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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

MAESTRÍA DE ODONTOLOGÍA SOCIAL Y PREVENTIVA

SALUD PÚBLICA

ENSAYO DE INTI RAYMI

LA FIESTA PARA AGRADECER AL SOL Y LA MADRE TIERRA

Katherine Jazmína Alcívar Mejía


INTI RAYMI LA FIESTA PARA AGRADECER AL SOL Y LA MADRE TIERRA

Cada año, los pueblos kichwa del


Ecuador celebran el Inti Raymi (Fiesta
del Sol). La costumbre popular andina, en
2020, se ha quedado en casa, el solsticio
de invierno no convocó a masivos
encuentros para zapatear, bailar, entonar
canciones y disfrutar la comida
tradicional, pero las energías, fuerza y
gratitud tendrán más fuerza en 2021.
Hoy queremos contarte algunos detalles
de esta festividad, estamos seguros que en 365 días nos reuniremos para agradecer al
Sol y la Pachamama por los alimentos en nuestras mesas. La época nos muestra el
cambio de ciclo con el comienzo de la cosecha. El día principal de la celebración es el
21 de junio, fecha en la que el sol se encuentra más cercano a la tierra provocando el día
más corto y la noche más larga.
tradicionalmente en estas fechas, varias comunidades de los Andes se reunían y
preparaban varias actividades y rituales para honrar al Taita Inti, un ejemplo, es
Cotacachi donde el ritual espiritual y simbólico de la toma de la plaza, convocaba a
bailarines y músicos, quienes giraban en círculos con fuerza y coraje para mantener
despierta la tierra, y que la misma reciba las ofrendas de los seres humanos.
Otra actividad de importancia en la fecha es el baño de purificación y renovación de
energías, encabezados por shamanes. Además, en el Inti Raymi se realiza la tradicional
pampamesa, un ritual ancestral donde se comparten alimentos típicos de la zona andina
como: maíz, papa, melloco, fréjol y otros, combinados con diferentes carnes, en especial
el cuy. En la comida se refleja la comunidad y unidad ya que sobre un mantel puesto en
el piso se coloca la comida; todos comen y disfrutan de este momento y por supuesto de
la “chicha”, bebida tradicional indígena.
Para el mundo andino, significa la maduración de los frutos de la Pachamama y sobre
todo, la interrelación del Hombre con el Tayta Inti creador y dador de la vida.
El Inti Raymi, al ser el fin del año agrícola (cosecha), da paso libre al otro lado de la
Chakana o del puente, donde el sol nace al noreste del horizonte, enseñando el ñawpa
(seguir adelante) que es el verdadero Camino del Pachakutik de la vida. En este espacio
donde “el Ser Brilla Cuando Ríe” al igual que sol.
En este espacio y tiempo grandioso, la Pachamama, al igual que el Runa completa su
vuelta alrededor del sol; provocando un nuevo cambio climático (del Solsticio al
Equinoccio).
Para el Inca, era el homenaje al Sol, donde se evaluaba las actividades de la wata (año),
si la cosecha de maíz fue buena, había que agradecerle y si fue mala, había que rogarle
para que el año venidero les compense con una buena producción. Además, se celebraba
la fuerza del Ushay o energía, para luego empezar una planificación de las actividades
no
cumplidas para empezar otras como: educativas, organizativas, sociales, políticas y
económicas; cumpliendo las normas y principios del Hombre y del poder cósmico de la
Pachamama.

Este evento cultural ha traspasado fronteras, puesto que a este vienen representantes de
la música y danza de países andinos, de similares características étnicas, para participar
de la Fiesta del Sol, considerada la segunda fiesta más grande en Sudamérica, después
del carnaval de Río.
Los actuales pobladores de los países andinos, con la presencia de visitantes nacionales
y extranjeros, continúan realizando esta tradición, ahora considerada una ceremonia de
interés turístico, sobre todo en nuestra región.
Cada pueblo o cultura tiene sus propias celebraciones que usualmente están ligadas a
precedentes históricos que han marcado una ideología, tradiciones y un estilo de vida
definido en cada uno de estos lugares. El mundo andino, que contempla las zonas
delimitadas por el territorio del antiguo Tahuantinsuyo; Ecuador, Perú, Bolivia, sur de
Colombia, norte de Argentina y de Chile presenta 4 fiestas principales dentro de su
calendario que representan la conjunción de las dimensiones de espacio-tiempo con la
alineación cósmica del planeta. Estas fiestas están relacionadas con los ciclos lunares
solares y son el Pawkar Raymi, Inti Raymi, Koya Raymi y el Kapak Raymi. Dentro de
este contexto se menciona al Inti Raymi, fiesta del sol, como la celebración más
importante dentro de la cosmovisión andina, su importancia radica En el entendimiento
de características claves de la misma como son sus orígenes, su significado para la gente
y las costumbres y actividades que se realizan en la conmemoración de esta celebración.
El Inti Raymi es una vivencia de tipo experiencial, quien no lo vive en carne propia no
lo llegará a entender. Tan solo la participación en estas danzas tiene el conocimiento
que éste transmite. En los años 70 del siglo XX la fiesta del Inti Raymi estuvo a punto
de extinguirse. Los ancianos andinos y algunos de sus herederos rememoraban con
pesar el esplendor de esta tradición que empezaba a desaparecer. Afortunadamente la
persistencia de sus mensajes, la vitalidad de los ritmos y danzas ancestrales, así como su
espiritualidad, motivó a las nuevas generaciones (que para entonces habían conformado
grupos de música, danza, teatro o entidades culturales) a recuperar este patrimonio
cultural, que en la actualidad ha logrado consolidarse en todas sus expresiones.
Es una fiesta espiritual, nutrida de una riqueza simbólica, una de ellas es la renovación
de energías en las personas y los instrumentos que se interpretan. Representa el
movimiento de la tierra con sus giros de rotación y traslación. También encarna el
símbolo de la sabiduría a través de la danza de la serpiente en la celebración del Inti
Raymi.
Es importante señalar que esta fiesta con el paso del tiempo ha acogido a más personas,
no solo de la comunidad andina sino del mundo. En Ecuador la mayoría de provincias
ubicadas en la cordillera la celebran, cada cual, de una manera diferente, cambiando
ciertos elementos característicos de su zona, pero manteniendo el mismo propósito:
¡Danzar la vida! Por último, agradecemos a los taitas, mamas, músicos y danzantes por
permitir documentar esta fiesta ancestral y sagrada.

Bibliografía

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 Stanic, A. (2013). Los elementos subversivos de la fiesta colonial unificadora: el


caso de la fiesta del Corpus Christi dentro del diseño estratégico de la escritura
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Anexos

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