NUTRICIÓN, VITALISMO y EMOCIONES

COMO TOTALIDAD
(DEPURACIÓN Y SALUD)

Independientemente del nombre y diagnóstico de enfermedad, ésta desde el punto de vista

biológico se comprende como un esfuerzo del organismo por eliminar el exceso de
sustancias tóxicas. El organismo consume vitalidad (energía vital) en el intento de dicho
objetivo.

Un cuerpo sano pone en marcha una gran cantidad de mecanismos depurativos cuando
sustancias perjudiciales (Noxa) logran acumularse en los tejidos internos. La eliminación se
realiza a través de: la orina, las heces, la respiración, el aliento, la mucosidad nasal,
lágrimas, vómitos, estornudos, tos, diarreas, etc.

El proceso de purificación interna es muy complejo y su tarea se distribuye en varios

órganos con funciones especializadas y complementarias: a estos órganos de eliminación
se los llama emuntorios.

Cuando los emuntorios son sobresaturados por una dieta tóxica o "tapados" por una
terapéutica supresora que limita o inhibe sus manifestaciones, el organismo igual los crea,
crea sus propios mecanismos de compensación pero ya produciendo úlceras, tumores,
cálculos, etc.

El organismo vivo es un conjunto anatómico organizado admirablemente, que funciona

gracias a la energía que domina y gobierna todas las reacciones: la energía o fuerza vital.
Al sufrir ésta un ataque o agresión noxal o bacteriana, sea externa o interna, intoxicaciones
o emociones / pensamientos perjudiciales, se perturba y desequilibra produciendo un
cuadro patológico que, en el fondo, es un verdadero aviso de que algo anda mal. Es el inicio
de la enfermedad.