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No está permitido
el culto a la santa muerte
Por Pbro. Lic. Héctor Colunga Rodríguez (2ª parte)
colunga46561@hotmail.com

Queridos lectores:
Me preocupa mucho que un buen número de personas, tengan culto a la
santa muerte; ya he dicho del por qué la Iglesia Católica no permite ese tipo
de ritos y he aquí la explicación:

Origen:
Se dice que el culto a la santa muerte llegó de Cuba, por el Puerto de Vera-
cruz, traída por los negros santeros. Aquí, la santa muerte encontró el cobijo
ideal quizá porque la muerte es un elemento natural en la cultura mexicana.
Las famosas calaveras de azúcar, los panes de muerto y algunos otros ob-
jetos que forman parte de la tradición, siempre han llamado la atención a los
extranjeros que reconocen un gran sentido místico en la tendencia del pueblo
mexicano a venerar a sus muertos.

Características:
• Mucha gente le rinde culto porque le ha concedido “milagros”.
Hay que recordar que los milagros solo los concede Dios.
• Puede recuperar el amor perdido, traer el que no quiere llegar o
“amarrar” un matrimonio.
• Puede ayudar en lo económico.
• Puede ayudar a sanar enfermedades y repeler brujerías.
• Ayuda a deshacerse de los enemigos.
• Ayuda a hacer que la gente se acerque a uno.

Diferentes nombres:
A la escultura de la santa muerte, se le conoce con el nombre de la santísima,
la señora de las sombras, señora blanca, señora negra, niña santa, la parca, la
flaca. Lo peor del caso, es que la comparan con la Virgen María y la llaman de
esa forma la Santísima o la Señora. Cada primer lunes del mes se le cambia
su vestido: el rojo simboliza pasión, el verde esperanza, el blanco y el azul, la
pureza; es decir, los colores de la Virgen María.

Entidad espiritual:
El culto a la santa muerte se ha extendido de tal forma en México que quienes
lo profesan, han decidido no ocultar más su fervor y han puesto altares en la
calle para que cualquiera que requiera su ayuda pueda invocarla. Me llamó
mucho la atención, un mural en el Fraccionamiento Foresta, donde impacta
esa figura monumental.

Sus promotores la presentan como una «entidad espiritual» que ha existido


siempre, desde el principio de los tiempos hasta nuestros días, por lo que
maneja una energía denominada «energía de la muerte», capaz de materiali-
zarse en una figura, que concentra tanto la fuerza creadora como la destruc-
tora del universo. Según ellos, el creyente en la santa muerte puede aprender
a manejar esta fuerza, que emana de sus imágenes consagradas, y es una de
las protecciones más fuertes que existen.

Por esa razón, considero que no es correcto ese culto y sí tiene mezcla de
santismo, fuerza y energía malévola; y por consiguiente, este tipo de creen-
cias es contrario a todo lo que la Iglesia enseña en cuanto al culto a las imá-
genes y santos.

Como dije hace ocho días, el que cree en la santa muerte, no debe denomi-
narse católico.

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