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La interpretación judicial

Es como su propio nombre indica, aquella que se desarrolla en un juicio. En ella,


el intérprete actúa como mediador entre el juez y el acusado. En este caso, se
encarga de garantizar que la comunicación sea efectiva para ambas partes,
independientemente del idioma que cada una hable.

Guastini es muy claro en la explicación de los sentidos con que los juristas han
usado el término que nos ocupa. En primer lugar, se tiene el concepto restringido
de interpretación, según el cual consiste en la atribución de significado a una
formulación normativa en presencia de dudas o controversias en torno a su campo
de aplicación. Corresponde al aforismo "In claris non fit interpretado": no se da ni
puede ocurrir interpretación cuando un texto es claro y no deja dudas o
controversias. En segundo lugar, está el concepto amplio de interpretación, en
este caso el término se usa para referirse a cualquier atribución de significado a
una formulación normativa, independientemente de dudas o controversias. Así, la
interpretación se convierte en un presupuesto necesario para la aplicación del
Derecho. Los dos conceptos anteriores parten ya de una idea de interpretación
como actividad dianoética, que es distinta de la definición. Aunque ambas
consisten en la reformulación de una expresión, ésta última busca adscribir un
significado con el que se supere la indeterminación semántica a priori, mientras
que la interpretación tiende a reconstruir el significado a posteriori. Hay también
casos en que el término interpretación se refiere al producto que resulta de dicho
proceso, pero el sentido que presenta un mayor interés es el que considera a la
interpretación como una actividad.

Este tipo de interpretación exige un alto nivel de competencia lingüística por parte
del intérprete, ya que se le exigen conocimientos muy variados, según el tipo de
caso, y un profundo conocimiento de la rama del derecho. El intérprete se enfrenta
a situaciones de un elevado nivel de estrés. Además, se ve obligado a actuar de
manera profesional e imparcial en todo momento.

En la actualidad, la administración de justicia correspondiente asignan a los


intérpretes judiciales. En caso de que el acusado no tenga derecho a beneficiarse
del servicio gratuito, este debe contratar a un intérprete por su cuenta.

A diferencia de la interpretación jurada, para desempeñar esta profesión, no es


necesario contar con el reconocimiento de “traductor-intérprete jurado” otorgado
por el Ministerio de Asuntos Exteriores

Interpretación declarativa: es aquella en que se hace coincidir la letra y el


espíritu de la ley (la norma quiere decir exactamente lo que dice, ni más ni
menos).

Interpretación extensiva: es aquella que atribuye a la norma interpretada, un


alcance más amplio del que resulta a la primera vista de las palabras empleadas,
derivando esa extensión de un criterio de la misma, cuando un hecho cae bajo la
norma expresa de la ley. Por ejemplo: la palabra hijo se aplica tanto al hijo legítimo
como al natural.

Estudia la ampliación semántica que agrega el alcance de una ley, con


elementos extensos por su comprensión y convención del lenguaje

Esta se aplica a más casos o situaciones de los que están expresamente


expuestos lo que quiere decir que busca significados que no se desglosan de una
simple lectura de la norma, sino que se profundiza para dar un significado mucho
más extenso

Y contrasta la expansión jurídica con recursos no semánticos como la analogía.

Interpretación restrictiva: es aquella que atribuye a las palabras de la norma


interpretada un alcance más reducido o restringido del que resulta. Por ejemplo:
(por hombre se entiende el varón y no la mujer)

Persiguiendo evitar los efectos negativos que producen la aplicación de la norma


que se interpreta y su objetivo es ser aplicado en menos situaciones

Las leyes fiscales que aplican impuestos y las de carácter punitivo son de
interpretación restrictiva y se aplica a las normas prohibitiva y especiales

 Restringe e alcance de los textos normativos

 Utiliza una técnica de disociación

 Genera diferentes clases de hechos

 Distingue que clase de eventos se aplica a la norma

La interpretación restrictiva reduce la letra a su significado más seguro.

In Claris non fit interpretatio. En lo claro no se necesita interpretación.

Aforismo o máxima que en temas jurídicos, indica que en caso de que la ley o los
pactos sean claros, no debe primar otro sentido que el literal de sus palabras.

La expresión tiene su origen entre los siglos II y III (a. de C.), época en que las
escuelas jurídicas romanas (sabinmiana y proculeyana) tuvieron destacada
importancia, siendo posteriormente adaptadas por recopilaciones jurídicas como
el Digesto.

Sobre esta máxima, el Diccionario Jurídico de Gómez Liaño enuncia: “En las
cosas claras no se hace interpretación” y el Diccionario de expresiones y frases
latinas de Herrero Llorente, usando otro aforismo, reafirma el aquí enunciado: “De
lo cierto no es necesario hacer conjeturas” o lo que es igual “in certis non est
coniecturae locus”.

Según el Diccionario de Derecho Civil de Castro y Bravo: “Cuando la expresión es


clara sobran las cavilaciones aunque, como el estudio enseña que la letra nunca
es decisiva, para saber si es clara hay que tener en cuenta su sentido normativo o
finalidad”

Así las cosas, si un texto es claro y no plantea discordancia entre las palabras y su
significado final, el intérprete, de conformidad con este aforismo, debe abstenerse
de hacer más indagaciones.

Infografía

 Anuario de la facultad de derecho, ISSN 0213-988-X, vol. XXII, 2004,


417,435, autora: Dª Mª Aquilina Sánchez Rubio.

 Gómez de Liaño, F., Diccionario jurídico, 5.a edición ampliada, Forum,


Oviedo, 1996, pág.175.

 Herrero Llorente. V.J., Diccionario de expresiones y frases latinas, Gredos,


Madrid, 1980, página 111

 Castro y Bravo, F., de, Diccionario de Derecho Civil, tomo II, Arazadi, 1984,
pág.93.

Univoco, Equívocos y Análogos

La mayoría de las palabras tienen significados análogos, a veces equívocos y casi


nunca unívocos. Un caso paradigmático y ejemplar es la palabra "nación".
Independientemente de la serie de significados que admite la RAE, el lenguaje
político puede adjudicar a la palabra "nación" unos significados tan diferentes que
consiguen hacer que los debates sobre el tema sean inviables, o incluso
indeseables. Por ese motivo es indeseable hacer propuestas sobre "nación" y su
derivado "plurinacional" sin haber mostrado antes su significado. Tal vez se pueda
hablar de "realidad plurinacional", y encontrarnos con un fuerte rechazo o una
adhesión sin fisuras a mi propuesta antes de llegar a sus consecuencias en la
práctica; rechazo y adhesión que pueden volverse del revés en otro momento
porque, cuando el proponente hablaba de "plurinacionalidad", los interlocutores
tenían en su mente algo muy distinto a lo que él estaba pensando. Entonces como
consecuencia, no tenemos por qué pensar que los unos o los otros estaban
equivocados; simplemente estábamos barajando palabras cuyos significados son
tan análogos que en ocasiones llegan a ser equívocos. Dígase lo mismo de
palabras como "soberanía", "país" o "unidad". ¿Es una contradicción interna hablar
de plurinacionalidad y al mismo tiempo de una única soberanía? Puede que no lo
sea, si quien habla concibe la nación casi como un conjunto folclórico, o a lo más
lingüístico. Pero es más que probable que piense que se incurre en una evidente
contradicción alguien que considere que una nación es algo más que una entidad
configurada por la gastronomía, coros y danzas, o fiestas populares. Urge una
solución.

Univoco

Un solo y único sentido.

Equívocos

La misma palabra puede significar cosas absolutamente diferentes.

Análogos

Esa palabra significa varias cosas que son diferentes pero que tienen algunos
elementos en común.

Infografía

Autor: Esteban Requena Manzano

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