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EI Clown, Jestis Jara nos transmite a través de su libro Elelown, tin navegante de las emociones un concepto novedos0 de lo que es un payaso en cuanto a su proyeecion y un navegante Se de las emociones profesores, estudiantes de Ciencias de la Educacin, Jests Jara nonitores, snimadores, profesionales del teatro y aficionados una herramienta que es, al mismo tiempo, divertida y practica, Jestis Jara “limites de las artes En la primera parte realiza un breve estudio ,, histérieo sobre el desarrollo del clown ex el teatro, el cine y elcireo, En Ia segunda parte nos devela aspectos intimos sobre su filosofia y psivologia y nos da pautas sobre el uso de la naria, la mirada, su vor, el vestuario y el maquillaje. En la tercera parte ofrece una cantidad de juegos y ejercicios que ayudan a conocer y desarrollar el clown i que cada uno tiene en su interior. Alfredo Mantovani, especinlista en Teatro en la } Edueaei6n prologa ests manual de téenicas elownescas afirmando que ir a la bisqueda del propio clowa nos inducira siempre a explorarnos y reeuperar nuestro nifo interior. Jugar en clave clown es representarnos ; 2 nosotros mismos como lo hacen los nifios cuando juqgan al teatro. Wy yro colaboras con do este apran iba ‘Com Coleceién “Temas de Edueacién Artisticn” EL CLOWN, UN NAVEGANTE DE LAS EMOCIONES Jests Jara Coleceién “Temas de Educacién Artistica” m2 Tei Es : Cr! ha, Int de © Jests Jara Ivstraciones: luna Alber, Depésito Ley: SE-776-2000 ISBN: 84-89295-06% PROEXDRA ‘Agoclacién da Profasaras por la Expresién Dramaoa en Espafia, ‘Apdo, Postal 197 - 41590 Moré (Sola) » Toll. y Faxc 95 - 665 12:90 Grificas Olimpia, SL. Eduardo Dato, 19-19 A ‘Moron de la Frontera (Sevilla) : § 3 E | | ‘| PROLOGO Aclores Excéntricos que dirigi en Madrid durante algunos afios. Con él y ‘otros dos compafieros, Rafa Rivas y Paco Villalba, creamos nuestro primer especticulo de payasos, Alpargato, Bartolén y Braulio en busca de Ia isla del tesoro. Recorclando aquellos momentos, pienso que el proceso de crea- cién de la obra fue un juego vital que, sin duda, forj6 las bases de una amistad que atin perdura, Jess era en aquella época empleado de banca ~ como el autor de este prologo habia sido notario en su juventud ~ Ambos ejerci- mos en sociedad, por tanto, el rol del payaso blanco, aquel que ha de cumplir el papel forinal,'aquel que no puede jugar, porque “con ef dinero no se juega”, y tampoco con la responsabilidad del fun- cionario, De modo que hemos conocido las dos caras de la mone~ da; la seria y la lGdica, la formal y Ja transgresora. Y esta posibilidad de-haber vivido dos vidas es la que nos per mite hoy, a é1 escribir HI Clown, un navegante de las emociones, y a mi prologarlo, con la complicidad de nuestros respectivos payasos, En mi caso, amigo lector; me produce una gran alegria poder pre- sentarte este texto, tan completo y tan rico en propuestas. Siento que tenemos en nuestras manos un regalo con un claro objetivo: apostar por la formacién de nuevos clowns y aportar, a los pedagogos tea- trales y a los educadores, una metodologia clara de trabajo, C= a Jestis Jara en 1981 cuando ingres6 en el Taller de li § 1 é I ¥ si aquellos comienzos dé la mano del exeentricismo nos mos- traron 2 Jests, alias Bartolon, como un apunte del gran clown que luego ha sido, hoy su figurd, cobra mayor dimension como el pedagogo que, a través del tiempo y en contacto directo con sts alumnes, ha conseguido un doininio de la materia y de los grupos como pocos especialistas 1o han hecho. Sus cursos son dinémicos, abiertos a la sorpresa y muy divertidos. Su magisterio se desarroli con precisién y en sus clases fascina escuchar con que certeza ana liza los ejercicios que proporie a sus alumnos. Sus caracteristieas per sonales hacen que tenga una. vision suficientemente amplia del pro- ‘ceso de crecimiento del clown de cack persona, y su sélict forma: clon teatral le permite extraer de cada alumno el maximo de sus pesibilidades actorales “Todo ello esta presente en'este libro tan cercano, tan entrafable: Y¥ tan necesario, ante ln casi.totsl ausencia de textos sobre el clown en nuestro pais, Se trata del primer escrito tedrico-prictico que dat luz su autor, un enamorado de-su trabajo y un firme ereyente dle Ia aria roja, que un dia fue @ncantade por In magia de esos grandes... los paysos. 7 quel que se acerque a ests paginas podré encontrar la historia y la filosofia del clown, pero también una gran cantidad de ee! y juegos que le pemnititin descubrir cusil es su esencia y entender porqué el clown no imita a.natlie, permaneciendo siempre fel ios cicios Jnismo. ‘Como este texto no es una novela policiaca, no hay peligro de adelantar el secreto de su argumento, desvelando uno de sus men- sajes esenciales: el clown no.tione que represeniar ningtin papel Y permite ql actor afirmar con fuerza su realidad de jugador. Esta es una de sus grandes aportaciones al arte dramitico, pues ya no se trata de que el actor se identifique con un personaje, sino ‘consigo mismo. De modo que iia la btisqueda del propio clown ros: inducira siempre a volver hacia nuestro interior, y mas concreta- mente nos hari recuperar nuestra infancia, Jugaremos en clave clown por el gusto dle reconocernos. Para representarnos a nosotros mis mos, como lo hacen los nifios cuando juegan al teairo. 12 Por todo lo dicho, también es para mf'una gran satisfacci6n que Proexdra incluya en su coleccion Temas cle Educctcién Ariisiica esta ‘obra, BI Clown, un navegante de las emociones, que nos habla de la pedagogia cel clown. Intuyo que los eduenclores podrin aprender Prucho de unas ensefianzas que giran alrededor de la risa y el jueno.. La amena redaccion de este manual de filosofia y prictica clownes- cas convenceri rapidamente a los educadores de que no es dificil fer uno mismo y dialogar con el exterior, creando un ambiente dis tendido. Basta tan s6lo con colocarse un protesis roja de plastico sobre Ia nariz, ; Estoy seguro que este libro consepuirt que cada vex haya més personas con el deseo de ser payasos en sus.ratos de ocio ©; res realiza un delicioso baile, tuvo un antecedente en un corto de | 1918 de Fatty Arbuckle, 4 cocinero, y éste, a su vex, tenia su origen en un clisico ndmero de vodeuil. - mismo, al concepto de clown que venimos mangjands todo el tiem po: enclenques pero fuertes de espiritu, toxidos, traviesos, supers 38 Eu Clown, Un NAVECANTE DE LAS EMOCIONES “dos por las circunstancias pero siempre dispuestos a levantarse una y otta vez, apasionados por la vida, duros por las adversidades pero tiemos, ingenuos e inteligentes. Y sobre todo, y esto fue una gran aportacion del cine, roménticos. Dispuestos a lo que sea por su amada, que junto al “malo” conforman el trio sobre el que giraban casi todos sus guiones. Hay innumerables argumentos en los que el protagonista protege o intenta ayudar a una mujer, de la que se ena- mora, aunque al final no logra ser correspondido. Son personajes, pues, dispuestos a la‘aventura, a la superacin, al mayor de los atre- ‘vimientos con tal de conseguir el amor. No es extrafio que sus come- | dias mudas superaran Jas recaudaciones de los largometrajes reali- zados por los intérpretes rominticos mas populares del Hollywood de la 6poca, ya que por el mismo precio tenian amor y humor. O como dijo alguien: ss esas tai ign on surgeons yac _BuaciOn, te la hactufi toser con una c s, su cine retra~ taba verdaderos héroes an6nimos, siempre dispuestos a una buena causa, con los que era facil identificarse. * La riqueza y variedad de clowns en el cine han sido inmensas. La dulzura del vagabundo de Chaplin, la determinacién y conviccién moral de Keaton, la inocenda de Harold old Lloyd, la transgresion e irre~ verencia de Tos Hermanos Marx, casi mas bufones que payasos, la conjuncién de cérdum y locurt en Laurel y Hardy, la elegancia y la bondad de Jacques Tati, la fragilidad de Jerry Lewis, la travesura de Cantinflas, Ta torpeza € incapacidad de Woody Allen, curloso paya~ '0 intelectual y reflexivo, y c6mo no, el rasgo comin en todos ellos de la infinit rnura, sin la cual el clown no existe. motivos. En primer lugar, habiendo desarroliado su carrera tras la segunda guerra mundial, lo hizo renunciando voluntariamente a la palabra, Sus pocas peliculas tienen como protagonista la acci6n, siempre acompaiada cle bellas bandas sonoras que dan el ambien- te que requicren Ia historia y el personaje. Precisamente éste, Monsieur Hulot, es otro aspecto interesante. Siendo en su caricter un claro payaso blanco, eduicado, elegante y protector, se mete en cons- tantes lios precisamente “por su obstinacién en ser coherente hasta Jas Gltimas consecuencias con su forma cle ser, Puecle producir, y de 39 JESUS JARA hecho produce, un tremendo caos por su determinacién a la hora de ceder el paso tas abrir una puerta a alguien, O puede acabar lim- pifindose Ia boca con la manga del comensal de al lado a base de insistir en sw puleritud una y otra’ vez. Y es también especial por suponer la gran excepci6n europea a la numerosa aportacion norte- americana a Jos clowns en el cine, si-prescindimos, por supuesto, de la extraordinaria cantera italiana, donde destaca Roberto Benigni y, especialmente, st pelicula La vida es bella. Pocas veces se ha visto en el cine una mezcla similar de crueldad argumental, el exterminio nazi; ternura, un padre que intenta y logra esconder a la compren- sién de su pequeiio hijo todo el horror de lo que est pasando; y comicidad, con continuos gags piotagonizados por el personaje de Benigni, un entraviable payaso, pequeno, clelgnco y jugueton, que_ representa como nadie al eterno optimista, el espiritu del maestro Pangloss dé la novela Candido, de Voltaire. S6lo si se tiene una eal dad especial como clown se puede crear, i pelicula semejante. Ora de las grandes aportaciones del cine al universo del clown Y su proyecci6n en la gente, ha sido la identificacién entre los per- sonajes que interpretaban y cualquier persona de Ty Vila Talsiee: tos = payasos dejaron de actuar para hacer reir y se convirtieron en per- sonajes creibles, metidos en situaciones que el piblico podia acep- tar como reales, como propias. Sobre todo, siempre metides en lfos y problemas como los de cualquiera, y teniendo que aguzar el inge- nio para salir adelante, Eso les dio una mayor condicion humana, capaces dle conducirse de manera sublime o picara, de burlarse o de ser burlados. De vivir el amor o el desamor. Hasta entonces, el clown vivi6 dé y para el circo y el teatro, que son mundos en los que Ia ilusién hace que se plasme una determi- nada realidad, En cambio, el cine és un mundo en el que la ilusin se ha hecho realidad, y como tal es reconocible y aprehensible por el espectador, que al verse reflejado en los personajes de Ia panta- lla, se da cuenta de lo absurdo dle los actos humanos. Es -decit, el clown ejerce de espejo sobre el que mirarse y reconocerse, y por tanto, de modelo desmitificador dele supuesta gravedad de viv ae ep vee Ce 40 ¢ interpretar una MOCIONES EL CLowNn, UN NAVEGANTE D. Finalmente, la popularidad del cine hit permitido que la capac dad de reflexién del clown sobre la vil, his relaciones y las perso- nas aleance una magnitid extraosdinars. Milones de. personas, desde aquellesiniios del cinematGgrafo en Pas, en 1695, han reek bido un punto de vista ir6nico, lécido y comico sobre Ja condi mis intima del ser humano. V4 -@r ao FILOSOFIA Y PSICOLOGIA . DEL:-CLOWN —rariamor un clown matvade, grosero 0 antip: EL CLOWN. UN NAVEGANTE De tas _tmociones LA FUNCION SOCIAL DEL CLOWN Como hemos poclido ver hasta ahora, el clown, histricamente, ha tenido tin objetivo ckiro y simple, que a su vex ha coincidido con el papel que fa sociedad le ha adjudicado y rechimado: divertir, entre- tener, hacer refr. Esto ha sido asi tanto en Iss plazas piblicas para el pueblo como en las cortes part los nobles. Lo mismo en la Grecia de siglo X antes dle Cristo, con los famosos Terpisen Guardians que en ef Renacimiento italiano con la Commedia delta, 0 con las grandes estiellas del cine mudo en Estados Unidos. Alegrar el esp ritu, distraer, hacer reir. ;Pero cixintes cosas pueden haber detrds de la risa! Reimos por timidez, por educaci6n, para caer bien, por nervio~ ismo, Tncluso hubo quien sfirmd que “la tise no es sino el resulta do de un data que vemos en escema, 0 que no vemos si se trata de una pie7a cémica, pero en ese caso esti sobrcentendico, y la risa part no Hlorar® Conesco, Notas 9 viene come tuna Hbersei6n; reimos contranotas) *Y cuando vemos un buen clown, refmos. Telos de lo que hace, por lo que hace 0 deja dle hacer, reimos por lo que imaginamos y, sobre todo, reimos porque © nos identificamws con él o identificx- mos algo 0 « alguien conocido en él o en su comportamiento, Y es {que detras del trsbajo del clown hay ua arte y el origen de cualquier es encontrar wnt Wdentincacien. Pics ~ For eso ef clown debe transn 30 PeISONA, que nos haga mantenes fa fe en nosoiros mismos, en el ser humano tal como es, con sus Virtudes y sus defectos. No acep-_ ico porque e%0 impe- irterta Familiaridad, Ta Wtentificacién. Necesitamos sentir que lo que” “ems-DICKS de otro modo, en palabras de Henri Bergson, en su libro La risa: “El personije comico es a menudo un personaje con el que comenzamos simpatizando materialmente. Quiero decir que por tun breve instante nos ponemos en su lugar, adoptamos sus palabr sus gestos y sus ates, y si nos diviere lo que hay en él de risible, Jo invitamos, con la imaginacién, 2 divertirse con nosotros”, 45 JESUS Jana De modo que cuando nos identificamos con el clown, reconoc mos deteminados comportamientos de nuestra vida diacis y Ia isa Se roche por la sorprendénte vision paradojiea ca to que conoce- ‘Mos bien. Por ese ctro Punto de vista sobre algén nuevo aspecio de aquellas cosas que crefamos ya sabidas, Cuando reimos clown se desespera al no Conseguit algo, lo hacemos por 7 a SUE ROSOLLOS A Veces Tos comportamos igual. En: ‘ensam0s: jue tonto es!” ds tarde nos damos cu _TGidbamas hablar aco ase a — {Rik torte soyyo a veces por desesperanme por top —en.tealidad, nos reimos de nosowos mismos y, al hacerlo, ‘mos. Por tanto, el clown, de-Algu Awcsteas hericlas, a aponar algo dé luz a nuestras somber regiments, NO exten dus acerca es Tax Fencficios ices , Pefquicos que la rist nos aporta. Inchiso se desurollay see tes ome it rcp eh de elo nee niento de ki depresin, kt ansi rditd © fa l. Médicos, cientifie: sic i ‘ meee amare "08 ¥ psicdlogos, todos coinciden cn reco. lacion sanguinea, dilata los vasos, nos de ellos que sélo las earea pulmones, limi Asi que, os sani | ¥. Sobre toclo, contiibuye a cerrar ias mal , a cerrar las malas cape natcits ¥ a confiar en vn futuro mejor, Tiempo atris, habe una Sin Fronteras que, mds © menos, tenia como » due hemes combatido tantas ‘epidemiss, sabe, la risa’, Bunuel, refiriéndose a Buster Keaton: *..es¢ ra toda infeccién sentimenial’. Y es que slown es uno de los mej is que fa human Jores transmisores de la risa que la hum dad haya descubierto jams. ‘ mm fom GOWN 0S ofiece también reco un abunico de emociones que To ame de Ia esencia del ser humano, Sus mutcen reflejan Hay deem Gscepticismo, picardia, wistera, amor, rabia, alegaia, iolescccne i PaeCER nifics, otros se comportan como gembent adolescentes, los hay que parecen adultos j tentando mantener las 46 EL Clown. Us. Navecante of tas Emoctones Sy algunos reflejan la serenidad y el cansancio fisico de la vejez. Nos ayucan, por tanto, a comprender mejor a los demis y a Aosotros mismos, a ateptarlos y a aceptarnos, Los clowns nos recuerdan lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos. Son como un espejo del ser-humano. Nos muestran, tras las muecas que hay entre la risa y cl Ilanto, cual es nuestro verdadero rostro. las parejas de payasos nos recuerdan, incluso en su vestimenta, que hay tieos y pobres, que nos debatimos constantemente entre 10 ue queremos y lo que debemos meer. a jar. FS decir, recuperaba Ta vieja fSrmula latina ridendo castigat "RiOFeS “riendlo se corrigen las costumbres’.. 47

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