Juany Sofía Torres Arévalos, por derecho propio y bajo
patrocinio de profesional abogado, con domicilio en la casa de la calle Teniente Aquino Nº 1.853 casi Alberdi, Barrio Industrial, fijando domicilio ad-litem, a los efectos legales correspondientes, en la casa de la Avda. Gaudioso Núñez Nº 3.448, Compañía Cabañas, ambos de la ciudad de Caacupé, Dpto. de la Cordillera, en representación de mi hija, la niña, Sofía Abigaíl Torres Arévalos, me presento ante V.S., y muy respetuosamente digo:----------------------------------------------------------
Que, por el presente escrito, con arreglo a lo estipulado en el Art.
183, de la ley 1680/01, C.N. y A, que preceptúa: “En las acciones de reconocimiento de la filiación de un niño concebido dentro del matrimonio o fuera de él, así como de contestación o desconocimiento de ella, se seguirán los trámites del proceso de conocimiento sumario previsto en el Código Procesal Civil, salvo en lo relativo a la prohibición de presentar alegatos, para lo cual se establece un plazo de seis días comunes”, vengo a promover Acción de Reconocimiento de Filiación, contra el Sr. Carlos Leguizamón Cantero, con domicilio laboral en la casa de la calle España Nº 1.695 esquina Pitiantuta, – Supermercado Mundi Mark-, de la ciudad de Asunción, con respecto a nuestra hija Sofía Abigaíl, en consideración a la exposición de hechos y derecho que, a continuación, paso a detallar:-----------------------------------------------------------------
HECHOS
Antes de entrar en materia, hago mención de que el domicilio
denunciado es el laboral, puesto que desconozco el domicilio real del accionado, en ese sentido el Art. 61, del C.C., preceptúa: “El domicilio legal y el domicilio real determinan la competencia de las autoridades para el ejercicio de los derechos y cumplimiento de las obligaciones”, por lo que no se puede cercenar el derecho de Sofía Abigaíl por un detalle como el mencionado. Además el Art. 58, del C.C., establece la potestad de cambiar de domicilio sin requisito previo alguno.------------ He mantenido relaciones sentimentales con el Sr. Carlos Leguizamón Cantero y fruto de esa relación nació nuestra hija, la niña Sofía Abigaíl Torres Arévalos, conforme el testimonio del certificado de nacimiento, Nº 2294562, expedido por la Dirección General del Registro del Estado Civil, que adjunto a esta presentación.------------------------------------------------------------------- Todas las personas tienen el derecho personalísimo a la identidad, a conocer quienes son sus padres, es decir a conocer su origen biológico, su pertenencia a determinada familia, que de acuerdo a ese origen biológico le corresponde; en tal sentido hago referencia a lo estipulado en el Art. 18, última parte, de la ley 1680/01, C.N. y A., que reza: “Del derecho a la identidad. El niño y el adolescente tienen derecho a… un nombre que se inscribirá en los registros respectivos, a conocer y permanecer con sus padres y a promover ante la Justicia las investigaciones que sobre sus orígenes estimen necesarias”. Por ende, es necesario que Sofía Abigaíl sepa que tiene un padre y quién es, aunque el accionado, Sr. Carlos Leguizamón Cantero nunca se haya preocupado de la misma, asumiendo de ese modo una postura absolutamente irresponsable hasta el día de hoy.--------------------------------------------------------------------------------------- Sofía Abigaíl cuenta actualmente con seis (6) años de edad. En este punto cabe hacer mención, una vez más, que el hoy demandado nunca ha cumplido con sus obligaciones como padre, tanto en el aspecto económico como en el afectivo, puesto que no la visita regularmente ni lo asiste en ningún sentido, por tal motivo me veo obligada a instar al mismo a un acercamiento, a fin de crear un vínculo afectivo, actualmente inexistente, que es fundamental para el desarrollo humano de nuestra hija Sofía Abigaíl, lamentablemente debo recurrir a la instancia judicial para lograr los objetivos mencionados precedentemente; en ese sentido, el Art. 3º, de la ley 1680/01, C.N. y A., preceptúa: “Toda medida que se adopte respecto al niño o adolescente, estará fundada en su interés superior. Este principio estará dirigido a asegurar el desarrollo integral del niño o adolescente, así como el ejercicio y disfrute pleno de sus derechos y garantías. Para determinar el interés superior o prevaleciente se respetarán sus vínculos familiares, su educación y su origen étnico, religioso, cultural y lingüístico. Se atenderá además la opinión del mismo, el equilibrio entre sus derechos y deberes, así como su condición de persona en desarrollo”; hago hincapié, de nuevo, en que la parte afectiva es de fundamental importancia para el desarrollo armónico y natural de cualquier persona, más aún tratándose de una niña, en una etapa de consolidación de su personalidad.------------------------------------------------------------ Por último, en innumerables oportunidades solicité al accionado, Sr. Carlos Leguizamón Cantero que reconozca a nuestra hija Sofía Abigaíl, pero nunca obtuve respuesta siquiera a tal pedido, por ello y por lo expuesto precedentemente, me veo obligada a recurrir a esta instancia.-------------------------- Además, acompaño al presente escrito fotocopia simple de mi Cédula de Identidad Civil, N 2.127.022.---------------------------------------------------- La prueba pericial de sangre (ADN), tiene una relevancia preferencial en esta acción, pues el Art. 184, de la ley 1680/01, C.N. y A., preceptúa: “La prueba pericial de sangre de ácido desoxirribonucleico (ADN) u otras pruebas científicas equivalentes serán consideradas preferencialmente. En caso de renuencia de someterse a la misma, la oposición deberá considerarse como presunción de paternidad o maternidad. El Poder Judicial arbitrará los medios necesarios para facilitar la realización de dichas pruebas y por acordada reglamentará este artículo”. Por tal motivo, en caso de renuencia del accionado, solicito, desde ya, la realización de esta prueba.------------------------------------------- En cuanto a la Prueba-Carga, por lo que resulta justo y equitativo que la actora y el demandado aporten sumas de dinero proporcionalmente para el diligenciamiento de la prueba de ADN, admitida preferentemente en la Acción de Filiación, en el caso, en un CINCUENTA POR CIENTO (50%) para cada una, ya que ambas partes tienen sumo interés en esclarecer el hecho controvertido de la paternidad del niño. En concordancia a lo expresado, me remito al A.I. Nº 13, de fecha 19 de febrero del año 2003, emitido por el Tribunal de Apelación de la Niñez y Adolescencia, en los autos caratulados “V., A.A. s/ Filiación”, que en su parte más sustanciosa expresa: “La oferente de la prueba ha sido la parte accionante. Sin embargo, el demandado al no oponerse a su realización, ni manifestar su desinterés, se ha adherido a la misma. Esta situación emerge del conjunto de actuaciones que observamos en el expediente. Así, en la Audiencia, de fs. 32, el demandado a través de su abogado patrocinante manifestó que no se opone a dicha prueba, pero sí a cubrir los gastos. A fs. 34 reitera que no se opone, es más, que se someterá a la misma para llegar a una verdad real sobre el origen de la niña. En la expresión de agravios, obrante a fs. 47, manifiesta que no tiene problemas de someterse a la prueba pericial para dilucidar el fondo de la cuestión y permitir de esta manera demostrar que la parte actora miente, pero repite que no amerita pagar el 50% del costo. En estas condiciones, no hay duda que su interés legítimo queda plenamente comprobado y justificado. El Art. 361 del C.P.C., establece si los peritos solicitaren, y si correspondiere por la índole de la pericia, las partes interesadas, en prueba, deberán depositar la suma que el Juez fije para los gastos de las diligencias. En atención a esta preceptiva procesal, se infiere que las partes en el juicio, en este caso, la actora y el demandado, tienen sumo interés en esclarecer el hecho controvertido de la paternidad de la niña A.A., y por consiguiente resulta justo y equitativo que ambas partes aporten sumas de dinero proporcionalmente para diligenciamiento de la prueba admitida en un 50% cada uno”.---------------------------------------------
DERECHO
Fundo la presente acción en los Arts: 53, última parte, y 54 de la
Constitución Nacional; 234, 258 del Código Civil; 234, 683 del Código Procesal Civil; 3, 18, 161, 167, 169, 170, 171, 173, 174 y 183 de la ley 1680/01, C.N.A.; ley 1914/02; demás leyes de fondo y forma, a más de la jurisprudencia y doctrina aplicables al caso y que hacen a los derechos de mi parte.-------------------------------
PETITORIO
1. Reconocimiento de la personería en el carácter
invocado.---------- 2. Señalamiento de los domicilios en los lugares indicados.----------- 3. Ordene el desglose y devolución de los documentos originales presentados, previa autenticación de las fotocopias correspondientes por parte de la Actuario, con expresa constancia en autos.------------------------------------------------- 4. Dar intervención al Agente Fiscal de la Niñez y Adolescencia de turno.-------------------------------------------------------------------------------------------- 5. Tener por iniciada la presente Acción de Reconocimiento de Filiación contra el Sr. Carlos Leguizamón Cantero, en los términos del escrito que antecede, de la misma, y de los documentos presentados, V.S. se servirá dar traslado al demandado, por el plazo legal, para que la conteste en virtud de lo contemplado en los Arts. 173 y 174, de la ley 1680/01, C.N. y A., en concordancia con el Art. 683, Inc. a), del C.P.C.----------------------------------------------------------- 6. Oportunamente, y previos trámites de rigor, dictar resolución condenando al Sr. Carlos Leguizamón Cantero a reconocer a su hija, la niña Sofía Abigaíl Torres Arévalos y, en consecuencia, ordenar su respectiva inscripción, como nota marginal en el acta de nacimiento, en la Dirección General del Registro del Estado Civil, librando el oficio correspondiente.-------------------------------------- 7. Protesto costas.------------------------------------------------------------