Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1.rehabilitación Psicológica Del Traumatismo Físico y La Discapacidad DEF
1.rehabilitación Psicológica Del Traumatismo Físico y La Discapacidad DEF
físico y la incapacidad
David W. Krt,eger, M.D.
Introducción
Durante su infancia, niñez y adolescencia, los individuos van
dominando sus cuerpos, su realidad y sus emociones siguiendo una
secuencia. A partir de la mitad de la vida, los escalones conducen en
dirección contraria (Valliant, 1979). No son sólo los niños y los viejos
quienes han dc luchar por dominar sus cuerpos; también han de hacerlo
los incapacitados físicos. Las cosas que antes se daban por supuestas
(inclinarse, subir a una acera, darse la vuelta en la cama duranteh noche,
limpiarsc una lágrima con la mano) no pueden ya considerarse como cosa
hecha, como conductas automáticase El ciclo mismo dc la vida se
contempla desde una nueva perspectiva, ya que quizá décadas de vida
que de otra forma transcurren lentamente se comprimen en unos meses o
en unos momentos.
Hacia la mitad de la vida las personas reconocen que cl número de
días del ayer es superior al de los que quedan por venir. Cuando se
padece una incapacidad traumáticamente inducida, también los días del
mañana se hacen cualitativamente distintos.
Cuando se sufre una amenaza sobre la propia vida o una experiencia
que se asemeja a la muerte, la ilusión de intemporalidad e inmortalidad
se desvanece cruelmente. El valor adaptativo que supone prever la
gradual disminución dc la función física conforme avanzan los años
resulta claro cuando se hacen estudios de pacientes a los que no es
aplicable tal adaptaciÓn.
En la vejez, la tarea constste en «sustituir los ultrajes de la decadencia
física por un sentido de la propia valía capaz dc resistir todos los emba
tes» (Valliant, 1979). Cuando se padece una incapacidad física, el
proceso de duelo y adaptación graduales que dura toda una vida y
permite adaptarse al envejecimiento y a la disminución de las funciones
suele quedar comprimido traumáticamente a unos instantes. En igual
medida, las tareas, tanto emocionales como físicas, de la rehabilitación
han de condensarse en un breve espacio de tiempo.
19
20
'l'raumatismo físico c
21
22
Traumatismo e
23
etnocton.ll
3) reacción (leprcstva
4) reacción contra la independencia 5) adaptación.
«shock»
24
Traunv,ltjsrno e
detnora hasta que cl paciente se da realmente cuenta del alcance dc su dilema
y reconoce que ha sufrido una pérdida irreparable.
Aunque cl proceso dc rechazo es adaptativo y protector para ascgurar que
el paciente no se vea abrutnado inicialmente, es necesario que con el tiempo se
suavice a fin de permitir que el sujeto comprenda y asuma la pérdida,
reconociendo sus consecuencias. Sólo en caso de que el rechazo resulte difícil
de adaptar c interfiera con los esfuerzos rehabilitadores deberá optarse por la
intervención. Su persistencia puede hacerse evidente en los sueños dcl paciente,
cn los que actúa como si nada hubiera pasado; en la persistencia de dolores
inexistentes más allá de su alcance físico, que aseguran cierta sensación dc que
el miembro sigue estando intacto, o en la manifestación de fantasías que
resaltan que la función perdida continúa presente. El rechazo se traduce
igualmente en el comportamiento.
El paciente que ha sufrido una lesión en la columna vertebral puede olvidar
que debe erguirse para aliviar el punto de presión, dando lugar a ulceraciones
en la piel, o tal vez olvide vaciar la vejiga cn cl momento apropiado (Stewart,
1978). El que ha perdido un miembro tenderá a levantarse de la cama y
descender de ella, y lo único que conseguirá será caerse y enfrentarse al hecho
de que la pierna con la que intentaba apoyarse en el suelo ya no está allí.
Puede que la familia entre en colisión con este rechazo por falta. de adaptación
dándole falsos ánimos y asegurándole que todo volverá a la normalidad,
resistiéndose a adaptar el hogar a las necesidades del lesionado.
Hay que diferenciar entre las expresiones de esperanza y las de rechazo. Si
aquéllas están basadas cn cosas potenciales y metas realistas, no deben tratarse
como falta de adaptación. La esperanza realista, que actúa como fuerza
motivadora positiva, a veces es disminuida peg_el pysonal clínico que actúa
con falta de tacto, interfirtcndo así la plena
dedicación a la actividad rehabilitadora. Se puede transmitir una esperanza
realista sin reforzar el rechazo o la falta de adaptación. Las expresiones de
Reacción depresiva
El rechazo da paso gradualmente a un reconocimiento y una comprenSión
más plenos de la gravedad y alcance de la pérdida o enfermedad. En este
momento surgen el duelo y la depresión. Hasta entonces, el rechazo no se ha
producido sobre la realidad del acontecimiento, sino sobre su iryportapçjg,
gravedad y Puede que el paciente haya tenido la sensación de que
el miembro o función perdidos siguen hallándose intactos o presentes, aunque
quizá no estén activos o no se puedan tocar realmente. Los sueños y
ensoñaciones han constituido una fantasía reparadora en la que el individuo sigue
funcionando intacto. Es frecuente que
25
emocional
Adaptación
Las emociones que siente una persona ante la pérdida de un miembro o una
función motora son análogas a las que se experimenta ante la muerte de un ser
querido, Existe duelo por la función, por la imagen corporal, por las
satisfaccioneS que proporcionaba dicha función y que ahora le son negadas, y
por la pérdida de las esperanzas que se basaban en
etnocional
28
I. Afectivas
A. Pasividad, aislamiento de afectos y ausencia de preocupaciÓn.
Resumen
El proceso y contenido de los aspectos emocionales de la rehabilitación se
entreteJen con Va recuperación física del paciente. El impacto del
problema físico implica al mismo tiempo un trauma psíquico y un traúmatismo
físico. La rehabilitación emocional es tan necesaria como la
médica y física. La resolución por parte del paciente de fases tales como el
shock, el rechazo, la reacción depresiva, la reacción contra la independencia, y
la adaptación, desempeñarán un papel principal a la hora de
facilitar o impedir el curso de su rehabilitación.
29
30