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ROL DE LA ENFERMERA(O) EN LA ADMINISTRACIÓN DE

MEDICAMENTOS POR VÍA SUBCUTÁNEA

En el ámbito de la atención primaria de salud el uso de la vía subcutánea suele quedar


circunscrito a los pacientes oncológicos con progresión de enfermedad que precisan un
abordaje paliativo.

Aun así, en nuestro día a día la utilización de esta vía sigue siendo notablemente inferior
a otras vías de acceso tales como la intramuscular y la intravenosa. Las referencias a su
utilización en atención primaria son escasas, pero, dada la facilidad, efectividad y
eficiencia de la técnica, no existen razones para que no se incorpore a la práctica
habitual de los equipos de atención primaria1.

El hecho de que tradicionalmente se hayan empleado predominantemente otras vías nos


obligan a profundizar en la búsqueda de alternativas con similar efectividad y con
menor impacto sobre el paciente. Desde esta perspectiva la vía subcutánea aparece
como una posibilidad a tener muy en cuenta en múltiples situaciones.

Por lo tanto, pensar que la vía subcutánea queda relegada para su uso en pacientes
paliativos es limitar una herramienta que puede ser muy resolutiva para la práctica
diaria en nuestras consultas y urgencias de los centros de salud.

El objetivo del presente artículo es hacer un repaso de los aspectos más importantes del
uso de la vía subcutánea, los fármacos que se pueden administrar y sus distintas formas
de administración, sus indicaciones, sus ventajas y sus inconvenientes, de manera que
tanto el médico de familia como el diplomado en enfermería tenga información y
recursos suficientes para poder utilizarla con seguridad en su práctica clínica diaria.

CONCEPTOS GENERALES

Por administración de un fármaco por vía subcutánea se entiende la introducción de


medicamentos en el tejido celular subcutáneo mediante una palomilla o una aguja. De
hecho, la administración de fármacos por vía subcutánea supone una técnica muy útil,
permitiéndonos usar diferentes principios activos y en casos necesarios proporcionar
una hidratación adecuada.
En cuanto a la velocidad de absorción del fármaco por la vía subcutánea, ésta es muy
similar a la intramuscular, alcanzando picos plasmáticos entre 15 y 30 minutos después
de la inyección. Existen unos factores que influyen en la absorción de fármacos por vía
subcutánea, siendo principalmente:

- Flujo sanguíneo de la zona. - Se puede incrementar la velocidad de absorción, por


ejemplo, añadiendo hialuronidasa, con el masaje, el ejercicio y la aplicación de calor en
el punto de inyección. Podemos disminuirla, por ejemplo, utilizando vasoconstrictores
como la adrenalina o la aplicación local de frío.

- Características del fármaco. - Los fármacos deben ser soluciones neutras o


isotónicas, pues si no serán irritantes, pudiendo provocar dolor y/o necrosis. Las
soluciones oleosas pueden abscesificarse. Influye también el peso molecular y la
concentración del fármaco.

- Volumen administrado. - El volumen máximo es de 2 ml por bolo.

- Lugar de la administración del fármaco. - En definitiva, podemos concluir que la


vía subcutánea nos ofrece:

 Eficacia. - Los niveles alcanzados en plasma son similares a los obtenidos vía
intramuscular y vía intravenosa. Se asume de modo general que los fármacos
administrados por vía subcutánea se absorben de modo completo, tal y como
sucede con la vía intramuscular, teniendo una biodisponibilidad cercana al
100%.

 Seguridad. - Esta vía presenta muchas ventajas porque tiene pocas


complicaciones y a la vez es cómoda, tanto para el paciente como para la
familia.

VENTAJAS E INCONVENIENTES

La vía subcutánea presenta un gran número de ventajas:

- Es una técnica poco agresiva: sólo interesa el tejido celular subcutáneo, con agujas
de pequeño calibre.
- Se puede utilizar en el domicilio: no requiere vigilancia tan intensa como la vía
intravenosa ni hospitalización.
- Permite mayor autonomía del paciente: se puede instruir al paciente y/o a la familia
a usar la vía subcutánea sin necesidad de que esté presente algún sanitario. 
- Facilita el control de los síntomas cuando la vía oral no es suficiente.
- Evita las inyecciones frecuentes (si se usa palomilla y/o infusor).

Las complicaciones derivadas del uso de la vía subcutánea son escasas, situándose en
torno al 3%.

- Irritación local. Es la complicación más frecuente. Suele resolverse cambiando el


lugar de punción.
- Infección local. Si se observan las medidas básicas de asepsia la complicación es poco
frecuente. Ocasiona dolor y eritema.
- Edema. La capacidad de absorción de la vía subcutánea es limitada.
Aproximadamente 2ml a la hora.
- Posible reacción alérgica con las palomillas metálicas. La opción es sustituirlas por
una cánula de plástico de calibre grueso (por ejemplo, Abbocath), aunque posiblemente
necesite un recambio más frecuente, 11.
- No se pueden utilizar todos los fármacos.

INDICACIONES PRINCIPALES

Las principales indicaciones de la vía subcutánea son las siguientes:

-Incapacidad para la deglución.


-Obstrucción intestinal.
-Náuseas y vómitos no controlados (por ejemplo, una gastroenteritis aguda).
-Disminución de nivel de conciencia.
-Confusión y/o agitación (por ejemplo, en pacientes con demencia con cuadros de
agitación).
-Necesidad de una absorción del fármaco lenta y constante.
-Convulsiones.
-Situación de agonía.
-Nos sirve si queremos evitar el metabolismo hepático del fármaco a administrar8,
como el resto de vías parenterales.
Estas son las indicaciones clásicas recogidas en la mayoría de las publicaciones, pero en
el ámbito de la Atención Primaria podemos utilizar la vía subcutánea siempre que
necesitemos un fármaco por vía parenteral y sea compatible su uso subcutáneo. Por
ejemplo, podemos utilizar metoclopramida como antiemético, ranitidina si dolor
péptico, haloperidol o levomepromazina si agitación, tramadol o cloruro mórfico para
tratar un cuadro de dolor, etc.

Si nos paramos a pensar por un momento, estamos acostumbrados a utilizar esta vía
para tratar diversas patologías. Al margen de las más frecuentes, como por ejemplo los
distintos tipos de insulina o las heparinas de bajo peso molecular, también utilizamos sin
problemas la vía subcutánea para administrar cloruro mórfico en un infarto agudo de
miocardio o en un edema agudo de pulmón, la meperidina en los servicios de urgencias
para tratar dolores resistentes a otros fármacos, etc.

Esta situación nos debe hacer reflexionar y considerar extender el uso de la vía
subcutánea a otros procesos agudos y crónicos en los que el paciente pueda beneficiarse
de las ventajas de esta vía, y en los que quizá no hayamos contemplado nunca esta
posibilidad 

ROL DE ENFERMERÍA

Dentro de las funciones de enfermería se encuentra la administración de medicamentos


y por lo tanto requiere una gran responsabilidad, la enfermera/o debe estar bien
preparado en conocimiento de preparación farmacológica, los efectos que produce en el
organismo cada fármaco y 
cómo interactúa.
 REGISTRO EN KARDEX Y NOTAS DE ENFERMERÍA: El personal de
enfermería tendrá el control del Kardex del paciente para registrar las
aplicaciones de dosis de medicamentos y los movimientos de todos los tipos de
indicaciones registradas previamente por el médico
 MONITOREO Y EVALUACIÓN DE SIGNOS DE ALARMA:  Evaluar en
todo momento y de forma completa las condiciones fisiológicas del paciente,
además, permite hacer mejores valoraciones y tomar mejores decisiones en su
tratamiento y diagnóstico.
 REPORTE: Es un informe que se realiza a través de la comunicación verbal al
finalizar el turno. Consiste en la exposición sobre todos los acontecimientos
sucedidos durante el turno en el paciente.
 RAM: Es cualquier suceso indeseable que ha sucedido con el paciente mientras
estaba utilizando un medicamento.
 SEGUIMIENTO: Cuidado que se brinda a un paciente durante cierto tiempo
después de terminar el tratamiento
CUIDADOS DE ENFERMERÍA

 Informar al paciente, y familia del funcionamiento del dispositivo. Aclarar


dudas.
 Inspección frecuente del lugar de infusión para detectar posibles problemas
locales.
 Cambiar la zona de punción ante sospecha de disminución de la absorción.
 Estar atentos a precipitaciones de fármacos.
 El tubo de conexión entre la bomba y la palomilla tiene que tener una longitud
adecuada para permitir que el paciente pueda moverse.
 Colocar el dispositivo en un lugar seguro, donde no moleste al enfermo.
 Vigilar desconexiones accidentales de la palomilla o el dispositivo.
 Se puede dejar la palomilla para la administración intermitente SC. Muy sencilla
de usar por los familiares en el domicilio.

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