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Latesisde Church
Latesisde Church
Por
Georg Kreisel
Traducción de
Georg Kreisel, “Church’s Thesis and the Ideal of Informal Rigour”, en Notre Dame Journal of
Formal Logic, volumen 28, número 4, pp. 499-519. Derechos reservados, 1987, Universidad de
Notre Dame. Todos los derechos reservados. Republicado por permiso del titular de los derechos de
autor y del editor actual, Duke University Press. www.dukeupress.edu
2
Introducción IR, abreviatura de “informal rigour” [rigor informal], es una idea
venerable en la amplia tradición de analizar de manera precisa nociones comunes o, como
se dice a veces, nociones implícitas en el razonamiento común. CT, abreviatura de
“Church’s thesis” [tesis de Church], concierne a la noción común de computabilidad
efectiva, y es así un candidato para IR.
Como sucede con otros ideales y, de manera más general, con otros objetivos, hay
dos etapas posiblemente alternándose al trabajar con IR: primero, las posibilidades de
perseguir IR, y segundo, de examinar la persecución, esto es, su contribución al amplia
área de conocimiento a la que pertenecen las nociones en cuestión. Parte de la examinación
consiste en encontrar medidas apropiadas para la contribución que, al menos de manera
general, no estén dadas como parte de los datos.
Hay una buena cantidad de literatura sobre estos asuntos, incluyendo doctrinas
extrañas sobre algún tipo de imposibilidad lógica de persecución o examinación o ambas;
pero también sobre su papel central para el conocimiento. (¿Con qué otra cosa deberíamos
empezar si no es con nociones comunes?) Dichas frustradas y frustrantes payasadas no son
infrecuentes cuando simplemente no hay nada en absoluto gratificante que decir al nivel de
generalidad en el que suelen discutirse las ideas involucradas. Ser específico tampoco es
una panacea, porque los contraejemplos son susceptibles de evaporarse con distinciones
simples.
¿Qué, si es que hay algo, debe hacerse con tales ideas? Ocasionalmente es mejor
relegarlas a aquellas cosas tontas que debemos aprender a olvidar. Pero a menudo hay una
alternativa que ha sido exitosa en la tradición científica, al menos cuando se ha acumulado
un cuerpo de conocimiento que está, o puede estar, más o menos íntimamente relacionado
con algunas de las ideas en cuestión, y tiene suficientes consecuencias para juzgar su
significancia (en contraste con los contraejemplos “específicos” aludidos arriba). La
experiencia muestra que las interpretaciones de tal conocimiento en términos de aquellas
ideas ocasionalmente revelan no sólo nuevos aspectos de él, sino también niveles de
generalidad más gratificantes para las ideas. Una directiva familiar para este tipo de
investigación es: dégager les hypothèses utiles. Ya que se ha hecho mucho trabajo
alrededor de CT, también es un candidato al uso para examinar IR.
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Puede habérsele escapado al lector que el último párrafo es menos inocente de lo
que suena.1 Por un lado, la directiva entra en conflicto con la piadosa esperanza de que los
resultados hablarán por sí mismos, esto es, sin ninguna formulación de condiciones
explícita, las así llamadas hipótesis. Por otro lado, al menos tal como entiendo aquí la
directiva, es una cuestión de experiencia descubrir si las formas literarias de la lógica
matemática u otras partes de las matemáticas suministran formulaciones más efectivas. Las
alternativas son metáforas, comentarios, o cualquiera de los muchos otros dispositivos
disponibles para decir memorablemente lo que puede mostrarse sólo débilmente, o
viceversa. (Bon mots desempeñan aquí el papel de teoremas en las matemáticas.) Esta
apelación a la experiencia al elegir el estilo de formulaciones está, desde luego, en conflicto
con las así llamadas doctrinas empiristas de lo que “debería” ser efectivo o, para el caso,
claro, preciso, y lo que se quiera.
1
Más adelante hay otras advertencias en contra de tal apariencia de inocencia. Están incitadas por una queja
de un miembro de la audiencia en una conferencia de junio de 1986 en Utrecht, donde se presentó una versión
anterior de este artículo. El quejoso encontró al párrafo incontrovertido. (Desde luego, quiso decir “aburrido”,
porque no hay virtud en ser controvertido excepto quizá entre disidentes profesionales.) Aprovecho esta
oportunidad para agradecer no solamente esta crítica, sino también a los lógicos de Utrecht por su
hospitalidad, y a la Fundación Ford por una beca que apoyó el trabajo del artículo.
4
La sección final revisa lo que, en mi opinión apropiadamente, se ha llamado el valor
cultural del trabajo sobre CT. Es un caso particular de una perspectiva amplia sobre los
fundamentos lógicos que parece estar extendida, aunque no tenga un nombre pegajoso.
La asunción es que, siempre que sólo tal noción pueda hacerse precisa sin convenciones
arbitrarias, el resto se seguirá automáticamente. El “resto” incluye la comprensión que se
necesita para reconocer si, y de qué modo, las definiciones precisas de las nociones en
cuestión contribuyen a resolver problemas que se presentan por sí mismos en el área a la
que pertenecen las nociones. Vista de este modo, la generalidad realza una noción porque
elimina preocupaciones inquietantes sobre la extensión exacta de tal área.
2
La frase se refiere al ideal epistemológico (a menudo citado, aunque extraño) de A. E. Housman de un
terrier irlandés. Cuando se le pidió definir la “poesía”, A. E. H. se refirió a los terriers que pueden oler una
rata, pero no definir “rata”. En distintas partes del mundo se tienen cerdos que gruñen cuando olfatean una
trufa.
5
de la más demandante segunda parte de la asunción maestra – en línea con la perogrullada
de que dudas dudosas oscurecen problemas genuinos.
2 Base (ctd.): preliminares sobre CT, usados aquí genéricamente para varias relaciones
en la literatura entre la noción matemática de recursividad y la(s) noción(es) común(es)
de computabilidad efectiva Originalmente, se suponían computaciones numéricas, ahora
también sobre estructuras (de datos) abstractas. De manera más significativa, las relaciones
difieren con respecto a las idea(lizacione)s de los sistemas para los que han de ser efectivas
las reglas de computación.
6
La moderna terminología “procesamiento de datos” es mejor que “computación”,
porque nombra los parámetros que están descuidados en CT, que se ocupa de aspectos
lógicos (∀∃) , y así ignora detalles específicos de los datos procesados, y la estructura de
los procesadores. Entre los últimos están no sólo los de tipo digital o, equivalentemente, los
de tipo electrónico discreto, sino también computadoras análogas (al menos, de acuerdo con
la teoría clásica, por lo general no discretas), y desde luego nosotros mismos, las
computadoras más familiares (aunque sin ninguna teoría convincente del wetware, como se
le llama al cerebro en la jerga de la computación). Presumiblemente, nuestro procesamiento
de datos involucra elementos discretos y otros elementos, porque alguna de la información
procesada es más permanente, y los intentos por seguir reglas mecánicas son más propensos
al error de lo que parecería probable desde procesadores completamente no discretos,
respectivamente procesadores completamente discretos.
Hay una gran cantidad de literatura sobre la idea de la computadora digital perfecta,
que por lo tanto sólo será tocada más abajo. En su lugar, se han ido algunas variantes
descuidadas de CT, principalmente en las secciones 4-6, naturalmente con recordatorios
frecuentes de problemas que son o no son sensibles a los detalles de los procesadores
considerados.
7
Kleene U [ µ yT (e, x, y )] en la teoría de la recursión con la variedad de soluciones a,
En una veta distinta, el interés que tenemos aquí en unas pocas variantes de CT
entra en conflicto con un par de principios preciados en la literatura fundacional, en lados
opuestos de la escala, por decirlo así. Así, las palabras “esencia de la computación” son una
directiva a mirar para una variante o, equivalentemente, a lo que es común a todas aquellas
[variantes] consideradas aquí. Por otra parte, la homilía familiar “todo depende” (de
situaciones, propósitos, etc.) sugiere la necesidad de una matriz interminable de variantes,
ilustrada por ejemplo en interminables distinciones en ciertas partes de la así llamada
filosofía analítica. Cierto es que aparentemente no hay garantía de
8
natural”, donde, por ejemplo, literalmente se ignoran la mayoría de las metáforas naturales
o de los kenningar. En cualquier caso, hasta hace unos 50 años floreció la tradición en
cuestión. Ocasionalmente se utilizó una nueva palabra para una noción común, por ejemplo
“integral de Riemann” para “área bajo la curva y = f ( x) ” (al menos si f ( x ) ≥ 0 en el
intervalo considerado, de modo que “bajo” tenga sentido). Aquí, las propiedades de
monotonicidad y de aditividad de la noción común de área están establecidas por el tipo de
inspección mencionada, y después formalmente mostradas para determinar la medida de
esta área (para f apropiada).
En el siglo XIX, este tipo de rigor fue cultivado en elegantes, aunque ahora medio
olvidados, teoremas de representación. Incidentalmente, no sólo se analizaron nociones
geométricas con IR, sino también aquellas que pertenecen al bien llamado tema de la
mecánica racional, con nociones de un valor científico sin igual, incluyendo la
notoriamente imperfecta noción de líquido perfecto.
Durante el último siglo este estilo retrocedió, como muestra un vistazo a la literatura
matemática. En lugar de palabras comunes, tácitamente con sus significados comunes,
como “convexidad”, “dimensión”, etc., se introdujeron neologismos como “homotopía”, o
palabras sin ningún significado en absoluto, como “bien-comportado”. ¡Ciertamente, para
este tipo de palabra no puede suscitarse la cuestión de establecer definiciones que sean
correctas (en el sentido de IR)! CT tiene el brillo de originalidad inaudita (como la
generalidad al final de la sección 2) sólo si se ve contra esta base reciente, que se volvió
dominante justo por el tiempo cuando se formuló CT. Vale la pena detenerse un momento,
y revisar la literatura a la luz de lo que recién se ha dicho, incluso si tales asuntos están
demasiado entrelazados como para hablar de causa y efecto.
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Encontrar evidencia para el uso de una noción o incluso de una definición particular
(= descripción) de ella.
Como ya se dijo en conexión con la asunción maestra en la sección 1, este asunto es mucho
más demandante que el mero IR.
Que no haya error acerca de la pérdida involucrada. Cuando menos, sin trabas
doctrinarias de rigor formal, el conocimiento de nociones comunes y la deducción formal
pueden combinarse para establecer (nuevas) propiedades matemáticas. Quizá incluso más
significativamente, la experiencia con nociones comunes conduce sin dolor a áreas
(comunes) sobre las que queremos saber, donde tales propiedades matemáticas contribuyen
a conocimiento efectivo. En breve, para estas nociones la asunción maestra está
satisfecha: relativa a nuestro limitado apetito de conocimiento.
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representación, mencionada antes, que parecen suministrar formulaciones de conocimiento
más eficientes sobre las nuevas nociones comunes que la moda actual.
Conflictos con la literatura: en línea con la abstención de este artículo con respecto a la
extendida práctica4 que contradice verdades incómodas [home truths] abstractamente
inocentes
Con el paso de los años, Gödel intentó llamar la atención hacia una nueva dirección en la
teoría de conjuntos (por encima de deducciones formales a partir de conocimiento
codificado en axiomas actuales); o, más al punto, en continuar con la vieja dirección que
había establecido los axiomas existentes. Mencionó, bastante inocentemente, la
familiaridad con el tema; en particular, para el progreso con cuestiones desconocidas acerca
de cardinales grandes de conjuntos familiares generados por iteraciones transfinitas de la
operación del conjunto potencia. Había un extendido escepticismo mucho antes de que
intentara “argüir” un caso con bocados como “platonismo” (y su cercana asociación con la
creencia en otros objetos abstractos como los fantasmas; cf. el documento 040411.5 del
Nachlass, sobre el desarrollo moderno de los fundamentos de las matemáticas a la luz de la
filosofía, que Gödel divide en una tradición de derecha y de izquierda. El ala derecha
incluye tanto al platonismo como al espiritismo, aparentemente con la esperanza de que la
asociación hiciera a ambas más creíbles).
4
También extendida, sería revolucionaria obiter dicta: por ejemplo, sobre una supuesta “relatividad” de
verdad (de tesis), que sería espectacular, en lugar de cambio en su utilidad marginal con conocimiento
aumentado, que es de hecho importante pero una cuestión de rutina.
11
finitamente presentados? [La respuesta] está dada en términos de la teoría de la recursión, y
es un modelo de evidencia para el uso de una noción para que nos diga qué queremos saber
(sobre grupos); cf. también el final de la sección 6 sobre nuevas cuestiones.
Hay todo un arsenal de nociones que hoy se sabe que satisfacen las leyes del
cálculo-λ de Church. Pero ninguna descripción de cualquiera de ellas lleva la marca de
nociones comunes, que son el objetivo de IR. Este simple hecho no cambia por el
descubrimiento de que algunos elementos de ese arsenal parecen ser sumamente adecuados
para algunas áreas de procesamiento de datos por algunos procesadores. Por el contrario,
este hecho subraya las limitaciones de IR a medida que se expande el conocimiento.
12
El tema de arriba – de hacer algunas o de evitar cualesquiera elecciones de reglas –
se presta para un análisis gratificante en la tradición de IR, mediante el uso de una variante
particularmente modesta de CT, aunque habitualmente no vista de esta manera. Ese es el
tema de la siguiente sección.
E. Esto está en contraste con el caso de, digamos, f1 , donde el valor de f1 (α ) : α = sα ' está
13
∀f1{[ f1 (0) = 0 ∧ ... f1 (α ) = ssf1 (α ')] → f1 (α ) = 2α };
→ →
donde, para algún Pα , 1 ≤ i ≤ Pα , y cada χ i es una sustitución numérica apropiada para x .
14
Herbrand, mejorada por Gödel, y publicada en sus conferencias de Princeton en 1934. La
correspondencia relevante, ahora disponible, proporciona una vívida imagen de ideas
brillantes y comienzos falsos, pistas falsas y nuevas direcciones que de ninguna manera es
válida sólo para el presente tema parroquial, ya no digamos para las personas involucradas.
Simplemente ninguna noción común a la vista era siquiera un candidato para ser
descrito por ese cálculo; no más que para el cálculo-λ en ese entonces, y mucho menos que
ahora (cf. el final de la última sección). En particular, no había ninguna idea(lización) de un
sistema para el que el cálculo suministrara las reglas efectivas o los programas. Quizá
había, y ciertamente podía generarse, una sensación de confianza en su amplia
aplicabilidad, simplemente al recordar la propia aritmetización de Gödel de deducciones
15
formales; no sólo, desde luego, la numeración de objetos formales, que Cantor también
conocía, sino la representación aritmética de relaciones entre tales objetos, por ejemplo,
entre los números de una derivación y la fórmula derivada. Las relaciones fueron definidas
por ecuaciones. En otras palabras, la preocupación “estrecha de miras” con reglas
ecuacionales incuestionablemente aburridas se ensancha cuando a la mente se le permite
vagar sobre las ilimitadas posibilidades de distintas interpretaciones de las ecuaciones.
Esta sensación se condensa, por así decirlo, en una proposición por – la prueba de
Kleene de – la equivalencia a la computabilidad de Turing. La prueba es sencilla (mediante
el uso de aritmetización), pero esencial para IR: proporciona acceso a los recursos de la
noción común involucrada en el esquema de Turing. En otros contextos, las propiedades
del cálculo de Kleene que son defectos severos para la tradición lógica, en particular, su
evidente incompletitud con respecto a un E arbitrario, no son siquiera defectos. El cálculo
proporciona una nueva descripción, que, como mostró Kleene, es muy apropiada para
cierto número de problemas acerca de la noción común en cuestión.
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Comentarios diversos El último párrafo puede reafirmarse como un posible conflicto
entre clases de problemas (aquí, en lo que sigue, en algún lenguaje lógico) que tienen
soluciones cualitativas gratificantes (formuladas en términos de validez), y aquellas que se
prestan por sí mismas a tratamiento algorítmico. Es simplemente falta de experiencia
científica5 el asumir que las primeras, siendo acerca de la más gruesa noción de validez,
constituyen un primer paso, tácitamente, en la dirección correcta. Reculer pour mieux
sauter es una buena advertencia, incluso si no nos dice qué dirección entre 180° tomar. En
cuanto a la teoría de la complejidad, los defectos prácticos mencionados al final de la
sección 3 constituyen una contribución filosófica a la examinación de los ideales lógicos:
son pruebas notables del conflicto de arriba; por ejemplo, para la elección de clases de
ecuaciones polinomiales en el álgebra real o de ecuaciones diofánticas lineales (cf. la nota
al pie 2a a la reseña de [6]). Naturalmente, estos conflictos no excluyen la posibilidad de
elaborar teorías (desde luego, coherentes) en línea con la perogrullada de que la mera
verdad y, a fortiori, la mera coherencia, no es, por mucho, suficiente.
5
Está desde luego en la naturaleza de la falta de experiencia que se necesita de un particular talento nativo
incluso para sospechar de la necesidad de más experiencia: cf. la observación de Goethe a Eckermann sobre
el alto costo de bon mots, derivado de experiencia traída, literalmente, de ver más del mundo.
17
método de sustitución de Hilbert para la aritmética, que tiene un sabor similar al cálculo
determinista de Kleene. Naturalmente, aquellos totalmente absorbidos en perseguir tales
equivalencias no preguntan si los esquemas son todos igualmente sensibles o igualmente
absurdos. De manera menos obvia, no preguntan si los detalles que se dejan fuera en el
emparejamiento son significantes; basta con hacer un esquema prácticamente superior, al
menos ocasionalmente.
general, distintos ti , entre aquellos para los que A[ x / ti ] es correcta, son eficientes para
distintos valores de los parámetros. Las (los) idea(le)s intuicionistas nos fuerzan a ser
inflexibles al hacer una elección uniforme, y por tanto, para la mayoría de los valores,
ineficiente.
5 Leyes del pensamiento: este lado de la paleta La última sección pertenece a lo que los
ingleses solían llamar tradición “domesticada”, especialmente en las matemáticas. Uno
comienza con la inocente noción de determinación finita, puntúa las is y tacha las ts, y
expande mediante interpretaciones novedosas; en otras palabras, mediante el
descubrimiento de relaciones entre esta noción y otras cosas (desde programas de
18
computadora hasta grupos finitamente generados). Una de las disciplinas más glamorosas
en esta tradición es la teoría de la probabilidad, que comenzó con frívolos juegos de azar, y
acabó siendo una parte integral de algunas teorías fundamentales de la naturaleza.
19
Realizabilidad recursiva y otras interpretaciones de sistemas formalmente intuicionistas
Dados tales sistemas formales, hay maneras sencillas, y ahora muy familiares, de
formular CT; ambas cuando están y no están presentes variables, digamos, para funciones
(legalizables):
∀f ∃e∀x∃z[T (e, x, z ) ∧ f ( x) = U ( z )]
20
En los últimos 15 años, el tema de la realizabilidad recursiva se ha convertido en un
jardín holandés, en donde las respuestas a una gran variedad de cuestiones formales pueden
verse casi de un vistazo. Así que, en gran medida, mi reporte sobre tales asuntos en la Parte
II de [7] es ahora obsoleto. Pero, como sucede muy a menudo en tales situaciones, el tema
no está cerrado; algunos de los puntos más útiles loc. cit., en desacuerdo con
preocupaciones posteriores, no han llegado a ser conocidos, y ahí se pasaron por alto
algunas cuestiones pertinentes, incidentalmente en la tradición de IR. He aquí un par de
muestras.
Primero, está el dilema para las refutaciones de CT: si un sistema tiene la propiedad
(numérica) E y es formal, hay un procedimiento mecánico, digamos e0 , que extrae, desde
Segundo, y esto es, creo, mucho más central, y (¿por lo tanto?) mucho más
descuidado, las fanfarrias en la literatura intuicionista acerca de tomar en cuenta
construcciones o procesos parecen un engaño. Las leyes lógicas utilizan poco más de
pruebas o construcciones que la relación entre una prueba y el teorema probado,
respectivamente, entre una construcción y su resultado. Y cuando se hace un intento, como
en los ciertamente torpes embellecimientos de Brouwer de su teorema de barra, por
introducir aspectos más delicados de las construcciones involucradas (definiciones o
pruebas, no importa), el trabajo posterior pronto suprimió los nuevos elementos. Aquí, la
Historia se repite. Russell comenzó tratando de hacer un inventario del zoológico
matemático, pero pronto se encontró analizando “lejos” nociones abstractas.
21
Estos desarrollos no fueron meramente una cuestión de una columna vertebral débil,
incluso si los asuntos así le parecieran a Gödel en su ensayo sobre la lógica matemática de
Russell (y, en efecto, tuvo resultados similares en cuanto al irreflexivo culto de la navaja de
Ockham o, en jerga moderna, de las cajas negras). Simplemente sucede que es
objetivamente difícil descubrir elementos gratificantes dentro de tales cajas negras (como
el mismo Gödel tuvo problemas en encontrar axiomas del infinito gratificantes). El sentido
común dice: Si quieres descubrir sobre cosas, por ejemplo, procesos, ¡no las escondas en
cajas negras! Intenta mirarlas. De manera específica, en conexión con una refutación de
CT, no confíes en la remota posibilidad de que algún proceso sea gravemente no-mecánico;
tanto así que ni siquiera sus efectos que llaman la atención, el así llamado output, pueden
computarse mecánicamente desde el input. Una contraparte formal de esta perspectiva, de
la crudeza de CT, es la
Una prueba remplazaría a las pruebas actuales, que a menudo son laboriosas, y por
tanto meramente avergonzaría al lógico domesticado. Pero, filosóficamente, constituiría
progreso al confirmar la sospecha anterior sobre la propuesta de utilizar la pretendida
interpretación de la lógica intuicionista para el tema de CT. (Mostraría que el proyecto es
un descuido, no un intento valiente, refutable sólo mediante estudios detallados, como
ingeniosas interpretaciones de realizabilidad.)
Observaciones bibliográficas sobre las leyes del pensamiento Los pioneros, en particular
Frege, tenían desde luego mucho que decir acerca de la distinción anterior entre los
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procesos del pensamiento y sus resultados. Frege llamó pensamientos “objetivos” a los
últimos, colgando así sus observaciones en ganchos suministrados por algunos “ismos”
canosos. Vio un uso principal de su análisis objetivo (ignorando procesos subjetivos) en la
mayor seguridad que daba al razonamiento común. Pero nunca reconoció la asunción en
suponer que la seguridad-en-principio, esto es, la seguridad de principios, era un factor
dominante en el área (de la certeza matemática). Un instructivo ejemplo de abstracción de
procesos que estaba enraizada en la experiencia, no en una dudosa asunción, se remonta a
150 años, y está asociada con Dirichlet.
La gráfica de una función descuida, esto es, se abstrae de, definiciones particulares
y reglas de computación. Fue un descubrimiento genuino. Por siglos, las funciones se
habían pensado como reglas. Pero los teoremas realmente establecidos sobre ellas en aquel
entonces dependían solamente de sus gráficas. Había recompensas matemáticas inmediatas.
Además, en efecto, si no en propósito, esto condujo a progreso filosófico, como sigue.
23
tales objetivos característicos de la tradición lógica como la unidad por reducción a unos
pocos [elementos] primitivos pueden estar fuera de lugar aquí. Los biólogos reflexivos son
sensibles a estos objetivos, y nos dicen que no son compatibles con el proceso de
evolución. Ésta selecciona, desde una masa de mutaciones aleatorias, aquellos elementos
específicos que se adaptan a los alrededores en los se encuentran. Simplemente, el proceso
no tiene una sensación lógica, y entonces no podría esperarse que las leyes tuviesen tal
sensación. A lo mucho, en algún lugar al nivel molecular las leyes podrían satisfacer las
(los) idea(le)s de la tradición lógica, aunque a menudo no lo hacen.6 Corolarios
descuidados. Primero, dado que el código genético viola aquellas (aquellos) idea(le)s de la
manera más brutal, el éxito de la ingeniería genética refuta – una vez más, y de manera
sorprendente – una asunción tácita detrás de tales idea(le)s; específicamente, que las
capacidades intelectuales humanas están en su mejor momento o, al menos, son eficientes,
cuando utilizan conocimiento lógico. La experiencia muestra, como dijo alguien, que la
razón no es razonable (en el sentido que da el bobo7 a esta palabra). El segundo corolario
concierne a la inteligencia artificial, una parte de otra nueva rama de la ingeniería, que
utiliza otros programas (no al código genético). Casi por consentimiento común entre los
ingenieros experimentados, el éxito en su(s) tema(s) requiere flexibilidad en el uso de los
recursos disponibles, no reglas sistemáticas en la tradición lógica, incluso cuando estas
últimas puedan haber ayudado en edificar los recursos de la tecnología material e
intelectual.
6
Cf. [5]. Este fracaso científico contiene una espléndida pieza de IR en su análisis de la noción de código
racional (dada la estructura del ADN). Los códigos reales, tanto para la mitocondria como para el resto de
nosotros, son muy diferentes.
7
Simple Simon en el original. Nota del Traductor.
24
(o incluso diferencias entre programas de entrevistas [talkshows] en la televisión) no son
evidentes si se les mide por el valor absoluto de sus contribuciones.
Los lectores satisfechos con el manifiesto pueden querer detenerse aquí. Aquellos
curiosos únicamente en mi concepción del lujo en cuestión deberían saltarse la siguiente
sección, que está destinada a los lectores que, como yo, quieren meditar sobre las
consecuencias para CT de saber un poco más sobre las leyes del pensamiento;
naturalmente, con referencia a un paralelo apropiado.
Hay otro paralelo que nos ayuda a mantener nuestros pies en la tierra cuando
bocanadas como computabilidad-en-principio comienzan a marearnos: la tesis, atribuida a
Pitágoras, sobre el número siendo la medida de todas las cosas. Esto ha de compararse con:
programas para una máquina de Turing universal siendo tal medida. En particular cuando,
25
como se pretendió originalmente, la geometría euclidiana se piensa como una teoría del
espacio físico, hay cantidades sin dimensión que no son racionales; por ejemplo, las
proporciones [ratios] de la diagonal a la longitud del cuadrado o de la circunferencia al
radio del círculo. En el caso de los procesos, representados por funciones, hay una
distinción entre aquellos que no son proporciones de polinomios (con coeficientes
racionales), y aquellos que no toman valores racionales para algunos argumentos
racionales; por ejemplo, sin x : 0 < x ≤ 2π .
26
Puede decirse mucho más acerca del otro tipo de consecuencia, para nuevos tipos de
solución.
Por otro lado, como decía un anuncio de United Technology sobre tecnología, nada
se pierde por completo. Implicaciones de la vieja y buena racionalidad alguna vez
inesperadas fueron recientemente descubiertas en conexión con las ecuaciones de Yang-
Mills, y debidamente anunciadas, también. Aquí, “en conexión con” tiene que ver con
nuevas cuestiones.
Vale la pena citar uno de los encantadores aperçus de P. A. M. Dirac: “Si quiero
saber algo acerca de una ecuación diferencial, derivo la respuesta directamente sin resolver
la ecuación.” En otras palabras, por lo general no quería meramente conocer la gráfica de
una solución, ni nadie más lo quiere. Desde el cambio de siglo ha crecido el tema de la
dinámica cualitativa, concerniente a las propiedades topológicas, esto es, no locales, de las
soluciones. Más recientemente tuvo que hacerse un cambio en una dirección distinta
cuando, como lo expresa el título de la legible exposición [11], se reconoció el fracaso de la
predictibilidad en la dinámica newtoniana; no de la predictibilidad-en-principio (=
determinismo), sino del tipo de orden que hace gratificante el ocuparse de él. Más allá del
llamado horizonte de predictibilidad, se utilizan propiedades de la solución que son
familiares en la estadística; como, ocasionalmente, se aplican nociones de la teoría de la
27
probabilidad en la teoría de números para secuencias impecablemente recursivas
(primitivas).
28
Tal como lo leo, Bertrand Russell expresa una perspectiva un tanto relacionada en
algún lugar de la introducción a su Historia de la filosofía occidental: la filosofía ha de
enseñarnos cómo actuar ante la incertidumbre. Esta es una tarea difícil. La variante aquí
propuesta pone “hablar” por “actuar”. Nótese bien: Esto está en conflicto directo con uno
de los pasajes más célebres en Marx (tal como estaba destinado, esto es, sin sutilezas acerca
de los cambios que puedan resultar, por ejemplo, en el mundo de la academia a partir de un
estilo de hablar distinto). La idea de que los filósofos, esto es, aquellos que han recibido
una educación filosófica, deberían estar particularmente bien preparados para cambiar
también el mundo material, es una de las muchas asunciones raras de ese autor (para
muchos, irresistible). Para mí, no es persuasivo. Así, en este artículo no hay rastro de medir
el valor por el trabajo; más bien, por lo opuesto, ¡del interés del resultado dividido por el
trabajo! Regresemos ahora a la cuestión de arriba:
29
maravillas del mundo moderno, pero sin mención a sus detalles. Sin exagerar, las
discusiones se basan en la idea del bobo de una máquina de computación, en breve, en esta
noción común. Las palabras vienen del mundo de la ingeniería, pero los pensamientos
[vienen] directamente de la tradición lógica.
Vistas de este modo, es probable que las discusiones se beneficien de una referencia
explícita al incuestionable progreso lógico, incluyendo atención a IR, que se ha hecho
desde las discusiones entre los (mismos) pros y contras de hace 100 años, que entonces eran
llamados “formalistas” y “anti-formalistas”, respectivamente.
Recordatorio sobre nuestro conocimiento práctico, aquí, de los procesos del pensamiento:
Es una suposición que tales discusiones generales se benefician significativamente de
8
Grandes palabras como computable-en-principio pueden ser adictivas, y así parecer también hechizantes.
Recordatorio: Los matemáticos viven con ellas, por ejemplo, “imaginario” o “trascendental” aplicadas a los
números; originalmente, por razones ahora consideradas (por la mayoría de nosotros) equivocadas. Pequeñas
palabras como “real” también tienen un recorrido con ellas. Hilbert consiguió mucho “kilometraje” a partir de
sus elementos reales e ideales, cuando habría tenido buen sentido el detenerse después de haber recorrido una
pulgada.
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añadir al conocimiento práctico cualquier experiencia especializada, ya no digamos
académica, como la lógica. Por ejemplo, la experiencia cotidiana del pensamiento creativo
y mecánico (= seguir reglas mecánicas) muestra que el primero nos es simplemente más
agradable, menos propenso a errores, y por lo tanto más seguro; pero también (quizá
decepcionantemente) el último puede ser más eficiente. Así, una computadora moderna
suma ∑ : 1 ≤ n ≤ 100
n
de manera más rápida – no de manera más segura – mediante la
adición de rutina que Gauss hizo cuando tenía 6 años con el uso de una idea brillante. (Las
computadoras hacen el trabajo mecánico de manera más segura de lo que lo hacen las
personas.)
Si se descubre que este estilo coloquial del pensamiento, no sólo de las palabras, es
tan bueno como cualquiera, entonces el estilo académico es un ritual, a lo mucho útil como
terapia ocupacional. Plenamente consciente de esto, paso ahora al segundo ejemplo de
utilizar el estilo lógico.
Significado y uso Las cuestiones sugeridas por este par de palabras aparecen en casi
todas partes; desde situaciones encantadoras con albañiles y sus compañeros, hasta textos
eruditos sobre semántica moderna o sobre el pragmatismo de la bendita memoria. En
cuanto que las cuestiones sean suficientemente generales, por la naturaleza del caso pueden
discutirse “en principio” en todos esos contextos; por ejemplo, cuestiones sobre conflicto o
correspondencia, pero también sobre la contribución relativa de establecer propiedades
formales de significado y de usos de señalamiento. Aquí, la muy modesta sección 4 me
parece buen valor, desde luego, en el sentido no marxista.
31
suficientemente familiarizado con las muchas alternativas (al estilo lógico y al IR) que,
como en una advertencia anterior, resultan sumamente importantes para tales juicios.
Aquí, aperçus y bon mots toman el papel de teoremas en el estilo lógico; y los
eslóganes, que han de usarse repetidamente, corresponden a los lemas. Tal como la veo,
una diferencia principal con respecto al más viejo estilo es que tales aperçus, etc., no se
introducen aisladamente y son disecados, sino que aparecen “vivos” en situaciones
memorables, y así nos ayudan a aprender en dónde se aplican. Vistos de este modo, los
diálogos escenificados y las historietas en la literatura contemporánea sobre los
fundamentos son variantes menores del viejo estilo. Quizá un paralelo más cercano al estilo
de la novela filosófica se encuentra en la tradición científica oral. Aquí, pruebas y
definiciones memorables se ven “interrumpidas” por comentarios perceptivos cuando y
donde sea apropiado. De nuevo, aparecen vivos, y entonces casuales en forma.
Observación: Algunos de los pioneros de la lógica matemática, tan lejos como Leibniz,
tenían la esperanza de que este estilo cerraría la brecha entre la consignación formal (no nos
toca razonar por qué) y el entendimiento expresado en comentarios letrados. Su estilo podía
aprenderse más fácilmente, porque no requiere talento literario. Una vez más, queda abierto
qué tan efectivo es este estilo para comunicar el entendimiento (adicional) de dónde aplicar
el conocimiento lógico; “una vez más” como con la asunción maestra en la sección 1.
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bienestar, y otros ingredientes de la felicidad; en breve, nueva esperanza. Aunque la
propuesta ciertamente era ingenua, como lo quiso la suerte, no era formal ni ofrecía
esperanza alguna de resolver ningún problema recursivamente insoluble. Un hombre astuto
fue llevado a faire la bête.
Que no haya ningún error. Algún aprendizaje se transmitió al aprender la verdad del
resultado de Gödel; sólo que fue poco aprendizaje. Aquellos con una mente empírica, que
no deben confundirse con los llamados filósofos empiricistas, podrían estar interesados en
buscar más evidencia empírica de este tipo.
REFERENCIAS
[1] Barendregt, H. P., The Lambda Calculus, 2ª edición revisada, North Holland,
Ámsterdam, 1984.
[4] Church, A., “An unsolvable problem in elementary number theory”, American Journal
of Mathematics, vol. 58 (1936), pp. 345-363.
[6] Fitting, M. C., Fundamentals of Generalized Recursion Theory, North Holland, 1981;
res. Bulletin of the American Mathematical Society, vol. 13 (1985), pp. 182-197.
∏ − paths through
1
[7] Kreisel, G., “Which number-theoretic problems can be solved on 1
[8] Kreisel, G., “A notion of mechanistic theory”, Synthese, vol. 29 (1974), pp. 11-26.
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[9] Kreisel, G., “Proof theory and the synthesis of programs: potential and limitations”,
Springer Lecture Notes in Computer Science, vol. 203 (1985), pp. 136-150.
[12] Manin, Yu. I., “New directions in geometry”, Russian Mathematics Survey, vol. 39,
núm. 6 (1984), pp. 51-83.
[13] Pour El, M. B. y I. Richards, “The wave equation with computable initial data such
that its unique solution is not computable”, Advances in Mathematics, vol. 39 (1981), pp.
215-299; res. The Journal of Symbolic Logic, vol. 47 (1982), pp. 900-902.
Salzburgo, Austria
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