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El inicio de la Segunda Guerra Mundial se produjo el 1 de septiembre de 1939, cuando el ejército alemán comenzó la invasión
de Polonia. Adolf Hitler halló el pretexto para invadir a Polonia al ejecutar los planes de la Operación Himmler. Esta consistió
en fabricar un falso operativo militar para culpar a soldados polacos de agredir la estación de radio del pueblo fronterizo de
Gleiwitz.
El 31 de agosto se produjo el asalto de la estación radial. Los asaltantes lanzaron al aire proclamas contra el Tercer Reich
para confundir y causar indignación en la población alemana.
Con el tiempo se descubrió que estos agresores eran miembros de la SS, es decir, de escuadrones del partido Nazi. Así
inventaron una justificación inmediata para la guerra.
Tal como se había programado, cerca del amanecer del 1 de septiembre, las tropas alemanas cruzaron la frontera y llevaron
a cabo el plan Fall Weiss de invasión a Polonia. El método del ataque alemán fue tan potente que pasó a ser conocido
como blitzkrieg, la guerra relámpago.
La Segunda Guerra Mundial tuvo sus raíces en los problemas generados al final de la Primera Guerra Mundial. Alemania y
los demás países derrotados sufrieron sanciones económicas y pérdidas de territorio impuestas en el Tratado de Versalles
de 1919. Esto causó descontento en la población alemana e incluso sentimientos revanchistas.
La inestabilidad social en la década de 1920 favoreció que las ideas extremistas del Partido Nacional Socialista Alemán se
popularizaran. Hitler hizo propaganda para recuperar el poderío alemán y apropiarse de territorios que consideraba parte
de su "espacio vital". También denunció al Tratado de Versalles y mezcló sus proclamas políticas con sentimientos
antisemitas, esto es, en contra del pueblo judío.
El partido Nazi alcanzó el poder a través de elecciones en 1933. Pronto Hitler llegó a ser canciller, que es el cargo político
más alto del gobierno alemán. Entonces tomó decisiones que rompieron los pactos firmados por su país.
El führer alemán y sus ideas expansionistas también afectaron a otras naciones. Su orden de invasión a Polonia fue la gota
que derramó el vaso. Esta fue la acción que desencadenó la Segunda Guerra Mundial.
El deseo de terminar con la sensación de humillación causada por la derrota en la Primera Guerra Mundial motivó a los
alemanes a votar por el Partido Nacional Socialista. Cuando Hitler tomó el mando, de inmediato comenzó a establecer un
régimen autoritario. Prometió la recuperación económica, pero reprimió a la oposición política y retiró a Alemania de la
Sociedad de las Naciones.
Después de estos años, la población tendría el derecho a votar para elegir el futuro de su territorio. En enero de 1935, los
habitantes del Sarre votaron a favor de la reanexión alemana. El territorio pronto pasó a ser controlado y administrado por
los nazis.
Una vez en el poder, el gobierno nazi desobedeció las cláusulas militares incluidas en el Tratado de Versalles. Estas
contemplaban la reducción del ejército y la eliminación del servicio militar obligatorio. Además, restringían la fabricación
de aviones, acorazados y armamento de guerra en general.
Ya en 1935 fue evidente que Alemania contradecía lo pactado al final de la Primera Guerra Mundial. El reclutamiento militar
se reinstituyó, la industria alemana se fortaleció al innovar en tecnologías de armamentos y se creó la Wehrmacht, "fuerzas
de defensa" unificadas. Todo ello encendió las alarmas de otros países europeos.
En octubre de 1935, fuerzas italianas instaladas en Eritrea invadieron el reino de Abisinia (actualmente Etiopía). Abisinia
respondió y declaró la guerra a Italia, que en ese momento era gobernada por el líder fascista Benito Mussolini. El conflicto
reveló el carácter expansionista de las ideologías que entonces tenían el poder en el centro de Europa.
Como Italia y Etiopía eran miembros de la Sociedad de las Naciones, se procuró su intervención para detener el conflicto.
Pero este organismo falló en dar una respuesta efectiva a la crisis. Italia se acercó más a una alianza con Alemania, mientras
el mundo era testigo de la fragilidad en la que se encontraba la paz establecida en Versalles.
6. Anschluss: la anexión de Austria a Alemania (1938): En su afán por construir el lebensraum, o "espacio vital" unificado de
los pueblos germánicos, Hitler tuvo siempre en mente la anexión de su tierra natal, Austria. En marzo de 1938, las tropas
alemanas entraron en este país y lo ocuparon, pero no hubo confrontación, ya que gran parte de la población austriaca estaba
de acuerdo con la anexión.
Hitler declaró que Austria ahora era parte del imperio alemán. Esta acción violaba la segunda parte del Tratado de Versalles,
pues sobrepasaba los límites geográficos indicados para Alemania. Para dar una carácter legal al anschluss, se organizó un
plebiscito en el que más del 90 % de los votantes estuvieron a favor de la unión.
7. La crisis de los Sudetes: Checoslovaquia es anexada a Alemania (1938): Checoslovaquia había nacido como país
independiente al final de la Primera Guerra Mundial. Además de la población checa, allí convivían pueblos de origen alemán,
polaco, húngaro y ucraniano. Los alemanes de la región querían autonomía y muchos incluso pensaron que lo mejor era
juntarse al Tercer Reich.
Hitler entonces mostró su determinación por apropiarse de los Sudetes y establecer un protectorado alemán. Ello llevó a
una nueva crisis internacional que culminó con negociaciones diplomáticas y el Acuerdo de Múnich del 29 de septiembre de
1938, firmado por Inglaterra, Francia, Italia y Alemania. Este obligó al gobierno checoslovaco a ceder el territorio de los
Sudetes a Alemania.
La firma del acuerdo ha sido criticada, pues muestra que los gobiernos de Inglaterra y Francia tuvieron una postura débil
ante Alemania, y sobre todo se preocuparon por evitar otro conflicto a escala mundial. Poco después, las tropas alemanas
entraron a los Sudetes en octubre de 1938, y no se detuvieron. En marzo de 1939, las fuerzas del imperio alemán ocuparon
toda Checoslovaquia.
10. La invasión alemana sobre Polonia (1939): La política de apaciguamiento empleada por Gran Bretaña para frenar la sed
expansionista de Hitler no resultó. El líder del nazismo demostró ser ambicioso. Desde su punto de vista, sólo se hacía justicia
al destrozar el orden del Tratado de Versalles. Pero la verdad es que sus ansias expansionistas lo llevaron a ocupar incluso
territorios que ni siquiera eran alemanes.
La madrugada del 1 de septiembre, cerca de las 4: 45 A.M., la fuerza aérea alemana empezó el bombardeó sobre la ciudad
polaca de Wieluń. Fue ahí entonces donde inició la Segunda Guerra Mundial. Con la declaración de guerra de Francia e
Inglaterra a Alemania el conflicto pronto se extendería e involucraría a muchas otras naciones.
La Segunda Guerra Mundial lamentablemente se caracterizó por su brutalidad, por los bombardeos a civiles y por el
holocausto, afectando así a millones de seres humanos.