Los inversionistas institucionales suelen ser inversores activos. Pueden ejercer
su influencia como accionistas en las empresas en las que invierten, participando en juntas directivas, votando en decisiones importantes o infuyendo en la gestión estrategica. También pueden involucrarse en la gobernanza corporativa y promover prácticas responsables en términos sociales y ambientales. En resumen, la participación activa de los inversionistas institucionales se fundamenta en su tamaño, responsabilidad fiduciaria, acceso a información, influencia en la gobernanza corporativa y compromiso con la responsabilidad social. Estos factores les permiten desempeñar un papel importante en los mercados financieros y contribuir al crecimiento económico sostenible.