Está en la página 1de 6

Tiatira – La batalla por la pureza

Estudios Bíblicos
Prédica de Hoy: Tiatira – La batalla por la pureza
Tema: Las siete iglesias de Apocalipsis – Parte IV

Estudios Bíblicos Lectura Bíblica de Hoy: Apocalipsis 2:18-22


Tema: Mensaje de las Siete Iglesias

INTRODUCCIÓN:
Resulta extraño que una iglesia a la que el Señor la admira y hasta la
elogió por su fidelidad en sus obras con respecto a su amor, fe,
servicio y paciencia, después le diga que, por su descuido en la
pureza, especialmente en los pecados sexuales, ahora le da un tiempo
para que se arrepienta, pues si no lo hace vendrá pronto y la arrojará
en gran tribulación.
Se dice que los pecados más grandes de esta sociedad siguen siendo
los pecados sexuales, y la iglesia del Señor no escapa a ellos. El tema
de la “batalla por la pureza” sexual es, en efecto, una verdadera
batalla.
¿Puede nombrar un programa de televisión que no contenga una
insinuación sexual? ¿Puede abrir el internet donde no aparezca
sutilmente una imagen llamando al deseo de la carne? ¿Qué decir de
la cantidad de sitios de pornografía de tan fácil acceso hoy día? ¿Qué
tal es su pureza sexual?
Por cierto, uno de los sitios peligrosos que se ha creado,
especialmente para nuestros adolescentes, es el llamado Tik-tok, de
origen chino. Es un sitio tan adictivo como otras paginas, porque les
da a nuestros jovencitos la posibilidad de crear sus propios videos,
muchos de ellos a través de bailes sensuales y hasta semidesnudos.
El asunto es que estamos asediados con un bombardeo de imágenes
o videos sexuales, tan grande que la demanda por la pureza sexual es
algo que debemos atender urgentemente. Este era el problema de la
iglesia de Tiatira.
Si bien es cierto que los creyentes de su tiempo no tenían acceso a lo
que hoy tenemos, especialmente con el uso del internet, entre ellos
había una complacencia de inmoralidad sexual, por la tolerancia de
una tal “Jezabel”.
Y si bien es cierto que muchas cosas se han dicho sobre este nombre,
el asunto es que aquella iglesia estaba viviendo una doble vida,
especialmente con la seducción a la fornicación. Por qué guardarnos
con toda pureza de acuerdo con la situación que vivía la iglesia de
Tiatira.
I. POR CAUSA DE LO QUE CRISTO ES PARA SU IGLESIA
1. El Hijo de Dios (vers. 18ª)
Este fue el título que le dio a Jesucristo. Él es uno con la deidad, por lo
tanto, Jesús también es Dios. Esta mención es interesante porque es
la única vez que este título aparece en estas cartas. Con ella Jesús
pone en claro quién es él para la iglesia y para el mundo entero. Los
judíos no pudieron encontrar razones para condenar a Cristo.
Fue precisamente cuando le llevaron al sanedrín, y fue su confesión
como Hijo de Dios en la que ellos encontraron la única razón para
condenarlo. En aquel momento Jesús no titubeó al afirmar que no
solamente era Hijo de Dios, sino que a partir de ese momento lo
verían sentado a la derecha del Padre.
Por supuesto que esa confesión fue suficiente para entregarlo a la
crucifixión. Con esta identificación en mente la iglesia de Tiatira tuvo
que saber que él es infalible como Hijo de Dios. Que su juicio sea
justo. Que su llamado a corregir su conducta es porque él es el único
Señor de la iglesia.
Así que el saber que Jesucristo es el Hijo de Dios se constituye en una
poderosa razón para que tengamos un santo temor y vivamos para la
pureza del alma. ¿Tiene usted esa lucha?

2. Ojos de fuego y pies de bronce bruñido (vers. 18b)


Interesante que cuando Juan se encontró con Jesús en esta
revelación del Apocalipsis su visión fue tan distinta al Jesús que
caminó por la orilla del mar y lo había llamado para andar con él. Si
alguien sabía cómo eran los ojos y los pies de Cristo era Juan.
Nadie vivió en tanta intimidad con el Maestro como Juan hasta llegar a
ponderar cuán humano fue Jesucristo (1 Juan 1:1). Pero ahora ve que
sus ojos y sus pies son parte de ese estado de gloria (1:14-15). ¿Por
qué la visión de Jesús como “como llama de fuego, y pies semejantes
al bronce bruñido?”.
¿Por qué se revela de esta manera a la iglesia de Tiatira? Sus ojos
como de fuego penetran para ver la conducta de la iglesia y sus pies
como de bronce son sinónimo de juicio contra los enemigos de la
verdad.
De esta manera, la iglesia debe vigilar su doctrina, sus prácticas y
llamar a sus miembros a una continua santidad por causa de quien es
su Señor. Un llamado a un temor reverente surge de esta
identificación. Jesús ve nuestras acciones, por eso debemos procurar
con diligencia ser hallados “por él sin mancha e irreprensibles, en paz”
(2 Pedro 3:14).
II. POR CAUSA DE LO QUE CRISTO CONOCE DE SU IGLESIA
1. “Yo conozco tus obras” … nadie mejor que él (vers. 19)
Estas son palabras de un gran reconocimiento. Es una gran noticia
saber que sea el Señor quien reconozca el trabajo que hacemos. No
tiene mucha importancia cuando son los hombres los que reconocen
lo que hacemos, porque el Señor tiene otro punto de vista.
Para la iglesia de Tiatira, el Señor tiene los mejores elogios. Él ve en
ella verdaderas virtudes que se constituyen en motivos de alabanza.
Lo primero que ve es su amor, de lo que más carecía la iglesia de
Éfeso.
Conoce también que era una iglesia de fe, pero también era una
iglesia de servicio y de una gran paciencia. Bien podemos decir que
esta iglesia tenía las tres más grandes virtudes: amor, fe, esperanza.
No podía tildarse a esta iglesia de holgazana.
¿A qué iglesia no le gustaría que su Señor la reconozca por su amor,
fe, servicio y paciencia? Pero lo que más sabemos es que hay iglesias
que adolecen de estas características. En la iglesia de Tiatira no había
“zánganos en la colmena”, todos eran “obreros” al servicio de la
“reina”.
2. “Que tus obras postreras son más que las primeras”
Jesús con sus ojos de fuego siguió viendo a la iglesia y descubrió que
su trabajo no solo tenía esas cuatro características, sino que él vio que
los últimos esfuerzos de esa iglesia aún superaban a los primeros. La
iglesia de Tiatira no decaía en nada, siempre trabajaba.

Los años de aquella iglesia eran símbolos de progreso. Se había


consolidado con el tiempo. El trabajo que esta iglesia realizaba no
podía ocultarse, sino que más bien debería imitarse. Otra vez, uno se
pregunta ¿podía encontrar el Señor algo en esta iglesia para quejarse
y darle una reprimenda?
Bueno, hasta ahora él miró dentro de su corazón y notó que la fe y el
amor motivaban sus acciones. Esto es un gran aliciente para todos
nosotros. Saber que el Señor ve lo que hacemos, y si lo hacemos con
amor y de corazón, eso tendrá mayor aprobación.
Así que toda congregación de creyentes puede tener la certeza de que
el Salvador ve su fe, y sus buenas obras, aunque parezca que sólo
sus problemas son aparentes al mundo. Trabajamos para el Dios de
los cielos. No es cualquier cosa la que hacemos. Que él sea quien nos
vea y nos juzgue.
III. POR CAUSA DE LO QUE CRISTO TIENE CONTRA LA IGLESIA
1. Las cosas que el Señor tiene contra la iglesia (vers. 20)
La presencia de una tal “Jezabel” (podía ser una mujer o un estilo de
vida) con su inmoralidad había llevado a la iglesia a una abierta
tolerancia. Lo que haya sido que representara a “Jezabel” estaba
llevando a muchos de los siervos “a fornicar y a comer cosas
sacrificadas a los ídolos”.
El pecado de la fornicación estaba minando la vida de los hombres a
quienes Dios le había delegado el trabajo de su iglesia. El nombre de
“Jezabel” es tomado del AT (1 Reyes 19 y 22), como una referencia a
la esposa del rey Acab, la mujer que encarnaba el espíritu de
infidelidad donde Israel había caído contra su Dios.
Y al parecer ese mismo espíritu de fornicación había llenado a la
iglesia con una tolerancia para la que no se tomaban acciones
correctivas. Hemos dicho que los pecados sexuales de esta sociedad
pudieran estar minando la pureza de la iglesia del Señor.

Cuando una iglesia ve normal la practica de los pecados sexuales,


tales como: la fornicación en todas sus formas, la homosexualidad, el
lesbianismo y todo tipo de sensualidad, está siendo tolerante al
“espíritu de Jezabel” con su seducción, robándonos con eso la pureza
a la que somos llamados como hijos de Dios.
2. El castigo de lo que esto puede traer (vers. 22-23)
El llamado de “Jezabel” es para que la iglesia no contemporanice (si
es que hay una palabra parecida) con el mundo, mientras está
sirviendo al Señor, porque la advertencia de la Biblia es que no
podemos servir a dos señores.
Por cuanto la tolerancia de la inmoralidad podía traer la ruina de una
iglesia que estaba haciendo tan extraordinario trabajo, el Señor
precisa lo que había que hacer allí. Por un lado, él le ha concedido el
tiempo necesario para su arrepentimiento (vers. 21).
Y si esto no ocurre, entonces él procederá con disciplinas más severas
para corregir el mal y preservar a su iglesia. Las palabras de Jesús “le
he dado tiempo para que se arrepienta…” son muy significativas.
El castigo por el pecado está siempre precedido por su misericordia.
Es la misma verdad para nuestros tiempos. El Señor espera que haya
arrepentimiento de cualquier conducta desviada. Que haya un cambio
de actitud y de voluntad hacia el pecado.
La gracia no actúa donde hay perseverancia en el pecado (Romanos
6:1-2). El Señor llama a su iglesia al arrepentimiento para preservarla
de mayores males. ¿Qué tal es su pureza sexual?
IV. POR CAUSA DE LA RECOMPENSA QUE CRISTO TRAE
1. “Lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga” (vers. 25)
¿Por qué le dice el Señor a la iglesia de Tiatira que debe aferrarse a lo
que tiene hasta que él venga? Porque hay algo mejor que lo que
ofrece la “perversa Jezabel”. Él llama a su iglesia a perseverar en las
obras que ha elogiado, porque son las que al final serán premiadas.
A la iglesia vencedora el Señor le dará “autoridad sobre las naciones”.
Es un hecho extraordinario que la constancia en el amor, fe, servicio y
paciencia hace que una iglesia conquiste a los demás. Esto no es un
galardón sólo para el futuro.
Las noticias del avance del evangelio en el mundo a través de muchas
iglesias nos están indicando la autoridad que ellas están teniendo
sobre las naciones. Hay naciones donde el evangelio ya está llegando
al 25% y 35% de su población.
Una iglesia fiel conquista el paganismo de una ciudad. Otra
interpretación a esto es que, si vencemos, entonces compartiremos el
reinado que Jesucristo tendrá sobre todo el mundo. ¿Qué es lo que
más debemos retener hasta que Cristo venga? Me parece a mí que es
la santidad, porque si en ella “nadie verá al Señor”. Este es el llamado
de Filipenses 2:15.
2. Lo que les espera a todos los venzan hasta al final (vers. 26-28)
Una de las cosas que me encantan al estudiar en estas iglesias es la
constancia para llegar hasta el final de la carrera. Para los que venzan
la tentación, y vivan para la pureza de su alma, el Señor les ha
prometido darles “la estrella de la mañana”.
¿Quién es “la estrella de la mañana” sino el mismo Cristo? ¿A caso
hay algo mejor que Cristo? ¿No es algo significativo que el mayor
galardón que podamos recibir sea la misma persona de Jesús?
Yo tengo muchos deseos de ver en el cielo a todos los que nos han
precedido, desde los antiguos patriarcas, profetas, apóstoles y
familiares; pero el deseo más grande de mi corazón es ver a mi amado
y bendito salvador Jesucristo, quien por su pura e infinita gracia me
salvó y me llamó para su servicio.
De la historia de Jezabel se nos dice que fue tirada por una ventana y
comida por los perros.
Esa es la condición final del pecado. Pero a los vencedores se les
promete estar con su Señor para siempre en un estado exaltado de
gloria. Para esta vida y para la que viene, vale la pena batallar por la
pureza. Hay más gozo en esto y hay más seguridad de la vida eterna.
CONCLUSIÓN:
¿Qué le dice el Espíritu a la iglesia hoy? Él le está diciendo a su iglesia
“aferraos a lo que tenéis hasta que el venga”, especialmente en lo
relacionado a su pureza.
Es un llamado a perseverar en el amor, la fe, el servicio y la paciencia.
Y la paciencia aquí es clave para el tiempo de espera, hasta que
aparezca la “estrella de la mañana” resplandeciendo con toda su gloria
en su segunda venida.
Es un llamado a mantenernos fieles frente a la amenaza de la
“perversa Jezabel”, quien con su astucia y seducción pretende llevar a
la iglesia del Señor a un acomodamiento con el mundo.
Frente a esto debemos afirmar las palabras del apóstol, cuando dijo:
“No os conforméis a este mundo; más bien, transformaos por la
renovación de vuestro entendimiento, de modo que comprobéis cuál
sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta” (Romanos 12:2)

También podría gustarte