Alma Máter del Magisterio Nacional Facultad de Pedagogía y Cultura Física Escuela Profesional de Educación Básica Alternativa
Tema:
Análisis de la Obra de la Mente, cerebro
y valores humanistas de Sperry,
CURSO: BIOLOGÌA
DOCENTE: MARIO POSSO ROJAS
Presentado por: RONALDO ANGEL LORENZO RIZ
Lima, Perú 2023
Cada una de nuestras acciones resulta inevitablemente de patrones previos de activación cerebral. Si bien solíamos encontrar significado y propósito en el comportamiento humano, la ciencia ahora consiste completamente en elementos materiales, todos los cuales son complejos y están sujetos a las leyes universales de la física y la química, mostrándonos una máquina biofísica única. Con la ayuda de Freud y la astrofísica, la ciencia está dispuesta a privar al hombre de su Padre Celestial y del Cielo mismo. La genética y la humanidad parecen pobres. Desde Darwin y Freud, el hombre ya no vive en una nube de gloria, sino como una selva animal con temperamentos edípicos y complejos similares. Las capas de civilización son superficiales. Un pequeño rasguño revela el animal base contenido debajo tan pronto como sea posible. Dadas estas y otras acusaciones similares contra la ciencia con respecto a la dignidad y el significado de la existencia humana, es comprensible por qué los pensadores humanistas parecen buscar caminos alternativos a la verdad. Para el propio científico, el uso de naen representa una dura prueba de sus creencias. Es decir, si es mejor conocer y vivir en la verdad que falsas suposiciones y valores ilusorios, por más incómodos que sean. Ahora, mi propio modelo funcional del cerebro es perfecto en muchas de las formas anteriores, especialmente si el modelo tiene en cuenta los conceptos de la mente y la naturaleza humana que emergen del análisis que domina el mundo hoy en día y que conducen a conclusiones contradictorias. . Cerebro y Ciencias del Comportamiento. Tengo la impresión de que la ciencia ha hecho fácil saldo de la sociedad y de otros valores. LA CUESTIÓN CENTRAL: LA NATURALEZA DE LA CONCIENCIA Muchos de los desacuerdos tienen que ver con un punto central de controversia: ¿es posible, en teoría o en principio) construir un modelo objetivo explicativo completo de la función cerebral sin incluir la conciencia y los fenómenos mentales en la secuencia causal? Si es correcta la posición prevaleciente en neurociencia —la de que la conciencia y lo mental ha de ser excluido de cualquier modelo objetivo—, entonces hay que borrar de la ciencia todo el mundo interior subjecivo y habérnoslas con el materialisn10 y todas sus implicaciones. Por el contrario, si llegara a probarse con hechos pertinen tes que las fuerzas mentales conscientes sí que dirigen y gobiernan de hecho el tráfico de impulsos nerviosos y los eventos bioquímicos y biofísicos en el cerebro, y que, en consecuencia, han de ser incorporados como características importantes en la cadena objetiva de control, entonces caemos del lado del mentalismo con un cuadro de valores totalmente distinto y más idealista. Algo así COIno el 99.9 por ciento de quienes investigan el cerebro han sostenido con firmeza durante los pasados cincuenta años la convicción de que las fuerzas mentales conscientes no tienen cabida en un modelo explicativo o en una teoría del funcionamiento del cerebro. Las sensaciones internas, las percepciones, los conceptos y las imágenes mentales no pueden pesarse, medirse, fotografiarse o registrarse utilizando los medios objetivos y las técnicas del método científico. Las limitaciones de la tecnología que requieren prueba y demostración experimental exigen que estas voluntades desconocidas introspectivas, personales e inaccesibles sean excluidas de cualquier explicación que pretenda ser científica. Ade, ahora neurocientífico, cree tener una comprensión bastante racional de la realidad que excita y estimula los elementos celulares del cerebro. De acuerdo con este concepto, los cambios en las membranas, los flujos de iones, los mediadores químicos y los potenciales pre y postsinápticos podrían representar relaciones causales plausibles. Pero la conciencia nunca puede hacer esto. La ciencia ve el cerebro como una intrincada red de excitaciones neuronales y comunicaciones electroquímicas, gobernada completamente por las admirables leyes de la biofísica, la bioquímica y la fisiología. Que yo sepa, pocos investigadores toleran voluntariamente la intrusión de fuerzas mentales o conscientes en este mecanismo causal. En resumen, esta es la posición predominante en la ciencia moderna que refleja la visión actualmente dominante de la mente y el espíritu: la visión objetiva, no mecánica, materialista, conductista, reduccionista, fatalista. Por cierto, esta idea no se limita a laboratorios y aulas. Aunque informal, se ha extendido y arraigado en la sociedad occidental. En todas partes y en todas partes vemos los efectos de esta invasión del materialismo Rain Panther. Posición mental alternativa Yo, junto con esta minoría de alrededor del 0 por ciento, me he colocado en el lado opuesto y apoyo la visión hipócrita del cerebro de que la conciencia y los poderes mentales en general se reconocen como características sobresalientes en la cadena del aumento del control mental. Fuerzas Operativas Activas: Propiedades dinámicas que interactúan con los mecanismos fisiológicos. Desde este punto de vista, los modelos y descripciones que ignoran el poder consciente están lamentablemente condenados a ser insatisfactorios e incompletos. En tal esquema, la conciencia es lo que está sucediendo en el centro del mundo, lejos de ser marginado como un "subproducto", un "fenómeno incidental" o simplemente un aspecto interno, como comúnmente se trata hoy en día. y directamente involucrado en textura. Este plan pone el poder mental en el asiento del conductor, por así decirlo. Controlan o incluso ordenan, atraen y empujan procesos fisiológicos y bioquímicos. Es una especie de plan para devolver la mente a su antigua posición por encima de la materia, en lugar de debajo de ella, junto a ella o fuera de ella. Este es un esquema que promueve ideas e ideales sobre interacciones fisicoquímicas, tráfico de impulsos neuronales y ADN. Este es un modelo del cerebro en el que la conciencia, la mente y los poderes psíquicos se reconocen como la culminación de más de 500 millones de años de evolución. (SPERRY, 2000)
Bibliografía
SPERRY, R. W. (2000). MENTE CEREBRO Y VALORES HUMANISTAS.