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CURSO INTEGRATEK.

NEUROEDUCACIÓN

BLOQUE I

1.¿QUÉ ES LA NEUROCIENCIA?

Neuromito: el que es creativo es porque usa más el hemisferio derecho del cerebro. En todo
proceso creativo participan regiones de los dos hemisferios en continua interacción. Otro
neuromito sobre los estilos de aprendizaje (visual, auditivo o cinestésico): creer que un alumno
aprende mejor si se le preparan actividades en función de sus estilo de aprendizaje. No es cierto
puesto que nuestro cerebro es multisensorial y aprende mejor integrando todos los canales
sensoriales. Importante en la escuela el juego, movimiento, arte y educación emocional.

2.NOCIONES BÁSICAS DE NEUROCIENCIA (ver documento Carpeta).

El cerebro pesa 1,5 k aproximadamente y trabaja las 24 horas del día. Neuronas: células
nerviosas que se comunican entre ellas a través de un axón y transmiten la información en forma
de impulsos nerviosos. La información es recibida por las dendritas. Cada neurona puede
transmitir unas 10.000 conexiones (sinapsis). Neurotransmisores: sustancias químicas liberadas
por las neuronas. Cuando un estudiante está motivado presenta niveles altos de dopamina,
cuando está risueño (serotonina), cuando se distrae (niveles bajos de noradrenalina), cuando se
duerme (niveles bajos acetilcolina). Cada hemisferio del cerebro se divide en 4 lóbulos.

3.EFECTO SORPRESA (Fabricio Ballarini)

Tenemos alrededor de 100.000 millones de neuronas, algunas de ellas están destinadas a


guardar recuerdos (memoria de corto y largo plazo). La sorpresa está asociada en la mejora de
los aprendizajes cercanos a esa novedad. La novedad nos ayuda a consolidar lo que van
trabajar los alumnos en el aula. Al cerebro le encantan las buenas sorpresas. Sin embargo,
cuando la sorpresa se convierte en algo rutinario deja de tener un efecto beneficioso sobre el
aprendizaje.

CONSEJOS PARA EL AULA

Antes de empezar una clase sorprende a los alumnos, por ejemplo, explicando una anécdota
(qué he hecho 15 minutos antes,) o que aparezca durante la clase un personaje desconocido.

4.SOBRE EL FUNCIONAMIENTO CEREBRAL


Álvaro Pascual-Leone “Promoviendo la salud mental” VIDEO

Es importante promover la salud cerebral, la prevención. Es uno de los científicos que tiene una
visión más vanguardista del cerebro humano. Cuantos más años vivimos (avance evolutivo) más
aumenta la aparición de enfermedades neurológicas o trastornos del sistema nervioso como la
pérdida de memoria, trastorno del movimiento, etcétera (el riesgo de la edad avanzada, es mayor
riesgo que cualquier gen), es una gran paradoja. Des de un punto de vista financiero de las
sociedades es insostenible. El desarrollo humano es un continuo de ganancias y pérdidas, no se
trata de que a partir de los 40 años por ejemplo todas las capacidades van a peor, todo depende
de las actividades que lleve a cabo el individuo, de la prevención. Evitar el estrés, la
preocupación (dolor estómago, cabeza, problemas de colon…). Concepto de SALUTOGÉNESIS.
Un cerebro sano supone tener una inmunidad mayor y más resistencia a enfermedades. Para
mantener el cerebro sano lo importante es guiar la plasticidad cerebral, mantenerla a un nivel
adecuado (es lo que hacen los centros de rehabilitación de estimulación cerebral para minimizar
la discapacidad). Los cerebros de las personas autistas son demasiados plásticos: pueden
adquirir habilidades mejor que gente neurotípica. Ejercicio y deporte pero con un entrenador
personal en base a pruebas y estado físico, dieta saludable. Ejercicio aeróbico. Tener una familia
o apoyo social, estar conectado con ellos. Hacer actividades con otras personas (pilates,
yoga…).

*Sobre autismo (síndrome del X frágil): cerebro demasiado plástico. La fiebre suaviza el autismo
(ver investigaciones A. Zimmerman), restablece las capacidades del niño/a para interactuar y
sociabilizarse (esto demuestra que su cerebro es plástico, capaz de alterar las conexiones
actuales). Tienen un cerebro más simétrico (en las personas que no lo son, el grosor de la
corteza cerebral difiere en los dos hemisferios). El 70% de las madres de niños/as autistas llevan
empastes con mercurio, piensan que es algo externo porque va en aumento desde años 80
(química alimentaria, telefonía móvil, irrupción de nuevos plásticos, pesticidas…). La alteración
del sistema oxitocinérgico (producción de oxitocina) podría ser uno de los factores perinatales
(durante el parto) involucrado en la etiopatogenia del autismo, el cerebro de autistas sigue
creciendo porque no recibe la señal de aviso de que después del parto debe cesar el desarrollo:
la oxitocina mejora las habilidades sociales en niños autistas.

5. CLAVES PARA LA NEUROEDUCACIÓN

https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2012/12/27/neuroeducacion-estrategias-basadas-en-
el-funcionamiento-del-cerebro/

Se aprende mejor cuando hay un componente emocional. El error no es un fracaso, es una fase
del aprendizaje. La neurociencia ha demostrado que las emociones mantienen la curiosidad, nos
sirven para comunicarnos y son imprescindibles en los procesos de razonamiento y toma de
decisiones, es decir, los procesos emocionales y los cognitivos son inseparables (Damasio,
1994). Además, las emociones positivas facilitan la memoria y el aprendizaje.

Implicaciones educativas
Los docentes hemos de generar climas emocionales positivos que faciliten el aprendizaje y la
seguridad de los alumnos. Para ello hemos de mostrarles respeto, escucharles e interesarnos
(no sólo por las cuestiones académicas). La empatía es fundamental para educar desde la
comprensión.
Aunque hay muchas actividades en las que se pueden fomentar las competencias emocionales a
través de un proceso continuo (se pueden utilizar diferentes recursos didácticos para suscitar la
conciencia emocional como videos, fotografías, noticias, canciones, etc.), proponemos una
relacionada con la lectura (Filella, 2010): se dedica un tiempo semanal en el aula a la lectura
individual de textos que el alumno ha elegido según su propio interés (con el paso del tiempo se
puede orientar hacia textos específicos). La lectura ha de ser en silencio y, posteriormente, se
han de proponer actividades como resúmenes, dibujos, esquemas,… relacionados con la misma.
Una forma sencilla de mejorar la atención, la comprensión, el aprendizaje y de fomentar
emociones positivas en el alumnado.

http://niuco.es/2016/03/03/las-claves-de-la-neuroeducacion/
PLASTICIDAD

Aprovechando que en este bloque hablamos de la plasticidad cerebral, y todo lo que a nivel
educativo ello conlleva, comparto un video en el que se explica el famoso 'experimento de la
venda' del gran neurocientífico Álvaro Pascual-Leone. Es maravillosa la capacidad de adaptación
del cerebro humano. Sin olvidar que la imaginación y la visualización también generan
plasticidad cerebral:

https://www.dailymotion.com/video/x7ci13

A diferencia de lo que creíamos hace unos años, en la actualidad sabemos que nuestro cerebro
es tremendamente moldeable y que, como consecuencia de esta plasticidad, puede
reorganizarse de forma estructural y funcional adaptándose continuamente al aprendizaje. Esta
propiedad inherente al cerebro posibilita que el aprendizaje se dé durante toda la vida y
constituye una puerta abierta a la esperanza porque sugiere que siempre podemos esperar la
mejora de nuestros alumnos. enseñar a los alumnos que el cerebro es muy plástico, que somos
capaces de generar nuevas neuronas, que la inteligencia no es fija y que, en definitiva, los
alumnos pueden responsabilizarse de su aprendizaje, constituye un elemento motivacional muy
potente, algo que podemos utilizar los docentes, especialmente en el inicio de los cursos
académicos.

EMOCIÓN
Esto sugiere la necesidad de generar en el aula climas emocionales positivos en donde los
alumnos, tal como comentábamos anteriormente, se sienten seguros, están activos, cooperan,
se asume con naturalidad el error porque forma parte del proceso de aprendizaje y en donde las
expectativas, tanto del profesor como del alumno, son siempre positivas. Sabemos que  la
motivación es esencial para el aprendizaje, pero la verdaderamente importante es la intrínseca,
porque cuando se suscita la curiosidad se activa el llamado sistema de recompensa cerebral
(asociado al neurotransmisor dopamina; ver figura 2) que conecta el sistema límbico o emocional
con la corteza prefrontal (Schultz, 2015), sede de las llamadas funciones ejecutivas del cerebro.
Estas funciones de orden superior como el autocontrol, la flexibilidad cognitiva o la memoria de
trabajo, nos permiten planificar y tomar decisiones adecuadas, por lo que tienen una enorme
incidencia educativa.
En la práctica, hemos comprobado que para despertar la chispa emocional del aprendizaje
(motivación inicial) y para mantener la llama del proceso (motivación de logro) resulta
imprescindible suscitar la curiosidad y despertar el interés del alumno vinculando el aprendizaje a
la realidad, suministrar retos adecuados, generar dinámicas en el aula que conviertan al alumno
en un protagonista activo del aprendizaje, asumir un proceso constructivista del mismo que tiene
en cuenta sus conocimientos previos, asumir la evaluación formativa y el uso de proyectos que
hagan útil el aprendizaje y fomentar la cooperación. existen estudios longitudinales que avalan la
implementación de los programas de educación socioemocional en las escuelas. En un estudio
en el que participaron más de 270000 alumnos de todas las etapas educativas, se comprobó que
este tipo de programas inciden positivamente en el comportamiento y el bienestar de los
alumnos pero, además, mejoraron en promedio su rendimiento académico en un 11% (Durlak et
al., 2011). Y también se han obtenido resultados muy satisfactorios cuando se integran en los
programas de educación emocional las prácticas contemplativas, como en el caso del
mindfulness, porque se mejoran los resultados en relación a cuando se utilizan estas estrategias
por separado 
ATENCIÓN
Utilizándose programas informáticos específicos en los que los niños han de ir resolviendo tareas
que requieren autocontrol. De estos descubrimientos se pueden beneficiar todos los alumnos
pero especialmente aquellos con TDAH, lo cual constituye una alternativa plausible a la
utilización de fármacos que tienen estructuras químicas similares a las anfetaminas y cuyos
efectos secundarios a largo plazo se desconocen. Junto a esto, también se ha comprobado la
utilidad para mejorar los procesos atencionales de las técnicas de relajación y meditación como
el mindfulness o la actividad física, especialmente cuando se requiere ese plus de concentración
como en el caso de las artes marciales.  
El hecho que la atención sea un recurso limitado sugiere la necesidad de fraccionar la clase en
bloques de diez o quince minutos con los correspondientes parones. Y como recordamos más lo
que aprendemos en el inicio y en el final de las tareas (efecto de primacía y recencia), el
comienzo de la clase debería ser aprovechado para analizar las cuestiones más importantes o
para plantear ese reto que despierte la necesaria curiosidad del alumnado, mientras que, en los
últimos minutos, el alumno debería realizar alguna tarea que le permitiera sintetizar la
información más relevante analizada.

MEMORIA

Hay otra memoria explícita que sí podemos verbalizar y que está asociada a datos, hechos o
sucesos autobiográficos, que tiene que ir acompañada de un enfoque más relacional o asociativo
porque para que se dé un aprendizaje eficiente es necesaria la reflexión. Por eso es tan
importante enseñar la metacognición, a través de hábitos de pensamiento que los alumnos
pueden ir adquiriendo con la utilización de rutinas de pensamiento, como la KWL, o
desarrollando sus proyectos personales a través de los portfolios.

EJERCICIO FÍSICO

Para combatir el tan temido estrés que perjudica el aprendizaje sino que tiene una incidencia
positiva sobre el cerebro. Al realizar ejercicio físico, especialmente aeróbico, se segrega la
molécula BDNF que está asociada a los procesos de plasticidad sináptica, neurogénesis o
vascularidad cerebral.  Cuando niños o adolescentes desarrollan una actividad física de
intensidad moderada entre 20 y 30 minutos y luego realizan unas pruebas de autocontrol que
requieren concentración o relacionadas con competencias académicas como las lingüísticas o
aritméticas, obtienen mejores resultados que no aquellos que han estado el tiempo previo a las
pruebas en una situación pasiva.
Y si con el ejercicio físico se optimiza la atención y la concentración del alumno, no es una buena
idea colocar la clase de Educación Física en la última hora de la jornada escolar , tal como se
hace habitualmente, sino que debería ubicarse en el inicio de la misma.
En nuestro caso particular, como prevalecen los horarios laborales de los adultos sobre el
aprendizaje de los alumnos y no vamos a poder cambiar eso, resulta imprescindible que
podamos adaptar las tareas a los horarios. Una actividad importante será mejor realizarla a las
diez que no a las ocho y, durante el inicio de la tarde, mejor leer un texto durante unos pocos
minutos y fomentar un debate posterior que no leer durante una hora completa.

Junto al ejercicio físico, también se ha comprobado la importancia del sueño en el aprendizaje,


en especial en la fase de ondas lentas y la fase REM. Durante el sueño se produce un proceso
de regeneración neuronal que facilita la consolidación de las memorias e incluso la aparición de
ideas creativas. Cuando se priva del adecuado sueño al aprendiz, el rendimiento en las tareas de
aprendizaje empeora mucho.
Las necesidades energéticas del cerebro son muy grandes por lo que requiere el aporte
necesario de nutrientes para su buen funcionamiento, en especial en la primera comida del día:
el desayuno.

JUEGO

Se ha demostrado que los puzles o juegos de bloques son muy útiles para mejorar la orientación
espacial que es tan importante en matemáticas (Verdine et al., 2014), el ajedrez incide en el
desarrollo de diversas funciones ejecutivas porque cultiva el hábito de la reflexión, la
concentración o la toma de decisiones (Bart, 2014), mientras que los videojuegos de acción
mejoran la agudeza visual y la atención ejecutiva (Cardoso-Leite, Bavelier, 2014). Todo en su
justa medida.

En neurociencia se han utilizado con éxito diversos programas informáticos o videojuegos, que
luego se han comercializado, para mejorar dificultades de aprendizaje como en el caso de la
dislexia (Graphogame), discalculia (Number Race) o funciones ejecutivas específicas como la
memoria de trabajo (NeuroRacer).

Resulta especialmente neuroeducativo el aprendizaje invertido, como el que propone la


metodología flipped classroom en la que el alumno ve videos cortos en casa relacionados con
los contenidos que se están trabajando a su propio ritmo, mientras que el tiempo en el aula
puede dedicarse a realizar tareas complementarias o proyectos cooperativos y en donde el
profesor puede ser más sensible a las necesidades particulares y disponer de más tiempo para
ello. El alumno se convierte en un protagonista activo de su propio aprendizaje y el rol del
profesor cambia, sin dejar de ser importante, pasando de un mero transmisor de información a
un guía en el proceso de aprendizaje del alumno.

CREATIVIDAD

Desde la perspectiva metodológica, resulta necesario fomentar el trabajo por proyectos en los
que el alumno puede elegir el tema de investigación y se plantean los objetivos de aprendizaje
atendiendo a sus necesidades individuales, o el aprendizaje por indagación en el que vamos
guiando el proceso a través de preguntas que convierten al alumno en un investigador
promoviendo su autonomía en el proceso.

Y qué importante también es la educación artística para fomentar la creatividad (ver video 2).
Pero si son importantes las distintas variedades artísticas, como la música, el dibujo o el teatro,
los estudios revelan que todavía lo es más la integración de las artes en los distintos contenidos
curriculares (Hardiman et al., 2014). Enseñar la poesía de Lope de Vega a ritmo de rap, escribir
unas estrofas en las que se especifican los apartados de un teorema matemático o escenificar
en inglés un final alternativo de la obra Romeo y Julieta son casos reales. Y es que si exigimos a
los alumnos que sean creativos, los primeros que deberíamos hacer el intento por serlo somos
los propios docentes.

COOPERACIÓN
Los humanos somos seres sociales. Los bebés son capaces de imitar gestos de sus padres a los
pocos minutos de nacer, lo cual ya podemos justificar por las llamadas neuronas espejo que
constituyen el correlato neural del aprendizaje por imitación. Y los bebés también son capaces
de manifestar comportamientos altruistas con pocos meses de edad (Warneken y Tomasello,
2007). En consonancia con la naturaleza social de nuestro cerebro, resulta una necesidad
fomentar la cooperación en el aula. Las neuroimágenes muestran que cuando cooperamos se
activa el sistema de recompensa cerebral liberándose dopamina en el llamado núcleo
accumbens que nos hace sentir bien (Rilling et al., 2002; ver figura 8). Y los estudios
longitudinales muestran que el trabajo cooperativo en el aula, en detrimento del competitivo o
individualista, favorece más las buenas relaciones entre los compañeros e incide positivamente
en el rendimiento académico (Roseth et al., 2008). Sin olvidar la importancia de generar el
entorno de aprendizaje que facilite este tipo de trabajo alejándose de la tradicional distribución en
el aula de sillas y mesas en filas y columnas que no facilitan la necesaria interacción entre los
compañeros.

6.MENTALIDAD DE CRECIMIENTO

https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2015/02/12/mentalidad-de-crecimiento-la-mejora-
siempre-es-posible/

El cerebro es plástico. La plasticidad es una propiedad intrínseca del sistema nervioso central.
Es el sustrato gracias al cual aprendemos nuevas cosas. El hemisferio derecho puede adoptar
funciones que son propias del hemisferio izquierdo. El cerebro cambia a nivel funcional y
estructural, en la infancia el cerebro es más plástico que en la adultez. La plasticidad
(maleabilidad) cerebral sugiere que podemos esperar la mejora de todos nuestros estudiantes.
La imaginación, la visualización también genera plasticidad.
Concepto de MENTALIDAD DE CRECIMIENTO (Carol Dweck): analizó el perfil de estudiantes
de diferentes etapas educativas y edades. Observó que habían 2 perfiles de estudiantes:
a) mentalidad fija: sus habilidades y inteligencia es algo fijo, no se puede cambiar. El miedo al
fracaso y la percepción que tienes de tu inteligencia van de la mano.
b) mentalidad de crecimiento: sus habilidades pueden mejorarse con entrenamiento, buenos
profesores…

La psicóloga aclara que todos tenemos estas dos tipos de mentalidades, cada persona tiene una
mentalidad más dominante que otra. Hay muchos factores que nos pueden llevar a tener
mentalidad fija (comunidad educativa, profesores, familia…).

Carol Dweck llama mentalidad de crecimiento, aquella que nos permite afrontar mejor los retos al
creer que nuestras habilidades personales pueden desarrollarse. La mejora siempre es posible.
Cuando John Hattie (2012), después de examinar más de 900 metaanálisis en los que
intervinieron más de 240 millones de alumnos de todo el mundo, identificó y clasificó las 150
influencias más relevantes sobre el aprendizaje, la primera posición correspondió a las
expectativas del alumno: las creencias propias sobre su rendimiento académico, muchas veces
basadas en experiencias previas negativas, influyen de forma extraordinaria en su aprendizaje. Y
es que han de haber sido muy negativas las experiencias pasadas en niños con edades entre 10
y 12 años cuando les hemos escuchado comentarios del tipo: “a mí siempre se me dieron mal
las matemáticas”, “nunca podré aprobarlas porque no he nacido para ello” o “hay que ser muy
inteligente para aprobarlas”, todos ellos ejemplos representativos de lo que Carol Dweck llamó
mentalidad fija, en contraposición a la mentalidad de crecimiento que comentábamos
anteriormente. Afortunadamente, la plasticidad cerebral nos permite mejorar los pensamientos
que, a su vez, permiten mejorar el cerebro. Las modernas investigaciones en neurociencia están
demostrando que la inteligencia se puede mejorar. 

Las creencias previas de los alumnos (también las de los profesores) sobre su inteligencia
condicionan la forma que tienen de afrontar los retos. Algunos creen que la inteligencia es fija y
que debido a los determinismos genéticos no podemos hacer nada para cambiarla, mientras que
otros creen que sí podemos desarrollarla y mejorarla mediante la Educación. Y esta diferente
forma de entender la inteligencia repercute en el rendimiento académico del alumno. La
mentalidad de crecimiento considera que la inteligencia es maleable.

Así, por ejemplo, aquellos que tenían una mentalidad de crecimiento se preocupaban más de los
objetivos y del proceso de aprendizaje, eran más persistentes ante las dificultades y creían más
en la importancia del esfuerzo para obtener los resultados adecuados. Por el contrario, los
alumnos con una mentalidad fija creían que el esfuerzo solo era provechoso para aquellos que
les faltaba capacidad, eran menos resistentes cuando aparecían dificultades y más proclives a
realizar trampas para obtener los resultados esperados

¿Se puede promover una mentalidad de crecimiento en los alumnos?

En un segundo estudio con 99 alumnos de la misma etapa educativa que tenían un bajo
rendimiento académico, las investigadoras quisieron analizar cómo afectaba a su evolución
académica una intervención que promovía una mentalidad de crecimiento. En ocho sesiones que
duraban unos 25 minutos, el principal mensaje que se les quería transmitir a los alumnos era que
el aprendizaje cambia el cerebro formando nuevas conexiones neuronales y que ellos son
responsables del proceso. Se les enseñaba que la inteligencia era maleable a partir de lecturas
inspiradoras en las que se presentaban analogías (el cerebro como músculo que se puede
fortalecer) o ejemplos cercanos (la mejora de la inteligencia de los bebés como consecuencia del
aprendizaje) que eran complementados por actividades prácticas y debates.
Los resultados no ofrecieron dudas. Los alumnos del grupo que recibieron el cursillo sobre el
funcionamiento del cerebro mejoraron sus resultados académicos, a diferencia de los
integrantes  del grupo de control a los que se impartió un curso sobre memoria y cuyos
resultados continuaron empeorando (ver figura 2). Conocer cómo funciona el cerebro constituye
un elemento motivador imprescindible.
Creencias del profesor
Cuando los profesores muestran una mentalidad de crecimiento son más proclives a animar  al
alumno (“si trabajas duro mejorarás”) y a suministrarle estrategias concretas para su mejora
(“cambiando los hábitos de trabajo mejorarás”). En cambio, los profesores con una mentalidad
fija suelen ser incapaces de hacer salir de la zona de confort a sus alumnos justificando sus
malos resultados (“no todo el mundo puede ser bueno en matemáticas”) (Dweck, 2008). Este es
el camino directo hacia uno de los efectos más perjudiciales de la Educación: la inaceptable
estigmatización  o “etiquetado” del alumno.
Elogios, los adecuados
Los estudios demuestran que cuando se elogia al alumno por su esfuerzo (“gran resultado,
debes haber trabajado mucho”), atribuye el éxito al trabajo duro, disfruta de los nuevos retos y
mejora su perseverancia ante la tarea y su resiliencia. Mientras que cuando se elogia al alumno
por su capacidad o inteligencia (“gran resultado, debes ser muy inteligente”), suele rechazar los
nuevos retos que puedan cuestionar su capacidad por lo que disminuye su perseverancia y su
resistencia al fracaso. Y no solo eso sino que, en muchas ocasiones, busca otros compañeros
con dificultades que le hagan acrecentar un falso ego y sentirse así mejor (Dweck, 2012)
CONSEJOS AULA

1. Enseñar cómo aprende y funciona el cerebro para cambiar mentalidad fija por
mentalidad de crecimiento. Les encanta saber cómo aprende porque asumen que tienen
cerebro.
2. Motivar al alumnado con frases “Si trabajas duro, lo conseguirás”, “si cambias hábitos de
estudio lo lograrás”. Evitar decir que “no todo el mundo es bueno en lengua”.
3. Elogiar al alumnado por el esfuerzo, no por su inteligencia (suelen rechazar nuevos retos
y disminuye su perseverancia). Los retos tienen que existir, motivan a los alumnos/as.
“Lo has hecho bien porque lo has trabajado bien”, no solo valorar el esfuerzo sino que
hay que tener en cuenta el proceso, la evolución, el progreso. Importancia del lenguaje
en el aula.

Implicaciones pedagógicas
Analicemos algunas sugerencias prácticas que consideramos imprescindibles para mejorar esta
mentalidad de crecimiento tan importante para el éxito del alumno, no solo en lo académico sino
también en lo personal:
Enseñar cómo funciona el cerebro
Explicar a los alumnos de cualquier edad que el cerebro es muy plástico y que nos permite un
aprendizaje continuo, que somos capaces de generar nuevas neuronas o que las sinapsis se
pueden fortalecer al aprender algo nuevo y hacernos más inteligentes es imprescindible. Y eso
se podría hacer, por ejemplo, dedicando los primeros minutos de las primeras clases del curso
para despertar la motivación inicial. Os sorprenderíais si vierais las caras de algunos
adolescentes cuando se les muestran neuroimágenes de personas con trastornos del
aprendizaje como la dislexia o la discalculia en las que aparecen las mejoras de regiones
cerebrales, previamente disfuncionales, como consecuencia del entrenamiento. La plasticidad
cerebral lo permite.
Asumir el error con naturalidad
No podemos pedir lo que los profesores no podemos ofrecer. El error forma parte del proceso de
aprendizaje. Es nuestra obligación crear un clima emocional seguro en el aula en el que todos
nos equivocamos, rectificamos, analizamos y aprendemos. No coartemos la creatividad de los
alumnos. Los errores son nuestros amigos, cuando haces algo difícil tienes derecho a
equivocarte, los errores son inevitables.
Elogiar por el esfuerzo y la dedicación
Elogiemos por el esfuerzo y no por la capacidad. Es indudable que para llegar a ser Einstein o
Mozart han de existir unos condicionamientos genéticos, pero sin un enorme esfuerzo no
hubieran podido ser quienes fueron. El verdadero éxito radica en la mejora personal, no en la
constante comparativa con los demás. Cada persona es única porque su cerebro es único.
Sin etiquetas
Si nuestro cerebro nos permite desarrollar una mentalidad de crecimiento y una mejora continua,
es antieducativo valorar las capacidades de los alumnos con un criterio de inalterabilidad . Y,
como consecuencia de ello, los docentes hemos de tener siempre expectativas positivas sobre
nuestros alumnos. En caso contrario, los propios mecanismos cerebrales inconscientes capaces
de captar cualquier pequeño mensaje no verbal condicionarán nuestras relaciones con los
alumnos en el aula.
Lo importante es el proceso
Si no somos capaces de desligarnos de la dictadura ejercida por los resultados académicos, los
alumnos no disfrutan del proceso y no se centran en lo verdaderamente importante: el
aprendizaje. Pero para ello, ha de ser un aprendizaje significativo, útil, en definitiva cercano a la
realidad y con aplicaciones prácticas directas en la vida cotidiana. Valoremos el esfuerzo y no
olvidemos también la importancia del feedback durante el proceso de aprendizaje, tanto para el
profesor como para el alumno.
Lo más importante es aprender, salir airoso de las dificultades, no las notas, lo que te prepara
para la vida no son las notas sino cómo afrontas los retos, las dificultades.
Buscar tu pasión puede estresarte y angustiarte o encasillarte, es partidaria de no decirles que
encuentren su pasión, sino “PIENSA EN SER LA VERSIÓN MÁS AMABLE DE TI, PIENSA EN
QUÉ QUERRÍA HACER ESA PERSONA”, luego es importante animarles a desarrollar sus
intereses. Si encuentras tu pasión y te viene una dificultad quizás piensas que esa no era tu
pasión, inculcar en la idea de que se enfrentarán a dificultades y adversidades.
Alerta a las falsas mentalidades de crecimiento:

No es un concepto fácil de implementar en el aula, cómo implementarla de manera efectiva? 1º


el docente tiene que cambiar su mentalidad y reconocer tu mentalidad fija(decir que tienes la de
crecimiento pero quizás no la estás comprendiendo realmente, alabar solo es esfuerzo es
mentalidad fija también), 2º reconocer tu mentalidad fija en el aula, reconocer tus propios errores,
3º hay que centrarse en el progreso, no tanto en el esfuerzo solo, sino en las estrategias que
usan, que sepan pedir ayuda cuando la necesitan, a profesores a compañeros, y esto es lo que
debe premiar un profesor y recompensar. Un buen profesor tiene que incidir en aquellos alumnos
que se bloquean, o no avanzan aunque trabajen mucho, “cada estudiante tiene algo que
enseñarme” (se intuye un profundo respeto por los estudiantes y demuestra un interés por
aprender). La mentalidad de crecimiento es un aspecto de la inteligencia socioemocional.

6. EL CEREBRO EN LA INFANCIA TEMPRANA (0 a 3)


https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2015/06/25/neuroeducacion-y-modelos-de-crianza/

Es la primera gran etapa de gran reorganización a nivel cerebral, junto a la adolescencia. Con
dos años la cantidad de sinapsis es superior que un adulto. A los pocos minutos de nacer, los
bebés ya imitan acciones de los padres, a identificar sus caras y movimientos faciales
(caracteriza la naturaleza social del ser humano). SINAPTOGÉNESIS: incremento de sinapsis el
primer año de vida (etapa postnatal). En el autismo no se da una poda correcta, hay un exceso
de conexiones neuronales. En el primer semestre los bebés son capaces de detectar los sonidos
y fonemas de cualquier lengua, por eso va muy bien que hablemos alargando las consonantes,
les ayuda a diferenciar los sonidos. En el segundo semestre ya no diferencian los sonidos de
otras lenguas, sino que se especializan con la lengua a la que están expuestos, salvo en un
entorno bilingüe. Pero ojo el exceso de estimulación puede provocar el estrés. Más no es mejor.
Los entornos desfavorecidos socioeconómicos perjudican el desarrollo de la corteza prefrontal
(falta de cariño, orfanatos) problemas a nivel cerebral, los bebés adoptados cuanto antes mejor
permite subsanar estos problemas. Según Pascual Leone es importante el esfuerzo cognitivo, la
reflexión antes de la actuación, úsalo o piérdelo, importante el descanso pues consolida el
aprendizaje, enseñar por imitación (modelaje—el ejemplo), importancia del bilingüismo mejora
nuestra representación mental de nuestro cerebro.
La experiencia sensorial a través del contacto físico es fundamental dentro del desarrollo
humano (experimento H. Harlow, el chimpancé en cuanto comía leche de un cuerpo de alambra
se iba 18 horas con la madre adoptiva hecha con agradable ropaje pues le proporcionaba calidez
y suavidad, acudía ella también en momentos de miedo y estrés). El apego está más relacionado
con el cariño y el contacto que con el alimento o la limpieza del bebé. Es importante relacionarse
emocionalmente con ellos. Los bebés que se pasan el día sentados y pasivos son candidatos a
presentar alteraciones funcionales de la visión y del sentido de ubicación espacial  (Ferré y
Ferré, 2008). A partir de los tres meses de vida debemos colocar al bebé en el suelo,
proporcionándole experiencias de estimulación bilaterales y simétricas, con actividades y juegos
en la línea media del cuerpo y del campo perceptivo.  Esos zapatos diminutos que pueden
parecer irresistibles pierden todo su encanto si tenemos en cuenta que el estímulo sensorial del
bebé a través de los pies descalzos es un factor de maduración, de desarrollo propioceptivo y de
desarrollo intelectual. Los pies del recién nacido tienen una sensibilidad táctil exteroceptiva
mucho más fina que la de la mano y se mantiene así hasta los 8 ó 9 meses . Durante los
primeros meses utiliza los pies para informarse del mundo exterior, toca con ellos todo lo que
tiene a su alcance, los manipula con sus manos y los lleva a la boca donde hay una gran
cantidad de terminaciones sensitivas. A partir de esta edad el pie de forma gradual pierde este
tipo de sensibilidad y se inicia otra más profunda, la sensibilidad propioceptiva. Antes de que el
niño comience a andar necesita la información que recibe de la planta del pie que cuenta con
dos tipos de receptores: los somatoestésicos o profundos y los receptores sensitivos
superficiales.
El calzado no sólo no es necesario para aprender a caminar sino que es un error que el niño lo
haga con zapatos ya que el pié debería estar en contacto con superficies irregulares con el
objetivo de estimular las sensaciones cinestésicas y los reflejos posturales. El calzado para
gateantes tampoco tiene justificación ya que sabemos que el roce del dedo pulgar del pié con el
suelo activa el reflejo de gateo.
Una exposición frecuente y prolongada a elevados niveles de cortisol durante los primeros
meses de vida puede afectar al desarrollo cerebral de diferentes áreas relacionadas con la
memoria, emociones negativas y regulación de la atención. Las primeras experiencias con el
cortisol afectaran al comportamiento emocional y a la reactividad ante el estrés, llegando a
producir alteraciones en los recaptadores de la serotonina. René Hen junto a otros
investigadores de la Universidad de Columbia, concluyeron que el desarrollo del cerebro durante
los últimos meses de embarazo y en los primeros meses de vida, es esencial para la formación
de los receptores de serotonina y, por ende, el surgimiento de la ansiedad en la
adultez. Deberíamos acompañar al niño en su llanto pero no suprimirlo. Llorar, por lo tanto, es
una característica humana, y aunque aún no sepamos con exactitud  las razones y el origen del
llanto si sabemos que produce efectos beneficiosos como la reducción de estrés y la claridad de
pensamientos. Sensación de alivio.

7. EL CEREBRO EN LA ADOLESCENCIA

https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2017/02/02/el-cerebro-en-la-adolescencia-el-secreto-
del-exito-de-nuestra-especie/
Segunda etapa de reorganización cerebral. Se da disminución de la sustancia gris (poda
sinnáptica) especialmente en la corteza prefrontal (la región que nos permite tomar decisiones,
sede de las funciones ejecutivas) y crecimiento de la sustancia blanca (mielinización). Mayor
sensibilidad a la recompensa, a asumir riesgos: tiene una explicación neurocientífica. Hasta los
22 tantos años tarda en madurar la corteza prefrontal (es la región que tarda más en madurar).
Por lo que es importante trabajar la autoregulación, el autocontrol, participar en actividades
extraescolares bien estructuradas y supervisadas por los adultos. Importante el deporte y el
teatro sobre todo para adolescentes de entornos desfavorecidos. Según Steinberg (2014), las
estrategias más útiles para el adolescente provienen del entrenamiento cognitivo, el ejercicio
aeróbico, el mindfulness y los programas de educación emocional.
https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2015/06/04/mindfulness-en-el-aula/

De hecho, los efectos a nivel cerebral del mindfulness se han identificado, incluso, en
entrenamientos de menos tiempo. A nivel de divulgación, hemos escrito algo al respecto:

https://escuelaconcerebro.wordpress.com/?s=mindfulness

Relacionado con el mindfulness, comparto una charla TED reciente del gran investigador, y
'padre' de la neurociencia contemplativa, Richard Davidson (tiene algún libro fantástico, como 'El
perfil emocional de tu cerebro', y uno específico sobre meditación, escrito junto a Goleman), que
es muy interesante. En ella comparte algunos estudios recientes que reflejan la dificultad que
tenemos en la actualidad para centrarnos en las tareas, el incremento del TDAH, la tendencia al
alza de los sentimientos de soledad, suicidios o depresión y la falta de propósito. Diría que
todavía no está subtitulada:

https://www.youtube.com/watch?time_continue=12&v=7CBfCW67xT8&feature=emb_logo

Los estudios con neuroimágenes de los últimos años han revelado que la adolescencia
constituye un periodo en el que se produce una extraordinaria reorganización cerebral, tanto a
nivel funcional como estructural, comparable a la que acontece en los tres primeros años de
vida. Y es esta gran plasticidad cerebral la que hace que la adolescencia sea un periodo de
grandes oportunidades, pero también de grandes riesgos. Así, por ejemplo, el adolescente
puede progresar rápidamente en su desarrollo cognitivo, emocional y social, pero también es
más vulnerable a conductas de riesgo o a trastornos psicológicos.
A los adolescentes su cerebro les pide dormirse y despertarse más tarde porque su pico de l
melatonina, la hormona que indica al cuerpo la necesidad de dormir se da a primera hora de la
mañana y no a la tarde.
Los cambios más importantes que se dan en el cerebro durante la adolescencia no están
asociados al desarrollo de regiones cerebrales sino a un proceso de reorganización que mejora
la comunicación entre las mismas. Estos cambios se dan, principalmente, en la corteza prefrontal
y en el sistema límbico o emocional.
En la actualidad, se cree que lo más determinante para explicar la conducta típica del
adolescente no es únicamente el desarrollo tardío de las funciones ejecutivas , asociado al lento
proceso de maduración de la corteza prefrontal -que puede alargarse hasta pasada la veintena-,
o los cambios drásticos que experimenta el sistema límbico durante la pubertad estimulado por
las hormonas, sino el desfase temporal entre ambos procesos (Mills et al., 2014; ver figura 2). La
mayor sensibilidad de regiones subcorticales durante la adolescencia promueve la aparición de
conductas evolutivamente muy arraigadas que animan al joven a explorar nuevos ambientes,
asumir riesgos o alejarse del entorno familiar para entablar relaciones entre iguales, por ejemplo.
Pero la falta de desarrollo de la corteza prefrontal explicaría su mayor dificultad para controlarse,
entender a los demás o percibir esos mensajes tan importantes en las interacciones sociales.
Asimismo, las diferencias en el ritmo de maduración cerebral y en la producción hormonal
podrían explicar, en parte, por qué la adolescencia afecta de forma diferente a las chicas y a los
chicos. Por ejemplo, en las chicas maduran antes regiones de la corteza frontal, que intervienen
en el procesamiento lingüístico o en la inhibición de impulsos, y el hipocampo, imprescindible en
los procesos de memoria y aprendizaje. Mientras que en los chicos madura antes el lóbulo
parietal inferior, fundamental para las tareas espaciales, o la amígdala (Lenroot y Giedd, 2010). Y
en lo referente a las cuestiones hormonales, sabemos que en las chicas existe una gran
sensibilidad a las relaciones sociales y la liberación de dopamina y oxitocina activada por los
estrógenos explicaría la necesidad que tienen de compartir experiencias con sus amistades,
mientras que en los chicos el aumento de los niveles de testosterona o de vasopresina
justificaría la falta de interés social o la ansias por ser competitivos, respectivamente, que tantas
veces percibimos en ellos. Qué importante para el adolescente es sentirse aceptado por el grupo
de iguales. La respuesta del cerebro a la exclusión del grupo es similar a la que se observa en
situaciones de amenaza física o de depresión (Masten et al., 2009).
Con la excepción del TDAH, los trastornos de aprendizaje o el autismo, por ejemplo, la gran
mayoría de trastornos, como la depresión, la anorexia o la bulimia, el trastorno bipolar, los
trastornos de ansiedad, la drogadicción o la esquizofrenia, se inician en el periodo comprendido
entre los 10 y los 25 años de edad (Lee et al., 2014).

Los estudios longitudinales con adolescentes revelan que el mejor rendimiento académico y las
relaciones más satisfactorias entre compañeros están asociadas a un trabajo cooperativo en el
aula y no a uno individualista (Roseth et al., 2008). 

Para las personas interesadas en la adolescencia:

https://www.ted.com/talks/
sarah_jayne_blakemore_the_mysterious_workings_of_the_adolescent_brain

Sarah Jayne Blakemore tiene un par de libros traducidos. El último es  'La vida secreta del
cerebro adolescente' que también aborda cuestiones generales de neuroeducación.

Hay otros buenos referentes también como:

Jay Giedd (en el siguiente link, ver el artículo 'La plasticidad del cerebro adolescente'):

https://www.investigacionyciencia.es/files/31593.pdf

Laurence Steinberg (diría que no tiene ningún libro traducido; lástima porque 'Age of opportunity'
es genial):

https://www.amazon.es/l/B001IOBDV2?
_encoding=UTF8&qid=1569167719&redirectedFromKindleDbs=true&ref=sr_ntt_srch_lnk_1&rfkd
=1&shoppingPortalEnabled=true&sr=8-1

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