—Heute geht die Synagogue hoch, hoy va a arder la sinagoga.
Es casi medianoche. 1. DIEZ HOMBRES 1. Karl-Heinz Schwenke, Sturmführer y conserje (anteriormente, sastre), 54 años Era casi la medianoche del 9 de noviembre de 1938 cuando el Standartenführer de las SA de Kronenberg entró en el Refugio de los Cazadores, en la esquina de la Frankfurterplatz y el Mauerweg, y dijo: —Esta noche va a arder la sinagoga. Según la reconstrucción de la escena efectuada por participantes y testigos quince años más tarde, en la sala pública de la posada había veinte o veinticinco miembros uniformados del escuadrón de reservistas de las SA, compuesto por hombres de más de cincuenta años, además de cinco o diez miembros de otros escuadrones que estaban de paso. No había otros clientes y el posadero testificó en 1948 que toda aquella noche estuvo «entrando y saliendo» de la sala pública y no pudo oír la conversación ni recordaba quiénes estaban presentes. Una vez que hubo hablado Kühling, el Sturmführer Schwenke se volvió hacia los hombres que se hallaban en la sala pública y dijo: —Ya habéis oído lo que ha dicho el Standartenführer. Los que quieran ayudar, que vengan a la sala privada conmigo. El Standartenführer dijo: —Volveré. —Y salió del local. Según los testigos, aproximadamente la mitad de los hombres allí presentes siguieron a Schwenke a la sala privada y cerraron la puerta tras ellos. Schwenke la volvió a abrir desde dentro para decir: «No más bebida», y la cerró de nuevo. Los que permanecían en la sala pública continuaron en