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JORGE LUIS ESPINOSA QUIROGA

PREPARATORIO PENAL
1.- La decisión de la Corte de revocar el fallo del tribunal y condenar al
procesado se fundamentó en el “Dolo eventual”, cual su fundamento jurídico
desde el tipo subjetivo, explique las razones.?

En este caso, el sujeto activo no quiere el resultado típico, pero sabe que puede
seguirse como una consecuencia probable de su conducta; aun así, persiste en su
comportamiento con total indiferencia o apatía por su posible ocurrencia, es decir,
le da igual si sucede o no. En ese orden, mientras que en la conducta cometida
con dolo indirecto o de segundo grado el agente sabe que el resultado no querido
se producirá y, aunque no lo desea, lo asume, en el dolo eventual prevé que el
resultado no querido es probable, mas no cierto, y sigue adelante con su conducta
porque le es irrelevante si se da o no. La diferencia radica, pues, en el pronóstico
de probabilidad sobre la configuración del resultado típico y, por ende, en qué es
aquello que el individuo asume como consecuencia de sus acciones u omisiones.
Desde luego, es por lo general imposible conocer mediante pruebas directas cuál
es la relación cognitiva y volitiva del sujeto con el resultado típico. y, por ende, en
qué es aquello que el individuo asume como consecuencia de sus acciones u
omisiones. Desde luego, es por lo general imposible conocer mediante pruebas
directas cuál es la relación cognitiva y volitiva del sujeto con el resultado típico.
Salvo que aquél la confiese o la haya comunicado exteriormente mediante
manifestaciones susceptibles de incorporación en el juicio, aquella debe deducirse
o inferirse de los datos objetivos anteriores, concomitantes y posteriores al hecho
acreditados en la actuación. En algunos casos aparece evidente (por ejemplo,
cuando la conducta consiste en disparar directamente y a corta distancia un arma
de fuego hacia la cabeza de un tercero), pero en otros se requiere un análisis más
minucioso de las variables fácticas relevantes. De lo anterior resulta aplicable que
todo procedimiento médico, por mínimamente invasivo que sea, acarrea para el
paciente riesgos que el profesional de la salud, antes de su realización, se ha
representado porque los conoce y tiene que conocer; y si esos riesgos se concretan
en un resultado típico (de lesiones o muerte), serán indiferentes para el derecho
penal en tanto el galeno – cuya obligación es de medio y no de resultado haya
obrado con la diligencia exigible, juzgada con base en la ley del arte, para evitar su
ocurrencia
2.- Analice la sentencia e indique si comparte el criterio de la Corte Suprema
sobre el dolo eventual que le enrostró al acusado Martín Horacio Carrillo
Gómez, lo considera adecuado o debió responder como culposo, sustente la
respuesta.?

De hecho, se alega que, a sugerencia del imputado, la víctima accedió a


procedimientos estéticos para realzar sus glúteos inyectándole ácido hialurónico
marca Hialucorp, que en efecto le proporcionó silicona líquida, sustancia que le
provoca una deformidad temporal. . Deterioro físico físico y mental permanente.
Concluido el proceso respectivo, el Juzgado de Primera Instancia condenó a
CARRILLO GÓMEZ a 48 meses de prisión (suspendida) con privación del derecho al
ejercicio de la abogacía y cargo público, así como la privación de la profesión
médica. plazo y multa de 36 meses de salario mínimo. La defensa apeló la decisión,
la cual fue revocada por la Corte Suprema de Justicia de Bogotá el 4 de marzo de
2019, y en su lugar se declaró inocente a MARTÍN HORACIO CARRILLO GÓMEZ. El
abogado de la víctima presentó un recurso extraordinario. En estas circunstancias,
el tribunal evaluó la conducta del acusado con base en las pruebas presentadas y
su experiencia y encontró que el acusado sabía más allá de toda duda razonable
que el fluido inyectado en los glúteos de Jessica Sedilla no era ácido hialurónico,
por lo que el posible resultado típico representativo era ninguno. . Controversial. La
empresa concluyó que al considerar la responsabilidad de CARRILLO GÓMEZ por el
delito de lesiones corporales, el statu quo es correcto y se puede probar la dolo. El
tribunal reiteró que fue un error de hecho llegar a una conclusión contraria y, por
lo tanto, no consideró que el acusado supiera que la sustancia inyectada a la mujer
víctima no era, de hecho, ácido hialurónico. En consecuencia, la segunda instancia
anuló la sentencia y en su lugar dejó sin cambios la sentencia del tribunal de
primera instancia.

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