Está en la página 1de 23
1 Introduccién general La investigacion cualitativa como disciplina y como practica Norman K. Denzin e Yvonna S. Lincoln En un texto sobre la investigacion cientifica y la investigaci6n cualitativa, en el que privilegia la perspectiva estratégica del coloni- zado, Linda Tuhiwai Smith (1999), afirma que «el término “investiga- cién” esta inextricablemente asociado al colonialismo y al imperialismo europeos». Seguin dice, a misma palabra es una de las mds sucias en elvocabulario del mundo indigena [...], una palabra involucrada en los peores excesos del colonialismo» y los modos en los que «el conoci- miento sobre los pueblos indigenas ha sido recolectado, clasificado y luego representado frente a Occidente» (pag. 1). Esta sucia palabra nos despierta sentimientos confusos de furia, silencio y desconfianza. «Es tan fuerte que los indigenas incluso escriben poesia sobre el tema de la investigacién» (pag. 1). Sin duda, se trata de uno de los legados mas Sordidos del colonialismo. Lamentablemente, la investigacion cualitativa, en casi todas sus formas (observacién, participacién, entrevistas, etnografia), funciona Como una metafora del conocimiento, el poder y la verdad coloniales. si funcionan las metaforas. La investigacion, ya sea cualitativa 0 cuantitativa, es una actividad cientifica que provee los fundamentos Para los informes y las representaciones del «Otro». En el contexto co- sat la investigacién se convierte en un modo objetivo para repre- ntar al Otro de piel negra frente al mundo blanco. [10 “eaneqjens ugiebysaau! ap jenuew | a 3 8 é 5 8. & g 9 3 8 a a | Manual de investigacién cualitativa. Vol. 1 1, Introduccién general Las naciones colonizadoras dependian de las humanidag pecialmente de la sociologia y la antropologia, en lo relativo g ra duccién de conocimiento sobre los mundos extrafios y extranjeros B involucramiento cercano con el proyecto colonial contribuyé & ' modo significativo a la larga y tormentosa historia de la investigec| cualitativa, y a que «investigacioén» se convirtiera en una Palabra su, (para una adecuada resefa del tema, véanse Foley y Valenzuela, (,, pitulo 9, y Tedlock, Capitulo 18, de este Manual). En sociologia, el tre bajo de la escuela de Chicago en la década de 1920 y de 1930 del sigh pasado establecié la importancia de la investigacién cualitativa ara el estudio de la vida de los grupos humanos. En antropologfa, durant el mismo periodo, los estudios de Boas, Mead, Benedict, Bateson, Evans-Pritchard, Radcliffe-Brown y Malinowski, que definieron el marco de la disciplina, dieron forma a las lineas principales del método de trabajo de campo (véanse Gupta y Ferguson, 1997; Stocking, 1986, 1989). La agenda era muy clara: el observador Ilegaba a un escenario extranjero con el fin de estudiar la cultura, las costumbres y los habitos de otro grupo humano (a menudo, un grupo que se ponia en el camino de los colonizadores blancos). Los informes etnograficos sobre estos grupos eran incorporados al ctimulo de estrategias colonizadoras y s¢ revelaban, asi, como modos de controlar al Otro extranjero, desviadoo perturbador. Pronto, la investigacién cualitativa fue empleada en otras disciplinas cientificas sociales y de la conducta, incluyendo la educa- cién (particularmente a partir de Dewey), la historia, las ciencias p0- liticas y de la empresa, la medicina y la enfermer‘a, el trabajo social Y las comunicaciones (para una critica de esta tradicién, véanse Smith, 1999; Vidich y Lyman, 2000; Rosaldo, 1989, pags. 25-45; y Tedlock, Ca- pitulo 18 de este Manual). Hacia 1960 ya se perfilaba nitidamente el campo de batalla entre la investigaci6n cualitativa y cuantitativa. Los académicos cuantitati- vos relegaron la investigaci6n cualitativa a un status subordinado en el quehacer cientiffico y, en respuesta, los investigadores cualitativos ensalzaron las virtudes humanisticas de su enfoque subjetivo e inter- pretativo del estudio de la vida de los grupos humanos, Al mismo tiempo, los pueblos indigenas se encontraron sometidos a las indigni- dades de ambos enfoques, ya que ambas metodologias eran utilizadas en nombre de los poderes colonizadores (véanse Battiste, 2000; Semali y Kincheloe, 1999). Vidich y Lyman (1994, 2000) graficaron muchas de las caracte- risticas cruciales de esta dolorosa historia. En su célebre andlisis ob- servan, con cierta ironfa, que Ja investigacién cualitativa en Sociologia y antropologia «nacié precisamente del deseo de entender al “otro”» (Vidich y Lyman, 2000, pag. 38). Mas atin, ese «otro» era el Otro ex6- fay tico, un individuo primitivo, no blanco, de una cultura extranjera, con- siderada menos civilizada que la nuestra. Por supuesto, hubo colonia- listas mucho antes de que hubiera antropélogos y etnégrafos. Asi y todo, no habria historia colonial, ni neocolonial, si no fuera por la men- talidad investigativa que convirtié al Otro de piel negra en objeto de la mirada etnografica. Desde el mismo comienzo, la investigacion cua- litativa estuvo implicada en un proyecto racista.! En este capitulo introductorio, definiremos el campo de la inves- tigacién cualitativa, luego navegaremos, graficaremos y resefiaremos su historia en las disciplinas humanas. Esto nos permitiré situar nues- tro libro y sus contenidos en el marco de determinados momentos his- toricos. (En alguna medida, estos momentos histéricos son artificiales, construidos socialmente, cuasihistéricos y convencionales. Sin em- bargo, permiten un despliegue de ideas en desarrollo. Y también faci- litan una creciente sensibilidad y sofisticacion frente a los precipicios y las promesas de la etnografia y la investigacién cualitativa.) También presentaremos un marco conceptual para leer el acto de la investiga- cién cualitativa como un proceso multicultural y con orientacién de gé- nero, a modo de introduccién para los voliimenes y capitulos que si- guen. Volviendo a las observaciones de Vidich y Lyman, asi como a las de hooks, concluiremos con una breve discusién sobre investigacién cualitativa y sobre la teorfa critica de lo racial (véase también Ladson- Billings y Donor, Capitulo 11 de este Manual). También expondremos las amenazas que enfrenta la investigacién cualitativa de sujetos hu- manos de parte del conservadurismo metodolégico que mencionamos en el Prefacio. Como dijimos alli, utilizamos la metéfora del puente para dar estructura al libro. Nuestro trabajo apunta a ser un puente capaz de conectar los momentos histéricos, la politica, el proyecto des- colonizador, los métodos de investigacién y los paradigmas de las co- munidades de académicos interpretativos. Recordemos la lectura hecha por bell hooks (1990, pg. 127) de la famosa foto de Steven Tyler haciendo trabajo de campo en la India aparecida en la portada de Wri- ting Culture (Clifford y Marcus, 1986). En esta imagen se ve a Tyler sentado a cierta distancia de tres personas de piel negra. Una de ellas, un nifio, asoma la cabeza desde un canasto, Una mujer aparece oculta bajo las sombras de un sombrero, y un hombre, con un chal blanco y negro a cuadros sobre los hombros, con los codos sobre las rodillas, y las manos al costado de la cara, mira fijamente a Tyler, quien escribe en un diario de campo, Un trozo de tela blanca cuclga de sus lentes, quizas para protegerlo del sol. Esta mancha de blanco senala a Tyler como el escritor masculino blanco estudiando a la pasiva gente de color. Sin embargo, la mirada del hombre del chal a cuadros indica 4un deseo o una atraccién, al menos, por Tyler. En cambio, la mirada de la mujer esta completamente oculta en las sombras y tapada por las palabras del titulo, impresas Sobre su rostro. n> ugleBbysaau! ap jenueyy | iA “earned 45 jesauaB uo!2nponuy “1 i6n cualitativa. Vol. 1 | investigaci Manual de 1. Introduccién general Cuestiones de definicién Por propio derecho, la investigacion cualitativa Constituye 4 campo de investigacién que entrecruza disciplinas, areas y Objetos estudio.’ Una compleja e interconectada familia de términos, conce tos y presupuestos rodean el concepto de investigacién cualitativa, Et incluyen tradiciones asociadas con el fundacionalismo, el Positivism, el posfundacionalismo, el pospositivismo, el posestructuralismo y my, chas perspectivas de investigacién cualitativa o métodos vinculadgs con estudios culturales e interpretativos (los capitulos correspondien. tes al Volumen II discuten esos paradigmas).3 Existen bibliografias ey. haustivas e independientes unas de otras, de los muchos métodos y enfoques que caen en la categoria de investigacion cualitativa, tales como el estudio de casos, la politica y la ética, la investigacién partici. pativa, los métodos de entrevista, la observaci6n Pparticipante, los mé. todos visuales y el anilisis interpretativo, En América del Norte, la investigacién cualitativa opera en un campo histérico complejo que intercala, al menos, ocho momentos his- toricos, que comentaremos detalladamente a continuacién. Estos mo- < n simultdneamente en el presente.‘ Los definimos como log Periodos tradicional (1900-1950); modernista, 0 * La investigacién cualitativa tiene di 2 GaMPOs como la educacién, el trabajo seca) cologia, la historia, los estudio ¥ la Sociologia, » Algunas definiciones son necesarias en g [ e ste punts ‘ Sitivis i los informes objetivos del mundo real apn Posies; el pegpaasitivismo eee bey afirma que lo son s6lo pareialmente, pues feat’ los métodos orietag ee zeaminat 8 a ex. De acuerdo con el fundacianaliann ‘a nuestrag Pretensiones de cono- {28 y positivistas (Schwandt, 1997, pig. los) a no fendae nem ooetas el : Mo, por su parte, Pruebas o fundamentos tltimos para tales conceimientoss (sn? jain recurrir a 102). El ewasifundacionatismo afirma que Podemos construir onan 1997a, pag. ‘mundo basado en criterios neorrealistas,incluyerd concepto de peento sobre el rrespondencia; existe una realidad independiente, ela ada (véase Smith y Hodkinson, Capitulo 36 de este hac ual), Ptible de ser mape- ‘Jameson (1991, pags. 3-4) nos recuerda que a ajo s¢ * ciencias de la comunicacién, la psi- 8 organizacionales, las Ciencias médicas, la antropologia gacién 1986); la crisis de la representacién (1986-1990); cl posmodernismo, un perfodo de nuevas etnografias experimentales (1990-1995); la investi- gacion posexperimental (1995-2000); el presente de las luchas metodo- légicas (2000-2004) y el futuro fracturado, que es el actual (2005- ). El futuro, el octavo momento, desafia la regresién metodolégica asociada con el movimiento social basado en la evidencia y se preocupa por cl discurso moral y el desarrollo de textualidades cientificas sagradas. Este momento exige que las ciencias sociales y las humanidades se conviertan en espacios para la conversacién critica sobre temas como la democracia, la raza, el género, la clase, el Estado-nacién, la globali- zacion, la libertad y la comunidad.® Los momentos posmoderno y posexperimental se definieron, en parte, por una preocupacién por los tropos literarios y retéricos, el giro narrativo, las narraciones, y la formulacién de nuevos modos de la et- nografia (Bochner y Ellis, 2002; Ellis, 2004; Goodball, 2000; Pelias, 2004; Richardson y Lockridge, 2004; Trujillo, 2004). Laurel Richardson afirma que este perfodo se caracterizé por una nueva sensibilidad, asi como por la duda y el rechazo a cualquier intento de privilegiar un mé- todo o teoria dados (pag. 173). Hoy en dfa, en el comienzo de este nuevo siglo, nos esforzamos por conectar la investigacién cualitativa con las esperanzas, las necesidades, los objetivos y las promesas de una socie- dad democratica y libre. Estos ocho momentos son atravesados por olas sucesivas de teori- zacién epistemolégica. El periodo tradicional se asocia con el paradigma positivista y el fundacional. E] modernismo o edad dorada y el desdibu- Jamiento de los géneros, a su vez, estén conectados con la aparicién del pospositivismo. Al mismo tiempo, una gran variedad de nuevas pers- pectivas interpretativas y cualitativas tomaron vuelo, incluyendo la her- mentutica, el estructuralismo, la semiética, la fenomenologia, los estu- dios culturales y el feminismo.® En la fase del desdibujamiento de los ® Muchos académicos caracterizaron este modelo como narrativa del progreso (Alasuutari, 2004, pags. 599-600; Seale y otros, 2004, pag. 2). Seguin sefalaron algunos stiticos, nosotros creemos que el momento mis reciente es cl més actualizado, van- Suardista y al filo de la moda (Alasuutari, 2004, pags. 601). Naturalmente, diferimos de esta lectura. Teddlie y Tashakkori (2003, pags. 5-8) modificaron nuestra periodi- zacién para adecuarla a su andlisis histérico de los momentos principales en el surgi- miento del uso de métodos mixtos en la investigacién en ciencias sociales a lo largo ‘el siglo pasado. Liang ¢ Agena definiciones adicionales son necesarias en este punto, El estructura 'mo sostiene que todo sistema se constituye de grupos de categorias opuestas inscri- ‘as en el lenguaje. La semidtica es la ciencia de los signos o los sistemas de signos (en detitva, se trata de un proyecto estructuralista). De acuerdo con el posestructura- cong ¢Llenguaje es un sistema inestable de referentes, por lo cual es imposible dar Significado completo de cualquier accién, texto o intencién. El posmodernismo, ap jenuew | T10Q ‘eAeWeNs UoIDeBYSaAl 4 i je12ua6 uo!2>nponAU “1 itativa. Vol. ‘| ‘igaci6n cuali Manual de invest | 1. Introduccién generat géneros, las humanidades se convirtieron en un recurso central ' teoria interpretativa critica, y las lineas generales de] Proyecto de} vestigacién cualitativa comenzaron a gestarse. De este modo, ¢] i tigador se convirtié en un bricoleur (véase abajo) que aprendia a recursos de muchas disciplinas diferentes. La etapa del desdibujamiento de los géneros incubé la Siguiente fase, que denominamos la crisis de la representaci6n. En este punt, los investigadores se esforzaron por ubicarse a si mismos junto a sys objetos en textos autorreflexivos. Al mismo tiempo, tuvo lugar una suerte de diaspora metodologica, un éxodo en dos direcciones, Los hy. manistas migraron a las ciencias sociales, en busqueda de nuevas te. orfas y formas de estudiar la cultura popular y sus contextos locales, etnograficos. Por su parte, los cientificos sociales se volvieron hacia las humanidades con la esperanza de aprender a realizar lecturas estruc- turalistas y posestructuralistas complejas de los textos sociales, Desde las humanidades, los cientificos sociales también aprendieron a pro- ducir textos que no podian leerse con términos simplistas, lineales ¢ ain, inves, tomar Barc Parte €8 una sensibilidad contemporéinea, que se desarrollo luego de Ia Segund: Guerra Mundial, y que se caracteriza por no privilegiar a ninguna autoridad, sade g paradigma dados. La hermenéutica, por au parte es una aproximacién al andlin. de los textos, que subraya el modo en que la comproneion Previa y los prejuicios dan forma alos procesos interpretativos. La fenomenologia ox ay complejo si ee asociado con las obras de Husserl, Heidegger, Sartre, Merleau-Ponty y Los estudios culturales constituyen un campo de estuglip en el que se mezclan In teoria eritien con el feminisino a y naturalista del mundo, lo cual significa que los inves- s cualitativos estudian las cosas en sus escenarios naturales, de entender 0 interpretar los fenémenos en funcidn de los sig- Jas personas les dan.” tigacion cualitativa implica el uso y la recoleccién de una dad de materiales empiricos: el estudio de casos, las experiencias Jes y de introspeccion, las historias de vida, las entrevistas, los jos textos y las producciones culturales y los textos obser- ales, hist6ricos, interactivos y visuales. Estos materiales descri- Hae roblemas rutinarios y significados en la vida de los individuos. re rdantemente, los investigadores cualitativos despliegan una am- plia gama de practicas interpretativas interconectadas con la espe- ena de obtener un mejor conocimiento del objeto de estudio que tie- nen entre manos. Se entiende, sin embargo, que cada prdctica hace visible el mundo a su manera. De ah{ que, frecuentemente, se usen va- tas practicas interpretativas en un mismo estudio. interpretative tigadore’ tratando rificados ae La invest varie ronal artefacts Hinvestigador cualitativo como bricoleur y quilt maker* Podria definirse al investigador cualitativo utilizando distintas imagenes con orientacién de género: el cientifico, el naturalista, el tra- bajador de campo, el periodista, el critico social, el artista, el actor, el nisico de jaze, el director cinematografico, el quilt maker, el ensayista. las muchas préeticas metodoldgicas de la investigacién cualitativa pueden verse como ciencia blanda, periodismo, etnografia, bricolage, quilt making y montaje. El investigador, a su vez, puede ser visto como brcoleur, como quilt maker, 0, como la persona que, en el cine, une las me en el montaje. (Sobre el montaje, véanse Cook, 1981, pags. a ‘Monaco, 1981, pags. 322-328; y la discusién que sigue. Sobre dado, véanse hooks, 1990, pags. 115-122; Wolcott, 1995, pags. 31- By twee wipes, todos los escenarios son naturales, en el sentido de que son MS cualtativos cy les tienen lugar experiencias de la vida cotidiana, Los investiga- cons JS estudian a la gente haciendo cosas juntos en los entornos en los que “esas (Becker, 1986). Pero no existe un lugar de campo 0 un contexto sa, 1gg7 | 0 Pueda ir a hacer esta clase de trabajo (véase también Gupta y Fer- “oneatingig Este lugar, mas bien, se construye a través de las précticas in- {de inveat ev eStiBador. Historicamente, los analistas distinguieron entre en- «ea de me es experimentales (de laboratorio) y de campo (naturales), De ahi "ma ita distin BAcion cualitativa es naturalista. La teoria de la actividad * Quill maton on Véanse Keller y Keller, 1996, pag. 20; Vygotsky, 1978) " Fetazos 9 Persona que hace colchas, El trabajo seria parecido al patchwork, retales, [‘T,] cm Uy 110A “RAReWEND UOIDeBYsaau a i 1e19Ua6 U9!22npoAU “1 Manual de investigacién cualitativa. Vol. ] 1. Introduccién general Harper (1987, pags. 9, 74-75, 92), de Certeau (1984, pig WV), Na, son, Treichler y Grossberg (1992, pag. 2), Lévi-Strauss (1966, Pig. 1) Weinstein y Weinstein (1991, pag. 161), y Hincheloe (2001) Clatifcay los significados del bricolage y el bricoleur, Un ricoleur trabaj, «adaptando los retazos del mundo. Bricolage es sinénimo de “hacer poético”» (de Certeau, 1984, pag. xv) con «estas Piezas: los Tetazos de tela, los restos de la comida» (Harper, 1987, pag. 74). El bricoleur ¢ alguien capaz de realizar cualquier oficio, una suerte de Practicante del “hazlo ti: mismo” profesional» (Lévi-Strauss, 1966, pag. 17), Lys bricoleurs se definen y manifiestan por su trabajo (Harper, 1987, pag 75). Ciertamente, la historia de vida o biografia del bricoleur también «puede ser considerada un bricolage» (Harper, 1987, pag. 92). Hay muchas clases de bricoleurs: interpretativos, narrativos, te. Oricos, politicos y metodolégicos (véase mas abajo). El bricolage gene- rado por el bricoleur interpretativo puede definirse como una serie de representaciones compuesta de partes, adecuada a la especificidad de una situacién compleja. «La solucién (el bricolage), el resultado del mé- todo del bricoleur, es una construccién» emergente (Weinstein y Weins- tein, 1991, pag. 161) que cambia ¥ toma nuevas formas a medida que el bricoleur incorpora diferentes herramientas, métodos y técnicas para representar e interpretar e] Problema. Nelson Y otros (1992) des- i studios culturales como «un bricolage, : ;, Pragmatica, estratégica y autorretle- xivav (pag. 2). Esta misma definicion puede aplicarse, con ciertas sal- vedades, a la investigacion cualitativa, Como bricoleur © quilt maker, e} investigador cualitativo utiliza las herramientas estéticas y materiales de su Oficio, y es capaz de des- plegar estrategias de toda clase, métodos y materiales empiricos que Se encuentren disponibles (Becker, 1998, pag. 2), El investigador in- ventaré hag ard nuevas herramientas > ‘Ccnicas a medida que lo necesite, dado que la eleccién de las Practicas int i i 1 erpr le- mentar no necesariamente se hace de Pome eas @ imp antemano. Como notan Nelson una eleccion practica, es deci ° De acuerdo con Weinstein ¥ Weinstein (1991), ¢l lenguaje popular francés es el de alguien que “trab, dios poco candnicos comparados con los de «el signifi . icado del bricoleur en aja con su, 's Manos y utiliza me- los artesanos”,.. Ry ¥ s6l0 se ocupa de que, al final de todo. trabajo este echo pcre “HpraEmatico, ofrecen una historia del término, que le Fem yeo,H28 obras del soeyay tos autores tional lemén Georg Siznmel y, por extension ae Saudelaire, Hammersion fo), eorico qigna nuestro uso del término. Siguiende Lévi-Strauss, concibe a] Bricolene Sues hacedor de mitos, y sugiere que el Kermino deberia ser reemplazade Por segncome un de bareoss. Hammersley también impuens worvand tel? de la historia de me reetor ves- tigacién cualitativa basado en Momentos, observando i , que este modelo sup clase de sentido del progreso, “elere alguna 992), «la eleccidn de las practicas de investigacién depende Jos problemas que se hayan formulado, y estos problemas, a su vez, de aden de sus contextos» (pag, 2), es decir, de lo que esta disponible a determinado contexto y de lo que un investigador puede hacer tn ese escenario. . ” Estas practicas interpretativas implican cuestiones de estética: yna estética de la representacién que va mas alla de lo pragmatico 0 jisdetico. En este punto es util el concepto de montaje (véanse Cook, 1981, pag. 323; Monaco, 1981, pags. 171-172), un método de edicién de nes en movimiento. En la historia de la cinematografia, el con- ‘ocia fuertemente con la figura de Sergei Eisenstein, en es- u film El acorazado Potemkin (1925). En el montaje, se su- ferponen o yuxtaponen muchas imagenes diferentes para crear una agen, En cierto sentido, el montaje es similar a la técnica del penti- mento, que consiste en hacer visible un fragmento de una imagen sobre la cual se pint6 otra cosa (imagen de la cual el pintor «se arrepinti6» 0 rechaz6), ereando asi algo nuevo. Lo nuevo es lo que se habia oscure- cido con una imagen anterior. El montaje y el pentimento, como el jazz, que se basa en la im- provisacin, generan la sensacién de que las imagenes, los sonidos y los sentidos se asocian, se mezclan, se superponen, formando compues- tos y nuevas creaciones. Las imagenes se influencian unas a otras, pro- duciendo un efecto emocional guestaltico. En el montaje cinematogra- fio, a menudo se combinan en una secuencia muy rapida, que produce una vertiginosa sucesi6n visual alrededor de un tema o hecho central. Amenudo, los directores emplean este recurso para referir el paso del tiempo. Quizas el mas famoso ejemplo de montaje cinematografico sea la secuencia de las escaleras de Odesa en el citado film de Eisenstein. En el climax de la accion, las tropas zaristas masacran a los ciudadanos de Odesa en los escalones de piedra que conducen al puerto. Eisenstein pasa al plano de una joven madre sobre la explanada, que mete a su bebé en el carrito, indefensa frente al fuego de los soldados.® Los ciu- dadanos huyen, abandondndola y sacudiendo el carrito, que comienza a desplazarse y llega angustiosamente al pie de una pronunciada es- calera, Las tropas, que se encuentran arriba, disparan sobre los ciu- dadanos indefensos, La madre esta atrapada entre los escalones y el tee dela infanterja. Grita. Una linea de rifles apunta al cielo, el mar- wo de las armas explota en una humareda. La cabeza de la madre pra hacia atras. Las ruedas del carrito se balancean al pie de los nes. Las manos de la madre tratan de asir la hebilla plateada otros (1 image! cepto se as pecial con 8 Brian de Palma reproduce esta escena en su film Los infocables, de 1987. 110A “eaneyen> ug!DeBysaau ap jenuey 51 les0Ua6 uoanponuy *1 Manual de investigacion Ccualitativa. Vol. | i ] 1, Introduccién general de su cinturén. Abajo, la gente cae, herida por el tiroteo, Mang ™ de los guantes blancos de la madre. La mano del bebé asoma deagt® carrito. La madre se tambalea a un lado y otro. Lag tropas avan,” Por dltimo, la madre eae contra el earrito y lo empuja, Una mye serva con horror cémo las ruedas de atras del carrito caen el bor, de la explanada. Con creciente velocidad, el carrito rebota Contra escalones, pasando por un tendal de cadaveres. E] bebé es empujad, de un lado a otro. Los soldados descargan sus armas sobre un gry de ciudadanos heridos. Una estudiante grita a medida que el carri, salta sobre los escalones, se inclina, y finalmente se da vuelta (Coch, 1981, pag. 167).!° Como vemos en las escenas que acabamos de discutir, el monta utiliza imagenes répidas para crear y definir claramente la Sensacijn de urgencia y complejidad. Invita a los espectadores a construir inter. pretaciones y encastrarlas entre s{ a medida que avanza la accién, Estas lecturas se basan en asociaciones entre las imagenes que con. trastan y se mezclan. La suposicién que subyace al montaje es que los espectadores perciben e interpretan las tomas en «una secuencia de montaje no sucesiva sino simulténea» (Cook, 1981, pag. 172). A partir de estas imagenes, el espectador compone un todo emocional signifi cativo que se le presenta de una sola vez. '" En el puerto, las bocas de los dos catones ol ; fuavemente en direecién de la eémara. Una leyenda mos habit car ratin ge desizan Har que exhiben las armas del barcos. Una legendang secuencia final da eee a deen primer lugar, la estatua de un leén dori lego un leon ex ets Lomas de despertar del sueno, y por tltimo un ledn que uge, simbolo del puebia ee mmenee manchado de sangre de la madre, el carrito al borde En los textos basados en las metaforas del montaje, el patchwork sacion jazzistica, hay muchos elementos operando al jgmo tiempo: diferentes voces, perspectivas, puntos de vista y angu- nisin? jon. Al igual que los textos performativos autoctnogréticos, we trabajos que utilizan el montaje crean su significado moral y al ie mo tiempo lo representan. Van de lo personal a lo pol{tico, de lo ial alo hist6rico-cultural. Se trata de textos dialdgicos, que exigen ae xiblico activo y generan espacios de intereambio entre el escritor y a Pitor. De este modo, hacen mucho mds que situar al Otro bajo la mirada de las ciencias sociales (véanse, de este Manual, Alexander, Capitulo 16; Holman Jones, Capitulo 30). El foco de la investigacién cualitativa es, inherentemente, mul- timetodoldgico (Flick, 2002, pags. 226-227). De cualquier modo, el uso de miltiples métodos, o la triangulacién, refleja un intento por asegu- rar una comprension cn profundidad del fenémeno en cuestién. La re- alidad objetiva es inasible; conocemos una cosa s6lo mediante sus re- presentaciones. La triangulacién, de este modo, no es una estrategia o una herramienta de validacién, sino una alternativa de validacion (Flick, 2002, pag. 227). La combinacién de multiples practicas meto- dolégicas, materiales empiricos, perspectivas y observadores en un nico estudio se entiende mejor, entonces, como una estrategia que po- tencia el rigor, la amplitud, la complejidad, la riqueza y la profundidad de una investigacion dada (Flick, 2002, pag. 229). En el Capitulo 38 de este Manual, Richardson y St. Pierre discuten lautilidad del concepto de triangulacién, asegurando que la figura cen- tral de la investigacién cualitativa deberia ser el cristal y no el triangulo. Los textos genéricamente hibridos, propios de la fase posexperimental, tienen, en verdad, mds de tres lados. Como los cristales y el montaje de Eisenstein, el solo de jazz 0 las piezas de un patchwork, estos textos «combinan simetria y sustancia con una infinita variedad de formas, sustancias y transmutaciones... Los cristales crecen, cambian, se modi- fican... Son prismas que reflejan externalidades y las refractan en su propio interior, creando diferentes colores, patrones y escalas, arrojan- dolos en diferentes direcciones» (Richardson, 2000, pag. 934). En el proceso de cristalizacién, el escritor narra varias veces el isos relato, desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, en Thrice- : tae (1992), Margery Wolf utiliza la ficcién, sus notas de campo y es leo cientifico para dar tres diferentes perspectivas de la misma Fins ig tPeriencias en una aldea de nativos. Similarmente, en su obra Biezas 7 Mirror (1993), Anna Deavere Smith presenta una serie de ‘i ma ‘ormaticas basadas en entrevistas con personas que habian es- rook ‘olucradas en un conflicto racial que tuvo lugar en Crown Heights, ‘yn, el 19 de agosto de 1991. La obra tiene numerosas partes de dial 10go, ‘ ‘ . = 89, incluyendo conversaciones con miembros de pandillas, oficiales Ja improvi w Spener o 110A “eAneWeN> UO!IDeBNsaau! ap jenue;w | je19Ua6 ug!2>nponUy *1 [3] Manual de investigacién cualitativa. Vol. 1 | Introduccién general de policia, muchachos y muchachas anénimos, No hay, pues «correcto» del hecho. Cada narracién, como la luz al olpear refleja una perspectiva distinta sobre este incidente, Mirada como una forma cristalina, como un montaje 9 como y performance creativa sobre un tema central, la triangulacién Puede : marse como una forma de validez o bien como una alternativa de ll El método de triangulacién implica la proyeccién simultanea de real dades miltiples y refractarias. Cada una de las metaforas «trabaja, generando una simultaneidad, en lugar de una Secuencia 0 una narra, ci6n lineal. Los lectores y el puiblico en general son invitados a explora las dimensiones paralelas de un contexto, a sumergirse en nuevas re. alidades que deben ser comprendidas, y a fundirse con ellas, Este bricoleur metodolégico tiende a realizar un gran numero de tareas diferentes, desde entrevistas hasta procesos de autorreflexin e introspeccién intensivas, E] bricoleur te6rico lee y maneja compren- sivamente los muchos paradigmas de interpretacion (feminismo, mar. xismo, estudios culturales, constructivismo, teoria queer, etcétera) que + UN relay UN cris. sabiendo que las fronteras que antatio separabar alas di dicionales ya no tienen vigencia (Kincheloe, 2001, pag. 683), El price. leur politico sabe que la ciencia es poder, dado que todos los descubri- La investigaci6n cualitativa como sitio para multiples practicas interpretativas La investigaci6n cualitativa, como escenario de actividades in- terpretativas, no privilegia una tnica practica metodolégica sobre otras. Como espacio de la discusién y el discurso, la investigacién cua- litativa es dificil de definir con claridad. No cuenta con una teoria o un paradigma que le sean distintivamente propios. Como revelan los tex- tos del Volumen II, multiples paradigmas teéricos se atribuyen el uso de los métodos y estrategias de la investigacién cualitativa, desde el constructivismo a los estudios culturales, pasando por el marxismo, el feminismo y modelos de estudio étnicos. Asi pues, la investigacién cua- litativa se utiliza en muchas disciplinas distintas y, tal como veremos, no pertenece a ninguna disciplina especifica. La investigacién cualitativa no posee tampoco un repertorio dis- tintivo de métodos 0 practicas que le sean enteramente propios. Los in- vestigadores cualitativos echan mano a numerosos recursos: la semi6- tica; el andlisis de relatos, contenidos y discursos; el andlisis fonolégico y de archivos, e incluso las estadisticas, las tablas, los cuadros y los nui- meros. Reutilizan los enfoques, métodos y técnicas de la etnometodolo- gia, la fenomenologia, la hermenéutica, el feminismo, la rizomatica, el deconstruccionismo, la etnografia, las entrevistas, el psicoanilisis, los estudios culturales, las encuestas, la observacién participante, entre otros.!! Todas estas practicas de investigacién «pueden aportar conoci- miento importante» (Nelson y otros, 1992, pag. 2) y ningtin método, nin- guna practica puede privilegiarse por sobre los demas. Muchos de estos métodos o practicas de investigacién se util; en otros contextos dentro de las humanidades, y cada uno lleva las marcas de su propia historia disciplinaria. Por lo cual, existe una pro- fusa historia de los usos y los significados de la etnografia y la etnologia en la educacién (véanse, en este Manual, Ladson-Billings y Donnor, Capitulo 11; Kincheloe y McLaren, Capitulo 12); de la observacién par- ticipante y la etnografia en la antropologia (véanse Foley y Valenzuela, Capitulo 9; Tedlock, Capitulo 18; Brady, Capitulo 39), la sociologia (vé- Zan oo 2 este punto, es importante distinguir entre las técnicas utilizadas en nu- por a diseplinas y los métodos usados en las disciplinas. Los etnometodologistas, able, emplean su perspectiva como método, mientras que otros, selectivamente, any Wena! estatuto de una técniea para sus propias aplicaciones metodologicas, Bete scott (comunicacién personal, 1993) propone esta distincién. Igualmente im- coma ne € diferenciar entre tema, método y recurso. Los métodos pueden estudiarse mas de investigacién, y de este modo es como se efectiia el andllisis de casos. Ene de si’ Sentido etnometodolégico irénico, el método es a la vez un recurso y un tema investigacién, 110A ‘eaneqends ugieBysaau! ap jenueyy | 55 Jesaua6 uo!anponuy * 1 Manual de investigacién cualitativa. Vol. 1 (a | 1. Introduccién general de marxismo 0 humanismo secular (véase Huber, 1995; véase también Denzin, 1997, pags. 258-261). i Estas resistencias politicas y procedimentales nog hacen tomar conciencia del hecho de que las tradiciones interpretativas de la inves, tigacién cualitativa involucran al investigador en una critica al pro. yecto positivista 0 neopositivista. Pero estas resistencias PoSitivistas a la investigacién cualitativa «van mucho mds alla del deseo siempre vivo de mantener la distincién entre las ciencias duras y el acadenj. cismo blando» (Carey, 1989, pag. 99; véase también Smith y Hodkin. son, Capitulo 36 de este Manual). Las ciencias experimentales positi. vistas (la fisica, la quimica, la economia y la psicologia, por ejemplo) a menudo son consideradas como log logros maximos de la civilizacién occidental, y quienes las practican Suponen que la «verdad» puede tras- cender las opiniones y los prejuicios personales (Carey, Schwandt, 1997b, pag. 309). La investigacién cualitativa es vista como 104; véase también Guba y Lincoln, Capitulo Los Positivistas legan a argiir que los lamados nuevos investi- gadores cualitativos experimentales escriben fiecién en lugar de cien- “ia, ¥ que no tienen modo de verificar Sus juicios de verdad. Asi, la po- esiay la ficeién etnogratficas senalan I, muerte de la ciencia empiriea y las criticas morales no conducen a ninguna parte, Estos lcttdeas pre- Sumen la existencia de una realidad eaten i Hadie bajo los métodos empiricos de law mmutable, susceptible de Huber, 1995), Para ellos, el dominio de |, el mundo de la experiencia vivida, el espacio en e] de la verdad por sobre otras. [La politica y el resurgimiento del cientificismo El movimiento de la investigacion de base cientifica incubado en aos recientes por el Consejo Nacional de Investigacién creé un am- hionte politicamente hostil para la investigacién cualitativa. En cone- xién con la ley educativa conocida como «Ningtin Nifio Dejado Atras», de 2001, este movimiento encarna el resurgimiento del cientificismo (Maxwell, 2004), una epistemologia positivista fundada en el valor de Ja evidencia. El movimiento alienta a los investigadores a emplear «metodologias rigurosas, sistematicas y objetivas en aras del conoci- miento valido y confiable» (Ryan y Hood, 2004, pag. 80). La metodolo- gia de preferencia emplea modelos causales y variables independientes y dependientes bien definidas. Los investigadores examinan modelos causales de explicacién en el contexto de experimentos controlados y aleatorios, lo que les permite replicar y generalizar sus resultados (Ryan y Hood, 2004, pag. 81). En un marco asi definido, la investigacién cualitativa resulta sos- pechosa, pues no requiere variables bien definidas 0 modelos causales. Las observaciones y mediciones de los académicos cualitativos no estan basadas en la asignacién aleatoria de sujetos a grupos experimentales. Los investigadores cualitativos no generan «evidencia dura» utilizando estos métodos. A lo sumo, a partir del estudio de casos, de entrevistas y de metodologia etnografica, pueden recolectar material descriptivo que pueda, a su vez, ser verificado mediante métodos experimentales. Las epistemologias de las teorfas criticas de lo racial, de las teorias queer, poscoloniales, feministas y posmodernas se vuelven inttiles bajo la perspectiva de la investigacién de base cientifica, y quedan relega- das, en el mejor de los casos, a la categoria de erudicién que no llega a Ser ciencia (Ryan y Hood, 2004, pag. 81; St. Pierre, 2004, pag. 132). Los criticos de la investigacién de base cientffica tienen consenso en los siguientes puntos. La «ciencia estilo Bush» (Lather, 2004, pag. 19) y sus metodologias experimentales fundadas en la evidencia repre- sentan un retroceso conservador, racista y machista frente a la proli- eae de los métodos de investigacién cualitativa de las dos ultimas trian Este movimiento respalda una visién estrecha de la ciencia oe 2004) que celebra «un experimentalismo de tipo neoclasico, on itaye un salto atras a la era de Campbell-Stanley y su adhe- ae ogmatica a la confianza ciega en los métodos cuantitativos Very 2004; Pag. 42). El movimiento expresa «nostalgia por un uni- Pig, orc ordenado y simple que nunca fue real (Popkewitz, 2004, la een 6nfasis en que sdlo existe una forma de rigor cientifico, storie e8cion de base cientifica ignora el valor de utilizar criterios acionee eontextuales y politicos complejos para evaluar las investi- loch, 2004). S 110A “eaneqyens ugeBysaau! ap jenuew | Je10U96 ug!sanponuy *L Manual de investigacién cualitativa. Vol. i] | 1. Introduccién general Como observa Howe (2004), el experimentalismo Neoclasicg ox salza la «investigacién médica [basada en la evidencia] como model, de investigacién educativa, particularmente la metodologia de] ensayy clinico aleatorio» (pag. 48). Pero repartir una pildora en un ensayo h, nico no es como «repartir un curriculum», y los «efectos» de un exper. mento educacional no pueden medirse tan facilmente «como una re duccién de 10 puntos en la presién de la sangre» (pag. 48; véss también Miller y Crabtree, Capitulo 24 de este Manual). Los investigadores cualitativos deben aprender a formular crea. tivamente su critica al Consejo Nacional de Investigacién y sus linea. mientos metodolégicos (Atkinson, 2004). Deben aplicar su imaginacién a la bisqueda de nuevas maneras de definir términos como diseiio ale. atorio, modelo causal, estudios de politica y ciencia publica (Cannell, y Lincoln, 2004a, 2004b; Lincoln y Cannella, 2004a, 2004b; Lincolny superiores, y los cualitativos se rele , gan «a ili en la busqueda teenocrditica por genera, conocimacrtemente auxiliar (pags. 53-54), nocimiento “que funcione”» kori, 2008, pag. 15), y divide ia investigacinn en catageciey Tashak- [2 exploracién o la confirmacisn, El trabajo en cat 8°"I88 dicotsmicas la primera categoria, y la investigacién, cuantits (Teddlic y Tashakkori, 2008, pag. 18), Al ue dials citsieo, la metodologia mixta exeluysen We €! Modelo cenec tativo Se inscribe en ativa en Ja a ciadas (Howe, 2004, pags. 56-57). Como advierte Howe (2004), no son ‘qélo los “fundamentalistas metodoldgicos” quienes creen en [este] en- foque. También lo suscribe un numero considerable de investigadores educacionales influyentes, quizds por transigencia frente al clima po- litico dominante, quizds como reaccién frente a los excesos del posmo- dernismo, quizds por las dos cosas. Se trata de una evolucién peligrosa, sea cual fuere su causa» (pag. 57). Criticas pragmdaticas del antifundacionalismo Seale y otros (2004) polemizan con lo que consideran los excesos del posmodernismo roméntico y del «todo vale» antimetodolégico que asocian con nuestro proyecto. Aseguran que a menudo el enfoque que nosotros valoramos sélo produce «investigacién cualitativa de baja ca- lidad y resultados de investigacién bastante estereotipados y cercanos al sentido comtin» (pag. 2). En contraste, proponen un enfoque prag- matico, basado en la practica, en cuyo centro se encuentra la practica de la investigacién. Afirman que la investigacién implica «un compro- miso con una variedad de factores y personas: materiales de investi- gacién [...], teorias sociales, discusiones filoséficas, valores, métodos, pruebas [...] ly] participantes» (pag. 2). (En realidad, este enfoque es bastante parecido al nuestro, sobre todo a nuestra idea de la investi- gacién cualitativa como bricolage.) La metodologia situada de Seale y otros rechaza la pretensién antifundacionalista de que sélo existen ver- dades parciales y que la linea divisoria entre hecho y ficcién se ha que- brado (pag. 3). Estos académicos creen que esta linea divisoria no ha colapsado y que los investigadores cualitativos no deberian aceptar re- latos que no concuerden con los hechos mejor contrastados (pag. 6). Extrafiamente, esta argumentacién a favor de los procedimientos Pragméticos reproduce una variante del modelo basado en la evidencia Ysus criticas a las sensibilidades posestructuralistas y performativas, Ht utilizarse para apoyar politicamente la marginalizacién me- lolégica de las posiciones asumidas por muchos de los colaboradores le este libro. xxx Elterreno politicamente complejo que acabamos de describir de- a tray muchas facetas y tradiciones de la investigacién cualitativa: Nyiara britanica y su presencia en muchos contextos nacionales; . 'diciones pragmaticas, naturalistas e interpretativas en la socio- lo 'a, la antropologia, las comunicaciones y la educacién en Estados fine }, [10A “eaneqens ugiseBysaau! ap jenueyy Jes0Ua6 uol22nponut *L [Rl Manual de investigacién cualitativa. Vol. I | 1. Introduccién general | Unidos; las perspectivas fenomenolégicas, hermenéuticas, sey marxistas, estructuralistas y posestructuralistas originadas en, cia y Alemania; los estudios feministas, afroamericanos, lating queer, los estudios de las culturas indigenas y aborigenes, eters politica de la investigaci6n cualitativa crea una tensién que da for; a cada una de estas tradiciones, y que constantemente se Teexamin;, interroga a medida que la investigacién cualitativa se enfrenta ay, mundo hist6rico en cambio, con nuevas posiciones intelectuales y ¢, sus propios condicionantes institucionales y académicos. En resumen, la investigacion cualitativa significa muchas cos: para mucha gente. Su esencia es implicitamente bifaz: comprende u, compromiso hacia cierta versidn del enfoque naturalista-interpretatin del objeto de estudio y una critica siempre vigente a la politica y le métodos del pospositivismo. A continuacion, expondremos brevement las principales diferencias entre los enfoques cualitativo y cuantitativ de la investigacién cientifica. Luego, discutiremos los debates y las ter siones que actualmente operan dentro del marco de la investigaciin cualitativa. La investigacién cualitativa contra la investigacién cuantitativa enfatizan la medicién y el andlisis de relaciones causales ent i bles, no entre procesos. Los defensores de la investigacion cuantitative sostienen que su trabajo se realiza en un mareo liga i. ey aloraciones. Estilos de investigacién: ghacer lo mismo de diferentes maneras? ras? Por supuesto, los investigadores tanto de una . : 2 como de ot; i tacion «piensan que saben algo sobre la sociedad que vale, pasar NN Uo | artir con otros, ¥ utilizan una variedad de formas, medios y plataformas ra comunicar sus ideas y descubrimientos- (Becker, 1986, pag. 122). sin embargo, los investigadores cualitativos se diferencian de los cuan- itativos en cinco aspectos importantes (Becker, 1996), que expondremos , continuacién. Estos cinco puntos involucran modos diferentes de abor- jar el mismo conjunto de problemas, y nos retrotraen insistentemente sJtema de la politica de la investigacién y a la cuestién de quién tiene el poder de legislar las soluciones correctas de los problemas sociales. Usos del positivismo y del pospositivismo. En primer lugar, ambas perspectivas estan conformadas por las tradiciones positivista y pospositivista de las ciencias fisicas y sociales (véase la discusién de més abajo). Estas dos tradiciones sostienen posiciones criticas realistas e ingenuas, en lo relativo a la realidad y los modos de percibirla. La version positivista afirma que existe una realidad externa a ser estu- diada, captada y entendida, mientras que los pospositivistas argumen- tan que la realidad nunca puede aprehenderse completamente, sino de un modo aproximativo (Guba, 1990, pag. 22). El pospositivismo se sostiene en multiples métodos como un modo de captar la realidad de la mejor manera posible. Al mismo tiempo, enfatiza el descubrimiento y la verificacién de las teorias. Los criterios de evaluacién tradiciona- les, como la validez interna y externa, son resaltados tanto como el uso de procedimientos cualitativos que se prestan al andlisis estructural 0 estadistico, También pueden emplearse métodos de andlisis asistidos por computadora que permiten establecer conteos de frecuencias, ta- bulaciones y andlisis estadisticos de bajo nivel. Como sombras largas, las tradiciones positivista y pospositivista Perviven en el proyecto de la investigacién cualitativa. Pues, histori- camente, la investigacién cualitativa se definia en el marco del para- digma positivista, en el cual los investigadores cualitativos trataban de hacer «buena investigacién positivista> con métodos y procedimien- tos menos rigurosos. Algunos investigadores cualitativos de mediados del siglo xx reportaron descubrimientos hechos sobre la base de la ob- Servacion participante, en términos cuasiestadisticos (por ejemplo, Becker, Geer, Hughes y Strauss, 1961). Todavia en 1998, dos exponen- ‘es de la teoria fundamentada en el area de la investigacién cualitativa bat’ Strauss y Corbin trataron de modificar los cénones usuales de la uuena ciencia (positivista) para adecuarlos a su propia concepcién pos- ae del rigor cientffico (véase Charmaz, Capitulo 20 de este Ma- aplign 28° también Glaser, 1992). A su vez, algunos investigadores icados que afirman ser no teéricos, encajan por defecto en el marco Positivismo o del pospositivismo. Flick (2002), con mucha utilidad, resume las diferencias entre dos perspectivas de la investigacién, notando que el enfoque [2| 119A “eaneqen>s ugDpeBysaau! ap | 1esauab ugPpanponuy *L Manual de investigacién cualitativa. Vol, | | 1. Introduccién general cuantitativo fue histéricamente empleado con el fin de aislar seasg| y efectos [...] operacionalizar relaciones teéricas [...] [y] medir y eu, tifiear fenémenos |...] permitiendo la generalizacion de los Tesultady, (pag. 3). Hoy en dia, un manto de duda cubre tales Proyecciones: « veloz cambio social y la resultante diversificaci6n del mundo dela vik enfrentan cada vez mds a los investigadores sociales con nuevos cm, textos y perspectivas sociales; [...] las metodologias deductivas clésica [...] se tornan initiles. [...] Por ende, la investigacién se ve crecients mente obligada a hacer uso de estrategias inductivas en lugar de party de las teorias y tratar de verificarlas. [...] Conocimiento Y practica x estudian ahora como conocimiento y practica locales» (pag. 2). Spindler y Spindler (1992) resumen su enfoque cualitativo dd material cuantitativo: «La instrumentacién y la cuantificacién son sin- ples procedimientos utilizados para extender y reforzar ciertas clase: de datos, interpretaciones y verificar hipétesis a partir de muestress Ambos, sin embargo, tienen que ocupar su lugar. Debe evitarse su ut lizacién prematura o excesivamente extendida como mecanismo pr= ventivo» (pag. 69). Si bien muchos investigadores cualitativos en la tradicién del pospositivismo utilizan métodos, mediciones y documentos de origen estadistico como forma de localizar a un grupo de sujetos en el context? de una poblacién mayor, raramente estructuran sus resultados con los términos del tipo de métodos estadisticos que son usuales para los it si6n o de légicas lineales), Aceptacién de las sensibi No todos los investigadores cualitati tolerante (Huber, 1995). Muchos imiembree ae Tas ceeaah esta mirada vista, posestructuralista y posmoderna, asi come qaene 3 Construct rechazan los criterios positivistas y neopositivistas «fie. te"! critica, trabajo. Ven estos criterios como irrelevantes pars SU teat 84 propio nen que reprodueen s6lo una clase de ciencia, tna cyt ae® ¥ sostie- demasiadas voces. Estos investigadores buscan metre 2° Silencia de evaluacién, que incluyan factores como la Verosimilita gt nativos vidad, la responsabilidad individual, la ética del cute te 18 emoti- Politica, los textos polifinicos y el didlogo con los sujet ce! Practica Como respuesta, los positivistas y pospositi icen que el uena ciencia, libre de prejuicios y subjetividades individuales. 9 ya hemos dicho, consideran el posmodernismo y el posestructu- oreoe como ataques a la raz6n y a la verdad. ralsmaptacion del punto de vista del individuo. Bl punto de vista del individuo es relevante por igual para la investigacién cualitativa ycuan- titativa. De cualquier modo, los investigadores cualitativos piensan que pueden acercarse mas a la perspectiva del actor a través de entrevistas yobservaciones minuciosas. Afirman que raramente los investigadores cuantitativos pueden captar la perspectiva de los sujetos que estudian gorgue dependen mas de métodos y materiales empiricos remotos e in- ferenciales. A su vez, muchos investigadores cuantitativos consideran que los materiales empiricos producidos por los métodos interpretativos on poco fiables, impresionistas y no objetivos. Examen de las restricciones de la vida real. Los investigadores cualitativos son, en general, ms capaces de enfrentar y vencer los obs- tdculos propios del mundo social real, pues ven este mundo en accién y sitaan en él sus descubrimientos. En cambio, los investigadores cuantitativos abstraen sus problemas del mundo, y raramente lo es- tudian de modo directo. Buscan una ciencia nomotética y no contex- tual, basada en las probabilidades derivadas del estudio de grandes cantidades de casos seleccionados al azar. Esta clase de intenciones vuela muy por arriba y por fuera de las restricciones tfpicas del mundo real. Por el contrario, los investigadores cualitativos se comprometen con una posicién emic, ideografica, basada en especifidades del caso particular. Utilizacién de descripciones ricas. Los investigadores cualitativos creen que las descripciones minuciosas del mundo social son valiosas, mientras los investigadores cuantitativos, con su confianza en lo etic homotético, no se preocupan por un alto nivel de detalle. Deliberada- mente, los investigadores cuantitativos evitan la descripcién profunda Porque afirman que el detalle interrumpe el proceso de desarrollo de generalizaciones. una D XXX invet® Cine® Puntos deseritos arriba reflejan las inclinaciones de los investiga lores cuantitativos y cualitativos hacia distintos estilos de sentacie mat diferentes epistemologias y diferentes formas de repre- Boner ia tradicién de trabajo esta regida por un diferente arco epresentaci ‘ada una tiene sus propios clasicos, sus propias formas de etidag este interpretacién, verosimilitud y evaluacién textual pre- tivos wines Becker, 1986, pags. 134-135). Los investigadores cuali- izan la prosa etnografica, la narrativa histérica, las crénicas o ae [| 110A “eane wens ugieBbysaau! ap jenue; | je12ua6 uo!2nponUT “L | Manual de investigaci6n cualitativa. Vol. I 1. Introduccién general | en primera persona, la fotografia, las historias de vida, los chechs, ficcionalizados, los materiales biograficos y autobiograficos, entre otis recursos. Los investigadores cuantitativos, a su vez, utilizan models matematicos, tablas y graficos estadisticos, y a menudo escriben: sobre sus investigaciones de modo impersonal, en tercera persona. Tensiones en el interior de la investigacién cualitativa Seria erréneo pretender que todos los investigadores cualitatiws comparten los mismos presupuestos sobre Jos cinco puntos de diferencia recién comentados. Como expondremos a continuacién, los discursos¢e la investigacion cualitativa estan conformados por diferencias positivis tas, pospositivistas y posestructuralistas, Los académicos cualitativos interpretativos realistas y pospositivistas critican a los posestructur- listas por el giro textual y narrativo que éstos han dado. Seguin afirman, este giro comporta una actitud autocomplaciente, y produce las condi- ciones para «un didlogo de i (Silverman, 1997, nismo ingenuo, de reproducir «un impuleo rong smo ingen dint eleva la expe rencia al nivel de lo auténtico» (Silverman, 1997 mie 208) (También estan quienes dicen que los que adhieren al giro textual ¥ performativo ignoran, en verdad, la experiencia vivida, Snow y Mo eo 1a 908 ) efirman gue weste Biro performativo, como la preocupacién gy tiscurso y el relato, nos alejard decisive, la parte Salle dramas reales del mundo rear co) campo de Realismo critico Para algunos, existe una tercera vi, tiv), yl posestructuralismo, El realismo erftiee acct moving ingenuo sitivista en las ciencias sociales, muy asociade wey los trabay®, Untipe- Bhaskar y Rom Harré (Danermark, kstrom, Jakobsen 408 de Roy 2002). Los realistas eriticos utilizan el térming

También podría gustarte