
Es un ligamento cuya sencilla construcción puede dar lugar a diversos
efectos distintos utilizando diferentes materiales y variando el tamaño de
los dibujos.

4 321

Grupo II Grupo I

Fig 182 Tela de cortina


en tafetán compuesto 2

Fig. 183
"Dril de gota" 167

Urdimbre: lino Ni 16/3 (3460 m/Kg)


Trama: lino Ni 16/3
Peine: 8 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall.

La técnica dril de gota, cuyo ligamento es un derivado de tafetán, es


apropiado tanto para cortinas como colchas o telas de muebles y puede
realizarse o bien en lino como la muestra o bien en algodón. Bonitas
cortinas en esta técnica se pueden, por ejemplo, fabricar con algodón
tipo hilo de red, N¡ 30/6, para lo cual debe aplicarse un peine de 7 pall/
cm.

4 3 2 1
1
2
3
4

Fig. 184 Tejido en "dril de


gota"

Fig. 185
168 Tela de cortina. Tafetán y semigasa
El ligamento del dibujo, llamado semigasa, es especialmente apropiado
para tejidos de poca densidad y a menudo aplicado en telas de visillo.
Para las partes de tafetán en el tejido se remeten dos hilos por cada
espacio del peine, mientras los hilos que corresponden al dibujo se repar-
ten de la forma siguiente: primero se deja un espacio vacío, después se
pasan tres hilos juntos, se dejan dos espacios vacíos y se pasan de nuevo
tres hilos juntos, etc., según las indicaciones dadas en el dibujo del reme-
tido por peine (fig. 187, p. 169).
Para tejidos como éste, en que los hilos se reparten irregularmente, en el
peine, hay que calcular por un lado el número de palletas y, por otro, el
número de hilos.
Primero se calcula el número de palletas que ocupará un rapport, es
decir, los grupos que se repetirán. En este tejido requiere cada rapport 18
palletas - 9 para el tafetán y 9 para el dibujo. Al aplicar un peine de 5
pall/cm y suponer que el ancho de la urdimbre será de 120 cm, habrá
600 palletas en total (5 x 1 2 0 = 600). Por lo tanto se puede repetir el
rapport 33 veces ( 1 8 x 33 = 594). En las 6 palletas restantes y otras 3 se
remeterán los 18 hilos del grupo I —2 por palleta—, pues el tejido debe
terminar con un tafetán en el borde izquierdo.
Después se calcula el número de hilos para la urdimbre. Esto se hace más
fácilmente con una representación del orden del remetido en que se
indica el número de hilos para cada grupo y cuántas veces han de ser
repetidos.

Fig. 186 Tela de cortina en


tafetán y semigasa
169
Tela de cortina
Ligamento: tafetán y semigasa
Urdimbre: linoNi 8(4460m/Kg)
Trama: linoNi 4(2500m/Kg)
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla
Remetido por peine: 2 2 2 2 2 2 2 2 2 - 3 — 3 - - 3 - = 18 palletas,
27 hilos
Ancho de peine: aprox. 120 cm
Número de hilos: 909

Número de palletas:
Grupo I 9 palletas 18 palletas
Grupo II 9 palletas a repetir 33 veces = 594 palletas
Grupo II 9 palletas 1 vez = 9 palletas

Total 603 palletas


Número de hilos: Total
Grupo I 18 hilos 27 hilos
Grupo II 9 hilos a repetir 33 veces = 891 hilos
Grupo I 18 hilos 1 vez

= 18 hilos
909 hilos

4 3 2 1

Grupo
GrupoII II Grupo I I
Grupo

Grupo I
Grupo I

Grupo II Grupo I
Fig. 187 18 hilos
9 hilos
9 pall 9 pall
Fig. 1 8 7
170 Tela de cortina
Ligamento: derivado de tafetán
Urdimbre: algodón Ni 1 6 / 2 (12800 m/Kg), blanco
Trama: lino Ni 1 6 / 1 (8920 m/Kg), crudo o color
Peine: 8 pall/cm 1-2 hilos/malla 1-5 hilos/pall

Número de pall Número de hilos


Grupo I (tafetán) 1 hilo/pall 7 palletas 7 hilos
Grupo II (dibujo) 5 hilos/pall 1 palleta 5 hilos

8 palletas 12 hilos

Obsérvese que habrá dos hilos por malla en grupo II con un hilo sencillo
intermedio, y que los 5 hilos remetidos en este grupo pasarán juntos por
el peine.

Gr.
Gr.I I Gr.IIII
Gr. Gr.
Gr.II

rapport
rapport

3 2 1
Fig. 188 Tela de cortina en Fig. 189
técnica derivada de tafetán
171
Tela de tapicería
Ligamento: sarga de efecto por trama y tafetán
Urdimbre: algodón Ni 1 6 / 2 (12800 m/Kg), gris
Trama: lana Nm 2/7 (3500 m/Kg);
pasadas de sarga: 2 hilos de lana + 1 hilo fino de lino;
pasadas de tafetán: 1 hilo de lana
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
Orillos: 3 hilos/pall - 4 veces

Al tejer con el lado derecho del tejido hacia arriba y para lograr el efecto
por trama tienen que ser bajados tres lizos para cada pasada y se atan a
los pedales según la armadura A (fig. 1 9 1 ) . Este pedaleo resulta algo
pesado en un telar con montura de poleas y suele ser mejor realizar el
tejido con el revés hacia arriba, atados entonces los pedales según la
representación B (fig. 192). Obsérvese que la sarga es de diagonal de
izquierda porque el tejido será aplicado en el sentido de la trama al tapizar
el mueble.
Con las cuatro pasadas de tafetán, efectuadas con los pedales 1 y 2,
entre las partes de sarga se obtiene un bonito efecto de relieve en el
tejido. La trama para la sarga es de tres hilos, dos de lana y uno de lino,
mientras que para las pasadas de tafetán se utiliza hilo sencillo.
65432 1

6543 21

Fig. 190 Tela de tapicería Fig. 1 9 1 Armadura para tejer con


el derecho hacia arriba
Fig. 192 Armadura para tejer con
el revés hacia abajo
172 Pata de gallo
Ligamento: tafetán
Urdimbre: lana Nm 2/7 (3400 m/Kg) azul y blanco
Trama: lana Nm 2/7
Peine: 4 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall

La urdimbre se prepara con dos bobinas de cada color.

El tejido llamado "pata de gallo" es un ligamento de tafetán cuyo dibujo


está formado por hilos de diferente color tanto en urdimbre como en
trama.
Al sacar el dibujo del ligamento -o proyectar un tejido como éste- hay
que tener en cuenta que el ligamento no es lo más importante, sino el
dibujo que se construye por la combinación de colores. Así habrá que
indicar los hilos visibles del color que formará el dibujo, en este caso los
blancos, sean de urdimbre o de trama.

2 1
x= hilo blanco
o = hilo de color

Fig. 193 Tela de pata de gallo Fig. 194


Tejidos adamascados 173

Se denominan tejidos de dril o adamascados aquellos que se fabrican a la


manera del damasco y cuyos dibujos geométricos se obtienen al combi-
nar un ligamento de efecto por urdimbre con el mismo ligamento de
efecto por trama. Los tejidos adamascados más simples son los de tafe-
tán, mientras que el uso de ligamentos de sarga ofrece más variaciones.
Con la aplicación de raso en positivo y negativo se realzan los efectos de
luz reflejados en partes brillantes y partes mates con lo cual los dibujos
aparecen más claramente.
Para obtener los dos efectos opuestos se ordenan los hilos para uno y
otro en distintos grupos de lizos, cuyo número se debe al ligamento que
se aplica. Cuando la construcción del dibujo está basada en tafetán es
suficiente con 4 lizos, mientras que un tejido adamascado basado en
sarga normalmente necesita 8 lizos y la aplicación de raso por su parte
requiere como mínimo 10 lizos.
La disposición del remetido para tejidos de esta clase debe ser pensada
debidamente, por lo cual es conveniente realizar primero un patrón del
dibujo en el que se dibujan en negro las partes de efecto por trama y en
blanco las de efecto por urdimbre. Al proyectar el diseño hay que tener
en cuenta que ambos bordes serán igual de anchos y que deben ser los
mismos dibujos que empiecen y terminen el teiido en el lado izquierdo y
derecho.

Tejidos adamascados de tafetán


Llamamos adamascados de tafetán aquellos cuyo dibujo adamascado
está construido en base de tafetán. El dibujo geométrico se forma por los
tramos largos de la trama que se encuentran alternativamente en el
derecho y el revés del tejido. Para que estos tramos no sean demasiado
largos se ordena el remetido de modo que se entrelace un hilo de urdim-
bre con la trama a intervalos regulares. Estos "hilos de ligadura" dan lugar
a un dibujo listado que caracteriza a estos tejidos.
El dibujo consiste en dos efectos diferentes, cada uno de los cuales
requiere un par de lizos; se utiliza el 1 y 2 para un grupo y el 3 y 4 para el
otro.
Para entrelazar la trama se sitúan cada 5 hilos en un lizo diferente. En el
remetido de la figura 198 se encuentra este hilo alternativamente en un
lizo de número par e impar, o sea, para el grupo I está remetido una vez
en el 3.° y otra vez en el 4.° lizo y para el grupo II en el 1 . ° y 2.° lizo.
174 Cuando termine un dibujo y empiece otro se hace innecesario el hilo del
ligado, por lo que se excluye.
El tejido requiere 4 pedales 2 de ellos atados para los dibujos y dos para
pasadas de tafetán. Para formar uno de los dibujos se utiliza el pedal
número 1 y para el otro el pedal número 4, además de que se efectúa
una pasada de tafetán entre cada una de dibujo, pisando alternativa-
mente el 2 y el 3.

Fig. 1 9 5 Dibujo adamascado de Fig. 196 Dibujo adamascado de


tafetán (descripción en pág. 175) tafetán (descripción en pág. 176)
Adamascado de tafetán (fig. 195) 175

Urdimbre: algodón Ni 20/2


Trama: lino Ni 1 2 / 1
Peine: 9 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall

Para conocer cuántas veces se repetirán los dibujos, se calcula primero el


número total de hilos para una anchura preliminar, se descuentan los 8
hilos de los orillos y los 19 hilos del grupo II, con que debe terminar el
remetido para el borde izquierdo; después se dividen los hilos restantes
por 28, grupo I y II.
Para la trama puede utilizarse o bien el mismo hilo para las pasadas de
dibujo y fondo o bien diferentes; para este último se emplea un hilo más
fino para el fondo, las pasadas de tafetán, y un hilo algo más grueso -del
mismo color o distinto- para las pasadas de dibujo.

1 2 3 4

Grupo II Grupo I Borde

Grupo I

Fig, 1 9 7
176 Adamascado de tafetán (Fig. 195)
Urdimbre: algodón Ni 1 6 / 2 (12800 m/Kg) blanco
Trama: lino Ni 1 6 / 1 (8960 m/Kg) crudo
Peine: 8 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall

El orden de los 10 hilos se repite 4 veces, más una vez en que se excluye
el último hilo siendo éste innecesario al terminar un dibujo y empezar
uno nuevo. El ancho de los dibujos será de unos 3 cm si la urdimbre es
de 16 hilos por centímetro, como en este proyecto, y se remeten 49 hilos
en cada grupo. Para construir dibujos mayores se repite el remetido de
los 10 hilos hasta conseguir el ancho deseado.

Grupo I Borde

Borde Grupo II

4321

Fig. 195
177
Tejido de dibujo adamascado de 8 lizos
El dibujo adamascado en este tejido está construido por dos diferentes
ligamentos de sarga cruzada, uno de ellos de efecto por trama y otro de
efecto por urdimbre. Cada uno de los dos ligamentos requiere 4 lizos y 4
pedales y, por lo tanto, hacen falta 8 lizos y 8 pedales para este tejido.

El patrón (fig. 199)


Para conocer el número de hilos de urdimbre y pasadas de trama para
cada uno de los dos dibujos se proyecta primero un patrón del diseño.
Para ello se utiliza un papel cuadriculado en el que se supone que cada
cuadrito corresponde a un cierto número de hilos y que las partes dibuja-
das en negro corresponden a dibujos de efecto por trama, mientras que
las blancas significan dibujos de efecto por urdimbre.
En dos renglones por debajo del patrón se hace una representación de la
anchura de los diferentes dibujos, marcados en negro los cuadritos co-
rrespondientes, alternativamente en uno u otro de los renglones. Supo-
niendo que cada cuadrito corresponde a 4 hilos, se calcula fácilmente el
número de hilos que han de ser remetidos en uno u otro cuerpo de lizos.

El remetido
Cada raya trazada en una columna de 4 cuadritos significa 4 hilos, que
serán remetidos en orden seguido. De esta manera se delimita la repre-
sentación del remetido, que en otro caso resultaría muy larga.
El tejido representado en este proyecto tiene un borde de dibujos peque-
ños, remetidos 8 hilos alternativamente en los 4 primeros o 4 últimos
lizos. El diseño del resto del tejido se compone de dibujos más grandes
(de 60 hilos) entre los que hay dos dibujos pequeños. El remetido del
grupo I y II se repite según el ancho deseado y se termina con el grupo I
antes de remeter los 80 hilos para el borde izquierdo.

El pedaleo
El orden de pedaleo sigue los mismos principios que el remetido. Al
utilizar los 4 primeros pedales, pisándolos en orden seguido, se obtiene
un dibujo de efecto por trama en las partes en que los hilos están remeti-
dos en los primeros 4 lizos, mientras predomina el efecto por urdimbre en
las otras. Con el uso de los pedales 5 - 8 se construye el efecto opuesto
en todas partes.
Para esta clase de tejido hay que prestar suma atención al atado de los
pedales y suspensión de los lizos, sobre todo si el telar no es de sistema
de contramarcha.
178 Mantel de lino en dibujo adamascado
de 8 lizos
Ligamento: sarga cruzada
Urdimbre: lino Ni 20, crudo
Trama: lino Ni 28, medio blanqueado
Peine: 8 pall/cm 1 hilo/malla 3 hilos/pall
Ancho de tejido: 38 cm aprox.
Ancho de peine: 40 cm
Número de hilos: 980
Orden del remetido:

Borde derecho 80 hilos 80 hilo


Grupo 1 60 hilos 1 5 2 hilos s
Grupo II 92 hilos repetido 5 veces 760 hilo
Grupo 1 60 hilos 1 vez s
60 hilo
Borde izquierdo 80 hilos s
80 hilo
s
Total 980 hilos
87654321

Fig. 199
179

Fig. 200 Mantel de lino en Fig. 201 Composición de dibujo


dibujo adamascado de 8 lizos adamascado
180 Tejidos de doble ancho y tubulares
Las dos capas de urdimbre son idénticas tanto para los tejidos tubulares
como para los de doble anchura, por lo cual se preparan de forma nor-
mal, como si fuera una sola urdimbre. No obstante, hay que calcular el
número de hilos para dos urdimbres. Si la tupidez del peine es de 3
palletas por centímetro y se supone que habrá un hilo por palleta para la
densidad del tejido, se calcula para un tejido de doble urdimbre el doble,
o sea dos hilos por palleta. Para que las uniones en ambos lados de un
tejido tubular sean correctas se ajusta el número de hilos de forma que
resulte un número impar. Observamos en los dibujos del remetido por
peine que los hilos están más espaciados en los bordes que serán entre-
tejidos; esto se hace para evitar un efecto de tejido más denso ocasio-
nado por el encogimiento en los extremos. Para tejidos de doble ancho
hay que recordar los orillos y pasar los hilos dobles tanto para una capa
como para la otra.
Siempre que un tejido está compuesto por dos capas hace falta doble
número de lizos y pedales que para un tejido sencillo del mismo liga-
mento. Un tejido de tafetán se puede realizar con 4 lizos y 4 pedales y
una sarga de 3, con 6 lizos y 6 pedales, mientras que una sarga de 4, que
es lo más corriente, requiere 8 lizos y 8 pedales.
Los principios del atado de los pedales son los mismos para los tejidos de
doble ancho que para los tubulares, y el pedaleo se dispone en tal orden
que el tejido pueda realizarse cómodamente, pisando los pedales siempre
en orden seguido. Sin embargo, hay una diferencia entre las armaduras
para un telar de sistema de contramarcha y uno de poleas. En un telar de
contramarcha se ata, además, un pedal extra, el número 5 para tejidos de
tafetán y el número 9 para los de sarga.
La función de este pedal extra es la de facilitar la separación de las dos
capas y se pisa con el pie izquierdo para cada pasada nueva, pero obsér-
vese que hay que soltarlo al pisar con el pie derecho el pedal que corres-
ponde a la pasada.
En tejidos de doble ancho hay que observar cuál será el lado correcto de
la primera pasada, para obtener la unión en el lado deseado. Estudiando
los gráficos que representan el corte del tejido se puede seguir el camino
de las diferentes pasadas, y hacerse una idea de cómo funciona el tejido.
Cuando se realizan tejidos de esta clase es preciso prestar suma atención
a los bordes, sobre todo en los tejidos de doble ancho, teniendo en
cuenta que al desdoblar el tejido molestarán los defectos eventuales.
Para que el ajuste de la trama con el batán se realice con la misma
inclinación en las dos capas es preferible tejer en pequeñas etapas entre
cada enrollado.
Hay otros tipos de tejido que precisan también un montaje de doble
urdimbre, como son el de "doble-tela unida" y el "tejido finlandés", pero
cuya representación omitimos en este manual de iniciación por tratarse
de procesos más complejos, que requieren, sobre todo, un nivel teórico
superior al que se pretende dar en este libro.
Tejido tubular de tafetán 181

Urdimbre: algodón Ni 12/6 (2800 m/Kg), hilo de red


Trama: lana o otros materiales
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall
Ancho de peine: 30 cm
Número de hilos: 180
Nota:
Los dos hilos que pasarán por una misma palleta vendrán del 2° y 3er lizo
y del 1o y 4o respectivamente.
202

F¡g. 202 Tejido tubular de Fig. 203 Tejido tubular (telar de Fig. 204 Tejido tubular (telar de
tafetán polea) contramarcha)
= atar a leva corta
= atar a leva larga
= sin atar
Fig. 205 Tejido de doble ancho Fig. 208 Tejido tubular de sarga = atar a leva corta
en tafetán (telar de polea) (telar de contramarcha) = atar a leva larga
Fig. 206 Tejido de doble ancho Fig. 209 Tejido doble ancho de = sin atar
en tafetán (telar de contramarcha) sarga (telar de polea)
Fig. 207 Tejido tubular de sarga Fig. 210 Tejido de doble ancho
(telar de polea) de sarga (telar de contramarcha)
Fig. 211 Tejido decorativo en
técnica de doble urdimbre (realiza-
ción de la autora)
184 Camino de rosa
La técnica denominada camino de rosa o simplemente "la rosa" es quizá
la técnica más corriente y popular en la tejeduría manual, ya que, a pesar
de su sencillez, da lugar a múltiples dibujos diferentes además de que
permite la realización de muchas variaciones inventadas por el propio
tejedor.
El dibujo es un ligamento de sarga cuyo remetido está ordenado en
grupos en forma de V con un hilo entre cada grupo situado en el último
lizo. El número de lizos puede variar, siendo lo más corriente el uso de 4
lizos.
Existen varias clases de camino de rosa, construidos por el mismo reme-
tido pero con distintos pedaleos o armaduras. En los proyectos siguientes
están representados los órdenes de pisar los pedales para realizar los
dibujos más corrientes en dos clases de camino de rosa, una combinada
con fondo de tafetán o reps y la otra con pedaleo en orden opuesto. Una
vez que se conozcan los principios de construir los dibujos para una u
otra clase de camino de rosa no resulta difícil variar el pedaleo para
nuevas combinaciones.

Fig. 2 1 2 Tejido de Almería en


técnica de camino de rosa
Camino de rosa con tafetán 185

Foto en color p. 208


Urdimbre: lana Nm 2/7
Trama: fondo: Lana Nm 2/7 1 hilo
dibujo: Hilo doble del mismo material que el fondo
o tres hebras de un hilo más fino
Peine: 4 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall

Cuando se combinan en un mismo tejido unas partes de dibujo con otras


lisas de tafetán, hay que procurar que la densidad del tejido quede uni-
forme, apretando menos las pasadas que se realizan para las partes lisas y
ajustando más fuertemente cuando se combinen con pasadas de dibujo;
se ha de tener en cuenta que éstas ocasionan más separación en las
partes visibles del fondo.
Con urdimbre de lana se pueden realizar varios artículos, como chales o
telas de vestidos, llenando el tejido con más o menos dibujos o haciendo
sólo una o varias cenefas.

6 54321

Fig. 2 1 3
186
Camino de rosa con reps por trama
Foto en b/n p. 234
Urdimbre: algodón hilo de red 12/6 o 24/12
Trama: fondo: 1 hilo
dibujo: 2 hilos
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall

El fondo, en este caso, es un reps por trama que debe cubrir bien los hilos
de urdimbre; por ello se utiliza un peine más espaciado y se ajustan todas
las pasadas con firmeza (remetido fig. 213).

Camino de rosa de pedaleo opuesto


Foto en p. 187
Urdimbre: lino Ni 8/3 (1600 m/Kg) crudo
Trama: lana de alfombras (1250 m/Kg)
lino Ni 4 (2500 m/Kg) doble o triple
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall

El dibujo lo construyen dos pasadas alternativas, una de dibujo y otra de


fondo. Para la trama del fondo bajan los hilos de urdimbre que son
levantados para la trama de dibujo. De esta forma se construyen 4 dife-
rentes puntos de dibujos opuestos en los que las pasadas del dibujo se
convierten en fondo en la pasada' que siempre viene a continuación a la
que se considera como pasada del dibujo. Para que se distinga el efecto
de unas y otras pasadas se utilizan o bien dos colores distintos o bien
hilos de dos materiales diferentes, por ejemplo lana para las pasadas de
dibujo y lino para el fondo o viceversa.

4321
Fig. 214
187

Fig. 2 1 4 bis Camino de rosa de


pedaleo opuesto
188 Variación del camino de rosa
Cojín y colgante decorativo, foto en b/n p. 235
Urdimbre: lana Nm 2/7 + lana Nm 1.25
Trama: fondo: lana N 2/7, hebra
m 2/7,
dibujo: lana N una hebras
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla
m dos 1 hilo/pall
Ancho de peine: 39 cm
Número de hilos: 117

Se prepara la urdimbre con tres bobinas, dos de la lana más fina, Nm 2/7,
y una de la más gruesa, Nm 1.25. Al mezclar dos grosores distintos en la
urdimbre se obtiene una estructura más viva en el fondo del tejido. Al
remeter los hilos se elige un hilo grueso o uno fino tal como aparezcan,
evitando que el hilo grueso se coloque siempre en el mismo sitio, con lo
cual se obtiene un relieve más interesante en la superficie del tejido. La
representación gráfica del remetido es de 24 hilos que forman un dibujo:
para hacer el proyecto completo debe repetirse 5 veces el dibujo pero la
última vez sin pasar los tres últimos hilos para terrrlinar tal como se
empezó.

6 5 4 3 2 1

Fig. 215
189
Cinturón de monje
Es una técnica de dibujo brochado que se obtiene por un remetido en
que los hilos de urdimbre están ordenados en grupos de tal forma que la
trama pasa por encima y por debajo del tejido de fondo en unos tramos
más largos y otros más cortos.
El tejido se realiza con dos pedales para pasadas del dibujo y dos para el
fondo de tafetán. Al repetir las pasadas de dibujo utilizando el mismo
pedal se construyen cuadritos o columnas. El dibujo más característico de
esta técnica es una estrella formada por ocho cuadritos. El número de
columnas estrechas entre las más anchas, que constituyen la estrella,
puede variar. También se puede ordenar el remetido en dos grupos igua-
les situados en los lizos de forma que se construye el mismo dibujo en
negativo y positivo.
La técnica de cinturón de monje es muy apropiada para tejidos de man-
telería, cortinas, cojines, etc. Puede realizarse sólo una cenefa para deco-
rar el tejido, o se teje un dibujo que cubre todo el tejido como en los
manteles de la foto de color de la página 193 . En artículos de uso deben
evitarse dibujos de tramos muy largos teniendo en cuenta que el hilo
pasa suelto sobre el tejido. Cuando se trata de un tejido decorativo, en
cambio, se pueden aplicar dibujos de mayor tamaño para lograr motivos
y efectos más vistosos.

Fig. 216 Tejido de Canarias en


técnica de cinturón de monje
190 Cinturón de monje
Urdimbre: lino Ni 16/2 crudo o blanco
Trama: fondo: lino Ni 16/2;
dibujo: lino 16/2 en color doble o triple o lino 4
doble
Peine: 7 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall
Ancho de tejido: 38 cm
Ancho de peine: 40 cm aprox.
Número de hilos: 276

Orden del remetido:


Borde derecho 17 hilos 17 hilos
Grupo I 26 hilos 36 hilos, 6 veces 2 1 6 hilos
Grupo II 10 hilos
Grupo I 26 hilos 1 vez 26 hilos
Borde izquierdo 17 hilos 17 hilos

Total 276 hilos

Borde Grupo II Grupo I Borde

Fig. 217 Detalle de tejido de


cinturón de monje

Fig. 218
191
Cinturón de monje
Mantel de dibujo amarillo, foto en color p. 193
Urdimbre: algodón Ni 20/2
Trama: fondo: Lino Ni 1 6 / 1
dibujo: Lino 16/2
Peine: 9 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall

Orden del remetido:

Borde derecho 8 hilos


Grupo I 24 hilos.
Grupo ll 24 hilos a repetir según anchura del tejido
Grupo I 24 hilos
Borde izquierdo 8 hilos

Las columnas amarillas de este mantel se consiguen al utilizar sólo uno


de los dos pedales atados para las pasadas de dibujo. No obstante, el
remetido permite la realización de otros dibujos.

Grupo I

Grupo II

Fig. 2 1 9
192
Cinturón de monje
Mantel de dibujo rojo, foto en color p. 1 9 3
Urdimbre: algodón Ni 16/2, crudo
Trama: fondo: lino Ni 8 / 1 , medio blanqueado
dibujo: lino Ni 1 6 / 1 , color, dos hilos
Peine: 8 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall
Orillos: 4 hilos/pall 2 veces en cada borde

El remetido consiste en dos grupos, uno de 14 pares de hilos (28 hilos)


Fig. 220
que dan lugar a las columnas estrechas y cuadros pequeños y otro grupo
de 30 pares de hilos (60 hilos) correspondientes a la estrella. El remetido
debe empezar y terminar con el grupo I, Entre principio y final podrán
repetirse los grupos I y II tantas veces como sea posible dentro del ancho
de tejido proyectado.
Dos manteles en cinturón de
monje. Mantel de dibujo rojo,
proyecto en pág. 192; mantel de
dibujo amarillo, proyecto en pág.
191
194 Tejidos de gasas labradas
Generalmente se designa por gasa un tejido de poca densidad. Estos
tejidos pueden ser elaborados de diferentes maneras dando lugar a boni-
tos efectos de calados, limitados o bien a una cenefa como en el mante-
lito de la página 201 o bien aplicados más ampliamente en diseños libres
para tejidos decorativos o tapices. El tejido de la figura 229 es muestrario
de diferentes tipos de calados, ilustrados en las figuras 221-225. Estos
puntos son, por una parte, la llamada gasa de vuelta y el dibujo conocido
como medallón danés y, por otra, una variante de la técnica red de
Valdeverja.

Gasa de vuelta
La gasa de vuelta es un ligado especial que consiste en hacer cambiar de
posición los hilos de urdimbre, pasando unos por encima de otros. En la
industria se consigue este efecto mediante lizos especiales y otros arre-
glos como el empleo de dos plegadores de urdimbre. En la tejeduría
manual el efecto se consigue normalmente pasando a mano la trama que
dará vuelta a los hilos o grupos de hilos de urdimbre.
El número de hilos que se envuelven entre sí para formar el dibujo puede
variar dependiendo de la densidad de la urdimbre y del efecto que se
desea lograr. Cuando las vueltas se hacen con pocos hilos y éstos se
encuentran en un espacio corto se obtiene un dibujo de poca altura; por
el contrario, si los hilos que dan la vuelta se encuentran muy espaciados
en el peine, se formará un dibujo más grande.
Es importante tener en cuenta que la trama que sujeta los hilos retorcidos
debe quedar bien tensa siendo a veces necesario reforzar los orillos a
base de cortas pasadas de tafetán. El envolvimiento de los hilos se realiza
normalmente en calada cerrada cogiendo los hilos que se quieren retor-
cer y pasando por ellos la trama. Si se pasa una varilla de madera por los
hilos retorcidos y se pone de canto, se consigue una apertura por la que
pasa más fácilmente la lanzadera.

221 222

Figs. 221 y 222 Variaciones de gasa de vuelta


Figura 223 195
Son muchas las variaciones que se pueden conseguir por el procedi-
miento de envolver o retorcer los hilos de urdimbre. Los dibujos de esta
figura consisten en agrupar los hilos mediante una vuelta con la trama.
Para formar el dibujo superior se hace simplemente una vuelta alrededor
de un grupo de hilos, tensando la trama de forma que los hilos queden
bien agrupados. Para el dibujo inferior de la misma figura se pasa la
lanzadera por la calada retorciendo sólo los hilos que se encuentran en la
capa superior.

Medallón danés
La técnica conocida con el nombre de medallón danés es un procedi-
miento sencillo de formar un dibujo cuyo diseño es muy flexible. Se
necesitan dos tramas distintas, una para el fondo de los dibujos y otra,
más gruesa, para los contornos de los mismos. Los dibujos se construyen
de la forma siguiente: se teje una pasada completa con la trama gruesa
desde el lado izquierdo dejando el cabo final fuera del tejido. Esta trama
debe dejarse muy abundante y se ajusta ligeramente. A continuación se
tejen varias pasadas con la trama del fondo hasta alcanzar la altura de-
seada del dibujo. Se abre la calada siguiente y se pasa la lanzadera con el
hilo grueso hasta el lugar del primer medallón donde se subirá por en-
cima del tejido.
Con ayuda de un ganchillo introducido por debajo de la pasada del hilo
grueso se recoge una lazada del hilo que forma el contorno superior del
dibujo. Se pasa la lanzadera por esta misma lazada y se tensa fuerte-
mente el nudo formado. Se abre de nuevo la calada, se pasa la trama
hasta el dibujo siguiente y se repite el mismo procedimiento. Al llegar al
extremo izquierdo del tejido se remete el cabo antes dejado fuera del
tejido.

223 224

F¡g. 223 Dos maneras de envolver y retorcer los hilos F¡g. 224 Medallón danés
196 Red de Valdeverdeja
El efecto de calado en los tejidos llamados red de telar o red de Valde-
verdeja se consigue a base de pasadas que nunca abarcan todo el ancho
de la urdimbre pero que se unen de vez en cuando en los huecos que
ésta deja. En el tejido de la figura 229, una de las listas se ha realizado con
los principios de dicha técnica que aparece ¡lustrada en detalle en la
figura 225.
Para formar el dibujo se empieza con unas cortas pasadas en el lado
izquierdo del tejido. Hecho esto, avanza la lanzadera por otro grupo de
hilos y se tejen de nuevo unas pasadas cortas, continuando así en peque-
ños grupos hasta el final del tejido. Al colocar cada una de las pequeñas
pasadas con tensión correcta no son necesarios los ajustes con el batán.
Cuando se repite el mismo movimiento de derecha a izquierda se cons-
truye un dibujo más completo.
Con el mismo procedimiento se pueden conseguir variaciones muy inte-
resantes tejiendo en unos pasos cortos y otros largos, abriendo nuevos
huecos o uniendo unos dibujos en partes lisas.
El dibujo calado en los verdaderos tejidos de Valdeverdeja como el visillo
de las figuras 227 y 228 es elaborado a base de pasadas cortas repartidos
los grupos de hilos de manera que los huecos entre ellos formen líneas
diagonales que. a su vez, constituyen la rica ornamentación de estos
tejidos.

225

226

Figs 225 y 226 Red de telar o Figs. 227 y 228 Cortina en la


de Valdeverdeja técnica red de Valdeverdeja (Mu-
seo de Artes y Tradiciones
Populares de la Universidad
Autónoma de Madrid)
Primavera. Variaciones de tafetán y
sarga. Realizado por la autora
231

Fig. 229 Tejido calado de,diferentes técnicas Fig. 230 Variación libre en la técnica red de Valdeverdeja
1
Fig. 231 Manera de tejer la técnica red de Valdeverdeja
Mantel en lino con adorno de dibujo calado 199
Urdimbre: lino Ni 16/ 1 , blanco
Trama: lino Ni 16/ 1 , blanco
Peine: 5 pall/cm 1 hilo/malla 2 hilos/pall

Primero hay un sencillo calado de gasa de vuelta con 4 hilos en cada


grupo y a continuación 9 pasadas de tafetán. El dibujo está formado por
grupos de 8 hilos, tejido un grupo en tafetán y el otro envolviendo los
hilos como muestra la figura 233.

233

Fig. 232 Mantel en lino con Fig. 233 Variación de gasa de


dibujo calado vuelta
200

Esperanza. Tejido en cinturón de


monje. Realizado por la autora
Tejido decorativo en técnicas
mixtas: H.V. y tejido ruso.
Mot juset /Hacia la luz: Realizado
por Sara Svensson
202 Tejidos brochados
Son tejidos cuyos dibujos se parecen a un bordado. Los dibujos se for-
man sobre el tejido de fondo con una o varias tramas suplementarias, una
para cada dibujo.
Entre cada pasada de dibujo se hace una, dos o tres pasadas de fondo.
Las de dibujo pueden ser continuas en todo el ancho del tejido pero lo
más frecuente es que se limiten a ciertos lugares para formar un motivo.
Los dibujos brochados se aplican o bien para decorar un tejido de dibujos
espaciados en la superficie o bien se construye un motivo más complejo.
En los siguientes apartados están descritas con más detalle las caracterís-
ticas de algunos de los brochados más corrientes.
El frecuente uso de los nombres suecos krabba o krabbasnar y dukagang
refiriéndose a determinados dibujos ha motivado el uso de los mismos
nombres en este manual aunque debo aclarar que no son originarios de
dicho país, puesto que la manera de decorar un tejido con dibujo bro-
chado data de muy antiguo y ha sido y es utilizada en muy distintas
culturas.
Especialmente apropiadas y muy actuales en la fabricación de tapices son
las técnicas que denominamos "tejido ruso" y técnica H.V. (nombre sue-
co) que bien pueden ser incluidas como tejidos brochados porque se
realizan según los mismos principios.
Los dibujos brochados suelen hacerse con canillas manuales o "maripo-
sas" que servirán para el tejido de los adornos al tiempo que se va
tejiendo el fondo con lanzadera.

Fig. 234 "Mariposas"


Las "mariposas" son pequeñas madejas que se preparan entre los dedos 203
en forma de ocho, se cierran dando unas vueltas al hilo en la parte central
y pasando el cabo final por la última vuelta para que la mariposa no
pueda deshacerse.
La introducción de las distintas tramas de dibujo debe hacerse con todo
el conjunto de ellas en una misma dirección, para volver en la dirección
opuesta después de haber realizado una o varias pasadas de fondo.
Los tejidos de dibujo brochado, que casi siempre tienen dos caras dife-
rentes, pueden realizarse por el derecho o desde el revés. En el primer
caso, se deja el material de cada dibujo colgando por debajo del tejido
cuando toca una pasada de fondo, de donde habrá que sacarla para cada
pasada nueva subiéndolo siempre al lugar donde terminó la pasada ante-
rior. Al tejer desde el revés se deja la trama de los dibujos por encima del
tejido con lo cual el tejido se realiza más cómodamente. Sin embargo, se
puede controlar mejor el resultado tejiendo los dibujos desde el derecho.
En cada caso debe elegirse el sistema más conveniente.
Todos los remates deben hacerse mientras se realiza el tejido. Para ello se
hacen retroceder los cabos por debajo del dibujo donde se esconden y se
deja aproximadamente 1 cm del hilo en el revés del tejido.
El material de los dibujos debe ser más grueso que la trama del fondo,
con lo que se forma un tejido de relieve en los lugares de los dibujos.

Fig. 235 Manera de hacer una canilla Fig. 236 Trama de fondo en lanzadera y trama de
dibujo en "Mariposas"
Arriba: Muestra de diseño para Abajo. Detalle de alfombra de
alfombra en nudo rya de pelo nudo de pelo corto, realizado en el
largo. Realizado por la autora taller protegido Anezka, Vitoria
Arriba: Tejido decorativo con Arriba: Tejido decorativo en Abajo: Tejido decorativo de
motas de lana cardada sin hilar. técnica Dukagang. Descripción bucle.
Realizado por la autora. en pág. 209 Diseñado por Sara Svensson.
Descripción en pág. 2 1 6 Descripción en pág. 2 1 6
Fig. 237 Detalle de técnica "Dukagang"
Dukagang (nombre sueco) 207

Dibujo brochado en líneas verticales

La trama del dibujo brochado en la técnica conocida como dukagang


pasa sobre el fondo del tejido en tramos ¡guales de largos, ligados siem-
pre con los mismos hilos de urdimbre a intervalos regulares. Esto da lugar
a un dibujo listado en sentido de urdimbre que es la característica princi-
pal de estos tejidos.
Los dibujos pueden realizarse con diferentes remetidos, ilustrados dos de
ellos en la figura 238. En el primero pasa la trama del dibujo por encima
de dos hilos y por debajo de uno, mientras que en el otro los pasos serán
por encima de cuatro y por debajo de dos hilos de urdimbre. Al realizarse
el tejido en un remetido de orden seguido y atado un pedal para el dibujo
se construye un dibujo que va por encima de tres hilos y por debajo de
uno. También puede optarse por introducir la trama del dibujo manual-
mente colocando el hilo por encima y por debajo de un cierto número de
hilos (véase también el proyecto en pág. 209).

A B A B

3 2 1 3 2 1 1 2 3 1 2 3

A B

A) Armadura para tejer con el


derecho hacia abajo
B) Armadura para tejer con el
derecho hacía arriba
1 2 3 1 2 3

Fig. 238 Arriba: Remetidos


ordenados en grupos

Abajo: Remetido de orden


seguido
Ves tido c on dibujo en cam ino de
rosa. Descripción pág. 1 8 5
Colgante decorativo en dukagang 209

Foto en color p. 205


Urdimbre: algodón mercerizado Ni 16/2
Trama: fondo: Algodón mercerizado Ni 16/2;
dibujo: 1 hilo-lana Nm 2/7 + 2 hebras lino Ni 1 6 / 1
Peine: 5 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall
Remetido: figura 238

El tejido decorativo de pág. 205 es una variante de dukagang realizada


de tal forma que toda la superficie del tejido está cubierta por la trama de
dibujo. Entre las pasadas de dibujo sólo hay una pasada de fondo; por
ello, y para que la trama de cada color se coloque bien en la columna que
le corresponde, hay que enlazar una trama con otra tanto cuando van
hacia un lado como cuando van hacia el otro.
Para tener mejor control de los dibujos es conveniente realizar esta clase
de dukagang con el derecho hacia arriba. Trabajando siempre con todas
las tramas de dibujo en una misma dirección se suele encontrar sin
demasiada dificultad el hilo correcto aunque éste se encuentre por de-
bajo del tejido. Para mantener el orden de las diferentes tramas de dibujo
hay que añadir una trama para cada dibujo nuevo.

Fig. 239 Enlace de las tramas


del dibu|o por el revés
210 Krabbasnar y semikrabba (cangrejo)
Figs. 240-245

Krabbasnar: dibujo brochado de líneas oblicuas

El dibujo brochado de la técnica krabba, que significa cangrejo en espa-


ñol, es quizás el dibujo más extendido en la artesnía popular en cuanto a
técnicas que siguen al procedimiento de decoración con hilos indepen-
dientes.
Esta técnica consiste en dibujos de trama superpuestos al fondo y que
toman formas libres, casi siempre geométricas, con juegos de ángulos y
vértices, puesto que las pasadas de dibujo de trama se van sucediendo
unas o otras en diagonal.
La cantidad de dibujos y combinaciones posibles es, pues, prácticamente
ilimitada.
La longitud de los puntos que forman el dibujo puede variar, pasando por
encima de uno, tres o cinco hilos. El paso de la trama del dibujo se hace
en calada cerrada, es decir sin pisar ningún pedal, lo que ofrece muchas
variantes de diseño.
A las pasadas del dibujo sigue una o varias de fondo, dependiendo esto
del grosor del material.

Semikrabba: dibujo de cuadrículas

Cuando las pasadas de dibujo de trama no se hacen siguiendo diagona-


les, sino saltando un número determinado de hilos de forma regular, y
dejando que el hilo del dibujo vaya por debajo del fondo, se obtienen
resultados, también geométricos, pero con efecto de cuadrícula como el
que muestra la figura 245. El dibujo se parece al de la técnica dukagang
por lo que se denomina a veces halv dukagang (semi-dukagang).
Cuando el dibujo deba ocupar la mayor parte de la superficie del tejido,
se puede facilitar el trabajo con un remetido ordenado especialmente
para este dibujo pasando los hilos que deben formar el dibujo en grupos
(figs. 242 A y 8). Otra posibilidad es pasar una "espada" a través de la
urdimbre colocándola de forma que de|e por debajo los hilos que corres-
ponden al dibujo. Llamamos espada a una varilla de madera con la punta
ligeramente redondeada (véase también pág. 202).
211

A B C

21

43 2 1

Fig. 240 Las partes del Fig. 241 Trayectoria de la Fig. 242 A y B Remetidos
dibujo marcadas por una trama del dibujo en el revés ordenados en grupos. C Remetido
espada para traba|ar manualmente
212

Fig. 244 Dibujo brochado de Fig. 245 Dibujo brochado de


la técnica de Krabbasnar
la técnica Semikrabba

Fig. 243 Patrón gráfico de un


motivo de la técnica Krabbasnar
213

Tejido decorativo de la
técnica Krabbasnar
214
Nudos y otros puntos de relieve
Hay todo un conjunto de puntos de relieve y nudos que se utilizan sobre
todo como realce y que constituyen o bien un dibujo aislado o se repar-
ten en todo el tejido. La trama del dibujo se sobrepone por anudamientos
o puntos que recuerdan un bordado y que en su mayoría proceden de los
tejidos más antiguos.
Entre los nudos existen, por una parte, el bucle o anillo y, por otra, el de
pelo cortado.
El nudo bucle se conoce, además por diversidad de nombres muy tradi-
cionales en España, como son el nudo alpujarreño y gorullo o confite
gallego que, a su vez, dan nombre a los tejidos que los contiene.
La trama que formará el dibujo de relieve en estos tejidos puede ser la
misma que la trama del fondo, pero generalmente se utiliza un hilo más
grueso, del mismo color que el fondo o distinto. Puede aplicarse también
una trama suplementaria para el dibujo. En los lugares previamente de-
terminados en donde se desea construir el dibujo se saca la trama en
pequeños anillos con una aguja de punto y, realizada una pasada de
tafetán, se retira la aguja.
Entre los nudos de pelo cortado distinguimos dos clases, el tipo persa o
nudo sennah y el tipo turco o nudo yordes.

246
247

248 249 250

Fig. 246 Nudo de bucle


Fig. 247 Nudo turco cortado
Fig. 248 Nudo persa
Fig. 249 y 250 Nudo turco
Las alfombras y los tapices de nudo se confeccionan de muy diversas 215
formas; bien con la trama previamente cortada, bien con una trama
continua que se cortará a lo largo del tejido.
Entre cada hilera de nudos se realizan una o varias pasadas de tafetán
que soportarán los nudos, debiendo haber más fondo en los tejidos de
flecos largos mientras que únicamente son necesarias una o dos pasadas
de tafetán en los tejidos de pelo corto

Soumac
La manera de decorar un tejido con la técnica soumac se utilizaba ya en
la antigüedad en los tejidos coptos como punto de relieve. Hoy en día se
aplica frecuentemente esta técnica y muchas variaciones de ella en la
confección de tapices.
La técnica recuerda la utilizada en cadenilla bordada sobrepuesta al fondo
de un tejido de tafetán. La longitud de los eslabones puede variarse
dependiendo de la calidad y el tipo de diseño.

Figs. 251 y 252 Muestra de


diferentes puntos de soumac
216 Tejido decorativo "manzana"
en técnica bucle
Foto en color p. 205
Urdimbre: lino Ni 16/2, medio blanqueado
Trama: fondo: Lana gobelino 2 hilos + 1 hilo dorado
dibujo: lana gobelino 2 hilos + lino Ni 4. 2 hilos
Peine: 2 pall/cm 2 hilos/malla 2 hilos/pall

Tejido decorativo en técnica bucle con lana cardada


sin hilar
Foto en color p 205
Urdimbre: lana Nm 1.25 (1250 m/Kg)
Trama: fondo: Iana Nm 1.25
dibujo: lana natural, poco cardada y sin hilar
Peine: 4 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/ pall

El tejido de la pág. 205 representa una variante de bucle realizado con


lana natural, sin hilar. Para tejer con esta clase de trama se introduce el
material en pequeñas mechas por la calada y se aprieta con el batán.
Mediante una canilla o aguja se hace salir la lana en presillas más grandes
o más pequeñas según el efecto que se desee. El sobrante de la lana sin
hilar o mecha se puede dejar por el revés del tejido y cortarlo una vez
terminado.
Fig. 253 Muestra de alfombra Fig. 254 Tejido en técnica "Con-
alpujarreña fite" (Museo de Artes y
Tradiciones populares de la
Universidad Autónoma de Madrid)
218 Gobelinos simplificados, tejido ruso y H.V.
Dentro de los brochados, al igual que el dukagang y cangrejo, se trata de
técnicas utilizadas en un principio con la finalidad de realizar un dibujo
sobre un fondo en un tejido. Sin embargo, tanto una como otra pueden
formar el cuerpo entero de un tejido puesto que la combinación de las
tramas de dibujo con la de fondo siempre en tafetán les da la consisten-
cia necesaria para ser por sí mismas un tejido, no una técnica de aplica-
ción de dibujo como las anteriores. Puede decirse que estas dos técnicas
son las que más similitud presentan con el tapiz clásico, por el realce de
las tramas y las posibilidades de combinación de diferentes calidades y
colores de los hilos de trama; de ahí el nombre de gobelinos simplifica-
dos. Tanto una como otra tienen gran aplicación en tejidos libres y de
diseño figurativo.
El dibujo de trama en el tejido ruso consiste en una pasada en la que la
trama pasa por encima de tres hilos de urdimbre y por debajo de uno, y
otra pasada superpuesta en la que también la trama pasa sobre tres hilos
y por debajo de uno, pero con un desplazamiento de dos hilos en la
urdimbre. Entre una y otra pasadas de dibujo siempre debe haber una o
dos pasadas de tafetán.
En la técnica H.V.. en cambio, el dibujo se hace sobre la ultima pasada de
tafetán, colocando la trama en la misma calada que este tafetán de fondo
pero solamente en las partes en que el dibujo lo requiera.
En la foto de la página 201 se presenta una interesante combinación de
ambas técnicas. Mientras que el dibujo de los laterales es H.V., el centro,
de mayor relieve, no sólo de color sino de textura, está tejido en técnica
rusa. Una y otra, a la vez, se combinan con el fondo de tafetán tejido en
lino lo que proporciona un efecto de transparencia.
En el tejido de la ilustración 257, también realizado en lino en tonos
crudos y blanqueados, el efecto se consigue por la combinación de téc-
nica rusa con tafetán y superposición de soumac en los límites entre una
y otra técnica.
Los matices que se pueden observar alrededor del árbol de la ilustración
de la p. 237 son también un efecto conseguido a base de técnica rusa.

Fig. 255 Tejido ruso Fig. 256 Técnica H.V.


x = pasadas de dibujo
- = pasadas de fondo
219

Fig. 257 Tapiz en técnicas


mixtas: tejido ruso y soumac (reali-
zado por Montse Camps y Anita
Gandahl)
220 Cortina plegable de lino en técnica H.V.
Foto en b/n p. 221
Urdimbre: algodón Ni 12/6 (tipo hilo de red)
Trama: mechas de varios hilos de lino, en blanco, crudo y
mechas mezcladas en blanco y crudo
Peine: 3 pall/cm 1 hilo/malla 1 hilo/pall
Ancho de peine: 76 cm
Número de hilos: 228
4 x 3 = 2 1 6 hilos
3 x 4 = 12 hilos

Resultado total = 228 hilos

1
2
3
4

= pasadas de dibujo
= pasadas de fondo
Fig. 258

Fig. 259 Manera de tejer la


cortina plegable en la pág. opuesta
Fig. 259 bis Cortina plegable en
técnica H.V. (realizado por la autora)
222
Dibujos de trama enlazada y otros puntos
Mientras que la trama de dibujo brochado está superpuesta o combinada
con un tejido de fondo, existe una gran variedad de maneras de unir y
enlazar las tramas de diferentes colores, produciendo dibujos que forman
parte integrante del tejido. Son tejidos de efecto por trama realizados más
frecuentemente a base de tafetán. Todas las diferentes tramas son elabo-
radas manualmente; para ello, se prepara el material en mariposas o
enrollado sobre canillas (véanse figuras 234 y 235).
Los dibujos que se construyen por combinaciones de diferentes colores
en las tramas pueden ser o bien geométricos o bien de formas libres o
figurativos. Cuando el diseño se compone de dibujos geométricos se
realiza normalmente el tejido trabajando en línea horizontal y recta;
cuando, en cambio, los dibujos toman formas libres se realiza el tejido
según la extensión de los distintos motivos subiendo unas partes más que
otras, aunque hay que respetar un cierto equilibrio del nivel.
Los tejidos de tramas enlazadas, que tienen su principal aplicación en la
fabricación de alfombras y tapices, pueden realizarse tanto en telares de
urdimbre vertical, alto lizo, como en telares de urdimbre horizontal, que
bien puede ser un telar sin sobreestructura como el telar de bajo lizo
descrito en página 12, fig. 6, o un telar como el que se ha utilizado para
las instrucciones de este manual.
En los tejidos trabajados en nivel irregular se aprietan las pasadas con un
peine manual. Al realizarse esta clase de tejido en un telar con batán se
puede optar por quitar el mismo o colgarlo simplemente más atrás sobre
la estructura del telar, manteniendo así la separación regular de los hilos
en el peine. Cuando, en cambio, se trata de tejidos con pasadas en línea
recta y horizontales puede considerarse oportuno realizarlos en telar pro-
visto de batán con el que ajustar las pasadas, lo cual supone un tiempo
reducido de fabricación, sobre todo al ser el tejido de tamaño mayor.

Röllakan
Las técnicas aplicadas en la alfombra de la ilustración de p. 233 y el pequeño
tejido decorativo representado en la p. 242 se conocen con el nombre
röllakan (nombre sueco). Con las vanantes que existen de esta técnica se
construyen dibujos geométricos formados por cuadros o triángulos.
Las uniones de las diferentes tramas pueden hacerse con enlace simple o
doble. En el enlace simple las tramas van ligándose sólo en una dirección
y se obtiene un tejido reversible muy apropiado para alfombras. Mediante
el enlace doble, enlazadas las tramas en ambas direcciones, se forman
pequeñas evoluciones o canutillos en el revés del tejido; no obstante
suele resultar más fácil conseguir un ligado regular y liso al utilizar el
doble enlace.
Enlace doble, tejido con revés 223
Los tejidos de doble enlace se realizan más fácilmente con el revés frente
al tejedor.
Se abre la calada en cuyo lado izquierdo quede levantado el último hilo y
se pasa la primera trama desde este lado hasta el lugar previamente
determinado para el primer dibujo. Se colocan la tramas siguientes en la
misma dirección, siempre empezando por debajo de un hilo de urdimbre.
Antes de remeter los cabos finales se enlazan con las tramas puestas y se
retrocede por la calada siguiente.
Al continuar el tejido se enlazan las tramas tanto cuando van hacia un
lado como hacia otro. Cuando el dibujo se desplace a un lado se puede
optar por llevar el hilo por fuera del tejido hasta su nuevo lugar. También
pueden colocarse dos tramas por la misma calada poniendo primero la
que viene de la derecha si el desplazamiento del dibujo fuera hacia la
izquierda y lo contrario cuando el lugar del nuevo dibujo está al lado
derecho. Para añadir un nuevo color se procurará hacerlo cuando las
tramas vayan en dirección de derecha, lo que ayudará a mantener el
ritmo de las pasadas.

Enlace simple, tejido reversible


Con enlace simple se obtiene un tejido reversible, de dos caras idénticas.
El trabajo puede realizarse manteniendo siempre las tramas por encima
del tejido.
La introducción de las tramas se inicia por el lado en que el último hilo de
urdimbre está bajado, colocando a continuación cada nuevo color de
forma que siempre empiece por encima de un hilo bajado y pasen por un
número par de hilos. Colocadas todas las tramas para la primera pasada,
se hacen los remates en la calada siguiente. Al ser un tejido reversible,
hay que prestar suma atención a los remates y cortar el material sobrante
a ras del tejido.
En la primera pasada, que debe realizarse de izquierda a derecha, no se
efectúa ningún enlace de las tramas. Éstas se realizan en la pasada si-

Fig. 260 Unión de enlace doble Fig. 261 Unióny desplazamiento, enlace simple
224
guiente en que las tramas vuelven en dirección izquierda. En esta clase
de tejido debe dejarse el material abundante en semicírculos regulares y
al realizarse en telar con batán se aprietan las pasadas en calada cerrada,
es decir, después de haber pisado el otro pedal.
Las pasadas en que las tramas retroceden de izquierda a derecha se
realizan más fácilmente empezando por el lado derecho. Esta vez se
excluyen los enlaces; no obstante, se procura tirar las tramas de forma
que los enlaces anteriores se coloquen bien en su sitio entre dos hilos de
urdimbre. Para desplazar un color hacia un lado se colocan dos tramas
por la misma calada. Al rematar un color terminado se desliza un poco la
última pasada para introducir el cabo final por la calada anterior.

Dibujos de diagonales
Dibujos formados por diagonales pueden realizarse con o sin enlaces
entre las tramas, obteniendo en el primer caso un tejido con derecho y
revés, y en el segundo, un tejido de dos caras ¡guales.

Diagonales sin enlaces


Cuando las diferentes tramas se desplazan regularmente hacia un lado, se
forma un tejido unido y no son necesarios los enlaces entre las tramas.
Tal tejido debe realizarse con todas las tramas puestas en la misma
dirección, empezando en el lado izquierdo con el primer hilo de urdimbre
bajado. Efectuada la primera pasada, se vuelven las tramas por la calada
siguiente hasta las mismas posiciones de la pasada anterior. Para formar
una diagonal de derecha se desplazan las tramas cuando éstas van hacia
la derecha, pasando primero la trama derecha por la calada para después
colocar la de la izquierda por encima, se toman entonces dos hilos nue-
vos de urdimbre, uno bajado y otro levantado. A continuación se repite la
misma operación, o sea, se efectúa una pasada con desplazamiento y
otra sin él. Los dibujos de diagonal de izquierda se realizan de la misma
manera, con la única diferencia de que los desplazamientos de las tramas
deben efectuarse cuando la pasada va hacia la izquierda.

Fig. 262 Diagonal sin Fig. 263 Diagonal con enlaces


enlaces
Diagonales con enlaces 225
Igual que los dibujos de líneas verticales, se puede optar por enlazar las
tramas en los dibujos de diagonales. En este caso se desplazan las tramas
sólo un hilo para cada pasada y se enlazan en ambas direcciones. Para
formar una inclinación más rápida, se trasladan las tramas por tres hilos
de urdimbre en cada pasada.

Kilim
Kilim es el nombre generalmente aceptado de un técnica que consiste en
dejar abiertas las líneas verticales entre los dibujos y que se aplica princi-
palmente en tejidos cuyos diseños se componen de pequeños cuadritos.
Al ser los huecos muy cortos, debido a los frecuentes desplazamientos de
los dibujos, no se notan las aperturas y el tejido parece completamente
unido, lo cual sucede por ejemplo en las alfombras orientales u otros
tapices folklóricos realizados de esta manera.
En el tapiz contemporáneo, en cambio, se emplean a menudo aperturas
más largas constituyendo éstas parte del diseño.

Uniones de perfil irregular


Una línea vertical entre dos dibujos puede también ser unida al utilizar el
mismo hilo de urdimbre para las vueltas de ambas tramas, colocando o
bien las pasadas como muestra la figura 266 o agrupándolas como se
indica en el dibujo esquemático de la figura 267. Con esta clase de
uniones, muy actuales en la tapicería, se obtienen dibujos con un perfil
irregular de aspecto dentado.

Figs. 264 y 265 Kilim


226 Hachures
Hachures (nombre francés) -o trapiel- son líneas horizontales irregular-
mente trazadas, con las que se producen efectos en el interior de un
motivo o en un tejido liso.
Para construir las hachures se coloca una trama hacia la derecha y otra
hacia la izquierda de modo que los hilos se encuentren en una pasada y
se separen en la siguiente. En la pasada de encuentro se avanza una
pasada un paso más largo al mismo tiempo que se disminuye el camino
de otra. Con este procedimiento se producen bonitos matices en el color
del fondo o se construyen dibujos de formas suaves.

Contornos y formas redondeadas


Cuando los dibujos no son angulares y de líneas rectas sino redondas o
con líneas redondeadas y curvas se suelen acentuar los contornos de un
motivo mediante unas pasadas que siguen la forma del dibujo. Al reali-
zarse un número impar de pasadas se mantiene el ritmo en la dirección
de las tramas.
Una fina línea vertical puede intercalarse en una unión de perfil "denta-

Figs. 266 y 267 Unión de perfil irregular Figs. 268 y 269 Hachures
do". Una vez colocadas las tramas, como muestra el dibujo esquemático 227
de la figura 270, se aprietan hasta que cubren la urdimbre.
Puntos o pequeños dibujos redondeados son otros detalles muy utilizados
en los tejidos decorativos actuales. Estos dib'ujos pueden obtenerse ha-
ciendo unas cortas pasadas de una u otra de las maneras ilustradas en las
figuras 271 y 272.
Como regla general, se tejen las tramas en línea perpendicular a la urdim-
bre, incluso al realizarse el trabajo en secciones subiendo una parte más
que la otra. La monotonía de una trama horizontal puede romperse, por
ejemplo, al llenar un hueco en que se colocan las pasadas de modo que
sigan la forma del hueco. Otra ocasión de construir una línea suave en el
tejido es colocar la trama inclinada en diagonal.
Finalmente cabe decir que la creación de un tapiz es algo particularísimo,
y que las técnicas y "puntos" aquí descritos sólo muestran la diversidad
de posibilidades en el momento de elegir una u otra técnica para repre-
sentar el diseño elegido. Puede decirse que la elección de una técnica
para interpretar o representar las formas que presenta el diseño determi-
nará en gran parte la calidad final del tejido o tapiz; en cualquier caso,
esta elección dependerá siempre del tejedor.

Fig. 270 Línea vertical Figs. 271 y 272 Manera de F¡g. 273 Manera de hacer líneas
hacer pequeños dibujos suaves
redondeados
228

Fig. 274 Muestra de puntos de


enlace de tipo gobelino
La terminación del tejido 229

El aspecto final de un tejido se debe en alto grado al acabado que se le


dé.
Hay diferentes clases de terminaciones, como dobladillos, flecos, trenzas,
etc., entre las que se puede elegir para dar el acabado más apropiado en
cada caso.
La trenza oriental y el fleco torcido son dos acabados útiles para muchas
clases de tejidos, por lo que he optado por dar una descripción más
detallada de éstas sin que deba olvidarse que hay otros muchos sistemas
de terminar, como pueden ser los acabados de macramé, trenzas, flecos
normales, etc., que cada tejedor deberá elegir para dar su toque personal
a la pieza ya terminada.

Trenza oriental
Primeramente se hace un nudo normal con cada dos hilos de urdimbre
procurando que todos ellos se aproximen al tejido con la misma regulari-
dad. Es mejor hacer primero unos cuantos nudos espaciados a todo lo
ancho del tejido y luego ir rellenando los huecos hasta completar todo el
anudado. Se iniciará entonces el trenzado para lo cual debe colocarse el
tejido sobre una mesa con el revés hacia arriba.
Empezando por la izquierda, se cogen los cuatro primeros pares de hilos,
sujetando tres con la mano derecha y uno con la izquierda. Se hacen
pasar los hilos de la mano izquierda por entre los otros como si se hiciera
una trenza. Al salir por debajo del último nudo se estiran hacia arriba y se
dejan por encima del tejido. Se sigue de esta misma forma con los hilos
de los nudos siguientes hasta llegar al final del tejido. Es muy probable
que nos encontremos entonces con algunos pares de hilos que no pue-

F¡g. 275 Trenza oriental


230 den ser trenzados en la forma anterior. Con ellos se hará una trenza
normal.
Una vez realizada la cadena se pueden pasar todos los cabos, con la
ayuda de una aguja de coser, por entre el tejido escondiéndolos dentro
de éste o fijándolos con una costura.
Cuando se trata de un tejido decorativo y la urdimbre es de lino, la trenza
oriental puede hacerse sin necesidad de los nudos previos. En este caso,
los hilos deben estirarse con la máxima fuerza y, una vez trenzados, se
pueden cortar los cabos sobrantes.

Fleco torcido
Para que esta clase de flecos pueda realizarse cómodamente deben de-
jarse los hilos de urdimbre en una longitud suficiente. El nudo se realiza
con cuatro hilos de urdimbre. Manteniendo dos hilos en cada mano se
retuercen fuertemente uno y otro hacia la derecha. Mientras se van
dando las vueltas de torsión con las dos manos se pasan los de la mano
derecha por encima de los de la mano izquierda de modo que se unan en
un cordón de fuerte torsión. Cuando este cordón tenga la longitud de-
seada se cierra con un nudo.

Acabados de tejidos de lana


Especial atención requieren los acabados de las mantas con urdimbre y
trama de lana y a las que se desee dar una calidad de superficie afelpada
como ya hemos indicado en la página
Para conseguir la superficie afelpada deberá lavarse la manta una vez
terminada y cepillarla cuando está todavía húmeda con un cepillo de ropa
normal, ni muy fuerte ni muy suave, raspando la superficie siempre en la
dirección de la urdimbre y en un solo sentido para estirar el pelo de la
lana hasta conseguir la calidad deseada.

Fig. 276 Nudo de remate Fig. 277 Fleco torcido


Fleco torcido en tejido de lana 231
Cuando se trata de tejidos con urdimbre de lana, a los cuales se da el
tratamiento descrito arriba, es mejor hacer el fleco previamente en el
telar. Después de haber realizado unos 5 cm del tejido, que servirá de
sostén durante el cepillado del tejido, se enrolla éste hasta el borde del
antepecho. Se deja un espacio de urdimbre, el doble de la longitud del
fleco previsto, y se teje de nuevo unos 5 cm. Hecho esto se afloja un
poco la tensión de la urdimbre para facilitar el retorcido de los hilos que
se realiza en la forma que indica la figura
El hilo que se pasa por el centro de los cordones (fig. 279 c) debe ser bien
atado en el principio y final.
Cuando se ha lavado y cepillado el tejido, inclusive la parte de los flecos
torcidos, se pueden cortar en la línea del hilo pasado entre ellos sin que
se deshagan.

Figs. 278 y 279 Torsión del fleco


en el mismo telar
Tejidos
de diferentes aplicaciones
233

Arriba Separador de espacios en Abajo Alfombra de Rollakan (nom-


tejido ruso. Realizado por Anita bre sueco de un enlace de tipo
Gandahl y Pilar Garganta gobelino) Diseñado por Sara
Svensson
Colgante decorativo en camino de
rosa. Realizado por Mari Puy Díaz
Cojín y colgante en variación de
camino de rosa. Descripción en
pág. 188
236

Niño con flor. Tejido en técnicas


mixtas: Camino de rosas y tejido
ruso. Realizado por la autora
El olivo Tejido en técnicas mixtas:
nudo rya y tejido ruso. Realizado
por la autora
Árbol: Tejido decorativo en técnica
H,V. Realizado por Jill Englund
Pajaritos: Tejido decorativo de do-
ble urdimbre. Realizado por la au-
tora.
Arriba: Utsikt genom valv (vista por Abajo: Landskap (paisaje) Tapiz de
arco). Técnicas mixtas Realizado tiras de tela. Realizado por Jill
por Jill Englund. Englund
Landskap i morgonljus (paisaje al
amanecer). Técnicas mixtas.
Realizado por Mary Moeschlin
Pequeño colgante Colgante decorativo. Realizado
decorativo en róllakan. Diseñado por Emilia Hernández
por Sara Svensson
Dos tejidos decorativos en técnica
H.V. Montados en bastidor.
Realizados por Sara Svensson
Barbechos. Tapiz en variación de
kilim. Realizado por Miguel Ángel
de Castro
Dos tapices realizados por Miguel
Pérez Blasco
Arriba Diseño del artista
Abajo: Diseño de Arcadio Blasco
Índice

Los números en cursiva remiten a


proyectos, los en negrita a capítu-
los

Acabados, tratamientos 230 Cadena de urdimbre (véase trenza) Enrollado de la urdimbre 59


terminación del tejido 105, 229 Cadena (soumac) 2 1 5 del tejido 102
Adamascados de tafetán 173, 175, Calados, técnicas de, 194 Espiga, dibujo de, 123. 148, 150
176 Calcas (pedales) 23, 24
de sarga 177, 178 Cálculo del material 132 Fleco torcido 230
Aguja de red 91 Camino de rosa 184, 185, 186, 1.88,
Alfombra de nudos (véase nudos) f 235, f 236 Gancho regulador 28
de reps f 160, 162 Cangrejo ("Krabba") f 145, 2 1 1 , Gasa labrada 194
retalera 154, f 156 212, 213 de vuelta 194
en técnica "Róllakan" 222, f 233 Canilla 12, 9 1 , 93, 203 Gobelinos simplificados 218
Alto lizo 12 Canillera 103 Gráfico del remetido 1 1 2
Análisis 110 Cmturón de monje 189, 190, 191, de pedales 1 1 2
Anchura del tejido 35, 107 192, f 193, f 200 de armadura 112
en el peine 36, 107 Confite (bucle), (véase nudos) Guiahilo 23, 24
Antepecho 23, 24 Contramarcha 16, 17. 28, 85 Guíatela 23. 24
Anudado de la urdimbre 73 Control previo al tejido 94
de los pedales (véase armadura) Cortinas f 165, 220, f 221 Hilos de algodón 135
Armadura 33 . telas de. 166, 167, 168, 169, de lana 136. 137
, representación gráfica de la, 170 de lino 134
112 Cruz 44. f 45, 51 H.V.. técnica de. f 197, 200, 201,
de lizos y pedales en telar de , percha de la, 39 218,220. 221
polea 78 , traslado de la. 62
de lizos y pedales en telar de , varillas de la, 24. 55 Jacquard, telar, 20
contramarcha 85 Cuerdas para los plegadores 26
Atadores 26 de contramarcha 28 "Krabba" (veáse cangrejo)
Atados de la urdimbre 47, 51
Atado de los pedales (véase arma- Damasco (véase adamascados)
dura) Densidad de trama 99 Lanzaderas 13, 90
Devanadora 37, 38 Levas - palancas balancines
Bajo lizo 12 Dibujo de ligamiento 110, 1 1 4 23, 24
Balancines 27 de trama enlazada 222 de contramarcha 1 7 , 85
Bancadas 22 Doble tejido 180, 757. 182, f 183, f atados de, (véase
Barra portahilo (véase guiahito) 238 armadura de
Batán 13. 23, 24 urdimbre 4 1 , 56, 180 pedales y lizos)
Batavia (véase sarga) Dril de gotas 167 Li gam ento 35, 105
Bobinado 32, 37 "Dukagang" f 206, 207. f 208, 209, dibujo del. 110, 114
de la trama 92 210 Ligamentos fundamentales
Bobinadora 37, 38 116
Bucle (véase nudos) Enhebrado (véase remetido) Lizos 10, 26
Bufandas 146. 147, f 148, 150 Enlaces 222 r em eti do por , 6 7
representación gráfica de,
112
(véase también armadura de
los lizos)
Madeja 37 Pedales 12, 24 granito 124
Mallas 12. 26 atado de, (véase armadura) interrumpida 1 2 7
Mantas 231 representación gráfica de, 1 1 2 interrumpida e inversa 127
de reps 143, f 149 Peine 12, 13, 24. 70, 106 Satén (raso) 129
de cuadros 144, f 145 Plegadores 10, 22, 25 Semigasa 168, 169
Manteles a rayas transversales, Poleas 27 Soportalizo, travesaño, 78
142. f 148 Portada 41 Soumac 2 1 5
a rayas en azul y marrón 142, f doble (vía) 44
148 Portalizo 26
de cinturón de monje 190, 191, Prepeine 32. 52 Tafetán 110, 1 1 6
192, f 193 Proyecto 34, 35 derivados de, 1 1 8
de dibujo adamascado 178 Punto de ligadura 1 1 0 Telar Damascus 20
de dibujo calado 199 de contramarcha 16, f 19, 28, 85
de ojo de ganso f 152, 153 Rapport 1 1 0 de polea, 16, f 18, 78
de reps 767 Raso 129 Jacquard 20
"Mariposa" 202 Red de Valdeverdeja, 196. f 196, Tejido ruso, f 201, 218, f 219.
Medallón danés 195 f 198 f 197. f 236
Remates de la trama 101 Tela de tapicería 7 77
Nido de abeja f 157. 158, 159 representación gráfica, 1 1 2 Templazo 100
Nudo, técnicas de, 2 1 4 por lizos 67 Teoría del tejido 1 1 0
alpujarreño f 2 1 7 por peine 70 Trama 10
bucle (confite), f 205, 216, f 2 1 7 Reps 1 1 8 accesorios de, 90
persa 2 1 4 tejidos de, 162 embobinado de, 92
rya f 204, 2 1 4 Retaleras, alfombras, 155. f 156 Trenza oriental 229
turco 204. 2 1 4 tejidos de retales 154 de urdimbre 48
de los portalizos 27 Roturas de hilos 103 Tubulares (véase doble tejido)
llano 38 Rya (véase nudos)
de tejedor 38 "Róllakan" 222, f 233, f 242
Numeración de los hilos 130 Urdido 32, 39
Sarga 119, 121 Urdidor de marco 39. 40. 50
Ojo de ganso 1 5 1 , f 152, 153 batavia 1 1 9 , 144, f 145 de tambor 39, 40
Orillos 35. 99, 106 cruzada 1 2 1 , 142, 178 Urdimbre 10, 39
por trama 120
Panamá 42. 1 1 8 por urdimbre 120, 142. f 148
Pasadas de trama 99 de espiga 123. 750 Vía (doble portada) 52
Pata de gallo 7 72 de losange (diamante) 124, 1 2 5 Volantes 23
248
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