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EL HOMBRE EN SU CAMINO

¿Por qué se queja el hombre viviente, el hombre en el castigo de sus


pecados? Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos y volvámonos a
Jehová. Levantemos nuestros corazones y nuestras manos hacia Dios en los
cielos. Lamentaciones 3:39-41
Los seres humanos siempre estamos dispuestos a ir por caminos que
muchas veces no agradan a Dios, en la mayoría de los casos estamos
inspirados por la ideología de querer tener una buena posición económica,
que no es malo; lo preocupante es el alarmante incremento de cristianos
sucumbidos dentro de una religión que no atrae la presencia de Dios, si no
más bien hay una frialdad terrible.
* Asombra ver el porcentaje de cristianos creyendo en la idea que Dios
debe aceptarlos tal y como son, olvidando que hay un camino trazado
escrito en su palabra. El carácter de Dios esta definido en dos facetas que lo
convierten en un Ser al que se debe respetar y temer
1. «El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor» (1ra.
Juan 4:8).
2. «Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso»
(Deuteronomio 4:24).
Cuando vamos por el camino equivocado no podemos negar que en nuestra
vida cristiana nuestro carácter cambia Jesús mismo hablo de tales
cristianos, y la biblia menciona que manifiestas son las obras de la carne, y
se comienza a vivir en una forma de fachada.
»¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como
sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están
llenos de huesos de muertos y de podredumbre. Así también ustedes, por
fuera dan la impresión de ser justos, pero por dentro están llenos de
hipocresía y de maldad. San Mateo 23:27-28.
La idolatría es un mal que atrapa muy sutilmente, es un espíritu que opera
en la admiración, fascinación y encantamiento. Este es un camino que aun
muchos cristianos seguimos cayendo en ello, este camino no es grato ante
Dios.
Y dijiste: Para siempre seré señora; y no pusiste esto en tu corazón ni te
acordaste de tu final. Oye, pues, ahora esto, voluptuosa, tú que estás
sentada confiadamente, que dices en tu corazón: Yo soy, y fuera de mí no
hay más; no quedaré viuda ni me quedaré sin hijos. Estas dos cosas te
vendrán de repente, en un mismo día: pérdida de hijos y viudez. En toda su
perfección vendrán sobre ti, por la multitud de tus hechicerías y por tus
muchos encantamientos. Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie
me ve. Tu sabiduría y tú mismo conocimiento te engañaron, y dijiste en tu
corazón: Yo, y nadie más. Vendrá, pues, sobre ti un mal cuyo origen no
sabrás; caerá sobre ti un desastre que no podrás evitar; y una destrucción
que no te imaginas vendrá de repente sobre ti. Persiste, pues, en tus
encantamientos y en la multitud de tus hechicerías, en las cuales te fatigaste
desde tu juventud; quizá sacarás provecho; quizá provocarás temor. Te has
fatigado en la multitud de tus consejos. Que se pongan de pie y que te
defiendan los astrólogos, los que observan las estrellas, los que cuentan los
meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. He aquí que serán como
rastrojo; el fuego los quemará; no salvarán sus vidas del poder de la llama;
no quedará brasa para calentarse ni lumbre ante la cual sentarse. Así te
serán aquellos con quienes has trabajado, que han comerciado contigo
desde tu juventud; cada uno irá por su camino; no habrá quien te salve.
Isaías 47:7-15.
Cada una de estas cosas que se han dicho anteriormente, y que han sido
reforzadas por las citas bíblicas, que hacen ver que Dios también tiene un
límite al momento de tener esa relación con las personas. Por lo cual es
necesario mantenerse en ese camino recto que Él está pidiendo, y evitar la
ira de su enojo.
«Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza,
pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por
las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia»
(Colosenses 3:5-6).
se debe caminar en la vida diaria como si viesen a Dios, es decir mantener
conversaciones que edifiquen, cumplir los mandados reflejando las buenas
costumbres delante de todas las personas, que están en su entorno siendo un
buen testimonio de Dios.
También cuando se encuentra en adoración a Dios debe hacerlo con todo el
corazón, olvidándose de todo lo que está a su alrededor, y colocarlo a Él
primero para poder sumergirse en esa atmósfera espiritual que se desata al
postrarse delante de la presencia del Todopoderoso.

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