Está en la página 1de 15

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS


Formación Inicial Docente FID/EF
Cobán, Alta Verapaz.

Docente: Mauricio Pop.

TRABAJO FORMAL

KINESÍOLOGIA DE LA RODILLA

Genry Geovany Mucú Choc

Carné: 202115656

Cobán, Alta Verapaz, Junio de 2023.


Tabla de contenidos

Nombre de los movimientos musculares …………………………………………… 4


Recorrido articular en grados ……………………………………………………………. 6
Músculos que realizan los movimientos musculares ………………………. 9
Estructuras Oseas involucradas ………………………………………………………… 11
Análisis de movimientos en actividades en la educación física …………. 13
Introducción

La kinesiología de la rodilla es una ciencia médica que estudia la biomecánica


y fisiología de la rodilla, con la finalidad de entender cómo funciona y dar
tratamientos para restaurar la movilidad y funcionalidad de esta zona del
cuerpo. La rodilla es la articulación más grande del cuerpo humano y se
compone de múltiples sistemas que trabajan en conjunto: huesos, tendones,
ligamentos, músculos y otros tejidos. La kinesiología de la rodilla se centra en
todos estos elementos, ya que comprenda cómo todos interactúan entre sí
para formar el movimiento. La kinesiología de la rodilla implica el diagnóstico
y la terapia restaurativa de los diversos desequilibrios musculares, óseos,
tendinosos, ligamentosos de la rodilla, así como la compensación de la
biomecánica y la postura, que influyen directamente en la movilidad de la
rodilla. El enfoque es el de equilibrar la fuerza muscular para restaurar los
patrones de movimiento y minimizar el dolor a la rodilla. Se debe trabajar con
otros profesionales en la terapia para lograr los resultados deseados.
Objetivos

 Sirve de unión entre el muslo y la pierna. Soporta la mayor parte del


peso del cuerpo en posición de pie.

 lesión, extensión, rotación medial y rotación lateral

 El principal movimiento que realiza es la flexo-extensión, aunque


también puede rotar ligeramente cuando está flexionada.

 permiten que los huesos se muevan.


Kinesiología de la rodilla
Nombre de los movimientos musculares

La articulación de la rodilla normal tiene varios movimientos básicos:


La articulación de la rodilla es una articulación de bisagra modificada. Los
movimientos activos de la articulación de la rodilla se describen como flexión,
extensión, rotación medial y rotación lateral.
Flexión
Cuando la rodilla está flexionada o doblada, el ligamento cruzado está tenso y
los ligamentos colaterales están relajados. La flexión máxima de la rodilla es de
120150 grados.

Extensión
Cuando la rodilla se extiende o se endereza, los ligamentos colaterales lateral y
medial, así como el LCA están tensos. La extensión máxima de la rodilla es de 5
a 10 grados.
Rotación medial
Este movimiento solo se puede lograr con la rodilla en flexión. Los ligamentos
cruzados controlan la rotación medial de la tibia girando uno alrededor del otro
para permitir este movimiento. La rotación interna máxima es de 30 a 40
grados.

Rotación lateral
Este movimiento también requiere que la rodilla esté
flexionada para poder girar lateralmente. Los ligamentos
cruzados controlan la rotación lateral de la tibia al
desenroscarse entre sí para permitir este movimiento. La
rotación externa máxima es de 30 a 40 grados.
Recorrido articular en grados

Flexión con rodilla extendida, 80 grados.

Flexión con la rodilla flexionada, 125 grados.


Abduccion45 grados.
Rotación externa, 45 grados.
Rotación interna, 45 grados.

Rodilla:
Flexión, 140 grados.
Extensión, 0 grados.

La flexión máxima de la rodilla es de 120-150 grados.


La extensión máxima de la rodilla es de 5 a 10 grados.
La rotación interna máxima es de 30 a 40 grados.
La rotación externa máxima es de 30 a 40 grados.
Músculos que realizan los movimientos musculares

La articulación de la rodilla normal tiene varios movimientos básicos:


flexión, extensión, angulación hacia dentro, angulación hacia fuera, movimiento
anteroposterior y rotación axial.

Estos movimientos o grados de libertad están controlados mediante la


restricción primaria y secundaria. Con la flexión y la extensión de la articulación
de la rodilla, hay un movimiento de rodamiento y de deslizamiento de los
cóndilos fe molares en relación con la meseta tibial.

Al contrario, cuando la articulación está en extensión, hay un movimiento


anterior de los cóndilos femorales en relación a la meseta tibial. La restricción
primaria de este grado normal de movimiento son los ligamentos cruzados
anterior y posterior. Las funciones principales del ligamiento cruzado anterior
es evitar el desplazamiento hacia delante de la tibia en relación con el fémur
(movimiento cajón anterior), mientras que el ligamento cruzado posterior evita
el movimiento hacia atrás de la tibia en relación con el fémur (cajón posterior).
La lesión de los ligamentos cruzados anterior y posterior conducen a un
movimiento anómalo entre el fémur y la tibia durante la flexión y extensión.
Las limitaciones secundarias del movimiento anteroposterior anómalo del
fémur y de la tibia durante la flexión y la extensión, son la cápsula articular
fibrosa, los meniscos lateral y medios, los ligamentos colaterales lateral y
medial.
Las fuerzas musculares dinámica y las formas geométricas normal de las
superficies articulares femoral y tibial. Cada una de estas limitaciones
secundarias ayuda a estabilizar la articulación femorotibial contra el
movimiento anteroposterior anómalo durante la flexión y la extensión de la
articulación de la rodilla. Sin embargo, las limitaciones secundarias no son por
lo general eficaces para evitar el movimiento giratorio anómalo y se pueden
lesionar ellos mismos cuando acuden a la función como limitaciones primarias
en contra de un movimiento anteroposterior excesivo.
Un ejemplo podría ser la elevada incidencia de desgarros de menisco asociados
con lesiones del ligamento cruzado anterior. El menisco medio actúa como un
estabilizador contra un movimiento giratorio anterior excesivo, encajándose
entre el códilo femoral y la meseta tibial. Esta acción conduce a un desgarro en
mango de cuchara del menisco medio. Cuando la rodilla está flexionada, el
ligamento colateral lateral empieza a relajarse, lo que permite el
desplazamiento posterior del cóndilo femoral lateral en la meseta tibial. Este
proceso conduce a una rotación interna de la tibia en relación al fémur. El
movimiento axial de la tibia se invierte con la extensión cuando el ligamento
colateral lateral empieza a estirarse, lo que produce un deslizamiento anterior
del cóndilo femoral lateral en la meseta tibial, Las limitaciones primarias contra
la rotación axial anómala son los ligamentos colaterales medial y lateral, así
como los ligamentos cruzados anterior y posterior.
Cuando la articulación de la rodilla está en extensión, los ligamentos colaterales
limitan el movimiento axial anómalo de la tibia. Con la flexión de la articulación
de la rodilla, los ligamentos cruzados limitan a la articulación para el
movimiento axial externo anómalo. Los ligamentos cruzados anterior y
posterior son capaces de proporcionar una estabilidad axial a causa de su
orientación espacial en la articulación. Los ligamentos cruzados se torsional
uno con otro cuando la rodilla está en flexión, lo que limitan la rotación axial
interna. Con la lesión de uno de los estabilizadores axiales primarios, el
examinador obtiene sin excesivo movimiento rotacional de la tibia en relación
al fémur. Como ejemplo, la lesión del ligamento cruzado anterior, cuando la
articulación está en flexión, se encuentra una rotación interna anómala de la
tibia. Los estabilizadores secundarios del movimiento axial anómalo son los
meniscos, la cápsula articular fibrosa, las fuerzas musculares dinámicas y la
geometría normal de las superficies articulares. Los limitadores secundarios no
son capaces de oponerse de forma eficaz a un movimiento axial anómalo
cuando los limitadores primarios están lesionados. Sujetos a estas fuerzas
anómalas, los limitadores secundarios conducen a menudo a su lesión. Los
desgarros de menisco y la desestructuración de las superficies articulares son a
menudo secuelas de un movimiento axial anómalo después de la lesión del
ligamento cruzado anterior.
Los limitadores primarios contra la angulación varo-valgo anómala son los
ligamentos colaterales medial y lateral y la cápsula articular fibrosa. La lesión
de los limitadores medial y lateral da lugar a una angulación interna o externa
excesiva.
Estructuras Oseas involucradas

Los flexores principales de la articulación de la rodilla son los músculos bíceps


femoral, semitendinoso y semimembranoso, mientras que el músculo poplíteo
inicia la flexión de la “rodilla bloqueada”. Los músculos grácil y sartorio asisten
como flexores débiles.
El extensor principal de la articulación de la rodilla es el músculo cuádriceps
femoral, asistido por el músculo tensor de la fascia lata. El cuádriceps femoral
está constituido por cuatro vientres femorales, los músculos: recto femoral,
vasto lateral, vasto medial y vasto intermedio, todos inervados por el nervio
femoral.
La rotación medial, como fue discutido anteriormente, ocurre cuando la rodilla
está en la última etapa de la extensión, que también sucede cuando la rodilla
está flexionada. Es principalmente producido por las acciones de los músculos
poplíteo, semimembranoso y semitendinoso, que son asistidos por los
músculos sartorio y grácil. La rotación lateral, por su parte, es producida por el
músculo bíceps femoral y también ocurre cuando la rodilla está flexionada.
La rodilla es la articulación más grande y compleja del organismo humano y su
estructura está configurada para sostener el peso del cuerpo mientras se corre,
se camina o se está en pie, por lo que de be tener una gran estabilidad,
especialmente porque los músculos que se insertan en ella son los que facilitan
el movimiento (130º entre flexión y extensión, así como una mínima rotación
de 14º cuando está en flexión) y desarrollan una gran fuerza.
Son tres los huesos que se unen en la rodilla: el fémur, la tibia y la rótula; por lo
que en realidad se trata una articulación compuesta o doble, según se quiera
entender. Por una parte, se unen los cóndilos del fémur (las dos protuberancias
del fémur que hay en el extremo inferior del hueso) y la tibia y por otra la tróclea
(la parte cóncava situada entre los dos cóndilos) del fémur y la parte posterior
de la rótula.
En el primer caso, entre ambos huesos se ubican los meniscos (externo e
interno), que evitan el rozamiento de ambos y cumplen la función de
amortiguar las fuerzas de compresión que se producen, por ejemplo, al saltar.
Entre la rótula y el fémur, sin embargo, se interpone el cartílago preRrotuliano,
cuya función es la de absorber la presión entre ambos huesos.
Y, a su vez, todo el conjunto de la articulación está envuelta por la cápsula
articular, cuya cubierta interna es la denominada membrana sinovial, en la que
se produce el líquido sinovial, encargado de lubricar la articulación y nutrirla.
No obstante, en la rodilla hay más de una docena de bolsas serosas que
permiten evitar la fricción entre las distintas estructuras móviles, siendo las más
significativas la prerrotuliana y la de la pata de ganso.
La estabilidad de la rodilla está determinada por los ligamentos que se insertan
en los diferentes huesos, unos en el interior de la cápsula articular
(intraarticulares) y otros fuera de ella (extraarticulares). En el primer grupo se
encuentran Los ligamentos cruzados anterior y posterior, el transverso (une los
dos meniscos) y los meniscos femorales anterior y posterior. Entre los
extraarticulares destacan los ligamentos laterales interno y externo y el
rotuliano, aunque hay otros que contribuyen a cohesionar la articulación de la
rodilla.

Esta complejidad de la articulación de la rodilla está justificada no sólo para


proporcionarle la necesaria estabilidad, fuerza y resistencia, sino también
porque los músculos que actúan sobre ella son numerosos y algunos de ellos
participan en diferentes movimientos. Entre ellos cabe citar el cuádriceps, el
bíceps femoral, los isquiotibiales, el sartorio, el recto femoral o los tres vastos.

Finalmente, hay que mencionar que el riego sanguíneo del conjunto de la rodilla
procede esencialmente de la arteria femoral, el tibial interior y la poplítea,
cuyas ramificaciones envuelven a la articulación formando lo que se denomina
círculo anastasómico.

Análisis de movimientos en actividades en la educación física

Un conocimiento minucioso de la articulación de la rodilla interesa al profesor


en educación física, por ser la articulación más utilizada, más expuesta, y menos
protegida en las actividades de la vida diaria. La articulación de la rodilla además
de unir el fémur, la tibia y la rótula, es un elemento de alta complejidad
mecánica en cuanto a su anatomía a pesar de estar dotada de un solo sentido
de libertad de movimiento: la flexión-extensión. De manera accesoria, posee un
segundo sentido de movimientos: la rotación sobre el eje longitudinal de la
pierna, que solo aparece cuando la rodilla ha sido flexionada. Así mismo los
músculos que la rodean y actúan sobre ella tienen la capacidad no solo de
ejecutar los movimientos normales, sino también, según su tono, modificar la
alineación de los segmentos óseos en la postura estática. A través del siguiente
trabajo, no solo se tratará de describir aspectos de la biomecánica de la rodilla,
sino la relación que presentan todos los elementos anatómicos que la rodean y
que influyen en su funcionamiento, determinando la importancia que lleva este
conocimiento en cada actividad planteada desde la educación física.
Conclusiones

La kinesiología es un área de la medicina que se especializa en el análisis y


tratamiento de diferentes lesiones relacionadas con los músculos, tendones y
articulaciones. La rodilla es una articulación que requiere una atención especial,
ya que es una de las articulaciones más complejas y la más vulnerable a lesiones.
Los terapeutas de kinesiología estudiarán los músculos y los tendones alrededor
de la rodilla para buscar desequilibrios en la fuerza y el rango de movimiento.
Se aplicarán ejercicios específicos para evitar lesiones y mejorar la función de la
rodilla para que pueda desarrollar actividades sin dolor. Estos ejercicios pueden
incluir estiramientos, estrés isométrico, técnicas de equilibrio, fortalecimiento
y movimiento consciente. El tratamiento de kinesiología debe personalizarse
para abordar las necesidades de cada paciente, lo que puede incluir terapia
para el retraso en el desarrollo, terapia para el dolor y tratamiento para
lesiones. La rehabilitación puede mejorar significativamente la movilidad de la
rodilla y la función de toda la cadena de músculos relacionada.
Recomendaciones

1. Realiza ejercicios para fortalecer los músculos alrededor de la rodilla.


Fortalecer los cuádriceps, los isquiotibiales, el gemelo y el glúteo, son los
ejercicios ideales para evitar lesiones.

2. Mantén una postura correcta durante el día. Procura mantener los pies en
paralelo, coloca las rodillas sobre la misma línea de tus pies y evita doblar
excesivamente tus rodillas mientras caminas o estés de pie.

3. Usa una buena almohadilla para las rodillas. Al hacer ejercicio o cualquier
actividad física, es importante usar una buena almohadilla para proporcionar
un soporte adecuado y disminuir la presión sobre ellas. Esto te ayudará a
prevenir lesiones y mejorar la estabilidad de tu rodilla.

También podría gustarte