Título: Rut, Una Mujer que Escogió

Tema: La Importancia de Decidir seguir a Dios

Base Bíblica: Rut 1:6

Introducción:
En esta vida todos los días tenemos que estar tomando decisiones unas más importantes
que otras, tan importantes que pueden determinar nuestro presente y nuestro futuro. Pocos
son los que reflexionan acerca de lo importante que es tomar una decisión. Cuando estás
tomando decisiones estás usando tu poder de elegir, tu capacidad de cambiar o transformar
aspectos de tu vida.
Cada día necesitamos tomar decisiones de carácter sentimental, económico, familiar. Etc.
La vida está basada en decisiones.

Frase de enlace:
En la toma de decisiones es muy importante no dejarse influenciar por las circunstancias.
El estudio de hoy nos ayudara a tomar mejores decisiones.

I. Nohemí, decisiones desesperadas.

«Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías» (v.21)
Belén significa «casa de pan» y a pesar de eso estaba pasando por una feroz hambruna.
Esto hiso que Noemí y su familia tomaran una mala decisión (v.1). En ocasiones, cuando estamos
desesperados no vemos ni valoramos lo que tenemos.
Como seres humanos, somos libres de tomar las decisiones que queramos, sin embargo,
también somos responsables de las consecuencias que estas nos puedan traer en el futuro. Si
son buenas, excelente, pero si son malas, no podremos echar la culpa a nadie.
Noemí y su familia tomaron malas decisiones, sobre todo, porque estas estaban en contra
de la voluntad de Dios:
1. Por el problema del hambre, deciden irse a Moab, pero Dios había prohibido a los
israelitas toda relación con los moabitas. En cierta forma, Elimelec y Noemí dejaron de confiar
en Dios como su proveedor. Entre pasar hambre y desobedecer, prefirieron desobedecer.
 2. Los hijos de este matrimonio se casaron con mujeres moabitas, lo cual estaba
estrictamente prohibido en la palabra de Dios (Deuteronomio 23:3,4).
Tomaron malas decisiones, sobre todo, porque estas estaban en contra de la voluntad de
Dios:
Este pasaje nos la presenta como la que sufrió todo el peso de las consecuencias de esas
decisiones fue Noemí. Simplemente porque consintió o posiblemente fue la que insistió en que
se tomara tales decisiones, al preocuparse por la escasez y la estabilidad de sus hijos.
Lamentablemente, Noemí comete el severo error de echarle la culpa al Señor de la
tragedia que está viviendo (v 20-21). A estas alturas, Noemí no es capaz de asumir su
responsabilidad, no se ve como la responsable de sus tragedias, es más fácil decir que Dios lo
es.
Lo mismo hemos hecho nosotros en muchas ocasiones: tomamos decisiones, nos salen
mal las cosas, después decimos que Dios es culpable de las tragedias que nos pasan. Tenemos
que echarle la culpa a alguien, y Dios parece ser el más indicado. Lo peor es que cuando
decidimos la dirección de nuestra vida, ni siquiera le consultamos.
Con el pasar del tiempo y los acontecimientos que iban surgiendo en su vida, Noemí
termina entendiendo que Dios es su benefactor, pero para comprenderlo, tuvo que sufrir
muchísimo por haber tomado malas decisiones.

II.