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Entre mi yo y mi ego
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3 de octubre de 2018
Por Santiago Trancén Pérez Ver todos sus articulos
Hace tiempo me inventé una maxima que necesito recordarme cada poco: «Confia més en ti
mismo y menos en tu ego». Los filésofos, psicélogos y (sobre todo) psicoanalistas, se han
hecho mucho lio con esto del sujeto, el yo, el ego y el si mismo. Han escrito cosas muy serias
y sesudas, pero también muchas chorradas, desde Kant a Lacan (perdén por la aliteracién).
Yo simplifico, que el arte de pensar consis en hacer simple lo complejo y
enigmitico lo simple.
Empecemos distinguiendo el «yo» del «ego». Digamos que el yo es la conciencia que tengo
de mi mismo como un ser individual, distinto y separado del mundo. El yo es la percepeién
de mi mismo: mi realidad corporal, emocional, existencial, fisica y vital. El yo es la conciencia
de lo que soy. Uso el verbo ser para expresar el hecho de mi continuidad, de mi existencia
como algo permanente, con independencia de la lenta transformacién que mi cuerpo va
experimentando. Como Yahvé, «yo soy el que soy».
El ego es algo distinto. El ego es una construccién imaginaria, la imagen idealizada de mi
mismo. Una imagen interiorizada y con la que me identifico, dotada de rasgos tinicos y
excepcionales (superdotada, diriamos), lo que permite al sujeto sentirse siempre importante
y superior a los demas (al menos en algo). El ego es, por su propia naturaleza, supremacista.
Y narcisista. Se construye muy tempranamente, antes que el lenguaje, en la fase del espejo
(Freud) y se sostiene a través de la mirada del otro (la madre). Dada su naturaleza especular
e imaginaria, frégil e inconsistente, necesita constantemente la reafirmacién del otro, la
aprobacién del otro, para sostenerse. El ego es el yo imaginario, no el yo real. El yo real
acepta lo que es, no se deja engafiar por lo que imagina ser. Es muy distinto identificarse con
el yo real que con un yo imaginario.
Elyo y el ego se mezclan y confunden, pero es muy sano diferenciarlos. Porque yo no soy mi
ego. Mi ego forma parte de mf, pero no es més que un sucedneo de mi mismo. Yo soy mucho
més que mi ego. Lo necesito, pero como sirviente, no como amo. Yo no estoy al servicio de mi
ego, sino que mi ego ha de estar al servicio de mi. Somos seres escindidos. Peleamos contra
nosotros mismos: el ser que somos (mortal, insignificante) contra el ser que imaginamos ser
(inmortal, importante).
Estamos siempre pendientes de adular al ego, de no ofenderle, de darle coba. Al nuestro y al
de los otros. ¥ esto es agotador. ¥ téxico, y enfermizo. Valérame por lo que soy (lo que hago,
Jo que digo, lo que pienso, lo que siento), no por lo que imagino ser. El primero que necesita
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3 yo,pero 8s muy sano ciferencaros. we1019128, 2105 Ente ml yo y mi ego:
liberarse de la tiranfa de su ego soy yo. Por eso agradezco a quienes me ayudan a bajarle los
humos a mi ego. Porque el verdadero aprecio, afecto, amor, nace de reconocer el yo del otro,
no de alimentar su ego. Ayudar a que confie en su yo, en su ser, no en su fantasia de ser. Yo
no rindo pleitesia a un fantasma, no adoro a un fantasma que
cree Dios.
El ego es muy fragil, se encoje y asusta por nada, Esta siempre en estado de alerta, no tolera
el mas minimo fracaso. Cualquier cosa le ofende porque es débil. Y si llega a hacerse fuerte
ante los demas, entonces se convierte en tirano: utiliza a los demés para imponer su ley. Por
eso la relacién con los otros es siempre conflictiva, porque el que toma las riendas, la
iniciativa, suele ser el ego.
Egos contra egos: todos ponen por delante a su ego, la imagen de si mismos, su importancia
personal. El ego vive de sentirse importante. Visto desde fuera, todo esto es disparate,
desatino. Un espectaculo cémico. Sus consecuencias, en cambio, son draméticas. En todos
los ambitos, personales, profesionales y también politicos. La politica exacerba los egos, vive
de alimentar los delirios del ego. Imposible luchar contra eso. Contra los egos chocan los
proyectos mas nobles, los més licidos, los mas racionales y necesarios. Por eso toda politica
estd condenada al fracaso.
La vida, en cambio, es el reino del ser. Sélo existimos y avanzamos porque, pese a todos los.
delirios del ego, nuestro yo, nuestro ser real, mortal y limitado, acepta su condicién, confia
en su poder y acti, y al actuar, transforma el mundo, empezando por si mismo.
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yo,pero 2s muy sane ciferencirlos.