Está en la página 1de 23
@TAVIO PAZ Chiapas, gnudo ciego o tabla de salvacién? ALEJANDRO ROSSI Cinco observaciones ENRIQUE KRAUZE Tratando de entender Escaparate: Muestrario de opiniones Chiapas, gnudo ciego o tabla de salvacién? OCTAVIO PAZ He rewnido tres artieulos sobre la actual sitwacion politica. En realidad son uno solo y revelan una troyectoria yuna direcciin, Las dos primeros aparecieron en el diario La Jomada, Me parccié necesario publicatos de nuevo porgue son el antecedente del terceroylo hacen mds comprensibl. En el iltimo espongo To que pienso sobre lo que ocurre en esis das. 1. LA RECAIDA DE LOS INTELECTUALES Los sucesos en Chiapas han provocado en México, como es natural y legtimo, inmensa expectacion y angustia. ‘Tambien han despertado muchas pasiones dormidas. La inusitada efervescencia que ha agitado a un vasto sector de la clase intelectual mexicana es nice y merece un pe- queto comentario. Me refieo no als intelectuales que rabaansilenciosa mente en sus gabinetes 0 en sus cétedras sino alos que le van la vor cantante —estrlla y coro— en la prensa. Desde comienzos de enero los darios aparecen atiborrados de sus articulos y de sus declaraciones colectivas. Hijas de una virtuosaindignacion aun tempo retérica y sentimen- tal estas ruidosas manifestaciones carecen de variedad y terminan infaliblemente en condenas inapelables. Somos testigos de una recaida en ideas y acttudes que creiamos enterradas bajo los escombros —cemento, erro y san sre— del muro de Berlin. Las reeaias son peligrosa: en Io isco indican que el cuerpo no a sanado enteramente, cen lo moral revelan una fatal reincidencta en errores y vi cios que parecian abandonados. La historia noha curado a nuestros intelectuales. Los aos de penitencia que han viv do desde el fin del socialism totaltario, lejos de disipar sus dliios y suavizar sus rencores, los han exacerbado Docenas de almas pias, después de lamentar de dientes afuera la violencia en Chiapas, lajustifican como una re- ‘vuelta aun tiempo inevitable justcieray ai redentor. os hechos sociales son compleos. La funcién del inte- lectual consiste en esclarecerlos y deseifrarlos, hasta donde sea posible. Sélo después del andlsis se puede, y atin se debe, tomar partido. Pero muchos de nuestros in telectuales han escogid lo més fii: juzgar sin or. Algu- 108 se obstinan en proclamar Ia espontaneidad de la revuelta, Por lo visto no han oido ni ledo a los “coman- antes". Lo mismos en sus apariciones en la television 4que en sus comunicaciones al prensa han declarado una FEBRERO DE 1994 * y otra vez que hablan preparado su movimiento desde ha- cia muchos aftos. Ataden con orgullo que su organiza: cién es un ejército, no una mera guerrilla, gQueé decir ante estas declaraciones? Pues exactamente lo contrario de lo que han dicho y dicen nuestros creyentes “en la es: pontazeidad revolucionaria de las masas”. Empefiados en lavar alos insurrectos de Chiapas del pecado de “preme- ditacion”, no se han hecho la nica pregunta que debe ha cerse: ;cémo es posible que nuestras autoridades hayan ignorado que desde hacia mucho se preparaba un movi- ‘miento militar en Chiapas? Y si lo sabian, por qué no to- maron a tiempo las medidas del caso? £ gobierne ha dado a estas preguntas una respuesta tardia y poco con: vincente, Su responsabilidad es grave e inocultable. Otros oréculos afirman que la revuelta es puramente indigena. Es una idea que comparten algunos despistados Periodistas extranjeros. Basta haber visto oido alos “co- mandantes” en la televisin par darse cuenta de que ni por su lenguaje ni por su aspecto son indigenas. ¥ sobre todo: el programa y Ins ideas que exponen en sus dos ma: nifiestos y en sus boletines de prensa, desmienten esa pretensidn. Entre los diigentes algunos son idedlogos y Aadeptos de esta 0 aquella doctrina, del mavismo a la teo- Jogia de la liberacién, Aclaro que no incurro en el simpli mo de atribuir el alzamiento inicamente ala influencia de ‘un grupo de idedlogos y de militantes. No cierro los ojos ante la miseria y el desamparo de las comunidades indi senas. Cambian los sistemas politicos y los economicos, ‘unos suben y otros bajan, gobiern0s van y gobiernos vie~ rnen, pasan los aios y los siglos, pero nadie los oye ni es: ccucha sus quejas. La elocuente carta que el 18 de enero cenvi6 el “subcomandante” Marcos a varios diarios, aun: que de una persona que ha escogido un camino que re- pruebo, me conmovié de verdad: no son ellos los indios de México, sino nosotros, los que deberiamos pedir per- don, Como se ve, tampoco cierro los ojos ante las respon: sabilidades de nuestras autoridades —especialmente las de Chiapas— ni ante las no menos graves de las egoistas y obtusas clases acomodadas de esa rica provincia. Esta Tesponsabilidad se extiende, por lo demas, a toda la socie- dad mexicana. Casi todos, en mayor 0 menor grado, so mos culpables de la inicua situacion de los indios de ‘México pues hemos permitido. con nuestra pasividad 0 con nuestra indiferencia, las exacciones y los abusos de cafetaleros, ganaderos, caciques y politicos corrompidos. VUELTA/SUPLEMENTO EXTRAORDINARIO. C ocTaviO Paz Dicho esto, hay que agregar otras causas que escapan a esa moral. facil y esquematica, que busca a toda costa responsables que enjuiciar y culpables que castigar. No es el momento de examinarlas; para aquellos que quie- ran enterarse 2 fondo, recomiendo el extenso, sereno y bien informado articulo de Arturo Warman en Le Jorna- da del domingo 16 de enero. Para mis propésitos, es sufi ciente con decir que unas causas son historicas y otras contempordneas. Las primeras se remontan no solo a la Conquista y ala Colonia, sino mas atrés, al mundo mesoa rmericano (por ejempla: el estado de guerra perpetua de la sociedades precolombinas). Las conlempordneas: la caida de los precios del café la inmigracién de los campesinos de otras regiones, las sucesivas oleadas de refugiados uatemaltecos y, enfin, la plaga mayor de México, la gran piedra que tiene atada al cuelo: la explosién demografca En Chiapas, segtin parece la tasa de crecimiento dela po- blacion ha sido, durante los ultimos afos, superior al cua tro por ciento anual una de las més altas del mundo. ‘Nuestros intelectuales han decidido ignorar tod esto, , Santa Tierra... Gran Hombre, gran Sefior, gran Padre, gran Petome... por mi incienso, por mis velas.espi- ritu de la luna, virgen madre del cielo, virgen madre de la tierra, Santa Rosa, por tu primer hijo, por tu primera glo- ria, ve a tu hijo estrujado en su espiritu,en su chumel."* ‘Como la cultura de los indios chiapanecos puede tra- ducirse a la modernidad?

También podría gustarte