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Material de la clase 10

 Taylorismo

El mundo moderno es de ritmo rápido y está orientado a un futuro rigurosamente planificado. La


velocidad es una de las características más notables de las nuevas tecnologías y esto transformó
nuestra manera de aprovechar los tiempos. En este contexto aparece un nuevo valor temporal
fundamental: la eficiencia

a- La noción de eficiencia
J. Rifkin postula que la eficiencia puede ser considerada desde dos puntos de vista, ya que es tanto
un valor como un método. Es la norma social sobre la manera en que debe usarse el tiempo
humano; en este sentido se considera a la eficiencia como un valor.
La forma de institucionalizarla son los horarios y los programas informáticos. Esto es, todo tiene
su horario y está cuidadosamente planificado.
El modo de vida industrial tomó a la eficiencia como concepción primordial y las piedras
angulares de esta concepción pueden hallarse en tres grandes innovaciones económicas: la
división del trabajo, la producción masiva y la administración científica.
b- La división del trabajo
En el trabajo artesanal de los talleres que precedieron a las fábricas se valoraba especialmente el
conocimiento que el maestro tenía de su trabajo, de modo tal que podía transmitirlo a sus
aprendices. La tarea se realizaba de manera completa y el producto identificaba a su realizador,
tanto por la calidad como por el estilo. La división del trabajo vino a quebrar estos principios e
incorporó la pauta ideal para el ahorro del tiempo.
Thomas Tompion, un fabricante de relojes había organizado el trabajo de una manera innovadora.
A cada obrero le asignó solamente una tarea. El resultado fue más que satisfactorio: más relojes
en menos tiempo. La tarea realizada por un solo hombre se volvía, a los ojos del industrialismo y
del capitalismo, poco eficiente. Adam Smith encontró en la división del trabajo no solo el ahorro
del tiempo y la mayor producción, sino también la ventaja del menor costo por unidad.
En 1799 Eli Whitney introdujo un nuevo proceso de producción, conocido como el “método
americano”. Whitney pensó e implementó un sistema de producción masiva de partes
intercambiables estandarizadas, que podían montarse fácilmente por obreros sin experiencia. De
esta manera se logró que la velocidad de producción no se vea afectada por el margen de error de
los obreros. Además, divide la fábrica en departamentos y en una sala de montajes en la que todas
las partes se ensamblan. El proceso de producción es continuo.
Así, si en primer lugar se alejó al trabajador del producto terminado, dado que cada obrero realiza
una parte del trabajo y pierde de vista la totalidad del producto, además de asignarsele una tarea
repetitiva, Whitney, además de alejarlo, le quita protagonismo, porque le asigna una tarea casi
resuelta.
c- La innovación que propone Taylor
Frederick Taylor incorpora la tercera innovación, el establecimiento de horarios y trabajo
detallados. La eficiencia incorpora la idea de patrones temporales rigurosos para cada tarea, y su
objetivo es maximizar la producción. Taylor dividía la tarea de cada trabajador en los
componentes operativos más pequeños y luego cronometraba cada uno de ellos para evaluar el
mejor tiempo alcanzable.
El carácter científico de estos estudios residía en el hecho de que se eliminan todos los elementos
no cuantificables del comportamiento del trabajador. Así su desempeño queda reducido a acciones
con un correlato temporal, que se traducen en números y promedios estadísticos, quedando así el
proceso laboral bajo absoluto control de la administración. El trabajador es alejado, separado y
apartado del conocimiento de las técnicas para realizar sus quehaceres, ya que esto impediría
lograr la mayor eficiencia.
En la nueva fábrica administrada científicamente, la mente del trabajador es separada del cuerpo
y entregada a la administración.
Se inaugura, con Taylor lo que se llama estudios de movimiento- tiempo.
d- La caracterización de los estudios de movimiento- tiempo
e- Las consecuencias en el mundo del trabajo
La actividad humana, que en la primera ola respetaba los tiempos naturales, se convierte ahora en
“trabajo abstracto”, medido como “tiempo de trabajo”.
Mientras se puede considerar que la herramienta artesanal prolonga la acción de los brazos
humanos, con la automatización del taller esta relación se invierte: ahora los órganos humanos
son prolongación y parte integrante del engranaje de la máquina. El pie será simplemente “lo que
acciona un pedal”. El hombre mismo es visualizado como un mecanismo.
La transformación de la herramienta manual en máquina o en sistema de máquinas reduce al
obrero a un “fragmento de su propio cuerpo”.
En el esquema de la automatización, los distintos momentos del trabajo deben ser analizados,
sistematizados y reagrupados de acuerdo con la racionalización de la producción. Las actividades
se fragmentan en series de operaciones rudimentarias y repetitivas. El trabajo se vuelve monótono
y desprovisto de interés. El trabajo, actividad humana, se deshumaniza.

f- La paradoja de la productividad
Hacia la década de los ’50 los mercados estaban en constante expansión y la automatización
estaba en auge. Hacia 1965 las empresas estadounidenses dominan el comercio internacional. Sin
embargo, a inicios de los ’70 las ganancias comienzan a disminuir. Ante esta situación, buscando
cómo abaratar costos y aumentar la productividad, las empresas se orientan hacia las nuevas
tecnologías de la información y la informática.
Pero, a pesar de las enormes inversiones en informática y robótica, la productividad continuó
decreciendo a un ritmo del 1% anual. Los economistas empezaron a hablar de la “paradoja de la
productividad”.
Lo que ocurrió fue que se invirtieron grandes sumas en nuevas tecnologías que les permitía
ahorrar mano de obra y tiempo, pero se había continuado con las viejas estructuras organizativas.
En efecto, la estructura de las empresas americanas correspondía a una época caracterizada por el
ferrocarril, el correo y el teléfono, cuyos ritmos temporales eran coherentes con la organización
tayloriana de estructura jerárquica y piramidal.
La paradoja de la productividad señaló la incompatibilidad de incorporar computadoras y nuevas
tecnologías informáticas, cuya unidad temporal es el nanosegundo, y continuar con una
organización anclada en protocolos taylorianos, vinculados a la temporalidad mecánica del reloj.
Para salir de ella se imponía una organización empresarial más dinámica y flexible, acorde con la
exigencia de una aceleración continua de los procesos productivos informatizados.

Al finalizar la revisión de este contenido, ya está en condiciones de responder el Debate de


cierre de la Clase 10:

A partir del material leído, los invitamos a ver el siguiente video que figura a continuación y a
reflexionar acerca de los siguientes tópicos:

- Trabajo automatizado
- Tiempos del cronómetro
- Control Social.

Elija uno, vincúlelo a alguna de las escenas y exponga su opinión de manera fundamentada.

Tiempos modernos
https://drive.google.com/drive/folders/1l44F-
Q3dL7YMtD5qrgX1LS6OxwogVRpE?usp=sharing

Para profundizar estos temas, le recomendamos leer el capítulo “El impulso acelerador” del
siguiente libro, que encontrará en Recursos y Bibliografía (pp. 137-146):

Regnasco, M. J. (2008). Para comprender las problemáticas del mundo actual. Buenos Aires:
Ediciones Holograma.

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