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RESUMEN:

breve resumen de los tres cantares que componen la obra del cid campeador.

CANTAR I: “El destierro del Cid”

Alfonso VI, Rey de Catilla, envió al Cid a cobrar las parias del reino de Sevilla, pero este al
encontrarse en problemas con el reino de Granada, recibe el apoyo del Cid. Los granadinos fueron
apoyados por el Conde Garcí Ordóñez a quien le fue arrancado un mechón de barba por el Cid
(inefable deshonra para la época) en dicho enfrentamiento. Al enterarse el Rey de aquel acto
solidario del Cid para con los sevillanos tuvo mucha alegría y en compensación, la relación con su
vasallo fue más estrecha.

Por ello surgieron envidias en torno al Cid que hicieron enemistarlo con el Rey, haciéndole creer
que el Cid se guardaba algún dinero de la recolección de los tributos que pagaban los reinos
moros. Por eso el Rey Alfonso resuelve desterrar al Cid Campeador, en un plazo de nueve días,
como dice la carta que le hizo llegar.

En los días de plazo que tuvo para abandonar Castilla, el Cid convocó a sus parientes y vasallos
quienes deseaban acompañarlo, así trecientos de los cuatrocientos hombres a su cargo se auto
destierran con su señor, y junto a ellos se alejan del reino.

"E los que conmigo fuéredes de Dios ayades buen grado,

"e los que acá fincáredes quiérome ir vuestro pagado."

Entonçes fabló Alvar Fáñez su primo cormano:

"convusco iremos, Çid, por yermos e por poblados, "ca nunca vos fallesceremos en quanto
seamos sanos

"convusco despenderemos las mulas e los cavallos "e los averes e los paños"siempre vos
serviremos como leales vasallos…"

Su esposa e hijas quedaron al cuidado del clérigo Sancho en el monasterio de Cardeña. El Cid
parte hacia Burgos pero los pobladores no le brindan apoyo

por temor a las represalias del Rey. Necesitado de dinero, el Cid envía a Martín Antolínez ante los
judíos Raquel y Vidas con el fin de engañarlos con arcas llenas de arena, haciéndoles creer que
contenían oro, a cambio de dinero, argucia que resultó tal cual lo habían planificado. Antes de salir
del reino, el Cid va a Cerdeña para despedirse de su familia.

El itinerario del Cid por tierras de los moros empieza en el reino de Toledo, conquista Castejón;
pasa por tierras de Zaragoza, e invade Alcócer. Esta última conquista no fue bien vista por el Rey
de Barcelona quien solicita apoyo a Tamín, Rey de Valencia, para enfrentar al Cid. Rodrigo los
derrota y del botín envía un primer presente al Rey Alfonso (treinta caballos)

El Cid continuando su recorrido llega a Jérica y Almendra, tierras amparadas por el Rey de
Barcelona, don Ramón de Berenguer, quien al caer derrotado y a cambio de su libertad entregó al
Cid su famosa espada Colada.

CANTAR II: “Las bodas de las hijas del Cid”

El Cid invadió las tierras de Murviedro y Cebolla, posteriormente cayó también Valencia, obtuvo de
ella un gran botín, de esto envía un nuevo presente al Rey (cien caballos). Álvar Fáñez es el
encargado de hacer los presentes; a la vez solicita al Rey de parte del Cid permitir la salida de su
esposa e hijas hacia Valencia. Pedido que se le concede.

Yúsuf, Rey de Marruecos, sintió mucho la conquista de Valencia hecha por el Cid; y por tal razón
rodea la ciudad. Tras librarse una dura batalla salió favorecido el Cid, de este nuevo botín envía “El
que en hora buena nació”, otro presente al Rey, esta vez fueron doscientos caballos.

Los Infantes de Carrión, don Diego y Fernando González, conocedores de la fama y riqueza del Cid,
deciden hablar con el Rey para que interceda por ellos y pedir en matrimonio a las hijas del
Campeador.

El Rey Alfonso perdona al Cid, a orillas del río Tajo, y solicita a sus hijas para don Diego y don
Fernando.

La celebración de las bodas se realizó durante quince días.

CANTAR III: “La afrenta de Corpes”

Aquí se manifiesta el temor y la cobardía de los Infantes de Carrión: primero ante la aparición de
un león desbandado del que cobardemente huyen; luego ante la presencia del Rey Búcar, de
Marruecos del que también intentan huir vilmente. Esto dio pie para que pasen a ser la burla de
los soldados del Cid. En esta batalla Rodrigo ganó la famosísima espada Tizona.
Los Infantes buscan vengarse, de todas las mofas, en las hijas del Cid. Se dispusieron llevarlas a
Carrión con el permiso del Cid. Los Infantes y sus esposas pasaron la noche en el robledo de
Corpes; y a la mañana siguiente resuelven golpear salvajemente a sus cónyuges para huir después.

Félez Muñoz quien acompañaba a la comitiva iba un poco más adelantado, al regresar al ver lo
que sucedía, encuentra a las hijas del Cid en un estado lamentable, las traslada inmediatamente
a Valencia y comunica al Cid lo acontecido. Rodrigo pide inmediatamente al Rey justicia. Este
convoca a Cortes en Toledo y el Cid exige le sean devueltas las espadas y la dote que había dado a
sus yernos al partir. Además propone un duelo para vengar la deshonra de sus hijas.

Son derrotados: Fernando por don Pedro Bermúdez; Diego por don Martín Antolínez y Asur por
Muñoz Gustios.

La hijas del Cid fueron nuevamente pedidas en matrimonio por los Infantes de Navarra y Aragón,
requerimiento que esta vez Rodrigo aceptó de muy buen agrado.

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