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Concurso Del Cuento 2020
Concurso Del Cuento 2020
Cuando salía a montar bicicleta en el parque recordaba cuando lo hacíamos él y yo, era
algo tan especial, tan hermoso, me hacía lagrimear, ahora todo es diferente y el ambiente
es frío, nunca olvidaré el alocado día que Luis llegó a mi vida.
Habían pasado solo 6 meses desde que milagrosamente llegó Luis y ya me iba a volver
loco, era demasiada responsabilidad, trabajaba de sol a sol, primero cumplir mis labores
como abogado y segundo estar pendiente de mi hijo en todo momento, pero cuando me
sentía agotado recordaba las palabras de Sandra: -La vida nos hará felices, pero primero
nos hará fuertes- Esa era mi motivación para seguir.
4 años después empezarían los problemas, puesto que la falta de leche materna y el
consumo temprano de leche artificial empezaron a afectar a Luis, sufría constantes
ataques de neumonía y gastroenteritis, él siempre me preguntaba ¿Voy a estar bien
papá? Y yo le decía -Por supuesto- Para darle tranquilidad, aunque en realidad me
preocupaba ya que esto se estaba volviendo reiterativo y los médicos no me decían nada,
pero bueno, igual no tenía tiempo para estar en citas médicas todo el tiempo, porque tenía
mucho trabajo y Luis tenía clases en su jardín.
Desde ese día estuve más cerca de él y mejoramos nuestra relación, hasta ese entonces
era muy distante, gracias a esto me enteré que quería una bicicleta, por esto le conseguí
la mejor y se la di como regalo de navidad, él estaba muy emocionado, y la empezó a
montar aprovechando sus vacaciones, la primera vez que salimos él ni siquiera se podía
montar, se caía y se frustró rápidamente, pero yo le dije -Tu madre siempre me decía: La
vida nos hará felices, pero primero nos hará fuertes- A partir de allí salíamos todos los
días a practicar, siempre volvía a la casa con golpes, raspones y moretones, pero volvía
feliz, ansioso que llegara otro día para practicar más, eso me hacía sentir muy orgulloso.
Llegó el día donde Luis aprendió a montar bicicleta y me pedía que hiciéramos carreras,
donde él siempre me ganaba. Cuando nada podía ir mejor, a Luis le diagnosticaron
Leucemia, pero seguía esforzándose y actuando como si estuviera bien, yo guardaba la
esperanza que mejoraría, hasta que los doctores me confirmaron -Ya no se puede hacer
nada- Traté de darle lo mejor de mí en sus últimos días, acompañándolo y dándole
fuerzas, en su última noche le dije: “Estoy muy orgulloso de ti, eres el mejor hijo” Al día
siguiente Luis falleció, aunque sé que está mejor montando bicicleta con su madre.