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¿El efectivo pasa de moda?

Solo se usó en 37% de los pagos


en 2022
Según un estudio, por primera vez en la historia la plata física no fue el medio más usado en Latinoamérica.
Las tarjetas van ganando la carrera. ¿Cómo va Colombia?
Por primera vez en la historia, el uso de efectivo apenas representó el 37% de las transacciones formales
del comercio en América Latina. Así lo resaltó un estudio llamado “Tendencias de Pago Digitales 2023”,
elaborado por Kushki, una empresa tecnológica enfocada, precisamente, en facilitar pagos electrónicos.
De acuerdo con las cifras recolectadas en ese documento, al cierre del año pasado, el 44% de las
transacciones registradas en el comercio se hicieron con tarjetas.
“Hoy, las tarjetas de crédito son el medio de pago electrónico líder en América Latina, representando el
50% del comercio electrónico y el 20% de los pagos presenciales”, se lee en el informe.
Además, los otros mecanismos de pago digital se quedaron con el 20% de la torta, siendo especialmente
relevantes las billeteras digitales y las transferencias bancarias. Aunque se debe dejar claro que el
comportamiento de Brasil es el que más pesa en este balance.
Colombia, a su propio ritmo
Como ya se ha mencionado en otras ocasiones, la inclusión financiera ha sido el ingrediente clave para
impulsar esos métodos de pago alternativos.
En el caso de Colombia, según Banca de las Oportunidades, el índice de acceso rabasa el 92% y 34,7 millones
de adultos tienen por lo menos un producto financiero.
Esas métricas se aceleraron durante la época más dura de la pandemia (2020), cuando las familias vulnerables
se bancarizaron para recibir los subsidios del Estado.
Pese a que el estudio de Kushki no desagrega los medios de pago por cada país, si se reconoce la adopción
que han tenido las billeteras digitales como Daviplata y Nequi, que acumulan más de 30 millones de
usuarios en el país.
De la mano con esos instrumentos, la población adulta les ha abierto cada vez más espacio a las transferencias
digitales. Cabe mencionar que, según sondeos del Banco de la República, el uso de efectivo cayó de 88,1% en
2019, a 78,4% en 2022. Y las transferencias digitales pasaron de 2,7% a 12,6% en el mismo periodo. O sea,
hubo un crecimiento de casi cinco veces en ese lapso.
Por el lado de las tarjetas de crédito, con corte a marzo, se contabilizaban 15,4 millones de ellas en el país y, en
línea con las encuestas del banco central, son usadas por el 1,2% de la población.
El palo en la rueda
El informe dejó claro que la adopción de pagos diferentes al efectivo crecería más rápido en la medida en que
más comercios acepten tarjetas o transferencias.
Sin embargo, de acuerdo con los datos incluidos en este trabajo, la realidad es que, de los 106 millones de
comercios formales en América Latina, 78 millones todavía no aceptan tarjetas y pasa algo muy parecido
con los otros pagos electrónicos.
Edwin Zácipa, fundador de Latam Fintech Hub, señaló que el uso del efectivo en Colombia, reinante en el 78%
de la población, se debe a esa baja aceptación de pagos electrónicos en los comercios, especialmente en los
más pequeños.
Desde su óptica, todo está asociado a temas de mentalidad y cultura, pero la causa preponderante es el limitado
portafolio que ofrece el sistema financiero para recibir tarjetas o transferencias.
“La oferta que hoy tenemos está diseñada para los comercios grandes, no para los pequeños. En términos de
precios, el servicio no es coherente con esos pequeños negocios que no pueden asumir el costo de esos medios
para la aceptación de pagos”, añadió.
Medios de pago a la medida
El experto mencionó que el reto es “bajarles a esos pequeños comercios toda la oferta para la recepción de
pagos electrónicos. Pero es muy difícil porque esa vinculación requiere un esfuerzo grande”.
“Desde las últimas regulaciones en Colombia, el costo de las comisiones por el uso de datafonos ha caído,
pero sigue siendo una barrera muy importante”, agregó.
Aun así, la entrada de las fintech al ecosistema financiero ha dinamizado la competencia entre los proveedores
de estos servicios y el experto hizo notar que la oferta se está enriqueciendo con pasarelas de pago más
asequibles.
Kushki apuntó en su documento que hay un factor que podría hacer la diferencia en los próximos años. Y
tiene que ver con el proyecto que el Banco de la República quiere desarrollar para tener un canal de pagos
público y universal.
“Hoy en el sistema de pagos no tenemos interoperabilidad cuenta a cuenta. Por ejemplo, no puedo enviar
plata de Nequi a Daviplata. Entonces la iniciativa del Banrep busca resolver eso, permitirá conectarse con los
diferentes jugadores y con las diferentes ofertas de pagos que hay en nuestro sistema financiero en la
actualidad”, detalló Zácipa.
La tendencia crece gracias a Brasil
El 2023, según el informe de Kushki, “se caracterizará por cierta consolidación de las mejores y más
eficientes experiencias de pago (...) El efectivo ahora tiene una gran competencia que incluye tarjetas sin
contacto, esquemas de transferencia instantánea del banco central, aplicaciones, billeteras digitales y, hasta
cierto punto, criptomonedas”. En la región, el país que más contribuye a la caída del efectivo es Brasil, en
donde se creó y se puso en operación PIX (2020), un método de pago desarrollado por el banco central de ese
país, es público y obligatorio para todo el sistema financiero. “La interoperabilidad de las cuentas de depósito
elimina enormes barreras para el movimiento de dinero y permite un sinfín de casos de uso”. Es usado por el
80% de los brasileños y el 50% de las empresas formales.

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