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ECONOMIA PARA LOS NEGOCIOS

El siguiente material de estudio es un documento organizado y estructurado por el docente a partir de la


redacción propia, traducción de documentos en inglés y una recopilación de textos. Es entregado a fin de
facilitar al alumno de la maestría el material estrictamente necesario para el sexto tema de estudio.

INTRODUCCION

Podrías decir que el estudio del comercio internacional y las finanzas es donde comenzó la disciplina de la
economía tal como la conocemos. Los historiadores del pensamiento económico a menudo describen el
ensayo "Del balance del comercio" del filósofo escocés David Hume como la primera exposición real de
un modelo económico. Hume publicó su ensayo en 1758, casi 20 años antes de que su amigo Adam Smith
publicara "La riqueza de las naciones". Los debates sobre la política comercial británica a principios del
siglo XIX contribuyeron en gran medida a convertir la economía en un campo orientado a modelos en
lugar de un campo discursivo e informal, como lo ha sido desde entonces.

Sin embargo, el estudio de la economía internacional nunca ha sido tan importante como lo es ahora. A
principios del siglo XXI, las naciones están más estrechamente vinculadas que nunca a través del comercio
de bienes y servicios, flujos de dinero e inversiones en las economías de otros países. Y la economía global
creada por estas interconexiones es un lugar turbulento: tanto los responsables de las políticas como los
líderes empresariales de cada país deben prestar atención a lo que a veces son fortunas económicas que
cambian rápidamente en la otra mitad del mundo.

Un vistazo a algunas estadísticas comerciales básicas nos da una idea de la importancia sin precedentes
de las relaciones económicas internacionales. La Figura 1-1 muestra los niveles de exportaciones e
importaciones de EE. UU. como porcentajes del producto interno bruto desde 1960 hasta 2019. La
característica más obvia de la figura es la tendencia alcista a largo plazo en ambas proporciones: el
comercio internacional ha aumentado aproximadamente tres veces en importancia en comparación con
la economía en su conjunto.

Casi tan evidente es que, aunque tanto las importaciones como las exportaciones han aumentado, las
importaciones han crecido más, lo que ha llevado a un gran excedente de importaciones sobre
exportaciones. ¿Cómo puede pagar Estados Unidos por todos esos bienes importados? La respuesta es
que el dinero es suministrado por grandes flujos de capital, dinero invertido por extranjeros dispuestos a
tomar una participación en la economía estadounidense. Flujos de capital de esa magnitud alguna vez
habrían sido inconcebibles; ahora se dan por sentados. Y así, la brecha entre importaciones y
exportaciones es un indicador de otro aspecto de las crecientes interconexiones internacionales: en este
caso, las crecientes conexiones entre los mercados de capital nacionales.

Finalmente, hay que destacar que tanto las importaciones como las exportaciones disminuyeron
temporalmente en 2009, durante la crisis económica mundial que comenzó en 2008; volvieron a caer en
2020, durante la pandemia de COVID-19. Estas caídas son recordatorios de los estrechos vínculos entre el
comercio mundial y el estado general de la economía mundial.

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Si las relaciones económicas internacionales se han vuelto cruciales para Estados Unidos, lo son aún más
para otras naciones. La Figura 1-2 muestra el promedio de importaciones y exportaciones como
porcentaje del producto interno bruto para una muestra de países. Estados Unidos, debido a su tamaño
y la diversidad de sus recursos, depende menos del comercio internacional que casi cualquier otro país.

Este texto presenta los conceptos y métodos principales de la economía internacional e ilustra su
aplicación en el mundo real. Gran parte del texto está dedicada a ideas antiguas que siguen siendo tan
válidas como siempre: la teoría comercial del siglo XIX de David Ricardo e incluso el análisis monetario del
siglo XVIII de David Hume siguen siendo altamente relevantes para la economía mundial del siglo XXI. Al
mismo tiempo, hemos hecho un esfuerzo especial para actualizar el análisis. En particular, la crisis
económica que comenzó en 2007 planteó nuevos desafíos importantes para la economía global. Los
economistas pudieron aplicar análisis existentes a algunos de estos desafíos, pero también se vieron
obligados a repensar algunos conceptos importantes. Además, han surgido enfoques nuevos para viejas
preguntas, como los impactos de los cambios en la política monetaria y fiscal. Hemos intentado transmitir
las ideas clave que han surgido en investigaciones recientes, al tiempo que destacamos la utilidad continua
de las ideas antiguas.

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¿De Qué se Trata la Economía Internacional?

La economía internacional utiliza los mismos métodos fundamentales de análisis que otras ramas de la
economía porque los motivos y comportamientos de las personas son los mismos tanto en el comercio
internacional como en las transacciones domésticas. Las tiendas de alimentos gourmet en Florida venden
granos de café tanto de México como de Hawái; la secuencia de eventos que llevó esos granos a la tienda
no es muy diferente, ¡y los granos importados viajaron una distancia mucho más corta que los granos
enviados dentro de Estados Unidos! Sin embargo, la economía internacional involucra preocupaciones
nuevas y diferentes debido a que el comercio internacional y las inversiones ocurren entre naciones
independientes. Estados Unidos y México son estados soberanos; Florida y Hawái no lo son. Los envíos de
café de México a Florida podrían verse afectados si el gobierno de Estados Unidos impusiera un cupo que
limite las importaciones; el café mexicano podría volverse repentinamente más barato para los
compradores estadounidenses si el peso se deprecia en valor contra el dólar. En contraste, ninguno de
esos eventos puede ocurrir en el comercio dentro de Estados Unidos porque la Constitución prohíbe
restricciones al comercio interestatal y todos los estados de EE. UU. utilizan la misma moneda.

El objeto de estudio de la economía internacional, entonces, consiste en cuestiones planteadas por los
problemas especiales de interacción económica entre estados soberanos. Siete temas se repiten a lo largo
del estudio de la economía internacional: (1) las ganancias del comercio, (2) el patrón de comercio, (3) el
proteccionismo, (4) la balanza de pagos, (5) la determinación de los tipos de cambio, (6) la coordinación
de políticas internacionales y (7) el mercado internacional de capitales.

Las Ganancias del Comercio

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Todos sabemos que algún comercio internacional es beneficioso, por ejemplo, nadie piensa que Noruega
debería cultivar sus propias naranjas. Sin embargo, muchas personas son escépticas acerca de los
beneficios de comerciar bienes que un país podría producir por sí mismo. ¿No deberían los
estadounidenses comprar productos estadounidenses siempre que sea posible para ayudar a crear
empleos en Estados Unidos?

Probablemente el conocimiento más importante en toda la economía internacional es que hay ganancias
derivadas del comercio, es decir, cuando los países venden bienes y servicios entre sí, este intercambio
casi siempre es mutuamente beneficioso. La gama de circunstancias en las que el comercio internacional
es beneficioso es mucho más amplia de lo que la mayoría de la gente imagina. Por ejemplo, es una idea
equivocada común que el comercio es perjudicial si existen grandes disparidades entre países en
productividad o salarios. Por un lado, los empresarios en países menos tecnológicamente avanzados,
como India, a menudo temen que abrir sus economías al comercio internacional conduzca a un desastre
porque sus industrias no podrán competir. Por otro lado, las personas en naciones tecnológicamente
avanzadas donde los trabajadores ganan salarios altos a menudo temen que comerciar con países menos
avanzados y con salarios más bajos arrastre su nivel de vida hacia abajo; un candidato presidencial advirtió
de manera memorable sobre un "gran sonido succionador" si Estados Unidos concluyera un acuerdo de
libre comercio con México.

Sin embargo, el primer modelo que este texto presenta sobre las causas del comercio (Capítulo 3)
demuestra que dos países pueden comerciar en beneficio mutuo incluso cuando uno de ellos es más
eficiente que el otro en la producción de todo y cuando los productores en el país menos eficiente solo
pueden competir pagando salarios más bajos. También veremos que el comercio proporciona beneficios
al permitir que los países exporten bienes cuya producción utiliza recursos que son localmente
abundantes, mientras que importan bienes cuya producción hace un uso intensivo de recursos que son
escasos localmente (Capítulo 5). El comercio internacional también permite que los países se especialicen
en la producción de rangos más estrechos de bienes, lo que les brinda una mayor eficiencia en la
producción a gran escala.

Tampoco se limitan los beneficios del comercio internacional al intercambio de bienes tangibles. La
migración internacional y los préstamos e inversiones internacionales son también formas de comercio
mutuamente beneficiosas: la primera es un intercambio de trabajo por bienes y servicios (Capítulo 4), y
la segunda es un intercambio de bienes actuales por la promesa de bienes futuros (Capítulo 6).

Finalmente, los intercambios internacionales de activos arriesgados, como acciones y bonos, pueden
beneficiar a todos los países al permitir que cada país diversifique su riqueza y reduzca la variabilidad de
sus ingresos. Estas formas invisibles de comercio producen ganancias tan reales como el comercio que
pone frutas frescas de América Latina en los mercados de Toronto en febrero.

Aunque en general las naciones se benefician del comercio internacional, es bastante posible que el
comercio internacional pueda perjudicar a grupos particulares dentro de las naciones; en otras palabras,
el comercio internacional puede tener efectos significativos en la distribución de ingresos. Los efectos del
comercio internacional en la distribución de ingresos ha sido por largo tiempo una preocupación de los
teóricos del comercio internacional quienes han señalado que:

El comercio internacional puede afectar negativamente a los propietarios de recursos "específicos"


para las industrias que compiten con las importaciones, es decir, recursos que no pueden encontrar

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empleo alternativo en otras industrias. Ejemplos incluirían maquinaria especializada, como telares de
energía que pierden valor debido a las importaciones de textiles, y trabajadores con habilidades
especializadas, como pescadores cuyo valor de su captura se reduce debido a la importación de
productos del mar.
El comercio también puede alterar la distribución de ingresos entre grupos amplios, como
trabajadores y propietarios de capital.

Estas preocupaciones han pasado de las aulas a ser el centro del debate de políticas en el mundo real, ya
que cada vez es más evidente que los salarios reales de los trabajadores con menos habilidades en Estados
Unidos han estado disminuyendo, a pesar de que el país en su conjunto sigue enriqueciéndose. Muchos
comentaristas atribuyen este desarrollo al creciente comercio internacional, especialmente las
exportaciones de bienes manufacturados de países con salarios bajos. Evaluar esta afirmación se ha
convertido en una tarea importante para los economistas internacionales y es un tema importante que
se aborda en los capítulos 4 al 6.

El Patrón de Comercio.

Los economistas no pueden discutir los efectos del comercio internacional o recomendar cambios en las
políticas gubernamentales hacia el comercio con confianza a menos que sepan que su teoría es lo
suficientemente buena como para explicar el comercio internacional que se observa realmente. Como
resultado, los intentos de explicar el patrón de comercio internacional, es decir, quién vende qué a quién,
han sido una preocupación importante para los economistas internacionales.

Algunos aspectos del patrón de comercio son fáciles de entender. El clima y los recursos explican
claramente por qué Brasil exporta café y Arabia Saudita exporta petróleo. Sin embargo, gran parte del
patrón de comercio es más sutil. ¿Por qué Japón exporta automóviles mientras que Estados Unidos
exporta aviones? A principios del siglo XIX, el economista inglés David Ricardo ofreció una explicación del
comercio en términos de diferencias internacionales en la productividad laboral, una explicación que sigue
siendo una poderosa visión (Capítulo 3). Sin embargo, en el siglo XX, también se propusieron explicaciones
alternativas. Una de las explicaciones más influyentes vincula los patrones comerciales a la interacción
entre las ofertas relativas de recursos nacionales, como capital, trabajo y tierra por un lado, y el uso
relativo de estos factores en la producción de diferentes bienes por otro. Presentamos esta teoría en el
Capítulo 5. Luego discutimos cómo este modelo básico debe ampliarse para generar predicciones
empíricas precisas sobre el volumen y el patrón del comercio. Además, algunos economistas
internacionales han propuesto teorías que sugieren un componente sustancialmente aleatorio, junto con
economías de escala, en el patrón de comercio internacional, teorías que se desarrollan en los Capítulos
7 y 8.

¿Cuánto Comercio?

Si la idea de las ganancias del comercio es el concepto teórico más importante en la economía
internacional, el debate aparentemente eterno sobre cuánto comercio permitir es su tema de política más
importante. Desde el surgimiento de los estados-nación modernos en el siglo XVI, los gobiernos se han
preocupado por el efecto de la competencia internacional en la prosperidad de las industrias nacionales
y han intentado ya sea proteger a las industrias de la competencia extranjera imponiendo límites a las
importaciones o ayudarlas en la competencia mundial mediante la subvención de exportaciones. La
misión más consistente de la economía internacional ha sido analizar los efectos de estas políticas

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llamadas proteccionistas, y generalmente, aunque no siempre, para criticar el proteccionismo y mostrar
las ventajas de un comercio internacional más libre.

El debate sobre cuánto comercio permitir tomó un nuevo rumbo en la década de 1990. Después de la
Segunda Guerra Mundial, las democracias avanzadas, lideradas por Estados Unidos, adoptaron una
política amplia de eliminar barreras al comercio internacional; esta política reflejaba la opinión de que el
libre comercio no solo era una fuerza para la prosperidad, sino también para promover la paz mundial. En
la primera mitad de la década de 1990, se negociaron varios acuerdos de libre comercio importantes. Los
más notables fueron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos,
Canadá y México, aprobado en 1993, y el acuerdo conocido como Ronda Uruguay, que estableció la
Organización Mundial del Comercio en 1994.

Sin embargo, desde entonces, ha habido una considerable reacción contra la "globalización". En 2016,
Gran Bretaña sorprendió al establishment político al votar a favor de abandonar la Unión Europea, que
garantiza la libre circulación de bienes y personas entre sus miembros. En ese mismo año, las afirmaciones
de que la competencia de las importaciones y los acuerdos comerciales injustos han provocado pérdida
de empleos jugaron un papel importante en la campaña presidencial de Estados Unidos. Una
consecuencia de esta reacción anti-globalización es que los defensores del libre comercio están bajo una
presión mayor que nunca para encontrar formas de explicar sus puntos de vista.

Como corresponde tanto a la importancia histórica como a la relevancia actual del tema proteccionista,
aproximadamente una cuarta parte de este texto está dedicada a este tema. A lo largo de los años, los
economistas internacionales han desarrollado un marco analítico simple pero poderoso para determinar
los efectos de las políticas gubernamentales que afectan el comercio internacional. Este marco ayuda a
predecir los efectos de las políticas comerciales, al tiempo que permite un análisis de costos y beneficios
y la definición de criterios para determinar cuándo la intervención gubernamental es beneficiosa para la
economía. Presentamos este marco en los Capítulos 9 y 10 y lo utilizamos para discutir varios problemas
de política en esos capítulos y en los Capítulos 11 y 12.

Sin embargo, en el mundo real, los gobiernos no necesariamente hacen lo que el análisis de costo-
beneficio de los economistas les dice que deberían hacer. Esto no significa que el análisis sea inútil. El
análisis económico puede ayudar a entender la política de comercio internacional al mostrar quiénes se
benefician y quiénes pierden por acciones gubernamentales como cuotas a las importaciones y subsidios
a las exportaciones. La idea clave de este análisis es que los conflictos de interés dentro de las naciones
suelen ser más importantes para determinar la política comercial que los conflictos de interés entre las
naciones. Los Capítulos 4 y 5 muestran que el comercio suele tener efectos muy fuertes en la distribución
de ingresos dentro de los países, mientras que los Capítulos 10 a 12 revelan que el poder relativo de
diferentes grupos de interés dentro de los países, en lugar de alguna medida del interés nacional general,
es a menudo el factor determinante principal en las políticas gubernamentales hacia el comercio
internacional.

La Balanza de Pagos

En 1998, tanto China como Corea del Sur tuvieron grandes superávits comerciales de alrededor de 40 mil
millones de dólares cada uno. En el caso de China, el superávit comercial no fue inusual, ya que el país
había estado registrando grandes superávits durante varios años, lo que generó quejas de otros países,
incluidos Estados Unidos, de que China no estaba cumpliendo con las reglas. Entonces, ¿es bueno tener

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un superávit comercial y malo tener un déficit comercial? Según los surcoreanos, su superávit comercial
fue impuesto por una crisis económica y financiera, y resentían amargamente la necesidad de mantener
ese superávit.

Esta comparación destaca el hecho de que el balance de pagos de un país debe ser analizado dentro del
contexto de un análisis económico para comprender lo que significa. Surge en una variedad de contextos
específicos: al discutir la inversión extranjera directa por parte de corporaciones multinacionales (Capítulo
8), al relacionar las transacciones internacionales con la contabilidad nacional de ingresos y al discutir
prácticamente todos los aspectos de la política monetaria internacional. Al igual que el problema del
proteccionismo, la balanza de pagos se ha convertido en un tema central para Estados Unidos debido a
que el país ha registrado enormes déficits comerciales cada año desde 1982.

La Determinación del Tipo de Cambio

En septiembre de 2010, el ministro de finanzas de Brasil, Guido Mantega, hizo titulares al declarar que el
mundo estaba "en medio de una guerra de divisas internacionales". La ocasión para sus comentarios fue
un fuerte aumento en el valor de la moneda de Brasil, el real, que valía menos de 45 centavos al comienzo
de 2009, pero había aumentado a casi 60 centavos cuando habló (y subiría a 65 centavos en los meses
siguientes). Mantega acusó a los países ricos, en particular a Estados Unidos, de provocar este aumento,
lo que resultó devastador para los exportadores brasileños. Sin embargo, el aumento del real resultó ser
de corta duración; la moneda comenzó a caer a mediados de 2011 y para el verano de 2013 había vuelto
a solo 45 centavos.

Una diferencia clave entre la economía internacional y otras áreas de la economía es que los países
generalmente tienen sus propias monedas, siendo el euro, compartido por varios países europeos, la
excepción que confirma la regla. Y como ilustra el ejemplo del real, los valores relativos de las monedas
pueden cambiar con el tiempo, a veces de manera drástica.

Por razones históricas, el estudio de la determinación de los tipos de cambio es una parte relativamente
nueva de la economía internacional. Durante gran parte de la historia económica moderna, los tipos de
cambio fueron fijados por acciones gubernamentales en lugar de ser determinados en el mercado. Antes
de la Primera Guerra Mundial, los valores de las principales monedas del mundo estaban fijados en
términos de oro; durante una generación después de la Segunda Guerra Mundial, los valores de la mayoría
de las monedas estaban fijados en términos del dólar estadounidense. El análisis de los sistemas
monetarios internacionales que fijan los tipos de cambio sigue siendo un tema importante.

Coordinación de Políticas Internacionales

La economía internacional está compuesta por naciones soberanas, cada una libre de elegir sus propias
políticas económicas. Desafortunadamente, en una economía mundial integrada, las políticas económicas
de un país suelen afectar a otros países también. Por ejemplo, cuando el Bundesbank de Alemania
aumentó las tasas de interés en 1990, una medida que tomó para controlar el posible impacto
inflacionario de la reunificación de Alemania Occidental y Oriental, contribuyó a una recesión en el resto
de Europa Occidental. Las diferencias en los objetivos entre los países a menudo generan conflictos de
intereses. Incluso cuando los países tienen objetivos similares, pueden sufrir pérdidas si no coordinan sus
políticas. Un problema fundamental en la economía internacional es determinar cómo lograr un grado

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aceptable de armonía entre las políticas comerciales y monetarias internacionales de diferentes países en
ausencia de un gobierno mundial que indique a los países qué hacer.

Durante casi 70 años, las políticas comerciales internacionales han sido regidas por un acuerdo
internacional conocido como el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). Desde
1994, las reglas comerciales han sido aplicadas por una organización internacional, la Organización
Mundial del Comercio, que puede decirles a los países, incluido Estados Unidos, que sus políticas violan
acuerdos anteriores. Discutimos la justificación de este sistema en el Capítulo 9 y examinamos si las
normas actuales para el comercio internacional en la economía mundial pueden o deben sobrevivir.

Mientras que la cooperación en políticas comerciales internacionales es una tradición bien establecida, la
coordinación de políticas macroeconómicas internacionales es un tema más reciente y más incierto. Los
intentos de formular principios para la coordinación macroeconómica internacional se remontan a la
década de 1980 y 1990 y siguen siendo controvertidos hasta el día de hoy. Sin embargo, los intentos de
coordinación macroeconómica internacional están ocurriendo con mayor frecuencia en el mundo real.

El Mercado Internacional de Capitales

En 2007, los inversores que habían comprado valores respaldados por hipotecas en Estados Unidos, es
decir, reclamos sobre los ingresos provenientes de grandes carteras de hipotecas residenciales, recibieron
una sorpresa desagradable: a medida que los precios de las viviendas comenzaron a caer, los
incumplimientos de pago de hipotecas aumentaron y las inversiones que se les había asegurado que eran
seguras resultaron ser muy riesgosas. Dado que muchas de estas inversiones eran propiedad de
instituciones financieras, el colapso del mercado de viviendas pronto se convirtió en una crisis bancaria. Y
aquí está lo interesante: no fue simplemente una crisis bancaria en Estados Unidos, ya que los bancos de
otros países, especialmente en Europa, también habían comprado muchos de estos valores.

La historia no terminó ahí: Europa pronto tuvo su propia crisis inmobiliaria. Y aunque la crisis ocurrió
principalmente en el sur de Europa, pronto quedó claro que muchos bancos del norte de Europa, como
los bancos alemanes que habían prestado dinero a sus contrapartes españolas, también estaban muy
expuestos a las consecuencias financieras.

En cualquier economía sofisticada, existe un extenso mercado de capitales: un conjunto de acuerdos


mediante los cuales individuos y empresas intercambian dinero en el presente por promesas de pago en
el futuro. La creciente importancia del comercio internacional desde la década de 1960 ha sido
acompañada por un crecimiento en el mercado internacional de capitales, que vincula los mercados de
capitales de los países individuales. Así, en la década de 1970, las naciones petroleras del Medio Oriente
depositaron sus ingresos petroleros en bancos en Londres o Nueva York, y estos bancos a su vez prestaron
dinero a gobiernos y corporaciones en Asia y América Latina. Durante la década de 1980, Japón convirtió
gran parte del dinero que ganó con sus exportaciones en inversiones en Estados Unidos, incluida la
creación de un creciente número de subsidiarias estadounidenses de corporaciones japonesas. Hoy en
día, China está canalizando sus propios ingresos por exportaciones en una variedad de activos extranjeros,
incluidos dólares que su gobierno mantiene como reservas internacionales.

Los mercados internacionales de capitales difieren en formas importantes de los mercados de capitales
nacionales. Deben lidiar con regulaciones especiales que muchos países imponen a la inversión extranjera;
a veces también ofrecen oportunidades para evadir las regulaciones impuestas a los mercados nacionales.

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Desde la década de 1960, han surgido enormes mercados internacionales de capitales, especialmente el
notable mercado Eurodólar de Londres, en el que se intercambian miles de millones de dólares
diariamente sin que estos lleguen a Estados Unidos.

Algunos riesgos especiales están asociados con los mercados internacionales de capitales. Un riesgo es la
fluctuación de las monedas: si el euro cae frente al dólar, los inversores estadounidenses que compraron
bonos en euros sufren una pérdida de capital. Otro riesgo es el impago de deudas nacionales: una nación
puede simplemente negarse a pagar sus deudas (quizás porque no puede hacerlo) y puede que no haya
una manera efectiva para que sus acreedores la lleven a juicio. Los temores de impago por parte de
naciones europeas altamente endeudadas han sido una preocupación importante en los últimos años.

La creciente importancia de los mercados internacionales de capitales y sus nuevos problemas demandan
una atención mayor que nunca antes. Este texto dedica dos capítulos a los problemas surgidos de los
mercados internacionales de capitales: uno sobre el funcionamiento de los mercados globales de activos
y otro sobre el endeudamiento extranjero de los países en desarrollo.

Economía Internacional: Comercio y Dinero.

La economía de la economía internacional se puede dividir en dos amplios subcampos: el estudio del
comercio internacional y el estudio del dinero internacional. El análisis del comercio internacional se
centra principalmente en las transacciones reales en la economía internacional, es decir, las transacciones
que involucran el movimiento físico de bienes o un compromiso tangible de recursos económicos. El
análisis monetario internacional se enfoca en el aspecto monetario de la economía internacional, es decir,
en transacciones financieras como las compras extranjeras de dólares estadounidenses. Un ejemplo de
un tema de comercio internacional es el conflicto entre Estados Unidos y Europa por las exportaciones
subsidiadas de productos agrícolas de Europa; un ejemplo de un tema de dinero internacional es la disputa
sobre si se debe permitir que el valor de cambio del dólar flote libremente o si debe ser estabilizado
mediante acciones gubernamentales.

En el mundo real, no hay una línea divisoria simple entre los temas de comercio y dinero. La mayoría del
comercio internacional involucra transacciones monetarias, y como sugieren los ejemplos en este
capítulo, muchos eventos monetarios tienen importantes consecuencias para el comercio. No obstante,
la distinción entre comercio internacional y dinero internacional es útil. Este texto aborda los temas de
comercio internacional. La Parte Uno (Capítulos 2 a 8) desarrolla la teoría analítica del comercio
internacional, y la Parte Dos (Capítulos 9 a 12) aplica la teoría del comercio al análisis de las políticas
gubernamentales hacia el comercio.

Comercio Mundial: Una Visión General.

En 2019, el mundo en su conjunto produjo bienes y servicios por un valor aproximado de $88 billones a
precios corrientes. De este total, alrededor del 30 por ciento se vendió a través de las fronteras nacionales:
el comercio mundial de bienes y servicios fue de casi $25 billones. Eso es una gran cantidad de
exportaciones e importaciones.

En los capítulos posteriores, analizaremos por qué los países venden gran parte de lo que producen a
otros países y por qué compran gran parte de lo que consumen de otros países. También examinaremos

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los beneficios y costos del comercio internacional, así como las motivaciones y efectos de las políticas
gubernamentales que restringen o fomentan el comercio.

Antes de abordar todos esos temas, sin embargo, empecemos describiendo quién comercia con quién.
Una relación empírica conocida como el modelo de gravedad ayuda a entender el valor del comercio entre
cualquier par de países y arroja luz sobre los obstáculos que continúan limitando el comercio internacional
incluso en la economía global actual.

Luego, nos centraremos en la estructura cambiante del comercio mundial. Como veremos, las últimas
décadas se han caracterizado por un gran aumento en la proporción de la producción mundial vendida
internacionalmente, por un cambio en el centro económico del mundo hacia Asia y por cambios
importantes en los tipos de bienes que conforman ese comercio.

¿Quién comercia con quién?

La Figura 2-1 muestra el valor total del comercio de bienes, es decir, exportaciones más importaciones,
entre Estados Unidos y sus 15 principales socios comerciales en 2019. (Los datos sobre el comercio de
servicios están menos desglosados por socio comercial; hablaremos sobre la creciente importancia del
comercio de servicios y los problemas que plantea más adelante en este capítulo.) En conjunto, estos 15
países representaron el 75 por ciento del valor del comercio de Estados Unidos en ese año.

¿Por qué Estados Unidos comerció tanto con estos países? Veamos los factores que, en la práctica,
determinan con quién comercian las naciones entre sí.

El tamaño importa:

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Tres de los 15 principales socios comerciales de Estados Unidos son naciones europeas: Alemania, Reino
Unido y Francia. ¿Por qué Estados Unidos comercia más intensamente con estos tres países europeos que
con otros? La respuesta es que estos son las tres mayores economías europeas. Es decir, tienen los valores
más altos del Producto Interno Bruto (PIB), que mide el valor total de todos los bienes y servicios
producidos en una economía. Existe una fuerte relación empírica entre el tamaño de la economía de un
país y el volumen tanto de sus importaciones como de sus exportaciones.

La Figura 2-2 ilustra esta relación mostrando la correspondencia entre el tamaño de diferentes economías
europeas, específicamente los 10 socios comerciales más importantes de Estados Unidos en Europa
occidental en 2019, y el comercio de esos países con Estados Unidos en ese año. En el eje horizontal se
encuentra el PIB de cada país, expresado como un porcentaje del PIB total de la Unión Europea; en el eje
vertical se encuentra la participación de cada país en el comercio total de Estados Unidos con la Unión
Europea. Como se puede observar, los puntos se agrupan alrededor de la línea de puntos de 45 grados,
lo que significa que la participación de cada país en el comercio de Estados Unidos con Europa fue
aproximadamente igual a su participación en el PIB de Europa Occidental. Alemania tiene una economía
grande, representando el 20 por ciento del PIB de Europa Occidental; también representa el 24 por ciento
del comercio de Estados Unidos con la región. Suecia tiene una economía mucho más pequeña, que
representa solo el 3.2 por ciento del PIB europeo; en consecuencia, representa solo el 2.3 por ciento del
comercio entre Estados Unidos y Europa.

Al analizar el comercio mundial en su conjunto, los economistas han encontrado que el volumen de
comercio entre dos países es proporcional, manteniendo otras cosas iguales, al producto de los PIB de
ambos países y disminuye con la distancia entre los dos países. En términos generales, las economías
grandes tienden a gastar grandes cantidades en importaciones porque tienen altos ingresos. También

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tienden a atraer grandes porciones del gasto de otros países porque producen una amplia variedad de
productos. Por lo tanto, manteniendo todo lo demás igual, el comercio entre cualquier par de economías
es más grande cuanto mayor sea una de las dos economías. En otras palabras, el tamaño de una economía
influye significativamente en la magnitud de su comercio internacional con otros países.

Obstáculos al comercio: Distancia, barreras y fronteras.

La Figura 2-3 muestra los mismos datos que la Figura 2-2: el comercio de EE. UU. como porcentaje del
comercio total con Europa occidental frente al PIB como porcentaje del PIB total de la región; pero agrega
dos países más: Canadá y México. Como se puede observar, los dos vecinos de Estados Unidos comercian
mucho más con Estados Unidos que las economías europeas de tamaño similar. De hecho, la economía
combinada de Canadá y México es solo aproximadamente del tamaño de la economía de Francia, pero
comercian 12 veces más con Estados Unidos.

¿Por qué Estados Unidos hace mucho más comercio con sus vecinos norteamericanos que con sus socios
europeos? Una razón principal es el simple hecho de que Canadá y México están mucho más cerca
geográficamente de Estados Unidos.

El hecho de que las distancias disminuyan el comercio entre países se debe a que los costos de transportar
bienes y servicios se incrementan. Los economistas también creen que factores menos tangibles
desempeñan un papel crucial: el comercio tiende a ser intenso cuando los países tienen un contacto
personal cercano, y este contacto tiende a disminuir cuando las distancias son grandes. Por ejemplo, es
fácil para un representante de ventas de Estados Unidos hacer una visita rápida a Toronto, pero es un
proyecto mucho más grande para ese representante ir a París. A menos que la compañía tenga su sede
en la Costa Oeste, es un proyecto aún más grande visitar Tokio.

Además de ser vecinos de Estados Unidos, Canadá y México han formado parte de un acuerdo comercial
con Estados Unidos, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que fue reemplazado en
2020 por un acuerdo ligeramente modificado, el Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
Este acuerdo garantiza que la mayoría de los bienes enviados entre los tres países no están sujetos a

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aranceles u otras barreras al comercio internacional. Si un acuerdo comercial es eficaz, debe generar un
comercio significativamente mayor entre sus socios del que se prevería dados sus PIB y las distancias entre
los países.

Sin embargo, es importante señalar que, aunque los acuerdos comerciales suelen poner fin a todas las
barreras formales al comercio entre países, raras veces consiguen que las fronteras nacionales pierdan
toda su relevancia. La investigación económica reciente ha demostrado que, incluso cuando la mayoría
de los bienes y servicios intercambiados entre fronteras nacionales no pagan aranceles y tienen muy pocas
restricciones legales, el comercio es mucho más activo entre las regiones de un mismo país que entre las
de dos países distintos. La frontera entre Canadá y los Estados Unidos ofrece un buen ejemplo. Los dos
países forman parte de un acuerdo de libre comercio (de hecho, había un acuerdo de libre comercio entre
Canadá y Estados Unidos antes de que se firmara el TLCAN). La mayoría de los canadienses habla inglés y
los ciudadanos de los dos países tienen libertad para cruzar la frontera con un mínimo de formalidades.
Sin embargo, los datos del comercio de las provincias canadienses, entre sí y con los estados de los Estados
Unidos, demuestran que, sin cambios en todos los demás parámetros, el comercio entre provincias
canadienses es mucho más intenso que entre estas provincias y los estados de los Estados Unidos.

El cambiante patrón del comercio internacional

El comercio mundial no deja de cambiar. La dirección y la composición del comercio mundial son bastante
distintas hoy de lo que eran hace una generación, y aún más que hace un siglo. A continuación, nos
fijaremos en algunas de las principales tendencias.

En los debates habituales sobre la economía mundial es corriente escuchar que el transporte y las
comunicaciones modernas han eliminado la distancia, que el mundo se ha convertido en un lugar muy
pequeño. Es evidente que estas afirmaciones responden a una realidad: Internet hace posible una
comunicación instantánea y casi gratuita entre personas que están a miles de kilómetros de distancia,
mientras que el transporte en avión permite un rápido acceso físico a todas las partes del planeta. Pero
¿acaso se han debilitado estos efectos con el tiempo? ¿Verdaderamente el avance en los transportes y la
comunicación han hecho el mundo más pequeño?

La respuesta es que sí, aunque la historia también demuestra que las fuerzas políticas pueden anular los
efectos de la tecnología. El mundo se hizo más pequeño entre 1840 y 1914, pero volvió a aumentar de
tamaño durante gran parte del siglo xx.

Los especialistas en historia económica nos dicen que una economía global, con fuertes vínculos
económicos incluso entre países distantes, no es una situación nueva. De hecho, ha habido dos grandes
oleadas de globalizacióny en la primera de ellas no se utilizaban aviones ni Internet, sino ferrocarriles,
barcos de vapor y el telégrafo. En 1919, el gran economista John Maynard Keynes describía los resultados
de la aparición de la globalización en los siguientes términos:

¡Qué extraordinario episodio del progreso económico del hombre llegó a su fin en agosto de 1914!…
Los habitantes de Londres podían pedir por teléfono, mientras se tomaban el té de la mañana en la
cama, productos de todo el mundo, en las cantidades que más gustasen, y esperar que fueran
prontamente entregados a la puerta de su casa.

Sin embargo, conviene analizar la afirmación de Keynes de que esta época «llegó a su fin» en 1914. En
realidad, dos guerras mundiales posteriores, la Gran Depresión de los años treinta, y el generalizado

14
proteccionismo posterior, tuvieron el efecto de deprimir el comercio mundial. La Figura 2.5 ilustra una
medida del comercio internacional: la relación entre el índice de exportaciones mundiales de bienes
manufacturados y un índice de la producción industrial en todo el planeta. El comercio mundial creció
rápidamente entre 1870 y 1913, pero experimentó un serio retroceso en las décadas posteriores. Como
puede verse, no recuperó los niveles anteriores a la Primera Guerra Mundial hasta los inicios de la década
de 1970.

Sin embargo, desde entonces, el comercio mundial como porcentaje de la producción mundial ha crecido
hasta máximos sin precedentes. Gran parte de este crecimiento del valor del comercio mundial refleja la
denominada «desintegración vertical» de la producción: antes de que un producto llegue a manos del
consumidor se han sucedido varias fases de la producción en distintos países. Por ejemplo, los productos
de electrónica de consumo (teléfonos móviles, iPods, etc.) suelen ser ensamblados en países con salarios
bajos, como China, a partir de componentes producidos en países con salarios superiores como Japón.
Dado el amplio intercambio cruzado de componentes, un producto que cuesta 100 dólares puede
incrementar los flujos comerciales internacionales en 200 o 300 dólares.

¿Qué Comerciamos?

¿Qué es lo que se comercia cuando los países realizan intercambios comerciales? En general, la principal
respuesta es que envían bienes manufacturados, como automóviles, computadoras y prendas de vestir,
entre sí. Sin embargo, el comercio de productos minerales, una categoría que incluye desde minerales de
cobre hasta carbón, pero cuyo componente principal en el mundo moderno es el petróleo, sigue siendo
una parte importante del comercio mundial. Los productos agrícolas, como trigo, soja y algodón, son otra

15
pieza clave del panorama, y los servicios de diversos tipos desempeñan un papel importante y se espera
que sean cada vez más importantes en el futuro.

La Figura 2-6 muestra el desglose porcentual de las exportaciones mundiales en 2017. Los bienes
manufacturados de todo tipo representan la mayor parte del comercio mundial. La mayoría del valor de
los bienes mineros consiste en petróleo y otros combustibles. El comercio de productos agrícolas, aunque
es fundamental para alimentar a muchos países, representa solo una pequeña fracción del valor del
comercio mundial moderno. Mientras tanto, las exportaciones de servicios incluyen tarifas de transporte
tradicionales cobradas por aerolíneas y compañías navieras, tarifas de seguros recibidas de extranjeros y
gastos de turistas extranjeros. En los últimos años, nuevos tipos de comercio de servicios, posibles gracias
a las modernas telecomunicaciones, han atraído mucha atención mediática. El ejemplo más famoso es el
aumento de los centros de llamadas y ayuda en el extranjero: si llama a un número 800 para obtener
información o asistencia técnica, es probable que la persona al otro lado de la línea esté en un país
distante. (La ciudad india de Bangalore es una ubicación especialmente popular). Hasta ahora, estas
formas exóticas de comercio son todavía una parte relativamente pequeña del panorama general del
comercio, pero como se explicará más adelante, eso podría cambiar en los próximos años.

El panorama actual, en el que los bienes manufacturados dominan el comercio mundial, es relativamente
nuevo. En el pasado, los productos primarios, es decir, bienes agrícolas y minerales, desempeñaban un
papel mucho más importante en el comercio mundial. La Tabla 2-2 muestra la proporción de bienes
manufacturados en las exportaciones e importaciones del Reino Unido y Estados Unidos en 1910 y 2015.
A principios del siglo XX, Gran Bretaña, aunque exportaba abrumadoramente bienes manufacturados,
importaba principalmente productos primarios. Hoy en día, los bienes manufacturados dominan ambos
lados de su comercio. Mientras tanto, Estados Unidos ha pasado de un patrón de comercio en el que los
productos primarios eran más importantes que los bienes manufacturados en ambos lados, a uno en el
que los bienes manufacturados dominan.

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Una transformación más reciente ha sido el aumento de las exportaciones de bienes manufacturados de
países del tercer mundo. Los términos "tercer mundo" y "países en desarrollo" se aplican a las naciones
más pobres del mundo, muchas de las cuales eran colonias europeas antes de la Segunda Guerra Mundial.
Hasta la década de 1970, estos países principalmente exportaban productos primarios. Sin embargo,
desde entonces, han avanzado rápidamente hacia las exportaciones de bienes manufacturados.

La Figura 2-7 muestra las proporciones de productos agrícolas y bienes manufacturados en las
exportaciones de países en desarrollo desde 1960 hasta 2001. Ha ocurrido un cambio casi completo en la
importancia relativa. Por ejemplo, más del 90 por ciento de las exportaciones de China, la economía en
desarrollo más grande y una fuerza en rápido crecimiento en el comercio mundial, consisten en bienes
manufacturados.

La Deslocalización de Servicios

Una de las disputas más candentes en la economía internacional en este momento es si la tecnología de
la información moderna, que permite realizar algunas funciones económicas a larga distancia, conducirá

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a un aumento dramático en nuevas formas de comercio internacional. Ya hemos mencionado el ejemplo
de los centros de llamadas, donde la persona que responde a su solicitud de información puede estar a
8,000 millas de distancia. Muchos otros servicios también se pueden realizar en una ubicación remota.
Cuando un servicio que anteriormente se realizaba dentro de un país se traslada a un lugar extranjero,
este cambio se conoce como deslocalización de servicios (a veces conocido como externalización de
servicios). Además, los productores deben decidir si deben establecer una filial en el extranjero para
proporcionar esos servicios (y operar como una empresa multinacional) o externalizar esos servicios a
otra empresa.

En un famoso artículo de Foreign Affairs publicado en 2006, Alan Blinder, un economista de la Universidad
de Princeton, argumentó que...

en el futuro, y en gran medida ya en el presente, la distinción clave para el comercio internacional ya


no será entre cosas que se pueden poner en una caja y cosas que no. En su lugar, será entre servicios
que pueden entregarse electrónicamente a larga distancia con poco o ningún deterioro de calidad, y
aquellos que no pueden.

Por ejemplo, el trabajador que reabastece los estantes en su tienda local de comestibles debe estar
presente en el lugar, pero el contador que lleva los libros de contabilidad del supermercado podría estar
en otro país, manteniendo contacto a través de Internet. La enfermera que toma su pulso debe estar
cerca, pero el radiólogo que interpreta su radiografía puede recibir las imágenes electrónicamente desde
cualquier lugar con una conexión de alta velocidad.

En este momento, la externalización de servicios recibe mucha atención precisamente porque todavía es
bastante rara. La pregunta es cuán grande podría llegar a ser en el futuro y cuántos trabajadores que
actualmente no enfrentan competencia internacional podrían ver ese cambio en el futuro. Una forma en
que los economistas han intentado responder a esta pregunta es analizando qué servicios se comercian a
larga distancia dentro de los Estados Unidos. Por ejemplo, muchos servicios financieros se prestan al país
desde Nueva York, la capital financiera del país; gran parte de la publicación de software del país tiene
lugar en Seattle, sede de Microsoft; gran parte de los servicios de búsqueda en Internet de Estados Unidos
(y del mundo) se ofrecen desde el Googleplex en Mountain View, California, y así sucesivamente.

La Figura 2-8 muestra los resultados de un estudio que utilizó sistemáticamente datos sobre la ubicación
de las industrias dentro de los Estados Unidos para determinar qué servicios son y no son comercializables
a larga distancia. Como muestra la figura, el estudio concluyó que aproximadamente el 60 por ciento del
empleo total en Estados Unidos consiste en trabajos que deben realizarse cerca del cliente, lo que los
hace no comerciables. Pero el 40 por ciento del empleo que se encuentra en actividades comerciables
incluye más trabajos de servicios que de manufactura. Esto sugiere que la actual dominancia del comercio
mundial por manufacturas, como se muestra en la Figura 2-6, podría ser solo temporal. A largo plazo, el
comercio de servicios, entregados electrónicamente, podría convertirse en el componente más
importante del comercio mundial.

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¿Sigue siendo válidas las viejas reglas?

Dado todos los cambios en el comercio mundial desde la época de David Ricardo, ¿pueden las ideas
antiguas seguir siendo relevantes? La respuesta es un rotundo sí. Aunque mucho sobre el comercio
internacional ha cambiado, los principios fundamentales descubiertos por los economistas en los albores
de una economía global siguen siendo aplicables.

Es cierto que el comercio mundial se ha vuelto más difícil de caracterizar en términos simples. Hace un
siglo, las exportaciones de cada país estaban claramente moldeadas en gran parte por su clima y recursos
naturales. Los países tropicales exportaban productos tropicales como café y algodón; países ricos en
tierras como Estados Unidos y Australia exportaban alimentos a naciones densamente pobladas de
Europa. Las disputas comerciales también eran fáciles de explicar: las clásicas batallas políticas entre el
libre comercio y el proteccionismo se libraban entre propietarios de tierras ingleses que querían
protección contra las importaciones baratas de alimentos y fabricantes ingleses que exportaban gran
parte de su producción.

Las fuentes del comercio moderno son más sutiles. Los recursos humanos y los recursos creados por el
ser humano (en forma de maquinaria y otros tipos de capital) son más importantes que los recursos
naturales. Las batallas políticas sobre el comercio generalmente involucran a trabajadores cuyas
habilidades se vuelven menos valiosas debido a las importaciones, como trabajadores de la industria textil
que enfrentan competencia de la confección importada y trabajadores tecnológicos que ahora enfrentan
competencia de Bangalore.

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Sin embargo, la lógica subyacente del comercio internacional sigue siendo la misma. Los modelos
económicos desarrollados mucho antes de la invención de aviones a reacción o Internet siguen siendo
fundamentales para comprender los elementos esenciales del comercio internacional en el siglo XXI.

Productividad Laboral y Ventaja Comparativa: El Modelo Ricardiano

Los países participan en el comercio internacional por dos razones básicas, cada una de las cuales
contribuye a sus beneficios derivados del comercio. En primer lugar, los países comercian porque son
diferentes entre sí. Al igual que los individuos, las naciones pueden beneficiarse de sus diferencias al
alcanzar un acuerdo en el que cada uno haga las cosas que hace relativamente bien. En segundo lugar, los
países comercian para lograr economías de escala en la producción. Es decir, si cada país produce solo
una gama limitada de bienes, puede producir cada uno de estos bienes a una mayor escala y, por lo tanto,
de manera más eficiente que si intentara producir todo. En el mundo real, los patrones de comercio
internacional reflejan la interacción de ambos motivos. Sin embargo, como primer paso para comprender
las causas y efectos del comercio, es útil analizar modelos simplificados en los que solo uno de estos
motivos está presente.

Una herramienta muy útil para comprender como las diferencias entre países da lugar al comercio entre
ellos y por que este comercio es mutuamente benéfico es el modelo de las ventajas comparativas. Aunque
la ventaja comparativa es un concepto simple, la experiencia muestra que es sorprendentemente difícil
de entender (o aceptar) para muchas personas. De hecho, el fallecido Paul Samuelson, economista
galardonado con el Premio Nobel y quien contribuyó mucho al desarrollo de los modelos de comercio
internacional, una vez describió la ventaja comparativa como el mejor ejemplo que conocía de un
principio económico que es innegablemente verdadero, pero no obvio para personas inteligentes.

El Día de San Valentín de 1996, que coincidió con menos de una semana antes de la crucial primaria del
20 de febrero en New Hampshire, el candidato presidencial republicano Patrick Buchanan se detuvo en
una floristería para comprar una docena de rosas para su esposa. Aprovechó la ocasión para hacer un
discurso denunciando las crecientes importaciones de flores en Estados Unidos, las cuales, según
afirmaba, estaban perjudicando a los cultivadores de flores estadounidenses. Y es cierto que una gran
parte del mercado de rosas de invierno en Estados Unidos es abastecido por importaciones que provienen
de países sudamericanos, en particular, Colombia. Pero, ¿es eso algo malo?

El caso de las rosas de invierno ofrece un excelente ejemplo de las razones por las cuales el comercio
internacional puede ser beneficioso. Consideremos primero lo difícil que es abastecer a los enamorados
estadounidenses con rosas frescas en febrero. Las flores deben ser cultivadas en invernaderos
climatizados, lo cual implica un gran gasto de energía, inversión de capital y otros recursos escasos. Esos
recursos podrían ser utilizados para producir otros bienes. Inevitablemente, hay un compromiso. Para
producir rosas de invierno, la economía de Estados Unidos debe producir menos de otras cosas, como
computadoras. Los economistas utilizan el término costo de oportunidad para describir tales
compromisos: El costo de oportunidad de las rosas en términos de computadoras es la cantidad de
computadoras que podrían haber sido producidas con los recursos utilizados para producir una
determinada cantidad de rosas.

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Supongamos, por ejemplo, que Estados Unidos cultiva actualmente 10 millones de rosas para la venta en
el Día de San Valentín y que los recursos utilizados para cultivar esas rosas podrían haber producido
100,000 computadoras en su lugar. Entonces, el costo de oportunidad de esas 10 millones de rosas sería
de 100,000 computadoras. (Del mismo modo, si las computadoras se hubieran producido en su lugar, el
costo de oportunidad de esas 100,000 computadoras sería de 10 millones de rosas).

Esos 10 millones de rosas del Día de San Valentín podrían haber sido cultivados en Colombia. Es muy
probable que el costo de oportunidad de esas rosas en términos de computadoras sea menor que en
Estados Unidos. Por una parte, es mucho más fácil cultivar rosas de invierno en el hemisferio sur, donde
es verano en febrero, en lugar de invierno. Además, los trabajadores colombianos son menos eficientes
que sus contrapartes estadounidenses en la producción de bienes tecnológicamente avanzados como
computadoras, lo que significa que una cantidad determinada de recursos utilizados en la producción de
computadoras rinde menos computadoras en Colombia que en Estados Unidos. Por lo tanto, el
compromiso en Colombia podría ser algo así como 10 millones de rosas de invierno por solo 30,000
computadoras.

Esta diferencia en los costos de oportunidad ofrece la posibilidad de una reorganización mutuamente
beneficiosa de la producción mundial. Deje que Estados Unidos deje de cultivar rosas de invierno y
dedique los recursos liberados a la producción de computadoras; mientras tanto, permita que Colombia
cultive esas rosas en su lugar, desplazando los recursos necesarios de su industria de computadoras. Los
cambios resultantes en la producción se verían como se muestra en la Tabla 3-1.

Observemos lo que ha sucedido: El mundo está produciendo la misma cantidad de rosas que antes, pero
ahora está produciendo más computadoras. Entonces, esta reorganización de la producción, con Estados
Unidos concentrándose en computadoras y Colombia concentrándose en rosas, aumenta el tamaño de la
economía mundial. Dado que el mundo en su conjunto está produciendo más, en principio es posible
elevar el nivel de vida de todos.

La razón por la cual el comercio internacional produce este aumento en la producción mundial es que
permite a cada país especializarse en producir el bien en el que tiene una ventaja comparativa. Un país
tiene una ventaja comparativa en la producción de un bien si el costo de oportunidad de producir ese bien
en términos de otros bienes es menor en ese país que en otros países.

En este ejemplo, Colombia tiene una ventaja comparativa en rosas de invierno y Estados Unidos tiene una
ventaja comparativa en computadoras. El nivel de vida puede aumentar en ambos lugares si Colombia
produce rosas para el mercado estadounidense, mientras que Estados Unidos produce computadoras
para el mercado colombiano. Por lo tanto, tenemos una idea esencial sobre la ventaja comparativa y el
comercio internacional: El comercio entre dos países puede beneficiar a ambos países si cada país exporta
los bienes en los que tiene una ventaja comparativa.

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Esto es una declaración sobre posibilidades, no sobre lo que realmente sucederá. En el mundo real, no
hay una autoridad central que decida qué país debe producir rosas y cuál debe producir computadoras.
Tampoco hay nadie que entregue rosas y computadoras a los consumidores en ambos lugares. En cambio,
la producción y el comercio internacionales se determinan en el mercado, donde rigen la oferta y la
demanda. ¿Hay alguna razón para suponer que el potencial de ganancias mutuas del comercio se
realizará? ¿Acabarán realmente Estados Unidos y Colombia produciendo los bienes en los que cada uno
tiene una ventaja comparativa? ¿El comercio entre ellos realmente mejorará la situación de ambos
países?

Ganancias a partir del comercio

La gente puede producir por sí misma todos los bienes y servicios que consume, o bien, producir uno o
dos de ellos y comerciar los demás con otros individuos. El hecho de limitarse a producir un bien o sólo
algunos de ellos se denomina especialización. A continuación, conoceremos qué ganancias obtiene la
gente al especializarse en la producción del bien en el que tiene una ventaja comparativa, y al comerciar
con otras personas.

Ventaja comparativa y ventaja absoluta

Decimos que una persona tiene una ventaja comparativa en cierta actividad, cuando es capaz de realizarla
a un costo de oportunidad más bajo que cualquiera. Las diferencias entre los costos de oportunidad son
resultado de las diferencias en las habilidades individuales y en las características de otros recursos.
Nadie destaca en todo. Tal vez un individuo sea un extraordinario lanzador de beisbol, pero un mal
receptor; alguien más sería un abogado brillante, pero un pésimo profesor. En casi todas las actividades
humanas, lo que una persona puede hacer con facilidad, para alguien más resulta sumamente complicado.
Lo mismo es válido respecto de la tierra y el capital. Un lote de terreno es fértil, pero carece de depósitos
minerales; otro tiene una vista excepcional, pero es yermo. Una máquina funciona con gran precisión,
pero es difícil de operar; otra es rápida, pero se descompone con frecuencia.
Aunque nadie sobresale en todo, ciertos individuos tienen la capacidad de superar a otros en la realización
de un gran número de actividades; quizás incluso en todas las actividades. Cuando una persona es más
productiva que otras, se dice que tiene una ventaja absoluta.
La ventaja absoluta implica comparar niveles de productividad —producción por hora—, mientras que la
ventaja comparativa supone comparar costos de oportunidad.
El hecho de que una persona tenga una ventaja absoluta no significa que también tenga una ventaja
comparativa en todas las actividades que realiza. John Grisham es mejor abogado y mejor escritor de
novelas de suspenso que casi toda la gente. Por lo tanto, tiene una ventaja absoluta en ambas actividades.
Sin embargo, en comparación con otros, es mejor escritor que abogado, de manera que su ventaja
comparativa es la creación literaria. Como las habilidades y los recursos varían de una persona a otra, la
gente tiene diferentes costos de oportunidad al producir diversos bienes. Estas diferencias en el costo de
oportunidad son la fuente de la ventaja comparativa.
Exploremos el concepto de la ventaja comparativa analizando el ejemplo de dos establecimientos de
batidos de frutas, uno operado por Liz y el otro por Joe.
El negocio de Joe. Joe e labora batidos de frutas y ensaladas en un pequeño local con escasa tecnología.
Tiene una sola licuadora, que es un aparato viejo y lento que continuamente se traba. Aun cuando Joe
empleara todos sus recursos en la producción de batidos de frutas, únicamente podría elaborar 6 por hora

22
(vea la tabla 2.1). Pero Joe es muy hábil haciendo ensaladas y, si usa todos sus recursos en la preparación
de ese platillo, es capaz de elaborar 30 por hora. La habilidad de Joe para elaborar batidos y ensaladas es
la misma, independientemente de cómo divida una hora entre ambas actividades. Puede elaborar 1
ensalada en 2 minutos, o 1 batido de frutas en 10. Por cada batido adicional que produce, Joe tiene que
reducir su producción de ensaladas en 5 unidades. Y por cada ensalada adicional que produce, debe
disminuir su producción de batidos de frutas en 1/5 de ración. Por lo tanto,
el costo de oportunidad en que incurre Joe al elaborar 1 batido de frutas es de 5 ensaladas,
y
el costo de oportunidad en que incurre Joe al elaborar 1 ensalada es 1/5 de 1 batido de frutas.

Los clientes de Joe compran batidos y ensaladas en cantidades iguales. En consecuencia, Joe dedica 50
minutos de cada hora a la preparación de batidos de frutas, y 10 minutos de cada hora a la elaboración
de ensaladas. Con esta división de su tiempo, Joe produce 5 batidos y 5 ensaladas por hora.
La figura 2.6(a) ilustra las posibilidades de producción en el negocio de batidos de Joe, es decir, su FPP.
La FPP de Joe es lineal (no convexa) porque su habilidad para elaborar ensaladas y batidos de frutas es la
misma, sin importar cómo divida su tiempo entre ambas actividades. El costo de oportunidad de 1 batido
de frutas es constante para Joe, ya que es igual considerando todas las cantidades de batidos producidos.
El negocio de Liz. Liz también elabora batidos de frutas y ensaladas. Su negocio, dotado con alta
tecnología, es mucho más productivo que el de Joe. Liz es capaz de preparar 1 ensalada o 1 batido de
frutas cada 2 minutos (vea la tabla 2.2).

Si Liz dedica todo su tiempo a preparar batidos de frutas, puede elaborar 30 por hora. Y si destina todo su
tiempo a hacer ensaladas, también es capaz de preparar 30 por hora.
La habilidad de Liz para preparar batidos de frutas y ensaladas, al igual que la de Joe, es la misma sin
importar cómo divida su tiempo entre ambas tareas. Puede elaborar 1 ensalada en 2 minutos o 1 batido
de frutas en 2 minutos. Por cada batido adicional que Liz produce, debe disminuir su producción de

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ensaladas en una unidad. Y por cada ensalada adicional que prepara, tiene que reducir su producción de
batidos en una unidad. Entonces,
el costo de oportunidad en que incurre Liz al producir 1 batido de frutas es de 1 ensalada,
y
el costo de oportunidad en que incurre Liz al producir 1 ensalada es de 1 batido de frutas.
Los clientes de Liz compran batidos de frutas y ensaladas en cantidades iguales, así que ella divide su
tiempo equitativamente entre ambos productos, elaborando 15 batidos de frutas y 15 ensaladas por hora.
La figura 2.6(b) ilustra las posibilidades de producción en el negocio de batidos de frutas de Liz, es decir,
su FPP.
Al igual que en el caso de Joe, la FPP de Liz es lineal porque su habilidad para elaborar ensaladas y batidos
de frutas es la misma sin importar cómo divida su tiempo entre ambas actividades. El costo de
oportunidad de 1 batido de frutas para Liz es 1 ensalada considerando todas las cantidades de batidos
elaborados.

Ventaja comparativa de Joe. ¿En cuál de las dos actividades Joe tendrá una ventaja comparativa? Para
responder esta pregunta, primero recuerde la definición de ventaja comparativa. Una persona tiene una
ventaja comparativa cuando su costo de oportunidad por producir un bien es menor que el costo de
oportunidad de otra persona por elaborar el mismo bien.
El costo de oportunidad en que incurre Joe por 1 ensalada es de sólo 1/5 de batido de frutas; mientras
que el costo de oportunidad de Liz por el mismo producto es de 1 batido de frutas. Por consiguiente, Joe
tiene una ventaja comparativa al producir ensaladas.
Ventaja comparativa de Liz. Si Joe tiene una ventaja comparativa al elaborar ensaladas, Liz debe tenerla
al preparar batidos de frutas. Revisemos las cifras. Para Joe, 1 batido de frutas cuesta 5 ensaladas; en el
24
caso de Liz, 1 batido de frutas cuesta sólo 1 ensalada. Por lo tanto, Liz tiene una ventaja comparativa al
elaborar batidos de frutas.
Obtención de ganancias a partir del comercio
Cierta noche, Liz y Joe se encuentran casualmente en una fiesta para solteros. Después de conocerse y
entablar una conversación, Liz comenta a Joe que es dueña de un exitoso negocio de batidos de frutas. Su
único problema, le explica, es que le gustaría producir más, porque los clientes potenciales dejan el lugar
cuando los hace esperar demasiado.
Temeroso de arruinar su naciente amistad, Joe duda si debe contar a Liz que él también tiene un negocio
similar con algunos problemas. Sin embargo, decide hacerlo, así que explica a Liz que pasa 50 minutos de
cada hora preparando 5 batidos de frutas, y 10 minutos elaborando 5 ensaladas. Los ojos de Liz se abren
expresando gran sorpresa, y exclama: “¡Quiero hacer un trato contigo!”.
La propuesta de Liz. Veamos e l trato que Liz esboza en una servilleta de papel. Joe tendría que dejar de
preparar batidos de frutas y asignar todo su tiempo a la producción de ensaladas; Liz, por su parte,
renunciaría a la producción de ensaladas y se dedicaría por completo a la elaboración de batidos de frutas.
En otras palabras, cada uno de ellos se especializaría en la producción del bien en el que tiene ventaja
comparativa. En conjunto, podrían elaborar 30 batidos de frutas y 30 ensaladas (vea la tabla 2.3b).
Luego harían un intercambio comercial. Liz sugiere que comercien a un precio de 2 ensaladas por batido
de frutas. Para ella, es un buen trato porque es capaz de elaborar 1 batido de frutas a un costo de 1
ensalada y venderlo a Joe por 2 ensaladas. También es un buen trato para Joe porque puede elaborar 1
ensalada a un costo de 1/5 de 1 batido de frutas y venderlo a Liz por 1/2 de batido de frutas.
Liz explica a Joe que cualquier precio por encima de 1 ensalada por batido de frutas es bueno para ella, y
que cualquier precio por debajo de 5 ensaladas por batido de frutas es bueno para Joe, de manera que
un precio de 2 ensaladas por batido de frutas permitirá que ambos ganen, tal como ella lo describe.
Al precio propuesto, Liz ofrece vender a Joe 10 batidos de frutas a cambio de 20 ensaladas. De forma
equivalente, Joe venderá a Liz 20 ensaladas a cambio de 10 batidos de frutas (vea la tabla 2.3c).
Después del intercambio, Joe tiene 10 ensaladas: las 30 que produce menos las 20 que vende a Liz.
También tiene los 10 batidos de frutas que compra a Liz. Por lo tanto, Joe ahora ha aumentado las
cantidades de batidos de frutas y ensaladas que puede vender a sus clientes (vea la tabla 2.3d). Liz tiene
20 batidos de frutas: los 30 que produce menos los 10 que vende a Joe, y también tiene las 20 ensaladas
que compra a Joe. Liz ha aumentado las cantidades de batidos de frutas y ensaladas que puede vender a
sus clientes (vea la tabla 2.3d). Tanto Liz como Joe ganan 5 batidos de frutas y 5 ensaladas por hora (vea
la tabla 2.3e).
Ilustración de la idea de Liz Para ilustrar su idea, Liz toma una servilleta limpia y dibuja las gráficas de la
figura 2.7. Primero, traza la FPP de Joe en el inciso (a) y señala el punto donde produce hasta antes de
conocerse. Recuerde que él produce 5 batidos de frutas y 5 ensaladas por hora, como indica el punto A.
Luego, ella dibuja su propia FPP en el inciso (b), y marca el punto A donde produce 15 batidos de frutas y
15 ensaladas por hora. Después, muestra lo que sucede cuando cada uno se especializa en producir el
bien en el cual tiene ventaja comparativa. Joe se especializa en elaborar ensaladas, produciendo 30
ensaladas y ningún batido de frutas en el punto B de su FPP. Liz se especializa en elaborar batidos de
frutas, produciendo 30 batidos y ninguna ensalada en el punto B de su FPP.

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Luego, ellos intercambian batidos de frutas y ensaladas a un precio de 2 ensaladas por cada batido de
frutas, es decir, a 1/2 batido de frutas por ensalada. La “línea de intercambio” roja que dibuja Liz en cada
inciso de la figura ilustra el intercambio que realiza cada uno al precio propuesto. Ahora Liz muestra a Joe
el sorprendente resultado de su idea. Después de especializarse y comerciar, Joe obtiene 10 batidos de
frutas y 10 ensaladas en el punto C: una ganancia de 5 batidos y 5 ensaladas. Él se mueve p a un punto
fuera de su FPP. Liz obtiene 20 batidos de frutas y 20 ensaladas en el punto C —lo que también implica
una ganancia de 5 batidos de frutas y 5 ensaladas—, desplazándose a un punto fuera de su FPP. A pesar
de que Liz es más productiva que Joe, ambos obtienen una ganancia a partir de la especialización —
producir el bien en el cual cada uno tiene una ventaja comparativa— y el comercio.

La ventaja comparativa en la práctica: el caso de Usain Bolt


La gran mayoría de los expertos en atletismo estaría de acuerdo en que el velocista jamaicano Usain Bolt
es el más grande de todos los tiempos. Bolt ha ganado un total de ocho medallas de oro olímpicas,
incluyendo las carreras de 100 m, 200 m y relevo 4x100 m. También logró la hazaña extraordinaria del
"triple doble", ganando medallas de oro en las carreras de 100 m y 200 m en tres Juegos Olímpicos

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consecutivos, comenzando en Beijing en 2008 y repitiendo estas asombrosas hazañas en los Juegos de
Londres (2012) y Río (2016). Además, es la primera persona en poseer los récords mundiales tanto en los
100 m como en los 200 m.
Desde una edad temprana, Bolt mostró un talento excepcional al destacar tanto como jugador de cricket
como velocista, y ha confesado que sus grandes amores eran el cricket y el fútbol. Quizás Bolt podría
haber sido muy bueno jugando cricket o fútbol, pero eligió centrarse en su talento excepcional y
habilidades únicas como velocista. ¿Por qué? Todo se trata de los principios de ventaja absoluta y ventaja
comparativa. Bolt podría haber sido un gran jugador de fútbol o cricket, pero su talento como velocista
en términos relativos era aún mayor. Era tan bueno en la carrera que su ventaja comparativa era
especializarse en atletismo y "correr como el viento". El mundo del fútbol y el cricket pudo haber perdido
a una gran estrella, pero el mundo del atletismo ganó al corredor más brillante de todos los tiempos,
estableciendo récords mundiales de velocidad que probablemente permanecerán intactos por mucho
tiempo. Quién sabe, después de que Bolt se retire de la competición de atletismo, tal vez lo veamos
vistiendo los colores del Manchester United o de los Melbourne Stars.
Según Bolt, "Cuando termine con el atletismo, cambiaré de deporte y seguiré adelante. Si no puedo
competir al más alto nivel para 2016, entonces quiero probar en otro juego: el fútbol, porque puedo jugar
y con suficiente esfuerzo puedo mejorar".
Los principios de ventaja absoluta y ventaja comparativa también se pusieron a prueba durante los Juegos
Olímpicos de Beijing. Mientras que las carreras de 100 m y 200 m son puramente individuales, las carreras
de relevos implican trabajo en equipo y estrategia. En lugar de elegir la secuencia tradicional de corredores
de más lento a más rápido, a Bolt se le asignó correr en la tercera etapa del equipo jamaicano en lugar de
la etapa de Anclaje (última). Bolt era más rápido que cualquiera de sus otros compañeros de equipo (tenía
una ventaja absoluta), pero como solo podía ser asignado a correr una etapa, se le asignó correr la etapa
para la cual tenía un costo de oportunidad más bajo (es decir, una ventaja comparativa) en comparación
con su compañero de equipo Asafa Powell, quien corrió la etapa de Anclaje. ¡El equipo jamaicano cruzó
la línea de meta primero con una ventaja de aproximadamente un segundo!

BIBLIOGRAFIA
KRUGMAN, Paul et. al, Economía Internacional, Teoría y Política, 10ª edición, 2016, Pearson Educación
SA.
KRUGMAN, Paul et. al, International Trade, Theory and Policy, 12th edition, 2023, Pearson Education
Limited.
PARKIN, Michael, Economía, 12da edición, 2018, Pearson Educación de México, SA de CV

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