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La Leyenda de La Llorona
La Leyenda de La Llorona
NARRADOR: Cuenta la leyenda de una mujer muy bella llamada Xóchilt, que vivía
con sus dos adoradas hijas. Todos los días vendía flores por los canales de
Xochimilco. Pero un día cuando regresaba de su larga jornada de trabajo, observó
que su casa ardía en llamas. Tomó a sus dos pequeñas. Y las puso en una barca, la
cual en un descuido se alejó por el canal, perdiendo a sus pequeñas hijas
Unas semanas después, se le avisó a Xóchilt que sus hijas habían aparecido
ahogadas al final del canal, provocando en ella un gran dolor y una profunda tristeza.
Xóchilt fue perdiendo su belleza, y murió en uno de los canales de Xochimilco. A partir
de ahí se decía que su alma vaga por las calles buscando a sus hijas, pero como no
las encuentra, las confunde con otros niños, razon por la cual aparece cuando los ve
solos.
Los niños del lugar ya habían escuchado a la llorona, razón por la cual no les gustaba
estar solos ni alejarse mucho.
Cierto día los niños estaban jugando cerca del canal, ya tenía que no salían solos por
el temor de la leyenda que habían leído, ya comenzaba a anochecer, cuando de
repente escucharon unos fuertes lamentos. ( De repente se se escuchan los lamentos
de la llorona)
Los niños se paralizan de miedo por un momento, pero reaccionan y salen corriendo
despavoridos y gritando(¡Auxiliooo!)
La llorona se queda sentada con cara muy triste, no comprende porque no puede
encontrar a sus hijas y llora muy desconsolada
(Música)
Los chicos llegas corriendo a la casa de Lupita y Juanita, que era la que se
encontraba mas cerca y se encuentran con su mamá que los mira muy asustados...
La mamá les pregunta el porque vienen de esa manera, ellos le cuentan que vieron a
una mujer misteriosa que lloraba muy feo y preguntaba por sus hijos
De repente los niños exclaman si había algo que hacer por ellas, la mamá les
comenta que como ya se acerca día de muertos, porque no se reunían y ponían una
ofrenda cerca de donde estaba su casa, de esa manera las almas vedrían porque se
han acordado de ellas.
Todos los chicos comenzaron a montar la ofrenda con mucho entusiasmo, pusieron
todo lo necesario para que la señora Xóchilt (alias la llorona) pudiera venir y estar
contento.
De repente, dos figuras se acercaban al lugar... eran las hijas de Xóchilt, que al ver la
ofrenda ubicaron el lugar donde estaba su casa... Las niñas corrieron a abrazarlas;
Xóchilt estaba muy feliz de haberlas encontrado.
Xóchilt y sus hijas disfrutaronde la ofrenda hecha para ellas... después partieron de
regreso a descansar en paz, ya no vagarían en pena porque sus almas al fin habían
encontrado tranquilidad.