Está en la página 1de 4

Globalismo

 Es un sistema ideológico, que promueve la concentración del poder a escala mundial y
la transferencia de la soberanía de las naciones, a entidades supranacionales, para
conformar una estructura de poder global totalitaria.
La globalización es un proceso socioeconómico, el globalismo en cambio es una
ideología -en el sentido lato de la palabra- porque va más allá de la descripción de un
orden de cosas para convertirse en un conjunto de juicios de valor sobre él.
El globalismo se mueve en el orden teorético mientras que la globalización camina
sobre la realidad tangible de lo económico y social. Como muchas de las ideologías, el
globalismo obedece a intereses dominantes, en este caso de los países desarrollados.
Y tiene también sus ideólogos, sus seguidores -que son los globalistas -, sus aparatos
de resonancia y su estructura propagandística.
El globalismo defiende la nueva estrategia de dominación de los países industriales
que es la globalización, enaltece el fundamentalismo del mercado, exalta la libertad de
comercio, brega por el abatimiento de las barreras arancelarias, impulsa el flujo libre de
los factores de la producción -excepción hecha de la mano de obra, a la que somete a
muchas restricciones, incluso racistas-, propugna el desmantelamiento del Estado,
implanta la monarquía del capital, fomenta la internacionalización de la economía,
promueve el uso de las nuevas tecnologías, defiende la "desregulación" de las
actividades económicas, favorece la homologación de las costumbres y la imitación de
las pautas de consumo y fortalece la sociedad consumista.
Esta ideología empezó a forjarse a partir del colapso de la Unión Soviética y de la
terminación de la guerra fría, cuando las potencias de Occidente quedaron sin
contrapesos geopolíticos. Entonces uno de sus objetivos estratégicos fue la conquista
de mercados dentro del mundo comercial redondo y no planisferio que surgió cuando,
después de la terminación de la guerra fría, a la concepción meramente plana del
intercambio internacional le sustituyó su visión rotunda. Surgió entonces el concepto de
"lo global". Los medios de comunicación saltaron fronteras, las comunicaciones
alcanzaron escala planetaria, el capital y los demás factores de la producción se
desplazaron por el mundo, se intensificaron los intercambios internacionales. El planeta
se convirtió en un solo y gran mercado financiero, comercial, bursátil y crediticio abierto
las veinticuatro horas del día. Fue un fenómeno impresionante. Y de su exaltación
teórica se encargó el globalismo, que fue la ideología elaborada por los ganadores del
sistema para defender sus intereses. Con las más sutiles argumentaciones ellos se
afanaron en explicar y justificar la destrucción del Estado y el asalto a las soberanías
nacionales y de cohonestar hasta los excesos irracionales del sistema.
El globalismo ha "des territorializado" la política y la economía. Las ha liberado de las
fronteras nacionales. El territorio estatal para los efectos de la globalización ha pasado
a ser menos importante que el tiempo como dimensión de la economía. Cosa que
antes no ocurría. La dimensión temporal se ha superpuesto a la espacial, en el sentido
de que lo que tradicionalmente se ha considerado como "nacional" ha sido desbordado
por "lo global" y de que las fronteras estatales ya no cuentan o cuentan cada vez
menos como factores condicionantes de la actividad política y económica. Las "plazas
financieras" no coinciden, como antes, con la diagramación territorial de los Estados. La
"alianza" entre las telecomunicaciones, la informática y los transportes ha
empequeñecido el planeta.
Globalización
El término "globalización" ha adquirido una fuerte carga emotiva. Algunos consideran
que la globalización es un proceso beneficioso --una clave para el desarrollo
económico futuro en el mundo, a la vez que inevitable e irreversible. Otros la ven con
hostilidad, incluso temor, debido a que consideran que suscita una mayor desigualdad
dentro de cada país y entre los distintos países, amenaza el empleo y las condiciones
de vida y obstaculiza el progreso social. En esta nota se analizan de manera general
algunos aspectos de la globalización y se procura identificar en qué forma los países
pueden aprovechar las ventajas de este proceso, evaluando al mismo tiempo desde
una óptica realista las posibilidades y riesgos que plantea.

La globalización ofrece grandes oportunidades de alcanzar un desarrollo


verdaderamente mundial, pero no está avanzando de manera uniforme. Algunos países
se están integrando a la economía mundial con mayor rapidez que otros. En los países
que han logrado integrarse, el crecimiento económico es más rápido y la pobreza
disminuye. Como resultado de la aplicación de políticas de apertura al exterior, la
mayor parte de los países de Asia oriental, que se contaban entre los más pobres del
mundo hace 40 años, se han convertido en países dinámicos y prósperos. Asimismo, a
medida que mejoraron las condiciones de vida fue posible avanzar en el proceso
democrático y, en el plano económico, lograr progresos en cuestiones tales como el
medio ambiente y las condiciones de trabajo.

En los años setenta y ochenta, muchos países de América Latina y África, a diferencia
de los de Asia, aplicaron políticas orientadas hacia el sector interno y su economía se
estancó o deterioró, la pobreza se agravó y la alta inflación pasó a ser la norma. En
muchos casos, sobre todo en África, los problemas se vieron agravados por factores
externos adversos. No obstante, al modificarse las políticas en estas regiones, el
ingreso comenzó a aumentar. Actualmente se está produciendo una importante
transformación. Alentar esta transformación --y no dar marcha atrás-- es la mejor forma
de fomentar el crecimiento económico, el desarrollo y la lucha contra la pobreza.

Las crisis desencadenadas en los mercados emergentes en los años noventa han
mostrado a las claras que las oportunidades que ofrece la globalización tienen como
contrapartida el riesgo de la volatilidad de los flujos de capital y el riesgo de deterioro
de la situación social, económica y ambiental como consecuencia de la pobreza. Para
todas las partes interesadas --en los países en desarrollo o los países avanzados y, por
supuesto, para los inversionistas-- esta no es una razón para dar marcha atrás sino
para respaldar reformas que fortalezcan las economías y el sistema financiero mundial
de modo de lograr un crecimiento más rápido y garantizar la reducción de la pobreza.
Conclusión
 Yo estoy de acuerdo con la implementación del sistema de la globalización
debido que ha hecho modificación de procesos económicos, político, culturales
sociales y tecnológicos ya que este proceso fue resultado del capitalismo para la
búsqueda de incrementar la producción de comercio y consumo que se ha
beneficiado desde la creación del internet, la globalización ha hecho ventajas
muy importantes en la sociedad como la economía en el libre de comercio de
bienes y servicios a nivel mundial o mayor competitividad empresarial y calidad
de productos también se ha sido reflejada en el área de la política se ha
modificado la legislación a nivel nacional e internacional con la finalidad de
incentivar el comercio, los planes de cooperación, la seguridad jurídica, la
seguridad mercantil, nuevas políticas públicas, entre otros y por ultimo en lo mas
importante en lo social donde las relaciones humanas se han fortalecido y han
podido superar diversas limitaciones, como la distancia, gracias al desarrollo
tecnológico.

También podría gustarte