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Contexto de la Educación Financiera

I.I ¿Qué es Educación Financiera?


Algunas definiciones:

La Organización para "Una combinación de conciencia, conocimiento, habilidad,


la Cooperación y el actitud y comportamiento necesarios para tomar decisiones
Desarrollo financieras acertadas y, en última instancia, lograr el bienestar
Económicos (OCDE) financiero individual”

"La Educación Financiera permite a los individuos mejorar la


La Comisión Nacional comprensión de conceptos y productos financieros, prevenir el
del Mercado de fraude, tomar decisiones adecuadas a sus circunstancias y
Valores de España necesidades y evitar situaciones indeseables derivadas bien de un
endeudamiento excesivo o de posiciones de riesgo inadecuadas"

"Conjunto de acciones necesarias para que la población adquiera


aptitudes, habilidades y conocimientos que le permitan
La Estrategia Nacional administrar y planear sus finanzas personales, así como usar de
de Educación manera óptima los productos y servicios que ofrece el sistema
Financiera (ENEF) financiero en beneficio de sus intereses personales, familiares,
laborales, profesionales, y de su negocio"

La Educación Financiera consiste en "proveer la información y


Comisión de los conocimientos, así como ayudar a desarrollar las habilidades
Educación Financiera necesarias para evaluar las opciones y tomar las mejores
de Estados Unidos decisiones financieras".

La Educación Financiera consiste en el desarrollo de "la


Autoridad de Servicios capacidad para administrar tu dinero, dar seguimiento a tus
Financieros del Reino finanzas, planear para el futuro, elegir productos financieros y
Unido mantenerte informado sobre asuntos financieros".

 
Análisis del concepto de Educación Financiera
Educación Financiera
Se refiere a la transmisión de Se refiere al uso de las finanzas, es decir, el
conocimientos, habilidades, valores y intercambio de bienes de capital, ya sea entre
hábitos para formar un aprendizaje individuos, entre empresas o entre estos y
determinado. gobiernos.
De esta manera, podemos decir que hablamos de transmisión de conocimientos financieros
para tener un aprendizaje en esta materia.

Para fines del presente diplomado, se entenderá a la Educación Financiera, como el


conjunto de conocimientos, habilidades y prácticas, para comprender mejor los conceptos,
productos y servicios financieros con la correcta administración de los recursos para tomar
decisiones informadas.

 
La Educación Financiera permite que las personas adquieran conocimientos y
habilidades básicas para administrar mejor sus recursos, incrementar y proteger
su patrimonio, con la ayuda del uso adecuado y responsable de los productos y
servicios financieros.
  
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios
Financieros (Condusef) organiza la Semana Nacional de Educación Financiera
(SNEF), iniciativa que tiene como fin concientizar a la población en general
sobre la importancia que ésta tiene para mejorar su bienestar. Se han llevado a
cabo catorce ediciones de la SNEF, (doce presenciales y dos virtuales) en las que
se realizaron un total de 1 mil 72 actividades impartidas; 1 millón 30 mil 961
personas impactadas; 39 mil 470 actividades realizadas; 3 millones 63 mil 35
asistentes en todos los estados del país.
 

La complejidad para entender los productos y servicios financieros ha hecho


prioritario desarrollar información amigable y sencilla, que permita a las personas
un mejor entendimiento y una mayor comparación entre productos y servicios
financieros. Difundir la educación financiera hacia diferentes puntos del país ha
sido de especial interés para instituciones como la Condusef.
La finalidad de la Educación Financiera es tomar decisiones informadas con
relación a los productos y servicios que ofrecen las instituciones financieras, para
mejorar nuestras vidas. De manera personal, el buen manejo de las finanzas,
impacta positivamente en la calidad de vida y en la de su familia. De manera
social incrementa el desarrollo económico a través del manejo financiero
responsable.

I.II Panorama actual de la Educación Financiera


La Educación Financiera constituye un elemento fundamental que, pese a su
importancia, tiene un alcance limitado en el número de usuarios, pero sobre
todo de productos financieros de instituciones bancarias y financieras.
En nuestro país, el nivel de Educación Financiera tiene una relación directa con
el nivel de ingresos y estudios de la gente. Una persona con mayor grado
académico y mayor sueldo, es más probable que tenga mayor conocimiento sobre
los diversos productos financieros, mientras una persona con menos escolaridad
y niveles de ingreso, tendrá menores conocimientos en la materia.
Sin embargo, ello no implica que sepa administrarlos y que tenga un razonable
control de sus finanzas personales. En tal sentido, existe una correlación
directa entre la salud financiera y la salud emocional, ya que las finanzas
personales son un tema muy delicado e importante, pues se trata del patrimonio y
bienestar futuro de una persona o de toda una familia; no obstante, sabemos que
para muchas personas es prácticamente imposible llegar a fin de mes con
números positivos.
 

La Educación Financiera en México es insuficiente. Sin embargo, este fenómeno


no corresponde necesariamente a la falta de elementos y herramientas para
desarrollar estos conocimientos, sino a la falta de divulgación y a la desigualdad
social del país, lo que ha limitado significativamente su alcance.
Actualmente, existen programas de Educación Financiera, tanto por parte
del gobierno como de instituciones privadas, no obstante, no han sido lo
suficientemente efectivos para llegar a toda la población.
El Banco de México, por ejemplo, tiene un programa y un portal de educación
financiera, con videos y contenidos, incluso para diferentes edades. Por su parte,
algunas instituciones financieras del país también poseen programas de
Educación Financiera, aunque, en la mayoría de los casos, pareciera que los
tienen solo por cumplir con un mero requisito y no les brindan la difusión
necesaria.
La Educación Financiera es un tema clave en el bienestar económico de la
población, como elemento de desarrollo que debería ser inculcado desde la
educación básica. Cuanto antes se obtenga información sobre estos temas,
será mejor para la persona, pues irá desarrollando desde pequeño una
cultura del ahorro y del manejo del dinero que será relevante en su vida
adulta.
Al contar con mayor información respecto a los productos y servicios financieros
que existen en el mercado, los usuarios tienen la capacidad de elegir el que más
les favorezca, accediendo a mejores condiciones, ya sea en sus créditos o en sus
inversiones, lo que al final se verá reflejado en sus ingresos y en su bienestar.
Si se incrementa la participación de la sociedad a una correcta Educación
Financiera, se ensancha la cultura financiera de un país. Las personas podrán
seleccionar los mejores productos y serán cada vez más conscientes de la
importancia de utilizar de una manera responsable estos servicios.
Las Instituciones Financieras tendrán usuarios más responsables y los usuarios
podrán evaluarlos mejor y así estarán obligados a ofrecer más y mejores
productos y servicios, lo que enriquecerá su calidad e incrementará el nivel de
competencia entre ellos.
Es importante tomar en cuenta que la Educación Financiera no es un tema que
abarque, únicamente, cuestiones como los productos de crédito, ahorro o de
seguros de las instituciones financieras. Es un tema que va más allá de estos
instrumentos, es saber cómo manejar el dinero, cómo ahorrar y cómo hacer un
presupuesto o cómo protegerse ante ciertos riesgos. Es, al final de cuentas, una
forma de vida.
Algunos datos del Informe Panorama Anual de Inclusión Financiera 2021, que
corresponde a datos a nivel nacional al cierre de 2020, señalan lo siguiente:
 
I.III Importancia de la Educación Financiera en México
 

En nuestro país, despertar el interés por la Educación Financiera es una tarea


urgente y necesaria. Sobre todo, porque hay grandes lagunas en los
conocimientos financieros de la sociedad en general. Lo anterior, tiene una serie
de consecuencias adversas para las personas, como el endeudamiento excesivo,
la falta de ahorro para el futuro, el uso improductivo de las remesas y la
poca claridad sobre los beneficios que ofrece la inversión en actividades
productivas, la adquisición de activos, o la educación de los hijos.
Del mismo modo, la falta de información, aunada a la escasa penetración del
sistema financiero, fomentan el uso de servicios financieros informales (tandas,
ahorro bajo el colchón, ahorro en animales, solicitud de crédito a prestamistas),
con frecuencia desventajosos y a costos elevados. También, el número y la
complejidad de los productos financieros han aumentado notablemente en años
recientes, lo que dificulta que las personas tomen decisiones informadas que
sirvan a sus propósitos.
 
I.IV Beneficios de la educación financiera

Los beneficios que ofrece la Educación Financiera son considerables, tanto para
la economía de cada individuo como para la economía nacional. En el plano
individual, la Educación Financiera contribuye a mejorar las condiciones de
vida de las personas, ya que proporciona herramientas para la toma de
decisiones adecuadas relativas a la planeación financiera y a la
administración de los recursos, así como información pertinente y clara que
da lugar a un mayor y mejor uso de los productos y servicios
financieros. Así, los usuarios con mayores niveles de Educación Financiera
tienden a ahorrar más, lo que normalmente se traduce en mayores niveles de
inversión y crecimiento de la economía en su conjunto.
Adicionalmente, la Educación Financiera, más allá de contribuir a mejorar el
desempeño de las instituciones debido a una clientela más responsable e
informada, puede generar un intercambio de información de mayor calidad
entre las instituciones financieras y sus clientes. Gracias a la educación
financiera los usuarios demandan servicios adecuados a sus necesidades y los
intermediarios financieros tienen mayor conocimiento de las necesidades de los
usuarios, lo que da lugar a una mayor y mejor diversificada oferta de productos y
servicios financieros novedosos, aumentando la competitividad e innovación en
el sistema financiero.
 
Actualmente, la Educación Financiera carece de espacios en los programas
universitarios y materias especializadas en posgrados de alta dirección, sin
embargo, en años recientes este tema ha cobrado un interés significativo porque
las finanzas personales afectan al sistema económico ya que ahora a través
de las redes sociales muchas personas a edad temprana tienen acceso a
productos financieros.
 
La importancia de la Educación Financiera en lo personal y familiar radica en su
capacidad para mejorar:
 
La finalidad de la Educación Financiera es contribuir a tomar decisiones
informadas con relación a los productos y servicios que ofrecen las entidades
financieras para transformar nuestras vidas. En el plano individual, el buen
manejo que tiene una persona sobre sus finanzas, impacta positivamente en su
calidad de vida y en la de su familia, ya que:
 
Promueve la cultura del ahorro para el corto y largo plazo.
 Planea sus ingresos y gastos a través de un presupuesto.
 Considera si puede pagar algo antes de comprarlo.
 Genera conciencia sobre cuándo y cómo es conveniente endeudarse.
 Permite comparar productos financieros.
 Otorga protección a los consumidores que, al estar informados,
 demandan mayor transparencia en los servicios financieros.
 Evita el estrés financiero.
 
En este sentido, es un hecho que las emociones influyen en las decisiones
financieras, y si no se tiene un buen control de los gastos, en el futuro no sólo se
tendrán problemas de liquidez, sino también de estabilidad emocional.
Con la Educación Financiera se toman decisiones informadas de los productos y
servicios financieros, para transformar nuestras vidas. En el plano individual, el
buen manejo que tiene una persona y que impacta positivamente en su calidad de
vida y en la de su familia.

II. La inclusión financiera


II.I Concepto
La inclusión financiera se define como el acceso al uso de servicios
financieros formales bajo una regulación apropiada que garantice esquemas
de protección a las personas usuarias y promueva la educación financiera
para mejorar la capacidad financiera de todos los segmentos de la población.
De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la
inclusión financiera, a través del acceso al uso de servicios y productos
financieros, ha sido una herramienta para que la población pueda obtener
recursos, satisfacer sus necesidades financieras y expandir sus posibilidades de
consumo; así como para que las empresas puedan incrementar sus capacidades de
financiamiento y administración financiera, que trasciendan en una mayor
productividad.
De acuerdo con un análisis realizado a diversos estudios que han mostrado y
demostrado los efectos positivos de la inclusión financiera, se han identificado
cinco impactos directos de la inclusión financiera en la población, tales como
resiliencia financiera, aprovechamiento de oportunidades, inversión de activos,
incremento del bienestar social y empoderamiento de las mujeres; los cuales
contribuyen a lograr una mejor salud financiera tanto de la población como de las
empresas. Asimismo, se han detectado algunos efectos indirectos en la población
a niveles micro y macroeconómicos como son crecimiento económico,
disminución de la corrupción e informalidad, y ahorros en el gobierno (CNBV,
2020, Impactos de la inclusión financiera).

También la Inclusión Financiera propicia menor pobreza y desigualdad


entre de la población. El acceso al crédito permite que las personas y
hogares adquieran patrimonio —como una casa o un vehículo— o bienes
duraderos; que emprendan alguna actividad productiva que genere
ingresos; que estén financieramente protegidas ante emergencias o imprevistos, y
que cuenten con los recursos suficientes para vivir tranquilas durante su
jubilación. Además, en el caso de las empresas, las acerca a mejores
posibilidades de crecimiento al permitirles comprar maquinaria, invertir en
inventario y mejorar sus instalaciones, entre otros beneficios.
La Inclusión Financiera se define como el acceso al uso de productos y
servicios financieros formales bajo una regulación apropiada que garantice
esquemas de protección a las personas usuarias y promueva la educación
financiera para mejorar la capacidad financiera de todos los segmentos de la
población
Una persona será incluida financieramente cuando tenga acceso al menos a un
servicio financiero formal (de instituciones reguladas) de manera transparente
(protección a las personas usuarias), a la vez que tenga la posibilidad de adquirir
la habilidad de seleccionar los productos y los servicios que más le convengan
(educación financiera). La Inclusión Financiera es un importante mecanismo
que permite incrementar el bienestar de la población, al poder desplazar los
flujos de ingreso y consumo por medio del ahorro y el crédito, así como la
acumulación de activos y la creación de un fondo para la vejez.
Solamente 57 millones de personas de 18 a 70 años (68%) tienen al menos un
producto financiero, lo que representa sólo 3 millones más de personas con
respecto a 2018. En el mismo sentido, solo el 49 por ciento de la población adulta
en México tiene una cuenta en un banco o institución financiera. (CNBV-INEGI,
2021, Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021).

Una mayor Inclusión Financiera es de interés para todos los agentes que se
desempeñan en el sector financiero. Pero para alcanzar este fin, es necesario que
los intermediarios públicos, privados y sociales se den a la tarea de proporcionar
las bases de Educación Financiera para que las personas usuarias busquen y
utilicen acertadamente los productos y servicios que les resulten más
convenientes o se ajusten a sus necesidades.
La Educación Financiera es un elemento clave para la Inclusión Financiera, que
permite hacer un uso eficiente y consciente de los productos y servicios
financieros. Cuando las personas tienen acceso al sistema financiero tienen
mayores oportunidades de escoger las opciones que favorezcan su desarrollo,
como invertir en su educación, en un negocio, en su salud o ahorrar para su
retiro.
Las políticas y programas de Inclusión Financiera giran, principalmente, en torno
a cuatro pilares: acceso, uso, protección a las personas usuarias y Educación
Económico-Financiera.
Estos cuatro pilares deben sustentarse en datos precisos, objetivos y oportunos,
para lograr los resultados esperados. Esto implica que debe existir una adecuada
medición para, en primera instancia, tener un diagnóstico y, posteriormente,
evaluar el impacto de las acciones emprendidas y, en su caso, hacer los cambios
necesarios y lograr el objeto de dichas acciones. De ahí, la importancia de contar
con indicadores que permitan medir los avances que se van obteniendo.
Frecuentemente el concepto “bancarización” es utilizado para hacer referencia a
la incorporación al sistema financiero de personas en situaciones de
vulnerabilidad, como personas de escasos recursos o trabajadoras en el sector
informal, que tradicionalmente han sido desatendidos por la banca; sin embargo,
esta bancarización puede ser tanto a través de la banca comercial, como a través
de otras instituciones financieras no bancarias reguladas, como la banca de
desarrollo o las entidades de ahorro y crédito popular, por lo que se ha tendido a
utilizar el término Inclusión Financiera en su lugar.
II.II Medición de la inclusión financiera

La CNBV y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), desde el


año 2012 llevan a cabo, cada tres años, la Encuesta Nacional de Inclusión
Financiera (ENIF). Esta encuesta está enfocada en la medición del acceso, uso y
barreras de productos y servicios financieros, uso y destino de instrumentos
financieros informales; uso de pagos digitales, recepción de remesas, posesión de
activos, conocimientos, comportamientos y actitudes financieras, entre otros
temas de la población adulta en México.
 
Con los resultados obtenidos de las ediciones de la ENIF, ha sido posible generar
un diagnóstico robusto sobre la situación del país en materia de Inclusión
Financiera, así como identificar las principales barreras y problemas que
obstaculizan que las personas se beneficien del sistema financiero formal. A
partir de este, se pudo formular la Política Nacional de Inclusión Financiera
(PNIF) de 2016 y, posteriormente, actualizarla en el 2020.
Dicho diagnóstico fue la base para la PNIF 2020, la cual por primera vez
consideró un proceso consultivo y de apropiación entre personas relevantes del
sector financiero público y privado, academia, personas expertas y organismos
internacionales. Su objetivo general es fortalecer la salud financiera de la
población mexicana, a través del incremento en el acceso y uso eficiente del
sistema financiero, del desarrollo de las competencias económico-financieras, y
del empoderamiento de la persona usuaria.
La PNIF 2020 contiene una estrategia transversal que busca generar información
e investigación para identificar las barreras y áreas de oportunidad en la Inclusión
Financiera de la población, siendo una de sus principales herramientas la ENIF.
Asimismo, cuenta con seis objetivos, donde cada uno de los cuales despliega
estrategias y líneas de acción para impulsar la inclusión y las competencias
económico-financieras, así como la protección al usuario de productos y
servicios financieros en México.
Para cada uno de estos objetivos se establecieron indicadores y metas para
monitorear y evaluar el desarrollo e implementación de la PNIF. Adicionalmente,
para cada estrategia se establecieron indicadores de seguimiento, los cuales
servirán para monitorear la evolución de la Inclusión Financiera en el país. Estos
indicadores de seguimiento, medidos a través de la ENIF, son los siguientes:
Fuente: PNIF 2020, solo se reportan los indicadores de los objetivos, medidos a
través de la ENIF.
pP= puntos porcentuales
 
Es evidente que la Inclusión Financiera es un elemento clave para reducir la
pobreza e impulsar la prosperidad económica y social del país. Por ello, es
importante fortalecer la infraestructura, física o digital para facilitar el acceso y
provisión de productos y servicios financieros.
Los canales tradicionales (sucursales y cajeros automáticos) son insuficientes
para lograr una cobertura de todo el territorio mexicano, dados los costos
asociados a ello; sin embargo, la regulación permite modelos de negocio más
rentables como son los corresponsales (tiendas de conveniencia, farmacias o de
servicios), dan la posibilidad de realizar pagos, retirar efectivo o abrir una cuenta,
entre otros.
México presenta un reto en materia de infraestructura tecnológica para lograr
conectividad en la totalidad del territorio del país, principalmente en las zonas
rurales, donde, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso
de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020, solamente
37% de los hogares del país en localidades rurales cuentan con servicios de
internet.
Por lo tanto, es necesario compartir recursos para lograr no solo conectividad en
todas las comunidades del país, sino también provisión de servicios financieros a
través de modelos de negocio donde varias instituciones compartan los costos
operativos y financieros involucrados.
En México es un reto en materia de infraestructura tecnológica, lograr
conectividad en la totalidad del territorio nacional, principalmente en las zonas
rurales.
Dados los avances tecnológicos y las brechas generacionales, el uso de servicios
financieros digitales va tomando relevancia y los proveedores van migrando a
ofrecer servicios tales como la banca electrónica, que ha permitido que se puedan
llegar a realizar algunas operaciones financieras a través de los celulares o
computadoras. Por ello, se vislumbra que en un futuro los servicios y productos
financieros se ofrezcan cada vez más a través de canales diferentes a los
tradicionales. Conforme a la ENIF 2021, más de la mitad de las personas con
cuenta realiza sus operaciones, como consultas de saldo o transferencias, a través
de la aplicación móvil.
A continuación, se presenta un panorama sobre la Inclusión Financiera de
México.
II.III Panorama de la inclusión financiera en México
En cuanto a la infraestructura, al cierre de septiembre de 2021, había 15 mil 779
sucursales, una disminución del 6.5 por ciento con respecto al cierre de 2019. Un
total de 60 mil 294 cajeros automáticos, con un incremento del 4.0 por ciento con
respecto al cierre 2019. En la captación de cuentas, se incrementó en un 2.2 por
ciento, en relación con el cierre de 2019 para alcanzar la cifra de 107 millones
204 mil 770 cuentas, los créditos incrementaron en un 4.1 por ciento con lo cual
se sitúan en una cartera de 54 millones 296 mil 536 contratos.
Es importante que los esfuerzos en promover mayor acceso y uso de servicios
financieros vayan acompañados de una regulación que garantice que los
proveedores de servicios proporcionen un trato justo y un servicio de
calidad a sus usuarias y usuarios, que facilite la toma decisiones informadas
sobre sus recursos financieros.
 
Tomando como base la información de sucursales registradas al cierre de
septiembre de 2021, la cobertura municipal fue de 50.2 por ciento, con una
cobertura demográfica de 92.4 por ciento. Mientras que, para el caso de cajeros
automáticos, la cobertura municipal fue de 59.9 por ciento, con una cobertura
demográfica de 95.3 por ciento. Para los corresponsales registrados se tuvo una
cobertura municipal de 74.2 por ciento, con una cobertura demográfica de 97.7
por ciento. Por lo que, la cobertura municipal del país con al menos un punto de
acceso (sucursal, cajero automático y corresponsal) al cierre de septiembre de
2021 fue de 78.4 por ciento.
 
Cobertura municipal de los puntos de acceso físicos (sucursal, cajero
automático o corresponsal)

Fuente: CNBV, mes de septiembre 2021


 
Particularmente, la Ciudad de México fue la entidad con el mayor número de
sucursales, con 1,793; por su parte, el municipio con más sucursales fue
Guadalajara con 369.
De acuerdo con el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2021, el 82.7 por
ciento de la población adulta habita en localidades con más de 20 habitantes que
se encuentran a menos de 2 km de un punto de acceso. Esta proporción crece a
88.6 por ciento al considerar un radio de 4 km y 94.2 por ciento, si el radio se
amplía a 7 km. La cobertura municipal con al menos un punto de acceso fue de
77.6 por ciento para el cierre de 2020.

En específico, el porcentaje de la población con acceso a al menos a una sucursal


a una distancia de 4 kilómetros, en promedio, fue de 77.0 por ciento y el del
acceso de localidades con más de 20 habitantes del 19.6 por ciento. El porcentaje
de la población con acceso a al menos a un cajero automático a una distancia de 4
kilómetros, en promedio, fue de 80.4 por ciento y el del acceso de localidades
con más de 20 habitantes del 25.0 por ciento. Finalmente, el porcentaje de la
población con acceso a al menos a un corresponsal a una distancia de 4
kilómetros, en promedio, fue de 87.5 por ciento y el del acceso de localidades
con más de 20 habitantes del 41.2 por ciento.
De acuerdo con los resultados de la ENIF 2021, respecto a la tenencia de
productos financieros, se obtuvo que el 78 por ciento de la población adulta del
país cuenta o ha contado con al menos uno de los cuatro instrumentos
financieros, como son cuenta, crédito, seguro o cuenta de ahorro para el retiro, lo
que representa un crecimiento de 2 puntos porcentuales (pp) con respecto a lo
reportado en 2018. La población que cuenta actualmente con un producto
financiero se ha ubicado en 68 por ciento desde el 2015, lo que sugiere que el
porcentaje de la población potencialmente activaen el sistema financiero se ha
mantenido estable en los últimos años.
De manera particular, alrededor de 49 por ciento de la población reportó tener al
menos una cuenta, lo que representa un crecimiento de 5 pp con respecto a 2015.
Alrededor del 65 por ciento de la población ha reportado tener o haber tenido una
cuenta, mayor al 59 por ciento reportado en 2018.

La penetración del crédito formal se ha incrementado de 29 por ciento en 2015 a


33 por ciento en 2021. La población que tiene o ha tenido al menos un crédito
formal se ubicó en 47 por ciento en 2021, mayor en 4 pp a lo reportado en 2015 y
3 pp más a lo reportado en 2018. Entre los productos de crédito formal, el más
común son las tarjetas de crédito departamentales, representando el 20 por ciento
de la totalidad del crédito formal.

Por otro lado, en 2021, la población que ha tenido seguro en algún momento se
ubicó en 32 por ciento, cifra menor a la reportada en 2018 y menor a la reportada
en 2015. Solo 21 por ciento de la población reportó tener un seguro al momento
del último levantamiento de la ENIF, porcentaje 4 pp menor al reportado en 2018
y en 2015.
Respecto a las cuentas de ahorro para el retiro o Afores, que son cuentas
individuales a las cuales contribuye la persona trabajadora, el patrón y el
Gobierno Federal, donde los recursos se van acumulando a lo largo de la vida
laboral, y le dan derecho a la persona trabajadora a una pensión al momento de su
retiro, se obtuvo que el 39 por ciento de la población adulta reportó tener una de
ellas. Este porcentaje fue marginalmente menor al reportado en 2018.

Un sistema financiero no puede operar de forma eficiente sin la confianza de su


población usuaria, puesto que si las personas perciben que sus recursos no están
seguros o que las instituciones financieras no velan por sus intereses, estarán
menos dispuestas a participar en el sistema financiero a través de la contratación
de productos o de la utilización de sus canales de acceso físicos o digitales.
Una forma de fortalecer la confianza en las instituciones financieras es a través
del establecimiento de políticas para la protección de la población usuaria. Esto
incluye medidas como establecer canales adecuados para recibir y resolver quejas
y reclamaciones en caso de problemas con productos e instituciones financieras,
así como mecanismos como el seguro de depósito, que protege los ahorros de la
población usuaria en caso de cierre o quiebra de una institución.
Por ello, la ENIF 2021 incluyó preguntas relacionadas con el nivel de confianza
por parte de la población en las instituciones financieras resultando que 65 por
ciento de la población con al menos un producto financiero considera que su
dinero estaría seguro en un banco o cualquier otra institución financiera. Este
porcentaje es incluso menor al preguntar si considera que la institución
resguardaría sus datos personales (61 por ciento) o si la institución resolvería sus
quejas y reclamaciones (56 por ciento).

Con relación a medios de pago, gracias a la ENIF 2021, se pudo notar que,
aunque la mayor parte de la población usa de forma recurrente el efectivo para
realizar compras y pagos de servicios, con instituciones financieras o incluso
negocios, otros medios están siendo utilizados para realizar estas acciones, como
son las tarjetas de crédito y débito.
Durante el periodo de 2018 a 2021, la población que tiene una tarjeta de débito o
crédito se incrementó. En particular, el porcentaje de la población adulta con una
tarjeta de crédito, bancaria o departamental, se incrementó únicamente en un
punto porcentual para ubicarse en 25 por ciento, la proporción que cuenta con al
menos una tarjeta de débito se incrementó en 12 pp, alcanzando el 46 por ciento.
De igual manera, para 2021, los medios digitales también han ganado terreno,
particularmente, dentro de los medios de pago en supermercados, tiendas
departamentales y en pagos de servicios públicos y privados.

En referencia a los comportamientos financieros, los cuales se refieren a las


acciones que toman las personas al momento de manejar sus recursos financieros
y que pueden estar relacionados con la forma en que las personas controlan sus
gastos, adquieren información sobre los productos que consumen y la forma en
que responden a choques financieros, los resultados de la ENIF 2021 sugieren
que estos comportamientos no están tan ampliamente extendidos entre la
población del país. Solo 2 de cada 10 personas reportaron que llevan un
presupuesto, 4 de cada 10 llevan un registro de sus deudas pendientes y el 50 por
ciento dijo separar su dinero entre deudas y gastos. Asimismo, existe una relación
positiva entre el nivel académico y el reportar haber realizado este tipo de
comportamientos.

De acuerdo con la información generada por la CNBV, al cierre de septiembre de


2021, se reportó que el sector de la banca múltiple está conformado por 51
instituciones, el de la banca de desarrollo por 6, el de las sociedades cooperativas
de ahorro y préstamo (Socap) por 155 y el de las sociedades financieras
populares (Sofipo) por 39.
Al cierre de septiembre de 2021, los activos totales de estos sectores ascendieron
a 13 mil 561 miles de millones de pesos. De este monto, el 81.7 por ciento
correspondió a la banca múltiple, el 16.5 por ciento a la banca de desarrollo, el
1.5 por ciento a las Socap y el 0.3 por ciento a las Sofipo.
En tanto, la cartera total de crédito de estos sectores alcanzó un saldo de 6 mil
561 miles de millones de pesos al cierre de septiembre de 2021, donde el 82.0
por ciento fue de la banca múltiple.

La captación total de recursos de estos sectores se ubicó en 8 mil 043 miles de


millones de pesos. De este monto, 83.1 por ciento correspondió a la banca
múltiple y 14.5 por ciento a la banca de desarrollo.
Fuente: CNBV, Boletín Estadístico Banca Múltiple, Banca de Desarrollo,
SOCAP y SOFIPO, mes de septiembre 2021
Padrón de Entidades Supervisadas [1]

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores tiene a disposición del público el


Padrón de Entidades Supervisadas, conocido como PES, que es una herramienta
que brinda información sobre las entidades financieras en el país que se
encuentran en operación. En el PES se puede encontrar la lista de entidades
autorizadas, reguladas y supervisadas La información se puede buscar por:  razón
social, nombre corto y sector financiero
La información disponible sobre las entidades financieras es la siguiente:
denominación o razón social; domicilio de la oficina principal o corporativo;
teléfonos y otros medios de contacto; sectores del sistema financiero en los que
operan; y el área administrativa de la CNBV responsable de su supervisión.
[1]Fuente:
https://www.cnbv.gob.mx/Paginas/PADR%C3%93N-DE-ENTIDADES-
SUPERVISADAS.aspx
Nota: La CONDUSEF también cuenta con padrón de instituciones financieras
denominado “Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros”
(SIPRES), que se aborda en otra sección y el cual define su marco de actuación. 
Existen tres fondos de protección de los ahorros de los clientes o socios
dependiendo del sector a que se refiere, esto es:
Existen tres fondos de protección de los ahorros de los clientes o socios
dependiendo del sector a que se refiere, esto es:
1. Los ahorros de los clientes de la banca están protegidos por un seguro de
depósito, bajo la administración del Instituto para la Protección al Ahorro
Bancario (IPAB), que cubre un monto de hasta 400,000 UDIs.
2. Los ahorros de los socios de las SOCAP están protegidos por un seguro de
depósito, bajo la administración del Fideicomiso Fondo de Supervisión
Auxiliar de Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo y de
Protección a sus Ahorradores (FOCOOP), que cubre un monto de hasta
25,000 UDIs.
3. Los ahorros de clientes y socios de las SOFIPO y Sociedades Financieras
Comunitarias (SOFINCO) están protegidos por un seguro de depósito,
bajo la administración del Fondo de Protección de Sociedades Financieras
Populares y de Protección a sus Ahorradores (PROSOFIPO), que cubre un
monto de hasta 25,000 UDIs.
 
Para conocer la información relacionada con temas de inclusión financiera.
Consulta la página
https://www.gob.mx/cnbv/acciones-y-programas/inclusion-financiera-25319
II.IV Inclusión y educación financiera con perspectiva de género

Uno de los principales retos que enfrenta México es garantizar el desarrollo


económico y reducir las brechas económicas y sociales. Hacia este objetivo se
encamina el trabajo que, a través de programas y proyectos, emprende cada uno
de los sectores de la administración pública conforme a sus facultades y
atribuciones.[2]
Mujeres y hombres tienen los mismos derechos y deberían tener las mismas
oportunidades también. Sin embargo, durante muchos años, ellas han enfrentado
una situación de desventaja en diversos aspectos. En reconocimiento a esta
situación, se ha hecho indispensable que las políticas públicas incluyan la
perspectiva de género en su planeación, diseño, ejecución y seguimiento.
Particularmente, la división sexual del trabajo no favorece a las mujeres. Para
ellas, incorporarse a la vida económica es un hecho condicionado por factores
como el estado conyugal o tener a su cuidado infantes o personas adultas
mayores, personas enfermas y personas con discapacidad, lo cual les impide
compaginar un trabajo remunerado con los deberes familiares que les son
asignados culturalmente, o bien, a obligarse a ejercer su carrera profesional de
manera interrumpida o aceptar empleos de menor calidad. Las responsabilidades
familiares, entonces, llegan a convertirse en barreras para su participación
equitativa en el trabajo remunerado, pues su inserción sucede de forma
restringida y en condiciones de desventaja. Eso se ve reflejado en la participación
de las mujeres en el mercado laboral, la cual es de menos de la mitad de las
mujeres adultas.
La responsabilidad social de crear programas sensibles al género ayuda a mostrar
y hacer más transparente la relación existente entre los objetivos políticos y los
ingresos y el gasto público, así como, entre la política y la distribución del gasto
en todas las actividades del gobierno. Incorporar entonces el enfoque de género
en los programas y, en general, en todas las acciones que el gobierno despliegue,
requiere unir el conocimiento sobre los roles y las relaciones de género y el
conocimiento sobre el sector público y la economía.

Otra característica que deben de tener estos esfuerzos es que deben


ser trasversales, es decir, que deben de estar contemplados en todos los
programas sociales de todas las dependencias para que tengan un resultado
significativo y no sea esfuerzo de una sola dependencia o sector.
La Educación Financiera con perspectiva de género podría resultar una
herramienta con profundas implicaciones, no solo en términos de igualdad social
y económica, sino también en la consecución de determinados estándares de
vida.
En específico, la CNBV ha realizado y continúa realizando diversas acciones en
materia de inclusión financiera con perspectiva de género, lo que facilita la
medición de brechas de género[3].
Las actividades con perspectiva de género en materia de medición se pueden
resumir en:
 Desde 2012 y de manera trienal, la CNBV, en colaboración con el INEGI,
ha realizado el levantamiento de la ENIF, que recopila información sobre
el acceso, tenencia y uso de productos financieros, así como de
alfabetización y bienestar financiero; de la cual todos los datos son
desagregados por sexo, por tipo de localidad de residencia (urbano y
rural), y adicionalmente se pueden obtener otras desagregaciones como
edad, nivel académico, estado civil, situación laboral, ingreso mensual, y
—a partir de la edición de 2021— de las personas hablantes de lenguas
indígenas, receptoras de programas sociales y receptoras de remesas.
 Desde 2016 se incorporó la desagregación por sexo en los reportes
regulatorios de la CNBV, particularmente en los datos de cuentas y
créditos, de la banca y las entidades de ahorro y crédito popular. Con esta
información, a partir de 2017, se incluye un apartado de inclusión
financiera con perspectiva de género en los reportes o panoramas anuales
de inclusión financiera; y desde 2018, se pone a disposición del público
estos datos de manera trimestral en sus bases de datos.
 En 2022 se incorporó dentro de los reportes públicos del Portafolio de
información de la banca múltiple el "Reporte por tipo de cartera y sexo de
la persona acreditada", en el cual se desglosa por sexo toda la cartera de
créditos de vivienda, consumo y empresarial.

Asimismo, la CNBV tiene a su cargo la Secretaría Ejecutiva del Consejo


Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF), bajo el cual se diseñó la PNIF de
2020. Dentro de la PNIF, la estrategia 6.4 está enfocada en “Realizar acciones
dentro de las instituciones financieras privadas y públicas para fomentar la
inclusión financiera de las mujeres”, las cuales están enfocadas en dos grandes
rubros, en el diseño de productos y servicios financieros con perspectiva de
género y en la representación de las mujeres en puestos directivos y de alta
decisión en las instituciones financieras y órganos reguladores.
En junio de 2021, la CNBV publicó una reforma a la regulación en materia de
reservas de capital de las instituciones bancarias. Esta regulación establece un
factor de ajuste a la baja en los créditos otorgados a las mujeres, con el cual se
busca mejorar la tasa de interés que les es otorgada.
Por otro lado, en marzo de 2022 se firmó un Convenio de Coordinación y
Colaboración Interinstitucional Público-Privado en materia de igualdad de género
en el sistema financiero mexicano que, entre otros, creó el “Comité
Interinstitucional para la Igualdad de Género en las Entidades Financieras”
(CIIGEF).
Este comité buscará desarrollar propuestas y compartir experiencias entre las
instituciones financieras para lograr un mayor equilibrio en la representación de
puestos de toma de decisión, impulsar la educación e inclusión financiera de las
mujeres y prevenir y erradicar la discriminación, el hostigamiento y acoso
sexuales, así como otras formas de violencia de género.  Además, contará con un
sistema de auto- monitoreo con el que, a través de indicadores clave, medirá el
avance de las instituciones en materia de igualdad de género. Asimismo, se
diseñó un sistema de gobernanza para asegurar la participación de personas de
alto nivel, así como la presencia de ambos sexos.
El comité está integrado por la Asociación de Bancos de México, la Asociación
Mexicana de Capital Privado, la Asociación Mexicana de Instituciones de
Seguros., la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro,
el Banco de México, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los
Usuarios de Servicios Financieros, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro
para el Retiro, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Comisión
Nacional de Seguros y Fianzas, el Fideicomisos Instituidos en Relación con la
Agricultura, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Instituto Nacional
de las Mujeres.
En el marco de las actividades del CIIGEF, en mayo de 2022 se publicó el
“Diagnóstico de la incorporación de la perspectiva de género en el quehacer
de las entidades financieras en México”, el cual presenta un panorama
descriptivo de la incorporación de la perspectiva de género en las entidades
financieras en México, a partir de tres aspectos:
1. La adopción de diversas políticas y prácticas que fomenten la igualdad al
interior de sus centros laborales
2. Las brechas de género en posiciones de liderazgo
3. La oferta de productos y servicios financieros enfocados a las mujeres.
 
El estudio concentra las respuestas de una muestra de más de 220 entidades y
autoridades financieras, lo que significó que 6 de cada 10 entidades financieras
de los sectores encuestados y la totalidad de las autoridades que conforman el
Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF), brindaron su información.
 
Los sectores financieros encuestados fueron: banca múltiple, banca de desarrollo,
organismos de fomento, sociedades cooperativas de ahorro y préstamo,
sociedades financieras populares, casas de bolsa, fondos de inversión,
administradoras de fondos para el retiro e instituciones de seguros.
 
Entre los hallazgos que contiene el diagnóstico en sus tres secciones, destacan los
siguientes:
 
a)   Desde la perspectiva de género en las políticas y prácticas de las
entidades financieras.
 
 El 68% contó con una política o práctica de igualdad de género; sin
embargo, solo el 27% contó con una que contenga indicadores para medir
su avance.
 
 El 54% contó con un comité encargado de la atención de asuntos relativos
a la igualdad y no discriminación.
 
 El 55% realizó algún cuestionario de clima laboral que contemplo aspectos
sobre igualdad y no discriminación.
 
 El 44% realizó campañas de sensibilización en materia de igualdad laboral
y no discriminación.
 
 El 50% contó con programas de capacitación sobre igualdad laboral y no
discriminación
 
 1 de cada 4 ofreció días de incapacidad o permisos de maternidad o
paternidad superiores a los marcados por la ley.
 
b)   Sobre la representación de las mujeres en posiciones de liderazgo en la
entidad u organismo.
 
 Del total de personas contratadas en 2020, el 48% fueron mujeres,
asimismo, del total de personas que dejaron de laborar en la entidad o
autoridad financiera, el 47% fueron mujeres.
 
 Del total de personas que obtuvieron un ascenso, la mitad fueron mujeres,
mientras que del total que recibieron una capacitación en temáticas
gerenciales, el 51% fueron mujeres.
 
 Del total de personas que laboraron en las entidades y autoridades
financieras, el 51% fueron mujeres (tercer y cuarto nivel). Sin embargo,
esta proporción disminuyó a 26% tanto en los puestos directivos, como en
los puestos de alta dirección (primer o segundo nivel).
 
c)   De la oferta de productos y servicios enfocados en las mujeres por parte
de las entidades financieras.
 
 El 14% de las entidades declaró tener al menos un producto financiero
diseñado para las mujeres.
 
 El 60% consideró que las mujeres suelen tener mejor comportamiento de
pago que los hombres, en términos del cumplimiento en los periodos
establecidos.
 
 El 44% consideró que las mujeres necesitan productos financieros con
características distintas que los ofrecidos a los hombres; sin embargo, de
las entidades que respondieron afirmativamente, solamente 1 de cada 5
contó con un producto o servicio con tales características.
 
 Los factores que consideraron que podrían fomentar un aumento en el
acceso y uso de productos y servicios financieros de las mujeres fueron:
 Brindar beneficios diferenciados para las mujeres, por el 44% como
una tasa de interés más baja con respecto a los hombres para un
producto crediticio similar.
 Ampliar el número de tipos de garantía viables para adquisición de
financiamiento por el 46%.
 Utilizar estrategias de mercadotecnia enfocadas a las mujeres, por el
77% de las entidades.
 
 Del total de personas que laboraron en las entidades y autoridades
financieras al cierre de 2020, el 51% son mujeres. Sin embargo, esta
proporción disminuyó a 26% tanto en los puestos directivos, como en los
de alta decisión.
 
 El 68% de las entidades financieras encuestadas cuenta con una política o
práctica de igualdad de género. En tanto, el 27% dispone de una que
incluye indicadores para medir su avance.
 
 El 44% de las entidades encuestadas consideró que las mujeres necesitan
productos financieros con características diferentes a las ofrecidas a los
hombres; no obstante, de las entidades que respondieron afirmativamente,
solamente 1 de cada 5 refirió contar con un producto o servicio con tales
características.
 
En este sentido, la encuesta también identificó que alrededor de 2 de cada 5
entidades financieras encuestadas consideraron que otorgar beneficios
diferenciados con respecto a los hombres, específicamente una tasa de interés
más baja con respecto a los hombres para un producto similar sería necesario. 
 
Ahora bien, y de conformidad con la ENIF 2021, se registran las siguientes
brechas de género en la tenencia de productos o servicios financieros.
Cuentas de captación:
Durante el periodo de 2015 a 2021, la población que tiene una cuenta tuvo un
crecimiento de cinco puntos porcentuales (pp), al pasar de 44 a 49 por ciento. Si
se considera a la población que en algún momento tuvo una cuenta, el porcentaje
total de la población que ha tenido una cuenta —es decir que tiene o tuvo una
cuenta— en este lapso pasó de 59 a 65 por ciento.
Como se puede observar en la siguiente gráfica, la población que ha tenido
cuenta presentó brechas a favor de los hombres, principalmente en el 2021 con
11 pp a favor de ellos.

Crédito:
Los resultados referentes a la población adulta que ha tenido crédito —es decir
que tiene o tuvo un crédito—se incrementaron cuatro pp de 2015 a 2021; en
específico, el porcentaje de personas que tiene un crédito fue lo que provocó
dicho aumento.
En este periodo, se observaron brechas a favor de los hombres en la población
que ha tenido crédito. Particularmente para 2015 se tuvo una brecha de cero pp,
mientras en 2018 la brecha fue de 7 pp, que fue la mayor brecha existente en el
periodo de análisis; finalmente, en 2021 se presentó una brecha de 3 pp a favor
de los hombres.
Seguro:
En lo que se refiere al porcentaje de la población que ha tenido seguro —es decir
que tiene o tuvo un seguro—, este se redujo de 37 a 32 por ciento de 2015 a
2021, principalmente en el bloque de las personas que actualmente disponen de
algún tipo de seguro.

Cuenta de ahorro para el retiro:


Durante el periodo de 2015 a 2021, el porcentaje de la población que tiene una
cuenta de ahorro para el retiro o Afore disminuyó de 41 a 39 por ciento [4].
Por otro lado, se observaron brechas a favor de los hombres para cada año
reportado.
Las brechas de género ENIF 2021 muestran que las mujeres tienen un
rezago en materia de tenencia de cuentas, créditos, seguros y cuentas de
ahorro pare el retiro a Afores.

III. El Sistema Financiero Mexicano


III.I. Estructura del Sistema Financiero
El Sistema Financiero Mexicano (SFM) se entiende, en términos
generales, como el conjunto de autoridades que lo regulan y supervisan, los
bancos múltiples y de desarrollo, las sociedades financieras de objeto
múltiple (SOFOMES); las Casas de Bolsa, las Bolsas de Valores, las Casas
de Cambio, las Aseguradoras, las Administradoras de Fondos para el Retiro
(AFORES), las Sociedades Financieras de Ahorro y Crédito Popular
(SOFIPOS), las Cajas de Ahorro Popular, Uniones de Crédito, y las
recientes Instituciones de Tecnología Financiera (IFT), por citar las más
relevantes. 

Los avances tecnológicos que acompañan a los nuevos desarrollos financieros,


abren nuevos horizontes y posibilidades de desarrollo y negocios en el sector, lo
que obliga a considerar e incluir nuevas experiencias como las FinTech que
constituyen un horizonte reciente tanto de nuevos productos y servicios
financieros, como de otros servicios complementarios no financieros de
vanguardia tecnológica. 
También se puede definir al SFM, como el conjunto de instituciones que tienen
por objeto el otorgamiento de créditos o financiamientos a los diferentes sectores
de nuestra economía y la captación de recursos de manera profesional, bajo la
supervisión y vigilancia de las autoridades del sistema financiero en un marco
jurídico establecido, para impulsar el desarrollo del país. 
Son entidades financieras las que intervienen generando, captando,
administrando, orientando y dirigiendo tanto el ahorro como la inversión;
instituciones de servicios complementarios; auxiliares o de apoyo a dichas
entidades; de agrupaciones financieras que prestan servicios integrados; así como
otras entidades que limitan sus actividades a información sobre operaciones
activas o prestan servicios bancarios con residentes en el extranjero. 
Para el Diplomado de Educación Financiera,por SFM se entenderá: el
conjunto de instituciones, dependencias y organizaciones, tanto públicas
como privadas, por medio de las cuales se captan, administran, regulan y
dirigen los recursos financieros que se negocian entre los diversos agentes
económicos, dentro del marco de la legislación aplicable. 

La importancia del SFM, radica en que permita llevar a cabo la captación de


recursos económicos de personas u organizaciones para ponerlo a
disposición de otras organizaciones, empresas o instituciones
gubernamentales, privadas o sociales que lo requieren para invertirlo.
En términos sencillos es todo lo referente al mercado (compra venta, uso y
depósito, entre otros) del dinero, y en donde estas últimas harán negocios y
devolverán el dinero que obtuvieron además de una cantidad extra (rendimiento),
como pago, lo cual genera una dinámica en la que el capital es el motor principal
del movimiento dentro del sistema. Esto conlleva a que se pueda alcanzar un
mayor desarrollo y crecimiento económico, lo cual se refleja en la generación
de un mayor número de empleos, derivado de la inversión productiva que
realizan las empresas, las personaso instituciones gubernamentales con el
financiamiento obtenido a través del sistema financiero. 
A través del Sistema Financiero, se realizan toda clase de actividades financieras,
tales como transferir recursos entre sectores y regiones por lo que esta función
permite que las inversiones se dediquen a usos más productivos y pertinentes. 

En la actualidad el Sistema Financiero Mexicano regulado y supervisado por


las autoridades del gobierno mexicano, está integrado de la siguiente
manera (información que se encuentra disponible en el Buró de Entidades
Financieras al 4er trimestre del 2021): 
a. 2,992 Instituciones Financieras reguladas por las autoridades mexicanas
como: Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Banco de
México (BANXICO), Comisión Nacional para la Protección y Defensa de
los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), Comisión Nacional
Bancaria y de Valores (CNBV), Comisión Nacional de Seguros y Fianzas
(CNSF), Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro
(CONSAR), entre otras. 
b. 12,980 Productos y Servicios Financieros disponibles en el SFM. Los
productos de colocación con mayor presencia en el Catálogo Nacional de
Productos y Servicios Financieros del Buró de Entidades Financieras son
el crédito simple, crédito personal y crédito en cuenta corriente. A su vez,
los productos de captación más populares son el de cuenta de nómina,
cuenta de ahorro y los instrumentos de inversión. 
c. 25 Sectores diferentes de los cuales los 5 más representativos por su
número son: Sociedades Financieras de Objeto Múltiple Entidades No
Reguladas (SOFOM E.N.R), Fondos de Inversión, Sociedades
Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SOCAP) e Instituciones de Seguros y
las Uniones de Crédito. 
La finalidad prioritaria del sistema financiero (SF), es llevar a cabo las
funciones de captación de las unidades económicas con superávit y
canalizarlo a unidades económicas deficitarias, lo que significa que el
sistema financiero se ocupa de captar el dinero ahorrado y canalizarlo a
quien lo necesita. Se trata de una función de intermediación pertinente y
necesaria en cualquier contexto o agregado social. Así, por ejemplo, los bancos
son capaces de prestar dinero a algún usuario porque hay otras personas
que a su vez depositaron sus ahorros en la institución financiera. 
Dentro de cualquier SF es importante contar con un marco legal. Por ello existen
entidades encargadas de su regulación, algunas de éstas son la SHCP, Banxico o
la CNBV. 
El SFM se integra por dos componentes. En el primero están los organismos
encargados de poner las reglas del juego y aplicarlas. Éstos son, principalmente
la SHCP y Banxico. Aunque también hay otros, como la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores (CNBV); la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas
(CNSF) el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) o la Comisión
Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros
(CONDUSEF). 
En el segundo componente están las Instituciones que ofrecen productos o
prestan servicios financieros en distintos sectores de operación, como la banca
comercial, la banca de desarrollo, las instituciones de seguros y fianzas, así como
el mercado de valores, con todos sus integrantes. 

El SF también está integrado por diferentes intermediarios y mercados


financieros, a través de los cuales y de una variedad de instrumentos, moviliza el
ahorro hacia usos productivos. Los bancos son quizá los intermediarios
financieros más conocidos, puesto que ofrecen directamente sus servicios al
público y forman parte medular del sistema de pagos. Sin embargo, en el sistema
financiero participan muchos otros intermediarios y organizaciones que ofrecen
servicios de gran utilidad para la sociedad. 
Un sistema financiero estable, eficiente, competitivo e innovador contribuye a
elevar el crecimiento económico sostenido y al bienestar de la población. Para
lograr dichos objetivos, es indispensable contar con un marco institucional
sólido, con capacidades suficientes para llevar a cabo la regulación y
supervisión financiera que salvaguarde la integridad del mismo sistema y
proteja los intereses del público usuario. Por lo anterior, el Banco de México
tiene entre sus objetivos, el promover el sano desarrollo del sistema financiero y,
en particular, de los sistemas de pagos. 
La CONDUSEF, cuenta con una página en donde se puede ir conociendo cada
una de estas instituciones de manera didáctica, para su consulta, revisa la
siguiente liga:
https://webappsos.condusef.gob.mx/EducaTuCartera/SistemaFinanciero.html 
 
III.II. Autoridades Reguladoras del Sistema Financiero
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), con fundamento en las:
fracciones VI, VII y VIII del Artículo 31 de la Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal, le corresponde realizar o autorizar todas las
operaciones en que se haga uso del crédito público; planear, coordinar,
evaluar y vigilar el sistema bancario del país que comprende al Banco
Central, a la Banca Nacional de Desarrollo y las demás instituciones
encargadas de prestar el servicio de banca y crédito; y ejercer las
atribuciones que le señalen las Leyes en materia de seguros, fianzas, valores
y de organizaciones y actividades auxiliares del crédito. 

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), de acuerdo al Artículo 2


de la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, tiene por
objeto supervisar y regular en el ámbito de su competencia a las entidades
integrantes del sistema financiero mexicano que esta Ley le señala, a fin de
procurar su estabilidad y correcto funcionamiento, así como mantener y fomentar
el sano y equilibrado desarrollo de dicho sistema en su conjunto, en protección de
los intereses del público. 
La Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), con fundamento en el
Artículo 108 de la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de
Seguros y en los Artículos 68 y 69 de Ley Federal de Instituciones de Fianzas,
está encargada de supervisar que la operación de los sectores asegurador y
afianzador se apegue al marco normativo, preservando la solvencia y estabilidad
financiera de las instituciones de Seguros y Fianzas, para garantizar los intereses
del público usuario, así como promover el sano desarrollo de estos sectores con
el propósito de extender la cobertura de sus servicios a la mayor parte posible de
la población. 
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), con
fundamento en el Artículo 2 de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro,
le corresponde la coordinación, regulación, supervisión y vigilancia de los
sistemas de ahorro para el retiro.  
El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), de conformidad con el
Artículo 67 de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, tiene por objeto
garantizar los depósitos bancarios de los pequeños y medianos ahorradores, y
resolver al menor costo posible bancos con problemas de solvencia,
contribuyendo a la estabilidad del sistema bancario y a la salvaguarda del sistema
nacional de pagos. 
III.III. Banco de México
III.IV. Organismos Financieros Multilaterales
III.V. Reforma Financiera de 2014
Actividad

IV. Emprendiendo en México


IV.I Definición
Emprendedores se les llama a las mujeres y hombres que se encuentran en el
proceso de crear, desarrollar o consolidar una empresa a partir de una idea. Por lo
general, en este proceso no se cuenta con la experiencia empresarial suficiente, o
con la tecnología y financiamiento para materializarla.
El emprendimiento se inicia con el proyecto empresarial a partir de la
identificación de un negocio, de la detección de alguna necesidad de un producto
o servicio o simplemente porque tienen el entusiasmo para iniciar una empresa.
Los emprendedores constituyen la base de la pirámide empresarial y para
materializar sus iniciativas en negocios rentables, requieren estructurar un
esquema completo de apoyos que facilite la constitución de empresas, la
permanencia de estas y su crecimiento en el mercado.
El término emprendimiento proviene del francés “entrepreneur”, que
significa “pionero”, y se refiere etimológicamente a la capacidad de una
persona de realizar un esfuerzo adicional para alcanzar una meta, aunque
en la actualidad se limita su uso para referirse a una nueva empresa o
proyecto que inicia una persona o grupo de personas.
El emprendimiento es esencial en las sociedades, pues permite a las empresas
buscar innovaciones, y transformar conocimientos en nuevos productos.
IV.II Tipos de empresas
En el ámbito económico, dependiendo de su tamaño, las empresas se clasifican
en cuatro rubros: Microempresas, pequeñas empresas, medianas empresas y
grandes empresas.
 Las microempresas son todos aquellos negocios que tienen menos de 10
trabajadores, generan anualmente ventas hasta por 4 millones de pesos y
representan el 95 por ciento del total de las empresas y el 40 por ciento del
empleo en el país; además, generan el 15 por ciento del Producto Interno
Bruto.
 Las pequeñas empresas son aquellos negocios dedicados principalmente
al comercio, que tiene entre 11 y 30 trabajadores o generan ventas anuales
superiores a los 4 millones y hasta 100 millones de pesos. Son entidades
independientes, creadas para ser rentables, cuyo objetivo es dedicarse a la
producción, transformación y/o prestación de servicios para satisfacer
determinadas necesidades y deseos existentes en la sociedad. Representan
más del 3 por ciento del total de las empresas y casi el 15 por ciento del
empleo en el país, asimismo aportan más del 14 por ciento del Producto
Interno Bruto.
 Las medianas empresas son los negocios dedicados al comercio que tiene
desde 31 hasta 100 trabajadores, y generan anualmente ventas que van
desde los 100 millones y pueden superar hasta 250 millones de pesos. Son
unidades económicas con la oportunidad de desarrollar su competitividad
en base a la mejora de su organización y procesos, así como de mejorar sus
habilidades empresariales. Entre sus características también poseen un
nivel de complejidad en materia de coordinación y control e incorpora
personas que puedan asumir funciones de coordinación, control y decisión;
lo que implica redefinir el punto de equilibrio y aumentar simultáneamente
el grado de compromiso de la empresa. Representan casi el 1 por ciento de
las empresas del país y casi el 17 por ciento del empleo; además
contribuyen con más del 22 por ciento del Producto Interno Bruto.
 Las grandes empresas a aquellos negocios dedicados a la producción de
bienes y la prestación de servicios que tienen desde 101 hasta 251
trabajadores y ventas superiores a los 250 millones de pesos. Una gran
empresa tiene entre sus características, sobrepasar una serie de límites
ocupacionales o financieros, los cuales, dependen de cada país. Obtienen
economías de escala, que consisten en ahorros acumulados por la compra
de grandes cantidades de bienes y entre sus ventajas está la facilidad de
financiamiento que da mayor garantía a las empresas del pago de sus
deudas y sus barreras de entrada son relativamente escasas debido a la
gran cantidad de mano de obra generada.
Actualmente, en nuestro país las micro, pequeñas y medianas empresas
(MIPYMES) aportan alrededor del 52% del PIB y generan el 72% de los
empleos formales (IMCO).

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de


las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (ENAPROCE), elaborada por el
INEGI en 2019, del total de las empresas registradas en nuestro país, el 97.6%
son microempresas, las cuales emplean al 75.4% del personal; mientras que las
pequeñas empresas representan el 2% y emplean al 13.5% del personal. Por su
parte, las medianas empresas representan el 0.4% y emplean al 11.1% del
personal.
El Global Entrepreneurship Monitor (GEM, 2020), afirma que en México existen
alrededor de 8.6 millones de personas que trabajan por cuenta propia o en estas
microempresas, de las cuales el 60% requiere financiamiento. El acceso al mismo
se complica por las condiciones de mercado y por la urgencia de sobrevivir y
tener liquidez. Actualmente se está descuidando el espíritu empresarial de alto
crecimiento y las políticas de austeridad representan un desafío adicional. El
crecimiento económico mundial continúa desacelerándose y la calidad de
producción equivale a 8.5, registrado en 2020 en México, han empeorado las
condiciones para el desarrollo empresarial y la generación de empleos.
De acuerdo con GEM (2021), el Índice Nacional del Contexto Emprendedor
(NECI, por sus siglas en inglés), la aptitud del entorno económico para el
emprendimiento, en el caso de México, para el periodo del 2020 al 2021, fue de
4.1 (sobre una escala Likert del 0 al 10); puntación con la cual pasó de ocupar el
lugar 23 (Periodo 2019-2020) a ocupar el lugar 34 (Periodo 2020-2021). Esta
puntuación NECI, para cualquier economía, se obtiene mediante un promedio
simple de las Condiciones del Entorno Empresarial (EFCs, por sus siglas en
inglés), mismas que se enlistan a continuación: Acceso a finanzas
emprendedoras, Política de gobierno: Apoyo y pertenencia, Impuestos y
burocracia, Programas gubernamentales de emprendimiento, Educación escolar
(y post-escolar) sobre emprendimiento, Transferencia de investigación y
desarrollo, Infraestructura comercial y profesional, Facilidad de entrada:
Dinámica de mercado, Cargas de mercado y regulaciones; Infraestructura física y
Normas sociales y culturales.
Se dice que “aquello en lo cual perseveramos se vuelve más fácil de realizar, no
porque su naturaleza haya cambiado, sino porque nuestra capacidad para
realizarlo ha aumentado”. Por lo anterior, resulta de gran importancia reforzar el
impulso al emprendimiento, ya que este esfuerzo incrementará nuestra capacidad
de generar impactos positivos en lo social y económico.
Incentivar el emprendimiento en México, mediante la creación de mejores
condiciones para el ecosistema emprendedor de nuestro país; por sí mismo, no
llevará a nuestra economía al nivel de crecimiento que se requiere para garantizar
el bienestar de 127 millones de mexicanos, al menos no de forma directa; pero lo
que sí es seguro, es que contribuirá con su granito de arena para poder
incrementar el número de PyMEs en México, que como se describió en un
principio, constituyen el motor de nuestra economía.
 
IV.III Características del emprendimiento
 Innovar. Crea un proyecto a partir de ideas nuevas y originales.
 Creatividad. Crea a partir de ideas interesantes y novedosas.
 Asumir riesgos. Tiene en cuenta lo impredecible y supera los retos que el
desarrollo de un proyecto genera.
 Perseverar. Trabaja y espera paciente los resultados y ganancias, que, en
muchos casos, no llegan en los primeros meses, sino tiempo después de
comenzado el emprendimiento.
 Flexibilidad. Está abierta al cambio y siempre focalizada en crecer. A lo
largo del camino modifica ciertos aspectos del emprendimiento para
obtener mejores resultados.
 Paciencia. Es consciente de que la idea no debe apresurarse, y no suele
encerrarse a pensar una idea perfecta, sino que elige vivir su vida como
todas las otras personas, para experimentar las mismas necesidades que los
demás y así encontrar, dentro de ese camino, la idea a desarrollar.
 Información. Investiga los estudios de marketing que puedan aportar
datos de interés para un emprendedor, genera lazos entre personas que
están en similar situación.
 Determinada. Tiene o desarrolla un espíritu emprendedor para trabajar
por su cuenta y generar sus propios negocios. Emprender suele ser una
decisión muy difícil, quien la toma sabe que está renunciando a la
estabilidad que otorga un salario.
IV.IV Importancia del emprendimiento

Muchos profesionales deciden desarrollar un proyecto propio a fin de lograr una


estabilidad económica. Ante esta situación, gobiernos e incubadoras de negocios
ayudan a los emprendedores organizando entidades dedicadas a promover los
pequeños emprendimientos.
Esto se debe a que este tipo de proyectos da impulso a la economía, sobre todo al
considerar que la demanda de trabajo suele crecer a un ritmo superior al de la
oferta.
En muchas ocasiones, un emprendimiento familiar ayuda a que la familia logre
satisfacer sus necesidades básicas de vida o mejorarla notablemente. Además, un
emprendimiento da independencia, ya que una persona que tiene un
emprendimiento propio trabaja de manera particular y no depende de jefes ni
horarios.
IV.V Tipos de emprendimiento
El emprendimiento es el proceso de diseñar, lanzar y administrar un nuevo
negocio, que generalmente comienza como una pequeña empresa o una
emergente, ofreciendo a la venta un producto, servicio o proceso.
 Emprendimiento empresarial. - El emprendimiento empresarial es la
iniciativa o aptitud de un individuo para desarrollar un proyecto de
negocio, u otra idea que genere ingresos que le permite cubrir
principalmente sus gastos básicos, y el de su familia. El emprendimiento
empresarial, tal como fue dicho anteriormente ha surgido por las crisis
económicas del país, lo cual lleva al individuo desarrollar ideas
innovadoras en el mercado que le permita crecer en momentos
dificultosos. No obstante, el emprendimiento empresarial tiene sus
ventajas, en primer lugar, el de generar ingresos, empleos. Luego, permite
al individuo ser su propio jefe, y por lo tanto, manejar su propio tiempo y
tomar sus propias decisiones.
 Emprendimiento cultural. - El emprendimiento cultural puede ser visto
como el generador de empresas u organizaciones culturales con el objetivo
de que no se pierda el significado, ni el valor simbólico de los productos y
costumbres pertenecientes de un país.
 Emprendimiento social. - El emprendimiento social busca satisfacer las
necesidades de la sociedad en donde se desenvuelve. Como tal, el
emprendimiento social es una persona u organización que atacan
problemas de la comunidad, bien sea en lo social, económico, y cultural.
En referencia a este punto, surge una distinción entre el emprendimiento
empresarial ya que este último busca ganancias para el emprendedor,
mientras que el emprendimiento social busca soluciones que mejoren la
sociedad sin ningún lucro económico.
IV.VI Importancia del emprendimiento
El emprendimiento favorece la economía del país. Al crear nuevas empresas, los
emprendedores crean oportunidades de empleo para las personas, impulsan la
competitividad y la productividad de las empresas, crean industrias nuevas que
pueden ser motores de crecimiento para el futuro, ayudan a mejorar la renta
nacional e introducen innovación de productos en el mercado.
El país tiene un aspecto vulnerable que inhibe el emprendimiento: sus
instituciones.
 Además, los factores de inseguridad, violencia o incertidumbre son
desalentadores para el espíritu emprendedor.
A nivel mundial, México ocupa una posición desfavorable en los siguientes
rubros:
 Instituciones: 106
 Eficiencia del mercado laboral: 120
 Eficiencia en el mercado de bienes: 96
 Pero ocupa una posición privilegiada en factores como:
 Tamaño del mercado: 12
 Ambiente macroeconómico: 28
Para fortalecer el emprendimiento en México se necesita atender los siguientes
puntos:
 Fortalecer las instituciones. Garantizar un entorno legal, político,
institucional, fiscal y social transparente para disminuir la corrupción e
inseguridad.
 Implementar modelos triple hélice para que los emprendedores, centros
de investigación y el Gobierno trabajen en conjunto.
 Ofrecer educación para formar emprendedores; es decir, formar a
personas con conocimientos administrativos, estratégicos, con inteligencia
financiera y emocional.
 Generar programas que se ajusten a las necesidades reales del
emprendedor mexicano.
 Favorecer la innovación para afrontar los cambios del mundo moderno.
III.III. Banco de México

El Banco de México (Banxico), es la Banca Central del SFM y la máxima


autoridad monetaria. De conformidad con el Artículo 2 de la Ley del Banco
de México, esta institución central tendrápor finalidad proveer a la
economía del país de moneda nacional, procurar la estabilidad
macroeconómica y conservar el poder adquisitivo de dicha moneda. Serán
también finalidades del Banco promover el sano desarrollo del SF y propiciar el
buen funcionamiento de los sistemas de pagos. 
Una de las tareas del Banxico, es promover el desarrollo del sistema financiero
para garantizar que funcione en favor del desarrollo económico, que sea accesible
para los usuarios y que opere en un ambiente competitivo y eficiente. Cuando el
SFM cumple estos criterios, facilita el cumplimiento de otras tareas del
banco central, como la provisión de moneda nacional a la sociedad -a través
de la banca comercial- y la ejecución de las políticas monetarias y
cambiarias. Cualquier cambio que se haga en dichas políticas, tendrá un
efecto en los precios que se pactan en los mercados financieros, como las
tasas de interés (costo de los créditos, rendimientos, etc.) o el tipo de cambio. Es
a través de este sistema, que el banco central lleva a cabo sus labores para
cumplir con su objetivo prioritario, que es cuidar que el dinero en la economía no
pierda su valor (capacidad de compra) a lo largo del tiempo. 
También se encarga de la emisión de instrumentos de crediticios y la regulación
monetaria gubernamental, la fijación de criterios generales a los que deben
sujetarse los participantes en el mercado de dinero, así como también propiciar el
buen funcionamiento de los sistemas de pago. 
III.IV. Organismos Financieros Multilaterales

Los Organismos Financieros Multilaterales (OFM), son organizaciones que están


conformadas por tres o más naciones, y su principal objetivo será el trabajar en
conjunto en las problemáticas que afectan los países que integran la organización
en cuestión. 
La meta de los organismos multilaterales es conseguir acuerdos globales o
regionales. A través de ellos ha sido posible lograr consensos para implementar
acciones multilaterales concretas en relación a temas económico-financieros,
incluyendo el Desarrollo Sostenible y así mantener el equilibrio de intereses entre
las naciones, a través, del establecimiento de marcos regulatorios que ayuden a la
prevención y a la resolución de conflictos. 
La Organización de Naciones Unidas, El Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio,
entre otros, son algunos de los organismos multilaterales más conocidos e
importantes del mundo. 

El Fondo Monetario Internacional (FMI), por ejemplo, nació en el marco de


las Naciones Unidas, en el año 1945, tiene como objetivos primordiales, evitar
las crisis financieras en los sistemas monetarios de sus estados miembros, la
promoción de políticas cambiarias sostenibles y de cooperación a nivel
internacional, la apertura del comercio internacional y la reducción de la pobreza
de todos aquellos países partes. El FMI es uno de los organismos multilaterales y
especializados y actualmente tiene 185 países miembros y su sede se encuentra
en Washington.
El multilateralismo de este organismo queda fielmente expresado, en la
metodología multilateral de pagos que facilita y, por otro lado, por el
otorgamiento temporal de recursos financieros a aquellos miembros que
presentan problemas en sus balanzas de pagos, por ejemplo, un país inscrito al
FMI tendrá el acceso automático al 25% de su cuota. 
El FMI actúa como fondo al cual los países miembros podrán recurrir en caso de
necesidades de financiamiento de algunos de sus proyectos. 
El Banco Mundial (BM), se crea en contexto de los acuerdos de Bretton Woods
(1944) con la misión específica de impulsar la reconstrucción europea en la
postguerra; una vez cumplido el cometido original el Banco Mundial se ha
concentrado en otorgar financiamientos y asesoría en proyectos para el desarrollo
a las naciones más pobres del mundo. https://www.bancomundial.org 
La Organización Mundial del Comercio (OMC), originalmente llamada
Acuerdo General de Aranceles y Tarifas, (GATT), es la organización
internacional que tiene como objetivo liberalizar de aranceles y cuotas el
comercio internacional para favorecer el libre intercambio de mercancías entre
las economías del orbe. https://www.wto.org/ 
III.V. Reforma Financiera de 2014

La Reforma Financiera realizada en México en 2014 se impulsó y se aprobó para


lograr los siguientes objetivos: 
 Incrementar la competencia en el sector financiero. 
 Fomentar el crédito a través de la Banca de Desarrollo. 
 Ampliar el crédito a través de las instituciones financieras privadas. 
 Mantener un sistema financiero sólido y prudente. 
 Hacer más eficaces a las instituciones financieras y el actuar de las
autoridades en la materia. 
 Impulsar mecanismos de transparencia hacia el público usuario 
Pilares de la Reforma Financiera 
A. Incrementar la competencia en el sector financiero.
La Reforma Financiera establece un conjunto de medidas para fomentar la
competencia dentro del sistema financiero y con ello abrir nuevos canales de
oportunidad para las empresas y los diversos demandantes de financiamientos,
así como para inhibir prácticas anticompetitivas. A continuación, se describen
algunas de estas medidas: 
 Fortalecimiento de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de
los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF). 
 Medidas contra ventas atadas. 
 Regulación de Redes de Medios de Disposición. 
 Investigación de la Comisión Federal de Competencia Económica sobre
nivel de competencia del sector financiero.
 Movilidad de garantías y de operaciones (potabilidad de créditos). 
 Mayor número de corresponsales de Ahorro y Crédito Popular. 
 Creación del Buró de Entidades Financieras. 
B. Fomentar el crédito a través de la Banca de Desarrollo.

La Banca de Desarrollo debe otorgar crédito a quienes, por fallas de


mercado, no son atendidos por las instituciones privadas, o bien
complementar los productos que dichas instituciones ofrecen. 
Con la Reforma Financiera, se apuntala a la Banca de Desarrollo con un marco
normativo que, le permita instrumentar políticas que sumen tanto a la creación
como a la preservación de los empleos e inversiones. 
La Banca de Desarrollo debe contribuir, de manera eficaz, con la actividad
productiva del país, la creación de valor y el desarrollo del campo y, a su vez,
permitir y respaldar el ahorro popular en beneficio del bienestar de las familias
mexicanas. 
Entre las modificaciones legales implementadas destacan: 
 El Fortalecimiento de la Banca de Desarrollo se refleja al definir con
claridad el mandato de sus instituciones, y el fomento de la economía a
través de la atención de sectores estratégicos que enfrentan limitantes para
tener acceso a alternativas de financiamiento. 
 La flexibilización del marco normativo de las instituciones, eliminando
restricciones innecesarias para su desarrollo 
 La obligación de crear programas de inclusión financiera para las micro,
pequeñas y medianas empresas, así como para los pequeños productores
del campo. 
 Acorde con las mejores prácticas bancarias, se da mayor claridad acerca
del control y vigilancia de las instituciones para evitar duplicidad de
funciones y cargas administrativas innecesarias. 
 La regulación y supervisión bancaria queda a cargo de la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores, el Banco de México y la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público en el ámbito de competencia que corresponda
a cada una. 
 Se refuerza la obligación de prestar asistencia técnica y capacitación,
particularmente en los servicios y productos financieros de innovación,
creación de patentes y demás derechos de propiedad industrial. 
 La Banca de Desarrollo deberá promover la inclusión financiera de la
población, particularmente, la de mujeres, niños y jóvenes, así como la
promoción del ahorro e inversión en comunidades indígenas. 
 Las instituciones también deberán implementar programas y productos
específicos con perspectiva de género, para fomentar la igualdad de
hombres y mujeres en materia de acceso a servicios financieros. 
 Cada institución financiera de desarrollo podrá allegarse de los recursos
requeridos para el cumplimiento de su mandato, principalmente capital
humano; fortaleciendo a sus órganos de gobierno para que determinen,
haciendo uso de recursos propios, la estructura organizacional y
necesidades de recursos humanos a fin de poder llevar a cabo sus
actividades sustantivas de forma más efectiva. 
 Las instituciones deberán promover la sustentabilidad ambiental en sus
programas operativos y financieros, así como incentivar la responsabilidad
ambiental corporativa en ellas mismas, en los términos que establezca su
Consejo Directivo. 
 Las instituciones de Banca de Desarrollo podrán realizar funciones de
banca social 
 La Financiera Rural se transforma en la “Financiera Nacional de
Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero”. Dentro del rediseño
estructural se encuentra la flexibilización de su regulación para que pueda
mejorar su esquema operativo e incrementar el crédito que otorga. 
C. Ampliar el crédito a través de las instituciones financieras privadas
La Reforma Financiera contempla elementos y herramientas para acelerar e
incidir en el otorgamiento de crédito vía las instituciones financieras privadas.
Algunos de ellos son: 

 Mejorar el régimen de garantías. 


 Mejorar el régimen de concursos mercantiles. 
 Resolución de controversias en Tribunales especializados. 
 Evaluación periódica a los bancos. 
 Otorgamiento de mayores facultades a la Comisión Nacional Bancaria y
de Valores. 
 Fortalecimiento del mercado de las Sociedades Anónimas Promotoras de
Inversión Bursátil. 
 Ampliación de obligaciones sobre información crediticia. 
D. Mantener un sistema financiero sólido y prudente.
 La Reforma Financiera integró, entre otros, las siguientes medidas que
contribuyen al fortalecimiento del sector para mantener su solidez: 
 Fortalecimiento de medidas prudenciales. 
 Fortalecimiento del procedimiento de liquidación Bancaria. 
 Coordinación en Materia de Estabilidad Financiera. 
Adicionalmente, la reforma hace más eficaces a las instituciones financieras y el
actuar de las autoridades en la materia. 
La Reforma Financiera moderniza la legislación en este sentido a través de
algunas de las siguientes medidas: 
 Flexibilización del régimen corporativo de los fondos de Inversión para
hacerlos accesibles al pequeño inversionista 
 Fortalecimiento del Régimen del Mercado de Valores. 
 Se eleva a rango de ley el Consejo Nacional de Inclusión Financiera. 
 Se eleva a rango de ley el Comité de Educación Financiera. 
 Se mejora y fortalece el Esquema de Sanciones y Autocorrección. 
La Reforma Financiera sienta bases sólidas para que el sector financiero
contribuya en mayor medida al desarrollo económico incluyente y hará del
crédito un mayor detonador de crecimiento económico en favor de las familias
mexicanas.
Se establece un marco jurídico que promueve la competencia, multiplicando
y mejorando las opciones de crédito para los mexicanos. Así mismo fortalece la
regulación, la coordinación y el sano desarrollo del sector. 
El propósito de la Reforma Financiera es claro: que haya más crédito y más
barato.
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