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Sociedad

Religión

Artículo principal: Religión en el Perú

Convento de Santo Domingo en el Cuzco, que se elevó sobre el antiguo templo inca del
Coricancha, simbolizando así el sincretismo religioso.

Procesión del Señor de los Milagros, en Lima.

El Perú es un país religioso. El historiador Raúl Porras Barrenechea dijo que el peruano era
probablemente el hombre más religioso del mundo. Y es que en el territorio del Perú, como en
otras partes del mundo, la religión ha jugado un papel vital en el desarrollo social y cultural de
las sociedades desde sus orígenes en los Andes (12.000 a. C.), pasando por los procesos de
gestación de su civilización (3.000 a. C.), la formación política y cultural de las sociedades
andinas prehispánicas, y finalmente, la transformación religiosa a raíz de la caída del Imperio
Inca y la toma del poder por los españoles, quienes impusieron el catolicismo.

Las religiones originales andinas concedían un alto valor a la ayuda mutua, la solidaridad, la
asistencia a los más necesitados y el pleno respeto a la naturaleza.

El cristianismo en su rama católica llegó al Perú acompañando a los conquistadores españoles,


a partir de 1532. Los religiosos españoles se dedicaron desde el primer momento a la tarea de
la conversión de los indígenas. Aunque se enfocaron en extirpar las “idolatrías”, como
denominaban a las religiones andinas, este encuentro produjo un sincretismo religioso,
presente en todo el país en diversas maneras y magnitudes.

Durante la época colonial reinó un espíritu de exaltada religiosidad. En la plaza principal de


cada una de las ciudades que fundaron los españoles se construyó un templo principal
(catedral) y se destinó grandes extensiones de terreno para la construcción de otros templos,
conventos y monasterios. La fe y la devoción más grandes reinaban en todas las clases sociales.
Las fiestas religiosas eran numerosas y se celebraban pomposamente con misas, sermones,
procesiones, desfiles alegóricos e incluso festejos populares, tales como corridas de toros,
fuegos artificiales. Dos santos nacieron en tierra peruana: Martín de Porres y Rosa de Lima.
Otras manifestaciones de esta religiosidad son las famosas procesiones del Señor de los
Milagros (Lima) y del Señor de los Temblores (Cuzco). Durante la etapa republicana se
mantuvo esa arraigada religiosidad católica, sin afectarle la llegada de las ideas positivistas,
laicistas y anticlericales de fines del siglo xix y comienzos del XX.

Actualmente, un poco más del 80% de la población peruana se reconoce católica. El


catolicismo ha ido mermando a favor de las iglesias protestantes o evangélicas de distintas
denominaciones, que se han abierto paso sobre todo en los sectores populares. También ha
habido un avance lento pero consistente de la irreligión especialmente entre los jóvenes de las
zonas urbanas. Están también presentes, por la inmigración, religiones como el judaísmo y el
budismo, y más recientemente el hinduismo y el islamismo. De todos modos, siguen
predominando los credos cristianos (el 95% de la población).

Gastronomía

Artículo principal: Gastronomía del Perú

La cocina peruana es considerada una de las más variadas del mundo. Tiene el récord Guiness
a la mayor variedad y diversidad de platos típicos en el mundo (491). Asimismo, el periódico
francés Le Monde lo ha considerado como una de las grandes cocinas del planeta, que compite
al lado de la francesa y la china.49

La gran variedad de la gastronomía peruana se debe principalmente a las siguientes


circunstancias:

A las diversas herencias culinarias: la precolombina (culturas de la costa, sierra y selva),


española y africana, a las que, a partir del siglo xix se suman la sino-cantonesa, japonesa,
italiana y francesa.

La tendencia a la fusión o mezcla de todas esas herencias, que ha conformado una


gastronomía de «cuatro continentes en un solo país», ofreciendo una importante variedad de
platos típicos peruanos en constante evolución. Ni la cocina nativa o indígena ha escapado de
la tendencia a la fusión o «modernización», como algunos lo llaman.

El Perú es un lugar privilegiado para producir alimentos de calidad en todo su territorio y


durante todo el año, pues posee 84 de los 114 microclimas que existen en el mundo y 11
ecorregiones naturales.50

El Perú es reconocido como uno de los centros originarios de alimentos del mundo, es decir, el
sitio donde se domesticaron diversas plantas y animales, contribuyendo de manera
significativa a la alimentación mundial. De las 4400 plantas nativas con que cuenta, 185 están
domesticadas: 85 son amazónicas, 81 andinas y 8 costeñas. Y cada planta tiene a su vez
innumerables variedades: más de 3000 variedades de papas, 35 de maíz, 15 de tomates, 1500
de camotes, 5 de ajíes, 1408 plantas medicinales, 1600 ornamentales y 623 frutas. Esta gran
variedad genética convierte al Perú en la despensa de la alimentación del mundo. Basta
recordar que la papa salvó de la hambruna a Europa. El botánico alemán Augusto Weberbauer
identificó hasta 52 alimentos como propios del Perú, entre ellos la papa, el tomate, el frejol, el
maíz, el maní, la piña, la chirimoya, la ciruela, la papaya, la lúcuma, el pepino y el ají.50

La gastronomía peruana es un producto bandera del Perú. Es uno, sino el principal, de los
motivos de orgullo de los peruanos, y cualquier crítica despectiva hacia ella es tomada como
una ofensa grave. En la última década del siglo xx, e inicios del siglo xxi, la cocina peruana
empezó a popularizarse fuera de sus fronteras. De acuerdo a un estudio sobre innovación en la
gastronomía peruana del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (2022)51, el surgimiento y
la aparición de la gastronomía peruana en el mercado internacional se produjo mediante una
reconversión que combinó lo autóctono con lo foráneo. Esta estuvo basada en la innovación
orientada a la puesta en valor de su cocina aplicando técnicas de la alta cocina internacional
apoyada en la identidad, la diversidad cultural y la biodiversidad del Perú.

De acuerdo al estudio del BID, una de las claves del desarrollo de la gastronomía del Perú fue
su diferenciación a nivel internacional a través de su cultura milenaria y de la gran diversidad
de la población a lo largo y a lo ancho de su territorio. El chef Gastón Acurio sostiene que la
cultura peruana —tanto en su mestizaje como en sus expresiones “puras”— tuvo un papel
central en la revolución gastronómica del país. Al mismo tiempo, señala que esa revolución
expresa la cultura y la pone en valor, tanto en el exterior como en el Perú.51

Debido a la rica variedad y a la armonía de su sabor y los alimentos empleados, la gastronomía


peruana es constantemente premiada internacionalmente y sus chefs suelen obtener a
menudo medallas internacionales que los distinguen. Un elemento destacable es su constante
apertura a las innovaciones y el continuo desarrollo de nuevos platos, incorporando a la
gastronomía la búsqueda continua de la experimentación y la vanguardia. Así como cada
región conserva su riqueza culinaria, en la alta gastronomía destaca la mezcla de colores y de
productos alimenticios,52 Una muestra de ello es la llamada cocina novoandina, un nuevo
estilo culinario surgido en el Perú por el interés de los gastrónomos locales de retomar
costumbres alimenticias del pasado prehispánico para recrearlas, rescatando y revalorizando
así muchos de los ingredientes autóctonos.

Ceviche de pescado

Ceviche de pescado

Lomo saltado

Lomo saltado

Pisco sour

Pisco sour

Cau cau

Cau cau
Anticucho

Anticucho

Cuy chactado

Cuy chactado

Carapulcra

Carapulcra

Pollo a la brasa

Pollo a la brasa

Seco de cabrito

Seco de cabrito

Arroz con pollo con papa a la huancaína

Arroz con pollo con papa a la huancaína

Mazamorra morada

Mazamorra morada

Chicha morada

Chicha morada
Tallarín saltado (cocina chifa)

Tallarín saltado (cocina chifa)

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