Obligacià N Tributaria 2023 Val

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III. EL DERECHO TRIBUTARIO.

Concepto.
El Derecho Tributario ha sido conceptualizado de diversas formas. Berliri, lo
señalaba como “Aquella rama del Derecho que expone los principios y las normas
relativas a la institución y aplicación de los impuestos y de las tasas, como
también a la creación y a la observancia de algunos límites negativos a la libertad
de los individuos, conexos con un impuesto, con una tasa o con un monopolio
instituido por el Estado con fin de lucro”1.
Nuestra opinión es que el Derecho Tributario, constituye una rama del
Derecho Público, cuyo objeto es normar las relaciones jurídicas que surgen a
partir de la imposición, o más bien, dentro del ejercicio de la potestad tributaria del
Estado.
Consideramos que el hecho de que sea una rama del Derecho Público, se
traduce en que las relaciones jurídicas que en él surgen, revisten de
particularidades distintas a las que se plantean en el ámbito privado. De partida, el
sujeto activo de ella sólo puede hacer lo que se encuentra legalmente facultado
para hacer, y por su parte, el sujeto pasivo es forzado a someter su voluntad a lo
que la ley le dice. No puede novar, transar, ni negociar el pago del impuesto.
En definitiva, consideramos que el derecho tributario es una rama del
derecho público-económico que contiene un conjunto de normas sustantivas y
procedimentales que rigen la recaudación de tributos pagados por los ciudadanos
para satisfacer necesidades públicas.

Decimos que es autónomo, porque queremos significar que el objeto de


esta disciplina jurídica se rige por reglas propias, que sólo sirven para aplicar e
interpretarse a sí mismas, las que en todo caso no obstan a que puedan aplicarse
las normas del derecho común, cuando no existe norma tributaria que regule una
determinada situación, como cuando existiendo dicha norma, debemos recurrir a
los criterios de interpretación, que establece la ley civil.
Adam Smith establece principios propios del derecho tributario como rama
autónoma señalando:
“ I.- Los vasallos de cualquier Estado deben contribuir al sostenimiento del
gobierno a proporción de sus respectivas facultades (...), a proporción de
las rentas o haberes de que gozan bajo la protección de aquel Estado”.

1
BERLIRI, Antonio. Principios de Derecho Tributario Vol. I. Traducción, Estudio preliminar y Notas
por Narciso Amorós Rica y Eusebio González García, p. 144.
“ II.- El tributo que cada individuo está obligado a pagar debe ser cierto y
determinado, y en modo alguno arbitrario”.

“ III.- Todo tributo o impuesto debe exigirse en el tiempo y modo que sea más
cómodo y conveniente a las circunstancias del contribuyente”.

“IV.- Toda contribución debe disponer de tal suerte que del poder de los
particulares se saque lo menos posible sobre aquello, o a más de aquello, que
entra efectivamente en el Tesoro público del Estado. 2”

Señalamos que rige las relaciones jurídicas que surgen a partir de la


imposición, porque estimamos que el vínculo que se produce entre el Estado y el
contribuyente es una relación jurídica y no una relación de poder.
En este punto siguiendo el razonamiento que hace Valdés Costa en su
curso de Derecho Tributario, afirmamos que la relación tributaria es una
relación jurídica porque la obligación del Sujeto Pasivo y el derecho del
Sujeto Activo, se contienen en la ley. Y si existen discrepancias acerca de la
existencia o del alcance de esta relación legal, surgirá un conflicto de relevancia
jurídica que deberá ser resuelto por el órgano jurisdiccional.

En consecuencia, el derecho del Estado y la correlativa obligación del


contribuyente reconocen como única fuente a la norma legal, que no sólo fija la
existencia y cuantía de la obligación, sino que además los elementos que
conforman la obligación.
Es necesario establecer, que el Estado puede actuar como supraparte o
como interpartes. Cuando el Estado impone tributos actúa como Estado soberano,
y por lo tanto limitado por las garantías que limitan el ejercicio de la soberanía. En
cambio, cuando el Estado, aplica las normas impositivas, lo hace sólo en virtud de
la ley, y sometido siempre al derecho, de la misma forma que lo está el
contribuyente. Por lo tanto, si aplica errada o arbitrariamente la ley, estará
vulnerando el ordenamiento jurídico.

El sistema tributario es la principal fuente de recursos fiscales.


El sistema tributario puede definirse como el conjunto de normas
impositivas relacionadas entre sí, integrado por los siguientes elementos:
impuestos vigentes, normas administrativas, procesales y penales impositivas, y
una administración tributaria encargada de la aplicación y fiscalización impositiva.
Su objetivo es captar recursos financieros, sin que el Estado tenga que intervenir
en el mercado como sucede en otras fuentes de financiamiento.

2
SMITH, ADAM. Las Riquezas de las Naciones. Biblioteca de Economía Tomo III.Ediciones Folio.
Año 1997. Traducida por José Alfonso Ortiz, año 1794, p. 117.
Además el sistema tributario no sólo es fuente de financiamiento fiscal, sino que a
través de él se pueden conseguir otras finalidades, como la distribución de la
riqueza, protección a actividades nacionales, protección de bienes jurídicos, etc.
En cuanto a la concepción del sistema tributario se señalan dos teorías, la
primera postula que un sistema tributario a base de impuesto único resulta más
eficiente, comprensible para los ciudadanos y más fácil de fiscalizar para la
Administración y la segunda, estima que sólo sobre la base de impuestos múltiples
pueden lograrse objetivos de recaudaciòn, equidad, y otros de naturaleza
parafiscal..
La teoría del impuesto único estima que el sistema tributario debe estar
conformado por un impuesto único, que puede ser un impuesto único al consumo.
Así, siguiendo las teorías de Kaldor 3, se ha pretendido considerar el gasto como
manifestación de capacidad contributiva y en consecuencia. establecer un
impuesto único al gasto, que sería aquello que se extrae de la sociedad y que se
ingresa a los patrimonios particulares, al contrario del ingreso que es la retribución
en dinero que recibe el factor trabajo por su aporte a la sociedad. Esto tendría
ventajas tanto en materia de equidad de la tributación como incentivo al ahorro y la
inversión.
La teoría del impuesto único a la Renta está basada en que la renta de las
personas permitiría determinar la capacidad contributiva de los contribuyentes y
por tanto excluir a todo otro tributo, lográndose, de esta manera, una mayor
justicia tributaria. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de los países se han
visto en la necesidad de estructurar sistemas tributarios sobre la base de la
existencia de impuestos múltiples los que permiten que el Estado pueda abarcar
de manera más justa los distintos hechos económicos relevantes demostrativos de
la capacidad contributiva de los particulares.
Características y funciones de un sistema tributario. Todo sistema
tributario para ser eficiente debe caracterizarse por la simpleza, es decir, que el
contribuyente pueda anticipar sus obligaciones tributarias y cumplirlas con
facilidad, con el objeto de incentivar el cumplimiento tributario y así alcanzar la
finalidad fiscal del sistema; debe ser flexible, todo lo cual demostrará la capacidad
de adaptación a los cambios coyunturales de la economía y finalmente debe ser
suficiente, vale decir, los ingresos que genere deben ser capaces de financiar
realmente el gasto público.
De esta forma el sistema tributario podrá cumplir sus funciones a cabalidad,
las que se traducen en función fiscal, el sistema debe ser capaz de allegar al
Estado los recursos que le permitan financiar el gasto público; la función

3
An Expenditure Tax. Traducción: Un impuesto al gasto. Fondo de Cultura Económica, 1960, México:, P. 144.
económica cuyo contenido puede variar de acuerdo a los objetivos y principios
del gobierno, pero los màs comunes son la elevación de la renta nacional, la
mantención y elevación del empleo, el control de los períodos cíclicos de la
economía, la protección de la industria nacional, el fomento de las exportaciones y
la atracción de capitales extranjeros; la función social que le permite al Estado
extraer recursos financieros de las economías poderosas y mediante un sistema
de redistribución a través del gasto público que contemple construcciones de
viviendas populares o básicas, mejoramiento de los sistema de salud y educación
para los grupos sociales más deprimidos, etc.
IV. LOS TRIBUTOS.
Concepto.
El tributo ha sido definido por la doctrina como “una prestación obligatoria,
comúnmente en dinero, exigida por el Estado en virtud de su poder de imperio y
que da lugar a relaciones jurídicas de derecho público” 4.
Por su parte, el Código Tributario modelo para América Latina lo define
como las “prestaciones en dinero que el Estado, en ejercicio de su poder de
imperio, exige con el objeto de obtener recursos para el cumplimiento de sus
fines”5.

Características.
De estos conceptos podemos extraer lo siguiente:
a. Los tributos se originan como ejercicio del poder tributario, es decir, el
Estado tiene la voluntad de crear, modificar y extinguir los tributos, lo
cual es manifestación de su imperio, es decir, una manifestación en el
ámbito interno de su soberanía.
b. El pago de los tributos no es voluntario, sino que estos se imponen de
manera forzada o coactiva.
c. Los tributos implican el pago de una suma de dinero, con lo cual se
excluyen las prestaciones personales forzadas y la entrega de especies,
lo cual queda entregado al estudio de las cargas públicas.
d. Los tributos tienen como objeto dotar al Estado de los medios para el
cumplimiento de sus fines. Recordemos, que según lo visto en este
curso, en relación a la finalidad de la utilización de la herramienta
tributaria, los objetivos del Estado no dicen relación sólo con lo
económico, sino también con lo político.

Elementos de los tributos.


a. Existe un deudor que es llamado contribuyente y un acreedor que el
Estado – Fisco.
b. El objeto del tributo es el pago de una suma de dinero.
c. Se encuentran establecidos con el objeto de que el Estado pueda
realizar sus fines.

Clasificación. Normalmente los autores distinguen entre impuestos,


contribuciones y tasas.

4
GIULIANI, CARLOS, Derecho Financiero, B. Aires, Tomo I, 1962, p.255.
5
CÓDIGO TRIBUTARIO MODELO PARA AMÉRICA LATINA, artículo 13.
A. Impuestos. Estos consisten básicamente en prestaciones pecuniarias que
tiene derecho a exigir el Estado, en virtud de su potestad, en los casos, medida y
forma establecida en la ley, con el fin de conseguir un ingreso.
Según Zavala Ortiz, los impuestos consisten en el pago de una suma de
dinero por parte de un sujeto hacia el Estado, por haber incurrido en un hecho
gravado, sin que el sujeto esté habilitado para exigir una prestación específica por
parte del Estado6.
En Chile, si bien no existe una definición legal de impuesto, podemos
conceptualizarlo: Como aquella suma de dinero que el Estado recaba de las
economías privadas en uso de su poder coercitivo, sin proporcionar al tiempo del
pago ninguna contraprestación económica.
Se supone que lo que el Estado recauda se aplica a fines colectivos, en los
que se encuentra -en la mayoría de los casos- comprendido el sujeto afectado con
la imposición.

Características.
a.- Es una obligación que reconoce como fuente a la ley. El impuesto, como
decía Berliri, es la obligación de dar o hacer, coactivamente impuesta en virtud de
una ley o de un acto expresamente autorizado por ésta.

b.- Su objeto se materializa en una prestación de dar, generalmente una


suma de dinero.

c.- Su imposición es coactiva, a diferencia de la tasa, en la que, según


algunos, la voluntad del obligado determina el nacimiento de la obligación.
El impuesto, es ante todo una obligación, es decir, una relación jurídica en
virtud de la cual una parte tiene derecho a exigir una determinada prestación de
otra, que queda obligada a prestarla,

d.- El impuesto materializado importa un activo que, ingresado a la caja


fiscal, permite la satisfacción de las necesidades colectivas.

e.- El sujeto obligado, no recibe ninguna contraprestación a cambio de su


obligación.

6
ZAVALA ORTIZ, JOSÈ LUIS, Manual de Derecho Tributario, Editorial Jurídica Conosur, Santiago,
p. 10.
Clasificaciones.
Impuestos Directos e Indirectos.
Existen tres criterios para distinguir uno de otro.
El primer criterio radica la diferencia en un aspecto meramente
administrativo, el segundo en la traslación, y el tercero en la forma que se afecta la
capacidad contributiva.

a. Primer criterio. Este primer criterio indica que los impuestos directos son
aquellos que se cobran en conformidad a roles o registros nominativos, en los que
la identidad del contribuyente resulta conocida. En los impuestos indirectos,
cuando se realiza el cobro se desconoce al deudor u obligado. Ej. Impuesto
territorial.

b. Segundo criterio. Este segundo criterio, reconoce como fundamental


diferencia entre unos y otros, la imposibilidad que tienen los afectados en el caso
de los impuestos directos, de trasladar a otros la carga impositiva que conforme a
derecho les afecta.
Impuesto Indirecto, Impuesto al Valor Agregado. El vendedor obligado a
retener, declarar y pagar el IVA que recarga por las ventas, es un obligado
indirecto y de derecho, que traslada en los hechos la carga tributaria al comprador,
obligado de hecho.

Impuesto directo. En estos impuestos el sujeto que resulta obligado a


declarar y pagarlos es el mismo que en los hechos resulta afectado en su
patrimonio con ocasión de ellos.Ej:Impuesto Global Complementario.

c. Tercer criterio. Este tercer criterio reconoce en los impuestos directos


una consideración especial a la capacidad económica del contribuyente,
capacidad que no resulta considerada en los impuestos indirectos. La capacidad
contributiva puede conceptualizarse como la aptitud económica del sujeto pasivo
para satisfacer la obligación pecuniaria que le impone la ley. Dicha capacidad
expresada en ingresos, y en gastos, constituye la materialización de la capacidad
económica del sujeto afectado, y puede ser o no considerada por la ley tributaria.
Esta capacidad contributiva resulta considerada especialmente en los
impuestos personales, cuya tasa aumenta en proporción directa al aumento de la
base imponible, la que resulta indiferente para los impuestos indirectos, en los que
más importante que la capacidad económica del contribuyente, resulta la
existencia de hechos exteriores de riqueza, que justifiquen la existencia del tributo
y su aplicación.
Cabe hacer presente que la capacidad de pago tiene un carácter
esencialmente relativo, pues si la medimos atendiendo exclusivamente al ingreso,
observaríamos que no siempre tiene mayor disponibilidad económica quien
obtiene mayor renta, ya que existen otros factores como mayores gastos, y en ese
sentido existen en nuestro sistema de impuesto a la renta herramientas que
permiten descontar gastos en educación y por pago de intereses de mutuos
hipotecarios (arts. 55 bis y 55 ter DL 824).

Impuestos Personales y Reales.


El factor que distingue uno de otro reside en que, en los primeros, se
considera para afectar con impuestos, la especial situación de cada contribuyente,
tales como su capacidad contributiva, su patrimonio, su domicilio, etc., situación de
la que se prescinde en los denominados impuestos reales.
Ej. Impuestos Personales: Impuesto Único al Trabajo, Impuesto Global
Complementario. Impuestos Reales: Impuesto a las Ventas y Servicios.

Impuestos Externos e Internos.


Los impuestos exteriores son aquellos que se establecen con ocasión del
tráfico internacional de mercaderías, y los interiores los que gravan las rentas o
manifestaciones de riqueza originadas o desarrolladas en el país, y las rentas
percibidas o devengadas por personas domiciliadas o residentes en él, aunque las
rentas sean originadas en el extranjero.

B. Contribuciones.
Las contribuciones, por su parte, corresponden a prestaciones obligatorias
debidas en razón de beneficios individuales o de grupos sociales derivados de la
realización de obras públicas o de especiales actividades del Estado 7.Es también
una especie de tributo, que se caracteriza porque la obligación tributaria que
genera tiene fundamento en un beneficio recibido por el sujeto obligado.
La contribución a diferencia del impuesto implica que el Estado ha realizado
una obra pública que redunda en un mayor valor de los bienes que posee un
sujeto y en base a esta plusvalía, resultan exigibles el pago de contribuciones.
Se le señala también, como aquella carga que se impone a los ciudadanos
respecto de ciertas actividades del Estado en se observa que, no obstante, tengan
como objeto igualmente el interés general de todos los gobernados, “(…) se

7
GIULIANI, CARLOS, ob. cit., p. 266.
proporciona, por la propia índole de las cosas, una particular utilidad a quienes se
encuentran en una situación especial respecto a la satisfacción de la necesidad
(…)”8. Así, esta modalidad de tributación se justificaría en la especial ventaja que
perciben sólo algunos individuos a propósito de la satisfacción de una necesidad
de interés general, por encontrarse éstos en una particular situación respecto de
los demás gobernados. Esta ventaja es la medida y justificación del tributo.
En nuestro sistema se le suele dar la denominación de contribución al
impuesto territorial que afecta a los bienes raíces, lo cual es errado, puesto que el
impuesto territorial no se devenga –no se hace exigible- en relación a la
generación de valor en virtud de la construcción de una obra pública de manera
directa, sino que se hace respecto de un avalúo general del inmueble en cuestión,
teniendo el carácter de un impuesto al patrimonio, y no el de un tributo sobre una
plusvalía.

C. Tasa. Finalmente, la tasa es un tributo “que se establece expresamente


por la ley a favor del Estado u otro ente público, y resulta exigible por la prestación
efectiva de un determinado servicio en forma individual” 9.

Aunque resulta particularmente difícil caracterizarla, por su parecido con los


precios públicos, consideramos que la evolución doctrinaria actual, permite que se
le identifique como una especie de tributo, cuyo pago se encuentra condicionado a
que el Estado preste un servicio público. Si el servicio no se presta no existe
obligación.
A partir de estos dos elementos, podemos conceptualizar como aquella
prestación pecuniaria que el Estado exige, por ley, como contraprestación del uso
actual y opcional de un servicio público.
También, suele recibir la denominación de derechos o tarifa, sosteniéndose
que el pago de peaje en carreteras constituiría una tasa, ya que el Estado exige el
pago de una suma de dinero por la prestación de un servicio público
determinado10. Sin embargo, la tesis mayoritaria señala que en este caso no existe

8
GIANNINI, Achille Donato. Instituciones de Derecho Tributario. Séptima Edición, Madrid; Editorial
de Derecho Financiero, 1957, p. 42.
9
PÉREZ DE AYALA, JOSÉ, Derecho Tributario, Madrid, 1968, p. 54.
10
Corte de Apelaciones de Valdivia, 9 de marzo de 2011, Ramírez Juan con Ruta de los Ríos
Sociedad Concesionaria.
Tribunal Constitucional, 17 de Mayo de 1994, Rol Nº 183. El Tribunal estimó que los peajes
camineros, no obstante ser tributos de afectación, son constitucionales en la medida que se
encuentran cubiertos por una norma constitucional transitoria (disposición 6ª del texto vigente).
Según Eduardo Soto Kloss, “para el usuario (el concesionario) no es un particular o un tercero sino
que es la propia administración del Estado (Estado/Fisco, en este caso), desde que es a ella a
quien legalmente le corresponde prestar el servicio, si bien lo hace a través de un tercero ajeno a
ella, concesionaria que presta un “servicio público” que por ley toca prestarlo al Estado pero que lo
hace “por” el Estado (Estado/Fisco), siendo para el usuario ese concesionario el Estado/Fisco
una relación de Derecho Público directa entre usuario y Estado, sino que una de
carácter privado entre concesionaria y usuaria, y otra subyacente entre
concesionaria y Estado, la que sí tiene carácter de Derecho Público 11.

Diferencias entre impuesto, contribución y tasa.

a. En el impuesto el Estado exige el pago de una suma de dinero por la


verificación de un hecho gravado, es decir, por el cumplimiento de la hipótesis de
hecho descrita en la norma impositiva (incremento patrimonial, adquisición de un
bien o prestación de un servicio, aceptación de una herencia, etc.). En la
contribución, se exige una suma de dinero por el aumento de valor que
experimenta una propiedad por la ejecución de una obra pública. En cambio, en la
tasa el hecho generador es la prestación de un servicio público por parte del
Estado.

b. Los impuestos y contribuciones se exigen de manera obligatoria, aún


contra la voluntad del sujeto pasivo. En cambio, de acuerdo a la mayoría de la
doctrina, en la tasa existe un acto voluntario del particular que acepta pagarla en
virtud de la prestación que recibe.

Tal como se dejó constancia en la Comisión de Estudio de la Nueva


Constitución (CENC) “tributo es un término genérico que comprende cualquier
impuesto, contribución, arancel, derecho o tasa, es decir, cualquiera prestación
que los particulares tengan que satisfacer al Estado” 12.

mismo”. Nota a la Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, 18 de Agosto de 2008,


Concha Sofía con Rutas del Pacífico (Ruta 68), contenido en su Derecho administrativo. Temas
Fundamentales. Legal Publishing, 2009, pág. 479.
11
“Que frente a lo expuesto por la demandada, cabe precisar que, la vinculación de la
concesionaria con el Estado es de Derecho Público, regulada por la ley y el contrato de concesión,
en el cual se señalan por la autoridad las condiciones en que debe prestarse el servicio
concesionado. En cambio, la relación existente entre concesionario y el usuario del servicio
concesionado es de derecho privado, toda vez que en este caso no concurre el carácter
desinteresado que implica que los servicios públicos estén sujetos a un régimen jurídico de
Derecho Público; como señala don Patricio Aylwin en su manual de Derecho Administrativo, “la
tarifa que él cobra a los usuarios no persigue sólo financiar servicios sino, además, proporcionarle
una legítima ganancia. No concurre, pues en este caso, respecto del concesionario, el carácter
desinteresado que implica que los servicios públicos estén sujetos a un régimen jurídico de
Derecho Público”. Corte Suprema. Rol Nº 6370-2009, Bravo Cisternas, Freddy y otros con
Sociedad Concesionaria Autopista del Aconcagua S.A., sentencia de 17 de agosto de 2011;
consid. noveno.
12
Sr. Bertelsen, CENC, sesión de 11.de julio de 1978, p. 3115. En el mismo sentido, señores
Guzmán y Ortúzar, en la misma sesión, p. 3111.
Al efecto, Enrique Evans consigna que la expresión tributos “engloba toda
exacción patrimonial impuesta por la ley a las personas en beneficio de la
nación”13. Se trata de una carga pública de carácter patrimonial.

Ahora bien, carga, según su sentido natural y obvio, es “impuesto, tributo,


cualquier gravamen ligado a una propiedad o a un estado y al uso que de esos
hace el Estado”14.

De esta manera, como se ha expresado por la doctrina “la Constitución ha


empleado la expresión tributo, en su artículo 19 Nº 20, con carácter comprensivo
de toda prestación que los particulares deben efectuar a favor del Estado, en
virtud de la potestad impositiva que la Constitución y la ley le confieren. Además,
en este mismo numeral, se asegura la igualdad de las demás cargas públicas
reales, esto es, las obligaciones que, sin traducirse en el traspaso de bienes del
contribuyente al Estado, gravan su patrimonio” 15. El término tributo, entonces, tiene
un alcance amplio y genérico16.
En síntesis, el término tributo a que se refiere la Constitución incluye “toda y
cualquier obligación o prestación obligatoria, comúnmente en dinero, exigida por el
estado en virtud de su poder de imperio, y que permite a éste cumplir con los fines
de bien común, objeto de su existencia”17.

Concepto tributo en el derecho comparado.

La Constitución española prescribe que “todos contribuirán al sostenimiento


de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un
sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que,
en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio” 18 y que “sólo podrán establecerse
prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la ley” 19.
Los autores y la jurisprudencia han precisado que la referida norma da origen no a
una legalidad de carácter absoluta, sino, con mayor flexibilidad, a la exigencia de
que ordene la ley los criterios o principios con arreglo a los cuales se ha de regir la

13
EVANS DE LA CUADRA, ENRIQUE, Los derechos constitucionales, Tomo II, p. 283.
14
DICCIONARIO RAE, Madrid, 1992, p. 291.
15
FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, MIGUEL ÁNGEL, Principios constitucionales de proporcionalidad y
justicia en materia tributaria, Revista Chilena de Derecho Nº27, 2000, p. 358.
16
FELIÚ SEGOVIA, OLGA, Los tributos en la Constitución, en 20 años de la Constitución Chilena,
Santiago, 2001 (ed. Navarro B., Enrique), p. 355.
17
EVANS ESPIÑEIRA, EUGENIO, Justicia y proporcionalidad de los impuestos indirectos en la
Constitución Política, RCHD Ed. Especial, 1998, p. 165.
18
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE ESPAÑA, artículo 31.1.
19
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE ESPAÑA, artículo 31.3.
materia tributaria y, concretamente, la creación del tributo y la determinación de
sus elementos esenciales20.

Otros ordenamientos europeos también consagran el deber de concurrir a


los tributos. Así, en el caso francés, se consigna que “para el mantenimiento de la
fuerza pública y para los gastos de la administración es indispensable una
contribución común, que deberá ser equitativamente repartida entre todos los
ciudadanos en razón de sus posibilidades” 21. En Grecia, los ciudadanos
“contribuirán sin distinción a las cargas públicas en proporción a sus ingresos” 22.
Por su parte, en Italia “todos estarán obligados a contribuir a los gastos públicos
en proporción a su capacidad contributiva”, agregándose que “el sistema tributario
se inspirará en criterios de progresividad” 23. En el caso alemán se ha sostenido por
la doctrina que uno de los deberes cívicos fundamentales es el de “contribuir por
igual, junto a los demás ciudadanos, al levantamiento de las cargas del Estado, de
acuerdo con la propia capacidad económica” 24.

Concepto tributo en la jurisprudencia.


La Corte Suprema, con motivo de un recurso de inaplicabilidad impetrado
en contra del artículo 43 de la Ley sobre Rentas Municipales, señaló que “el
vocablo tributo fue incorporado en nuestra actual Constitución, en reemplazo de la
voz contribuciones o impuestos, de modo que ha de entenderse que comprende,
además, las tasas y los demás derechos o cargas semejantes” 25.

Nuestro máximo tribunal también ha puntualizado que la expresión


gravamen, en un sentido amplio, “comprende cualquier obligación, aún aquella
que nace de un hecho voluntario, quedando comprendida en ella la prestación
pecuniaria que el Estado exige a quien hace uso actual de ciertos servicios
públicos, llámense derechos o tasas”26.

Además, la Corte Suprema ha señalado:

“Que los tributos suelen clasificarse en impuestos, contribuciones


especiales y tasas, tratándose en la especie de una contribución que se define

20
FERNÁNDEZ SEGADO, FRANCISCO, El sistema constitucional español, Madrid, 1992, p. 533.
21
DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y CIUDADANO, artículo 13.
22
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE GRECIA, artículo 4.5.
23
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE ITALIA, artículo 53.
24
PAPIER, JUAN JORGE, Ley Fundamental y Orden Económico, en BENDA y otros, Manual de
Derecho Constitucional, Madrid, 1996, p. 612.
25
CORTE SUPREMA, Rol Nº 16.293, 28 de enero de 1992, consid.15º, RDJ 89, 1992, sec. 5ª., p.
11.
26
CORTE SUPREMA, 13 de junio de 1989, Rol 14.145, consid. 5º, RDJ 86, 1989, p. 77.
como el gravamen que tiene por objeto distribuir entre ciertos contribuyentes los
gastos de realización de obras o de mantenimiento de servicios, que les benefician
colectivamente de alguna manera más especial que el resto de las personas que
integran la sociedad (Sergio Carvallos, Fundamentos Económicos de la
Legislación Tributaria Chilena. Editorial Jurídica, página 30);

Que no obstante lo expuesto, es lo cierto que el vocablo tributo fue


incorporado en nuestra Constitución, en reemplazo de las palabras contribuciones
o impuestos que empleaba la anterior, de modo que ha de entenderse que incluye,
además, las tasas y los demás derechos o cargas semejantes, como lo hace notar
don Juan Eduardo Figueroa en su obra Las garantías Constitucionales del
Contribuyente en la Constitución política de 1980 (Editorial Jurídica 1985), y así se
dejó constancia en la discusión respectiva de la comisión constituyente, sesión
398, en el sentido que dicho vocablo significa Obligaciones Tributarias que la ley
impone a las personas para el cumplimiento de los fines de bien común propios
del Estado, que comprende precisamente los impuestos, contribuciones, las tasa y
los derechos”27.

El Tribunal Constitucional, precisando dicho concepto, estimó –en su


oportunidad- que tenía la naturaleza jurídica de tributo una tarifa para operaciones
aduaneras28.

27
CORTE SUPREMA, Rol Nº 3260-2003, 21 de enero de 2004, consid. 4º y 5º.
28
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, Rol Nº247, sentencia de 14 de octubre de 1996.
V. LA OBLIGACIÓN TRIBUTARIA
Concepto.
Decíamos que el derecho tributario, rige relaciones jurídicas y no relaciones
de poder, principalmente porque el Estado como sujeto de derecho cuándo actúa
como acreedor –FISCO- se encuentra sometido al mismo orden jurídico que rige
al contribuyente deudor.

Nosotros hablaremos de obligación tributaria, y conceptualizaremos esto


que constituye el objeto del estudio del Derecho Tributario, como aquél vínculo
jurídico en virtud del cual un sujeto, denominado activo, se encuentra
facultado por ley para exigir del otro, denominado pasivo, el cumplimiento
de una determinada prestación de contenido patrimonial.

El vínculo o relación jurídica que existe en la obligación tributaria, responde


a una imposición legal, inscrita en el Derecho Público y destinada a lograr que el
Estado, a través de su cumplimiento, reúna los recursos que requiere para
satisfacer su deber constitucional de bien común.

Naturaleza de la relación jurídica Estado – Contribuyente.


Existen diversas teorías acerca de cuál es la naturaleza de la relación entre
el Estado y los contribuyentes. Tapia Canales expone tres teorías desarrolladas
por la doctrina tributaria comparada, cada una de las cuales representa una
distinta forma de concebir las relaciones entre el Estado y los contribuyentes y, en
definitiva, la potestad tributaria29.
a. En primer lugar, Tapia se refiere a la “teoría de la relación de poder”.
Esta se basa en el pensamiento de autores medievales como Baldo y estima que
el derecho a la imposición se funda únicamente en la relación de sujeción que
existe entre los particulares y el Estado. Bajo esta postura, el poder tributario se
concibe como uno separado de la juridicidad, reconociéndose caracteres que lo
ubican por encima de los contribuyentes y no en un plano de igualdad con ellos.
Esta posición doctrinaria se funda en la idea de que la potestad tributaria emana
de un poder superior otorgado per se al Estado -al rey-, inherente a éste y por
ende, absoluto y discrecional. La teoría de la relación de poder fue desechada con
la llegada de los Estados modernos, constitucionales y democráticos.
b. La segunda tesis que describe Tapia surge en Alemania, a mediados de
la década del treinta: se trata de la “teoría de la relación jurídica tributaria”.

29
TAPIA CANALES, JAVIER, “Bases para un debido proceso tributario: tres teorías acerca de la
relación entre el Estado y los contribuyentes”, en Revista Chilena de Derecho, Vol. 32 N* 2, 2005,
pp. 329-362.
Según esta doctrina, la relación que existe entre el Estado y los contribuyentes es
una de carácter jurídico, la que, al igual que las relaciones jurídicas en el derecho
privado, tiene un contenido obligacional. Esta postura, al contrario de la “teoría de
la relación de poder”, plantea la igualdad entre el Estado y los particulares, y
defiende los principios de legalidad y tutela judicial efectiva. La teoría de la
relación jurídica tributaria ha sido recogida tanto por el ordenamiento español
como por varios de los ordenamientos latinoamericanos. En nuestro país, los
artículos 48, inciso 1º, y 99º del Código Tributario son expresión de ella. El primero
de dichos preceptos establece que “el pago hecho en la forma indicada en el
artículo 47 extinguirá la obligación tributaria pertinente hasta el monto de la
cantidad enterada, pero el recibo de esta no acreditará por sí solo que el
contribuyente está al día en el cumplimiento de la obligación tributaria respectiva”.
c. Por último, Tapia se refiere a la “teoría de la función tributaria”, la que
surge en Italia a fines de los sesenta y comienzos de los setenta, y es recogida
posteriormente por parte de la doctrina española. Esta doctrina, en oposición a la
teoría de la relación jurídica tributaria, concibe la relación entre el Estado y los
contribuyentes como una de derecho público, y no de derecho privado. Esta
teoría postula que el Estado, en su relación con los contribuyentes, no actúa en
interés propio, sino en defensa del interés general o público. La potestad de
imposición no tiene por contrapartida una obligación determinada, sino el deber
general de los contribuyentes de contribuir al sostenimiento de los servicios y
necesidades públicas. Si bien esta postura no niega que el Estado pueda utilizar,
para fines tributarios, la figura de la obligación, ésta deja de tener el carácter
exclusivo que le asigna la teoría de la relación jurídica tributaria..

Elementos de la obligación tributaria.


Se reconocen como elementos concurrentes en toda obligación tributaria:

1.- La Ley, única fuente válida de imposición, según se deriva del tenor de los
siguientes dispositivos constitucionales:

Artículo 60 Nº 14: "Sólo son materia de LEY: ...Las demás que la Constitución
señale como de iniciativa exclusiva del Presidente de la República".

Artículo 62, inciso segundo: "LAS LEYES sobre tributos de cualquiera naturaleza
que sean, sólo pueden tener origen en la Cámara de Diputados."
Artículo 62, inciso tercero: "Corresponderá al Presidente de la República la
iniciativa exclusiva de los proyectos de LEY que tengan relación con... la
administración financiera o presupuestaria del Estado...".

Artículo 62, inciso cuarto: "Corresponderá, asimismo, al Presidente de la


República la iniciativa exclusiva para:
Nº 1 Imponer, suprimir, reducir o condonar tributos de cualquiera naturaleza,
establecer exenciones o modificar las existentes, y determinar su forma,
proporcionalidad o progresión."

Artículo 19 Nº 20: "La Constitución asegura a todas las personas:


Nº 20 La igual repartición de los tributos en proporción a las rentas o en la
progresión o forma que FIJE LA LEY, y la igual repartición de las demás cargas
públicas.
En ningún caso LA LEY podrá establecer tributos manifiestamente
desproporcionados o injustos.”
Si bien en el Derecho Tributario, es un principio absoluto y tradicional, el
que la obligación impositiva deba encontrarse establecida en la ley, reconoce
excepciones que responden a las realidades que viven los países, en las que las
obligaciones impositivas se contienen en normas equivalentes a la ley, como son
los Decretos con Fuerza de Ley - Aquí comprendemos a Brasil y México, cuyas
Constituciones disponen que, en ciertos impuestos, el poder ejecutivo puede
alterar las alícuotas dentro de límites fijados por el Parlamento, o sujetas a su
aprobación posterior. Y los casos de Colombia, Ecuador y Perú, en que se admite
la posibilidad de que algunos tributos sean regulados total o parcialmente, por
decreto - y los Decretos Leyes.

2.- Los Sujetos que intervienen en la obligación tributaria, reciben la


denominación de activos y pasivos. Es sujeto activo, el ente acreedor del tributo. Y
pasivo, el ente obligado.
El ente obligado es primeramente el contribuyente, quien es definido
legalmente como "la persona natural, jurídica, comunidad o sociedad de
hecho afectada por el impuesto" (Art. 8 Nº 5 del Código Tributario), representa
en la relación jurídica tributaria, a quien resulta obligado para con el Fisco, en
mérito de estar en conexión íntima, personal y directa con el hecho generador de
la obligación.
Sin embargo, junto o en lugar del contribuyente, la ley reconoce a otros
sujetos, que, si bien no concurrieron directamente a la conformación del hecho
gravado, sea porque esté se verificó sin su voluntad, o verificándose con su
voluntad, no son ellos los afectados directos con la imposición, resultan obligados
por la ley, sea junto con el contribuyente o en lugar de este.

En toda obligación tributaria, concurre un contribuyente de derecho


obligado por la ley a declarar e ingresar a la caja fiscal el impuesto que
afectó directamente su patrimonio o el patrimonio de otro, y un contribuyente
de hecho, que puede o no ser el de derecho, dependiendo si conjuntamente
con su obligación legal de declarar y pagar, le corresponda soportar en su
patrimonio el tributo.
El artículo 8 del Código Tributario, define al contribuyente como: "Las
personas naturales o jurídicas o los administradores y tenedores de bienes ajenos
afectos por impuestos".
En materia tributaria, se distingue un sujeto pasivo directo. Otro indirecto,
mal denominado sustituto. Y un tercero responsable. El sujeto pasivo directo, es
el que resulta obligado a ingresar a la caja fiscal el impuesto que él mismo ha
soportado. El indirecto, es que resulta obligado a ingresar el impuesto que ha
soportado otro. Este indirecto puede actuar como retenedor de un impuesto o
retenedor de un anticipo. Cuando actúa como retenedor de un impuesto, actúa
como sustituto, pues actúa en lugar del contribuyente. Cuando lo que retiene no es
el impuesto, sino que un pago a cuenta del impuesto, actúa junto al contribuyente
y como un agente retenedor.
Las obligaciones de los deudores indirectos son formales, accesorias,
siéndoles ajenos los aspectos sustanciales de la relación jurídica. No pueden
cuestionar la procedencia del hecho gravado, tampoco discutir el monto del tributo,
pues carecen de la legitimidad activa, que se requiere para ello.
Cuando el deudor indirecto sustituye al contribuyente, el responsable ante
el acreedor es el sustituto y no el sustituido, a menos que no le hubieren retenido o
le hubieren retenido menos de lo que debían retenerle.
Cuando el deudor indirecto actúa como un mero agente retenedor, el
obligado principal sigue siendo la persona a la que se le debió retener. Si la
retención no se produjo o es insuficiente, el acreedor podrá dirigir su acción, tanto
contra el obligado principal, como contra el agente retenedor, que asume la
calidad de codeudor solidario.
Además de los sujetos pasivos referidos, directo e indirecto. Existe el
deudor tercero responsable. Asume esta calidad el sujeto que por razones
contractuales asume la obligación de otro, en forma subsidiaria o solidaria.
Ejemplo de esto, es el que compra un establecimiento de comercio, pues por la
compra asume la calidad de fiador - Art. 69 inciso 4º del Código Tributario -.
Otro ejemplo, está dado en los casos de reorganización empresarial, pues
en esos casos, como consecuencia de la misma reorganización, es habitual que
exista una nueva entidad que asuma como codeudora solidaria la deuda del otro.
Así lo permite, además, el artículo 71 del Código Tributario.

3.- La causa.
Existen autores que le reconocen importancia a la causa, única y
exclusivamente en aquellos tributos, en que la causa integra la definición del
presupuesto de hecho. Por ejemplo, en una tasa que grave el retiro de basura,
será fundamental que la basura se retire. Si no se retira no habrá causa y, por lo
tanto, tampoco obligación. Otros autores, consideran que la causa es importante
en esos y en los demás tributos, pues constituye un mecanismo de control. Si no
existe causa, o si existiendo no es legal, la obligación tampoco será válida.
Para algunos, la causa está constituida por los beneficios generales o
particulares que obtiene el Contribuyente de parte del Estado. Otros, señalan
como causa de la obligación, la existencia de una capacidad contributiva, ya que
afirman que ésta es la circunstancia objetiva que la ley considera como razón
necesaria y suficiente para imponer la obligación impositiva.
Nosotros consideramos que el beneficio no constituye causa del tributo,
porque bajo el concepto tributo se comprenden los impuestos, y en estos el
beneficio no está presente. Si fuere cierto que el beneficio es causa de la
obligación tributaria, no debería haber obligación si el beneficio no existe. Sin
embargo, observamos que, en ciertos impuestos, no sólo existe obligación cuando
no existe beneficio, sino que además no existe obligación habiendo existido
beneficio. Esto ocurre porque los beneficios que el Estado proporciona se
distribuyen en función de las necesidades y no de los impuestos que se pagan.
Tampoco creemos que la causa de la obligación tributaria sea la capacidad
económica. Reconocemos sí que con mayor o menor intensidad ésta se encuentra
presente en todos los tributos, porque como lo dice el profesor argentino Dino
Jarach, la obligación tributaria siempre surge a propósito de un hecho revelador de
riqueza.
Que surja a propósito de un hecho revelador de riqueza no demuestra que
la causa de la obligación tributaria sea la capacidad económica, sino que los
hechos imponibles se construyen a partir de manifestaciones externas de riqueza,
cuestión que es total y enteramente distinta.
Si se construyen a partir de manifestaciones externas de riqueza, no
significa que la causa de la obligación tributaria sea siempre la existencia de una
riqueza, pues puede ocurrir y de hecho ocurre, que no exista riqueza e igual exista
obligación tributaria. Si la causa fuere la existencia de riqueza o, dicho de otra
forma, la capacidad contributiva, no debiera existir obligación cuando se
demuestra que dicha capacidad no existe.
Como dicha obligación existe igual, creemos que la causa o razón por la
cual uno se obliga tributariamente, radica en que existe una ley que lo obliga,
cuando concurren determinados supuestos fácticos, y no en que uno tenga
capacidad contributiva.

4.- El objeto,
Esto es la prestación a que se obliga el sujeto pasivo. En la relación jurídica
tributaria, se clasifica en prestación principal de dar, y prestaciones accesorias de
hacer y de no hacer.

4.1. Prestación Principal.


El contenido de la prestación principal, que es pagar el impuesto, supone la
concurrencia de los siguientes elementos:

a.- Existencia del hecho generador: Presupuesto de hecho, que de


verificarse produce el nacimiento de la obligación tributaria.
El hecho jurídico tributario, es un hecho de contenido económico que en
virtud de la ley se atribuye a una persona y produce un efecto jurídico tributario.
El hecho jurídico supone la existencia de un hecho que, atribuible o no al
hombre, produce una modificación en la realidad económica sea de las personas,
naturales o jurídicas, de las comunidades o de las sociedades de hecho. En los
casos que esta hipótesis, descrita en la norma legal, se produce, decimos que se
ha verificado el hecho gravado, siendo irrelevante en algunos casos determinar al
autor de ese hecho, pues basta para ese efecto, la atribución que la ley haga de
él.

b.- La base imponible: Suma de dinero, bien o entidad abstracta, sobre la


cual debe aplicarse el impuesto, la cual corresponde a la avaluación económica
del hecho gravado. Ej: Monto de los ingresos percibidos durante un año
calendario, el precio por la prestación de servicios o una venta o el monto del
patrimonio transmitido a un asignatario por la muerte del causante.
c.- La tasa: Alícuota que debe aplicarse a la base imponible, para
determinar el monto de la obligación tributaria.

El objeto de la obligación tributaria principal, es pagar el tributo. Los tributos


se definen como: "aquella prestación pecuniaria, que impone la ley a las
economías manifestadas o desarrolladas en su territorio, con el propósito de dar
cumplimiento a los fines colectivos".

4.2.- Prestaciones accesorias.


Las prestaciones accesorias a la obligación principal, son de hacer y de no
hacer.
Su establecimiento reconoce también como fuente a la ley, puesto que, en
nuestro derecho, no se pueden imponer restricciones a los derechos
constitucionales, sino en los casos que estas hayan sido establecidas o
autorizadas por la ley.
Durante todo su ciclo de vida los contribuyentes, están bajo la potestad
tributaria del Estado que, para ejercer la administración tributaria actúa a través
del Servicio de Impuestos Internos.
Nace así una relación jurídica que impone al contribuyente la obligación de
entregar, al Estado o Municipalidades, una cantidad de dinero en pago del tributo.
A esta imposición se le conoce como Obligación Tributaria Principal, a la que nos
referimos anteriormente.
La relación jurídica también impone diversos deberes que no forman parte
de la obligación tributaria principal, cuales son por ejemplo, la presentación de
determinadas declaraciones, llevar libros de contabilidad, emitir determinados
documentos como facturas, boletas, etc. Estos deberes se denominan accesorios.

La relación del contribuyente con el S.I.I. está regulada por la ley y por las
normas que el Servicio dicta, en virtud de la ley. La principal característica de
estas normas, es que se inspiran en el rol fiscalizador que la ley le asigna al
Servicio.
Están constituidas por una serie de obligaciones de hacer y de no hacer. Ej.
Hacer iniciación de actividades; llevar contabilidad; hacer término de giro; no
cometer falsedades en las declaraciones; no adulterar los asientos contables; etc.

Nuestro sistema,
La estructura tributaria de Chile, está constituida por pocos impuestos de
alto rendimiento, con escasas exenciones y franquicias. Por definición de nuestra
Constitución Política - Art. 19 N° 20 -, estos impuestos no tienen afectación
específica; es decir, su uso o destino no está predeterminado. Una vez
recaudados por el Tesoro Público se asignan los recursos sobre la base de la Ley
de Presupuesto que aprueba cada año el Congreso Nacional.

La estructura tributaria del país está constituida por los siguientes


impuestos:

1.- Impuestos Indirectos:


1.a. Impuesto a las Ventas y Servicios (IVA)
1.b. Impuesto Único de Segunda Categoría
1.c. Impuesto Adicional
1.d. Impuesto a los Productos Suntuarios
1.e. Impuesto a Bebidas Alcohólicas, Analcohólicas y Similares
1.f. Impuesto a la Cilindrada y al Lujo en la Importación de Vehículos.
1.g. Impuesto a los Tabacos, Cigarrillos y Cigarros
1.h. Impuesto a los Combustibles
1.i. Impuesto a los Actos Jurídicos
1.j. Impuesto al Comercio Exterior

2.- Impuestos Directos:


2.a. Impuesto a la Renta de Primera Categoría
2.b. Impuesto Global Complementario

3.- Otros Impuestos


3.a. Impuesto Territorial
3.b. Impuesto a las Herencias, Asignaciones y Donaciones

PRESTACIONES ACCESORIAS.

1.- Inscripción en el rut y la declaración jurada de inicio de actividades.


1.1.- Inscripción en el Rol Único Tributario
Según el artículo 66 del Código Tributario. "Todas las personas naturales y
jurídicas y las entidades o agrupaciones sin personalidad jurídica, pero
susceptibles de ser sujetos de impuestos, que en razón de su actividad o
condición causen o puedan causar impuestos, deben estar inscritas en el Rol
Único Tributario de acuerdo con las normas del reglamento respectivo."

1.2.- Declaración de Iniciación de Actividades


Según el artículo 68 del Código Tributario. "Las personas que inicien
negocios o labores susceptibles de producir rentas gravadas en la primera y
segunda categorías a que se refieren los números 1º, letras a) y b), 3º, 4º y 5º de
los artículos 20, 42 Nº 2º y 48 de la Ley sobre Impuesto a la Renta, deberán
presentar al Servicio, dentro de los dos meses siguientes a aquél en que
comiencen sus actividades, una declaración jurada sobre dicha iniciación. El
Director podrá, mediante normas de carácter general, eximir de presentar esta
declaración a contribuyentes o grupos de contribuyentes de escasos recursos
económicos o que no tengan la preparación necesaria para confeccionarla, o bien,
para sustituir esta exigencia por otros procedimientos que constituyan un trámite
simplificado. Los contribuyentes favorecidos con esta facultad podrán acogerse a
la exención o al régimen simplificado dentro de los noventa días siguientes a la
publicación de la resolución respectiva, aun cuando no hayan cumplido
oportunamente con la obligación establecida en este artículo, no siéndoles
aplicable sanción alguna en ese caso. Sin embargo, el contribuyente beneficiado
con esta eximición o sustitución podrá, optativamente, efectuar la declaración
común de iniciación de actividades a que se refiere la primera parte de este inciso.
Igualmente el Director puede eximir de la obligación establecida en este
artículo a aquellos contribuyentes no domiciliados ni residentes en el país, que
solamente obtengan rentas de capitales mobiliarios, sea producto de su tenencia o
enajenación, aun cuando estos contribuyentes hayan designado un representante
a cargo de dichas inversiones en el país.

Para los efectos de este artículo, se entiende que se inician actividades


cuando se efectúe cualquier acto u operación que constituya elemento necesario
para la determinación de los impuestos periódicos que afecten a la actividad que
se desarrollará, o que generen los referidos impuestos.

1.3.- Inscripción en el RUT e iniciación de actividades como trámite conjunto:


Cabe recordar que, hasta julio del año 1993, ambos trámites se realizaban
separadamente y utilizando distintos formularios. Hoy en día se encuentran
plenamente vigentes nuevos procedimientos que unifican los trámites de
obtención de R.U.T. e iniciación de actividades a través de un formulario único,
que incorpora la información del contribuyente en línea, disminuyendo la
concurrencia de éste al S.I.I., el tiempo total del proceso, la cantidad de
formularios usados y simplificando los antecedentes solicitados y requisitos
exigidos.

2.- Aviso de modificaciones. Fundamento legal:


El inciso final del Art. 68º del Código Tributario determina que las
sociedades deben poner en conocimiento del Servicio toda Modificación a su
Contrato Social.
La Resolución Ex. Nº 1652 de 05.07.85 de la Dirección Nacional, determina
que los contribuyentes deben informar al Servicio sus Cambios de Domicilio. La
Resolución Ex. Nº 2107 de 01.12.83, modificada por las Resoluciones Ex. Nºs.
2252 y 5285 de fechas 28.12.83 y 22.09.93 respectivamente, determinan que los
contribuyentes deben informar al Servicio las aperturas y cierres de sus
sucursales. La Resolución Ex. Nº 4024 de 08.09.94, de la Dirección Nacional,
determina que los contribuyentes deben informar al Servicio los cambios o
ampliaciones de actividades y/o giros.
El inciso final del Art. 69º del Código Tributario dice: "No podrá efectuarse
Disminución de Capital en las sociedades sin autorización previa del Servicio".
Cabe hacer presente que, la Resolución Ex. Nº 394 de 23.01.95, de la Dirección
Nacional, autoriza a los Directores Regionales para delegar en los funcionarios
encargados de la atención de público de las Secciones RUT e Inicio de
Actividades, Timbraje de Documentos y Término de Giro de su dependencia, la
facultad de autorizar las disminuciones de Capital.

3.- Llevar contabilidad.


Esta obligación no tiene por objeto la transferencia de sumas de dinero al
fisco sino la de facilitar la información y a consecuencia de ello la fiscalización del
cumplimiento de la ley tributaria.
La contabilidad debe ser llevada en el lugar en que el contribuyente realiza
sus actividades generadoras de renta, sin que necesariamente sea el domicilio del
contribuyente o el lugar donde se encuentra ubicada la gerencia de la empresa a
menos que haya sido autorizado para centralizar el proceso contable en un sólo
lugar.
El artículo 17 del Código Tributario establece que los libros de contabilidad
y la documentación sustentatoria deberá conservarse a disposición del Servicio de
Impuestos Internos mientras se encuentren vigentes los plazos de prescripción.
Esta misma norma establece que la obligación no es sólo de llevar contabilidad,
sino que ella debe ser fidedigna.
Contabilidad fidedigna.
El S.I.I. mediante oficio N° 1596, de fecha 25 de junio de 1990, estableció
que los libros contables deben ajustarse a prácticas contables adecuadas que
reflejen claramente el movimiento y resultado de la empresa; de modo que si
algún libro resulta oscuro, impidiendo controlar el movimiento y resultado de las
operaciones del contribuyente, dificultando así la acción fiscalizadora del Servicio,
deberá ser objetado, por no conformarse a lo dispuesto en el artículo 16° del
Código Tributario que establece que los sistemas de contabilidad deben ajustarse
a prácticas contables adecuadas que reflejen claramente el movimiento y
resultado de los negocios.

De acuerdo a lo anterior, entendemos por contabilidad fidedigna aquella:


a.- Que se ajusta a las normas legales y reglamentarias vigentes;
b.- Que registra fiel, cronológicamente y por su verdadero monto las
operaciones, ingresos, desembolsos, inversiones y existencia de bienes relativos a
las actividades del contribuyente que dan origen a las rentas efectivas que la ley
obliga acreditar con excepción de aquellas partidas que la ley permite omitir en su
declaración;
c.- Que sus registros se encuentran respaldados con documentación
fehaciente.

No hay contabilidad fidedigna. Entendemos que la contabilidad no es


fidedigna en los siguientes casos:
a.- Cuando las anotaciones contables se hacen en libros sin timbre del S.I.I.
b.- Cuando los registros contables se hacen en fechas posteriores al
timbraje.
c.- Cuando se omite el registro de ingresos, inversiones, compras, etc.
d.- Cuando no existe documentación que demuestre o acredite las
anotaciones contables.
e.- Cuando se adulteran las cifras en la contabilidad o el balance.
f.- Cuando se emiten y registran facturas material o ideológicamente falsas.

Formas que puede llevar la contabilidad. La ley señala que las rentas efectivas
deben acreditarse por contabilidad. La Contabilidad puede ser completa o
simplificada.
El S.I.I. mediante oficio Nº 1756, de fecha 24 de mayo de 1991, estableció
que para los efectos tributarios la "contabilidad completa" comprende los libros de
Caja, Diario, Mayor e Inventarios y Balances, o sus equivalentes y los libros
auxiliares que exija la ley o el propio Servicio, como ser el libro de Compras y
Ventas Diarias y el libro Auxiliar de Remuneraciones.

Se encuentran obligados a llevar contabilidad completa:


a. Todos los contribuyentes que tributen en 1º categoría salvo que la ley o
el Director Regional los exceptúe.
El Código de Comercio en su artículo 25 determina la documentación que
se debe tener en un sistema de contabilidad completa. Bajo ese concepto se
incluyen: el libro de caja; el libro diario; el libro mayor y el libro de inventario y
balances.
Aparte de estos libros deben llevarse los libros auxiliares que exijan otras
disposiciones legales como por ejemplo libro de compras, de ventas, de
remuneraciones, de F.U.T. y otros que el contribuyente considere necesarios.
Cuando se lleva contabilidad, los libros deben ser timbrados y autorizados por el
servicio.

Pueden determinar su renta mediante contabilidad simplificada:


a.- Los contribuyentes afectos a impuestos de 1º categoría que a juicio del
Director Regional tengan escaso movimiento, capitales pequeños en relación a su
giro etc.
b.- Contribuyentes afectos a impuestos de 2º categoría (art. 42 Nº2 DL
824).
c. También pueden utilizar éste sistema de contabilidad aquellos
contribuyentes acogidos al Régimen de Presunción de renta que deseen contar
con documentación sustentatoria fidedigna para probar ingresos que justifiquen
determinadas inversiones y que mediante su régimen habitual no podrían hacerlo.

Esta contabilidad consiste en un libro o planillas de entradas y gastos,


ambos numerados correlativamente y timbrados por el servicio.

Contribuyentes no obligados a llevar contabilidad:


a.- Contribuyentes afectos al N° 2 del art. 20 de la ley de Impuesto a la
Renta por los beneficios obtenidos en la explotación de capitales mobiliarios.
b.- Pequeño contribuyente del art. 22 de la ley de la Renta tales como
pequeños mineros artesanales, pequeños comerciantes que desarrollan su
actividad en la vía pública, suplementeros y los propietarios de talleres artesanales
u obreros.
c.- Lo establecido en el artículo 34 de la ley de la Renta correspondiente a
pequeños mineros de mediana importancia y el artículo 34bis de la misma ley
referidos a empresarios, personas naturales o sociedades de personas que
explotan vehículos destinados al transporte de pasajeros o carga. Ejemplo: Buses,
taxibuses, taxis.
d.- Contribuyentes afectos al Impuesto Único que grava los ingresos
provenientes de sueldos, salarios, pensiones, premios, gratificaciones, etc.

Fecha en que debe confeccionarse el Balance.


Con el objeto de obtener una mayor productividad en las labores de
fiscalización y los sistemas de control de los NO DECLARANTES, el S.I.I. en la
Circular N° 41 de fecha 30 de julio de 1981, estableció que los balances debían
comprender un período máximo de doce meses, y que todo ejercicio o período
comercial debía cerrarse indefectiblemente al 31 de diciembre de cada año.
Esta circular, señaló que podían existir ejercicios inferiores a los doce
meses cuando se produce término de giro o cuando se trata del primer ejercicio
comercial. En este último caso, cualquiera que sea el tiempo transcurrido, el
balance debe practicarse al 31 de diciembre y dicho período, en ningún caso,
puede exceder a los doce meses.

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