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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA LA LIBERTAD -

Sistema de Notificaciones Electronicas SINOE


SEDE COVICORTI SECTOR NATASHA ALTA,
Juez:FERNANDEZ ROSAS EDITH DEL PILAR /Servicio Digital - Poder
Judicial del Perú
Fecha: 22/08/2022 08:21:59,Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial:
LA LIBERTAD / TRUJILLO,FIRMA DIGITAL

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD


OCTAVO JUZGADO DE TRABAJO PERMANENTE DE TRUJILLO
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
LA LIBERTAD - Sistema de
EXPEDIENTE Nº
Notificaciones Electronicas SINOE : 00329-2022-0-1601-JR-LA-08
SEDE COVICORTI SECTORDEMANDANTE : JONATHAN ROBERTO GARCIA GONZALES
NATASHA ALTA,
Secretario:GABRIELLI
CASTAÑEDA BLANCA GISELLA
DEMANDADO : MINISTERIO PÚBLICO
PATRICIA /Servicio Digital - MATERIA
Poder : IMPUGNACION DE DESPIDO
Judicial del Perú
Fecha: 22/08/2022 10:58:17,Razón:
RESOLUCIÓN JUEZ : EDITH DEL PILAR FERNÁNDEZ ROSAS
JUDICIAL,D.Judicial: LA
SECRETARIA : GISELLA PATRICIA GABRIELLI CASTAÑEDA

RESOLUCIÓN NÚMERO CUATRO. -


Trujillo, quince de agosto del año dos mil veintidós. -

VISTOS. - La señora Juez Supernumeraria del Octavo Juzgado de Trabajo Permanente


de Trujillo, emite la siguiente sentencia, en primera instancia:

I. PARTE EXPOSITIVA. -
1. ARGUMENTOS DE LA PARTE DEMANDANTE: Mediante escrito postulatorio de
demanda, la parte demandante señala básicamente lo siguiente:
1.1. Datos de laboralidad. Precisa que labora a favor de la demandada desde el 01
de junio de 2021 al 31 de diciembre de 2021, en el cargo de vigilante,
percibiendo como última remuneración el monto de S/ 2,600.00.
1.2. Sobre la naturaleza de la contratación laboral. Refiere que prestó servicios
a favor de la demandada desde el 01 de junio de 2021, desarrollando funciones
propias del Auxiliar administrativo – Vigilante, siendo contratado mediante la
suscripción de contratos de locación de servicios, los cuales se encuentran
desnaturalizados, en tanto, la demandada ha supervisado en forma directa y
permanente todas las actividades y con control directo hacia su persona.
1.3. Reposición por despido incausado. Precisa que, al haberse desnaturalizado
los contratos de locación de servicios, se encontraba sujeto a una relación a
plazo indeterminado y protegido contra el despido arbitrario, por lo que, no
podía ser despedido sin que medie causa justa, tipificada y debidamente
comprobada, de tal manera que, al habérsele despedido sin manifestarle
alguna causa se ha configurado un despido incausado.
1.4. Pago de indemnización por daños y perjuicios. En la modalidad de lucro
cesante y daño moral, originado por el despido incausado.
1.5. Reintegro de haber básico. Señala que, al desempeñarse como Auxiliar
administrativo – vigilante, le corresponde percibir su remuneración básica
conforme a los niveles salariales del Decreto Legislativo 728, que contiene la
Escala Remunerativa de la demandada.
1.6. Pago de beneficios sociales. Consistentes en asignación familiar,
gratificaciones, bonificación extraordinaria y compensación por tiempo de
servicios, pues, la demandada habría incumplido con el pago de estos
conceptos.
1.7. Finalmente, también pretende el pago de intereses legales y honorarios
profesionales.

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2. ARGUMENTOS DE LA PARTE DEMANDADA. Por su parte, la demandada contesta
la demanda, niega los hechos alegados por el demandante y solicita se declare
infundada la demanda; en base a los siguientes argumentos:
2.1. Sobre la naturaleza de la relación laboral. Señala que, el actor prestó
servicios a favor de la demandada como proveedor del Estado, emitiendo
diferentes órdenes de servicios, precisando que inició la prestación de
servicios como proveedor del Estado a partir del 13 de octubre de 2020;
asimismo, señala que no se han celebrado con el demandante contratos de
locación de servicios, pues las ordenes de servicios se enmarcan en una
categoría típica del Derecho Administrativo – Contrato Administrativo, por lo
que, el demandante se habría encontrado bajo los lineamientos de los
contratos administrativos, en su calidad de proveedor.
2.2. Sobre la necesidad de servicios de vigilancia y seguridad. Refiere que, este
servicio es de vital importancia para resguardar las actividades que
desempeñan su personal fiscal, administrativo y forense, por lo que, ante la
urgencia del servicio y las dificultades del proceso de licitación, que no
permitía contar con la prestación de servicios de vigilancia a través de las
empresas prestadoras de dicho servicio, se recurrió a la contratación del actor,
precisando que la labor de vigilancia resulta ser complementaria, por tanto, no
pueden ocupar una plaza, no encontrándose contenida en el Cuadro Analítico
de Personal, ya que el servicio de vigilancia no es su servicio principal.
2.3. Respecto al cargo de Auxiliar Administrativo – vigilante. Señala que, dicho
cargo es inexistente dentro de su estructura organizacional; asimismo, señala
que la adjudicación de una plaza solo puede darse a través de un concurso
público de méritos; así como, las labores realizadas por el demandante, no se
encuadran dentro de lo establecido para el cargo de Auxiliar Administrativo de
acuerdo a lo consignado en sus documentos de gestión.
2.4. En cuanto al despido incausado. Sostiene que no ha existido tal despido, en
tanto no existía con el demandante una relación laboral; pues, los servicios
prestados fueron como proveedor del Estado, de tal manera que conocía los
plazos de ejecución de las mismas, precisando que a partir de junio de 2022
viene cumpliendo dichas actividades a través de intermediación, no siendo
válido amparar la reposición pretendida, y como consecuencia de ello no
corresponde el pago de la indemnización por daños y perjuicios.
2.5. Sobre el pago de beneficios sociales. Señala que el actor no ha sido su
trabajador; así como, al no proceder la desnaturalización del vínculo
contractual del demandante, no le corresponde el pago de los beneficios
sociales propios del régimen laboral privado.
2.6. Sobre el pago de intereses legales y costos procesales. Refiere que la
solicitud de estos conceptos debe desestimarse, en tanto, las pretensiones
principales resultan manifiestamente infundadas.

3. TRÁMITE PROCESAL RELEVANTE:


3.1. En autos obra el auto admisorio, a través del cual se notifica a la parte
demandada, la demanda y sus anexos, conforme se verifica de las cedulas de
notificación obrantes en el Expediente Judicial Electrónico.
3.2. Obre en autos el acta de la Audiencia de Conciliación de fecha 14 de junio de
2022, llevada a cabo mediante la plataforma virtual Google HangoutsMeet, en

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cuyo registro físico y audio-visual, se verifica que ésta se lleva a cabo con la
participación de ambas partes, sin arribar a acuerdo conciliatorio alguno; por
lo que se procede a precisar las pretensiones que son materia de juicio. En
dicho acto, la parte demandada presenta su escrito de contestación de
demanda y anexos obrantes en autos, se corre traslado a la parte demandante
y se señala día y hora para la realización de la audiencia de juzgamiento,
quedando citadas las partes en dicho acto.
3.3. Así mismo, obra en autos el acta de la Audiencia de Juzgamiento, llevada a cabo
mediante la plataforma virtual Google HangoutsMeet, en cuyo registro físico y
audio-visual, se verifica que ésta se lleva a cabo con la participación de ambas
partes. Inmediatamente, se inicia la etapa de confrontación de posiciones, la
Juzgadora señala los hechos no sujetos a actuación probatoria, se enuncian las
pruebas admitidas, se actúan las pruebas admitidas, se conceden los alegatos
finales; y finalmente, se da por cerrado el debate, la señora Juez reserva el fallo,
informando en dicho acto que la notificación de la sentencia se efectuará
mediante casilla electrónica de conformidad con la Resolución Administrativa
Nº137-2020-CE-PJ, la misma que se desarrolla a continuación:

II. PARTE CONSIDERATIVA. –

1. HECHOS NO NECESITADOS DE ACTUACIÓN PROBATORIA. Durante la audiencia


de juzgamiento, (minuto 00:12:10 del audio-video), se señalaron los siguientes
hechos no necesitados de actuación probatoria: i) La existencia de la prestación
personal de servicios; ii) Fecha de inicio: 13.10.2020; iii) Fecha de cese:
31.12.2021, formalmente, por término de contrato; iv) Cargo desempeñado:
vigilante; vi) El cargo de auxiliar administrativo se encuentra ubicado en el último
nivel de su escala remunerativa.

2. SOBRE LA NATURALEZA LABORAL DE LA RELACION CONTRACTUAL


EXISTENTE ENTRE LAS PARTES.
2.1. En cuanto al fondo de la controversia, resulta necesario remarcar que, como se
advierte de la postulación escrita contenida en la demanda, la parte actora
alega la existencia de un contrato de trabajo sujeto a las normas del Régimen
Laboral de la Actividad Privada –Decreto Legislativo N° 728 y normas
concordantes- por la invalidez de los contratos de locación de servicios que
suscribió, precisando en audiencia de juzgamiento que fue a partir del 13 de
octubre del año 2020. Por su parte, la entidad demandada, en su escrito
postulatorio de contestación de demanda, reconoce que el demandante prestó
servicios a su favor durante el periodo indicado; empero precisa que este se
realizó como proveedor del Estado, emitiendo diferentes ordenes de servicios;
además, señala que no se han celebrado con el demandante contratos de
locación de servicios, pues las órdenes de servicios se enmarcan en una
categoría típica del Derecho Administrativo – Contrato Administrativo, por lo
que, el demandante se habría encontrado bajo los lineamientos de los
contratos administrativos, en su calidad de proveedor.
2.2. Habiendo expuesto las tesis defensivas de ambas partes, corresponde ahora
analizar y determinar la naturaleza del vínculo contractual existente entre
partes; para lo cual, debe tenerse en cuenta que si la parte demandante

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pretende se le reconozca y otorgue una serie de derechos propios de toda
relación laboral, tiene que probar que -en efecto- existió la prestación personal
de servicios alegada, pues, es a partir de dicho hecho que resultan exigibles los
subsecuentes derechos1. Ello, en base a lo regulado en el artículo 4° del
Decreto Supremo N° 003-97-TR, Texto único Ordenado del Decreto Legislativo
N° 728, Ley de Productividad y Competitividad Laboral –en adelante LPCL-,
concordado con el artículo 23.2. de la NLPT, que recoge la presunción de
laboralidad, al establecer: “Acreditada la prestación personal de servicios,
se presume la existencia de vínculo laboral a plazo indeterminado, salvo
prueba en contrario”. Así pues, resulta importante anotar que no existe
conflicto entre la norma sustantiva y adjetiva, en la medida que ambas
entienden que el contrato de trabajo se configura por la confluencia de tres
elementos esenciales, que son: la prestación personal de servicios, la
remuneración y la subordinación. La norma sustantiva es la que ha fijado la
necesaria presencia de ellos para la existencia del contrato de trabajo, y la
norma adjetiva no los niega, solo presume la aparición de la subordinación y la
remuneración ante la cercana probabilidad de su existencia2.
2.3. En el caso de autos, respecto a la prestación personal de servicios:
- La demandada ha reconocido que el actor prestó servicios de manera
personal a su favor desde el 13 de octubre de 2020 al 31 de diciembre
de 2021, quedando fijado como un hecho no necesitado de actuación
probatoria, por lo que el actor tiene a su favor la presunción de laboralidad
de sus servicios, con lo cual ha satisfecho su carga probatoria,
correspondiendo por tanto a la demandada desvirtuar la referida presunción
de laboralidad (acreditando que la contratación sostenida con el demandante
no ha sido una de naturaleza laboral como lo alega), pues conforme al
glosado artículo 23.2 de la NLPT, la referida presunción mantiene su vigencia
mientras la demandada no demuestre lo contrario.
- Así pues, lo antes señalado guarda correspondencia además con la regla
general de probanza contenida en el artículo 23.1 de la NLPT que establece
que la carga de la prueba corresponde a quien afirma hechos que configuran
su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos; sin embargo,
en el presente caso, la demandada no ha desvirtuado la referida presunción
de laboralidad, esto es no ha acreditado que los servicios del demandante se
dieron en el marco de la Ley de contrataciones del Estado y bajo el
cumplimiento de los requisitos legalmente establecidos para su configuración
desde la fecha de ingreso, pues no obra en autos los términos de referencia
de la contratación del actor o documento análogo que acredite la naturaleza
de su contratación desde el inicio de su contratación (13 de octubre de
2020), como tampoco se ha presentado documento alguno que nos permita
determinar de manera específica las actividades que debía realizar el
demandante en el marco de dicha contratación desde el inicio de la
prestación del servicio, a fin de verificar si estas han sido brindadas en un
marco de autonomía y por ende no sujetas de subordinación, además de su
temporalidad; lo que denota que, la demandada no ha hecho el mínimo

1ÁVALOS JARA, Oxal Víctor. Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo. Jurista Editores E.I. R.L.
2016. Pág. 356.
2Op. Cit. Pág. 358.

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esfuerzo probatorio por acreditar el carácter autónomo de los servicios
prestados por el demandante.
- Lo antes anotado, se ve corroborado además cuando, la demandada sustenta
la autonomía de las labores del demandante como vigilante en la formalidad
de los documentos ofrecidos como medios de prueba, consistentes en:
capturas de pantalla del Buscador Público de Órdenes de Compra y Órdenes
de servicios y la constancia de inscripción para ser participante, postor y
contratista; sin embargo, ello resulta ser insuficiente para acreditar la
autonomía sobre la prestación de servicios dadas por el demandante;
máxime, si la parte demandada ha omitido ofrecer algún medio de prueba
que permita evidenciar las condiciones bajo las cuales se dio la contratación
del actor desde el inicio de su contratación (13.10.2020). Asimismo, de la
revisión de autos, se advierte que la parte demandada ha aportado al proceso
los “Términos de Referencia” de la “Contratación de personal para servicio de
apoyo en seguridad y vigilancia del Distrito fiscal de Huánuco del Ministerio
Público”; por lo que, este medio probatorio deviene en impertinente,
considerando que el demandante ha prestado servicios en el Distrito Fiscal
de La Libertad; ahora bien, la demandada ha aportado al proceso Oficio N°
002001-2020-MP-FN-OSEDENA, dicho documento solo acredita la necesidad
de la demandada de contratar vigilantes -según se indica- a través de una
“contratación de terceros”.
- Por otro lado, en autos la parte demandante ha ofrecido como medio de
prueba, la documental denominada “Términos de Referencia” –de la que no se
puede determinar el periodo al que corresponde (apreciándose ordenes de
servicio, cuya data más antigua corresponde a junio 2021 y recibos por
honorarios cuya fecha más antigua data de noviembre 2020)-, mediante el cual
se establecen ciertos lineamientos respecto a la prestación de servicios del
actor como proveedor de los servicios de vigilancia, en el cual se precisa en el
punto 12., sobre el carácter no subordinado, temporal y urgente de la
contratación de locación de servicios, que: “De conformidad con lo previsto
en el numeral 3.2 del artículo 3, de la Ley Nº 31298 “Ley que prohíbe a las
entidades públicas contratar personal mediante la modalidad de locación de
servicios para actividades de naturaleza subordinada”, el área usuaria que
requiere el servicio cumple con sustentar el carácter no subordinado, temporal,
urgente de acuerdo al siguiente detalle: 12.1. Carácter no subordinado del
servicio. El servicio a prestar no implica relación de dependencia o
subordinación, ni cumplimiento de un horario. (…)”; ahora bien, de dicha
documental se evidencia que las actividades desplegadas por el demandante
como supuesto proveedor del Estado debieron darse bajo su autonomía, sin que
la demandada ejerza la dirección de las mismas, por el contrario, la parte
demandante ha ofrecido como medio de prueba las copias del cuadernos de
ocurrencias -la misma que no ha sido cuestionada por la parte contraria-,
mediante los cuales se denotaría mínimamente que el actor cumplió con un
horario de trabajo de 12 horas, conforme lo especificado en dicha
documental, registrando una hora de entrada y de salida en turnos rotativos
que se repiten en el tiempo (desde las 7:00 a las 19:00 horas y viceversa),
contraviniendo de esta manera lo señalado por la propia demandada en los
“Términos de referencia”, la misma que fue elaborada con la finalidad de

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acreditar que la prestación de servicios del actor se dio como proveedor en
total autonomía.
- Todo lo antes detallado, nos permite determinar que la demandada no ha
probado sus afirmaciones, respecto a la existencia de una contratación
formalmente establecida con el demandante al amparo de la Ley de
Contrataciones con el Estado, en tanto, las mismas no se dieron de manera
autónoma. En este escenario, se refuerza como primera conclusión que el
demandante ha satisfecho su carga probatoria al haber acreditado no solo la
prestación personal de servicios, sino incluso la existencia de la
subordinación.
2.4. En efecto, respecto a la subordinación: Este elemento esencial del contrato
de trabajo, conforme lo señalado precedentemente, se encuentra acreditado
por cuanto de la revisión de autos, se advierte que la parte demandante ha
aportado al proceso los “Términos de Referencia” de la “CONTRATACIÓN DE
PERSONAL PARA SERVICIO DE APOYO EN SEGURIDAD Y VIGILANCIA DE LA
UNIDAD EJECUTORA DEL DISTRITO FISCAL LA LIBERTAD DEL MINISTERIO
PÚBLICO”; en el cual se detallan aquellas “prestaciones del proveedor”,
donde se consigna “Estar en permanente comunicación con el Administrador
del Distrito Fiscal o quien haga sus veces para informar cualquier imprevisto o
acción que genere la menor situación de inseguridad, control de personal , así
como de la instalación. Elaborar informes detallados de los incidentes y
ocurrencias suscitadas (…), los cuales deben ser puestos en conocimiento de
manera INMEDIATA al Administrador del Distrito Fiscal, de acuerdo a la Ley de
Seguridad y Salud en el Trabajo. Informar al Administrador del Distrito Fiscal o
a quien haga sus veces sobre las condiciones inseguras que observe durante el
desarrollo del servicio. (…) Registrar en formatos y cuadernos, proporcionados
por la administración, las ocurrencias o novedades suscitadas durante el
desarrollo del servicio; asimismo, registrará la hora de asistencia del personal
de la entidad, control de vehículos, consignas y otros que se indique; los cuales
serán verificados por el Administrador del Distrito Fiscal o quien realiza dicha
función.”. (el resaltado es nuestro); asimismo, obran en autos los informes
remitidos por el demandante a la Administradora del Distrito Fiscal de La
Libertad de fechas: 13 de mayo del 2021, 05 de octubre de 2021, 03 de agosto
de 2021 y 10 de noviembre de 2021, en los cuales se da cuenta “respecto de
las actividades realizadas por el suscrito”, obrando en autos de igual forma, los
reportes diarios realizados por el demandante, de los cuales se precisan que
los turnos fueron de “19:00-07:00” o “07:00-19:00”, conforme se aprecia
también de las copias de los cuadernos de ocurrencias. Por lo que, de estos
medios probatorios se puede determinar que la demandada, ejerció su poder
de dirección, en calidad de empleadora, estableciendo la jornada laboral que
debía cumplir el accionante; asimismo, debe tenerse en cuenta que este
elemento de la relación laboral queda evidenciado, por la propia labor
desplegada por el accionante como vigilante, pues en el cumplimiento de sus
funciones debió encontrarse bajo las directrices de la entidad demandada
como en efecto se ha acreditado al punto que era la demandada quien
establecía su jornada de trabajo, de ahí que no podamos validar el argumento
de la autonomía o independencia en la realización de la prestación del
servicio, al haberse demostrado que el actor estaba supeditado a las

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directrices que emanaba la demandada, como por ejemplo en lo relativo al
deber de realizar informes y dar cuenta a su superior sobre los mismos, lo que
no sucede en el caso de los trabajadores autónomos, quienes tampoco se
encuentran sujetos a un horario de trabajo, como sí ha sucedido con el actor.
Así las cosas, se determina que la parte demandada no ha logrado acreditar la
naturaleza independiente y autónoma de las labores efectuadas por el actor;
por el contrario, se advierten indicios suficientes de la existencia de una
relación laboral, pues se verifica la subordinación y fiscalización a la que ha
estado sujeto el demandante durante la ejecución de sus actividades.
2.5. Respecto a la remuneración: En suma, a lo ya indicado, obran en autos los
recibos por honorarios del actor y ordenes de servicios, documentos de los que
se verifica que la entidad demandada otorgaba -de forma mensual y
permanente- sumas dinerarias a su favor, las cuales se han otorgado en el
monto de S/ 2,600.00; lo cual permite concluir que en la realidad de los
hechos, las sumas dinerarias otorgadas al actor corresponden a uno de los
elementos esenciales de la relación laboral, esto es, la remuneración otorgada
por la entidad demandada –en calidad de empleadora- por las labores
prestadas por el actor – en calidad de trabajador.
2.6. En conclusión, al no haberse desvirtuado la presunción de laboralidad
contenida en el artículo 23.2 de la NLPT y en virtud al principio de primacía de
la realidad, según el cual deben primar los hechos acaecidos en el plano de la
realidad, por encima de las formalidades que obren en los documentos, se
determina la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado
entre las partes, desde el 13 de octubre de 2020 al 31 de diciembre de
2021, ostentando el cargo de vigilante.

3. RESPECTO AL RÉGIMEN LABORAL DEL ACTOR. Así pues, cabe resaltar que la
entidad demandada goza de expresa autorización legal para regular las
relaciones de sus prestadores de servicios bajo las reglas del régimen laboral
de la actividad privada, según lo prescribe el artículo 1° de la Ley N° 265863 del
11 de abril de 1996, la misma que se hace extensiva por la aplicación de la Quinta
Disposición Transitoria Complementaria y final de la Ley N° 266234, lo cual abarca
también al personal médico, auxiliar y administrativo que ingrese a laborar al
Ministerio Público; por tanto, nos ubicamos en el ámbito de aplicación del
artículo 3° de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral Decreto
Legislativo N° 728; en consecuencia, al haberse determinado la naturaleza
contractual laboral de la prestación de servicios del actor, se puede colegir
razonablemente que es admisible jurídicamente que la entidad demandada se
encuentra en la posibilidad de contratar personal dentro del marco del
régimen de la actividad privada, puesto que quedó autorizada expresamente
para vincularse con sus trabajadores mediante dicho régimen. En consecuencia, se
reconoce al actor la condición de trabajador a plazo indeterminado desde el 13 de

3 Cabe mencionar que dicha ley fue reglamentada por el Decreto Supremo número 004-96-JUS del 04 de Agosto de
1996, que en su artículo 1 refiere que el personal administrativo y judicial que ingrese a laborar en el Poder Judicial a
partir del 12 de abril de 1996, podrá ser contratado por tiempo indefinido o bajo las modalidades que resulten aplicables
a la luz del Decreto Legislativo número 728, estando regidos exclusivamente por las normas propias de los
trabajadores del régimen laboral de la actividad privada.
4 Hágase extensivo al Ministerio Público y al Instituto de Medicina Legal del Perú lo dispuesto en la Ley Nº 26586 aplicándose para

todos sus efectos al personal médico, auxiliar y administrativo (…)

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octubre de 2020 bajo el régimen de la actividad privada, al 31 de diciembre
de 2021.

4. RESPECTO AL RECONOCIMIENTO DE LA CATEGORIA LABORAL Y EL


REINTEGRO DE HABERES. El demandante señala en su escrito postulatorio que,
al desempeñarse como Auxiliar administrativo – Vigilante, le corresponde percibir
su remuneración básica conforme a los niveles salariales del Decreto Legislativo
728, que contiene la Escala Remunerativa de la demandada. Por su parte la
demandada, sostiene en el escrito de contestación de demanda que el cargo de
Auxiliar administrativo – vigilante es inexistente dentro de su estructura
organizacional; asimismo, señala que la adjudicación de una plaza solo puede
darse a través de un concurso público de méritos; así como, las labores realizadas
por el demandante, no se encuadran dentro de lo establecido para el cargo de
Auxiliar Administrativo de acuerdo a lo consignado en sus documentos de gestión.
Expuestas las teorías del caso de ambas partes procesales, corresponde hacer el
siguiente análisis:
4.1. En el caso de autos, el demandante pretende el reintegro de su remuneración
básica, señalando que le correspondería percibir la remuneración propia del
nivel Auxiliar Administrativo, manifestando -en la audiencia de juzgamiento-
que pretende la remuneración de dicho nivel salarial en virtud a que dentro de
la escala remunerativa de la demandada, el Auxiliar Administrativo se ubica en
el último nivel salarial (aspecto último, que fue reconocido por la demandada
en la misma diligencia, siendo un hecho no necesitado de actuación
probatoria). Sobre el particular, debe precisarse que si bien el contrato de
trabajo no deja de ser un relación de carácter contractual a la cual se le aplican
las libertades de contratación y de contratar, aún más en lo relativo a las
condiciones y términos que circundarán el acuerdo arribado entre las partes,
como la remuneración, también es cierto que el artículo 24° de la
Constitución Política establece que todo trabajador “tiene derecho a una
remuneración equitativa y suficiente, que procure, para él y su familia, el
bienestar material y espiritual”; instituyendo un parámetro o una base mínima
sobre la cual habrá de ser negociado el salario a cambio del cual ocurrirá la
enajenación de la fuerza de trabajo, de este modo ningún acuerdo privado aun
cuando sea asentido por ambas partes, deberá configurarse por debajo de
dicho estándar, pretendiendo con ello proteger la subsistencia económica, y el
bienestar material y espiritual del trabajador, así como el la de su familia,
asegurándole la percepción de una remuneración mínima suficiente para
cubrir sus necesidades básicas personales o familiares, y para desarrollarse
libre y dignamente.
4.2. Nótese así que se trata de un derecho mínimo necesario del trabajador, quien
como consecuencia de este precepto constitucional tendrá no solo el derecho a
exigir, al momento de la suscripción del contrato de trabajo, el respeto a la
valla mínima salarial establecida por ley; sino que además estará habilitado a
reclamar ante el órgano administrador de justicia la ejecución de la medida
reparativa más adecuada en caso se verifique una afectación al mínimo
remunerativo establecido por ley que vulnere, al mismo tiempo y casi de forma
ineludible, su bienestar. Así, toda afectación a la remuneración significará una
atentado contra la subsistencia y condición de vida del trabajador mismo y de

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quienes de él dependan; por lo que será pertinente la atención jurisdiccional
de tales casos, a fin de proteger el derecho irrenunciable del trabajador, según
el artículo 26° inciso 3 de la Constitución Política, a percibir una remuneración
justa y equitativa que procure su bienestar; al margen de si el monto mínimo
establecido para el pago de este derecho obedece a criterios de legislación
estatal o si, y no contra legem (esto es, no inferior a la valla establecida por
ley), corresponde a pactos individuales o colectivos dados entre el empleador
y el trabajador o sus representantes sindicales.
4.3. Asimismo, debe tenerse en cuenta que los trabajadores tienen derecho a una
remuneración equitativa lo que implica dar a cada uno lo que se merece en
función de sus méritos y condiciones, ello en concordancia con el artículo 30
inciso b) de la LPCL5, que prohíbe que el empleador reduzca la remuneración o
la categoría; asimismo, el incumplimiento de requisitos objetivos para el
ascenso del trabajador. En tal sentido, se infiere que el empleador de la
actividad privada se encuentra obligado a categorizar a sus trabajadores
y con ello también asignarles un determinado nivel remunerativo,
respetando el derecho fundamental de igualdad, y los principios de
razonabilidad y proporcionalidad, para efecto de garantizar el derecho
fundamental a una remuneración equitativa, motivo por el cual, en el citado
artículo 30 inciso b) proscribe la reducción de la remuneración y la categoría.
4.4. Ahora bien, debe señalarse en cuanto a la categorización preestablecida por
la parte empleadora, que la misma tiene como objeto ordenar los puestos en
las entidades públicas según su grupo ocupacional, considerando una
determinada jerarquía y nivel de responsabilidad, estableciendo de esta
manera diferentes requisitos mínimos para quienes los ocupen, así como
definiendo las funciones genéricas y específicas por cada tipo de puesto, la cual
debe estar materializada en los instrumentos de gestión como el Cuadro de
Asignación de Personal (CAP), Clasificador de cargos y el Manual de
Organización y Funciones (MOF). Siendo esto así, el reconocimiento de nivel
remunerativo o de la categoría, por regla general presupone que el trabajador
acredite haber desarrollado funciones que corresponden a un cargo
estructurado con el nivel solicitado. Asimismo, debe tenerse en cuenta que el
derecho a la clasificación profesional está íntimamente ligado con los
valores reconocidos por la Constitución Laboral como el derecho al trabajo
mismo, el derecho a la dignidad en el marco de la relación laboral6, en la
medida que el trabajo no sólo es un medio se satisfacción de las necesidades de
la persona humana, sino también un medio para su plena realización como
unidad bio psico social; pues, el reconocimiento de una determinada categoría
y un nivel dentro de la estructura organizacional del empleador, supone como
lo señalado precedentemente el reconocimiento de las aptitudes, la
capacitación, las responsabilidades, por tanto el grado y nivel del compromiso
asumido con el empleador, en directa proporción a las potencialidades de cada
servidor y las responsabilidades asumidas por éste.
4.5. Además, debe merituarse que el derecho a una categoría incide
directamente en el disfrute del derecho constitucional a una remuneración

5
Artículo 30.b) modificado por la Primera Disposición Complementaria Modificatoria de la Ley N° 30709, publicada el 27
diciembre 2017.
6 Artículos 1, 22 y 23 de la Constitución vigente.

9
digna, ello en atención a que el empleador debe asignar una determinada
remuneración a una categoría previamente asignada, permitiendo una labor
de diferenciación dentro de cada categoría, originando el establecimiento de
sub categorías o niveles, en función a criterios objetivos que deben
establecerse en cada caso en concreto, siendo ello un derecho subjetivo de
todo trabajador; por lo que, el derecho a la clasificación profesional resulta ser
una herramienta fundamental para optimizar el resultado del trabajo prestado
en condiciones de subordinación (derecho del trabajo) porque permite lograr
los fines corporativos y a la vez garantizar el respeto a valores constitucionales
que integran el Estado Constitucional y constituyen presupuestos de su
legitimidad social y política.
4.6. En ese contexto, en el caso de autos, la parte demandante sostiene que al ser
un trabajador permanente bajo el régimen de la actividad privada en el cargo
de vigilante, corresponde que la demandada le reconozca el nivel
remunerativo mínimo de Auxiliar Administrativo, al no encontrarse el cargo
de vigilante dentro de la estructura orgánica de ésta; ahora bien, obra en autos
el Clasificador de cargos del año 2019, en el que si bien las funciones
consignadas para dicho cargo no se condicen con las funciones propias del
vigilante; sin embargo, debe merituarse que el perfil para la adjudicación de
dicho cargo resultan ser requisitos mínimos, pues, a manera de ejemplo solo se
requiere secundaria completa como parte de la formación académica, entre
otros. Siendo esto así, conforme lo señalado precedentemente al haber
ostentado el demandante el cargo de vigilante, dentro del régimen laboral
de la actividad privada, tiene derecho a que la demandada le asigne una
determinada categoría o grupo ocupacional, y por ende un nivel
remunerativo acorde a su categoría; en tanto constituye una obligación
legal para la demandada el de la clasificación profesional – categorización del
actor, no siendo admisible su teoría del caso, referida a señalar que resultaría
un imposible jurídico el reconocimiento de la categoría de auxiliar
administrativo – vigilante, ante la inexistencia de éste en su estructura
orgánica; pues conforme a la teoría de los actos propios según la cual nadie
puede ir válidamente en contra de sus propios actos; lo que se advierte en
el caso de autos, en el que se le contrató al demandante a través de una
contratación precaria, en el cargo de vigilante (pese a que en la realidad de los
hechos el demandante ostentó un contrato de trabajo), por lo que siendo ello
así, la demandada luego no puede invocar que por tener el demandante el
cargo de vigilante -en el que la demandada lo contrató- no le corresponde
categoría alguna dentro de sus estructura de cargos y por ende dentro de sus
estructura remunerativa; ello en la medida que el hecho de haberlo contratado
-en la realidad de los hechos- a través de un contrato de trabajo, supone para
el empleador la obligación de asignarle una categoría dentro de las
existentes en su estructura remunerativa; lo contrario significaría atentar
con un derecho fundamental del trabajador, considerando que el
derecho a la categorización de los trabajadores se encuentra ligado con
el derecho fundamental a la remuneración, la misma que debe ser acorde
con los instrumentos de gestión interna que tiene contemplada la entidad
demandada; por constituir una obligación legal para el empleador la de

10
asignar a sus trabajadores, incluso a los Vigilantes, una categoría y un
consecuente nivel remunerativo, acorde a las labores que estos realizan.
4.7. En consecuencia, si bien el accionante no ha aportado elementos de juicio y de
prueba que permitan inferir que le corresponda el nivel remunerativo de
Auxiliar Administrativo, ello en atención a las funciones asignadas a dicho
cargo, conforme se verifica del Clasificador de cargos antes señalado -en efecto
se advierte que las funciones de dicho cargo, no se condicen con la que el
demandante ha desarrollado-; sin embargo dicha imposibilidad se ve atribuida
a la ausencia de parámetros objetivos pre establecidos por parte de la entidad
demandada para el cargo de vigilante, en el que la propia entidad demandada
lo contrató; sin embargo, el demandante ha probado su derecho a gozar de una
categoría y un nivel, así como el incumplimiento de la demandada a su
obligación laboral de asignar una categoría y un nivel remunerativo al
demandante; por lo que, considerando que el cargo de auxiliar administrativo,
se ubica en el último nivel salarial (hecho reconocido por la demandada), en el
que además según el perfil para la adjudicación de dicho cargo resultan ser
requisitos mínimos, pues, a manera de ejemplo solo se requiere secundaria
completa como parte de la formación académica, entre otros; en consecuencia,
corresponde otorgar el nivel remunerativo de dicho cargo, debiéndose
amparar la demanda en este extremo, reconociendo al actor el cargo de
auxiliar administrativo en el desempeño de sus funciones como vigilante; cabe
resaltar que no resulta ser un hecho contradictorio que el accionante por el
periodo reclamado (13 de octubre de 2020, en que inició su relación laboral,
conforme a lo reconocido por ambas partes, hasta el 31 de diciembre de 2021)
ha desempeñado la labor de vigilante, cuando se encontraba vigente la Escala
Remunerativa, contenida en el Decreto Supremo N° 409-2019-EF, en la que
asigna la remuneración en el monto de S/ 3,150.00 para el cargo de Auxiliar
Administrativo, monto que el actor debió percibir durante el período
demandado; pues, de la revisión de los recibos por honorarios obrante en
autos se verifica que el demandante ha percibido una remuneración inferior en
el monto de S/ 2,600.00, por lo que procederemos a calcular el reintegro
correspondiente, el procedimiento liquidatorio, arroja un adeudo a favor del
actor ascendente a la suma de S/. 8,030.00, por concepto de reintegro de
haber básico, conforme se aprecia de la liquidación siguiente:

Remuneración
Mes Remuneración Percibida Reintegro Remuneración
que debió percibir
oct-20 1.890,00 1.560,00 330,00
nov-20 3.150,00 2.600,00 550,00
dic-20 3.150,00 2.600,00 550,00
ene-21 3.150,00 2.600,00 550,00
feb-21 3.150,00 2.600,00 550,00
mar-21 3.150,00 2.600,00 550,00
abr-21 3.150,00 2.600,00 550,00
may-21 3.150,00 2.600,00 550,00
jun-21 3.150,00 2.600,00 550,00
jul-21 3.150,00 2.600,00 550,00
ago-21 3.150,00 2.600,00 550,00
sep-21 3.150,00 2.600,00 550,00
oct-21 3.150,00 2.600,00 550,00
nov-21 3.150,00 2.600,00 550,00
dic-21 3.150,00 2.600,00 550,00

11
TOTAL 8.030,00

5. SOBRE LA PRETENSIÓN DE REPOSICION POR DESPIDO INCAUSADO. Al


respecto, la parte demandante sostiene que al encontrarse en una relación a plazo
indeterminado, solo podía ser despedido por causa justa, por lo que, corresponde
su reposición al centro de trabajo. Por su parte la demandada sostiene que no ha
existido tal despido, en tanto no existía con el demandante una relación laboral;
pues, los servicios prestados fueron como proveedor del Estado, de tal manera que
conocía los plazos de ejecución de las mismas, precisando que a partir de junio de
2022 viene cumpliendo dichas actividades a través de intermediación, no siendo
válido amparar la reposición pretendida, así como, debe tenerse en cuenta para el
caso de autos, lo establecido en el precedente vinculante Huatuco. En tal sentido,
estando frente a un trabajador adscrito al régimen laboral de la actividad privada,
que tiene como empleador al Estado, y que solicita la reposición en el centro de
trabajo, corresponde analizar si resulta factible el otorgamiento de la tutela
restitutoria a la luz del precedente Huatuco -conforme lo alegado por la
demandada-, teniendo en cuenta que:
5.1. En la Sentencia contenida en el expediente N° 5057-2013-PA/TC, el Tribunal
Constitucional se refiere a la función pública en un sentido amplio,
diferenciando entre función representativa y la no representativa, y
puntualmente identifica a esta última como administración pública; en dicho
contexto, en los fundamentos 18, 20, 21, 22 y 23, estableció como precedente
vinculante “en los casos que se acredite la desnaturalización del contrato
temporal o del contrato civil no podrá ordenarse la reposición a tiempo
indeterminado, toda vez que esta modalidad del Decreto Legislativo 728, en el
ámbito de la administración pública, exige la realización de un concurso público
de méritos respecto de una plaza presupuestada y vacante de duración
indeterminada”, justificando la decisión en la necesidad de que los
trabajadores accedan a la administración pública a través de criterios
meritocráticos vía concurso público y abierto para ocupar una plaza
presupuestada y vacante de duración indeterminada, ello de conformidad con
el artículo 5 de la Ley 28175, específicamente en protección de la carrera
administrativa como bien jurídico constitucional, para evitar la reforma del
régimen específico de los funcionarios y servidores, y velar por el principio de
mérito conforme a Ley (Ley 28175, también considerada en la Ley SERVIR).
Además en el fundamento 15 estableció “cuando los artículos 4° y 77°, del TUO
del Decreto Legislativo N° 728, sean aplicables en el ámbito de la Administración
pública, deberán ser interpretados en el sentido de que el ingreso de nuevo
personal o la “reincorporación” por mandato judicial, con una relación laboral
de naturaleza indeterminada, en la entidad del Estado, para ocupar plaza
comprendida dentro del PAP y CAP, o del instrumento interno de gestión que
haga sus veces, podrá efectuase siempre que previamente la persona haya
ganado un concurso público de méritos para una plaza presupuestada y vacante
de duración indeterminada”.
5.2. En la sentencia contenida en el expediente N° 6681-2013-PA/TC en los
seguidos por Richard Nilton Cruz Llamos, el Tribunal procede a precisar los
alcances del Precedente Vinculante Huatuco, estableciendo que si bien la regla
central es que el ingreso a la administración pública mediante contrato de

12
trabajo a plazo indeterminado exige necesariamente un previo concurso
público de méritos para una plaza presupuestada y vacante de duración
indeterminada, pero que, el ingreso a la administración pública debe ser
entendida en sentido estricto que permita el inicio y la promoción de la carrera
administrativa (en el contexto de lo argumentado y dispuesto en la propia
sentencia, y atendiendo a los valores y principios que la sustentan);
enfatizando en su considerando 10°: “asimismo, como se sabe, el “precedente
Huatuco” que el acceso a dicha plaza atiendan a criterios meritocráticos. Al
respecto, es claro que no tendría sentido exigir este tipo de estándar para la
reposición laboral si se tratara de plazas que no requieren tomar en cuenta esas
consideraciones, ya que por la naturaleza de las funciones desempeñadas no nos
encontramos ante supuestos vinculados al ingreso a la carrera administrativa”;
en su considerando 11 agrega “es claro que el “precedente Huatuco” solo resulta
de aplicación cuando se trata de pedidos de reincorporación en plazas que
forman parte de la carrera administrativa, y no frente a otras modalidades de
función pública. Esto es especialmente relevante pues implica tener en cuenta
que hay distintos regímenes legales que sí forman parte de la carrera pública
(por ejemplo, y sin ánimo taxativo, los trabajadores sujetos al Decreto Legislativo
N° 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de remuneraciones del
Sector Público, y a la Ley N° 30057, Ley del servicio civil), y otros que claramente
no forman parte de ella (como es el caso, también -sin ánimo exhaustivo-, de los
obreros municipales sujetos a la actividad privada, los trabajadores de la
Contratación Administrativa de Servicios, los funcionarios de confianza o los
trabajadores de las empresas del Estado)”, puntualizando en el considerando
13°: “En este sentido, y sobre la base de lo anotado hasta aquí, este Tribunal
considera conveniente explicitar cuales son los elementos o presupuestos facticos
que conforme a lo establecido en el precedente Huatuco”, permiten la aplicación
de la regla jurisprudencial allí contenido: (a) El caso debe referirse a la
desnaturalización de un contrato, que puede tratarse de uno temporal (a.1) o de
naturaleza civil (a.2), a través del cual supuestamente se encubrió una relación
laboral de carácter permanente. (b) Debe pedirse la reposición en una plaza que
forma parte de la carrera administrativa (b.1), que, por ende, a aquella a la cual
corresponde acceder a través de un concurso público de méritos (b.2), y que
además se encuentre vacante (b.3) y presupuestada (b.4).”
5.3. Por lo tanto, se advierte que el Tribunal Constitucional ha delimitado el ámbito
de aplicación del precedente vinculante Huatuco, en el sentido que la
exigibilidad del concurso público a una plaza vacante y presupuestada, implica
que la plaza en la que se pretende la reposición forme parte de la carrera
administrativa, ya que, dicha carrera es el bien jurídico que busca proteger el
precedente, motivo por el cual, exige que el ingreso a la misma sea a través de
concurso público, bajo criterios meritocráticos; de este modo identifica a la
meritocracia como un elemento esencial de la carrera administrativa, al punto
de considerar que en los casos donde la naturaleza de las funciones
desempeñadas no requieran tener en cuenta la meritocracia no forman parte
de la carrera administrativa, y en dicho horizonte señala que existen
regímenes legales que forman parte de la carrera administrativa (también
denominada carrera pública) y otros que no forman parte de ella como es el

13
caso de los obreros municipales y otros (sin que constituyan los únicos casos
citados).
5.4. Sin perjuicio de lo antes anotado, debe tenerse en cuenta, que si bien la carrera
administrativa (propia del régimen laboral público, regulado por el Decreto
Legislativo N° 276) tiene sus propias características: meritocracia y
estabilidad, sus principios y procesos de gestión de personal debidamente
identificados; sin embargo, no sería razonable descartar la idea de la existencia
de una línea de carrera en las entidades públicas con régimen laboral privado,
como equivalente a la carrera administrativa en el régimen laboral público;
siempre que la entidad pública, mínimamente, cuente con algún
documento de gestión interna que, cuando menos, fije una clasificación
por cargos y niveles (en atención a las competencias, aptitudes, preparación,
destrezas, formación, capacitación, experiencia, entre otros) y franjas o
bandas remunerativas homogéneas (atendiendo a cada nivel y/o categoría
de sus servidores), en tanto ello evidenciaría que dentro de la entidad pública
existe una línea de ascenso por la que pueden transitar los trabajadores,
precisamente en virtud a criterios meritocráticos.
5.5. Así las cosas, una adecuada y razonable interpretación de la sentencia recaída
en el expediente número 06681-2013-PA/TC, en torno al término “carrera
administrativa”, no puede ni debe ser entendida como una categoría propia,
exclusiva y particular del régimen laboral público, sino, por el contrario, debe
ser entendida en el escenario de una entidad que tiene adscritos a sus
servidores al régimen laboral privado y que, por ende, cuente con un marco
normativo ya sea general o particular para regular todo el ciclo laboral de sus
trabajadores, desde su ingreso hasta su desvinculación, así como todas las
incidencias que pueden ocurrir entre esos dos momentos, destacando la
necesaria presencia de una clasificación por cargos y niveles, así como de un
sistema de franjas o bandas salariales homogéneas a cada nivel y/o categoría
de sus servidores. Es importante indicar que en similar sentido (existencia de
una línea de carrera equivalente a la carrera administrativa) se han
pronunciado ambas Salas Laborales de esta Corte Superior de Justicia de La
Libertad, en el caso de la Primera en la sentencia de vista recaída en el
expediente judicial número 0086-2015-0-1618-JM-LA-01 del 12 de setiembre
de 2017; y, en el caso de la Segunda en la sentencia de vista recaída en el
expediente judicial número 0098-2015-0-1618-JM-LA-01 del 30 de enero de
2018.
5.6. Ahora bien, en cuanto a la existencia de una línea de carrera en la
demandada, en el caso de autos no resulta ser materia controvertida que la
entidad demandada cuente con una clasificación de niveles y categorías, con
un sistema de franjas remunerativas homogéneas para cada cargo y nivel, así
como el detalle de las funciones y requisitos por cada cargo específico, vale
decir que tiene la cuota mínima necesaria para ser considerada como una
repartición pública con una línea de carrera, en tanto, se ha reconocido al
demandante al cargo de Auxiliar Administrativo, ello en atención a lo
establecido en el Clasificador de Cargos obrante en autos, por lo que, estamos
ante una emplazada que sí cuenta con una línea de carrera, equivalente a la
carrera administrativa propia del régimen laboral público, por lo que,
corresponde analizar las implicancias de ello de cara a la aplicación del

14
precedente vinculante Huatuco y de la sentencia que la aclara (06681-2013-
PA/TC). Sobre este particular debemos anotar lo siguiente:
• En los fundamentos 10 y 11 de la sentencia aclaratoria del precedente, se
aludió, en forma expresa, que la finalidad de aquel era promover el acceso, la
permanencia y el ascenso a una plaza propia de la carrera administrativa en
atención a los criterios meritocráticos; empero, categóricamente también se
precisó que no tendría sentido exigir este tipo de estándar para la
reposición laboral si se tratara de plazas que no requieren tomar en
cuenta esas consideraciones, ya que por la naturaleza de las funciones
desempeñadas no nos encontramos ante supuestos vinculados al ingreso
a la carrera administrativa; líneas más adelante refiere que el precedente
Huatuco solo resulta de aplicación cuando se trata de pedidos de
reincorporación en plazas que forman parte de la carrera
administrativa, y no frente a otras modalidades de función pública, para
contextualizar esta consideración el Tribunal Constitucional alude a la
existencia de regímenes que forman parte de una carrera administrativa y, a
su vez, menciona a otros que no forman parte de ella, citando como un
ejemplo de este tipo de regímenes –sin ánimo exhaustivo– al de los obreros
municipales sujetos a la actividad privada, entre otros.
• Este resumen de la sentencia aclaratoria del precedente es importante
porque nos permite advertir que el Tribunal Constitucional: i) remarca su
idea originaria de proteger la carrera administrativa; ii) reconoce que existen
categorías o regímenes de trabajadores que no se encuadran en la carrera
administrativa; iii) indica que la exclusión de ese grupo de trabajadores se
sustenta en la naturaleza de las funciones que desempeñan; iv) vincula el
acceso a la carrera administrativa valiéndose de la meritocracia pero en
atención a situaciones en las que, debido a la naturaleza de las funciones a
realizar, se pueda utilizar un criterio objetivo de medición meritocrático; v)
excluye, claramente, a la categoría (régimen refiere la citada sentencia) de
los obreros del grupo de trabajadores a los que sí se les pueden considerar
dentro de la carrera administrativa, siguiendo todo el contexto en el cual se
desarrolla este fundamento esbozado por el Tribunal Constitucional, debido a
la naturaleza de las funciones que este tipo de trabajadores realizan; y,
finalmente, vi) asocia, claramente, la idea de carrera administrativa con los
trabajadores de las entidades públicas adscritos al régimen laboral privado, a
quienes, por la naturaleza de su función, sí le es posible de aplicar, a
cabalidad, la herramienta de la meritocracia, esto es, a los laburantes no
obreros, o dicho en otros términos a los empleados.
• Ello podría explicarse en el hecho de que, la principal diferencia que se
identifica entre un trabajador obrero y un empleado, según la doctrina ius
laboralista, es la prevalencia del trabajo físico o manual, en el caso de los
obreros, frente a la preeminencia de la actividad intelectual, en el caso de los
empleados. Entonces, pues, según se infiere de la sentencia recaída en el
proceso número 06681-2013-PA/TC, a los obreros, debido a la naturaleza de
sus funciones (predominantemente manuales o físicas) no es posible de
aplicarse “criterios meritocráticos”, como sí lo es en el caso de los empleados

15
(trabajadores no obreros)7.En consecuencia, una interpretación correcta,
razonada y sistémica de la sentencia recaída en el expediente número 5057-
2013-PA/TC y de la sentencia emitida en el proceso número 06681-2013-
PA/TC, emitidas por el Tribunal Constitucional, nos permite concluir que el
precedente Huatuco se aplica, sin ninguna atenuación, para los
trabajadores no obreros, esto es, para los empleados; mientras que, en el
caso de los obreros, por la naturaleza de sus funciones, no les es aplicable
el mencionado precedente.
5.7. En el presente caso, es un hecho acreditado en el proceso, que mientras duró
la prestación de servicios el accionante se desempeñó como Vigilante, esto es,
que ha realizado labores propias de un obrero, en tanto desarrollo labores de
vigilancia y custodia dentro de las instalaciones de la entidad demandada, es
decir, queda claro que, hay un predominio de la capacidad manual sobre la
intelectual en el desarrollo de sus funciones, lo cual, ubica,
indudablemente, a la parte demandante en la categoría de obrero. En
consecuencia, en este caso, concurren todos los requisitos señalados en el
precedente vinculante Huatuco, para poder dispensar tutela restitutoria a
favor de la parte demandante; por lo que, corresponde amparar esta
pretensión, en tanto, la demandada sustenta su teoría del caso, señalando que
el actor no mantuvo una relación laboral, no habiéndose configurado un
despido incausado por haber terminado la vinculación contractual a través de
un vencimiento de contrato, causa alegada que frente a la determinación de la
existencia de un contrato laboral de naturaleza indeterminada -establecida en
la presente sentencia-, se asimila a la decisión unilateral de la demandada de
dar por finalizada la relación laboral, sin causa justa establecida por ley y sin la
existencia de un debido procedimiento de despido; por lo que, en este acto la
Juzgadora ordena a la demandada reponer al demandante en su centro
de labores, en el mismo cargo (Vigilante - Auxiliar administrativo) o en
uno de similar naturaleza y categoría, y con la misma remuneración
ostentada a la fecha en que se produjo el despido inconstitucional (31 de
diciembre de 2021); no resultado relevante para lo que es materia de
pronunciamiento el que el actor haya pasado a prestar servicios en una
empresa tercera, por cuanto, el contrato posterior resulta inoponible al
demandante frente a la determinación de una relación laboral a plazo
indeterminado con la entidad demandada, la misma que debe ser restablecida
en tanto se ha probado en el proceso, que el demandante ha sido objeto de un
despido incausado y por ende inconstitucional.
5.8. Por último, respecto al argumento de la demandada por el que refiere que el
ingreso a la administración pública es por concurso público, a una plaza
debidamente presupuestada y vacante. Pues bien, se debe indicar que el
argumento antes esbozado deviene en infundado, ya que resulta inadmisible
que la demandada se beneficie de su propia negligencia u omisión de no haber
convocado a concurso público para cubrir la plaza que le fue asignada al
demandante; por lo que dicha omisión no puede serle imputada al trabajador,
sino que es responsabilidad exclusiva de la demandada. Así pues, la
demandada pretende con dicho argumento obtener un provecho de su propio

7En igual sentido véase la sentencia de vista del 12 de setiembre de 2017, emitida por la Primera Sala Laboral de la Corte

Superior de Justicia de La Libertad.

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actuar negligente o doloso de no haber convocado a concurso público de
méritos para contratar al actor a través de un contrato de trabajo, lo cual
resulta reñido con la teoría de los actos propios, según la cual nadie puede ir
válidamente contra sus propios actos. Siendo así, si la demandada contrató
inicialmente al demandante a través de una contratación precaria, para
realizar labores que -como hemos determinado- no han sido de naturaleza
autónoma e independiente, sino más bien de carácter dependiente y
subordinado, por ende de naturaleza laboral; luego no puede ir en contra de su
propia conducta o actos para negar el derecho pretendido a obtener el
reconocimiento de la verdadera naturaleza de su contratación
(indeterminada), así como de los beneficios que en virtud a dicha contratación
le corresponden percibir al demandante (entre ellos el de la reposición en su
puesto de trabajo, al haberse acreditado la existencia de un despido
inconstitucional), aduciendo la falta de concurso público, cuando es la propia
demandada quien ha incumplido dicha formalidad al no haber sometido la
plaza ocupada por el accionante a concurso público a efectos de cumplir con lo
dispuesto en la Ley.

6. SOBRE LA PRETENSIÓN DE PAGO DE INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y


PERJUICIOS. Estando a la pretensión postulada, debe analizarse si en el presente
caso concurren los requisitos comunes de la responsabilidad civil, esto es, la
antijuricidad, el daño causado, la relación de causalidad y los factores de
atribución, que generen la obligación de la demandada de indemnizar al
demandante por los daños y perjuicios invocados en la demanda (lucro cesante y
daño moral).
6.1. Sobre el requisito de antijuricidad. El accionante alega que fue objeto de un
despido incausado, hecho que ha sido corroborado en la presente sentencia,
conforme se advierte de los considerandos precedentes; por lo que -prima
facie- se encuentra acreditada la antijuricidad de la conducta de la demandada,
concretizada a través del despido del actor, violatorio de sus derechos
constitucionales al trabajo y a la protección contra el despido arbitrario.
6.2. Sobre el requisito de daño. Es entendido como la lesión a todo derecho
subjetivo, en el sentido de interés jurídicamente protegido del individuo en su
vida de relación, que en cuanto protegido por el ordenamiento jurídico, se
convierte en derecho subjetivo, esto es, un derecho en el sentido formal y
técnico de la expresión. En el caso sub. materia, resulta evidente que el
demandante, al haber sido objeto de un despido incausado, se vio privado
injustificadamente de percibir sus remuneraciones y demás derechos
laborales, ocasionándosele un daño de carácter patrimonial.
6.3. Sobre la relación de causalidad. Como presupuesto de la responsabilidad
civil. La doctrina y la jurisprudencia, uniformemente, admiten que para que
deba responderse por un daño, es necesario que el mismo haya sido “causado”
mediante una acción u omisión, por su autor. Y ello establecido, a su vez la
medida del resarcimiento a cargo del responsable habrá de resultar de la
propia extensión de las consecuencias dañosas derivadas de su proceder, vale
decir que puedan ser tenidas como “efectos” provocados o determinados por
su conducta, la que entonces viene así a ser su “causa”. En el caso de autos,
resulta inobjetable que los daños producidos en la persona del actor se derivan

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de la conducta antijurídica de la emplazada de haber dispuesto la extinción
unilateral de la relación laboral del demandante, violatorio de sus derechos
constitucionales al trabajo y a la protección contra el despido arbitrario.
6.4. Sobre el factor de atribución. Resulta necesario enfatizar que el contrato de
trabajo es una acto jurídico bilateral, consensual, vale decir, un acuerdo
voluntario entre el trabajador y el empleador para intercambiar trabajo
subordinado por una retribución económica que genera para el trabajador un
estatuto objetivo integrado por los principios, instituciones y normas de la
declaración de los derechos sociales de la ley del trabajo, de los convenios
internacionales, de las convenciones colectivas, etc.; entre los cuales se
destacan, el derecho a conservar el empleo y el derecho a la protección contra
el despido arbitrario, que en nuestro ordenamiento jurídico tienen
reconocimiento constitucional (arts. 22° y 27° Constitución) y que al haber
sido vulnerados por la emplazada, permiten calificar la conducta de ésta como
una infracción dolosa.
6.5. Respecto a la cuantificación del daño. Por concepto de indemnización por
daños y perjuicios, el cual abarca los siguientes conceptos:
a) Resulta necesario advertir que el actor solicita que se le indemnice por el
concepto de lucro cesante, que es entendido como la frustración de las
ventajas económicas esperadas, vale decir, lo que implica la pérdida del
enriquecimiento patrimonial previsto. En el caso sub materia, corresponde
tener en cuenta lo siguiente i) Periodo que el accionante no laboró a favor
de la demandada, es decir del 01 de enero de 2022 al 15 de agosto de 2022
(fecha de la emisión de la presente sentencia); ii) Se debe tener en cuenta la
última remuneración que debió percibir el accionante, en el monto de
S/3,150.00, dado que se ha determinado en la presente sentencia que le
corresponde el monto equivalente al del nivel remunerativo de Auxiliar
Administrativo; ahora bien, debe señalarse que el pago de las
remuneraciones corresponde por el trabajo efectivamente realizado, sin
embargo, el monto a resarcir por este concepto es en base a la estimación
del daño causado al actor en función a lo dejado de percibir al momento
del despido, sin que implique un pago por una labor no realizada ni en base
a conceptos no percibidos; siendo necesario precisar que el ingreso
mensual dejado de percibir resulta referencial para establecer el concepto
demandado de lucro cesante por tener relación directa del daño
demandado. En ese orden de ideas para la fijación del monto
indemnizatorio por lucro cesante, solamente debe tenerse en cuenta lo que
el trabajador se vio impedido de percibir, es decir lo que hubiera obtenido
de haber continuado trabajando, sin que deba asimilarse la pretensión
de indemnización por daños y perjuicios (en la modalidad de lucro
cesante) a la de pago de beneficios sociales o colectivos, en tanto lo que
en realidad se restituye con motivo de la indemnización por lucro cesante
no son, en puridad, derechos o beneficios sociales de naturaleza laboral,
sino que más bien desde una perspectiva del derecho civil, se otorga al
perjudicado un monto equivalente o similar a las ganancias que
eventualmente, producto del evento dañoso, el afectado dejó de percibir;
valorándose también para su cuantificación otros aspectos externos, como
el relativo a la demora en la tramitación del proceso, producto de la carga

18
procesal existente, lo que constituye un factor que también debe ser tenido
en cuenta al momento de cuantificar el monto a otorgar; de ahí que no
necesariamente deba restituirse matemáticamente lo dejado de percibir por
el demandante, pues la apreciación final depende del Juez quien evaluará
otros factores externos, como los antes descritos (el tiempo que medio
entre el hecho dañoso y el resarcimiento, e incluso -como lo hemos
señalado- la demora en el proceso), recurriendo para tal efecto a lo
dispuesto por el artículo 1332 del Código Civil, según el cual “Si el
resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto preciso, deberá
fijarlo el juez con valoración equitativa.”, por lo que, bajo el criterio de
valoración equitativa, por concepto de lucro cesante, tomando como monto
referencial la remuneración que debió percibir el actor al momento del
despido (S/3,150.00); determinamos le corresponde al actor el monto de S/
30,000.00 soles.
b) A mayor abundamiento, debe precisarse que el hecho de que el actor haya
pasado a prestar servicios a una empresa tercera (intermediadora), tan
pronto finalizó la relación laboral con la demandada, en nada varía lo
determinado en líneas precedentes; pues la obligación incumplida por el
empleador demandado resulta ser el deber legal de indemnizar el lucro
cesante solicitado en el caso de autos, puesto que ante el despido sufrido
por el actor, se entiende que éste dejó de percibir las remuneraciones que
venía percibiendo regularmente como parte de la retribución efectuada por
la labor realizada a favor de la demandada, lo que evidentemente determina
un perjuicio económico, que se hace atendible en el presente caso;
dejándose de lado el hecho de que el actor haya prestado servicios o no para
otro empleador, durante el periodo de desvinculación con la entidad
demandada, pues aceptar una tesis contraria, implicaría vulnerar el derecho
del actor a conseguir ingresos propios para su subsistencia y la de su familia
después de haber sido víctima de un despido inconstitucional, lo cual
evidentemente resultaría ser un despropósito, en tanto, se estaría obligando
al ex trabajador -perjudicado con el despido lesivo- a no generar ingresos
para atender su propia subsistencia a efectos de no perder el resarcimiento
al que tiene derecho por ley; además, el daño incoado por la demandada ha
sido causado -al margen de las circunstancias que hayan acontecido
después del despido-, pues, resulta evidente que el demandante estaba
obligado a buscar una fuente de subsistencia, para cubrir las necesidades de
su familia y las propias, máxime cuando el hecho de tener otro empleador
con miras a mejorar sus ingresos pudo haberse dado –incluso de haber
continuado laborando para la demandada- pues si bien lo ordinario es que el
trabajador cuente con un solo empleador, nada impide que existan
ocasiones en el que trabajador pueda tener más de un empleador, en
distintos horarios; en este escenario, los ingresos adquiridos por el actor
son el fruto del ejercicio de su derecho constitucional al trabajo, admitir lo
contrario sería avalar que sea el propio demandante quien se abone así
mismo este concepto, y por ende, ello conllevaría a exonerar del pago del
mismo a la demandada, premiando su conducta dolosa con la liberación de
la obligación del resarcimiento, lo que no puede admitirse.

19
c) Sobre el daño moral. No cabe duda que, la pérdida arbitraria e injusta de
su puesto de trabajo, ha ocasionado al actor angustia, aflicción espiritual y
en general sentimientos negativos, no solamente por la descalificación
atentatoria de su dignidad que importó la separación de su centro de
trabajo, sino también por la privación de sus remuneraciones que tienen
naturaleza alimentaria y que constituían la fuente de subsistencia del actor
y de su familia; por lo cual, en forma prudente y equitativa8 se fija el monto
indemnizatorio por este concepto en la suma de S/. 2,000.00.

7. SOBRE EL PAGO DE BENEFICIOS SOCIALES. En cuanto a los derechos reclamados


por el demandante consistentes en el pago de asignación familiar, gratificaciones
(incluida bonificación extraordinaria 9%) y compensación por tiempo de servicios;
anótese que la parte demandada no ha podido acreditar el cumplimiento de
sus obligaciones laborales; por lo que, en virtud de lo establecido por el literal a)
del artículo 23.4 de la NLPT, que le impone el deber de demostrar el pago de los
derechos laborales que le asisten al trabajador debe ordenarse su abono,
conforme al sustento siguiente:
7.1. Respecto al pago de la Asignación familiar. El artículo 2° de la Ley N° 25129
prescribe que tienen derecho a percibir este beneficio los trabajadores que
tengan a su cargo uno o más hijos menores de 18 años. En el caso de que el hijo
al cumplir la mayoría de edad se encuentre efectuando estudios superiores o
universitarios, este beneficio se extenderá hasta que termine dichos estudios,
hasta un máximo de 6 años posteriores al cumplimiento de dicha mayoría de
edad. Por su parte, el artículo 4° Decreto Supremo N° 035-90-TR establece que
el cálculo del pago de la asignación familiar se efectuará aplicando el 10% a
que se refiere el artículo 1° de la Ley sobre el Ingreso mínimo Legal vigente en
la oportunidad que corresponda percibir el beneficio. En el caso de autos,
previamente se ha establecido que el demandante estuvo sujeto a un contrato
de trabajo a tiempo indeterminado, bajo el régimen laboral de la actividad
privada; asimismo, obra en autos el Documento Nacional de Identidad de los
menores hijos del demandante, García Falla Mathias Gael y García Falla Avril
Sofía, cuyas fechas de nacimiento datan del 23 de diciembre de 2019 y del 20
de septiembre de 2021, respectivamente. En consecuencia, siendo que la
demandada no ha acreditado el cumplimiento del pago de este concepto,
entonces corresponde amparar la pretensión de pago de asignación
familiar, desde 13 de octubre de 2020 a diciembre de 2021, conforme se
ha peticionado. Así, el procedimiento liquidatorio arroja la suma S/.1,395.20,
conforme se detalla en el cuadro siguiente:

Asignación
Periodo N° Meses RMV Importe
Familiar
13/10/2020 - 31/12/2021 14,60
930,00 93,00 1.357,80
TOTAL
1.357,80

7.2. Sobre el pago de gratificaciones. El artículo 1° de la Ley N.º 27735,


establece que constituye derecho de los trabajadores sujetos al régimen

8 Art. 1332 del Código Civil: Si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto preciso, deberá ser fijado por el
juez con valoración equitativa.

20
laboral de la actividad privada, percibir dos gratificaciones en el año, una con
motivo de Fiestas Patrias y otra con ocasión de la Navidad; asimismo, el
artículo 2° de la Ley antes glosada prescribe que el monto de cada una de las
gratificaciones es equivalente a la remuneración que perciba el trabajador en
la oportunidad en que corresponde otorgar el beneficio; para este efecto, se
considera remuneración, a la remuneración básica y a todas las cantidades
que regularmente perciba el trabajador en dinero o en especie como
contraprestación de su labor, cualquiera sea su origen o la denominación que
se le dé, siempre que sea de su libre disposición; por su parte, el último
párrafo del artículo 6° de la Ley antes mencionada establece que: “En caso que
el trabajador cuente con menos de seis meses, percibirá la gratificación en
forma proporcional a los meses laborados (…)”. En el caso de autos,
previamente se ha establecido que el demandante estuvo sujeto a un contrato
de trabajo a tiempo indeterminado, bajo el régimen laboral de la actividad
privada, no obstante, la emplazada no ha acreditado haber cumplido con el
pago de este derecho conforme lo establece el parágrafo a) del inciso 23.4 de
la NLPT; en consecuencia, esta pretensión debe ser amparada. Se precisa
que se liquida lo correspondiente a la bonificación extraordinaria
derivada de la Ley N°29351 –por haberla peticionado la parte demandante-,
según lo establecido en el artículo 39 de la norma referida, que equivale a la
aportación que el empleador realizaría al Seguro Social de Salud, es decir, al
nueve por ciento (9%) de los pagos determinados por gratificaciones. En
cuanto al período a liquidar, éste debe efectuarse desde el 13 de octubre de
2020 al 31 de diciembre de 2021, fecha consignada en la liquidación del
escrito de demanda. Se precisa que la remuneración computable para el
cálculo de los beneficios sociales, corresponde al monto de S/ 3,150.00,
correspondiente al nivel Auxiliar Administrativo, conforme lo antes señalado,
además de la asignación familiar. El procedimiento liquidatorio, arroja la
suma de S/ 8,248.03 soles, conforme se aprecia de la liquidación siguiente:

Bonificación
Periodo Gratificaciones Reintegro
Extraordinaria
Navidad 2020 1.081,00 97,29 1.178,29
Fiestas Patrias 2021 3.243,00 291,87 3.534,87
Navidad 2021 3.243,00 291,87 3.534,87
TOTAL 7.567,00 681,03 8,248.03

7.3. Respecto al pago de la compensación por tiempo de servicios. Este


derecho se calcula como lo señalan los artículos 2, 9, 16, 18 y 21 de la Ley de
Compensación por Tiempo de Servicios- Decreto Legislativo N°650-, cuyo
Texto Único Ordenado fue aprobado por el Decreto Supremo N°001-97-TR -
en adelante LCTS-. Sobre este extremo precísese que, a la remuneración
ordinaria mensual, se debe de adicionar un 1/6 de la gratificación respectiva
según el período a liquidar, lo que arroja la remuneración computable,
entonces, sobre la base de ésta se efectúa el cálculo a razón de los meses y
días que se han laborado en cada semestre liquidado. En el caso de autos, el
accionante pretende el pago de este beneficio correspondiente al régimen
9
Este artículo señala que: “El monto que abonan los empleadores por concepto de aportaciones al Seguro Social de Salud
(Es Salud) con relación a las gratificaciones de julio y diciembre de cada año son abonados a los trabajadores bajo la
modalidad de bonificación extraordinaria de carácter temporal no remunerativo ni pensionable”.

21
laboral de la actividad privada, pues refiere que la demandada no ha cumplido
con dicha obligación legal. Al respecto, al haber ostentado el accionante la
calidad de trabajador sujeto a un contrato de trabajo a plazo indeterminado
bajo el régimen laboral de la actividad privada; entonces esta pretensión
debe ser amparada, en tanto la emplazada no ha acreditado haber cumplido
con el pago total de los periodos solicitados, conforme lo establece el
parágrafo a) del inciso 23.4 del artículo 23° de la NLPT. Se deja constancia que
atendiendo a que el demandante mantiene vínculo laboral vigente con su
empleadora –dada la reposición ordenada-, debe disponerse que el monto de
la compensación por tiempo de servicios sea depositada en su cuenta CTS
respectiva y en la entidad financiera que corresponda. El procedimiento
liquidatorio, arroja un adeudo a favor de la actora ascendente a la suma de S/
4,576.23 soles, conforme se aprecia de la liquidación siguiente:
1/6 Remuneración
Periodo ROM CTS
Gratificación Computable
13.oct.20 324,30 - 324,30 162,15
nov.20-abr.21 3.243,00 180,17 3.423,17 1.711,58
may.21-oct.21 3.243,00 540,50 3.783,50 1.891,75
nov.21-dic. 21 1.081,00 540,50 1.621,50 810,75
TOTAL 4,576.23

8. MONTO TOTAL A PAGAR. Resumiendo, el monto total determinado a favor de la


parte demandante asciende a S/ 54,212.06 (incluido el depósito de CTS), por los
siguientes conceptos:

Conceptos Importe
1. ASIGNACIÓN FAMILIAR 1,357.80
2. REINTEGRO DE REMUNERACION 8,030.00
3. GRATIFICACIONES 8,248.03
4. LUCRO CESANTE 30,000.00
5. DAÑO MORAL 2,000.00
Sub. Total 49,635.83
6. CTS 4,576.23
TOTAL 54,212.06

9. PRETENSIONES ACCESORIAS: En lo relativo al pago de honorarios


profesionales. Debe señalarse que, en el caso de autos, la defensa desplegada por
la abogada del demandante fue satisfactoria durante la audiencia de conciliación,
como en la audiencia de juzgamiento, en la que se advirtió una participación activa
por parte de su defensa letrada sobre todo en la etapa de actuación probatoria, sin
embargo, también se tiene en cuenta la mediana complejidad del proceso, que la
demanda ha sido amparada en su totalidad, así como también el monto total
sentenciado; por lo cual, en forma razonable, se otorga este concepto en la suma
de S/ 5,000.00, más el 5% de dicha suma destinada para el Colegio de Abogados
de la Libertad, haciéndose presente que el pago de los honorarios se realizará en
ejecución de sentencia. Asimismo, el pago de los intereses legales que deberán
cancelarse también en ejecución de sentencia.

POR ESTOS FUNDAMENTOS, ACTUANDO A NOMBRE DE LA NACIÓN, SE


RESUELVE:

22
1. DECLARAR FUNDADA la demanda incoada por JONATHAN ROBERTO GARCÍA
GONZALES contra el MINISTERIO PÚBLICO, sobre impugnación de despido y
otros.
2. RECONOCER la categoría laboral de Auxiliar administrativo al actor en el
desempeño de las funciones de vigilante, a partir del 13 de octubre de 2020.
3. ORDENAR a la demandada cumpla con reponer al demandante en su centro de
labores, en el mismo cargo o en uno de similar naturaleza y categoría, y con la
misma remuneración ostentada a la fecha en que se produjo el despido
inconstitucional (31 de diciembre de 2021).
4. ORDENAR que la parte demandada pague directamente a favor del accionante la
suma de S/ 49,635.83 (CUARENTA Y NUEVE MIL SEISCIENTOS TREINTA Y
CINCO CON 83/100 SOLES) por los conceptos resumidos en el considerando 8. de
la presente sentencia, más intereses legales que serán liquidados en ejecución de la
misma.
5. ORDENAR a la demandada cumpla con DEPOSITAR en la cuenta CTS del actor y
en la entidad financiera que corresponda la suma de S/ 4,576.23 (CUATRO MIL
QUINIENTOS SETENTA Y SEIS CON 23/100 SOLES) por concepto de
compensación por tiempo de servicios.
6. Sin multa, sin costas y se fijan los honorarios profesionales en la suma de
S/5,000.00 (CINCO MIL SOLES), más el 5% para el Colegio de Abogados de La
Libertad.
7. Consentida que sea la presente sentencia, archívese en el modo y forma de ley.
Notifíquese conforme al ordenamiento legal vigente.

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