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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú, Decana de América)


Facultad de Ciencias Biológicas
Escuela del Área Profesional de Ciencias Biológicas

RESUMEN RELACIONADO A LA ATMÓSFERA, LA RADIACIÓN SOLAR, EL


EFECTO INVERNADERO, LA PRESIÓN ATMOSFÉRICA Y LOS VIENTOS

Asignatura: Meteorología y Climatología


Ciclo: 5
Profesor: Robert Ramos Alonzo
Autor(a): Marina Britsy Salvador Duran

Lima, 2023
La atmósfera, un manto gaseoso que envuelve nuestro planeta, es fundamental para la vida tal
como la conocemos. Este escudo protector está compuesto por una combinación de gases
como el nitrógeno y el oxígeno, que interactúan de manera compleja con diversos fenómenos
atmosféricos. Uno de estos fenómenos es la radiación solar, una poderosa fuente de energía
que llega a la Tierra en forma de ondas electromagnéticas. La radiación solar es vital para
sustentar la vida en nuestro planeta y, a medida que la radiación solar se adentra en la
atmósfera, parte de ella es reflejada o dispersada, mientras que otra parte alcanza la superficie
terrestre. Esta radiación es especialmente importante en la forma de luz visible, ya que es
esencial para la fotosíntesis de las plantas y el funcionamiento de los ecosistemas. Sin
embargo, la interacción entre la radiación solar y la atmósfera no se detiene aquí, pues el
fenómeno del efecto invernadero entra en juego. Algunos gases presentes en la atmósfera,
como el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4), actúan como "gases de efecto
invernadero", permitiendo que la radiación solar atraviese la atmósfera y alcance la superficie
terrestre. No obstante, estos gases también retienen parte del calor emitido por la Tierra,
creando un efecto invernadero natural que es esencial para mantener una temperatura
promedio adecuada para la vida. En las últimas décadas, la actividad humana ha alterado este
equilibrio natural. La quema de combustibles fósiles, la deforestación y otras actividades
industriales han aumentado la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera,
lo que ha llevado a un calentamiento global y al cambio climático. Este fenómeno tiene
consecuencias significativas, como el aumento de las temperaturas, el derretimiento de los
casquetes polares y los cambios en los patrones climáticos. La presión atmosférica, la cual es
la fuerza ejercida por la masa de aire sobre la superficie terrestre, es otro factor clave en la
dinámica atmosférica. A medida que ascendemos en la atmósfera, la presión disminuye
gradualmente debido a la menor cantidad de moléculas de aire presentes. Dichas variaciones
de presión generan gradientes de presión, que son fundamentales para el movimiento del aire
y la generación de vientos. Los vientos son corrientes de aire en movimiento que se desplazan
desde áreas de alta presión hacia áreas de baja presión, estos pueden ser locales o globales y
desempeñan un papel crucial en la distribución del calor y la humedad alrededor del planeta.
Los patrones de viento, como los vientos alisios y los vientos del oeste, influyen en los
sistemas climáticos y meteorológicos a gran escala. La interrelación entre la atmósfera, la
radiación solar, el efecto invernadero, la presión atmosférica y los vientos es evidente en la
forma en que estos elementos interactúan y se influencian mutuamente. La radiación solar
calienta la atmósfera y la superficie terrestre, mientras que el efecto invernadero regula la
cantidad de calor que se retiene. A su vez, los cambios en la presión atmosférica generan
gradientes de presión que impulsan la circulación del aire y la formación de vientos.
Comprender estos temas es esencial para abordar los desafíos ambientales actuales y futuros,
como el cambio climático y la necesidad de una gestión sostenible de nuestros recursos
naturales. La investigación y la educación en estos campos nos permiten desarrollar
estrategias de mitigación y adaptación, promoviendo la toma de decisiones informadas y
responsables para preservar nuestro planeta y garantizar un futuro sostenible para las
generaciones futuras.

OPINIÓN

La radiación solar es fundamental para la fotosíntesis de las plantas, proporcionando la


energía necesaria para su crecimiento y desarrollo. Además, la radiación solar impulsa la
evaporación del agua, lo que lleva a la formación de nubes y la posterior precipitación,
nutriendo los ecosistemas terrestres y acuáticos. El efecto invernadero, en su equilibrio
natural, permite mantener temperaturas adecuadas para la vida en la Tierra. Sin él, las
temperaturas serían extremadamente frías, lo que dificultaría la supervivencia de muchas
especies. Además, los vientos y la presión atmosférica ayudan a distribuir el calor y la
humedad alrededor del planeta, generando diferentes climas y permitiendo la existencia de
una amplia diversidad de hábitats. Sin embargo, es importante destacar que la alteración
excesiva de estos procesos naturales, como el aumento desmedido de los gases de efecto
invernadero debido a la actividad humana, puede tener efectos negativos significativos, como
el cambio climático y el calentamiento global.

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