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“LOS ÁRBOLES MUEREN DE PIE”

De ALEJANDRO CASONA
Adaptación: Claudio salama
PRIMER ACTO

En una oficina, se encuenta Elena, es una empleada muy elegante y bien dispuestaj. Hay un escritorio, sobre él
un teléfono, carpetas y un fichero.

HELENA: Será posible! Es la primera vez que me ocurre una cosa asi. Estoy segura que la ficha la extendí yo
misma y soy capaz de encontrar cualquier cosa que se me pida con los ojos cerrados. No comprendo como
pudo desaparecer

ISABEL: (entrando y haciéndose notar) Buenos días.

HELENA: Buenos días, adelante, adelante!

ISABEL: Fue usted quien me llamó?

HELENA: No, yo no puedo tomar iniciativas, solo obedezco órdenes. Pero estoy segura que el señor director
va a ser muy feliz cuando sepa que ha venido. Un momento… (va al teléfono) Hola… señor director, señor
director cómo le va? Todo bien? Ah, bueno, tengo una gran noticia para usted… (como en secreto) los ojos
tristes que esperábamos, acaban de llegar. Sí señor director, se lo diré. Hasta luego (corta) El señor director
dice que en cuanto termine algo que está haciendo, la atenderá con mucho gusto, son solo unos minutos.

ISABEL: podría saber quien me llamó y para qué me han hecho venir aquí?

HELENA: El señor director le explicará. No quiere sentarse? Parece un poco nerviosa…

ISABEL: Mucho… y sobre todo, desconcertada. Fue una cita muy extraña y en un momento de mi vida tan….
Tan… (ahoga un sollozo y deja caer su cuerpo en una silla)

HELENA: Vamos señorita, tranquilicese. Le aseguro que está entre amigos, y quien sabe, compañeros…
quiere tomar algo? Un wshizky o cafecito?

ISABEL: Nada, gracias.

SUENA EL TELÉFONO

HELENA: Ah, este teléfono no deja de sonar. (atiende) Hola, hola, ah, sí, que pase, sí si que pase.

BALBOA (que luego de unos instantes entra, mientras Elena sigue en el teléfono) Señorita….

HELENA: Encantada, es usted amigo del doctor Ariel?

BALBOA: Tengo ese honor

HELENA: Ah, entonces supongo que el doctor ya le habrá informado, no?

BALBOA: No, nada, simplemente me dio esta dirección y me dijo que aquí lo sabria todo… si es que pueden
hacer algo por mi.

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Y
HELENA: Esperemos que si. Deme los datos. Ah, perdón, no se si tengo el derecho de hacer las
presentaciones o prefieren reservar sus nombres. En cualquier caso considérense amigos.

BALBOA: (a Isabel) Honradísimo

ISABEL: Gracias señor.

SUENA EL TELEFONO

HELENA: Disculpen….(atiende) Ah, es usted Reverendo… pero ahora no puedo hablar (como en
secreto)…si si si, el pastor ya cumplió con orden F 48. Encerró a todos. Si… el mendigo? SS2 misión
cumplida! No se preocupe, usted siga con ese asunto XW 28. Adiós. (Cuelga, a los otros) Permiso era el
reverendo…. (Sale)

BALBOA: Dígame señorita, usted tiene una idea de donde estamos?

ISABEL. Yo no, y usted?

BALBOA: Es curioso no? Ninguno de los dos sabe donde estamos y sin embargo los dos estamos aquí.

ISABEL: Nos habremos equivocado la dirección?

BALBOA: Comprobemos, cual es la suya?

ISABEL: (saca una tarjeta azul del bolso) Av. De los Aromos 2448

BALBOA: (Que mira también su tarjeta) 2448, correcto. En toda la ciudad hay solo una av. De los Aromos.
Estamos bien, no hay duda…

ISABEL: Y es evidente que en toda la avenida no puede haber más que un 2448,

BALBOA: que es toda esta gente?pero donde estamos?

ISABEL: No lo sé.

BALBOA: Habremos caído en una trampa?

ISABEL: Cuando me llamaron, estaba tan desesperada que no podía negarme. Si en aquel momento me
hubieran citado a la puerta del infierno, hubiera ido.

BALBOA: Quién la citó?

ISABEL: No sé, era un anónimo.

BALBOA: Pero entonces…

ISABEL: (pausa) Ya está…!

BALBOA: Qué esta?

ISABEL: Cómo no se me ocurrió antes?( Deses

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Y
BALBOA: Qué cosa?

ISABEL: (Nerviosa) No ha oído hablar del caso de aquel sanatorio donde un día se sublevaron todos los locos,
atacaron a los enfermeros y ocuparon sus puestos?

BALBOA: (alarmado) No!

ISABEL: (Se escuchan ladridos) Los perros! Los cincuenta perros hambrientos!!! (Corre hacia la puerta,
golpea) Socorro, por favor, déjenme salir de aquí…

HELENA: (entrando) Pero señorita, que son esos gritos?

BALBOA: Y usted lo pregunta?

HELENA: No entiendo

BALBOA: Demasiado entiende! Esta muchacha ha venido aquí engañada miserablemente, pero no está sola.
Tiene derecho a salir y lo saldrá conmigo!

DIRECTOR (que más adelante será Mauricio): No escuchó Elena?

HELENA: El señor director

DIR: Seguramente ha habido alguna confusión; el señor tiene derecho a una explicación. Lo primero que
quiero aclarar es que nada de lo que haya podido sospechar es verdad. No está entre secuestradores, ni rufianes,
ni locos. En cuanto a esta señorita, no ha sido engañada miserablemente, al contrario, está en camino de su
salvación.

BALBOA: (a Isabel) Vamos?

ISABEL: No, ahora necesito saber. Quien es usted?

DIR: Qué importa eso! No se trata de mi vida sino de la suya

ISABEL: Que quiere saber de mí?

DIR: Solo una cosa, pero demasiado íntima para hablar delante de testigos

ISABEL: (a Balboa) Déjenos solos

BALBOA: Aquí?

ISABEL: Este hombre no miente, estoy segura

DIR: Elena, acompañe al señor, y dígale toda la verdad

HELENA: Si señor director. (a Balboa) Me acompaña?

BALBOA: (a Isabel) La espero

HELENA: (a Balboa) Señor… (Sale con Balboa)

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Y
DIR: Tranquila?

ISA: Tranquila

DIR: Digame señorita Quintana… qué le pasó anoche? (silencio) conteste por favor

ISA: Pero con que derecho me pregunta eso?

Diré: Mireme por favor, Mireme no soy policía ni juez.

ISA: Estaba desesperada… no podía más!Sin embargo esperaba en aquel cuartucho de hotel sucio y frío. Ayer
cuando perdí mi trabajo, me sentí fracasada, inútil. No podía dormir… fue entonces cuando compré el Veneni
Y aquella idea estúpida que iba creciendo y iendo en mi cabeza: por qué dormir una noche sola? Por qué n
dormirlas todas de una vez?
Una mujer acabada antes de empezar. De pronto sentí como una pedrada en la ventana y algo cayó dentro de la
habitación. Era un ramo de rosas rojas y un papel con una sola palabra: “Mañana!” Lo único que sentí es que
ya no podía morir esa noche y me dormí abrazada a mis rosas, ¡mías!, las primeras que recibía en mi vida… y
con aquella palabra buena como la lluvia: “mañana”… “mañana”… “mañana”…! (Pausa). A la mañana
siguiente cuando me desperté…

DIR: Cuando se despertó había debajo de su puerta una tarjeta azul diciendo: No pierda su fe en la vida. La
esperamos

ISA: Era usted?

DIR: Yo

ISA: Por qué? Yo no lo conozco ni le he visto nunca. Cómo pudo saber?

DIR: Tenemos buena información. Cuando supe que perdió su trabajo y la Vi caminar sin sentir la lluvia ahí
me di cuenta que tenía que seguirla, que tenía que saber sobre ustedes.

ISA: No juegue conmigo.

Dir: No estoy jugando.

ISA: Qué es esta casa donde todo parece al mismo tiempo tan natural y tan absurdo?

DIR: Ya lo va a saber. Pero por favor, sonría!...en la vida no hay nada serio que no se pueda decir son una
sonrisa... escuchó hablar del Dr. Ariel?

ISA: Solo de nombre, hace un momento

DIR: Es el fundador de esta casa. Un hombre de gran fortuna y una imaginación generosa.que quiere llegar a la
caridad por el
Camino del arte

ISA: Eso es todo? Una institución de caridad? Muchas gracias señor. No era una limosna lo que esperaba.

DIR: No… tranquila


No se trata de un pedazo de pan ni de limosnas. Lo que aquí ensayamos son caricias para el alma .

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Y
ISA: Para el alma?

DIR: Para los males del cuerpo ya hay muchos que se ocupan. Pero, quién ha pensado en los que mueren sin
haber realizado un sueño ?Los que nunca tuvieron un momento de felicidad de fantasía...usted entiende lo que
quiero decir.?

ISA: La idea si. Lo que no entiendo es como puede realizarse todo eso?

DIR: Ya lo va a entender. usted Recuerda aquel fantasma que se apoderó siete noches del Caserón de las Lilas?

ISA: Cómo no? Si fue en mi barrio. En el taller no se habló de otra cosa en tres meses.

DIR: Y qué decían?

ISA: De todo: alucinaciones, que lo habían visto con sus propios ojos. Muchos se reían, pero nerviosos. Por la
noche se recordaban viejas historias de almas en pena…

DIR: En pena… pero qué almas! Un barrio de comerciantes, que lo único que hacían era hablar de dinero u de
negocio….ese barrio estuvo más de seis meses hablando del alma.

ISA: Usted no puede creer que aquel fantasma se apareció de verdad!

DIR: Y cómo no lo voy a creer si era yo?

ISA: Usted?

DIR: Usted no cree que sembrar una ilusión sea una tarea tan digna, como sembrar trigo?

ISA: Pero usted jugó con…la gente del taller con la gente del barrio.

DIR: Estaría usted aquí si yo no hubiera “jugado” con usted anoche?

ISA: Perdón. (Pausa). Tienen éxito siempre?

DIR: También hemos tenido fracasos. Por ejemplo: una tarde desapareció un niño en un parque mientras la
niñera hablaba con un policía. Al día siguiente desaparecía otro mientras la criada se distraía. Y poco después
otro, y otro… recuerda el terror que se apoderó de la ciudad?

DIR: También era usted el ladrón de niños?

DIR: Naturalmente. Eso sí, nunca estuvieron mejor atendidos que en esta casa

ISA: Y por qué?

DIR: Cosa del pedagogo. Daba pena ver a aquellas criaturas siempre abandonadas en manos de extraños.
Dónde estaban los padres? Los padres siempre con amigos, las madres en fiestas o tés. Era lógico que al
producirse el pánico se aferraran a sus hijos, verdad? “desde mañana la parque con mamá y papá”

ISA: Y no resultó?

DIR: El pánico se produjo, pero los padres seguían en sus cosas y las madres en sus tes. Y los pobres niños
encerrados con llave en su casa. Un fracaso total!

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Y
ISA: Qué pena! Era una bonita idea (sonríe por primera vez)

Dir he

DIR:Gracias No volverá a ocurrir.

ISA(risas): Por qué?

DIR: Porque al fin la veo sonreír… y lo hace maravillosamente bien. usted terminará siendo de los nuestros.

ISA: No creo… son muchos?

DIR: Algunos…

ISA: Lo veo y todavía no acaba de entrarme en la cabeza… de verdad, no está usted un poco….? (Hace gesto
de loco)

DIR: Dígalo sin miedo; tal como va el mundo, los que no somos imbéciles necesitamos estar un poco locos.
Piénselo, aquí tiene una casa, unos amigos y un hermoso trabajo. Quiere quedarse con nosotros?

ISA: No... Se lo agradezco, pero que podría hacer yo? La más torpe, la más inútil… no sirvo para nada

DIR: No no, usted crea que sirve y servirá!

ISA: Yo?

DIR: Compañeros?

ISA: (Estrechándole la mano) Compañeros! (Contenta)

DIR: (Al teléfono, habla) Hola Elena, ya puede venir y traiga a ese señor. (cuelga teléfono. A Isabel) Le
aseguro que aquí se va a sentir muy cómoda, ya lo va a ver.

HELENA: (entrando con Balboa) Todo resuelto?

DIR: Todo; la señorita se queda con nosotros.

HELENA: Felicitaciones!

DIR: Helena! Que hace? No se emocioné más…

Helena: Ay perdón…

Diré: Dele la habitación sobre el jardín y preséntela a todos

HELE: A sus órdenes. Por aquí señorita. (Salen las dos)

Se cruza ISA con balboa:

ISA. Gracias fue un secuestro maravilloso.(contenta)

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Y
DIR: Oh, perdón, señor…

BALBOA: Balboa. Fernando Balboa

DIR: Está tranquilo ya?

BAL: Ahora sí.

DIR: Gusta un jerez?

BAL: No, gracias

DIR: Lo escucho…

BAL: La historia viene de lejos. Imagine una gran familia feliz donde la desgracia se ensaña hasta dejar solos
a dos abuelos y un nieto. El temor a perderlo también nos llevó a ser demasiado indulgentes con él. Amistades
sospechosas, noches fuera de casa, deudas de juego. Un día desaparecía una alhaja de la abuela. “Es un cabeza
loca… no le digas nada” (pausa). Una noche volvió con los ojos turbios. Era apenas un muchacho y ya tenía
todos los gestos de un hombre perdido. Lo sorprendí forzando el cajón de mi escritorio. Me insultó, llegó a
levantarme la mano. Y doliéndome en carne propia, yo mismo le crucé la cara y lo puse en la calle.

DIR: No volvió?

BAL: Nunca. Cuando tratamos de encontrarlo se había embarcado como polizón en un carguero que salía para
el Canadá. Hace de esto veinte años.

DIR: Tuvo noticias de él?

BAL: Ojalá no las hubiera tenido. Del juego pasó al contrabando y a la estafa; de la pelea de barrio a los
papeles falsos y la pistola en el bolsillo. Naturalmente, la abuela siguió sin saber nada, pero nuestra casa quedó
destruida. Al fin un día llegó a sus manos una carta del Canadá

DIR: No pudo impedir que esa carta cayera en manos de la abuela? Una carta así podía matarla

BAL: Al contrario. Mi nieto pedía perdón y llenaba tres páginas de hermosas promesas. Pero aquella carta era
falsa; la había escrito yo mismo

DIR: Usted?

BAL: Qué otra cosa podía hacer? La pobre se iba muriendo en silencio día a día y con aquellas cartas volvió a
sonreír.

DIR: Muy bien, elemental, pero eficaz. Y después

BAL: No quedaba otro camino que seguir la farsa. La abuela estaba feliz, contestaba las cartas, y cada dos o
tres meses, una nueva carta del Canadá.

DIR: Comprendo, es la bola de nieve…

BAL: Un día mi nieto se recibía en la Universidad de Montreal; otro día era un viaje en trineo por los bosques
de abetos; otro, abría su estudio de arquitectura; después… el casamiento con una muchacha encantadora. Pero
la abuela quería más y más… y ahora…

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Y
DIR: Algo ha venido a trastornar sus planes, verdad?

BAL: La semana pasada, al volver a casa, mi mujer salió a abrazarme loca de alegría, con un cablegrama en la
mano. Después de veinte años su nieto anunciaba su regreso.

DIR: Disculpe, pero qué se propone usted con ese cable absurdo?

BAL: Yo nada… es que el cable… era verdadero…

DIR: De su nieto?

BAL: Así es. Hace ocho días se embarcó en el Saturnia. Se da cuenta? La cortina del horror iba a descorrerse.

DIR: No diga más! Hay que salvar la mentira cueste lo que cueste. Organizaremos una emboscada en el puerto
y…

BAL: No!

DIR: Por qué no?

BAL: Ya no hace falta. No ha leído usted los diarios esta mañana? El Saturnia se hundió en alta mar con todo
su pasaje

DIR: Muerto?

BAL: Muerto

DIR: Es triste, pero es una solución. Lo sabe la abuela?

BAL: No! Sabe usted lo que es esperar veinte años para vivir un solo día, y cuando ese día llega encontrarlo
negro y vacio?

DIR: Lo siento. Hasta ahora hemos inventado algunos trucos ingeniosos contra muchos males, pero contra la
muerte no hemos encontrado nada todavía.

BAL: Es posible que no haya comprendido? No importa que haya muerto. Al que hay que salvar es al otro, al
de las cartas hermosas, al de la alegría y la fe… el único verdadero para ella! Ése es el que tiene que llegar!

DIR: Un momento! No pretenderá que yo sea su nieto!

BAL: Y por qué no? No ha sido usted ladrón de niños, falsificador de ruiseñores, fantasmas de caserón?

DIR: Pero un hombre no es tan fácil de trucar como un fantasma

BAL: Él nunca envió fotografías y veinte años cambian completamente a un muchacho

DIR: Y el naufragio?

BAL: Pudo perder el barco y tomar otro. O puede llegar mañana mismo en avión

DIR: Aunque yo aceptara… y mañana qué? No puedo quedarme para siempre.

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BAL: No pretendo tanto. Solo una semana, unos días… una noche siquiera! No!, no me diga que no! Usted no
puede negarle a esa mujer una hora, una sola hora feliz, que puede ser la última!

DIR: Déjeme despejar la cabeza. Y lo peor es que el asunto me gusta!

BAL: Si?

DIR: En buenas nos hemos metido amigo. Lo de la universidad, pasa. Lo de los viajes, con un poco de
geografía, pasa también. Pero por qué tenía que hacerlo arquitecto? Yo no entiendo una palabra de matemática

BAL: Ah, no se preocupe, la abuela tampoco

DIR: Y por qué demonios tenía que casarlo? No podemos inventar un divorcio repentino?

BAL: Peligroso. La abuela tiene ideas muy firmes al respecto.

DIR: Y si hiciera el viaje solo?

BAL: Con qué disculpa?

DIR: (piensa) Complicaciones familiares

BAL. Imposible. La chica no tiene familia. Al padre, que era el último que le quedaba, lo maté el año pasado
en un accidente de caza

DIR: Rubia?

BAL: Morena

DIR: No tengo ni una… (piensa) Morena, enamorada, huérfana… (ve el impermeable de Isabel que quedó
sobre una silla) Espere… (se dirige al teléfono) Hola, Elena? Por favor, venga rápido y traiga a Isabel

BAL: Justa! El tipo ideal! Gracias señor, gracias

HELENA: (Entrando con Isabel ella se saca el saco y lo pone en la silla) Si señor?

DIR: Orden urgente! Prepare un equipaje completo para la dama: diez trajes de calle, seis de deporte y tres de
noche. Unas fotos con fondo de nieve. Una rama de abeto. Y en los baúles: Hotel Notario, Halifax, Canadá.

HELE: Cómo? La señorita va a viajar al Canadá?

DIR: Al contrario: va a volver! Y nada de señorita! (a Isabel) Señora: tengo el gusto de presentarle al abuelo…
de su esposo.

ISA: señorita...

FIN PRIMER ACTO

SEGUNDO ACTO

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Y
CASA DE LA ABUELA. ES UN SALON GRANDE CON PUERTA A LA COCINA, A LA DERECHA,
LSA HABITACIONES A LA IZQUIERDA. SILLON, SILLAS, MESITAS. LAMPARAS, TELEFONO.
LIVING

GENOVEVA: (Entrando) Poner las flores en la habitación, las cortinas nuevas… o eran las antiguas? Ay
Dios… primero que las flores no eran bastante frescas, después que eran demasiado frescas; la señora rosas, el
señor, una rama de pino; ella, que el aroma es lo más importante, él que las flores de noche son malsanas.
Desde hace una semana no hay manera de entenderse en esta casa. .
No doy más, que elijan ellos! Ya estoy que no puedo más de subir y bajar escaleras, de poner y quitar cortinas,
de colgar y descolgar cuadros. Es que no se van a poner de acuerdo nunca?...(pausa) bueno, no es para menos,
esperar a alguien veinte años…
Eran las sábanas de hilo? Ah, son muy pesadas… en fin, será como siempre. Se dice que sí al señor y se hace
lo que dice la señora, o sea, que pongo las de hilo…

ABUELA: (entrando) Por supuesto hija, las de hilo crudo, las he bordado yo misma y es como poner sobre
ellos algo de estas manos, comprende?

GENO: Si, señora

ABUELA: Cierre bien la puerta de la sala, se oye demasiado el carrillón del reloj y puede despertarlos

GENO: Bien señora.

ABUE: En cambio, la ventana déjela abierta de par en par

GENO: Y si entran bichos de los árboles?

ABUE: Qué entre el jardín entero! De muchacho, toda su ilusión era dormir al aire libre. Algunas noches de
verano, cuando creía que no lo sentíamos, se descolgaba por esa rama de jacarandá que llega a la ventana.
Recuerda que hace años el señor quiso cortarla?

GENO: No le faltaba razón; tapa los cristales y evita toda la luz

ABUE: Qué importa la luz! Yo estaba segura de que había de volver, y quien sabe si alguna noche no le
gustará descolgarse otra vez como entonces. Todavía lo estoy escuchando a gritos cuando volvía del colegio:
abuela… torta de nuez con miel de abejas…

GENO: La torta de nuez, el jacarandá… siempre como si fuera un muchacho. Usted cree que un hombre que
levanta edificios de treinta pisos va a acordarse de cosas tan pequeñas?

ABUE: No las recuerdo yo acaso? Los mismos años han pasado para mí que para él. Qué puede ocurrir? Que
traiga la voz más ronca, y unos ojos más cansados? Dejará por eso de ser mío? Por mucho que haya crecido no
será tanto que quepa en mis brazos

GENO: Un hombre no es un niño grande, es otra cosa. Si lo sabré yo, que tengo tres perdidos por el mundo

ABUE. Hay que ser fuerte para una alegría así. Un poco de agua por favor

GENO: Quiere tomar otra pastilla?

ABUE: Basta ya de remedios. El único verdadero es el que va a llegar. (pausa) qué hora es?

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Y
GENO: Es temprano todavíA. Son largos los últimos minutos no?

ABUE: Cómo será ella?

GENO: No le hablaba de ella en sus cartas?

ABUE: Y eso qué? Los enamorados todo lo ven como quisieran. No es que tenga nada contra ella pero… esas
mujeres que vienen de lejos…

GENO: Celos?

ABUE: Quizás un poco. Ojalá sea digna de él. (se oye ruido de motor de auto) Oye? Oye Genoveva?

GENO: (asomándose por la ventana) Son ellos señora, son ellos. Ya están aquí

ABUE: Genoveva, quédese aquí a mi lado, yo voy a ser fuerte, pero por si acaso….

MAURICIO (es el director, desde afuera, grita) Abuela, abuela….abran o salto por la ventana. Abuela!!!

ABUE: Lo oye Genoveva, el mismo loco de siempre!

MAURICIO (Entrando seguido por Isabel y Balboa) Abuela!!!

ABUE: Mauricio!!! Por fin hijo… (Se abrazan)

MAU: Quién dijo que estaba débil mi vieja eh? Todavía hay fuerza en estas manos

ABUE: A ver, déjame que te vea. Mis ojos no me ayudan mucho, pero recuerdan. (pausa) qué cambiado está
mi muchachote!

MAU: Son veinte años abuela. Una vida

ABUE: Mauricio, mi Mauricio… un pocos más oscuros los cabellos, una voz más profunda y sobre todo, otros
ojos, tan distintos… pero con la misma alegría… mi Mauricio, mío, mío.

MAU: Lágrimas no. No hubieron bastantes ya?

ABUE: Estas son las últimas, te lo prometo. Ven, ven que te vea mejor… aquí, a la luz…

BALB: Un momento Eugenia, que Mauricio no vienen solo, ni mal acompañado

ABUE: Uh, perdón…

MAU: Aquí tienes a tu linda enemiga jajá

ABUE: Enemiga?

MAU: Crees que no se te notaba en las cartas? “quién será esa intrusa que viene a robarme lo mío?” aquí está
la intrusa: Isabel, la devoradora de hombres ja

ABUE: Por favor, no vaya a hacerle caso…

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Y
ISA: Si lo conoceré… (la abraza) abuela… (pausa, la abuela mira a Isabel fijamente a los ojos)

MAU: Qué le estás buscando abuela? Acaso, algo escondido detrás de los ojos?

ABUE: No, son profundos, tranquilos, y seguro no saben mentir

MAU: (al ver a Genoveva) Supongo que ésta es la famosa Genoveva?

BALB: La misma

GENO: Conocía mi nombre el señor?

MAU: La abuela me escribió siempre todo lo bueno de esta casa, y no podía faltar usted. Dos hijos en México
y otro en un barco en el Pacífico no? marinero?

GENO: No profugo.

MAU: (Mirando la casa) Ah, la casa otra vez… y todo como entonces…

ABUE: Todo viejo… pero a las casas les sientan bien los años… como al vino… (a Isabel) Te gusta Isabel?

ISA: Me pone… no sé que en la garganta. Una casa como siempre había soñado…

ABUE: Quieres conocerla? Te acompaño…

MAU: No hace falta. le hable tanto de esta casa que podría recorrerla con los ojos cerrados.

ABUE: bueno cuéntanos cuéntanos…

ISA lo mira a Mauricio.

ISA (empieza tímidamente y termina emocionada) Allá la cocina, con la escalera con trampa que baja a la
bodega. Por allá, el despacho del abuelo tallado en nogal, y la biblioteca hasta el techo. Arriba, la sala grande y
un reloj de suizo de carrillón que suena como una pequeña catedral (se escucha el reloj) ese! Ese!

ABUE: Sigue Isabel, sigue….

ISA: , y sobre el jardín, el cuarto de Mauricio, con la rama del jacarandá asomada a la ventana. ( Me emociona
y me quiebro)

ABUE: También eso


ISA: Abuela!!!! (solloza)

ABUE: Pero qué pasa criatura? Ahora vas a llorar tú? Mauricio promete que le harás una casa como está. Y a

MAU: Eh… sí abuela. (la besa en la frente)

ABUE: Y ahora para cumplir la promesa besense.

Beso fallido.

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Y
Abue: Pero como?Si n recuerdo mal, apenas llevan tres años de casados

MAU: Si, por ahí, por ahí

ABUE: Por ahí no. Tres exactamente el seis de octubre

Todos juntos decimos : el seis de octubre

ABUE: Y a los tres años de casados ya se besan así?

MAU: Lo ves? Siempre esa dichosa timidez (la besa de nuevo, esta vez, apasionadamente)

BALB. (interrumpiendo) Muy bien, muy bien… ahora sería cosa de pensar en algo más práctico, quizá estén
cansados, o tengan hambre. Genoveva!

MAU: No no abuelo.En el barco no se hace más que comer a toda hora.

ISA: Yo lo que quisiera es cambiarme

ABUE: Por lo menos, hay algo que no puedes rechazarme. Te acuerdas cuando venías del colegio gritando….

MAU: Nooo!!!! Torta de nuez con miel de abejas.

ABUE: (a Genoveva) Ha visto Genoveva? Cosas pequeñas… pronto, sáquelos del horno.

GENO: En seguida señora. Algo más?

ABUE: Nada más (sale Genoveva)

ABUE: Ven Isabel, a ver si me das la razón

ISA: En qué abuela?

ABUE: Una discusión que tuve con el viejo. Imagínate que se había empeñado en poner dos camas gemelas,
pero nosotras, a la antigua, verdad hija? Como Dios manda

BALB: Quédese tranquila, al lado hay otro cuarto que se comunica

MAU: Isabel?

ABUE: No me contestas Isabel?

ISA: Si, abuela, a la antigua, como Dios manda.

MAU: Genoveva acompañe a Isabel a Su cuarto que está cansada.

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Y
ISA se va a su cuarto.

MAU: Qué tal la pequeña enemiga?

ABUE: Deliciosa. Sabes elegir, eh? Dos cosas tiene que me gustan.

MAU: Dos nada más?

ABUE: La primera, esa manera tan natural de hablar el castellano, no era de familia inglesa?

MAU: Los padres sí, pero el abuelo… un abuelo… era español.

BALB: Ah, claro, así se entiende… el idioma de la infancia, de los cuentos…

ABUE: Ah, tú cállate. La otra cosa, ni tu mismo te habrás dado cuenta. Tiene la mirada más linda que los ojos.
Te habías fijado?

MAU: Ya decía yo que algo raro tenía…

ABUE: (A Balboa) Le has hablado ya?

BALB: De qué?

ABUE: Ya me imaginaba que no te ibas a atrever… (a Mauricio) aquella última noche, cuando te fuiste…
comprendes? El abuelo no supo lo que hacía, estaba fuera de si.

BALB: Bueno, basta de recuerdos tristes…

MAUR: Hizo lo que debía. Y si algo debo, es respeto y gratitud a esa mano que me hizo hombre en una sola
noche. (le estrecha la mano) gracias abuelo.

GENO: (Entrando, con una bandeja) Un poquito tostada, pero oliendo a bueno.

MAUR: (Gritando hacia adentro) Pronto Isabel, llegó la torta de nuez con miel de abejas.

ABUE: (A Mauricio) La primera para ti.

ISA: (Entrando) Con lo que Mauricio me había hablado y las ganas que tenía yo de probarla (come)

ABUE: (A Isa) Te gusta?

ISA: Sabrosa de verdad!

MAUR: Uhmmm, sabrosa es poco

ABUE: No hay de estas cosas en tu tierra Isabel?

ISA: Cómo éstas?.... solamente aquí!

BALB: Ah, pero esto con un vino sienta mejor…

MAUR: No hay de aquel vino que se hacía en casa, con mosto de pasas y cáscara de naranja?

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Y
GENO: El dulce?

ABUE: El mío Genoveva, el mío! No es vino de verdad, es licor. Ya verás, ya verás.

BALB: (A la abuela) Vas a beber tú?

ABUE: Esta noche sí, pase lo que pase. Y no te enojes porque va a ser igual. (trans) Isabel, te gusta la
repostería casera?

ISA: (no sabe que contestar) A mi?... la repostería…

BALB: (cortando) Le encanta…. Me lo decía cuando veníamos en el auto….

ABUE: Entonces vamos a tener mucho que hacer juntas. (Levantando la copa) Por la noche más feliz de mi
vida! Por tu tierra Isabel!

MAUR: Usted también Genoveva. Todo lo que está en esta casa es de la familia

TODOS. Salud!

GENO: Salud… y felicidades!

ISA: (Tomando) Maravilloso… tiene que darme la receta… o es un secreto de familia?

ABUE: Para ti ya no puede haber secretos en esta casa

BALB: Puede retirarse Genoveva.

GENO: A qué hora el desayuno?

MAUR: Nunca tenemos hora.

GENO: Hasta mañana… y bienvenidos…(mutis)

TODOS: Hasta mañana.

ABUE: (Después de una pausa, a Mauricio) Eso del frío en el río…. Que corta como un cuchillo, no será
verdad no?

MAUR: Qué saben aquí lo que es el frío. Que te diga Isabel si es bueno bañarse en los torrentes con espuma
de nieve.

ISA: (lo mira con odio y no sabiendo que decir) Aquellos torrentes blancos, con los salmones saltando contra
la corriente

ABUE: Recuerdo: eso me lo escribiste cuando el viaje por el San Lorenzo. No fue allí donde grabaste mi
nombre en un roble?

MAUR: (buscando la mirada de Balboa) Allí fue.

ABUE: Me gustaría tanto oírtelo a ti mismo

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Y
Sale Isabel y se sienta vengativa y con hermosura:

Isabel: Cuéntale Mauricio, cuéntale.

MAUR: La excursión a los grandes lagos? …

Isabel: Cuéntale Mauricio, cuéntale.

Mau: imagínate un trineo tirado por catorce perros con cascabeles. Ahí: los rebaños de ciervos. Allá: los
bosques de abetos como una navidad sin fin… al fondo, el mar dulce de los cinco lagos, con las montañas
altísimas metiendo la cresta de nieve en el cielo…

ABUE: Pero cómo? Hay montañas en la región de los lagos? (Balboa tose)

Salta Isabel y lo defiende:

ISA: Ah, Mauricio es un exagerado y a cualquier cosa llama montaña. Una vez vimos un gato montés subido a
un árbol y se pasó una semana hablando del tigre y la selva.

MAUR: Quise decir colinas. En Nueva Escocia, como es tan llano, cualquier colina parece una montaña.

ABUE: Pero Nueva Escocia está al este. Qué tiene que ver con los cinco lagos que están en la otra punta?

MAUR: (discutiéndole) Ah si? De manera que está al este?

ABUE: Y vas a decírmelo a mí, que he seguido todos tus viajes en el atlas grande del abuelo…

BALB: (tose de nuevo, salva la situación) Un gran país el Canadá eh! Otra copita?

MAUR. Si, gracias.

ABUE. A mí también

BALB: (A Mau) Y, qué tal tus negocios?

MAUR: Cuáles?

Isabel salta a defenderlo de nuevo.

ISA: Cuáles van a ser? Las casas, los grandes hoteles.

ABUE: Has hecho alguna iglesia?

MAUR: No, arquitectura civil nada más.

ABUE: Qué lástima! Me hubiera gustado verte resolver a ti el problema de las catedrales góticas: un tercio de
piedra, dos tercios de cristal.

MAUR: También has estudiado arquitectura abuela?

16
Y
ABUE: No entendía una palabra, pero era una manera de acompañarte desde lejos, cuando los exámenes.
Querrás creer que todavía recuerdo algunas fórmulas? “La cúpula esférica, suspendida entre cuatro triángulos
curvos, debe tener el diámetro igual a la diagonal del cuadrado del plano”… (a Mauricio) por qué me miras
con esa cara? No es así?

Todos la miran extrañada.

MAUR: (a Balboa) Es así?

BALB: (Ríe nervioso) Ah, qué bromista! Y me lo pregunta a mí. Otra copita Mauricio?

MAUR: Un vaso para mí.

ABUE: Bien dicho! A mí también!

BALB: No, tú no. Que se te suba a la cabeza tu nieto, pase, pero con este vino casero hay que tener cuidado.

ABUE. La última de verdad…Fernando…Fernandino… un dedito, así, así no más…así… (pausa, le sirve


Balboa muy poco) Tacaño!

MAUR: la cúpula esférica suspendida…. Eres formidable abuela!

ABUE: tu oficio es el mejor de todos. Los hombres, a hacer casas; las mujeres, a llenarlas…. (levanta su copa)
y viva la arquitectura civil!!!

Todos brindamos.
Mauricio: Vamos abuela a descansar

ISA: Vamos abuela, hay que descansar.

ABUE: Esta noche? Dormir yo esta noche, después de esperarla veinte años? Esta noche no me lleva a mí a la
cama ni la guardia montada del Canadá! (bebe)

BALB: Por tu bien Eugenia….

ABUE: Y ahora música Isabel! Las ganas que tenía yo de oírte tocar aquella balada irlandesa:”My Hert is
waiting for you”

ISA: Qué?!

ABUE: No se dice así en inglés?

ISA: (aterrada) Oh, yes, yes….

ABUE. Es la canción que más me gusta. La misma que tú estabas tocando el día que Mauricio te conoció, te
acuerdas?

ISA: Oh, yes, yes….

ABUE: Al piano, querida, al piano!

BALB: Eugenia, no seas loca, música a estas horas…

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Y
MAUR: (llevando aparte a Isabel) Sabes tocar el piano?

ISA: El Bolero de Ravel, con un dedo!

MAUR: abuela te tengo q contar un secreto, cada vez que Isabel toca está balada sucede algo grave

(en ese momento, se oye el cristal de una copa que se rompe. Isabel, de espaldas al público, da un grito y retira
la mano) No te dije? Qué ha ocurrido?

ISA. Ay me corté.

ABUE: trae el licor

ISA: No es un corte nada más.

BALB: Pronto, iré a buscar alcohol y una venda…

ABUE: Deja, con el licor y el pañuelo es lo mismo…. Así… pobre hija, te duele?

Mauricio: abuela va a tomar nuevamente?

Abuela: No es para la heridas.

ISA: No es nada. Lo único que lamento es haber dejado a la abuela sin música.

MAUR: No, sin música no. Voy a cantar algo que compuse yo mismo.

ABUE: Tú compones?

MAUR: En mis ratos libres. A ver, dice así:


Cu cu cu cu cuando salga el sol
Cu cu cu cu florecerá el amor
El sol dijo quizá,
La luna dijo no
Cuando dirá sí
El cucu del amor
Cu cu cu cu cuando salga el sol
Cu cu cu cu florecerá el amor
Te gusta?

ABUE: (ríe) Tuya tenía que ser.

Mau: Le gusto abuela?

Abuela: Dedícate a la arquitectura.


Y ahora todos, todos juntos otra vez. (cantan todos juntos hasta que la abuela se indispone)

ISA: Abuela! Está bien?

ABUE: Ah, este corazón mío…

18
Y
BALB: Basta, a descansar…

ABUE: Tengo que acostarme ya? Tan pronto?

ISA: Si.Mañana seguiremos.

ABUE: Mañana… con lo largas que son las noches. Que descanses Mauricio. Hasta mañana hija.

Mau: Isabel acompaña a la abuela a su cuarto.

Isabel ma acompaña.

BALB: (yéndose con la abuela, a Mauricio) Si tienes costumbre de leer antes de dormir, ya sabes donde está la
biblioteca. Quieres algún libro en especial?

MAUR: (Aparte) Si, un tratado de arquitectura y un atlas del Canadá!

Balb: Ah y también tengo libros para aprender a cantar.

ABUE. Vamos Fernando. Ah, y mañana… la balada irlandesa eh?

Mauricio: si abuela, la balada irlandesa.

Isabel la acompaña y vuelve.

MAUR: (Suspirando aliviado y dejándose caer en un sillón) Vaya, por fin salimos del paso.

ISA: Ojalá termine todo aquí. Yo no he sentido una angustia más grande en toda mi vida

MAUR: Realmente la señora es peligrosa. Tiene una memoria inexorable!

ISA: Qué sería de esa pobre mujer si de pronto descubriera la verdad?

MAU: De nosotros depende.

ISA: Y mañana esta farsa otra vez. Hasta cuándo?

MAUR: Solamente unos días. Después un falso cable llamándonos urgentemente, y ahí queda el recuerdo para
siempre.

ISA: Por qué me encargó esto a mí? No puedo más Mauricio, no puedo!

MAUR: (tomándola por los hombros) tranquila! Tanto miedo tienes?


ISA: Por ella tuve que hacer un esfuerzo para no gritar y pedirle perdón. Es un juego demasiado cruel.

MAUR: Ah, lo que me temía, el corazón metiéndose en la comedia. Así no iremos a ninguna parte.

ISA: He hecho todo lo que pude. No me he portado bien?

MAUR: Al principio sí. Aquella timidez de la llegada; la escena de la evocación, muy bien. Pero después,los
besos, el primero demasiado paternal y el segundo demasiado apasionado para un matrimonio de tres años...
aquel sollozo cuando te echaste en sus brazos ( es interrumpido por Isabel)

19
Y
ISA: No podía más. También yo sé lo que es vivir sola, y esperando.

MAUR: El arte no se hace aquí señorita (se señala el corazón), se hace aquí, aquí. (se señala la cabeza)

ISA: Usted no se emocionó ni un momento?

MAUR: La emoción auténtica no es artística. Por ejemplo: te fijaste con que ilusión me comí la torta de nuez
con miel de abejas?

ISA: Si

MAUR: Si hay algo que odio, son las nueces y la miel.

ISA: Entonces aquel temblor en la voz al verla por primera vez…

MAUR: Es un recurso elemental; hasta los racionistas del teatro lo saben…

ISA: (pausa) Entonces… de verdad crees que el arte vale más que la vida?

MAUR: Siempre. Mira ese jacarandá del jardín. Hoy vale una flor y sombra. Pero mañana, cuando se muera,
como mueren los árboles, en silencio y de pié, nadie volverá a acordarse de él. En cambio, si lo hubiera pintado
un gran artista, viviría eternamente. A otra cosa más! No me trate más de usted. Recuerde que soy tu marido.

iSa: Ni cuando estamos solos?

Mauricio: Ni cuando estamos solos. Sabes tú cómo hacen los amantes inteligentes para no equivocarse en
público?

ISA: No

MAU: en la intimidad siempre se tratan de usted. Nosotros tenemos que hacer lo mismo. Pero al revés.

ISA: Perdón.

MAUR: Pero no sería justo si no elogiara también los aciertos.

ISA: He tenido algún acierto? Cuál?

MAUR: el truco para no tocar el piano...como lo has hecho?

ISA: Ah, la mano herida… estuvo bien?

MAUR: Ni yo mismo lo hubiera hecho mejor. Con qué te pintaste la sangre? Con la barra de los labios?

ISA: (Pausa corta) Sí, con un lápiz labial.

MAUR: Lo imaginé. Felicitaciones! (le aprieta la mano e Isabel se queja) qué te pasa?

ISA: Nada… (intenta irse pero él la detiene y le arranca el pañuelo)

20
Y
MAUR. Pero te has clavado el cristal de verdad?

ISA: No se me ocurrió otra cosa. Una mentira hay que inventarla, ( saca la mano) en cambio la verdad es tan
fácil. Buenas noches. (intenta salir)
MAUR: (deteniéndola) no te ofenderás si te digo una cosa?

ISA. Dí.

MAUR: Tienes demasiado corazón. Nunca serás una artista de verdad.

ISA ( le duele mucho lo que él le dice) : Gracias. Es lo mejor que me has dicho esta noche. (pausa) y tú no te
ofendes si yo te digo otra?

MAUR: Adelante

ISA: Si algún día tuvieran que desaparecer del mundo todos los árboles menos uno… me gustaría que fuera ese
jacarandá. Perdonada?

MAUR: Perdonada.

ISA: Buenas noche Mauricio (sale)

MAUR: Buenas noches Marta Isabel

FIN SEGUNDO ACTO

TERCER ACTO

AL QUEDAR MAURICIO SOLO, SE ASOMA HELENA DISFRAZADA

HELENA: Shhhhh, shhhhh!!! Señor! Señor!

MAUR: Helena?

HELENA: Si, soy yo… no me conoció verdad? Jajaja… este disfraz que me prestó el F 48 está fantástico!
Jajja.. nadie me reconoce

MAUR: Helena, se puede saber que hace aquí?

HEL: O si me conoció? Me conoció no es cierto? Pero cómo se dio cuenta? Si estoy disfrazada!!!!!

MAUR: Pero su voy es imposible de disfrazar Helena… se puede saber qué hace aquí y cómo entró?

HEL: Ah! Entré por la ventana que da al jardín que estaba abierta!

MAUR: Pero es una locura, cualquiera puede verla

HEL: Por eso me disfracé señor! Es que llamé varias veces y siempre atiende esa señora, el ama de llaves, que
entre nosotros, tiene una voz de pocos amigos que ni le cuento… yo quería hablar con usted señor! El último
llamado lo hice de un teléfono que hay en un almacén que está en la esquina. Le quería comentar que ya está
todo arreglado el temita ese de los barcos griegos…

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Y
MAUR: Ah, sí, su idioma predilecto!

HEL. Si, señor, es mi idioma predilecto! Por algo me casé con un griego jajaja… (al ver que Mauricio la mira
con mala cara) … disculpe señor! Y dígame, cuénteme, coménteme, cómo anda todo por aquí?

MAUR: Todo sobre ruedas Helena

HEL: Ah, andan en automóvil entonces jajajaja

MAUR: Helena por favor, deje sus chistes de lado… la abuela es un encanto

HEL: Y la señorita nueva?

MAUR: Isabel? Feliz y progresando día a día. Si fuera por ella nos quedaríamos aquí toda la vida. Pero llegó el
momento de bajar el telón. Prepare un cable del Canadá con el siguiente texto, anote

HEL: Anotar? Ahora?

MAUR: Sí, ahora Helena, y apúrese por favor, que tengo miedo que alguien la vea aquí

HEL: Es que….

MAUR: Qué pasa ahora?

HEL: No… es que no traje nada para anotar, ni mi anotador ni mi pluma… no vine preparada para anotaciones
señor!

MAUR: A ver… (toma o de su bolsillo o de una mesita, papel y lápiz)… tome, anote aquí…

HEL: Sí señor, diga… dele, apúrese, no sea cosa que alguien me vea

MAUR: (mirándola con cara de “no puede ser”) Es lo que le estoy diciendo desde que la vi Helena, que
alguien puede descubrirnos… Anote… “ Aprobado oficialmente proyecto casas baratas barrio obrero. Urge
presencia inmediata. Firma: Hamilton… repita…

HEL: Si, sí señor… (intentando leer con dificultad lo que escribió como si no entendiera su propia
letra)…Aprobado oficialmente proyecto casas… batatas…

MAUR: Baratas Helena, baratas…

HEL: Sí, eso eso, baratas… barrio obrero. Urge presencia inmediata. Firma: firma….

MAUR: Hamilton Helena, Hamilton

HEL: Es lo que iba a decir, Hamilton…. Listo, todo anotado! Qué suerte la suya de tener una secretaria como
yo eh! Ja…

MAUR: Sí, mucha suerte… muy bien. Hágalo llegar mañana temprano y por la tarde dos pasajes falsos de
avión. Nada más! Gracias Helena, y ahora vaya, vaya que es muy peligroso que alguien si alguien la ve aquí!

HEL: Sí, señor! Ya me voy, pero despreocúpese, con este disfraz quién me va a reconocer… adiós, adiós… (se
va y antes de salir, se vuelve a Mauricio)… señor… shhh, shhh

22
Y
MAUR: Qué pasa ahora Helena?

HEL: Estuve bien?

MAUR: Vaya! Vaya!!! (sale)

ABUE: (Entrando seguida por Genoveva, nerviosa) No, no Genoveva, no puede ser. Por más vueltas que le
doy no acaba de entrarme en la cabeza. Está usted segura?

BENO: Tampoco yo quería creerlo, pero cuando le digo que lo he visto con mis propios ojos….

ABUE: Hay que poner esto en claro de una vez, y cuanto antes mejor.

GENO: Y si fuera yo la que está equivocada?

ABUE: No sería usted sola. También yo he ido atando cabos. Ya me decía el corazón que algo extraño había
aquí. Dónde está Isabel?

GENO: Va a hablarle?

ABUE: Y ahora mismo. Dónde está Isabel?

GENO: Regando las hortensias.

ABUE: Llámela. (mutis Genoveva)

ISABEL: (entrando, al rato, con un ramo de hortensias) Me llamaba?

ABUE: Acércate. Mírame de frente y contesta sin vacilar. Qué me andas ocultando todos estos días?

ISA: Yo? ( Acomodando las flores)

ABUE: Los dos!

ISA: Abuela!

ABUE: Sin desviar los ojos. Contesta!

ISA: No la entiendo.

ABUE: De sobra entiendes, y es inútil seguir fingiendo. Comprendo que es una confesión demasiado íntima,
quizá dolorosa, pero te estoy hablando de mujer a mujer. Isabel, qué pasa entre Mauricio y tú?

ISA: Qué es lo que está sospechando?

ABUE: No son sospechas hija. Es la realidad. Esta mañana, cuando Genoveva subió el desayuno, tú estabas
durmiendo en tu cuarto sola. Mauricio estaba durmiendo en la habitación de al lado. Puedes explicarme qué
significa eso?

ISA: (Aliviada) Ah, eso? Y eso era todo? (Ríe)

23
Y
ABUE: No veo que tenga gracia

ISA: Perdone, es que hablaba usted en un tono… como si hubiera descubierto algo terrible.

ABUE: Te parece poco? Por lo pronto, un matrimonio que duerme separado, es una inmoralidad. Pero puede
significar algo peor: un amor terminado

ISA: Pero no abuela! Como puede siquiera pensarlo?

ABUE: No tendría motivos?

ISA: Ninguno. Simplemente, lo que pasa, es que por la ventana del jardín entran mosquitos. Mauricio no puede
resistirlos.

ABUE: Y tú si? Que matrimonio es éste que se deja separar por un mosquito?

ISA: Es que… no era uno, ni dos, ni tres. Era una plaga

ABUE: Ni aún así! Cuando yo tenía tu edad no me hubiera separado de mi marido ni las diez plagas de Egipto.

ISA: Ha llegado a pensar que Mauricio y yo no nos queremos?

ABUE: Podrías jurarme que eres completamente feliz?

ISA: Escuche abuela (se arrodilla al lado de la abuela) cuando yo era niña, mi madre me decía “querida”, y
era una palabra. Cuando iba a la escuela, la maestra me decía “querida”, y era otra palabra. Pero la primera vez
que Mauricio me dijo “querida”, aquello ya no era una palabra. Era una cosa viva que se abrazaba a las
entrañas y hacía temblar las rodillas. Qué me importa que Mauricio no me mire si él me dio fuerzas para
esperarlo todo! Si no hace falta que nos quieran… si basta querer para ser feliz abuela, feliz…feliz…(termina
llorando sobre las rodillas de la abuela)

ABUE: Basta criatura, basta! Hasta hace un momento tenía la preocupación de que no le querías bastante, y
ahora casi das miedo verte quererle tanto

MAUR: (Entrando) confidencias de suegra y nuera? Uhm, malo para el marido

ABUE: Por qué supones que estábamos hablando de ti?

ISA: Cosas de mujeres

MAUR: Me lo imaginé. Hablando de trapos seguro.

ABUE: Seguro. Dios te conserve el olfato hijo. A los hombres tan inteligentes como tú, no les vendría mal, de
vez en cuando, bajar de las nubes… y darse una vuelta por esta pobre tierra.

MAUR: abuela , por qué has llorado?

ABUE: Algunas mujeres tienen una extraña manera de ser felices. (saca de un cajón una cajita de cartón) toma
hijo, por si te hace falta.

24
Y
MAUR: Qué es esto?

ABUE: (casi saliendo) contra los mosquitos hijo, contra los mosquitos… (Mutis)

MAUR: Qué mosquitos’

ISA: Unos que he tenido que inventar. Esta mañana Genoveva te encontró durmiendo en la habitación de
huéspedes. ( bajito)

MAUR: El único día que se me olvidó echar llave.

ISA: No te preocupes, que ya está arreglado

MAUR: No habrá sospechado nada?

ISA: Nada. A tu lado se aprende a mentir con tanta naturalidad…(ironía)

MAUR: Es una manera muy delicada de llamarme embustero.

ISA: Es un elogio profesional.

MAUR: Afortunadamente ya queda poco. Mañana temprano recibiremos un cable del Canadá y por la tarde
dos pasajes de avión.

ISA: Quiere decir que nos vamos ya?

MAUR: Ya. Helena se encarga de todo. Se acabaron los sobresaltos y esa especie de remordimiento que no te
dejaba dormir. Misión cumplida!... no estás contenta?

ISA: Mucho, muy contenta….

MAUR: Con esa cara, nadie lo diría.

ISA: Es que así, de pronto, duele un poco…

MAUR: No era que esta farsa era cruel, superior a tus fuerzas? Mira te he dado para empezar un trabajo difícil
y realmente lo hiciste bien. Te has convertido en una mujer casada feliz verdadera y ahora que baja el telón
otra vez el miedo?

ISA: solo yo sé lo que me costó entrar en esto. Veremos ahora lo que me cuesta salir. Mañana?( Ella no se
quiere ir)

MAUR: Mañana. La despedida, es lo más fácil de todo: un pequeño temblor en la voz, largas miradas a la casa
como si fueras acariciando uno por uno todos los rincones… ni siquiera es necesario hablar. De vez en cuando
sin querer una cosa que se cae en silencio tiene más emoción que una palabra. Por qué me miras así?

ISA: Te admiro

MAUR: Ironías otra vez?

ISA: Sin ironías. Te admiro de verdad. Es asombrosa esa manera que tienen los soñadores de no ver claro más
que lo que está lejos. Dime Mauricio, de qué color son los ojos de la Gioconda?

25
Y
MAUR: Uhm… aceituna oscuro

ISA: De qué color son los ojos de las sirenas?

MAUR: Verde mar

ISA: De qué color son los míos?

MAUR: Los tuyos… (duda. Se acerca para mirarla. Ella entorna sus párpados, él sonríe) no lo tomes a mal.
Parecerá una desatención, pero te juro que en este momento tampoco sabría como son los míos.

ISA: Pardos, tirando a avellana. Con una chispita de oro cuanto te ríes. Con una niebla gris cuando hablas y
estás pensando en otra cosa.

MAUR: Perdón

ISA: No es nada. Y si mañana, al hacer los baúles, se me resbala algo de las manos, así sin querer, pierde
cuidado que no será la emoción; sólo será porque he tenido un buen maestro. Gracias Mauricio.
(Pausa. Isabel sale hacia el jardín. Suena el timbre de la puerta. Entra Balboa seguido por Genoveva)

Entra el abyelo

BALB: (A Mauricio) No era éste el libro que andabas buscando? “los últimos descubrimientos de la
arqueología”

MAUR: No tiene interés. He hecho yo un descubrimiento sensacional.

BALB: Tú? Cuándo?

MAUR: Ahora mismo. Después de largar excavaciones, acabo de descubrir que soy un perfecto imbécil.
(llama) Isabel! (sale hacia el jardín)

GENO: (volviendo) Es una visita para el señor

BALB: A estas horas! No espero a nadie ni estoy para nadie

OTRO: (entrando) Para mí, sí! He hecho un viaje demasiado largo para que se me cierre la puerta en la cara.

BALB: Con qué derecho entra así en mi casa? Déjenos Genoveva. (ella sale) Quién es usted?

OTRO: (avanza, tira su sombrero sobre un sillón) tanto he cambiado en veinte años?

BALB: Mauricio!!!!

OTRO: No veo que sea para asombrarse así, como si fuera un fantasma. No recibiste mi cable?

BALB: No es posible… el Saturnia se hundió en alta mar con todo el pasaje

26
Y
OTRO: Y tú te alegraste al saberlo verdad? Es natural. La mancha de la familia lavada para siempre. Pero ya
ves, cuando se lleva una vida como la mía nunca se viaja como se anuncia ni con el nombre propio. La policía
suele se muy curiosa!
BALB: Basta Mauricio, a qué vienes?

OTRO: La conciencia tranquila?

BALB: Hice lo que debía, y si es necesario volvería a hacerlo cien veces.

OTRO: Ahora me temo que no podrías. Aquel muchacho de entonces ya está un poco más duro.

BALB: Es una amenaza?

OTRO: Una advertencia. Sé por experiencia que no hay caminos hechos para nadie; cada uno tiene que abrirse
el suyo como pueda. Y el mío, hoy, pasa por esta casa.

BALB: De una vez, qué es lo que vienes a buscar?

OTRO: Vine a reclamar mis derechos: todo lo que me quitaste en una sola noche: una vida regalada, una buena
mesa, una familia honorable…

BALB: No habrás pensado quedarte a vivir aquí?

OTRO: No, estate tranquilo. Soy razonable, voy a conformarme sólo con una parte. En una palabra… necesito
dinero1

BALB: Cuánto?

OTRO: Por mucho que lo sienta, no puedo hacerte precio de amigos. Estoy comprometido gravemente, no con
la policía, a eso ya estoy acostumbrado. Ahora es con los compañeros, y esos no perdonan.

BALB: No quiero detalles. Cuánto?

OTRO: Doscientos mil

BALB: Estás loco? De dónde piensas que puedo sacar yo esa cantidad?

OTRO: Desde luego no esperaba que la tuvieras en el bolsillo. Pero puedes encontrarla… y sin ir muy lejos…
sin salir de aquí. Si no he calculado mal, solamente esta casa vale el doble.

BALB: La casa! Vender esta casa?

OTRO: Por qué no?

BALB: Serías capaz de dejarnos en la calle?

OTRO: No me dejaste tú a mí hace veinte años?! Todavía me arden tus dedos aquí!

BALB: Eso es lo que te trajo, verdad? No es sólo el dinero, es toda esa resaca de venganza y resentimiento

OTRO: Sería cosa de discutirlo, pero no tengo tiempo. Necesito esa cantidad mañana mismo

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Y
BALB: Ni mañana ni nunca!

OTRO: Despacio abuelo… tú tienes un nombre intachable. Te gustaría verlo en letras de escándalo en los
periódicos?

BALB: No puedo. Aunque quisiera, te juro que no puedo.

OTRO: De tí no me extraña, pero hay alguien que no me dejará morir estúpidamente junto a un farol pudiendo
salvarme. Dónde está la abuela?

BALB: No! La abuela no! Pediré a mis amigos, reuniré lo que pueda. Llévate las alhajas…

OTRO: No he venido a pedir limosna. Vengo a buscar lo mío y sabes bien que la abuela no sería capaz de
negármelo. Por qué no quieres que hable con ella?

BALB: Mauricio, por piedad, la abuela no sabe nada de tu verdadera vida.

OTRO: Ahá!... dónde está la abuela? (intenta ir hacia el dormitorio pero Balboa lo frena)

BALB: Piensa en todo lo que puedes destruir en un momento?

OTRO: No tengo tiempo que perder! A un lado!

BALB: No!, de aquí no pasas1

OTRO: (Sujetándolo) No habrás pensado que puedes levantarme la mano otra vez no? A un lado! (lo aparta
con violencia, grita) abuela… abuela!...

MAUR. (entrando) Silencio! Cuando un hombre está dispuesto a todo no grita. Salga conmigo

OTRO: Puedo saber quién es usted?

MAUR: Después. Ahora, en este momento, la abuela va a entrar por esa puerta, lo oye bien? Si pronuncia
delante de ella una palabra, una sola palabra, lo mato.

OTRO: A mí…?

MAUR: Por mi alma que lo mato aquí mismo! Silencio!

ABUE: (Entrando con Isabel, riendo)… en mi vida había oído un disparate igual… oh, perdón, creí que
estaban solos…

MAUR: No es nada, el señor está perdido. Yo voy a indicarle el camino. Vamos?

OTRO: Vamos

ISA: Mauricio!!! (se vuelven los dos)

MAUR: Es un momento Isabel. Enseguida vuelvo. (al otro) por aquí…

OTRO: Disculpen… (salen ambos)

28
Y
FIN TERCER ACTO

CUARTO Y ÚLTIMO ACTO

EN EL MISMO LUGAR, AL DIA SIGUIENTE. EN EL SUELO HAY MALETAS

GENO: (Preparando una maleta) Los zapatos abajo, verdad?

ISA(Como ausente) Abajo

GENO: Y los vestidos, van bien doblados así?

ISA: Es igual. (se escucha el reloj. Isabel levanta la cabeza escuchando. Cuatro campanadas)

GENO: Por su bien, no ve que es peor callarse. Diga algo por favor!

ISA: Qué puedo decir?

GENO: Cualquier cosa. Como cuando uno tiene que pasar por un sitio oscuro y se pone a cantar. Con este
silencio parece un entierro

ISA: Algo de eso hay. Cuántos vestidos van es esa maleta?

GENO: Siete

ISA: Hacer un equipaje es como enterrar algo. Habló con la abuela?

GENO: Ni yo ni nadie, sigue encerrada en su cuarto sin mover una mano, ni despegar los labios.

ISA: Ella sabía que tarde o temprano tenía que llegar este momento. Es mía la culpa?

GENO: La culpa es del tiempo. Mi madre lo decía: hay un reloj de esperar y otro de despedirse. El de esperar
siempre atrasa. (Se le resbalan unos pañuelos) disculpe, no sé donde tengo las manos.

ISA: Genoveva, gracias

. (Entra Mauricio )

ISA: Hay alguna esperanza de arreglo?

MAUR: Ninguna.

ISA:como ninguna?

Mauricio: ninguna dentro de unos minutos entrara por esa puerta con la última palabra….//Isa vas a dejártelo
entrar así como nada
Mau . Es su casa tiene derecho , ese hombre está dispuesto a todo

ISA: No te reconozco. El primer día parecías un domador de milagros; no había una sola cosa que tú no
pudierqs embellecer.Por eso te seguí con los ojos cerrados. Ahora estás atado de pies y manos!

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Y
MAUR: Qué puedo hacer?

ISA: Confiésale tú mismo a la abuela toda la verdad

MAUR: Qué ganaríamos con eso?

ISA: Es como quitar una venda. Tú puedes hacerlo poco a poco. No esperes a que él se la arranque de un tirón.

MAUR: No puedo, no tendría valor. Vámonos de aquí cuanto antes!

ISA: A tu casa cómoda y tranquila? A divertirnos fabricando sueños que tienen este despertar? No Mauricio,
vuelve tú solo

MAUR: piensas quedarte aquí?

ISA: Ojalá pudiera. Pero tengo que salir de esta vida inventada, para volver contigo a otra tan falsa como ésta.

MAUR: Piensas volver a tu pasado ?

ISA: Parece increíble verdad? Esa es la gran lección que he aprendido aquí. Mi cuarto era frío por los cristales,
pero era un frío limpio. Tampoco había rosas, todo a mi medida, mío: mi pobreza, mi frío, mis geranios…

MAUR: No volverás a esa pobreza!

ISA: Quién va a impedírmelo?

MAUR: Yo

ISA: Tú?

No mauricioYa no hay maestro ni discípula. Te hablaré de igual a igual. Un día, una muchacha sola fue sacada
de su mundo y llevada a otro maravilloso. De pronto tuvo todo: familia, una casa, un amor de recién casada.
Pero ella no sabía medir y se entregó demasiado. Cuando el falso marido la besaba, le temblaban las piernas.
Ahora ya sé que mi soledad va a ser más difícil, y mis geranios más pobres y mi frío más frío. Pero son mi
única verdad, y no quiero volver a soñar por no tener que despertar otra vez.

MAUR: Por qué te empeñas en pensar que esa historia es sólo tuya? No puede ser la de los dos?

ISA: Qué quieres decir?

MAUR: Que también yo he necesitado esta casa para descubrir mi verdad. Ayer no sabía de qué color son tus
ojos. Quieres que te diga ahora cómo son a cada hora del día?

ISA: Mauricio!

MAUR: Siete noches te he sentido dormir a través de mi puerta. Me gustaría oírte respirar bajo el mismo
techo. Ahora lo único que sé, es que ya no podría vivir sin él. En tu casa o en la mía, qué importa! Cualquiera
de ellas puede ser la nuestra. Elige tú

ISA: Mauricio! (se echa en sus brazos)

MAUR: -Isabel…la besa. Suena el timbre de la puerta de calle) ahí está

30
Y
ISA: Déjame sola con él!

MAUR: Estás loca?

ISA: (Mientras pasa Genoveva a abrir la puerta) Quizás una mujer pueda conseguir lo que nos has conseguido
tú. (Lo besa rápido)

MAUR: Estás segura

ISA: No tengas miedo, ahora soy fuerte por los dos. (Sale Mauricio, entra Genoveva)

GENO: Es el mismo hombre de anoche. Pregunta por la señora.

ISA: Dígale que pase

GENO: (Al ver que el otro, ya ha entrado) No hace falta, por lo visto, es su costumbre. (sale Genoveva)

OTRO: Mi falsa esposa supongo…

ISA: Su falsa esposa.

OTRO: Mucho gusto. Por lo menos, no han elegido mal.

ISA: Gracias

OTRO: Ya estoy al tanto de todo lo que han armado aquí: las cartas, el matrimonio feliz, la emoción de la
abuela. Una bonita fábula con moraleja y todo. Lástima que se acabe tan estúpidamente.

ISA: No se ha acabado todavía.

OTRO: Por mi parte, si quieren seguirla, ya saben el precio.

ISA: Demasiado alto. Malvender esta casa, lo único que le queda a esos dos viejos para morir en paz.

OTRO: También yo puedo caer en una esquina si vuelvo sin dinero.

ISA: Es su última palabra?

OTRO: Su novio me pidió anoche un plaza para arreglar. Les he dado hasta ahora y basta! Hay plata o no hay
plata?

ISA: Usted sabe que es imposible!

OTRO: Eso vamos a verlo. Supongo que a la vieja la tienen encerrada en su cuarto verdad? No se moleste,
conozco el camino.

ISA: (avanza y le cierra el paso) Quieto! Ni un paso más!

OTRO: Le advierto que a mí nunca me han detenido las mujeres, las amenazas mucho menos! (Isabel
arrinconada)

31
Y
ISA: Por lo más sagrado, piénselo antes que sea demasiado tarde! Sabe que una palabra suya puede matar a esa
mujer?

OTRO: No será para tanto!

ISA: Desgraciadamente sí. Sólo esta ilusión la mantenía de pie, y un golpe así puede ser fatal.

OTRO: Tanto le interesa la vida de esa mujer?

ISA: Más que la mía propia.

OTRO: Entonces… para qué perder tiempo? Podemos plantear las cosas como a mí me gustan, un negocio
redondo. Doscientos mil vale la vida de la abuela, barato no?

ISA: Canalla! (intenta pegarle un cachetazo y en ese momento entra la abuela)

ABUE: Qué pasa aquí Isabel?

ISA: (abrazándola) Abuela!

ABUE: Si no me equivoco, el señor es el mismo que estuvo aquí anoche. Busca a alguien?

ISA: A nadie. Solo venía a despedirse (suplicante) verdad que se iba señor?

OTRO: No he hecho un viaje tan largo para volverme con las manos vacías.

ISA: ni le haga caso...No le escuche abuela, no le escuche!!!

ABUE: Estás loca? Qué manera es ésta de recibir a nadie? Déjanos! Parece que el señor tiene algo importante
que decirme

ISA: Él no! Se lo diré yo, después, solas las dos!

ABUE: Basta Isabel!!!! Sal al jardín y no vuelvas hasta que yo te llame

ISA: Pero abuela…

ABUE: Déjanos!!! (sale Isabel. Pausa) Por lo visto, debe ser grave. Quiere sentarse?

OTRO: No, gracias

ABUE: De modo que ha hecho un largo viaje para hablar conmigo. De dónde?

OTRO: Del Canadá

ABUE: Un hermoso país. Mi nieto también llegó de allá hace unos días. Conoce usted a mi nieto?

OTRO: Mucho. Por lo que veo, mucho mejor que usted misma

ABUE: Es que he estado separada de él tantos años…. El día que se marchó de esta casa…

OTRO: El día que lo expulsaron sin razón!

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Y
ABUE: Exacto. El día que el abuelo lo expulsó de esta casa, tuve miedo por él. Era un cabeza loca, pero yo
sabía, estaba segura de que había de volver pensando en mí…. Y así fue.

OTRO: No me explico como ha podido tragarse ese cuento….

ABUE: No comprendo

OTRO: Dígame señora, no se le ocurrió pensar que esas cartas pudieran ser falsas?

ABUE: Falsas?

OTRO: Todo! Las cartas, esa historia ridícula, y hasta su nieto en persona!

ABUE: Usted está insinuando que ese muchacho feliz no es mi nieto? Que el mío verdadero…. La última gota
de mi sangre… es este pobre canalla que está frente a mí?

OTRO: Abuela!

ABUE: Y para dar ese golpe a una pobre vieja has atravesado el mar? Puedes estar orgulloso. Es una hazaña de
hombre1

OTRO: Basta! De manera que también estabas metida en esta farsa?

ABUE: No. No lo supe hasta anoche. Aquel segundo que te vi me abrió los ojos de repente. Después no me
costó trabajo obligar al abuelo a confesar… has ido directamente a la llaga con tus manos sucias…adonde más
dolía!!!

OTRO: No podía hacer otra cosa abuela. Necesito el dinero para salvar la piel!

ABUE: “Doscientos mil vale la vida de la abuela”… no Mauricio…no vale tanto. Por una sola lágrima te la
hubiera dado entera. Pero ya es tarde para llorar. Qué esperas ahora? Ni un centavo por esa piel que no tiene
dentro nada mío!

OTRO: Vas a dejarme morir en la calle como un perro?

ABUE: No es tu ley? Ten por lo menos la dignidad de caer en ella

OTRO: Piensa que no solamente pueden matarme, también puedo tener que matar yo!!!

ABUE: Basta Mauricio! Si algo te queda de hombre, sal de esta casa ahora …. Ahora mismo!

OTRO: Tanto te estorba mi presencia?!

ABUE: Ni un momento más!!! No ves que se me acaban las fuerzas… y no quiero caer delante de ti. Fuera!!!

OTRO: Tuya será la culpa!

ABUE: Fuera! Fuera!!!!

OTRO: Tuya, tuya!

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Y
ABUE: Fuera, fuera!!!! (sale el otro)

BALB: (entrando luego de una pausa) Mi pobre Eugenia…. No te dije que iba a ser superior a ti?

ABUE: Ya ves que no. El dolor fuerte ya pasó. Lo malo es la huella que deja. Esa pena que viene después en
silencio y que va envolviéndote lenta, lenta… pero a esa ya estoy acostumbrada, somos viejas amigas. (Pausa)
los muchachos no habrán oído nada, verdad?

BALB: No piensas decírselo?

ABUE: Nunca. Les debo los mejores días de mi vida. Ya hora soy yo la que puede hacer algo por ellos. (pausa,
llama) Mauricio… Isabel…

BALB: Pero de dónde vas a sacar fuerzas?

ABUE: Es el último día Fernando. Que no me vean caída. Muerta por dentro, pero de pie, como un árbol!
(entran Isabel y Mauricio) Pero, qué caras tan tristes son esas? Ya habrá tiempo mañana

ISA: Se fue ese hombre?

ABUE: En este momento. Qué tipo extraño! Dice que ha hecho un largo viaje para hablarme, se queda
mirándome en silencio, y al final se va como había venido

MAUR: Sin hablar?

ABUE: Parecía que iba a decir algo importante, pero de pronto se le quebró la voz y no pudo seguir.

ISA: Ni una palabra?

ABUE: Una sola: perdón. Tú lo entiendes? Algún loco. (trans) cerraste el equipaje?

ISA: Todavía hay tiempo

ABUE: (A Balboa) Córtales un tallo del jacarandá. Les gustará llevárselo como recuerdo. Ah! Y la receta del
licor, no se nos vaya a olvidad a última hora. (a Mauricio) tienes lápiz y papel?

MAUR: Si abuela (se lo da a Isabel)

ABUE: Anota hija, anota y a ver como te sale. Todas las mujeres de esta casa lo hemos hecho bien. Anota:
agua destilada y alcohol en partes iguales… cuándo sale el avión?

MAUR: Mañana… al amanecer…

ABUE: Al amanecer…. Mosto de uva pasa, un cuarto, moscatel…. Me seguirás escribiendo Isabel?

ISA: Si abuela, siempre, siempre…

ABUE: Me gustará ver los bosques y los trineos…. Dos claras batidas a punto de nieve. Y el día de mañana…
cuando tengan un hijo…. Un hijo…. (Pausa) cáscara de naranja amarga, bien macerada…. Una corteza de
canela en rama para perfumar…. Dos gotas de esencia de romero….
FIN TELON FIN
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