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Ee ee 108 oust LA NEURONE Yas buscando dl shor dela inmorslidad, Proust se conven un novelists Privado de vida rel —2u asma lo manteta confnado ene dor- tmitotio—, ho are de lo nico que tenk: lot recuerdos. La nostalgia se conv en baamo, «pues la vida. vagabunda, y el recuerdo sedencario? Proust sabla que cadaver que se peda en un recuedotam- big peda a noc del tempo, el icac del lo) ahogado por le mur. tlle yecs de su mente. Eaall, en el inttor de a memoria, donde ia vv pare siempre. Su pasado cba a coavertiren una obra macs Emalentonado pores revelaci, Proust se puso a csrbi Ya ec birmsy més. Se zambulliaen sus borrores para slo emerge, segn sus palabras «cuando necestab ayuda pura recordar. Prous wi su inti ii, su ciega devocin asf mismo ya su arte, para converte su Fe en la svemoraen un tatado en toda reps. Enel silencio desu mal ventilado studio paso, excuché tn aentamente a su cerebro sentimental que acabé descubrendo au verdadero funcionamiento. Qué clase de verdad decid Prous? Resulea algo mando afirmar que ens ‘medio muy real, que offecié na instantinea de la sociedad pa dela ghamouos bell poque. Oursexpens en ieratra se cenran ch estilo de sus eases, en ls exasadas everberaconesy arulldoras cen ‘das cuando describe clguiera de as innimers vedas as questa Proust cube dancin enormes ene epaci desis perodos (une de ss fics lega a ener 356 palabras). y amend empicza con un dealing fant (a texura de una servlet o el ruido del aga en as tubers) tn ‘acon una median inductivasobre a vida en general. Henry Jes, que ‘ampoco leva agen verbesidad, defini su ext devnconccibl sb ‘imino socado al ass ms exremo qu imaginarse pucde. Pero todas eas creencias en el penachey el abidad aristica de Prous bin son ceras, dejan en un segunda plano la sericdad de sus Pensomientos sobe la memoria. Aunque Proust setis una debilidad ‘Special pork oraciones ubardinadas yo pastels ntayen certo modo, por pur fer des adjetivos ya lads, algunos de los undarmentos ela neurocencia modema. Cuando los cents dseccionan nuestos secucdos, convniéndolos en una lain de mola de ejones ee brakes, no sedan cuenta de que erin evcando a un novela francis que ps6 enlausrado la mayor parte desu vida. Proust no viviseternamen- fe pero su reorla de la memoria sin duda va tener una my aga vida aca. rnousr 105 Iruciones, Proust no se habri sorprendido de sus poderesprofticos, Crea gus, imines que eae laiencia tabs con hecho La impresén es paradl ecto lo qu lexperimentacin par el Genco) dear tu evabe capacado para deci la eldad tly como em de hecho ‘experiments. Proust confab en que cualquiera gue lees nova srecnocria ens propio elo que dice libro] st sen la praca des vercidads? Proust aprendis dal sof Hen Bexpon acer en el exrafo poder delare* Cuando empes a escribir a Reece metafico ya eta * Prout ai a cles magi imprtids por Bergson en a Sorbona ere 1891193. Amis ley. ota Matra memories 1909, deci jae cand 106 ousTYLANEUROCINCA ‘empezando ater una persona oflebre:agotaba las entradas de os reatros de la 6pera,adonde acudlan los turstasintelecuaes a escuchar embobados suselucubracionessobredl anita acomediaylasevolucincreativay).* La filosofa de Bergson se oponta frmemente a cualquier vsi6n mecinica del univers, Lat leyes de la iencia eran perfocas para la materia inert, sfrmaba Bergson, para dicerir las relacions entre dtomos y clus, et ‘ktera; pero. gy nosotros? Notottos tenemos una concienca, una memo- tia, un ser. Sein esta realidad —Ia realidad de nuestra conciencia de nosotros mismot— no puede reducirse ni diseccionarse experimental- mente. Sdlo podemot comprendernos mediante la inuicén, un proceso ‘que exif grandes dass de introspeccin y de dis ociosos contemplando ‘nwestas coneriones internas. Bésicamente, se trataba de la medicacién Proust fue uno de los primeros artistas en intrioriar la ilosofla de ‘Bergson. Su literatura se convrtié en una auténtica elebracin de la in- ‘ici, de todas as verdades que se nos revelanechados simplemente en Jncamao pensando rnguilamente Ysibienelinflujo de Bergsonle cre6 4 Proust ciertaansedad —«;Tengo demasiado que hacer —escribié en una carta— para rata de convert la Gsofia del sefior Bergson en una novelal—' no pudo resstire a los temas bergonianos. De hecho, su completa absorci de la sofa de Bergin lo levé 2 conclu que la novela decimonsnica, al privilegia as cosas sobre los pensamientos, har bia supuesto una involuci general. «La literatura que se content con “descrbir cos” —esribié—, con darles solamente un miserable extac- toe ines ysuperfcies est en ealdad, aunque se lame els, suma- smente alcjada dela realidad.” Como inssicra Bergson, la realidad se comprende mejor sabjernamene asus verdades se accede de manera in- ‘a epee aie ol amide Seon. eee 1892 Bp © ‘con prima de Po. Sa mbps ce connie a comer ‘our lea ana qu deur sea delenit De sine dca Sao 7 Gor a ln ae Frou or ns gut prime gure has compo on slr pd ‘para los dos. “ Sus anf eae Unvciadde Cla, en 1913, cna pret esbonlaiena que mee ceca de Nec ok ance oust 107 Pero zoSmo podia una obra defcciéa demostrar el poder de la ineui- «én? ;Cémo podta una novela probar quel realidad era.endltima instan- cia, como afrmaba Bergson, eespiritual y no fisca»? La solucén de Proust llegé en la inesperada forma de un bollito de manequilla con sabor 2 12- lladura de limén y con Forma de concha. All estaba Al ante un poco de materia quelerevelaba ela estructura des spirit, un desert que pods seecondicire a aus elementos psicogicoo.’ Y axles como empieza la ‘Recherche, con la famosa madalena partir dela cual se despiega la totali- dad de una mente: Pero en el mismo instante en que aque ago, con las migas del boll, tof mi pada, me exremec, ja mi atencin en algo exeaondinario que ‘cura en mi interior. Un placer delcioso me invadi, meas sn noc ‘deloquelo causa. Yd me conviri ls vcsituder del vida en indferen- te, sur desstreseninofensvos y su brevedad en iso, redo del mismo ‘modo que opera el amor, Lendndose de una eenca precios pero, mejor dicho, xs eenca no e qe esters en ml 5 queer yo mismo. Djé de sentrme mediocre, coningentey moral. ;De déade podea venime aqull legriatan fuerte? Me dab cunts de qu iba uidaal bor dl de bolo, peo le excedia en mucho, y no debi de ser de la misma naturale. ;De ‘Abode veniay qué ignieab?:Cémolegaraapechendro? Bebo un segun- ‘do tag, que no me die més que el primero; lego un reer, que y2 me dice un poco menos. Ya ex hora de pase, parece quel viru del brebaje ‘aminorindoe. Yaseve aro quel verdad que yo busco no een sno ste bellsimo prrafo capt a esencia del ate de Proust la verdad que se eleva en forma de vapor desde una impoluta taza de t. Per, bien la madilena es el desencadenante dela epifania de Proust, este passje no ‘rata slo sobre la madalena. El bollco es una mera excusa para abordar su tema favorito: la exporacin de s mismo. Qué aprendié Proust de este profsico compuesto deanicar,harina y smantequll? Proust ineuys muchas cosas acerca de a estructura de nues- 110 cerebro. En 191, el afo de la famosa madalen, los isidlogos no te- tlan la menor idea de cémo se conectaban los sentidos en el interior det crinco, Una de as grandes ideas darividentes de Prout fue que nuestros sentidos del olfato ye guso tenian una tinica carga de memoria: ero cuando nada subsite ya de un pasado antguo, cuando han muero Jos sere han derrumbado ls cots, solos, mds Figs, mis vivos, ms inmates, mis persistentesy ms fle que nunc, lr el stbor perdu ‘an mucho mis, cuerdan,yguatdany espera, sobre las ruinas de vodo, | soporan sin dobleyase en impale git el dificio enorme de e- ‘uerda* [Laneurociencia reconoce ahora que Proust llevaba razén. Rachel Hert, psc de Uiead de Brown, demon cn un abso ain. “ent lal eng te Pronion petsn (Campane pec puszn) que msn del lio dl uo son ‘Todaamene mena? Exo ea pra alfa ye gto ‘Bio nicer enor qu alan dieamense cone ipo. & Cin de a memoria ge pli del cro Su marae indecble “do nus dems senso ists ct) 50 roe prime Frere porel me, a fone dl nga y a pera de enrada once Delo queda ques sensidsson mucho menos cece ttabon de concn cao pando Prestinnyé sano idl bor dea mdalens ao- fade pref mira na alena eon ro conta nde Pout incluo leg capa entio dea visa Gk cece ero de ie cl we Pog yo abl vise ts vl maaan pear ence a agen ve bala loco dele dade Comba Novadamene pr aia Prout de leaned tlio abo. or epueo, uae que rus emped 2 econdar spun pis ines pore abor dk adler, cscnsndoe mise oh mae ter cn perdi alt, con igifead gue xt ens pr AJ. Liling paid del Nw Yorker etn go dona, ibis en dere oct: «A Tard que Pot ssc an poo ena sania {andy que nuns malls da parila con bela un mosait), 99 mpi para el mundo que no viru pei mayo, ‘A Lichling le habia usd aber que roa tena ur eclent pt. eo au ue alo tomas una cai li (por pescpin acuta) ey una comic ‘Mingus. x mend emit por eg gnc endow haces en sale 8 cmmne, medio pall so, pr au cerveny nee sndanin, ance. oust 109 Qo 01a cose le irfana ensefir estas migas acerca de su pasado? ;Qué ‘ortos recuerdos rian a emerger de estos mdgicos bocados de arina y man requill? Enestavisin proustiana, el bolt es digno defilsofia dado que todo cst iterconectado en la mente. En consecuencia, una madalena puede converse ficilmente en una revelacin Ys bien algunas de as siguien- ‘ss asociacones mencales de Prous son perfecamente lgicas (por ejem- plo, el sabor dela madalenay el recuerdo de Combray), otra se antojan ‘exttaflamentefortitas. Por qué la madalena fe cra también @ la mente sel juego en el que los japoneses se divieren lenando un tazén de por- res de los borradores y lucgo. atiborrados datos de palabras, comple: taba at plginas con papeols pequetion trozos de papel que pegaba al ‘manuscrto original. Nada de lo que escrbia podia set petmanente- ‘A menudo detentainchuso el proceso de impresén,correndo el gasto de Es evidente que Proust cei ene prose de escribir. Nunca eaboraba ‘sus relatos con anteriofdad. Creia que a novela, agua ques recuerdot que és desrbia de manera muy poco fdedigna, debia desplegarse de ‘manera natural i bien la Recherche empexd como un ensayo en contra del rico literario Charles Augustin Saince-Beuve—segin Proust la it ratura no puede incerpretase desde el punto de vista de la vida del ari- {3 ripidamente e mecamorfoed en una labernica Epica sobre la i- fancia, el amor, los ecos, la homosexualidad y el tempo. Luego vino la Primera Guerra Mundial, las miquinas de impresién se convirieron en tanquesy la novela de Proust no tener aida comercial se metasata6, ‘pasando de tener nada depreciable cantidad de media milli de pala- ‘bas & contr un elmdico millén y ewaro. Por enonces tambign, el avin de Alfred Agnostls el amor de su vida, se hundi6trégicamente en mar. Proust ntenté misigar su dolor ereando una tram completamente ‘nueva en la que el personae de Albertine el doble de Alfred en la novela, suet eabin. Para una novela que tataba sobre I memoria la pasicidad dela na- smativa dela novela era uno de sus elementos mas realists. Proust sempre «stab perlando las frases de su fin ah de lo que iba conociendo: 2st modifiaba muchas glabras para que reflejaran mejor las crcunstan- «as del momento, Inlsolitkima noche de su vida, postrado en ellecho de muerte y debiliado por una dit a base de helados,cerveay barb ‘cos, lamé a Clete, su diet eid, para dictate unas frases. Quetta cambiar tna secidn de la novela donde se describ la lnta muerte de tun personae, pues ahora bia un poco mds io que signiiaba ett mae riéndose. La incbimodatalidad esque los humans recondamos de eta misma ‘manera desctita por Proust. Mientras tenemos recuerdo que record os mirgenes de étos se ven constantemente modificados para que ast encajen mr con lo que ahora sabemos. Tachamos las sinapss, pelizcanos las 16 ous YLANEROCENCA endstas,y el momento memorizado, que patee tan cabal, queda revi ‘ado por completo. Prous munca vio publicada en vida la Recherche en su totaldad. Para 4 su obea srl siempre algo maleable, al igual que un recuerdo “Antes de que Nader crcars en 2002 sus ovidainas rata, los neuto- ciemficoshablanevtdo el erreno empananado del recuerdo ya recon- ‘olidaci, rerendo centre en esborar metculosamente las molécu- Tas responsabls dl abeacneieno dels recuerdos. Dban por supuesto queun everdo ers. como una oo lanstantinea fj de un momento; de ‘hique no importararelmenela manera como el recuerdo ea recordado cxacrrent. Ab si hubieran ldo «Prous. ‘Una dela morales dela Recherche esque todo recuerdo es inseparn- ‘be dl momento en que es recordado. Por exo Prous dedica 58 péginas burda descbiel estado mental del narrador ante de probarunasola smadaena. Qura mostra x que el eto en gue ino se encuena di torsion el sentido del pasado, Depus de todo, undo Marcel fie un io real en Combray. que omia madaleas con gan delectaci, lo Unie ‘eo que deseaba era ir de agua pueblo. Pero, una ver ques fue, Marcel s006 constanrementconrecobrarla precios infancia qu an fvolamen- tehabladespericad. Esa esa rola de nostalgia prousians recordar 1a conacomo si hubiean sido mucho mejor de lo que realmente fueron. ‘eroPioust fie a menos intensamente conacene de eta especie de fa. de Sabi que el Combray pore que supraba no era el Combray tal y ‘ome habla sido realmente coma mismo firma «cl nico paraiso que ‘ested pra pedidor) Pero esto noe culpa sya: simplemente, no 1% poede descbic el pasado sin ment: Nuestor recuerdos no son como fic, So ci, Las novelas de Proust jucgan de manera engatusadora con la fcciona- lidad dea memoria, por cierto muy alexiloposmodemo: el narador, que ‘since Marc ano uma ver al ag desi pia” ‘pies una fe con sy. Al igual que Proust el narador ha traduc- lo ambien «Raskin, a fieuentado lo alone de a ale sociedad ye He aul cau conto gue Pn ear, ‘xpi de miro de pla go dinar a ‘eel sta"Mi Maelo" guns Nara Mi. 6 Mi guid namo nombre qu ol ator ances oust n7 sctualmente una persona enfermiza y encaustrada que ests excribiendo En busca del tiempo perdida.Y algunos personajes, si bien Proust lo megs hhasta el final, son individuos mal dsfazados que lconoca bien. En sus libros, ficin y realidad se entremeaclan de manera inexticable- Pero Proust, siempre evasvo, neg esta verosimilitad: En est libro, donde no hay i un solo hecho que no 3a ftco, donde ‘0 hay un solo personae bazado en una perina rel, donde todo ha sido ‘nventado por mi spin las neceidades demi demostacin, dbo afirmar, ‘pars hon de mi pals, qv inicamente los paints milonrios de Fran- ‘ps, que dejar su reir para soconte aa sabrina desamparada son et- Sona eles, personas que eisen'* Ene palo enconramos hacia el inal del Tiempo recbrad, li smo libre dea Recherche. No sant a negativa de qu a novela eal il ‘elo de a ealidad como cl intento por frastar cualquier investiga deta. Prous ofece un srcstico puto de incerseccién (los millonarios patience de Francis) como nico punto de encuentro entre elidad y Tceraura, entre verdad y memoria. Proust no ex sendo aqul del rodo sinceto. La novela yl vida el perodisay el fabulador,apareen ireme- ablementeconfundidos. A Proust le gusta exa manera de proceder por ‘que ass ambidn realmente la memoria. Como advert al final de Por dleamino de Swan] Los robles aos me ayudaban a compeende la contadicin que hay en busca en la realidad lor cuadvos de la memoria (o- l recordar una detrminada imagen no es sno echar de menos ua

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