La violencia de género es un problema grave y persistente que afecta a mujeres en todo el
mundo. Es una forma de discriminación y opresión basada en el género, que se manifiesta a través de actos de violencia física, sexual, psicológica y económica. Lamentablemente, esta violencia está normalizada en nuestra sociedad, lo que dificulta aún más su erradicación. Este articulo tiene la intención de mencionar como hemos normalizado algunas actitudes que no contamos como violencia de género y la necesidad de acabar con esto , hablo de cosas como los comentarios machistas naturalizados en nuestra sociedad como "No soy machista, me he criado rodeado de mujeres "o "Menudo carácter tenéis (las mujeres)" que hasta se ha escuchado entre profesores dentro de la institución , creo que a todos nos tendrían que dar una lección de lo que es el micromachismo , la violencia de genero no solo violenta a las mujeres otro ejemplo de esto es la oración de "Los hombres no lloran " es un estereotipo que muy a menudo escuchamos ,al menos se hayan testimonios que rompen esta barrera como por ejemplo el libro de “Los chicos no lloran”, que trata sobre el daño que causa la creencia de que los hombres deben comportarse de una determinada manera y las mujeres de otra. También quisiera dar un espacio especial a la célebre frase de "Ni machismo ni feminismo, igualdad" Una variante de esta frase es "No me gustan los extremos", como si el feminismo fuera lo contrario al machismo. Empecemos por el principio. Según el diccionario de María Moliner, el feminismo es "la doctrina que considera justa la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Movimiento encaminado a conseguir la igualdad". Es decir, feminismo es igualdad, este fragmento es tomado de la revista Women Now decidí agregarlo ya que la fijación o significado del feminismo es incorrecta. Desde temprana edad, se nos enseña a través de roles de género estereotipados y normas sociales restrictivas que justifican y toleran la violencia hacia las mujeres. En conclusión, la violencia de género está normalizada en nuestra sociedad debido a las estructuras patriarcales y desigualdades de género arraigadas en nuestras instituciones y actitudes culturales. Para erradicar esta violencia, es necesario abordar sus causas profundas y trabajar hacia una sociedad más equitativa y respetuosa.