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Cambios Geneticos
Cambios Geneticos
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La adrenalina descompensada nos puede llevar a la guerra o a un infarto cardiaco.
Somos, nos guste o no, el resultado de un complejo bioquímico íntimamente ligado
a los estados de á nimo y a las emociones.
Será efectivamente a partir del 2012 cuando comiencen los cambios, pero estos
cambios será n lentos, paulatinos y
dirigidos a un cambio genético,
perfectamente orquestado por los
“dioses”.
El retorno de nuestros padres genéticos
se dará en forma escalonada a partir de
este añ o, y su acció n estará centrada
sobre todo en los niñ os, en la alteració n
de su genética, en la manipulació n de las
hormonas.
Siempre fue así a través de la Historia. En
esta ocasió n os traslado para su reflexió n
un pasaje bíblico que no tiene
desperdicio. Se trata de Jacob, el Padre
de las doce tribus de Israel. Es decir, el
ser a través del cual se sembró una
genética. Seres superiores intervinieron
su “saco dural” para alterar su ADN,
produciendo hijos con có digos má s
evolutivos. Veremos en este pasaje có mo un “cirujano-angel” opera a Jacob en el
saco dural (a la altura de la tercera sacra) modificando su medula espinal y su
sistema nervioso vegetativo. Actuando sobre el nervio pudendo que tiene que ver
con la actividad sexual y espermá tica del hombre. ¿Qué insertaron los dioses en
Jacob?.... Si leemos el texto sin preconceptos dogmá ticos, quizá s se mueva nuestra
imaginació n en forma diversa a la religiosa y má s pró xima a la científica.
"Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once
hijos, y pasó el vado de Jacob. Los tomó , pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo
lo que tenía. Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varó n hasta que rayaba el
alba. Y cuando el varó n vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su
muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. dijo: Déjame,
porque raya el alba. Y Jacob le respondió : No te dejaré, si no me bendices. Y el
varó n le dijo: ¿Cuá l es tu nombre? Y él respondió : Jacob. Y el varó n le dijo: No se
dirá má s tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los
hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó , y dijo: Declá rame ahora tu
nombre. Y el varó n respondió : ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo
allí. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a
cara, y fue librada mi alma. Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba
de su cadera. Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón
que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este
sitio de su muslo en el tendón que se contrajo".
Algunos pensará n que tenemos mucha imaginació n, pero existen otros pasajes en
el libro sagrado que abundan en estas posibles intervenciones genéticas dirigidas
desde lo alto…
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"LOS HIJOS DE LOS DIOSES SE ENAMORARON DE LAS HIJAS DE LOS HOMBRES Y
LAS TOMARON COMO ESPOSAS"
Serían muchos los casos, que a este respecto podríamos relacionar, recorriendo la
historia de cada pueblo; pero vamos a reparar ahora en una nueva fuente: Existe
un, texto antiguo titulado, "Apó crifo del Génesis" que fue encontrado entre los
documentos del Qumran o "Papiros del Mar Muerto", donde se contiene en forma
magistral, este hecho de la intervenció n extraterrestre, que para aquellos antiguos
patriarcas era absolutamente normal y que ahora transcribimos en lo pertinente:
"Después de un tiempo, su hijo Matusalén tomó una mujer para su hijo Lamec. Ella
concibió y engendró un hijo, cuya carne era blanca como la nieve y rosada como
una rosa; sus cabellos limpios como 1a nieve; sus ojos tan bellos que cuando los
abría brillaban má s que el Sol. Apenas depositado por la partera (en su lecho) abrió
su boca y levantó su voz al Señ or de La Justicia (Adonai). Su padre Lamec, tuvo
temor de este hijo tan singular y fue a buscar a Matusalén, su propio padre, y le
dijo; "He puesto en el mundo un niñ o diferente a todos los demá s. No es como los
hombres, se asemeja má s a los hijos del cielo. Su naturaleza es diversa de la
nuestra..."
De este pá rrafo se desprende una clara diferenciació n genética entre este niñ o y
sus semejantes, hecho este que es constatado por su padre y abuelo y que a su vez
crea dudas en Lamec, desconfianza esta que se repite en el caso de San José con la
Virgen María. El niñ o aquí nacido no es otro que Noé que jugó un papel decisivo en
la continuidad selectiva del género humano. Es evidente que el personaje y su
papel histó rico tuvo que estar revestido de ayuda celeste. Sigue luego el texto: "Y
entonces yo pensé dentro de mí que ella había concebido por obra de los vigías
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celestes y que por los á ngeles había sido instruida. Por eso mi corazó n cambió
dentro de mí con respecto a este niñ o."
Esta pequeñ a síntesis histó rica nos da pié, en todo caso, para comenzar una
investigació n de la misma naturaleza en cada una de las fuentes de las diversas
razas, que a lo largo de pró ximos trabajos iremos incluyendo en forma sintética.
Los primeros dirigentes de estos pueblos eran, segú n estudios serios de una raza
diversa al comú n denominador de los autó ctonos, los que se han venido en llamar
"incas" no son otra cosa que la raza dominante o la línea directa de los
descendientes de los emperadores venidos del cielo, que para no perder su pureza
genética, se juntaban entre hermanos; de hecho estudios médicos y bioló gicos
recientes de cinco momias incas del Museo Britá nico, nos muestran un factor
anó malo y un RH diverso a los pobladores de aquellos lugares, así como sustancias
sin semejanza en todo el planeta.
Garcilaso de la Vega nos cuenta entre sus datos histó ricos, que el Dios Sol se apiadó
de los hombres y les mandó a Manco Capac y Mama Ocllo para señ alarles la
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agricultura y el tejido. También hace referencia a la Diosa Orejona venida de Venus,
que como ya publicamos anteriormente, vino a la Tierra con só 1o un propó sito:
"Engendrar", a cuyo efecto tuvo 70 hijos y cumplida su misió n marchó a su lugar de
origen.
Como iremos viendo a lo largo de nuestros trabajos, observamos que todas las
culturas parten de un principio dispensador de la inteligencia u ordenador de cada
acto: "E1 Sol", o má ximo exponente de la Divinidad, que se vale de los Dioses
extraterrestres para poblar y mejorar la genética de la Tierra. ¿Qué oculta
realmente el Sol? ...,¿por qué todos los pueblos de la Tierra han adorado al astro?...,
nosotros estamos en grado de afirmar que la pura iniciació n carismá tica y
hermética de todas las concepciones religiosas, morales y sociales, parte de la
Inteligencia Omnicreante del Sol, que ordena, instruye y estructura lo que le es ú til
para cuanto es bañ ado por su luz.
Al final, habrá un só 1o prototipo del planeta Tierra, que será de color aceitunado, y
recogerá el aporte de las virtudes de la raza blanca, amarilla, roja y negra, que un
día vinieron del espacio para edificar el arquetipo humano, capaz de agruparse en
la Gran Fraternidad Có smica. Entonces el "á rbol genético" dará "buenos frutos",
porque un á rbol bueno no puede dar otra cosa, y porque los planes de los Elohim
se han de cumplir en el espacio y en el tiempo.
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Queremos continuar con la línea que venimos manteniendo en las ú ltimas revistas
en relació n a la intervenció n genética que los hermanos del espacio han realizado
en determinados individuos de la raza humana. Esta intervenció n tiene dos
vertientes: una psíquica por la cual las glá ndulas del individuo son aceleradas a un
plano de mayor asimilació n vibracional, y otra puramente física por la cual
determinados embriones extraterrestres está n viniendo y vinieron en la
antigü edad a vivir entre nosotros los humanos.
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tocar la navaja, porque será nazareo de Dios el niñ o desde el vientre de su madre y
será el que primero librará a Israel de la mano de los filisteos".
Es de notar en el relato anterior que nuestro hermano del espacio no comía carne y
ademá s deseaba permanecer en el anonimato ante el hecho en sí que debía ser el
verdadero protagonista. Vemos también có mo una técnica superior ha intervenido
con un fin bien preciso de ayuda hacia aquel pueblo que interpretaba desde su
ó ptica inculta todo acto del cielo como un milagro de Dios. Hoy, nuestros medios y
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ló gica son capaces de entender que los á ngeles de ayer son los extraterrestres de
hoy y que nunca estuvimos solos en nuestra marcha por el espacio.
Otra de las enseñ anzas importantísimas que podemos sacar de la lectura del texto
bíblico es la tremenda responsabilidad que implica el hecho de ser madre. Es de
notar la advertencia reiterada del extraterrestre para que la mujer no contamine
su cuerpo con ninguno de los venenos a que nos tiene acostumbrados este mundo
infectado de basura y ambiente polucionado.
Si el templo materno está limpio, limpio será su fruto y nunca dejaremos de llamar
la atenció n de este milagro de la concepció n.
Cuando un alma viene a tomar cuerpo a través de unos padres, requiere de una
predisposició n y previa preparació n psico-física y espiritual por parte de ambos
que debe empeñ ar todos sus esfuerzos, puesto que es Dios el que nace en una de
sus bellísimas partículas.
Aquí en Españ a se suele decir de forma popular: "De tal palo, tal astilla..." puesto
que el buen fruto nace del á rbol bien regado, podado y cuidado, mientras que el
á rbol mal cuidado da un fruto pobre y sin sabia.
Son muchas las veces que hemos abordado este tema y ésta no será la ú ltima,
puesto que al margen de estar en primera y constante actualidad dentro del
mundo ufoló gico, resulta evidente que desde la má s remota antigü edad, seres
venidos del espacio cohabitaron con humanos, mejorando nuestra raza o bien
llevá ndose a sus planetas características genéticas de la nuestra.
Es vá lida para este razonamiento la famosa frase bíblica: "Los hijos de los Dioses se
juntaron con las hijas de los hombres y las fecundaron", y ló gicamente de tal unió n
salimos nosotros, los habitantes del planeta Tierra, que al fin y al cabo terminamos
siendo mitad terrestres por nuestra madre y mitad extraterrestres por nuestros
padres venidos desde el espacio.
Citar, dentro de nuestra cultura judeo-cristiana, así como en otras, las numerosas
vírgenes o mujeres estériles que parieron hijos engendrados por seres venidos
desde lo alto, sería tedioso debido a la gran cantidad y calidad de hechos como lo
son el caso de Jesú s, Zaratrusta, Buda, Moisés, la madre de María, Sansó n, Noé...,
pero en esta ocasió n hemos seleccionado tres referencias de distintos tiempos,
culturas y circunstancias. En todos los casos hubo manipulació n, contacto sexual e
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intervenció n de seres ajenos a nuestro planeta, que tanto a varones como a
hembras les aplicaron diversos tratamientos y con diversas formas (segú n nuestro
plano moral, naturalmente) buscaron el nacimiento de seres nuevos o superiores,
fruto de dichas uniones.
Tenemos bastantes razones para entender que todo progreso o empujó n humano
dentro del plano de la evolució n, ha estado precedido por determinadas
actuaciones en este campo por parte de los seres del espacio.
Decíamos por tanto que un componente psíquico de mayor nivel podría haber sido
sembrado en distintas parejas, siempre que éstas reunieran el clima perfecto del
amor y de la consciencia de la creatividad, para que los nuevos seres que
realizarían el cambio encarnarían en dicho clima y con dichos factores.
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nueva raza podrían producir un cambio no tan traumá tico pero sí tremendamente
efectivo.
Muchos quieren ver el fin del mundo a través de unas inevitables catá strofes que
nos aniquilarían, pero existen otras formas de cambio que quizá s no se han tenido
en cuenta y que seguramente realizará n un milagro en la Humanidad a pesar
nuestro.
Pero todos estos argumentos son un poco marginales del tema central y como
venimos diciendo, vamos a referir tres casos bá sicos para que en vuestra reunió n
los coloquéis al recibo de este nuevo boletín.
"Vamos seguidamente a aquel héroe extraterrestre, que como "Hijo del Sol"
aparece en las leyendas chinas. Huang-Tí, el "Emperador Amarillo", era hijo de
Fu-Pao ("Sumiso Bien"). Su esposa fue al parecer visitada por un extranjero, pues
segú n la leyenda vio ella un gran destello remolineante en torno a la Osa Mayor, y
la estrella central brilló con tanta intensidad, que iluminó todo el país. Y como
consecuencia de que le rozara el rayo luminoso, quedó preñ ada, y parió al cabo de
25 (?) meses. Notable paralelo con el nacimiento de Jesú s, para el cual no debió
tampoco haber intervenido ningú n hombre. Lo que en la Biblia es el "Espíritu
Santo" fue en esa versió n china "un rayo luminoso".
Una mañ ana, vino el dragó n a Ch'ing-tou trayéndola un mensaje sellado, así como
un retrato. La misiva decía: "El rojo será protegido por el Supremo". Entonces
sucedió que el "dragó n" rojo rozó a la mujer y ello, en unió n de un "frío viento".hizo
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que Ch'ing-tou quedase embarazada. He aquí también una especie de concepció n
artificial, semejante a la que el rosario de leyendas de todo el mundo atribuye al
nacimiento de los seres divinos.
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