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Revista de la Universidad de Costa Rica 127 RELACION PADRE — HIJO Y COMUNICACION FAMILIAR * Gonzalo Adis Castro ** El tema “relacion padre-hijo. y comunicacion familiar”, ha cobrado, recientemente, gran importancia, al grado que atrae nuestra atencion con facilidad y ala vez nos provoca ansiedad. Fs evidente que este tema no es nuevo, ya otros adultos, también padres de familia, han expresado de igual o de diferente manera, interés y preocupacion por el mismo. FI problema se plantea cuando los jovenes de todos los tiempos, en ese periodo de transicion lamado adolesceneia, tratan de dejar de ser el nito que han sido para convertirse en el adulto que habran de ser, Su esfuerzo en este sentido se traduce —en mayor 0 menor grado de acuerdo al individuo— en un rechazar 0 rebelarse frente al mundo de los adultos. ¥ este rechazo 0 rebeldia, que con frecuencia el joven y ain muchos adultos confunden con independencia y autoafirmacton, se expresa mediante lo qne dicen, mediante sus gustos y diversiones, en su. musica, em su manera de vestir, en su manora de arreglarse, y alin en lo largo o lo corto de su pelo y en la forma de peinarlo; 0 bien, pidiendo aprobacion y aceptacion pablica tanto para su manera de vestir como para su actitud hacia el sexo y las drogas. ‘Toda su conducta, su manera de comporlarse, su forma de decir y hacer las cosas, nos dice como los adolescentes se esfuerzan por ser ellos. mismos, con sus propios eriterios y su propia manera de ser y de comprender su mundo, el mundo que ellos mismos hubran de manejar como adultos. El hablar de este tema, el tratar de comprender qué sucede, el pregunturnos qué esta de hecho diciendo que hemos percibido la protesta de los joveness que hemos recibido su mensaje, por asi decirlo, de ineonformismo y de desaewerdo con huestras normas y valores; de desaprobacion de nuestra manera de decir y hacer las ensas, de nuestra manera de comportamos. Como es evidente, los adultos. reagcionamos ante. esla protesta, y esta reaction tiene diferentes significados. Uno de ellos es una sincera preocupacion por comprender al joven en su protesia, por ayudarlo y datle apoyo y seguridad y servirle de guia en su esfuerzo por aprender a ser €l mismo. Otros significados feflejan el resentimicnto del adulto ante la ce(lica del adolescente, ante 4! nentr que sus valores y preferencias y su manera de comportarse no son aceptados por el joven, quien rechaza estos valores y_preferencias. Mas aiin, otros significados ponen de manifiesto la existencia de sentimientos de culpa y de confusion. Asi, la reaccion del adulto puede + Churla preventada en el Ciclo de Conferencias oftecida por la Asociacién de Amigos de Ia Ju- ventud, Agosto, ** Director, Institute de Investigaciones Psicoldgicas, Facultad de Ciencias y Letr Asociado, Catedra de Psiquistria. Facultad de Medicina, Jefe, Departamento de Psicologia, atric Chapai Hospital Py 128 Revista de la Universidad de Costa Rica reflejar la existencia de sentimientos de culpa al temer que los problemas det adolescente reflejen sus propios problemas xe pregunta entonces si ha hecha bien a suficiente, ai lo ha educado bien, 0 si le ha hecho dafio. La reaccin del adulto tambien puede poner de manifiesto sentimientos de envidia por su juventud que se ha ido © por no poder expresarse © comportarse en la misma forma en que lo hace el adolescente. Esta reaccion revela que el adulto ha alvidado que también fue joven y que en su oportunidad tambien ‘expresd rebeldia. Es esta, come facilmente se observa, una protesta contra el joven y su condueta. Es de interés seftalar que Ia conducta del joven y In del adulto, como accién 0 reaceion segin la perspectiva de cada uno, reflejan a su yee algo asi como una lucha por ver quien controla la situacién, por ver quién decide cémo ha de ser este mundo. como ha de comportarse cada. uno, qué es importante y qué no lo es, qué debe respetarse y qué no debe respetarse; en definitiva, como ha de ser, 0 e6mo debe ser uno mismo. Le conducta de ambos, jovenes y adultos, ne sélo pone de manifiesto estu lucha por ganar el control de la situacién, sino que también obliga, cuando menos a uno de ellos, a darle atencién al otro, El que en este momento estemos tratando el tema de la relacion padre-hijo y la comunicacién familiar, cevela nuesteo interés en dedicarle tiempo y prestarle atencién al joven. Para el caso presente, en el grado en que la conducta del talolencente haya entadly airy gait im dhe aus adultos co evidente que lo ha conseguido, y esto en si es importante, ya que un elemento fundamental de la relacién padre-hijo y de la comunicacién familiar, es el grado en que padres e hijos se prestan verdadera atencién. De otra forma es dificil una relacién satisfactoria y una comunicacion eficiente. En los hogares en que existen jovenes problema, es caracteristico encontrar, —mds evidente en unos casos que en otros—, una relaciGn superficial, que s¢ refleja en una falta de atencidn y afecto genuinos, y en la manera particularmente deficiente de comunicarse los diferentes miembros de la familia, y que facilita, a la vez que resulta, de la superficialidad de esta relacidn. En la misma forma en que la juventud reacciona con critica y rechazo a la crisis suvlal de nucstiy suudhs, ceaccione ol juren ante la crisia de au hogar. Cuando en ou hoger percibe problemas y contradicciones, reacciona con problemas y contradiceiones. Algunos de estos problemas y contradicciones en la relacion padre-hijo y en la comunicacién familiar son corrientemente de {écil identificacin. Me refiero aqui a problemas y contradicciones tales como, por ejemplo, los que presentan padres que por una parte sentir afecto y sincera preocupacién por sus hijos y a la vez se comportan con ellos en forma rechazante, abiertamente hostil o agresiva, o bien, cruel y excesivamente Punitiva. Esta condueta y manera de relacionarse, pone de manifiesto Ia existencia de problemas y contradlicciones en las relaciones padre-hijo y en la comunicacion familiar. Estos problemas pueden ser identificados sin dificultad por cualquier obserrador, lo que, in luger « duda, hace mée clara I Jad de aynda profesional y In posibilidad tanto hijos como padres la acepten rado. Existen otros problemas y contradicciones, sin embargo, mucho mis sutiles, mucho més difieiles de identificar, y de ahi su interés © importaneia, La dificultad para identificarlos resulta del hecho de que estus se reflejan en ciertas actitudes, o en que conductas, encubiertas por una relaciém padre-+hijo aparentemente buena, y por un ambiente famifiar también aparentemente sittisfactorio. Bs a algunos le esos problemas y contradicciones a los «que vamos a referinos ahora, ‘Alo largo de su desarrollo, tode individuo sigue un proceso de “separacin” en el ‘que las actitudes del nifio y las de los padres tendran que ir cambiando, de manera tal que los padres ayuden al nifio a ganar mayor independencia, ayudindoto asi a que Ilegue a ser 4 mismo, Asi, por ejemp uda a sentarse, o se le estimula a pararse, a caminar, y, ma» tarde, a aventurarse en el mundo de la escuela, se le es ensenando a ser él mismo, a ser un individuo. A su vez las actitudes del nifio tendran que Revista de la Universidad de Costa Rica 128 ir cambiando en el sentido de darle cada vez mayor importancia y valor a su propia dependencia y autonomia. Este proceso de separaciin 6e hace mis evidente durante el periodo de la adolescencia, donde tiene especiales implicaciones E] periodo de la adolescencia, como es sabido, se caracteriza por un esfuerzo, por parte del joven, de ser independiente, de eiercitarse en la autoridad que tendra como adalto, de sentirse capaz socialmente y apropiad sexualmente, de formar un criterio y una ideologia que le permita comprender su mundo social y fisico, y el lugar que él ocupa en el mismo. En otres pulabras el adolescente busca ganar un sentimiento de identidad que le permita una relucion estable consigy mismo y con tos demas; con et mundo. Esto implica, entre: otras cosas, cambiar su 1a de valores de nifto por el det adulto que é va a ser. Se aleja entonces de las figuras paternas, niega » rechaa st identificacion con esas figueas y con los valores que ellas representan, y trata de ejercitar su propia independencia y autoridad. Busea scr él mismo, ser independiente; ya no quiere ser el “nino de alguien”, ahora quiere ser un individuo distinto. recuencia la conducta de os adultos ha ‘woria, Se le beat a ve el adolescente tiende a ser veces, come al a ial. Esta contradic ‘dudes emocionales, temen es a falta de caxitio o dé amon pare cllos. micnitras tratan de estimular al adolescente a n tratan de que no crezea, » que ha sido, castigando o desaprodando su independencia, Esta conducts comunica mensajes contradictorios al joven pues, por una parte se le pide que crezea, y por otra, que no deje de ser el nie q ha sido. Esto no solo confunde al adolesces vis Lo hace sentir que no se le comprende, que nose le respeta en su aut que ast Yex provoca resentimiente y rebeldia. En otros cases lo hace actuar en forma pasiva y dependiente, temeroso de la autoridad paterna y temeroso de perder cari y apoyo si deja de ser el nifio que ha sido. Feta conducts eontenitietiaria ale mar de no haber dado suficiente, su falta de confianza en ta manera como han criado a su hijo, y los hace temer que no sabrd hacer uso de su independencia en forma responsable, que no sabe hacer las. cosas bien y que sera inevitable el qu a en problemas, Esta falta de nfianza repercutir’ en el ade dia en unos, ¥ haciendo sentirse -apaces a oteos Igualmente importan comunicacion fami wor ejemplo, que ce le quiere, y no se toman cn cue niones. Se le prohihe algo, pero no se toma tiempo para conocer ciimo se siente con la prohibiciin, ni se le acepta que la peohibicien pueda provocar resentimiento » eneio. Se te dice que se te quiere, pero el aaring se expresa slo mech cimiento de comodidades materiales, dindole seguridad econdmic 0, © tal vez ni interés, de convivie y participar juntos, de buscar la uportunidad de conocerse mejor y compartir sentimientos y- fan tasias ‘A menudo se dice que se conversa con el hijo, pero muy frecuentemente la conversacion se reduce a un periodo de preguntas-respuestas, como si en efecto no tuvieran nada que decirse espontsineamente que ambos, padre ¢ hijo, estin muituamente interesacks, veraacidn se reduce 3 un “mira lo que yo creo, o lo que yo siento, « ly mis que en un compartir opin sentimientos y-deseos. De ign se le dice al adolescente que se le tiene confianza, pero se habla de l a, de sus problemas, cuando l no esta presente, como en scereto; ¥ cuando ol esta presente, 6 se disimulan o se le dan indicaciones, pero no se comparten dudas y preocupaciones. Es frecuiente tambien que se fe diza al adolescente,en una forma u otra, que él debe pares tambien refleja su sscente, peuvoras in otras contradieciones en la relacion padre-hijo yen la eel ad la sus sentimicntos © sus op 130 evista de la Universidad de Costa ica ser espontiineo, y a la vez se le indique que debe hacer las coaas que al adulto le gustan o satisfaeen, Bn otras palabras, él puede ser espontinco siempre y cuando su espontaneidad no contradiga los gustes y'deseos del adulto. A menudo se te insiste en como debe comportarse, como debe hacer ciertas cosas y evitar otras, cuando es evidente que el adulto se comporta en forma totalmente opuesta. Es como si se le ensefara que lo importante ec la forma, ln apariencia externa, y no la eonvic Sn perconal. Podrian darse mas ejemplos de este tipo de contradicciones. Lo importante, sin embargo es sefialar que en el grado en que la relacion padre-hijo refleje este tipo de comunicacion contradictoria, en ese mismo grado padres ¢ hijas reaccionaran con tension y problemas que afectarin la relacién misma. Una frecuente solucion es alejarse unos de otros, mantener una relacién superficial, aparentemente buena y apropiada, que disimula deficiencias en la comunicacion, sin que esto, contradictoriamente, solucione Los problemas Es evidente entonces que en tanto Ia relacién padre-hijo refleje grenuino interés y afecto, y permita una comunicacién libre de contradiceiones, el adolescente tendni el apayo y seguridad necesarios para aprender a ejercer su independencia responsablemente: sin necesidad de destruir para poderse autoafirmar, sin nec de rebelarse para ser independiente, sin necesidad de ser totalmente distinto para poder ser é] mismo. Reviste de la Universidad de Costa 131 REFERENCIAS Bensman, J., “The Sexual Revolution and Cultural § The Psychoanaly tion Review, v.37, n. 3, L970. yles: 2 Reactionary Point of View”, Frendenberger, HJ. parents in the Ame: vy. 6on4, 1969. atment and dynamics of the “disrealated™ teenager and his 5 Psychotherapy: Theory, Research and Practice, Mandelbaun, A. “¥ } and Family”, Menninger Quarterly, v. XXIIL, 1.4, 1969. Rogers, R., “The Unmotivated Adolescente Patient who wants poychotherapy”, Amer. J. of Psychotherapy, y. XXIV 1970.

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