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Rol de La Enfermera
Rol de La Enfermera
Aun así, en nuestro día a día la utilización de esta vía sigue siendo notablemente inferior
a otras vías de acceso tales como la intramuscular y la intravenosa. Las referencias a su
utilización en atención primaria son escasas, pero, dada la facilidad, efectividad y
eficiencia de la técnica, no existen razones para que no se incorpore a la práctica
habitual de los equipos de atención primaria1.
Por lo tanto, pensar que la vía subcutánea queda relegada para su uso en pacientes
paliativos es limitar una herramienta que puede ser muy resolutiva para la práctica
diaria en nuestras consultas y urgencias de los centros de salud.
El objetivo del presente artículo es hacer un repaso de los aspectos más importantes del
uso de la vía subcutánea, los fármacos que se pueden administrar y sus distintas formas
de administración, sus indicaciones, sus ventajas y sus inconvenientes, de manera que
tanto el médico de familia como el diplomado en enfermería tenga información y
recursos suficientes para poder utilizarla con seguridad en su práctica clínica diaria.
CONCEPTOS GENERALES
Eficacia. - Los niveles alcanzados en plasma son similares a los obtenidos vía
intramuscular y vía intravenosa. Se asume de modo general que los fármacos
administrados por vía subcutánea se absorben de modo completo, tal y como
sucede con la vía intramuscular, teniendo una biodisponibilidad cercana al
100%.
VENTAJAS E INCONVENIENTES
- Es una técnica poco agresiva: sólo interesa el tejido celular subcutáneo, con agujas
de pequeño calibre.
- Se puede utilizar en el domicilio: no requiere vigilancia tan intensa como la vía
intravenosa ni hospitalización.
- Permite mayor autonomía del paciente: se puede instruir al paciente y/o a la familia
a usar la vía subcutánea sin necesidad de que esté presente algún sanitario.
- Facilita el control de los síntomas cuando la vía oral no es suficiente.
- Evita las inyecciones frecuentes (si se usa palomilla y/o infusor).
Las complicaciones derivadas del uso de la vía subcutánea son escasas, situándose en
torno al 3%.
INDICACIONES PRINCIPALES
Si nos paramos a pensar por un momento, estamos acostumbrados a utilizar esta vía
para tratar diversas patologías. Al margen de las más frecuentes, como por ejemplo los
distintos tipos de insulina o las heparinas de bajo peso molecular, también utilizamos sin
problemas la vía subcutánea para administrar cloruro mórfico en un infarto agudo de
miocardio o en un edema agudo de pulmón, la meperidina en los servicios de urgencias
para tratar dolores resistentes a otros fármacos, etc.
Esta situación nos debe hacer reflexionar y considerar extender el uso de la vía
subcutánea a otros procesos agudos y crónicos en los que el paciente pueda beneficiarse
de las ventajas de esta vía, y en los que quizá no hayamos contemplado nunca esta
posibilidad
ROL DE ENFERMERÍA